(Luhan)
-Ahora sí... - soltó - pregunta lo que quieras...
-Este... bueno - ahora no sabía como comenzar - Hoy cuando conversé con Minseok - empecé diciendo - me dijo que esa noche del incidente preguntaste por mí. ¿Le hacías preguntas sobre mí? - pregunté reclamando - Yo no entiendo porque tienes tanto interés por saber de mí. Bueno fuera si fueras mi amigo, pero no lo eres. Me conoces solo una semana y no creo que ya nos hayamos hecho TAN amigos - vi que su expresión cambió, sus ojos se entristecieron y desvió la mirada. Me sentí mal por ser tan frío con mis palabras, pero necesitaba ser frío. Tomé aire y continué - Disculpa si soy directo, pero quisiera saber por qué lo haces. Lo único que se me puede pasar por la cabeza es que yo te guste - abrió sus ojos por la sorpresa - ¿Acaso yo te gusto? - pregunté.
-¿Qué? ¿Qué si me gustas? - dijo nervioso sin mirarme.
-Si. No le encuentro otra explicación.
-¿Tú qué... crees? - preguntó con cautela.
Nos respondí. No me había formulado yo mismo esa pregunta, creí que Jongin me lo diría o tal vez me lo aclararía. Pero ahora este esperaba mi respuesta. Aunque muy dentro de mí, sabía que Jongin si sentía algo por mi. Siempre tenía ese instinto y nunca me fallaba.
-Creo que si - susurré.
-¿Y te molesta? - me miró.
-No me has respondido. ¿Te gusto o no?
-Es obvio ¿no? - llevó una mano a mi mejilla y se acercó - No se como sucedió. Pero desde aquel beso muchos sentimientos surgieron en mí...
-Te dije que olvidarás ese asunto. No debió pasar... - lo alejé de mí.
-¡¿Por qué?! - se exaltó.
-¡Estoy casado!
-Por favor no me digas eso. Él te engaña...
-Ya no lo hará más - interrumpí - hemos retomado nuestra relación - Jongin puso una cara de pocker - Lo amo... - concluí.
-¿Lo amas? ¿Cómo puedes amar a alguien que a traicionado tu confianza? Te ha llegado hasta golpear...
-Le he perdonado - volví a interrumpirle - Hemos empezado de nuevo.
-¿Te das cuenta de lo que me estas diciendo?. Estas permitiendo que te falte el respeto.
-¡No harás que cambie de opinión! - grité - Ya tomé mi decisión, quieras o no estoy nuevamente con él. Y así será.
Me miró de forma molesta y movió su cabeza de un lado a otro como si estuviera negando.
-¿Solo has venido a decirme esto? - preguntó decepcionado.
-Solo había venido para agradecerte por haberme defendido aquella noche. En este poco tiempo he llegado a tenerte un gran afecto y te estoy realmente agradecido...
-Luhan - deje de hablar cuando pronunció mi nombre - regresa a tu casa.
-¿Qué? - no entendía.
-Es tarde... tu marido te debe de estar esperando - masculló con odio.
-¿Estás molesto?
-Por favor no vuelvas a buscarme. Acepto tus agradecimientos y espero que eso sea todo.
-No me malinterpretes. No quiero quedar mal contigo, podemos ser...
-¡¿Qué?! - interrumpió.
-Amigos... - respondí bajito.
-Yo no quiero ser tu amigo... - salió del auto azotando la puerta.
Me quedé en shock y con la palabra en la boca. Salí del auto a darle el alcance, estaba caminando de forma apresurada y tuve que casi correr para alcanzarlo. Tomé su brazo para que volteara a mirarme.
-¿Por qué me dejas con la palabra en la boca? - reclamé.
-No hay más que hablar... - musitó indiferente.
-Pero...
-Pero nada Luhan. Acabo de reconocer que me gustas y lo primero que haces es pisotear mis sentimientos. ¿Y me propones ser tu amigo? ¡Yo no quiero ser tu amigo! ¿Para qué? ¿Para verte en los brazos de otro? No, gracias. Sé feliz Luhan.
Se giró para seguir su camino, pero se detuvo y volvió solo para agregar:
-Hubiera preferido no verte hoy. Hasta hubiera preferido que no me hayas buscado. Hubiera preferido escuchar cualquier cosa por tu parte, pero no esto. Lo único que me demuestras es que no te quieres a ti mismo. Y si tu no lo haces, mucho menos lo harán otros. Me siento decepcionado. Me has decepcionado.
Sus palabras estaban siendo muy duras. Él no tenía derecho de decirme nada. ¿Qué tipo de confianza le había dado? Nadie tenía que meterse en mi vida, porque era MI VIDA.
Mi puño impactó en su rostro de forma rápida. Mi mano dolía, pero más me dolían sus palabras.
Jongin alzó su vista y me miró por última vez. Pensé que me devolvería el golpe pero me equivoqué. Solo continuó con su camino.
En ese momento me sentí fatal y empecé a llorar. No de una forma escandalosa, mis lagrimas salían por si solas, lo peor de esto es que no sabía por qué lloraba y me limpié el rostro. ¿Qué había hecho? ¿Era para esto que había venido? Solo quería dejar bien en claro mi situación y procurar que no se ilusione conmigo. Pero ahora me sentía la peor persona del mundo... Tal vez por esta razón Jongin me odiaría y tenía motivos para hacerlo.
Pensé que esta sería la última vez que lo vería. Pero el destino ya me tenía algo guardado para más adelante...
(Minseok)
"Qué maravilloso día" - pensé. Y seguiría siendo el mejor si hoy Jongdae no apareciera como los días anteriores...
El fin de semana lo estaba pasando tranquilo. Avancé con algunos trabajos y exposiciones que tenia que presentar. Luego tuve que venir al trabajo, los clientes aumentaban los fines de semana y el cansancio era el doble. Tenia que correr de un lugar a otro alcanzándoles lo que ellos buscaban. Terminaría agotado, si. Pero me pagaban más, así que el sufrimiento valía la pena.
Mientras me dirigía a la sección de "Ropa masculina" llevando unos cuantos pantalones para un cliente. Alguien tomó de mi brazo por detrás y me giró de forma brusca.
-Me debes una conversación - habló bajito y carraspeaba la voz. No podía créelo. ¿Qué hacía él aquí? ¡Ahora arruinaría todo mi día!
-¿Qué haces aquí? - pregunté sin ánimos - No que no querías verme más. No entiendo por qué me buscas.
-No te hagas... bien que deseas verme...
-¡¿Qué?! Estas de broma ¿no?
-Claro que no. Debo aclararte algunas cosas.
-Yo no te he pedido que me aclares "cosas" ni nada por el estilo
-Pues necesito hacerlo. Es por mi dignidad.
-No entiendo de que hablas y tampoco me interesa. Estoy trabajando - me zafé de su fuerte agarre y continué mi camino.
El cliente felizmente aún me esperaba y le alcancé los pantalones que había pedido. Entró al probador de ropa y yo esperé afuera por si necesitaba algo más. En eso vi a Jongdae acercarse hasta mi posición.
-No entiendes que estoy trabajando... - inquirí molesto.
-Quiero comprarme ropa - dijo de pronto - y tu serás el que me atenderá.
-Estoy ocupado con un cliente - miré por los alrededores y encontré a mi compañera de trabajo, Soyeon. Le llamé y le ofrecí para que atendiera a Jongdae - Por favor Soyeon, atiende a este joven. Comprará ropa...
-Claro - asintió y se dirigió a Jongdae - ¿En qué le puedo ayudar? - le preguntó.
-No es necesario que me ayude. No se sienta mal, pero quiero que Minseok me atienda.
-Yo estoy ocupado...
-Gracias por su ayuda... - agradeció Jongdae a Soyeon.
-Claro como usted guste... - en mi amiga se marchó y me dejó con este tipo loco que tan mal me trataba. No sé a que venia todo esto, pero de una cosa estaba seguro. Él estaba disfrutando hacerme enojar.
-Jongdae estoy trabajando. Hablo enserio.
-Yo también. Quiero comprar ropa y quiero que tu me atiendas. Además, si llegó a comprar muchas prendas te suben el sueldo ¿verdad? ¿Cuánto te pagan por cliente?
Aquella opción no estaba mal. Si el cliente compraba más, me pagaban más. Además Jongdae tenía dinero, él podía comprar muchas cosas.
-De acuerdo... - acepté - espérame un momento. Le diré a Soyeon que atienda al cliente que esta en el cambiador.
Después de hablar con Soyeon y dejarle mi cliente. Fui junto a Jongdae.
-Y bien ¿Qué deseas comprar?
-Llévame a la sección de zapatillas.
Al llegar le enseñé todo tipo de zapatillas. Él me pidió varios diseños, colores y de todas las tallas. Me hizo correr de un lugar a otro por casi una hora. Al final no compró zapatillas... Luego pidió ir a la sección de ropa. Sucedió lo mismo, se probó todo tipo de prenda, camisas, pantalones, poleras, etc. De igual forma no compró nada. Ya estaba empezando a irritarme, y al final exploté.
-¡Te estas burlando de mí o qué! - chillé frutado. Ya tenia entendido que no compraría nada y que todo lo hacía por molestarme - ¡Estoy arto de tu juego! - alcé la voz.
-Jajajaja - él se rió con ganas ¿Acaso se burlaba de mí?
-¡¿Por qué te burlas?! - grité.
-¿Qué sucede aquí? - había llegado el supervisor.
-Este joven me esta gritando... - dijo sin más Jongdae mientras me señalaba.
-¿Qué sucede contigo Minseok? - me regañó mi supervisor.
De pronto vi que varias personas posaban sus ojos en mí. Tal vez había gritado muy fuerte y había llamado mucho la atención.
-Te hice una pregunta ¿No vas a responder?
-No se preocupe. Él - señalé a Jongdae - es mi amigo, solo esta que me saca de mis casillas. Le pido disculpas - hice una reverencia.
-Yo no lo conozco... - habló Jongdae de forma indiferente - Es la primera vez que veo a este sujeto...
-¡No mientas! - volví a gritar.
-¡Cállate Minseok! - me calló el supervisor de un grito - Siento mucho por este incidente - se disculpó con Jongdae - Lamentamos lo sucedido y tú - se giró para verme - estas despedido.
-¡Quéé! Por favor déjeme explicarle - pedí de forma desesperada. No podía perder el trabajo.
-No es necesario llegar a este tipo de extremos - se metió Jongdae - No despida al joven.
-¡Cállate! - le grité - ¡No hables porque lo arruinas todo!
El supervisor se disculpó una vez más y se dio la vuelta para irse. Yo le seguí implorando para que no me echara del trabajo. Tanto que me puse a llorar y a él poco le importó.
-No Minseok. ¡Estas fuera! - volvió a gritar una vez que estuvimos en la oficina - Le has faltado el respeto a un cliente.
-Es mi amigo - volví a repetir - lo conozco, solo lo hace por molestar. Tiene que creerme.
-Él dice que no te conoce. Tengo que ofrecerle mínimo un vale de descuento por tu mal trato.
-Por favor...
-¡No! - negó otra vez, buscó algo en una de las cajas del escritorio. Sacó un sobre y metió algo de dinero en el - Toma - me lo alcanzó - Es tu pago de lo que te has ganado hasta entonces.
-Por favor... - volví a insistir - no me corra.
-¡Adiós Minseok! - dijo serio.
Me dirigí a mi casillero en llanto. Saqué mis cosas y salí del almacén. Caminé por las calles con mi sobre en mano. Era temprano aún y no me dirigí al paradero. No quería llegar a casa temprano y tampoco quería que mi abuela se enterara que ya no tenía trabajo. No quería preocuparla en su estado.
-¡Minseok! - escuché que alguien llamaba mi nombre, miré a los lejos para ver de quien se trataba. Jongdae me llamaba desde la otra calle, no podía cruzar la avenida porque estaba con su carro y era en dirección contraria. Después de despreciarlo con mi mirada seguí mi camino.
(Jongdae)
-¡Minseok! - volví a llamar, pero esta vez no me miró y apresuró su paso.
"Pobre" - pensé, yo tenia la culpa de que ahora le hayan despedido. Estaba en todo su derecho de estar molesto pero yo me sentía mal. Mi broma había sobrepasado los límites, en ningún momento busqué que pasara esto. Solo quería molestarle y ahora estaba sin empleo.
Salí del carro y lo dejé en la acera. Cruce la calle y corrí a darle el alcance.
-¡Minseok no me ignores! - cogí fuerte de su brazo y él rápidamente se soltó.
-No quiero verte - dijo sin mirarme mientras seguía caminando.
-Vamos Minseok. Perdóname.
-¡No!
-Por favor. Sé que fue mi error, pero te juro que solo era una broma.
-¡¿Una broma?! - se giró de forma brusca para ponerme cara - ¡¿Me puedes explicar entonces por qué no me estoy riendo?! - gritó.
-Lo siento... - no tenía palabras.
-Vete de aquí. ¡No quiero verte!
-Perdóname, por favor - pedí de forma calmada y en suplica.
-¿Qué te perdone? ¡Ja! ¡Te perdonaré cuando me consigas un nuevo trabajo! - se volteó y siguió avanzando.
-De acuerdo... - le dije y se detuvo para verme aún enojado - Te conseguiré un nuevo trabajo...
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Desperté en la mañana con muy pocas ganas de salir a buscar un empleo para Minseok. Caminé hacia la cocina de mi departamento y busqué algo que desayunar.
-¡Quééé! - exclamé cuando me di cuenta que no tenia que comer. El congelador vacío, la botella de refresco vacía, y ni siquiera había carne - ¡Ahhhh!
Lo peor es que hace dos días había llegado mi otra maleta del aeropuerto. Por un error la habían enviado a otro lugar y recién me la habían traído. No había desempacado y no tenia ganas de hacerlo. Me percaté que también había ropa sucia, servicios sin lavar y tenia que pintar el departamento. No iba a poder hacer todo esto solo... necesitaba una mano.
En eso se me ocurrió una idea. Minseok necesitaba un trabajo y yo necesitaba a alguien quien me ayude. Si le pagara no se negaría en ayudarme. ¡Genial! Él era la solución a mis problemas...
Bajé al estacionamiento de mi edificio y subí a mi auto. Cuando llegué a casa de Min, él aún mantenía su mirada fría hacía mí.
-¿Qué haces aquí Jongdae? - preguntó en seco.
-¿Sigues molesto? - le sonreí.
-No, para nada - respondió sarcástico.
-No es para tanto - agregué, vi abrir su boca para decirme algo pero me apresuré a hablar - Te conseguí un trabajo...
-No te creo. Nadie consigue un trabajo de la noche a la mañana.
-Pues yo si.
-¿Enserio? ¿Dónde es? ¿Ante quién me tengo que presentar?
-Espera, espera... - le detuve - una pregunta a la vez, por favor - suspiré - Haber, te respondo. Si es en serio, te conseguí un trabajo. ¿Dónde es? Es en mi departamento. ¿Ante quién tienes que presentarte? Pues ante mí - respondí con mi típica sonrisa.
-Sigues de broma ¿no?
-No bromeo. Necesito a alguien quien me ayude a arreglar mi departamento. ¡No puedo hacerlo todo yo solo!
-¿Me pagaras? - preguntó incrédulo.
-Lo haré. Pero ven conmigo de una vez.
Minseok dudó por un momento y luego aceptó la propuesta. Fue a cambiarse de ropa a una más ligera ya que hoy trabajaríamos como nunca. Le esperé en el carro por mientras, una vez que salió lo llevé a mi piso. Cuando llegamos se sorprendió:
-¡Ohhh! Si que necesitas a alguien quien te ayude... - dijo mientras miraba detenidamente el lugar.
-Te lo dije. Hoy tenemos mucho trabajo...