(Baekhyun)
Le vi entrar con timidez. Tenía los ojos hinchados y con ojeras. Y con un moretón en el rostro. ¿Qué le había pasado? Su expresión era de preocupación, intentó sonreír al verme pero no pudo. Lo amaba tanto que ahora tenia que dejarlo. Era por mi bien y por el suyo.
-Adelante - invité - no te quedes en la puerta.
Caminó a paso lento, y en ningún momento dejó de mirarme.
-Sienta ahí - señalé el borde de mi cama - Hablemos. El se sentó y tomó de mi mano, se sentía cálida cuando entrelazó nuestros dedos - ¿Qué te paso en el rostro?
-... - bajó la vista y sonrió como si estuviera recordando algo - Me caí.
-Deberías tener mas cuidado - le aconsejé y luego posó sus ojos nuevamente a los míos.
-¿Cómo estas? - susurró con miedo.
-Me siento mejor ahora - respondí mientras me soltaba de su mano con sumo cuidado.
-¿Te duele? - preguntó señalando mi pecho. Él no podía ver mis puntos ya que estaban debajo de mi bata, pero era obvio que los tenía.
-Un poco - me llevé la mano al pecho - pero ya me acostumbraré - sonreí de forma leve.
-Lo siento - dijo de pronto - Todo fue mi culpa. Me odio a mi mismo por haberte hecho pasar por esto. Estaba molesto y no pensé lo que te dije.
-Detente... - nos miramos por un momento, sentía su tristeza porque de alguna u otra manera me la transmitía - Por favor, no sigas - murmuré - No solo fue tu culpa, sino mía también. Por decir que eras mi "pasatiempo" y no corregir mi error a tiempo.
-Pero...
-Por favor no me interrumpas - luego asintió - La culpa es de los dos.
-Por favor, perdóname - volvió a pedir.
No quise darle mas rodeos al tema, tenia que decirlo y ya. Suspiré y tomé valor.
-Chanyeol me voy de viaje a Nueva York - solté por fin. De pronto su expresión cambió y sus ojos empezaron a brillar.
-¿Es un broma?
-No - negué - He decidido irme de viaje, necesito pensar... pensar cosas.
-¿Qué cosas? - preguntó alzando un poco el tono de su voz.
-Chanyeol no hagas esto más difícil - pedí casi en suplica.
-No tienes que irte. No es necesario que te vayas...
-¡Ya tomé mi decisión!
-Baekhyun por favor no me dejes - volvió a tomar de mi mano y se acercó más a mí - Sin ti nada es lo mismo.
-Te recuerdo que antes de ayer me querías lejos de tu vida.
-Estaba molesto. Dije cosas sin pensar - se le quebró la voz.
-¿Enserio dijiste las cosas sin pensar? A mi no me pareció eso, lo que me decías era verdad. Soy insoportable, egocéntrico y arrogante. Y que no volverías conmigo así te pagaran por hacerlo.
-Baekhyunnie... - esta vez soltó mi mano y llevó sus manos a mi rostro para intentar robarme un beso, pero le esquivé.
-No - le alejé de mí con mis brazos - eres un idiota estoy operado y no puedo hacer fuerza.
Chanyeol tomó un poco a aire y se tranquilizó al igual que yo. Notaba que estaba entrando en desesperación pero sea como sea tenia que mantener la calma por mí.
-Chanyeol, esto lo hago por ti y por mí. Necesitas tiempo para pensar mejor las cosas. Para que te sientas seguro si de verdad quieres estar conmigo o no. Y Si deseas estar con un chico como yo... - me reprimí por dentro.
-Te amo Baekhyun - murmuró y sus lágrimas empezaron a salir.
-Yo también te amo Chanyeol. Pero solo el tiempo dirá si regresaremos o no.
-¿Por cuánto tiempo piensas irte? - preguntó sollozando.
-No lo sé. Pueden ser seis meses o tal vez un año. No lo sé.
-¿Cómo sabré qué ya no volverás por mí?
-A ese punto quería llegar. Quiero que sigas tu vida como lo estabas haciendo antes de conocerme, no me esperes porque tal vez no regrese por ti.
-Baekhyun no sé si pueda soportarlo - me abrazó con cuidado, sentía sus lagrimas resbalar por mi hombro y finalizar en la prenda que vestía.
-Yo tampoco sé si lograré soportarlo - me contuve las ganas de llorar.
Con mucho cuidado Chanyeol se separó, nuevamente llevó sus manos a mi rostro y yo llevé mis manos a la suya, limpié algunas de sus lágrimas y poco a poco acercó su rostro al mío. De pronto sentí sus labios sobre los míos, el beso tenía un toque salado por sus lágrimas pero poco me importó. Lleve mis manos a su nuca y lo atraje más hacia mí para profundizar aquel beso. Tenia que aprovechar ese momento porque tal vez sería mi último beso con Channie...
(Minseok)
Al llegar a casa mi abuela se puso a prepara algo para desayunar. Mientras ella estaba en la cocina yo tomé una ducha con agua fría. El calor era insoportable en este verano. Por fin podría descansar como se debe. No tenía pensado salir hasta que caminé hacia la cocina; ya cambiado obviamente; y crucé por la lavandería. Mi vista se dirigió hacia aquella camisa colgada en el tendedero.
"Aiiiishhh" - grité en mi fuero interno. Tenia que salir nuevamente a regresar esa camisa. Tomé mi desayuno y mi abuela se fue a dormir, ella también debería estar cansada al igual que yo. Aproveché el momento para planchar la camisa, doblarla y meterla en una bolsa transparente. Por lo menos se la devolvería como si estuviera nueva. Salí de casa y tomé el primer bus que se me cruzó. Al llegar al hospital busqué con la mirada a Jongdae, pero este no estaba. ¿Se habría ido ya? Me dirigí al cuarto de Baekhyun, él estaba durmiendo, pero desde una esquina Yunho estaba sentado leyendo una revista.
-¿Dónde esta Jongdae? - pregunté casi en susurros.
-Se fue a la cafetería - respondió de igual manera para no despertar a Baek.
Solo asentí y levanté mi dedo pulgar como señal de aprobación o tal vez un "gracias". Bajé las escaleras y al llegar a la cafetería divisé el lugar, él estaba sentado leyendo el periódico del día mientras tomaba su café. Me acerqué hacia su mesa y aún no se había percatado de mi presencia.
Carraspeé con la garganta para hacerme notar. Al alzar la vista me miró con sorpresa y no pronunció palabra alguna.
-Toma - extendí mi brazo con su camisa en mi mano - La planché y la envolví para que parezca como nueva.
Él me recibió la camisa, la miró con detenimiento y no dijo nada. ¿Ni un "gracias"? ¿No dirá nada? Esperé por segundos a que tal vez pudiera decirme algo, pero no lo hizo. ¡Estaba perdiendo el tiempo con este tonto! Me volteé para irme pero él me llamó.
-¡Hey! - gritó. Dejó el periódico en la mesa y tomó su vaso de café con la otra mano. Caminó hasta donde yo estaba poniéndose delante de mí.
-Buen trabajo. Parece como si estuviera nueva - comentó mirando su camisa.
-Era lo mínimo que debía hacer - le sonreí - espero que después de esto... - luego siguió su camino dejándome con la palabra en la boca.
Me sentí un imbécil por como me había dejado. Caminé detrás de él para encararle pero me detuve al ver que se había detenido a lado del pote de basura. Y sin más, tiró la camisa en ella. ¡¿Qué estaba haciendo?! Me había costado muchísimo quitarle la mancha de vino. Él siguió caminando y yo fui corriendo hacia la basura, saqué la camisa y luego le alcancé. Me puse en su delante para que dejará de caminar.
-¡¿Qué crees que estas haciendo?! - grité - ¿No qué es una camisa muy cara?
-La camisa perdió su estilo. No se ve como antes.
-Pero dijiste que estaba como nueva.
-Nueva para tus ojos, para los míos la tela se veía maltratada.
-¡¿Qué?! ¡Déjate de payasadas y toma tu camisa! - le tiré la camisa en su cara - Dijiste que era de buena calidad...
-Pues si tanto te interesa ¡Puedes quedarte con ella! - tomó su camisa y me la tiró al pecho - Yo ya no la quiero.
Luego me hizo a un lado y continuó su camino. ¿Qué cojones tenia en la cabeza? ¡Ahhhhh! Si quería guerra, pues guerra va a tener...
(Luhan)
El sueño me ganaba. Quería llegar a casa, ducharme y poder dormir un par de horas más. Esperaba a que Jongin manejara rápido, pero parecía estar tomándose su tiempo.
-¿No deseas desayunar antes de llegar a casa? - preguntó de pronto Jongin quien se había mantenido callado hasta ahora.
-Puedo pedir a mi mucama que me haga el desayuno cuando llegue a casa - respondí de forma seca. Había tomado la opción de evitar hablarle o hacerle preguntas ya que siempre le incomodaban.
-Entiendo...
-Además debes de estar cansado. Es mejor que duermas un poco más.
-Estoy bien...
-Cuando regrese al hospital pediré a Kris o Tao que me traigan, luego de eso cuando termine tu horario puedes regresar a casa.
-Yo puedo traerte al hospital - se ofreció - no estoy muy cansado.
-Como gustes... - respondí soltando al mismo tiempo un suspiro.
Nuevamente otro momento de incomodo silencio. ¿Siempre tendría que ser así? ¿Y por qué me importaba? Me daba igual quien me llevara de un lugar a otro. Siempre conversaba poco o lo necesario. Con Kris casi nunca hablaba, Tao era alguien tímido y Chanyeol, yo no hablaba pero él si y hasta demasiado.
Ahora estaba Jongin, alguien a quien recién estaba conociendo... a lado de él me sentía extraño, tímido, ansioso o tal vez nervioso. Y quería saber por qué me sentía de esta manera...
Jongin seguía manejando, hasta que el semáforo cambió a rojo.
-¿Quieres que te invite un café? - me miró y yo le esquivé.
-No lo creo. ¿Cómo me puedes invitar un café con tanto calor?
-Jajajaj - rió - Tienes razón. Pero te lo debo ¿recuerdas?
-Si lo recuerdo. Tal vez podremos ir en otro momento.
-¿Me estas evitando o me parece? - preguntó.
-No - negué rápido y ahí me quede, no dije nada para justificar mi comportamiento. Y lo peor es que el ya lo notaba. No sabia fingir - Bueno, ya que insistes aceptaré un café con hielo por esta vez...
-¡Un Frappe! ¡Excelente!
El semáforo cambió a verde y Jongin hecho a andar. Le miré de reojo y vi un atisbo de alegría en su rostro, sus labios curvaban una leve sonrisa y no pude evitar sonreír también ¿Se había puesto feliz por haber aceptado su invitación?
Jongin se desvió de camino, llegamos a una calle donde había una hilera de restaurantes. Manejó un poco más llegando a estacionarse al frente de una cafetería. Salió del carro y mientras yo me desabrochaba el cinturón de seguridad él abrió la puerta de mi lado.
-Gracias - agradecí.
Entramos a la cafetería y pedí un Frappe moka, Jongin pidió un pan con pollo para comer y un jugo. Luego nos sentamos en la mesa y ninguno habló hasta que:
-Deberíamos empezar de nuevo - comentó y tomó un sorbo de su jugo.
-¡¿Qué?! - me sorprendí ante su comentario.
-Que deberíamos empezar de nuevo.
-¿Yo debería empezar de nuevo? - pregunté con incredulidad.
-De acuerdo... yo soy el raro. Me comporto diferente contigo y no sé por qué. Quiero cambiar eso y la única solución que encuentro es empezar de nuevo. Olvida que te negué con tu amigo y que me incomodan tus preguntas. Olvida ese extraño comportamiento de mi parte y prometo que desde ahora no será así.
-¿Por eso me invitaste el café? ¿Para decirme todo eso?
-En parte... además por que me gusta tu compañía - soltó sin darse cuenta. Observé que de pronto de puso nervioso y empezó a comer de forma apurada.
Yo solo me limite a sonreírle. No dije nada para no ponerle más nervioso. Seguí tomando mi Frappe y esperé a que el terminara su desayuno.
-¿No deseas comer algo? - preguntó al ver que había terminado antes de él.
-No es necesario, gracias - le sonreí - cuando llegue a casa pediré algo para comer.
-Bueno... como gustes - me devolvió la sonrisa para luego comentar - Deberíamos salir a comer mas seguido.
-Si. Tal vez fuera de tu horario de trabajo - puntualicé.
-¡Ahh! - se sorprendió - ¿Te molesta que utilice mi horario de trabajo para comer contigo?
-Se supone que deberías cuidarme y no estar desayunando conmigo - bromeé.
De pronto se carcajeó y su risa me contagió.
-Entonces te invitaré cuando no este en mi horario de trabajo. Puede ser un día después de clases. Te llamaré cuando tenga tiempo...
-¿Estudias? - pregunté sorprendido.
-Si. Estudio Administración...
-¡Woooww! Que bien, a mi esposo le interesará mucho ese dato.
-¿Por qué?
-No sabes utilizar un arma ¿verdad?
Se quedó mudo y desvió la vista.
-Me lo imaginaba. No entiendo por qué te contrato.
-¿Se lo dirás? Por favor no lo hagas, necesito este trabajo - suplicó.
-¿Por qué?
-Pues porque no tengo dinero, no quiero pedírselo a mis padres...
-Esta bien - le interrumpí. No quería que me contará sus problemas y tampoco eran de mi incumbencia - No necesitas contarme tus problemas económicos. Mucha gente pasa por estas cosas, así que relájate. No diré nada a Xiang.
-Gracias - agradeció - En verdad necesito el trabajo.
-¿Me crees una mala persona? - me indigné.
-No. Nada que ver.
-No diré nada. Solo espero que no se de cuenta.
-Él no me hizo ninguna pregunta el día que me contrató. Parecía estar apurado.
-Pues al parecer tuviste mucha suerte. Él no contrata a las personas así a lo apurado. Siempre se toma su tiempo al buscar a alguien que pueda cuidarme.
-Y a todo esto ¿Por qué necesitas que alguien te cuide? ¿Has recibido amenazas?
-No. Ninguna hasta el momento, pero Xiang dice que por ser el dueño de los hoteles puedo recibir amenazas o tal vez intenten asesinarme.
-¿Enserio dice eso? No entiendo, no eres una mala persona como para que alguien te mate.
-Eso mismo le dije yo, pero igual contrató a muchas personas de seguridad. Tanto que ya perdí la cuenta.
-¿Y no te molesta tener a tanta gente a tu alrededor?
-Al principio si, pero ya me acostumbré.
-¿Y has llegado a despedir a alguien?
-Si. Una vez...
-¿Por qué lo despediste?
-Él intentó sobrepasarse conmigo. Tal vez tuve la culpa por darle confianza, pero si iba a estar conmigo de arriba para abajo no quería que se sintiera incomodo. Soy una persona muy conversadora y con él conversábamos de todo... pero malinterpretó mi buen trato. Pensó que a mi me gusta él, intentó besarme un día y yo le golpeé. Ese fue el motivo por el que lo despedí y hasta ahora no le he vuelto a ver.
-¡Ohh! Ya veo... malinterpretó tus buenas intenciones.
-Si... Pero dejemos de hablar de mí. Cuéntame algo de ti. Aparte de estudiar ¿Qué más haces?
-Bailo en el taller de danza de mi universidad.
-¿Y bailas bien?
-No. Bueno, lo demás dicen que si.
-Creo que eres muy modesto - comenté - ¿Y tienes novia?
Por un momento se quedó callado. Tal vez no debí preguntar algo tan personal.
-Lo siento, no quería incomodar.
-No. Para nada... no estoy con nadie.
-¿Y por qué dudaste en responder?
-Me gusta alguien.
-Así que hay alguien... - por algún motivo sentí mi pecho oprimirse. No me gustaba escuchar que había alguien en su vida. Pero ¿Por qué? Jongin era alguien libre y estaba en su derecho.
-Si. Ella es de mi universidad, baila muy bien pero hasta ahora no le he hablado.
¡Ufff! Por lo menos algo bueno escuchaban mis oídos. "¿Qué estás pensando Luhan?" - me reprimí mentalmente.
-¿Y por qué no le has hablado?
-Siento que me pondré nervioso o diré cualquier tontería.
-Ahhh - dije sin ganas, la conversación había llegado al punto de que ya no me apetecía seguir hablando - Creo que ya nos demoramos mucho. Hay que regresar - propuse.
-Si. Claro...
Jongin pagó la cuenta y yo salí de la cafetería para meterme al auto. Esperé hasta que saliera y cuando lo hizo me miró extrañado. Durante el camino ya no volví a preguntar nada... Ahora resulta que el raro era yo. Aiiisshhhh ¿Me gustaba Jongin? No. Él solo era mi guardaespaldas y punto. No podía fijarme en él, no podía... pero ¿Por qué no? Yo era alguien casado, pero con un esposo que me engañaba. Tenía el derecho de rehacer mi vida y empezar de cero. ¿Pero Jongin sería mi opción para empezar de cero? Además lo había conocido el mismo día que me enteré de la infidelidad de Xiang ¿Todo esto sería cosa del destino...?
Al llegar me despedí de Jongin, él se dirigió al búngalo y yo entré a mi casa encontrándome con Xiang en la sala, estaba sentado en uno de los muebles con rostro serio.
-Así que hiciste una fiesta en mi ausencia - comentó - ¿Puedo saber el motivo?
-Xiang estoy muy cansado. Hablamos luego ¿Quieres?
Le dejé con la palabra en la boca y subí a mi habitación. Cuando salí de ducharme, revisé mi celular y me sorprendí al ver nueve llamadas perdidas de Kim Jaejoong, mi detective. Le devolví la llamada y respondió a la primera timbrada.
-¿Luhan? - preguntó.
-Si. ¿Sucede algo?
-Quiero encontrarme con usted ¿Puede ser hoy en la tarde?
-Tengo que ir al hospital, pero podría darme un tiempo.
-¿A qué hospital va?
-Al hospital central de Incheon.
-De acuerdo, lo veo ahí esta tarde. No tengo problemas en ir hasta allá.
-¿Es urgente lo que me tiene que decir?
-Si. Supongo que el Señor Shao Xiang habrá llegado ayer de viaje.
-Si llegó casi a la media noche. ¿Por?
-Por que no viajó solo, viajó con su amante a Corea. Los he seguido, ella esta alojada en uno de sus hoteles.
-¡¿Qué?! - casi di el grito al cielo - ¡En uno de mis hoteles!
-Eso no es todo lo que le quería contar. Averigüé cosas de ella como usted me mandó.
-De acuerdo - asentí algo molesto - lo veo en el hospital a las tres.
-Bien. Lo llamaré cuando llegué allá.
-Ahí lo veo, gracias.
Colgué el teléfono de mala gana. ¿Quién se creía que era Xiang para meter a su amante en uno de mis hoteles? ¿Quién se creía él para hacerme pasar por este tipo de cosas? ¡¿Quién demonios se creía?! Pero esto no se iba a quedar así, iba a votar a esa mujer de mi hotel aunque fuera a patadas...