(Baekhyun)
Después de haber hecho el amor como tres veces, Chanyeol y yo terminamos muy agotados. Preferimos quedarnos recostados en la cama y esperar a que el tiempo se detenga. Pero el día no fue del todo perfecto... Yunho entró con desesperación a mi cuarto y me enojé con él por no tocar la puerta. Channie y yo estábamos desnudos y mínimo tuvo que haber aviso que entraría.
-¿Qué diablos te sucede? - grité.
-¿Se puede saber qué te pasa? - se indignó Chanyeol.
-¡Tenemos que irnos de aquí! - contestó dirigiéndose al armario para inmediatamente tomar mis prendas y lanzármelas - Unas fotografías tuyas con Chanyeol están circulando por la televisión... - dijo pasándose la mano por sus cabellos.
-¡Quéé! - me alarmé.
-En la televisión dijeron que ustedes eran homosexuales. Están haciendo un escándalo con tu nombre. Y... - hizo una pausa.
-¿Y? - le exigí que continuará.
-El señor Woo Min me ha llamado y quiere verte inmediatamente. Quiere que regresemos.
Esto era peor de lo que me imaginaba. ¿Acaso no podía tener un día perfecto?
-Recoge tus cosas - ordenó Yunho - nos vamos enseguida - luego salió de mi habitación.
Salí de la cama y me vestí con lo primero que me había alcanzado Yunho, y Chanyeol también hizo lo mismo. Busqué la mochila que había traído, y acomodé mi ropa en ella. Luego me acerqué a la cómoda para coger mi celular, miré la pantalla, tenía 32 llamadas perdidas de mi padre. Eran llamadas seguidas y no me había dado cuenta porque mi teléfono estaba en "silencio".
Me preguntaba si todo esto habría enojado a mi padre. Pero la respuesta era obvia, era un hecho que estaba enojado. Y más porque yo, su hijo estaba en boca de todos. ¿En qué me había metido? ¿Por qué simplemente no podía ser feliz y estar con la persona que quiero? ¿Era tan complicado pedir solo eso?
-¡Baek! - Chanyeol llamó mi atención tomando mis muñecas con sus manos - estas nervioso - afirmó.
No me había percatado hasta ese momento el estado en el que estaba. Mis manos temblaban y sentía mis mejillas arder. No tenía idea de lo que sucedía con mi cuerpo, o tal vez si. Era miedo.
-Tranquilo - me miró y me dio un pequeño beso en la mejilla - todo saldrá bien. Saldremos de esta - intentó animarme.
Chanyeol estaba tranquilo y eso estaba bien. Por lo menos me transmitiría su estado y dejaría de temblar. Me gustaba que me dijera que todo estaba bien, amaba que sea positivo y necesitaba que estuviera a mi lado. Más ahora que sabía que nada iba a estar bien.
-¡Baekhyun! - entró Luhan interrumpiéndonos y Chanyeol puso los ojos en blanco. ¿Qué acaso nadie sabe tocar? - Mientras estaba caminando con Jongin he visto unas foto tuyas circulando por los televisores de las calles...
-Lo sé - corté - estoy alistando mis cosas. Regresaré a Seúl.
-¡¿Regresarás?!
-Si. Mi padre quiere verme, con urgencia - añadí
-¡Oh Por Dios! - exclamó - ¡No puede ser! Esto no irá nada bien...
-Luhan no me ayudas...
-Pero, ¿saber por lo menos que le dirás?
-¡No! - chillé - ¡No tengo la menor idea!
-Baekhyun no te alteres - me tranquilizó Channie.
-Regresaré contigo - inquirió Luhan y le miré interrogante - No pienses que te voy a dejar...
Aquel día era un sin fin de nervios. Jaejoong había mando a traer su jet privado, Jongin junto Luhan guardaban sus cosas para regresar. En cambio Minseok y Jongdae ya estaban listos para salir. Había insistido en que ellos podían quedarse a seguir sus vacaciones, pero Minseok no quería estar en un lugar donde tenía malos recuerdos de la noche anterior.
Al final todos regresaríamos, por mi culpa.
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Una vez que aterrizamos tomamos nuestras cosas para no demorar más. Yunho fue avanzando para verificar si había llegado el carro para regresar a casa. Todos juntos nos dirigimos a la zona de espera. Chanyeol se sentó a mi lado, los demás respetaron nuestro espacio. A unos asientos mas adelante Luhan se tomaba fotografías junto con Minseok, luego reían al ver sus caras en la imagen. Tan solo ese simple detalle me sacó una sonrisa el cual Chanyeol notó.
-¿Por qué ríes? - preguntó mirándome de manera juguetona - Dime que es tan gracioso... - sonrió.
-... - le devolví la sonrisa - solo miraba a Luhan y Minseok.
-Ahhh - respondió con indiferencia - creí que era por otra cosa.
-¿Qué cosa?
-Nada. No tiene importancia.
-Quiero saberlo.
Sus ojos pasaron de un lugar a otro, verificando que nadie nos pueda escuchar, luego me abrazó para susurrar en mi oído.
-Creí que recordabas lo bien que la pasamos esta mañana...
Reí ante su comentario, sentí mis mejillas sonrojarse y plantó un beso en una de ellas.
-Channie ¿Cómo puedes pensar en esas cosas?
-Tú perturbas mi mente.
-¿Ahora soy yo el culpable que seas tan pervertido?
-Tienes que serlo...
Nuevamente me abrazó y volvió a susurrar:
-La próxima vez que te vea, veremos quien es más pervertido. Si tú o yo.
-Estas loco... - respondí.
-Loco por ti. Si - afirmó.
Una vez más me sonrojé y me entraron unas ganas enormes de lanzarme sobre él y besarlo sin que nadie me diga nada. Pero no podía, habían personas alrededor...
-¡Baek! - Yunho había llegado sacándome de mis pensamientos - Hay periodistas fuera del aeropuerto.
-¡Quéé!
-No sé como, pero se enteraron que regresábamos hoy.
-Esto se salió de control. A mi padre no le gustará nada de esto - inquirí asustado.
-Baekhyun todo saldrá bien - me animó Chanyeol.
En eso todos los demás se acercaron hasta nuestra posición. Estaban preocupados y trataban de darme ánimos. Era obvio que ellos tenían que esperar un poco más para salir de este lugar, por lo menos hasta que no este ningún reportero. No quería que Chanyeol pasara por lo mismo que yo.
Miré a Channie, él me sonreía, por lo menos él si estaba más tranquilo y lo agradecí. Luego Yunho me apuró para despedirme, mi padre le estaba llamando y quería que estuviéramos de una vez en casa.
-Es hora de irme Chanyeol - dije con tristeza.
-Lo sé - llevó su mano a mi nuca y se acercó para darme un beso en la frente.
-Te veré luego... ¿verdad? - me temblaba la voz.
-Claro que no veremos luego. No te será sencillo deshacerte de mi.
-Tampoco quiero hacerlo... - me empiné para darle un beso corto en los labios.
-Tenemos que irnos joven Baekhyun - anunció una vez más Yunho.
Asentí con la cabeza. Yunho se despidió de Jaejoong y Luhan junto con Minseok de mí. Me dieron ánimos y luego pedí que acompañaran a Channie.
No volví a hablar con Chanyeol, tan solo la despedida ya se nos hacía complicado. Avancé a paso lento junto con Yunho, me giré por última vez, mi Channie se despedía con la mano alzada y sonreía.
"Mi querido Channie. Prometo que no será tan fácil que me alejen de ti. No me importa perderlo todo, lo haré si como recompensa tú te quedas a mi lado. Solo tu y yo."
(Chanyeol)
Poco a poco lo vi alejarse de mí, mantuve mi sonrisa estable mientras me miraba y avanzaba a paso apresurado. Una vez que me aseguré que ya no me veía más y lo perdí de vista, rompí mi sonrisa. No podía aguantarlo más, tenía que liberar el estrés que llevaba dentro. No podía expresarlo delante de Baekhyun, y aproveché la oportunidad ahora que se había ido. Mi cuerpo empezó a temblar y caminé de un lugar a otro...
-Channie ¿Te encuentras bien? - preguntó Jongin.
-No - fui sincero.
-Todo saldrá bien.
-No - volví a negar - nada esta bien. Y lo sabes - miré a mi alrededor todos me miraban - todos lo saben. Conocen al padre de Baek y saben que no será fácil.
-Pero tu dijiste...
-Lo que dije no importa. Le di ánimos a Baek, le dije que todo saldría bien, pero lo hice para no preocuparlo - y de pronto empecé a llorar.
-Tienes que confiar en Baekhyun - añadió Luhan.
-Confió en él, pero tengo miedo. Miedo de que lo alejen de mí.
Luhan no dijo nada y miró muy preocupado a Jongin. Hasta él era consciente de que podían hacerlo. Que podían desaparecer a Baek y no dejar rastro de él.
Jongin me abrazó y trató de consolarme. Era en vano, no podía. No había forma de poder estar tranquilo...
(Baekhyun)
Como había dicho Yunho, había muchos reporteros con sus cámaras fuera del aeropuerto. Me coloqué unos lentes de sol antes de enfrentarlos y salir con Yunho. Una vez que las puertas se abrieron, todos vinieron hacía mi como si yo fuera la presa y ellos los depredadores, y los flashes de sus cámaras empezaron a nublarme la visión.
-Joven Baekhyun ¿Qué puede decir al respecto de su homosexualidad? - preguntó una reportera quien sostenía una grabadora en mano y me miraba esperando mi respuesta. Yunho la apartó de mi camino para seguir adelante, pero era difícil. Los reporteros no me dejaban caminar y muchos de ellos me aplastaban y peleaban por una respuesta mía.
-¿Qué piensa su padre con respecto a su desviación sexual? - me preguntó otro reportero.
-¿Desde cuando se dio cuenta que le gustan los hombres?
-¿Su padre aprueba su relación con otro hombre?
-¡Ya basta! - gritó Yunho quien empujaba a los reporteros. Sin darme cuenta habíamos dejado de avanzar por lo atrapados que estábamos.
Yunho me agarró de los hombros y me empujó para seguir avanzando mientras él apartaba de mi camino a los periodistas. Y en eso llegaron dos hombres que vestían con terno y ayudaron a Yunho. Uno de ellos tomó de mi brazo y me jaló hasta llegar a mi camioneta. Detrás de mí entró Yunho y los dos hombres, enviados por mi padre, se sentaron en los asientos de adelante.
El carro aceleró y pudimos dejar a los periodistas atrás.
-Gracias chicos - agradeció Yunho.
-No hay por qué Yunho - respondió el que conducía.
Durante el trayecto a casa nadie habló y por mi mente pasaron todas las preguntas de los periodistas. Me sentía acosado por ellos y sin ninguna opción de defenderme. En eso Yunho entrelazó su mano con la mía. No entendía por qué lo hacía, y con su otra mano sacó un teléfono de su pantalón y me lo dio teniendo cuidado que nadie lo viera. Tomé el teléfono y lo guardé de inmediato en mi pantalón. Soltó mi mano entrelazada y miré que había dejado un papel en mi palma. Lo abrí con mucho cuidado y leí.
"Este teléfono es para que me llames por si todo esto se complica aún más. Estaré muy pendiente de tus llamadas y te ayudaré en lo que necesites. No te abandonaré."
Miré a Yunho y este solo me guiñó un ojo y asintió. Ahora por alguna razón me sentía más protegido.
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Al llegar me sorprendí por todos los reporteros que estaban en la puerta principal de mi casa. Cuando vieron aparecer mi carro varios se acercaron para tomar fotografías, felizmente las ventanas eran polarizadas, pero ellos dificultaban el andar del carro.
Las puertas se abrieron y la camioneta ingresó. Al bajar observé que mi casa a oscuras, solo la luz de la sala iluminaba por el exterior. Y me inundó la inseguridad y el miedo, me preguntaba que tan molesto podía estar mi padre. Solo esperaba que pudiera comprender y dejarme ser feliz, así como él lo fue con mi madre. Pero muy en mi interior, sabía que no iba ser así.
Entré a casa acompañado de Yunho, mi padre me esperaba de pie en la sala, tenía un semblante serio, enojado diría yo. Apretó la mandíbula al verme y contemplé sus ojos que irradiaban fuego.
Caminé hasta su posición, era hora de enfrentármelo.
-Buenas noches... - no me dejó terminar ya que me había dado una bofetada. Me llevé una mano a mi mejilla ardiendo y lo miré - appa...
-Señor... - intervino Yunho, pero este fue callado.
-¡No me digas nada! - le gritó - ¡Eres parte de todo! ¡Vete de aquí! ¡Contigo hablaré luego!
-No lo haré señor - se opuso - Su hijo me necesita.
-¡Él ya no te necesita! He conseguido a otro que ocupe tu lugar. ¡Fuera! - volvió a gritar.
Yunho me miró y yo asentí. Podía confiar en él y sabía que no me abandonaría después de nuestra conversación. Se dio la vuelta y salió de mi casa.
-Ahora te toca a ti - me miró mi padre.
-Appa todo tiene un explicación...
-¡¿Cuál?! - chilló - ¡¿El que te acuestes con un hombre?! ¿Acaso hay alguna explicación para eso?
-Lo amo - apresuré a decir.
-¡Que asco! - escupió al suelo - Me das vergüenza... ¡¿Piensas que te dejaré que andes con él?! ¡Ni hablar! ¡Lo dejarás!
-¡No! - grité - ¡No pienso hacerlo por más que me obligues!
-Si quieres estar con él, vas a tener que pasar sobre mí.
-Padre no me pongas a prueba - reté.
-El que no tiene que ponerme a prueba eres tú - y nuevamente me dio otra bofetada. Esta vez perdí el equilibrio y caí al suelo. Se arrodilló hasta mi y sacó mi billetera y celular de mi casaca - No te comunicarás con nadie - advirtió - Mañana sale tu vuelo a New York. Te irás al medio día.
-No, appa... por favor - en la posición en la que estaba aproveché para abrazar sus pies - Por favor te lo suplico.
Mi padre muy hábilmente se soltó de mí y continuó:
-No soporto tener a un hijo homosexual. Te irás de este lugar mañana, y punto.
Empecé a llorar y a él poco le importó. Se fue dejándome en un mar de lágrimas en medio de la sala... Iba a perder a Chanyeol por segunda vez. Me incorporé y subí a mi habitación, en buena hora que Yunho me había dado otra teléfono, marqué su numero y no esperó a la primera timbrada.
-¿Estás bien Baekhyun? ¡Escuché gritos, quise entrar pero no me dejaron...!
-Es...estoy bien...en - corté. Mi voz estaba entrecortada a causa del llanto.
-¿Por qué lloras? ¿Te ha hecho algo?
-Di...ce que ma...ñana viajaré a New York. Me esta obli...obligando, no sé que hacer. ¡Ayúdame!
-¿A qué hora?
-Al medio... día...sale el vuelo.
-Iré al aeropuerto. Te rastrearé por el celular.
-¿Qué... qué vas...a...hacer?
-Impedir que viajes...
(Minseok)
Jongdae abrió la puerta de su departamento. Entré yo primero y él me siguió. Dejé mi mochila sobre el mueble de la sala y me dirigí a la cocina. No habíamos comido en todo el día y se me ocurrió cocinar. Revisé el refrigerador, por lo menos esperaba encontrar carne, pero no, aquí no había nada. Era de esperarse, se suponía que no regresaríamos en cuatro días más, pero todos los problemas que se presentaron hicieron que las vacaciones acabaran.
Regresé a la sala y encontré a Jongdae recostado sobre el mueble. Se había quitado las zapatillas y estaba dispuesto a dormir.
-No puedes dormir - apresuré a decir.
-¿Por qué?
-No hay que comer. No puedo hacer la cena.
-...- se incorporó de inmediato - ¡Diablos! - maldijo - Muero de hambre - se quejó llevando una mano sobre su barriga.
-Entonces vamos a comprar...
-No. Mejor vamos a un restaurante.
-Pero...
-Yo invito - se adelantó.
Revisó su billetera, luego se volvió a poner las zapatillas. Buscó dos abrigos y por ultimo tomó mi mano y la entrelazó con sus dedos. Me llevó hasta el ascensor con la mano agarrada y estuvimos así hasta cuando salimos al estacionamiento. Tuvo que soltarme para conducir su carro, me entristeció por un momento. Me sentí tan bien estar de esa manera y de pronto ya no lo tenía conmigo. ¿Tan difícil sería separarme de él? Bueno, en caso algún día tenga que hacerlo...
Durante el camino ninguno de los dos mencionó palabra alguna. Solo se escuchaba la música de la radio lo cual hacía que el ambiente no este tan tenso. Una vez que llegamos a un restaurante Jongdae abrió la puerta de mi lado y esperó hasta que yo bajara.
Una vez que nos trajeron la cena, decidí iniciar la conversación. Era raro que Jongdae estuviera callado por mucho tiempo, ya era preocupante.
-¿Sucede algo? - pregunté mientras me llevé la comida a la boca.
-No. Nada - negó con la cabeza. Hubo un breve momento, parecía estar pensando si decírmelo o no - Estoy preocupado. Es todo.
-... - tragué y comencé hablar otra vez - ¿Sobre qué?
-Por Baekhyun... - Claro. Era lo único que podía estar pensando, en su primo. Era lógico ¿no? - sé que no será fácil.
-¿No será fácil qué?
-Nada Minseok. Nada - respondió sin mucho entusiasmo - solo que...
Volvió a negar con la cabeza y metió un poco de comida a su boca. Tal vez no iba a decir más y tampoco iba a preguntar así que también empecé a comer. No esperaba que me dijera más, pero me sorprendió lo que dijo luego.
-Si yo estuviera en la situación de Baekhyun, no sé que haría. Conociendo a mi madre ella me prohibiera verte. Hasta podría alejarme de ti - soltó de forma desesperada.
Me quedé con la boca abierta. No esperaba tal confesión después de todo.
-Jongdae... - parpadeé incrédulo.
-Por favor, prométeme que cualquier cosa que suceda entre nosotros, no te irás de mi lado.
-¿Qué?
-Promételo - exigió.
-Lo prometo - respondí apresurado.
Una vez que escuchó mi respuesta soltó un suspiro y se relajó en su asiento. Volvió a coger los palitos para continuar con su cena... pero, ¿Qué había de él?
-¿Y que hay de ti? - pregunté - yo te prometo no irme de tu lado pero tú no lo haces... - dije lo último casi en un susurro.
-Es obvio que no pienso dejarte. A menos que tú me lo pidas.
-No lo haré.
-Pues entonces, por el momento estamos bien - sonrió.
Luego sacó su teléfono y sin darme cuenta me tomó una foto.
-¡Hey! - reclamé - ¿Por qué no me avisaste?
-¿Para qué?
-Para arreglarme...
-Estas bien.
-No - acomodé mi cabello - Vuelve a tomar otra.
-En lo personal, a mi me gusta. La pondré como fondo de pantalla.
-¡Noooo! ¡Jongdaeeee!
Al terminar, nos dirigimos al departamento. Me sentía cansado y mi cuerpo no me daba para más. Al llegar, tomé mi mochila que aún seguía en el mueble y me metí a mi habitación. Saqué mi ropa y luego mi toalla, necesitaba una ducha urgente. Cuando terminé de asearme, salí con la bata puesta. Desde la sala se escuchaba una melodía muy hermosa. Salí y encontré a Jongdae parado delante del equipo de sonido.
-¿Aún sigues despierto?
Se giró para verme y levantó su mano invitando a tomarla.
-Ven - me acerqué y tomé su mano. Él se acercó a mí y pegó su cuerpo al mío. Debo reconocer que no esperaba tal acto, me había tomado desprevenido y yo solo vestía una bata de baño - Bailemos... - propuso.
-... - intenté alejarme - Por lo menos permite que me ponga algo más cómodo.
-Así estas bien...
-No sé bailar este tipo de melodía.
-Solo déjate llevar, yo te enseño - Colocó una mano a mi cintura, y me sentí ofendido.
-¿Por qué yo tengo que tomar el rol de la chica?
-Porque eres más pequeño.
-Eso no importa. Yo pondré mi mano en tu cintura.
-No.
-¿Por qué?
-Porque yo te estoy enseñando a bailar...
No protesté más. Tenía razón, este tipo de música clásica o Valls no era mi estilo. Pero al parecer si el de él. Me dejé llevar por la hermosa melodía y por como Jongdae manejaba mi cuerpo. Hacer esto me relajaba, estar con Jongdae y bailar con él me mantenía tranquilo. ¿Cómo no pude darme cuenta que era a él a quien quería y no a Jongin? Que tonto fui, lo tenía tan cerca y no me di cuenta de nada.
Apoyé mi frente sobre su hombro y él besó mis cabellos...
-Minseok... - murmuró despacio.
-¿Si?
-¿Quieres dormir conmigo esta noche?...
(Jongin)
Al llegar a nuestra casa Chanyeol no esperó más para volver a encerrarse en su habitación. No quería hablar con nadie y le entendía. La situación era complicada, pero no tenía porque desanimarse. Siempre había una solución para todo.
-Parece que no quiere hablar con nadie - comentó Luhan.
-... - solté un suspiro.
Había convencido a Luhan que se quedara esta noche conmigo. No quería estar solo en el intento de calmar a Chanyeol en caso rompa en llanto a mitad de la noche. Por lo menos Luhan me ayudaría... pero aparte de eso, él estaría a mi lado.
-Ven. Te llevaré a mi habitación - cargué su equipaje y lo llevé a mi cuarto -Acomódate. Este será tu cuarto por esta noche...
-¿Solo por esta noche? - sonreí por su pregunta.
-Si quieres pueden ser por varias noches.
-Suena tentador - se acercó y besó mis labios. Lo tomé de su cintura e hice más presión sobre sus deliciosos labios. Quería que el momento dudara mas tiempo, pero Chanyeol apareció en nuestra puerta... no me había percatado de su presencia, no hasta que casualmente abrí los ojos y vi su expresión triste con la que nos miraba. Me separé de Luhan quien no había notado su presencia.
-¿Deseas algo Channie? - fui amable. Sabía que había arruinado mi momento, pero por este día se lo perdonaría. Luhan se giró y se disculpó con él.
-Quería pedirle a Luhan el número de Jaejoong.
-Claro - asintió Luhan - ¿Para qué lo quieres?
-Estoy llamando a Baekhyun y no responde el teléfono. Tengo la esperanza que Jaejoong se haya comunicado con Yunho y sepa lo que esta pasando.
Luhan le dio el número de Jae y Channie así como apareció, desapareció por el pasillo solo diciendo "gracias".
Saqué mi ropa de la pequeña maleta y Luhan hizo lo mismo. Luego entró a ducharse y yo fui al baño de visitas. Una vez que terminé de ponerme mi pijama regresé a mi habitación. Abrí la puerta sin preguntar, tal vez la costumbre que sea mi cuarto hizo que no lo hiciera. Gran error. Luhan estaba completamente desnudo ante mis ojos y gritó al verme. Apresurado cogió lo primero que encontró para cubrir su miembro y luego me tiró una almohada para salir de ahí.
Cerré la puerta y fue entonces que su imagen desnuda atravesó una vez más por mi mente. Su piel blanca como la nieve estaba completamente al descubierto y fui testigo de eso. "Que suerte" - dije para mi mismo. Era hermoso, demasiado. Tanto que tenía ganas de tocarlo, ¿Pero cómo? Yo nunca había tenido nada con nadie. No es que nunca haya tenido enamorada. Cuando estaba en segundo año, salí con una chica mayor que yo por un año, pero esta me terminó engañado con otro. Desde ese momento me alejé de las chicas, tuve un resentimiento por las chicas en general. Pero tampoco pensé que terminaría estando con un hombre. Jamás se me había pasado por la cabeza. Mucho menos meterme con alguien casado, o bueno, en planes de divorciarse.
Mi desventaja era que no tenía mí la más mínima idea de como hacerlo. Luhan ya tenía experiencia, y eso me hacía mucho más inexperto. ¿Y si no le gustaba? Me refiero en caso suceda algo entre nosotros. Tal vez mis caricias serían torpes. O nada excitantes...
Estaba en desventaja, estas cosas las tenía que hablar con alguien. La única opción que tenía era Chanyeol... pero ya sería en otro momento. En el estado en el que estaba, lo más seguro era que me mandará a volar en una.
La puerta de mi cuarto de abrió y Luhan salió de ella.
-Ya puedes pasar... - inquirió. Me había quedado apoyado en el pasillo. Caminé detrás de él y no se giró para verme.
-Disculpa por lo sucedido... - solté apenado, aunque ni tanto.
-No te preocupes, fue mi culpa. No le puse seguro a la puerta.
-Pero yo no toqué.
-Es tu habitación, no esperaba más.
Se acomodó dentro de la cama y me hizo espacio.
-¿No prefieres que duerma en otro lado?
-No - negó.
-¿Seguro?
-Si. Ya hemos dormido antes juntos. ¿Cuál es la diferencia ahora?
-... - "que ahora te he visto desnudo y tengo ganas de hacer muchas cosas contigo" pensé - Ninguna - respondí.
Me recosté a su lado con la diferencia que esta vez no le abracé. Cada uno miraba al techo del cuarto sin decir ninguna palabra.
-Jongin...
-Dime - respondí apresurado, ahora ni siquiera sabía porque me sentía tan nervioso.
-¿Podrías apagar la luz de la lámpara?
-Oh si. Claro.
Apagué la luz y nos quedamos en penumbras. Inmovilizados como estábamos sería difícil dormir cómodos.
-Buenas noches Jongin - susurró en mi oído. Tan solo ese roce hizo que nuevamente mi mente alucinara cosas indebidas.
-Buenas... no.. noches - respondí.
¡Si que era un idiota! Lo tenía a mi lado y no era capaz de abrazarlo o besarlo. ¡Tonto, tonto, tonto! El tiempo pasó y mi cuerpo se sentía impaciente. No podía más, mínimo tenía que besarlo...
-¡Jongin!
-¡Luhan! - hablamos al mismo tiempo - ¿Si?
-No puedo más - dijo alterado.
-¿Qué cosa?
-Esto... - se acercó a mí y se puso sobre mí.
Tomó mis labios con desesperación y los empezó a morder. Yo no sabía como actuar, solo tenía mis manos a los costados y ni siquiera lo tocaba. Luego fue bajando por mi mandíbula y lamió mi cuello. ¡Oh Por Dios! Esto si me estaba excitando. Sentí mi miembro ponerse duro casi al instante y me dolía por lo apretado que estaba ahí abajo.
-Jongin... - soltó casi en un alarido - ¡Quiero hacerlo! - mordió mi cuello y solté un gemido.
-¿Qué?
-Quiero ser tuyo...
Fue entonces que lo alejé de mí. ¡No podía! ¡No podía! Y salí de la cama de un salto.
-¡No puedo!
-¿Por que no? - preguntó Luhan, y prendió la luz de la lámpara.
-Porque no.
-¿Sucede algo? Acaso... ¿No me deseas? - dijo con tristeza.
-No es eso. Nada de eso. Te deseo. Pero no puedo.
-Tiene que haber una razón.
-Soy... - no pude decirlo.
-¿Inexperto? - completo la frase por mi.
-Si - relajé los hombros.
-Entiendo... - agachó la cabeza. Nos quedamos en silencio, él sentado en la cama y yo delante frustrado sin saber que hacer. Luego alzó la vista - Ven... - palmeó el espacio libre de la cama.
Negué con la cabeza.
-Prometo no hacer nada que no quieras - miró mi entrepierna y me cubrí al acto. No quería que viera mi erección, aunque ya era muy notorio.
Me senté a su lado y me cubrí con el cubrecama.
-Perdón...
-¿Por qué? - no entendí.
-No debí comportarme así.
-No te preocupes. Lo bueno es que no saliste violándome - bromeé y él lo tomó a bien.
Rió un rato. Lo bueno de Luhan es que algunos comentarios se lo tomaba a broma.
-Te quiero Jongin - besó mi mejilla - es hora de dormir.
Se acomodó una vez más en la cama, pero esta vez me dio la espalda. Apagué la luz de la lámpara he hice lo mismo. Pero ahora tenía un problema. Una erección debajo del pantalón. ¿Cómo hacía para bajármelo? No podía masturbarme delante de Luhan. Pensaría que soy un pervertido. Solo había una forma de hacerlo, tal vez le sorprenda mi cambio de actitud pero quería hacerlo.
-Luhan...
-¿Si?
-¿Podemos intentarlo?...