(Jongdae)
Comencé mi mañana nuevamente en busca de Baekhyun. No tenia amigos aquí en Corea ya que hace solo dos semanas había llegado de New York. Tomé la decisión de tomarme unas "vacaciones " antes de ingresar a la universidad. Aunque para eso faltaba mucho, no tenia planes de estudiar ¿Para qué? Mi padre tenía dinero gracias a sus almacenes y obviamente yo era el heredero al igual que mi hermano mayor. Mi futuro estaba asegurado, no había motivos para entrar a la universidad y ponerme a estudiar...
Antes de entrar a la habitación de Baekhyun me cruce con una señora ya de edad, era una anciana a la cual reconocí como la abuela de Minseok.
-Buenos días - saludé por respeto.
-Bueno días muchacho.
-¿Baekhyun ya despertó? - pregunté.
-Si. Esta desayunando en estos momentos. ¿Eres su amigo?
-Algo así.
-Ahhh ¿De casualidad conoce a un tal Jongdae? - Ok, ese era yo, pero... ¿para que me buscaría?
-¿Para que lo busca? - pregunté con cautela.
-Necesito ponerle un alto a ese chico - respondió con voz de fastidió.
-¿Un alto?
-Si, ese muchacho molesta mucho a mi nieto. Le manda a lavar su camisa para luego tirarla a la basura ¿Quién se cree?
Abrí los ojos como platos al ver que Minseok le había contado todo a su abuela. Tanto que ahora su abuela me odiaba sin conocerme.
-¡Oh! Disculpa por contarte mis problemas. Ignora a esta vieja...
-No - interrumpí - no hay problema.
-Y dime ¿Estudias con Baekhyunnie?
-No.
-Entonces, no conoces a mi nieto ¿verdad?
-No - mentí.
-¿Y conoces a ese tal Jongdae?
-No - negué - lo siento, ahora estoy muy apurado - quise zafarme de la señora.
-¡Claro! Disculpa por retenerte, muchacho ¿Cuál es tu nombre?
Justo a este punto es donde no quería llegar.
-Ehhh - pensé, vamos piensa piensa piensa, mi mente divagó buscando algún nombre de alguien famoso aquí en Corea - Chen - dije al fin.
-Mucho gusto Chen. Mi nombre es Jung Hyesun.
-Mucho gusto igualmente señora. Pero...
-Entendí, entendí, estas apurado. Hasta pronto y buen día.
-Igualmente - me despedí con una reverencia.
Caminé apresurado y entré a la habitación de Baekhyun.
-¡Uffff! - suspiré aliviado una vez que estuve sano y salvo.
-Contigo quería hablar - chilló Baekhyun señalándome.
-¿Conmigo?
-Si. Yunho déjame a solas con Jongdae por favor - pidió.
-Como usted mandé joven. Estaré en cafetería por si me necesita.
-Gracias - le sonrió a Yunho, una vez que este salió de la habitación me miró de forma seria y amenazante.
-¿Tienes cambio de personalidad o qué? - pregunté
-Estoy... no se como decirlo. Hmmm... Decepcionado de ti - soltó.
-¿Ahora qué hice? - puse mi cara de inocente y me senté al borde de su cama.
-Te dije que no te metieras con Minseok o sino te las verías conmigo.
-Ah, con que de eso se trataba - inquirí indiferente.
-¡¿No pudiste simplemente ignorarlo?!
-Te juro que lo intenté - me excusé - Pero tu amigo siempre esta... sonriendo...
-¿Y eso te molesta?
-¡Claro que no! ¿Cómo crees?
-Entonces no entiendo por qué esa manía de molestar a Minseok. ¡Hacerle lavar TU camisa para luego TIRARLA A LA BASURA! Que poco caballero de tu parte.
-Solo fue una broma.
-¡¿Una broma?! - preguntó algo más exaltado. Sabia que se estaba molestando, tomó aire una y otra vez y continuó - Mira Jongdae, seré muy claro contigo. La abuela de Minseok esta molesta por este incidente. Te voy a pedir tan solo un favor...
-¿Qué?
-No quiero que vuelva a suceder algo similar otra vez. La abuela de Minseok es una persona enferma, padece de Leucemia.
-¡Mi**da! - me sorprendí.
-Si. No quiero que este pasando por este tipo de cosas, ni mucho menos que este renegando por cosas que provoca un chico inmaduro como tu.
-Ok, ok. Lo siento. Se me pasó la mano. No volverá a suceder - prometí.
-A mi no me tienes que pedir disculpas...
Se quedo callado esperando a que hablara, podía imaginar que rondaba por su cabeza, no... no creo que Baekhyun me obligué a:
-No - negué.
-Si. Lo harás, pedirás disculpas a Minseok.
-¡No!
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¡Genial! No se cómo me había dejado mandar por mi primo. Tuve que haberme negado hasta las últimas consecuencias, pero no. Al final Baekhyun había salido ganando y yo estaba de camino al trabajo de Minseok.
Me quedé casi todo el día en el hospital y esperé a que la tarde llegara. Fui a mi departamento, tomé una ducha, cené y volví a salir. Baek me había dado la dirección del almacén dónde trabajaba Minseok, subí a mi auto y manejé hacía dicha dirección. Al llegar a la tienda de ropa pregunté a la señorita de caja por Minseok.
-Se encuentra por allá - me señaló después de preguntar.
Minseok no estaba muy lejos, solo que a una cierta distancia. No se había percatado de mi presencia dado que estaba atendiendo a un cliente. Estaba en la sección de zapatillas mientras le mostraba uno que otro diseño al comprador.
-Gracias - hice ademán de ir hacia donde estaba pero la señorita llamó mi atención.
-Disculpe joven, ¿Es amigo de Minseok?
-No. Soy solo un conocido.
-Gustaría pasar a tomar asiento en aquellos muebles - me señaló unos sillones que estaban en un rincón de la tienda - lo que sucede es que Minseok esta atendiendo a un cliente. Aun sigue en su horario de trabajo, y si el supervisor le ve conversando con alguien es probable que luego tenga problemas.
-¿A qué hora se desocupa?
-A las 10 cerramos la tienda.
Miré mi reloj de mano, faltaba menos de una hora para que cierren.
-Esta bien, esperaré. Pero dile a Minseok que le estaré esperando.
La señorita asintió y yo me acomodé en los muebles que me había señalado. Y mientras esperaba busqué un juego online desde mi celular, con algo debía matar el tiempo. Pasaron los minutos hasta que sin darme cuenta me quedé dormido.
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-Joven, joven - me removió con cuidado la chica de caja - Disculpe, ya vamos a cerrar la tienda.
-¡Ah! Si - respondí somnoliento - ¿Y Minseok?
-Se acaba de ir.
-¿Qué? - desperté de golpe - ¿Le dijo que lo estaba esperando?
-Si, pero aún así se fue.
-¡Ahhhh!
-Pero aún puede alcanzarlo. Su paradero queda a tres cuadras a la mano izquierda.
-Gracias - salí corriendo del establecimiento, y me dirigí al paradero.
Al llegar vi a Minseok haciendo cola como los demás pasajeros. Yo estaba algo cansado así que tomé un poco de aire y caminé hacia donde estaba.
-¡Hey! - llamé su atención, él me miró para luego seguir ignorándome - ¿Por qué no me despertaste? - le pregunté - Sabias que te estaba esperando.
-¿Así? no sabía nada - se hizo el desentendido.
-Necesito hablar contigo.
-Yo no tengo nada que hablar contigo.
-Pero yo si.
-Pero yo no.
-Oye no me hagas esto. La gente nos mira - Minseok miró a las personas que estaban a nuestro alrededor y luego vi una risita burlona en su rostro.
-¡¿Y tu crees que a mí me importa lo que digan estas personas de mí?! - gritó - ¡Yo no vivo de ellos!
-Silencio, no hagas escándalo - hablé bajito.
-Mira. Ahí viene mi bus. Me tengo que ir. Adiós.
-Necesito hablar contigo.
-No.
-Te llevaré a tu casa - insistí.
-No.
-Te juro que te llevo a tu casa.
-Que no.
El bus llegó y los pasajeros empezaron a subir.
-Minseok, este berrinche no es para tanto.
-Adiós.
Justo antes que Minseok llegara a subir, tomé de su brazo y lo jalé hacia un lado.
-¡¿Qué estas haciendo?! ¡Tengo que irme, este es el último bus! - gritó.
-Dije que te llevaré.
-Y yo te dije que no iré - forcejeaba para que pudiera zafarse de mi agarre, pero no lo logró. En eso el bus se fue, y nos quedamos solos en el paradero. Minseok me miró con ojos molestos, se notaba que quería matarme.
-Mira - empecé - si no hablo contigo hoy, volveré mañana. Decide tu ¿Qué prefieres?
-Prefiero no volver a verte.
-Entonces, supongo que hablaremos hoy.
Minseok no tuvo más opción que ir conmigo. Regresamos hacia donde había dejado el carro. Al principio se hizo de rogar un poco, pero pese a mi insistencia subió.
-Y bien... ¿Dónde queda tu casa? - pregunté.
-Queda a treinta minutos - respondió con indiferencia - Te guiaré.
Una vez que llegamos a su casa quedé asustado. Se notaba que eran calles peligrosas, un suburbio para ser más exacto. A cada esquina se veía jóvenes tomando y fumando. Ya me estaba arrepintiendo de haberle traído y peor aún es que no había luz en toda la zona.
Prendí la luz de mi carro para verle mejor.
-Estas calles son algo peligrosas ¿no? - comenté.
-¿Tienes miedo? - se burló - Es tu problema, te dije que no quería que me traigas.
-Bueno en ese caso, seré rápido - apagué el motor - Tienes una bonita casa - miré a través de la ventana del copiloto, al parecer era una casa humilde.
-No es mi casa. Mi abuela y yo solo ocupamos el segundo piso.
-¡Ah! Entiendo...
Silencio incomodo.
-Si no tienes nada que decir, será mejor que entre de una vez - llevó sus manos hacia la puerta pero le detuve tomando de su brazo -¡Hey! - gritó - No te acostumbres de estar cogiéndome del brazo cada vez que no quieras que me vaya - se soltó de mi agarre.
-Ok. No lo volveré hacer, es solo que...
-¿Qué?
-Es difícil decirlo.
-En ese caso, regresa cuando puedas decirlo.
-No. Lo diré ahora... - llevé mis manos a mi rostro, pero tenia que tragarme mi orgullo. "Vamos Jongdae, tu puedes", me animé - Lo, si...en...t.. - dije de forma rápida y muy bajito.
-¿Qué? No entendí.
-Aiiishhh Lo si...n...to - volví a repetirlo de la misma manera.
-... - liberó un suspiró con la boca y me miró de forma indiferente - Creo que te estas burlando de mí. Y no estoy para tus juegos...
-Lo siento - solté con dificultad.
-¿Qué? - me miró sorprendido.
-Estoy muy arrepentido por la forma en como te traté. Lo de la camisa solo fue una broma...
-¡Una broma! ¡¿Cómo puedes bromear de esa manera?!
-Lo sé. Lo sé. Pero ya te dije, estoy arrepentido. ¿Puedes aceptar mis disculpas?
-¿Estas arrepentido de corazón?
-Si - mentí, la verdad era que estaba siendo obligado por mi primo. Este chico si que era muy inocente.
-Bueno, en ese caso. Acepto tus disculpas - sonrió y tuve que devolverle la sonrisa solo para que creyera mi arrepentimiento.
(Minseok)
-Bueno, en ese caso. Acepto tus disculpas - sonreí y me devolvió la sonrisa. Si parecía estar arrepentido de sus actos, en ese caso yo no podía ser una mala persona. Mi abuela me había enseñado a no ser resentido con nadie - ¿Qué tal si empezamos de nuevo? - propuse.
-¿Qué quieres decir con eso? - preguntó levantando una ceja.
-Mucho gusto - estreché mi mano - mi nombre es Kim Minseok.
-Ah. Ya veo a que te refieres - miró mi mano estrechada y luego me miró a los ojos, él estrecho su mano y los dos nos dimos un pequeño apretón - Mi nombre es Kim Jongdae.
Nos quedamos con las manos estrechadas un momento. Su mano era suave, en cambio las mías eran ásperas y toscas. Le solté de inmediato por vergüenza, no quería que sintiera mis manos de esa manera, no él ya que tenia miedo que dijera algo que me hiciera sentir mal.
-Tus manos... - murmuró. ¡Genial! Si lo había notado.
-Lo sé, son ásperas.
-Deberías cuidártelas - aconsejó de forma atorrante.
Le miré y luego me arrepentí. Su mirada era de desprecio, y no quitaba sus ojos de mis manos. Me había equivocado pensar que podía empezar de nuevo con él. Jongdae nunca cambiaría, no conmigo.
-¿Por qué eres tan arrogante conmigo? ¿He hecho algo que te haya molestado? - pregunté bajito.
-Te seré sincero. No me agradas... y no quiero tener ningún tipo de amistad contigo - habló muy serio - No eres de mi clase social. No podemos ser amigos y punto.
-¿Por qué? - pregunté sin entender.
-Mírate, no tienes clase ni estilo. Vistes con cualquier cosa que encuentras, usas una mochila - miró mi mochila de mala gana - que apostaría la llevas más de una año usándola, además...
-¡Ya cállate! - grité - ya entendí ¡No tienes que decir más cosas! - chillé - Si, soy pobre ¿Y qué? Por lo menos yo no dependo de papá y mamá para ser alguien en la vida.
-¿Me estas insinuando algo? - se indignó.
-Si te sientes ofendido es tu problema. ¡Niñito de papá!
Apretó su mano con fuerza en forma de puño. Su rostro se crispó y tomó aire varias veces, parecía estar contando hasta diez para tranquilizarse. Por último iba a decir algo más, estaba esperando a que gritara... pero alguien tocó la ventana de mi lado y me asusté.
-¡Ahhhh! - grité.
Mi abuela estaba fuera del auto y nos sonreía. Salí del carro para entrar con ella a casa.
-¿Qué haces a estas horas en la calle?
-Fui a comprar velas - me enseñó el pequeño paquete de velas en su mano - en todo el vecindario se fue la luz - luego miró dentro del carro - Buenas noches Chen - saludó.
Jongdae le saludó con la mano alzada y agachó un poco la cabeza.
-Mamá ¿Cómo lo llamaste?
-Veo que ya conoces a Chen.
Jongdae se ruborizó y asintió. Luego bajó del carro para estar frente a frente.
-Señora es un gusto volver a verla.
-¿Se conocen? - pregunté incrédulo.
-Nos conocimos esta mañana en el hospital - respondió mi abuela - Fui a ver a Baekhyun y de paso a conocer a ese chico llamado Jongdae.
Abrí mis ojos como platos y miré a Jongdae.
-Minseok, ¿Por qué no has invitado a tu amigo a pasar? - me reclamó - Seguro debe tener hambre.
-No se preocupe señora, ya cené.
-Ya vez mamá, ya cenó - repetí.
-Me temo que insistiré. Jóvenes como ustedes deberían estar alimentándose bien.
-Mamá, Jong... - hice una pausa y me corregí - Chen esta apurado - le miré para que dijera algo.
-Si, señora. Me temo que por este día rechazaré su oferta.
-Que lastima - comentó apenada - ¿Cuándo regresas?
-Mamá, Chen siempre para ocupado.
-Vendré mañana - dijo para mi sorpresa.
-¿Qué?
-¡Que bien! - se alegró mi abuela - Mañana prepararé algo especial.
Esta vez no me metí. Tal vez esta era su solución para zafarse de mi abuela y evitar su insistente invitación. Mi abuela quedó encanta y luego entró a la casa dejándome a solas con Jongdae.
-No debiste mentirle diciendo que vendrías mañana - comenté.
-No le he mentido.
-No te entiendo. Dijiste que no quieres ser mi amigo y mañana vendrás a cenar en mi casa.
-Tu abuela me cae mucho mejor que tú. Ella no es tan desagradable.
-¡Qué!
Me ignoró y caminó para subir a su carro, pero antes de hacerlo agregó:
-Hasta mañana - se despidió y subió.
Cuando se fue entré a casa. Encendí un par de velas en mi habitación y leí un libro antes de dormir. Tenía una pequeña evaluación mañana en la universidad y a falta de luz lo único que me quedaba era leer de un libro. Pero me fue imposible concentrarme, las palabras de Jongdae rondaban por mi cabeza. Se que tenia poca clases y estilo. Tal vez debería mejorar mi apariencia. Busqué en mi armario algo de ropa para vestir y no encontré algo bonito que me hiciera verme mejor. Jongdae tenía razón, tenía que vestirme diferente, cambiar de ropa o un nuevo look para verme bien y llamar más la atención. Por lo menos así llamaría más la atención de ÉL, la próxima vez que me vea tendría que fijarse en mí.
-¡Ahhhh! - suspiré - Jongin tu solo tienes que ser mío. Aunque teniendo de jefe a Luhan si que tenia mucha desventaja... pero eso era lo de menos, yo cambiaría por él.