(Chanyeol)
La vida es injusta. Con respecto a la mía había perdido a Baekhyun, y con respecto a mi mejor amigo, él había queda paralítico. Los doctores habían descartado que sea de por vida, Jongin solo tenía que seguir los tratamientos de equinoterapia.
Luhan no había aparecido desde entonces, simplemente no había señales de él. Nadie sabía dónde estaba, ni siquiera Minseok. Jongin estaba al borde de la desesperación, lo único que le relajaba eran los calmantes que le administraban. Ya nadie sabía cómo hablar con él sin hacerle llorar. Era ya algo complicado.
Mi maleta estaba hecha. En un hora vendrían a recogerme para internarme en el ejército. Era lo mejor que podía hacer, todos en la calle me reconocían como el secuestrador del hijo del empresario Byun WooMin. Muchos cuando me veían hablaban a mis espaldas sin saber la verdad detrás de esa historia. No lo soportaba más y tomé la decisión de enlistarme en el ejército, dejaría pasar el tiempo para que así la gente se olvide de mi rostro.
El timbre sonó y salí pensando que me llevarían de una vez, pero no fue así. Era la madre de Jongin junto con Victoria.
-¡Señora Kim! - saludé con una reverencia - ¡Hola Victoria!
-Hola Chanyeol - saludo la señora con una sonrisa. Me hice a un lado para dejarles pasar - Te preguntarás por qué estoy aquí y no con mi hijo. Bueno, he venido a buscar ropa para Kai, mañana le dan de alta.
-Claro, le buscaré una mochila.
-No te molestes, debes estar ocupado para enlistarte. Victoria me ayudará, tu solo llévame a la habitación de Kai.
Dejé a la señora Kim que se encargara de todo con Victoria y me despedí de ellas. Tomé mi equipaje y salí de casa, un auto privado ya me estaba esperando al cruzar la calle.
Al llegar a mi pabellón ya era de noche. Me guiaron hasta mi habitación que por los siguientes dos años la compartiría con otras tres personas. Luego me dejaron solo para acomodar mis cosas, aún no llegaban mis compañeros de habitación porque al parecer estaban cenando. Me senté sobre mí ahora cama y me quedé mirando a la nada. Solo habían pasado dos días desde la partida de Baekhyun y ya lo extrañaba, ahora no sabía cuándo regresaría, pero Baek tampoco sabía que estaba aquí. ¿Me buscaría una vez que se enterase? ¿Esperaría hasta que saliera de aquí? Ahora que lo pensaba era mejor nunca habernos conocido. Ninguno de los dos estaría pasando por esto...
(Narrador)
Victoria ayudaba a cambiar las sabanas de la cama mientras la señora Kim acomodaba las prendas de Jongin en una mochila. Acomodó las almohadas en su lugar y se percató de una hoja doblada en dos a lado de la lámpara de noche. La tomó pensando que era una hoja cualquiera y la abrió para ver el contenido.
"Para Jongin:
Tal vez leas esto cuando yo ya no esté aquí. Por favor no trates de buscarme, necesito pensar... y lo único que te pido es que me des tiempo. Debo confesar que enterarme lo que sucedió con Victoria me ha dejado sin palabras. Jamás creí que fueras capaz de engañarme, creí que eras diferente a Xiang pero me he equivocado.
Solo estaré fuera por un tiempo. Prometo que regresaré y hablaremos con respecto al tema. Te escucharé y te diré los motivos de mi partida.
Te ama, Luhan.
PD: Disculpa si me tengo que ir dejándote en este estado, pero tú también debes entenderme. No es fácil pasar por lo mismo dos veces..."
Terminó de leer el mensaje que claramente no era para ella. La señora Kim se dio cuenta de su silencio y le pidió que le entregase el papel. Leyó con cuidado el contenido y luego arrugó la hoja con una mano. Victoria la miró sin comprender. ¿Por qué arrugaba un mensaje que era para Jongin?
-¡Señora Kim! - murmuró estupefacta.
La mamá de Jongin no respondió al instante. Estaba molesta al enterarse que su hijo salía con alguien y que ahora esta persona le había abandonado. Podía entender del porqué su hijo no podía estar tranquilo, su novia Luhan lo había abandonado y él no sabía nada. ¡¿Con qué tipo de chica había salido?!
-Victoria, espero que esto no salga de estas cuatro paredes - comentó sin cambiar la expresión seria de la cara - Jongin no debe enterarse de esta carta, y mucho menos que la chica regresará. ¿Entiendes?
-Si - respondió.
-Tú me agradas mucho, Victoria. Hasta no dudaría en dejar a mi hijo contigo mientras le acompañas en su terapia. ¡Podrías ser la novia ideal!
Victoria no quería hacer así las cosas. No podía. ¿Cómo iba a tener la conciencia después de ocultarle algo tan importante para Jongin? No era lo correcto, pero lo quería. Sabía que Jongin tenía que olvidar a aquella mujer para comenzar de nuevo. Y sabía muy bien que no lo lograría si seguía preguntando por ella cada día que despertaba.
-De acuerdo, señora Kim. No diré nada - concluyó con voz baja.
-Gracias, hija. Siempre serás bienvenida en mi casa.
UNA SEMANA DESPUES...
Ya habían pasado una semana desde que Luhan había llegado a New York y no sabía nada de Baekhyun. Llamaba a su número de celular pero estaba apagado. La única opción que le quedó fue enviarle un correo electrónico y esperar que Baekhyun se dignara a responder.
Y lo hizo después de una semana de ausencia.
"Hola Luhan...
¿Qué demonios haces en New York?
Disculpa por no responder a tiempo, es que recién me compré un teléfono.
No estoy viviendo con mis tíos, estoy en casa de un amigo... él quiere conocerte y yo quiero verte. Encontremos en el hotel WestHouse a las 8 de la noche. Estaré esperándote en el bar del hotel.
De: Baekhyun"
Luhan miró la hora, aún faltaba dos horas para las ocho. Cerró el iBook y entró de inmediato a la ducha.
Al salir del hotel en donde estaba hospedado, se fue al encuentro de Baekhyun. Entró al bar del hotel y buscó con la vista a su mejor amigo. Baekhyun se encontraba sentado en una mesa muy apartada de los demás, tenía una copa de vino en su mano y sonrió al ver a Luhan. Tanto Baekhyun como Luhan corrieron para darse el encuentro. No importaban las miradas de los demás, ellos solo querían reencontrarse en un abrazo el cual indicaba lo mucho que se habían entrañado y por todo lo malo que habían pasado.
Se sentaron una vez que se separaron y comenzaron con su plática.
-¿Qué haces en New York? - preguntó Baekhyun quien aún no se creí que su amigo estuviera ahí.
-Vine a seguirte y a regresarte a Corea.
-No mientas. ¿En dónde dejaste a Jongin?
-... - Luhan no quería hablar de Jongin, no por el momento. Aún le deprimía la idea de haberle dejado el camino libre a Victoria - En Corea. ¿En dónde sino lo iba a dejar? - respondió con incomodidad.
-Ok, ok. No te preguntaré más. Se nota que no quieres hablar de él.
-Exacto. Te contaré los detalles cuando sea la ocasión.
-Bien... cambiemos de tema. ¿Cuánto tiempo te quedarás?
-El tiempo que sea necesario - se encogió de hombros - No tengo fecha de regreso.
-¡Genial! - exclamó Baekhyun - Mañana iré ayudar a un amigo en una campaña de vacunación para niños.
-¡¿Tu vacunarás niños?! - se burló Luhan.
-¡Claro que no! Llevaré ropa y juguetes para ellos.
-¿Hablas en serio? ¿Quién lo diría? ¡Byun Baekhyun ayudando en obras de caridad!
-Lo hago para no pensar. Si me quedo solo es casa me deprimo.
-Por lo menos ocupas tu tiempo en algo.
-Ven con nosotros, Luhan. Te aburrirás en tu cuarto de hotel.
Luhan se lo pensó. No sería mala idea ir solo un día para distraerse. Además que no estaría solo, Baekhyun estaría a su lado.
-De acuerdo. Iré - asintió.
-Te divertirás. Los niños son muy adorables.
-Imagino que sí.
(Minseok)
Desperté sintiendo unos brazos rodearme. Me removí sin muchas ganas de salir de cama y volver a dormirme. No quería despertar, hacía frío y solo quería estar abrigado en mi cama.
-Despierta dormilón - Jongdae besó mi frente.
-No quiero, aún tengo sueño.
-Son casi las diez de la mañana.
-¡Oh no! - salté de la cama - Tengo que hacer el desayuno.
-No te preocupes. Ya está listo.
-¿Lo hiciste tú o lo pediste por alguna página web?
-Lo trajeron hace un rato - sonrió.
Negué con la cabeza. Jongdae no cambiaría, no era capaz ni de coger la escoba. Que se me haya pasado por la cabeza que él fuera capaz de hacer el desayuno, demostraba que no lo conocía. En mi caso, yo si conocía todo de él. Menos en la intimidad. Aún no habíamos tenido nada. Al principio no me sentía preparado, pero el tiempo me ha hecho cambiar de opinión. Quería conocerlo en la intimidad también, conocer sus puntos sensibles y poder tener la capacidad de llevarlo a un orgasmo. Claro, eso sucedería si tan solo uno de los dos tomara la iniciativa.
A la hora del almuerzo me vi en la obligación de ir a un restaurante con Jongdae. Él ya no quiere que cocine, dice que prefiere estar todo el día paseando y pasar su tiempo con mi compañía. Nos la pasamos los días en busca de algo en que podamos divertirnos, almorzamos y cenamos fuera. Los fines de semana visitamos a mi abuela, a ella le agrada Jongdae, aunque aún continua llamándole "Chen", es su apodo y hasta aveces yo también se lo digo. Lo amo, no pude haber esperado a ningún otro hombre más perfecto que Jongdae, él es mi mundo y estoy completamente enamorado de él. Me siento perdido cuando me sonríe, mira y besa, ciento que todos desaparecen y que solo somos los dos. ¿Amar con esta intensidad será malo? Yo no lo siento así, siento que me hace un bien tenerlo a mi lado.
-¿Te ducharás? - me preguntó al llegar al departamento después de cenar.
-Si - respondí.
-Quería que viéramos una película.
-Entonces no demoraré.
La ducha fue rápida, no quise perder mucho tiempo mientras mi novio me esperaba en la sala. Me senté a su lado y apoyé mi cabeza en su hombro y él me abrazó. Miramos la película, era una historia romántica, y hubo un momento en que los protagonistas tuvieron su primer encuentro sexual. Ese momento fue incomodo, sentí mis mejillas arden por la vergüenza de no saber dónde poner mi cara. La mano de Jongdae rozó mi pómulo y sentí una leve corriente llegar a mi médula,
-Estas caliente, amor - Solté un suspiro. Lo había notado - ¿Te encuentras bien?
-Si - respondí manteniendo mi vista a la película que aún corría.
-¿Seguro? - me alejó para ver mejor mi rostro - ¡Estas rojo! - dijo sorprendido.
-Creo que me daré otra ducha - intenté ponerme de pie, pero inmediatamente él no me dejó.
-No, tú no te irás. ¡Eres mío! - me abrazó con fuerza y caímos recostados sobre el mueble. Jongdae encima de mí me miró a los ojos y sentí que me ruborizaba aún más. Empezó dándome besos por todo el rostro, frente, mejillas, ojos nariz y por último en la boca. Sentí el sabor de su lengua en mi cavidad, y comenzó a jugar con la mía. Sus manos que estaban en mi cabeza empezaron a bajar por mi cuello para acariciarme el pecho por encima de mi prenda. Solté un gemido en su boca cuando su mano se detuvo sobre mi pantalón. Se separó de mis labios solo para ver mejor mi rostro.
Me quedé perdido en su mirada mientras su mano empezó a moverse sobre mi pantalón. Mi miembro despertó y apretaba dentro de mis bóxer, me sentía impotente, quería liberarlo.
-Jongdae... - susurré muy bajito y con mi respiración alterada.
-Te quiero Minseok - su mano se detuvo y acarició mi mejilla - No sabes cuánto espero que nuestro comento también llegue. Demostrarte lo mucho que te amo, y no solo con palabras sino con acciones. Sé que nunca has experimentado esto con nadie, soy paciente y puedo seguir siéndolo hasta cuando tú te sientas preparado - besó mis labios una vez más y se incorporó quedando sentado a mi lado. Me ayudó a incorporarme, me abrazó y continuamos viendo la película sin decirnos nada más.
A la media noche cuando cada uno estaba en su habitación, sus palabras no salían de mi cabeza. El problema aquí era yo, Jongdae creía que no estaba preparado. ¿Por qué? Yo lo estaba, aunque todo esto me ponía nervioso. ¿Dolería mucho?
Salí de la cama y me coloqué la bata de dormir. Pero antes de salir del cuarto, desistí. Me saqué la bata, y a continuación me quité la pijama, una vez que estuve completamente desnudo volví a cubrirme con la bata. Ahora si estaba listo, si Jongdae aceptaba que durmiera con él, se daría cuenta que no tenía nada abajo. Eso sería la suficiente señal para darse cuenta de mis intenciones.
Llegué a su habitación y abrí la puerta sin hacer ruido. Al acercarme a la orilla de su cama pude verlo por la luz de la luna que iluminaba toda su habitación. Estaba profundamente dormido. Acerqué mi rostro al suyo y comencé besando sus labios. Sabía que estaba dormido, pero no tardaría en despertar. Al principio solo yo movía los labios hasta que sentí que él apartó sus labios. Se sorprendió al verme y sonrió.
-Me asustaste - murmuró. Alargó la mano para encender la luz de la lámpara pero yo no se lo permití.
-No necesitamos la luz - susurré para sonar seductor, pero por más que me esforzará nunca lo sería - Quería dormir esta noche contigo.
-Claro. Puedes hacerlo.
Se hizo a un lado para dejarme espacio. No me quité la bata y solo opté por acomodarme con ella puesta. Ahora Jongdae tenía la oportunidad que estaba esperando. ¿Por qué no se daba cuenta que yo también lo quería? Era frustrante.
Una vez más besé sus labios y lo jalé para que él quedara sobre mí. Correspondió al beso, una de sus manos estaba en mi nuca aferrándome más a él y la otra empezó acariciando mi pecho por debajo de la bata. Poco a poco fue bajando y cuando las yemas de sus dedos rozaron mi pene se alejó de inmediato.
-¡Minseok! ¡Lo siento! Yo no sabía que estabas desnudo. ¿Por qué no tienes puesto tu pijama? - frunció el ceño al preguntar.
-No la necesito... - susurré.
-¿Qué?
Me senté sobre la cama, desanudé las tiras de la bata y esta dejó ver mi cuerpo desnudo. Jongdae se quedó con la boca abierta al verme así por primera vez.
-Min...
-Shhhh - posé un dedo sobre sus labios para silenciarlo - Estoy listo, Jongdae - hablé bajito pero seguro - No tienes que esperar más... - Jongdae tomó de mi rostro para mirarme a los ojos.
-Te amo, Minseok - se acercó y me dio un beso muy apasionado - Besaré cada centímetro de tu piel, lo juro...
-Sé que lo harás. Confío en ti...
(Sehun)
-¡Eres un mediocre! - gritó Xiang - ¡Te di la orden de que lo matarás! ¡No que lo dejaras paralítico! ¡Eres un estúpido!
No respondí al instante por la furia que estaba conteniendo. ¿Quién demonios se creía este maldito para reclamarme algo?
-¡Fallaste! ¡Me fallaste! - volvió a gritar - Lo peor es que ni siquiera sabes a donde se fue Luhan. ¡¿Cómo puede ser posible que haya desaparecido del mapa?! ¡Eres un fracasado!
Jaehyo se mantenía a un lado de la sala. No se inmutaba en lo absoluto. Sabía por qué, él había disparado aquella mañana, no yo. Es por eso que había fallado, se puso nervioso y no logró darle en la cabeza. Pero era yo quien tenía que llevar la carga por sus actos, al final éramos un equipo.
-¡Ya cállate Xiang! ¡Estas colmando mis límites! Si dices una palabra más no dudaré en meter una bala en tus sesos.
Xiang se intimidó un poco y vi como su cuerpo empezó a temblar. Lo noté cuando le amenacé, desvió la vista hacia otra dirección para evitar mis ojos. Me tenía miedo, podía sacar ventaja de eso.
-La próxima vez no fallaré - advertí.
-No habrá próxima vez. Ya no trabajarás para mí y tampoco te pagaré de nada. No lograste lo que te pedí.
-¿Qué no me pagarás? ¡Claro que lo harás! Me pagarás hasta el último won.
-¡Estás loco! ¡Ni quiera sabes donde esta Luhan! ¡ESTAS FUERA! ¡NO SIRVES PARA NADA!
Aquella frase me descolocó. ¿Qué no servia para nada? Ja. Otra cosa es no querer decirle donde estaba Luhan, no quería que lo buscara para que regrese con él. Luhan tenía que estar conmigo.
Saqué mi arma de su funda que estaba en mi cintura. Le apunté con ella en la cabeza.
-¡Te dije que estabas colmando mi paciencia! - chillé.
-¡Sehun! - alzó las manos como una señal que estaba indefenso - Podemos solucionarlo. ¿Quieres tu dinero? Te lo daré todo, hasta el último won como dijiste.
-Es curioso - dejé de gritar - justo ahora que te apuntó a la cabeza ya no me importa si me pagas o no. Tengo muchas ganas de apretar el gatillo.
-Por favor, piénsalo. No somos enemigos.
-A decir verdad si lo somos. Tú quieres a Luhan y yo también. Eso te hace mi enemigo.
-¿Quieres a Luhan? Bien, te lo daré. Podemos arreglar una noche para que estés con él.
-¿Cómo harías eso?
-Si Luhan regresa conmigo, podrías estar con él cuantas veces quieras. Piénsalo.
-La idea no está nada mal. Pero hay un pequeño problema.
-¿Cuál?
-¡Que Luhan no te pertenece! - chillé y apreté el gatillo.
La bala salió con un pequeño sonido de "Puf" e impactó en la cabeza de Xiang. Su cuerpo calló al suelo sin vida y la sangre empezó a brotar de su frente.
-¡¿Sehun que hiciste?! - preguntó Jaehyo con el rostro de miedo.
-Me tenía arto. Se lo merecía.
-Pero él nos iba a pagar.
-No es la única persona que está en esta casa. ¿O sí?
Me sonrió al entenderme por quien me refería. La amante de Xiang estaba en la habitación de Luhan desde hace un buen rato, podría sacar provecho para que me diera mi dinero y tal vez sacarle algo más.
-¿Qué quieres que haga con ella? - quiso saber antes de subir a su encuentro.
-Amenázala y que te diga dónde está el dinero de la casa. Una vez que te lo dé, mátala. No quiero testigos.
-Ok - empezó a andar con dirección a las escaleras.
-¡Jaehyo! - le llamé antes que desapareciera de mi vista y se giró para verme - Esta vez no me decepciones.
-No lo haré - sonrió por lo bajó y siguió su camino hacia el segundo piso.
Aquella noche matamos a los dos. Salimos de la casa dejando los cuerpos en la habitación. Nadie de los de seguridad se había dado cuenta. Fuimos muy sigilosos al abandonar el lugar y desaparecer por un buen tiempo.