(Luhan)
Después de ducharme pedí que subieran mi almuerzo al cuarto. Mastiqué lo más rápido que pude, pero el hambre se me había quitado, dejé el segundo casi intacto y no toqué mi refresco.
Cogí mi teléfono y llamé a Jongin. Por suerte tenia su numero en mi agenda.
-¿Luhan? - preguntó al responder.
-¿Ya terminaste de almorzar?
-Estoy en ello.
-Hmmm. Llámame cuando termines de almorzar. Por favor.
-Lo haré, tenlo por hecho.
Corté la llamada y me vestí ya que aún estaba con la bata de baño. Me puse un polo cualquiera y un short. No tenia ganas ni de vestirme, solo quería llegar al hospital lo más antes posible. Esperé la llamada de Jongin, no pasó mucho tiempo cuando mi teléfono sonó.
-¿Terminaste de almorzar? - fue lo primero que dije al contestar la llamada.
-Si.
-¿Estás seguro qué quieres llevarme al hospital? ¿No estas muy cansado?
-Para nada. Ya me duché y me siento como nuevo.
-Bien, alista el carro. Ahora mismo salimos.
-Ok.
Salí de mi habitación cerrando de un golpe la puerta. Al bajar me encontré con Xiang almorzando en el comedor, pero quise pasar de frente.
-¿A dónde vas? - me preguntó cuando vio que me dirigía a la salida.
-Iré al hospital... - respondí sin mirarlo.
-Acabas de llegar hace un rato y ¿ya vas a salir?...
Este si que era un cara de palo. Venir a reclamarme de lo que hago o dejo de hacer cuando el me engañaba a mis espaldas.
-No te tiene que importar lo que hago - inquirí con voz molesta.
-¡Mírame cuando me hables! - gritó dando un golpe a la mesa.
Me giré muy lentamente para mirarle como había dicho. Tenía el rostro molesto y apretaba con fuerza la mandíbula. Por un momento me dio miedo pero mantuve mi mirada molesta ante él.
-Estoy apurado - insistí e intentó incorporarse pero yo salí rápido de casa.
Jongin ya me esperaba dentro del carro, corrí y subí apresurado.
-¿Sucede algo? - preguntó al verme.
-No. Solo conduce de una vez - mandé.
Jongin no esperó y prendió el carro. Por el espejo retrovisor observé que Xiang salía recién de casa y me veía partir. Sonreí al ver aquella situación, nunca pensé hacerle esta escena a él. Ahora hasta me parecía divertido, haberle dejado con al palabra en la boca.
Me abroché el cinturón de seguridad después de perder de vista a Xiang.
-¿Qué es tan gracioso?
-Nada - respondí son mi semblante alegre - solo llévame al hospital.
-Como usted mande.
-Tutéame por favor. Hoy hemos desayunado como si fuéramos amigos.
-¿El señor Xiang no se molestará si te tuteo?
-Si deseas delante de él trátame de "usted" o "joven", pero cuando estemos solos trátame de "tu"
-De acuerdo - asintió y sonrió.
Me di cuenta que tenia una sonrisa hermosa, me quedé un rato viéndole y me sentí perdido por un momento. Sus fracciones eran muy varoniles, sus ojos marrones eran penetrantes, parecía que podía perderme en ellos, sus labios gruesos llamaron mi atención y por un momento me dieron ganas de morderlos. Si tan solo tuviera la oportunidad...
-¿Tengo algo en mi rostro? - preguntó de repente mientras miraba la carretera y sacudí mi cabeza para sacar los pensamientos que tenia.
-No - dije con timidez y miré hacia el lado de mi ventana.
Al llegar al hospital subí con Jongin al cuarto de Baekhyun, pero le encontré durmiendo. Yunho me había comentado que a causa de los medicamentos se quedó dormido. No insistí más y fue entonces que mi teléfono sonó, sabia quien era por la hora así que no miré la pantalla.
-Hola.
-¿Ya llegó al hospital? - preguntó.
-Si ¿Dónde esta?
-Estoy en el estacionamiento. ¿En qué piso se encuentra? Subiré...
-No - interrumpí - yo bajaré al estacionamiento.
-Como guste. Mi carro es un deportivo color negro con lunas polarizadas.
-Ok. Allá voy - colgué la llamada y me giré para ver a Jongin quien estaba detrás de mi - Iré un rato al estacionamiento - le informé.
-Te acompaño.
-No. Solo iré un rato.
-No voy a dejarte - se opuso, le miré sorprendido por su actitud y él de pronto intentó corregirse - Tengo que cuidarte, es mi trabajo.
-Ya que insistes...
Bajamos por el ascensor hasta el sótano donde era el estacionamiento. Busqué con la mirada un deportivo color negro como había dicho. No fue difícil encontrarlo ya que era el único auto que llamaba mucho la atención a comparación de los otros. Me acerqué apresurado con Jongin siguiéndome, del carro salió un joven de tez blanca casi como la mía, su cabello negro le hacia más resalte a su piel. No parecía que fuera coreano, más bien parecia sacado de un anime o manga.
-¿Kim Jaejoong? - pregunté cuando lo tuve al frente.
-Mucho gusto en conocerlo Lu Han - hizo una reverencia y yo también, luego miró a Jongin.
-¡Oh! Lo siento, es mi guardaespaldas - los dos hicieron una reverencia como saludo.
-Suba a mi auto - invitó Jaejoong - Hablaremos en privado - dijo mirando nuevamente a Jongin.
Asentí y él subió a su auto.
-Jongin - me giré para verle - espérame aquí - pedí - yo entraré un rato a su auto.
-Claro. No te preocupes, yo espero.
Subí al auto por el lado del copiloto y cerré la puerta, una vez dentro me tensé por lo que venia.
-¿Está preparado para lo que le diré? - me miró Jaejoong.
-Si - aseguré.
-De acuerdo - de pronto llevó sus manos hacia su bolso de mano y sacó una cámara digital, programo algo y me lo dio - Estas son las foto que tomé.
Recibí la cámara y quedé atónito ante la primera foto. Xiang besaba a una mujer, estaban afuera del aeropuerto. Seguí pasando las fotos, al parecer ella era joven pero algo mayor que yo. Era muy bonita y besaba abiertamente a mi esposo en varios lugares, cosa que yo jamás podría hacer ya que era hombre y en algunos lugares era prohibido besarlo. Ella parecía tener clase por la forma en como vestía, la envidiaba. Ella era mejor que yo por donde la mirasen, y era algo que yo nunca seria, una mujer.
-Su nombre es Kwon Bo Ah - dijo de pronto Jaejoong interrumpiendo mis pensamientos.
-Es muy hermosa - admití.
-Si, pero eso no es todo - suspiró y prosiguió - es casada.
-¡¿Casada?! - me sorprendí - Y... ¿Xiang lo sabe?
-Si. Él sabe que es casada, y no solo eso. Ella es la esposa de un narcotraficante.
-¡¿Quééé?!
-Por lo que averigüé se ven a escondidas. Ella tienes 26 años y esta casada desde hace dos...
-Espere, espere espere - interrumpí - Si dice que esta casada con un narcotraficante, ¿Por qué lo engaña? No entiendo.
-Ella sabe que su esposo también le engaña, pero con varias mujeres. La vida de un narcotraficante esta llega de mujeres a su alrededor. Es difícil mantenerse fiel...
-Entonces ella también sufre al igual que yo... - susurré y sentí mi voz quebrarse.
Jaejoong me miró con atención y comentó.
-LuHan, debes ser fuerte para lo que se viene. Pero esa mujer sabe que Xiang esta casado. Se metió con él sabiendo de tu existencia, así que por favor no le tengas ni un poquito de compasión ni sientas la mas mínima tristeza por ella. Sabe que el hotel donde esta ahora te pertenece y muy frescamente sigue ahí.
-La sacaré de mi hotel hoy mismo, pero aun no me dice en cual de todo esta.
-Esta en el Hyatt. Exactamente no sé en que piso ya que sus trabajadores son muy reservados.
-No se preocupe, lo averiguaré por mi parte - intenté abrir la puerta para salir pero Jaejoong tomó de mi brazo para retenerme.
-Joven aún no he terminado - insistió.
-Disculpe... - me acomode otra vez en el asiento.
-Quería preguntarle... ¿Desde cuándo tiene guardaespaldas?
-¿Qué?
-Solo respóndame, por favor.
-Xiang los contrató hace ocho o nueve meses aproximadamente. ¿Por qué lo pregunta?
-Al parecer el señor Xiang sabe que están en peligro.
-¿En peligro?
-Pues es obvio, Xiang se mete con la mujer de un narcotraficante. ¿Qué cree que haría este si se entera del engaño de su esposa?
-¿Cree que le haga algo a Xiang?
-No solo a él, sino a usted también - me alarmé - Podría mandar a sus matones a una balacera en su casa, y ya que usted para ahí todo el tiempo... le sugiero que se valla, o que viva en otro lado, pero no junto a él ya que si lo hace seguirá en riesgo.
-¿Es por eso que Xiang contrata a tantos hombres para cuidarnos?
-Si. Porque desde que esta con esa mujer los empezó a contratar, es obvio el por qué. Tiene miedo que lo maten.
Nunca sabía por que de un momento a otro Xiang tenia mucho interés en nuestra seguridad. Ahora lo entendía todo, no solo lo hacia por "seguridad" lo hacia por su infidelidad. Sabia que estábamos en peligro mientras estuviera con aquella mujer, y lo peor es que gastaba mi dinero para pagarles a los de seguridad. ¡Esto era el colmo!
-¿Eso es todo o tiene algo más para mí? - pregunté molesto.
-Eso es todo.
-Bien. Me tengo que ir, le mandaré un cheque por su trabajo.
-LuHan - llamó antes que llegara a salir - le recomiendo que tenga cuidado. Esa mujer es de armas tomar.
-Gracias por el consejo - salí del carro y cerré la puerta de golpe.
Jongin me miró con algo de susto en su rostro.
-Nos vamos - mandé. Caminé a paso firme hasta llegar a mi carro. Subí y Jongin también lo hizo - Llévame al Hotel Hyatt.
-¿Dónde queda ese hotel?
-Enciende el carro, te indicaré como llegar.
Después de casi una hora llegamos a mi hotel. Jongin no hizo ninguna preguntaba mientras conducía y fue mejor para mi ya que no quería hablar del tema. Hice que Jongin se estacionara y salí del carro con dirección a la recepción. Escuché una puerta cerrarse detrás de mí, Jongin había salido del carro para seguirme.
-No - negué - Jongin, espérame aquí abajo. Este es mi hotel y he venido a arreglar algunos asuntos.
Jongin asintió y yo seguí mi camino. Llegué a recepción y la señorita me reconoció.
-Joven Luhan - saludo con reverencia, pero eso no quito lo sorprendida que estaba por mi presencia.
-Ayer vino mi esposo ¿verdad?
-Si - respondió con voz tímida.
-¿En qué habitación esta la mujer con la que llegó anoche?
-¡Ah! La amiga del señor se encuentra... - miró la pantalla de la computadora ¿Ahora a las amantes se les llamaban "amigas"? Ja - en el 501...
-Dame una copia de la llave - ordené.
Si joven - se dirigió hacia el estante y sacó una tarjeta - aquí tiene joven...
Tomé la tarjeta y no dejé que terminara de hablar porque salí disparado hacia el ascensor. Esperé impaciente a que llegará al quinto piso. Y una vez que llegué, mi corazón bombeó más rápido y empecé a sudar. Pase la tarjeta por el detecto y la puerta se abrió, entré con cuidado a la gran habitación. Esta era una de las más grandes que teníamos aquí, parecía casi un departamento. Escuché que alguien se duchaba ¿seria ella? Caminé hacia la habitación, y la vi. Ella estaba recostada sobre la cama y hecho el gritó al cielo cuando me vio.
-¡¿Quién eres tu?! - gritó.
-La pregunta aquí debería ser... ¡¿Qué haces tú en mi hotel?! - grité y la tomé del brazo con fuerza para sacarla. No me importaba si estaba desnuda, o si solo vestía ropa interior, simplemente la quería fuera de aquí.
Ella gritaba como loca mientras daba manotazos al aire.
-¡Fuera de aquí! - grité.
-¡¿Quién crees que eres para tratarme así?! ¡Te arrepentirás!
-¡Me estas amenazando!
-¡Luhan! - gritó alguien desde atrás. Reconocía aquella voz, aunque no quise aceptarlo. Sabia quien era y me giré muy lentamente para cerciorarme. Era Xiang.
-¡¿Así que ella es tu amante?! - señalé a la mujer - Eres tan fresco como para meterla a mi hotel... ¿Quién te crees para hacerme esto?
-¡Qué haces aquí!
-¡Eres un maldito perro! - chillé y me fui contra el para darle un golpe, pero el tomo fuerte de mis muñecas y me sacudió para luego tirarme al suelo.
La mujer se metió al cuarto y se puso una bata para luego ponerse a lado de Xiang.
-¡Por esa zorra me has cambiado!
-¡Cállate Luhan! - volvió a gritar Xiang.
-Yo si lo complazco en todo - intervino la mujer - a diferencia tuya. ¿Te has visto? Te ves ridículo estando en este estado. Pidiendo explicaciones cuando sabes lo que esta sucediendo. ¿Acaso no tienes dignidad?
-¡La que no tiene dignidad eres tú por meterte con alguien que esta casado! - grité y me incorporé para tirarme encima de aquella mujer, pero esta vez sentí una bofetada en mi rostro por parte de Xiang.
Quedé atónito ante la situación. Xiang me había pegado y no veía ni una pizca de arrepentimiento en sus ojos. Me llevé la mano a mi mejilla porque la sentía arder.
-¡Luhan vete! - gritó Xiang.
-Quiero el divorcio - murmuré - Quiero el divorcio - subí mi tono de voz.
-Y te lo dará - volvió hablar esa mujer.
Xiang no respondió en ningún momento y tampoco espere a que lo hiciera. Salí de aquella habitación y baje por las escaleras hasta llegar al estacionamiento para subir al carro.
-¡Arranca! - ordené.
-¿Qué pasó? ¿Por qué lloras?
-¡Tu solo maneja! - grité - ¡No te tiene que importar por que lloro o no! ¡Tú simplemente eres mi empleado y deberías limitarte a obedecer mis órdenes sin hacer ninguna pregunta! - chillé y rompí en llanto.
Jongin no hizo ninguna pregunta más y solo se limito a conducir. Durante todo el camino lloraba sin poder calmarme. No pensé que algún día llegaría el momento de pedir el divorcio, mucho menos creí que Xiang pudiera engañarme. Me sentía traicionado, o peor que eso. Me sentía que no era nada, una cosa que utilizabas y votabas, me sentí una basura. Pero ¿Por qué tuvo que suceder así? ¿Por qué no me di cuenta antes de lo que sucedería? Tal vez siempre estuvo ante mis ojos el tipo de persona que era, pero yo nunca quise reconocerlo... Baekhyun siempre tuvo razón, Xiang no era para mí. Si tan solo le hubiera escuchado en su momento no estaría pasando por esto. Ahora me arrepentía de todo. Hasta quería retroceder el tiempo.
Sin darme cuenta la noche había llegado. Jongin me había traído a un mirador y se mantenía callado.
-Quiero ir a mi casa - pedí algo más calmado - ¿Qué hacemos aquí?
-A veces vengo a este mirador cuando quiero pensar. Es un lugar tranquilo, ya que no hay mucha gente, y uno de mis favoritos, pero por esta vez lo compartiré contigo.
-¿Por qué?
-Supongo que quieres desfogarte, y pensé que este seria el lugar perfecto para que pudieras llorar todo lo que quieras.
Le miré y el me miró con una leve sonrisa. Salí del carro y me acerqué más al mirador, la noche era hermosa y las luces de la ciudad la iluminaban. Jongin tenia razón, no había mucha gente, solo estábamos él y yo. Me puse de cuclillas para mirar mejor la ciudad ¿A quién quería engañar? Yo solo quería llorar, y así lo hice. Me quedé un buen rato en esa misma posición, hasta sentí mis ojos arder por tanto llanto.
Se escucho un rugido proveniente del cielo y de pronto comenzó a llover. Sentí frío pero Jongin llegó con su saco en mano y me cubrió para no seguir mojándome.
-Es mejor que regresemos a casa - comentó.
Yo solo asentí. Caminamos muy apegados el uno al otro ya que él también se cubría con el mismo saco. Me llevó hasta dejarme dentro del carro y luego él subió por su lado.
-¿Tienes frío? - preguntó una vez estuvo dentro - ¿Qué pregunta? Obvio que si, estás empapado - nuevamente me cubrió con su saco y saco un pañuelo del bolsillo de su camisa.
Se acercó a mí y secó mi rostro con su pañuelo. Empezó por mi frente, luego pasó por mis mejillas y finalmente terminó en mi mentón. Yo simplemente me dejé llevar por el momento, mantenía la mirada baja y decidí mirar con atención a Jongin. Fue entonces que me percaté que estábamos a escasos centímetros uno del otro, el silencio nos rodeó y solo se escuchaban nuestras respiraciones. Sentía su aliento muy cerca de mi rostro, y sin darme cuenta empezó acariciar mi mejilla. Él empezó acercase y se detuvo solo a dos centímetros de mis labios, esperé a que me besara pero no lo hizo ¿Por qué no me besaba si ahora estaba indefenso? Ansiaba poder probar esos labios y morderlos al mismo tiempo, ¿Y si lo ansiaba? ¿Por qué no lo besaba yo?. Me acerqué a él y fui yo quien unió mis labios a los suyos. Al principio solo era un toque de labios pero luego empecé a moverlos, él hizo lo mismo y el beso paso de casto a un beso intenso. Pasé mi lengua por sus gruesos labios y él los abrió dándome paso a experimentar mejor su boca. Mi lengua saboreó su lengua y Jongin también hizo lo mismo. Por un momento nuestras lenguas jugueteaban y luego mordí su labio inferior, él soltó un pequeño alarido, tal vez había mordido muy fuerte así que separé de él.
-Lo siento - me disculpé agitado por la falta de aire. Me sorprendí encontrarme con mis brazos rodeando su cuello y mis manos enredándose con sus cabellos. Me despegué al instante de él.
-Discúlpame tu a mí - pidió - se que me propasé.
-Olvidemos esto - murmuré de forma rápida - No debió pasar. Yo...
-No digas nada más. Olvidaré esto solo porque tú quieres...
Prendió el carro y comenzó a andar. ¿Se había molestado o eso me pareció a mí? Bueno, había motivos para que se molestara. El beso había sido un error, algo que nunca debió pasar. Ahora Jongin estaba molesto conmigo, fue un error haberle besado. No debí hacerlo, no debí.