MI ESCLAVO SEXUAL
Desearía saber que pasa por tu mente.
Cuando me acerco… tú te alejas.
¿Me odias?...
La noche es muy… hermosa, por lo menos lo es para mí, desearía que esta oscuridad que me rodea durara toda la vida, no me gustan los días soleados ni el inmenso calor, no me malinterpreten tampoco lo odio pero… pero cuando estoy rodeado por la oscuridad me siento protegido, como si nadie me pudiera ver ni conocer, como si el mundo no importara y el mañana nunca llegara, que no pudieran ver la tristeza y la frialdad en mi mirada.
Desde que era un niño siempre he estado solo, encerrado en esta enorme mansión, a la que se le podría llamar “hogar”, donde se supone que debe vivir una… “familia”, pero en mi caso no es así… mi madre murió cuando nací y mi padre… él es parte de la mafia coreana, está a cargo de los secuestros y prostitución, maneja un gran prostíbulo, pero el finge ser una persona diferente, lleva una doble vida, para la sociedad el es un hombre respetable, una hombre de negocios, es dueño de una gran empresa de autos de lujo, así que se podría decir que el dinero le cae a montones.
El quiere que algún día me haga cargo de TODO lo que posee, pero yo no deseo hacerme responsable de eso, pero ya está decidido, y yo no quiero decepcionar a mi padre soy su único hijo y aun que en mi infancia casi nunca pasamos tiempo juntos ya que siempre se la pasaba trabajando… yo lo amo y el a mí, suele ser un hombre frio y sin sentimientos pero conmigo es diferente soy su fortaleza o como él me dice… “mi Sehun”.
Pero lo que nunca cambiara es que él es una persona cruel, a la que no le importa por quien tenga que pasar para conseguir lo que quiere.
EL es… mi padre…
Bueno a aquí estoy de nuevo en mi balcón, solo pensando, mañana cumpliré 16 años, según mi padre el momento más importante y especial, yo no estoy tan seguro de eso.
Ara una gran fiesta e invitara a sus socios y a personas de la alta sociedad para que me conozcan mejor.
Espero y no me tenga preparadas más sorpresas, lo veo muy emocionado.
-Creo que es hora de irme a dormir mañana será un largo día… - si suelo hablar solo.
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PVO SEHUN
-señorito sehun es hora de despertar, hoy es un gran día para usted- decía mientras sacudía mi cuerpo.
-hyuna te he dicho que no me llames así, lo odio y lo sabes- frotaba mi ojo con mi puño, no había dormido bien, como de costumbre.
-lo siento pequeño, no lo hice para molestarte- comenzó a acercarse a mi rostro inspeccionándolo- dormiste bien, noto tu rostro algo demacrado.
--¿Yo?.... si de maravilla-- no pensaba decírselo-- pero gracias!! Al despertar lo que más deseo es que vengan y me digan que me veo demacrado-- le decía con sarcasmo.
-me disculpo de nuevo es solo que me preocupo por ti, dime… ¿cómo te has sentido?
-todo ha estado bien…
Por si se preguntan a que se refiere Hyuna, yo sufro de bipolaridad, tengo arranques de ira, alegría y fuertes depresiones.
En mi caso la depresión es lo peor, me he hecho daño a mí mismo y he intentado suicidarme.
Estoy tomando terapias y medicamentos para controlar mi ansiedad, pero solo es por un rato después todo vuelve a ser igual, pero Hyuna siempre ha estado conmigo cuidándome y apoyándome. Ella es como si fuera de la familia.
-¿de verdad?- me miraba con los ojos entrecerrados, dudando de mis palabras.
-sí, ya te lo dije- mentira.
-de todos modos tienes que seguir tomando tu medicamento, ¿entendido?- asentí con la cabeza- bien! deje las pastillas que te tienes que tomar en tu meza de noche.
-muchas gracias Hyuna- le sonreí.
-de nada, el desayuno esta en tu mesa, ah! y feliz cumpleaños mi pequeño sehun!- salió rápidamente de mi habitación.
Enseguida me levante de la cama, dispuesto a ir a ducharme, aun que era mi cumpleaños tenía que ir a clases.
Termine de ducharme y me vestí, aun era temprano y ya estaba listo así que me tome mi tiempo para disfrutar mi desayuno. Cuando termine decidí leer un libro, era muy interesante, cuando leía me desconectaba de lo que me rodea. Me adentraba en mi propio mundo, imaginando una película en mi cabeza mientras leía esas caóticas historias, de terror y drama.
Justamente cuando sentía haberme olvidado de mis problemas y de mi frustración… escuche como alguien entraba libremente a mi habitación, desconectándome de mis pensamientos, voltee mi rostro para ver a aquella persona… preferiría ver a una persona apuntándome amenazantemente con un arma antes de verlo a él, a…
-Chen, ¿qué es lo que quieres?, y que sea rápido, no tengo tiempo para escuchar estupideces y menos las tuyas- le dije con un tono bastante molesto
-oh!.. ¿!El princeso está molesto!?- arrastraba las palabras al hablar- discúlpeme su real majestad!- caminaba hasta que se dejo caer en uno de mis sillones- y dime ¿que planea hacer hoy el señorito en su día especial?
¡Como odio a este tipo!
-nada que te interese- seguía mirándome con esa sonrisa hipócrita que tiene.
-¡ya se!- dijo en un tono muy emocionado- saldrás con tus amigos a festejar ¿cierto?, oh!... lo olvidaba no tienes amigoooss… - me miraba con una cara triste y llena de burla- ¿o iras a perder tu virginidad con el primero que se te ponga en frente?- una escandalosa risa salió de su boca.
- ¡ya me tienes arto!- grite, me levante de mi asiento, no pensaba seguir soportando a tremendo idiota- ¡lárgate de una puta ves de mi habitación! O si no…
-¿o si no que sehun?- por primera vez me llamo por mi nombre- ¿Qué aras?... – me hablaba en un tono retador.
-tendré que decirle a mi padre la clase de cucaracha que eres y que ¡¡no soporto tus ofensas!!- ahora el que lo retaba era yo.
-tranquilo princeso no hay que llegar a tanto- su expresión de enojo cambio a una burlona.
Solo lo miraba disgustado esperando que se fuera.
-¡por cierto tu padre te tiene una sorpresa! Un regalo muy especial para su hijito consentido- por fin se paro para irse.
-¿de qué estás hablando?- aun no entendía nada.
-ya lo veras con tus propios ojos- caminaba hacia la salida- así que si quieres saber de qué se trata… baja para recibir tu… “REGALO”- hizo comillas en lo último, para así irse por fin.
Cuando él se fue me dejo muy pensativo.
¿Qué era eso tan especial que quería darme mi padre?
¿De cuándo acá quería darme regalos “especiales”?
¿Por qué ahora?
Bien, sea lo que sea de seguro era un regalo muy costoso o… algo así.
Pero con él nunca se pude estar seguro…
Cuando se fue Chen decidí primero guardar mis cosas para irme a clases.
Algún día no aguantare más y matare a ese chico en un arranque de ira. El y yo nunca nos hemos llevado bien, desde que mi padre lo trajo a casa cuando tenía 4 años y el tenia 6, se podría decir que mi padre lo adopto, creo que lo hizo porque sintió cariño y pena por el pobre huérfano, eso era algo muy raro en mi padre, cuando llego Chen aprovecho la poca convivencia entre mi padre y yo, siempre estaba con el ayudándolo en lo que fuera, se mostraba muy interesado en los asuntos laborales de mi papa, tanto hasta el punto de darme celos, yo nunca estaba con él, porqué se la pasaba trabajando y lo que hacía a mi no me interesaba. Tanta fue la convivencia que ahora Chen es su mano derecha.
Ya tenía todo listo, tome mi mochila y salí de la habitación con el celular en mis manos, revisando en este mis notificaciones, así atravesé el pasillo y comencé a bajar las escaleras desinteresadamente.
Cuando estaba en el penúltimo escalón me detuve de golpe, no sabía porque pero sentía algo extraño, levante la mirada y….
No podía comprender lo que estaba presenciando, me quede estático, estaba muy sorprendido, mi boca estaba entreabierta, mis labios no paraban de temblar, mis ojos parecían que se saldrían de su lugar, mi rostro reflejaba sorpresa y pánico, sentía escalofríos por lo que veían mis ojos, yo no podía articular palabra, pero en mi mente miles de preguntas se formulaban….
¿Qué está pasando?
¿Quiénes son estas personas?
¿Qué hacen aquí?
Una voz ronca me saco de mi trance, desasiendo el incomodo silencio que inundaba la estancia.
-¡sorpresa mi Sehun, feliz cumpleaños!- dijo mi padre muy contento.
-¿qué es… esto padre? ¿Podrías… explicarme?- Sentía que el aire se me escapaba de los pulmones.
-sí hijo, veras cuando cumplí 16, tu abuelo también me hizo un regalo muy especial, es algo que yo aprecie mucho de mi padre, así que ahora lo haré para ti- me decía con una sonrisa en su rostro.
-¡habla claro!- le grite, me estaba desesperando, mantenía la mirada fija en el.
-mira lo que tienes delante de ti- ordeno, voltee mi rostro sin ganas no quería encontrarme con esa imagen de nuevo.
Mire de nuevo esa horrible escena, delante de mí habían diez hombres jóvenes, arrodillados, alineados en una fila mirando hacia mí, todos estaban desnudos, tenían cortadas profundas en sus cuerpos.., golpes, moretones, rasguños, y muchas cosas más, supuse que los habían torturado, sus manos estaban encadenadas, sus miradas reflejaban terror.
--¿Por qué están aquí? — estaba preocupado.
--el regalo que me dio mi padre fue un…. Esclavo sexual—lo ultimo lo dijo como en un susurro, pero fue completamente audible.
--¿Qué?.. —no podía creer lo que me dijo.
--lo que oíste… este es tu regalo, ahora escoge a uno.
--pero yo no…
--¡escoge a uno!- sentencio con mucha autoridad—tome en cuenta tus preferencias sexuales—sí, mi padre lo sabia- y para que te sientas más confiado te informo que todos ellos son vírgenes.
-tu… los secuestraste, ¿verdad?- nunca he estado de acuerdo con lo hace mi padre.
--me conoces bien hijo, y… si, lo hice— dijo con suma confianza— decide quien…
No sabía que decir mi mente estaba en blanco, pero tenía que regresar a la realidad, no podía decirle que no… en realidad nadie podía, así que solo me quedaba aceptarlo.
Comencé a mirar a todos esos chicos y lo único que me preguntaba era…
¿Quién?....
No tenía idea, todos me miraban con terror… excepto uno, él… era muy pequeño a comparación con los demás y conmigo, tenía el cabello teñido de un rubio mas pálido que el mío, supuse que es menor que yo, sus rasgos eran muy finos y delicados, podría confundirse fácilmente con una chica, tenía su cabeza asía abajo, su mirada estaba perdida en el suelo, sus ojos… eran hermosos, de un color miel, con largas pestañas, el lloraba en silencio y su cuerpo no paraba de temblar.
Me di cuenta que sentía pena por él, sabia como y en donde terminarían los demás, después de que yo escogiera a uno… “en el prostíbulo de mi padre”, alguien tan indefenso como el no duraría ahí.
Me dolía verlo así…
--ya elegí uno…—dije de repente sorprendiendo a mi padre- él… —señale al pequeño chico.
--¿él? — dijo uno de esos hombres que trabajan para mi padre, mientras tomaba al rubio del cabello, jalándolo con brusquedad, levantando su cabeza, para que pudiéramos ver su rostro.
-si el… —dije rápidamente.
-bien! Llévense a los otros- grito, enseguida desaparecieron tras la puerta.
El solo seguía de rodillas, tirado en el suelo, inmóvil.
--deberías estar agradecido de ser escogido por mi hijo—hablaba con un tono acusador mientras se acercaba a él— si no… te estaría esperando en el mismo futuro que los otros. Pero aquí vivirás como un rey.
--señor Oh ya tengo todo listo- dijo hyuna, con una expresión seria.
--de acuerdo… llévalo a mi oficina.
--si señor- se acerco al chico, lo tomo de los brazos levantándolo— vamos pequeño, levántate— le decía con dulzura— ¿Cuál es su nombre?- le pregunto a mi padre.
Saco una lista que tenía muchos nombres.
--su nombre es… Xi Lu han— dijo por fin.
Luhan…
Luhan…
Luhan…
Repetía inconscientemente en mi cabeza.