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Vinculo de Fuego por Kiky_Usui

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Notas del capitulo:

Espero que les guste, lamento la demora.

.::No siempre es un final feliz::.

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“Y en ese momento, por la gran emoción, nuestras lágrimas cayeron formando un hermoso mar de ilusiones que nos reflejaban”

Mayonaka no Orchesta – Versión Omar Cabán (Yui)

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                Sasuke se había quedado completamente sin palabras. Tantos años de búsqueda, tantas veces mirando la noche infinita en busca de alguna señal, tantos días con un dolor en su pecho. Tantos días esperando poder volver a ver esa sonrisa que; como ahora, hacían que un calor se expandiera en su pecho y pensara que todo podría ser mejor.

 

                En cambio, el momento no fue desaprovechado por sus contrincantes. La distracción de Sasuke en cualquier otro momento le habría costado la vida, pero ahora sólo había hecho que Naruto le atrajera a su lado protegiéndole del inminente peligro. Sasuke podía sentir perfectamente como sus puntos de Chakra comenzaban a vibran, anhelantes, por el cálido Chakra que había comenzado  rodearlo.

 

- No puedes deshonrar más el nombre de los Uchiha’s – el único ninja de pie habló con sorna – esperemos que tu arrogancia y estupidez se mantengan intactas para cuando nos volvamos a ver… - y así en una nube de humo se llevó los cuerpos de sus compañeros.

 

Sasuke aun podía sentir su cuerpo entumido por la impresión. El mismo no podía recriminárselo, cuatro años de ausencia y sentimientos reprimidos habían comenzado a pesar. Sentía su mente colapsar y lo único que hacía era mirar al chico frente a sí que le sonreía sin preocupaciones.

 

- Sasuke… - Naruto sonrió aún más, y Sasuke no resistió - ¡Ai! – tuvo que golpearlo.

- ¿¡Dónde demonios habías estado!?

- ¡Eres un Teme! ¡¿Esa es la forma que tienes para saludarme?!

- ¿Qué otra cosa esperabas? ¿Un abrazo? ¡Pues estas soñando!

 

Ren, Kai y Setsuna no entendían como las cosas habían tomado este giro tan brusco y raro. Es decir, por la forma en la que había aparecido el joven de cabellos rubios y el repentino mutismo de su sensei, se había imaginado algo más emotivo, había alucinado incluso con la aparición de algunas lágrimas. Tal parecía que habían subestimado a su maestro nuevamente.

 

Naruto no podía dejar de sonreír interiormente. Francamente se había sorprendido cuando había visto entrar a Sasuke al local de Dangos, tanto así que había dejado caer su plato de la impresión. Pero no podía evitarlo, la nostalgia y el anhelo de acercarse le había consumido desde hace tanto tiempo. Y a pesar de haberle visto hace menos de un año, en una de sus escapadas, no podía no dejar de sorprenderse por lo cambiado que se veía su mejor amigo.

 

                A pesar de lo que le había dicho a Shun y Shin. Nunca pudo mantenerse alejado de Konoha completamente, amaba mucho a ese pueblo y a la gente que ahí había para alejarse completamente.

 

                Cuando supo que su exilio había caducado lo primero que hizo fue volver a Konoha, sin embargo, contrario a lo pensado, estuvo todo un día entre las sombras y los rincones del pueblo, solo observando. Sonrió con nostalgia al ver como Konohamaru había crecido. Se rio divertido al descubrir que Sakura y Lee se habían unido. Vio el cortejo de Kiba para con Hinata y les deseo lo mejor. Contempló como Ino regaba sus flores las cuales solo hacían que ella se viera más hermosa. Observo a Neji entrenar sin preocupaciones. Miró las nubes con Shikamaru sin que este le notase. Rio divertido al ver todo lo que Chouji había “hecho crecer sus huesos”. Se escondió con rapidez cuando Kakashi casi le había descubierto. Vio a todos aquellos que le quisieron y que trataron de protegerle, aun cuando descubrieron la clase de carga que llevaba en su interior. Dejó flores en la tumba de sus padres y en la del Tercer Hokage. Y finalmente, en esa noche de luna llena, vio el rostro de Sasuke descansar en sus sueños, sin coartar sus anhelos se sentó a su lado y removió los negros mechones de su cabello que cubrían su rostro. Deseo quedarse y nunca más volver a dejarle atrás, pero los recuerdos de Kurama habían comenzado a regresar y desde hace un año que había comenzado a restaurar aquel equilibrio que se había perdido con el paso del tiempo. Y esa noche dejo Konoha atrás y siguió con su tarea, sabiendo que nunca más esa ciudad podría ser su hogar.

 

                La reacción de Sasuke no le había sorprendido, es más, había sido lo que esperaba. Así que a pesar del duro golpe y de las palabras rudas, sonrió con alegría, pues sabía que Sasuke le había extrañado. Anhelo tanto su mente como su Chakra para unirse, tal como lo habían prometido hace cuatro años, porque ahora estaba frente a su Hoshi no Tama.

 

- ¡Naruto Onii-san! – el saludo cálido de Kai le hizo reír. Chocó los cinco con el joven, la última vez que le había visto era un chico desgarbado que aun pensaba que las niñas contagiaban a los niños con piojos por solo mirarte mucho tiempo.

- Kai, mira cómo has crecido – sonrió feliz Naruto.

- Tú también has crecido mucho.

-  ¿Verdad? – exclamo con una sonrisa al tiempo que se cruzaba de brazos y sacaba un poco más de pecho – Incluso logré pasar a Sasuke-teme.

- En tus sueños dobe – contesto Sasuke quien se acomodaba uno de sus protectores de las manos, tenía una pequeña molestia desde el término de la batalla. Sin embargo dirigió su vista hacia el rubio quien lo miraba molesto, sonrió con superioridad, aunque interiormente reconocía que Naruto era levemente más alto que él.

- ¿Sasuke-sensei? – el llamado de Setsuna le recordó que quizás no todos conocían al chico rubio con quien estaba hablando tan despreocupadamente.

- Setsuna, Ren - sus alumnos se habían acercado al oír sus nombres, Sasuke sin mucha ceremonia apunto a Naruto - él es un ninja de Konoha-

- Me llamo Naruto Uzumaki – interrumpió el rubio – fui compañero de equipo de Sasuke en nuestra época de Gennin - Ambos jóvenes al escuchar ese detalle de información le miraron con mayor interés, su Sensei nunca hablaba mucho de su pasado y por lo general nunca lo habían visto tan amistoso y relajado con otro ninja que no haya sido su hermano Itachi.

- ¿Naruto?... ¿eres el jinchuriki del Kyuubi no Kitsune? – la pregunta de Setsuna hizo que la sonrisa de Naruto titubeara y que Sasuke se tensará.

 

El exilio no era un secreto de estado, por lo que muchos padres habían entregado esa información a sus hijos, lo malo de esto es que dependía de las creencias de la familia el cómo habían entregado esta información, lastimosamente más de la mitad de los habitantes de la aldea de Konoha pensaban que Naruto era una monstruo sin control de sí mismo y habían estado de acuerdo con su exilio.

 

- Si – la respuesta del rubio fue entregada con un tono de relajo al tiempo que colocaba sus manos detrás de su cabeza y cruzaba las piernas – fui exiliado de la aldea hace cuatro años – Sasuke estaba sorprendido que el rubio entregara esa información sin vacilación, como si aquello no fuera importante.

- ¡Oh! – la exclamación de Ren les sacó de sus pensamientos - ¡Genial! Shikamaru-niisan nos ha contado historias de ti, dice que eres un tipo super increíble y mega genial que salvó la aldea – Ren se acercó con entusiasmo al rubio.

- ¿Shikamaru dijo eso? – cuestiono sorprendido Naruto.

- Bueno… Shikamaru-niisan dijo que eras un tipo problemático que había salvado la aldea y que eras fuerte, pero si traducimos a nuestro idioma significa que eres genial – respondió Ren a la pregunta. Sin embargo Sasuke sabía que la pregunta de Naruto estaba guiada en la incredulidad que otras personas aparte de sí mismo y los Sannin creyeran en él. Si, Naruto se había retirado de la aldea pensando que todos le odiaban.

- Ten Ten-san nos contó de qué habían exiliado de manera injusta a su amigo Naruto, por ser el contenedor del Zorro de nueve colas – comento Setsuna – dijo que eras el héroe de la aldea.

 

Hubo un pequeño silencio en el lugar, Setsuna se preguntaba si quizás había dicho algo malo. Pero descarto ese pensamiento cuando la sonrisa del amigo de su sensei se amplió y era como si todo el bosque comenzara a brillar más.

 

- Jejeje es bueno escuchar eso – dijo casi en un susurro Naruto. El ruido de los arbustos puso en guardia a cuatro de los cinco ninjas en el claro. Sasuke miró con atención esperando el próximo ataque, quizás esos ninjas habían regresado, debían haberse movido para evitar un ataque sorpresa, pero se había distraído – tranquilos – sin embargo Naruto comenzó a caminar con tranquilidad hacia los arbustos – ellos vienen conmigo.

 

De entre los arboles dos niños de entre 4 a 5 años emergieron, eran los niños que habían visto en el puesto de dangos. Sasuke los recordaba y se preguntaba porque su amigo tenía tal compañía, ¿serían huérfanos que Naruto había ayudado? No le extrañaría conociendo el blando corazón de su antiguo compañero de equipo.

 

- Les presento a Shin y Shun – los niños corrieron al lado de Naruto y cada uno se abrazó a una de sus piernas, a pesar de su acción ambos sonreían – Shin, Shun ellos son Ninjas de Konoha, son nuestro amigos – esto lo dijo mirando a los dos niños, estos le miraron con alegría.

- ¿Es él Naruto-sama? – la pregunta de uno de ellos se escuchaba con cierta emoción y casi con impaciencia, como si se hubiera estado aguantado preguntar. Naruto por otro lado se sorprendió por la pregunta y sin poder evitarlo llevo sus ojos a Sasuke, pero luego volvió a fijar la mirada en el niño que le hablaba, Sasuke no entendió aquello.

- Si, es él – respondió con una cálida sonrisa. Por alguna razón Sasuke sintió como su pecho se estremecía y como sus canales de chakra se sacudían levemente. Miró en otra dirección extrañado por sus reacciones.

- Por fin – la exclamación de alivio por parte del niño llamo nuevamente la atención de Sasuke, pero se sorprendió por el cambio de semblante de Naruto, sus ojos ya no mostraban felicidad.

- No Shin, ya sabes – fue su respuesta, el niño que antes irradiaba energía ahora se miraba derrotado y con la vista baja.

- Pero… Naruto-sama – el rubio solo coloco una de sus manos sobre la cabeza del niño con suavidad.

- No lo hagas más difícil para mí.

- Hai.

 

El equipo de Sasuke miraba toda la interacción completamente perdidos, en especial Sasuke que por alguna razón sintió mucha angustia ante la respuesta negativa de su amigo. Una suave brisa comenzó a sentirse en el lugar, los arboles mecieron sus ramas haciendo que una dulce melodía se dejara escuchar al danzar de sus hojas, el olor a bosque lleno los pulmones de todos.

 

- ¿Qué haremos ahora Sensei? – Setsuna se acercó a su maestro al mismo tiempo que Ren. Kai se mantenía un poco más cerca del rubio, pero prestando atención a su equipo. Sasuke lo único que quería era conversar en privado con Naruto, después de tantos años lo único que quería era saber cómo estaba, que había pasado y por sobre todo, saber porque no había regresado.

- ¿Podemos ir con ustedes? – la voz ansiosa de uno de los niño interrumpió los pensamientos de Sasuke.

- Shun no podemos- estaba respondiendo Naruto.

- Claro,  pueden venir con nosotros – los interrumpió Sasuke, no iba a dejar que el rubio se fuera así como así, después de tanto tiempo de búsqueda no iba a quedarse con los brazos cruzados. Naruto lo miró con cierta indecisión, pero entendía que tenía que hablar con el pelinegro. El tiempo no se detendría más.

 

Por mutuo acuerdo decidieron acampar y ver las posibles heridas de todo el mundo. Los pequeños niños, bastante agiles según vieron el equipo siete, les guiaron por entre los arboles hasta un pequeño claro que conectaba a un rio, inmediatamente comenzaron a armar el campamento y a dividirse las tareas. Ren y Setsuna fueron a buscar leña no pudiendo evitar discutir entre ellos, Kai por otro lado comenzó a armar las tiendas de campaña. Shin y Shun estaban intentando ayudar a Kai, pero todo quedaba en un desastre, el peliblanco solo sonreía con tranquilidad para luego arreglar el desorden del aquel par. Naruto y Sasuke se encargaron de la colocación de las trampas por el perímetro.

 

Sasuke solo suspiro ante lo incomodo que era esto, antes el silencio era lo último que había entre ellos, al parecer 4 años podían cambiar muchos las cosas, incluso el lazo que había pensado que compartían. Una dolorosa punzada se alojó en su pecho, dándole la espalda a Naruto se llevó una mano a su pecho y cerró los ojos. ¿Por qué las cosas habían cambiado? ¿Por qué se sentía que todo era diferente?

 

Naruto por otro lado cada pocos segundos llevaba sus ojos a Sasuke, los anhelos de acercarse eran enormes, el poder abrazarlo y decirle cuanto lo había extrañado, pero nada de eso era posible ahora, nada de eso le era permitido aún y no podía pedirle al moreno que esperara más por él, tenía derecho a seguir hacia adelante, después de todo, él estaba caminando hacia atrás. Soltó un suspiro al tiempo que apretaba los puños ¿Por qué el destino se empeñaba en ponerle pruebas cada vez más difíciles? Porque tenía que volver a verle en esta vida, porque tuvo que encontrarlo nuevamente como un favorito de Tsukuyomi.

 

-          ¿Volverás? – el silencio pareció más ensordecedor después de las palabras de Sasuke. Naruto miró la espalda del moreno, ya que este no se había volteado cuando había realizado la pregunta.

-          No voy a regresar.

-          ¡¿Por qué?! – exclamó molesto al tiempo que se volteaba a verlo.

-          No puedo regresar a un lugar donde todos me odian.

-          Eso no es verdad. ¿Qué pasa con Sakura? ¿Con Shikamaru? ¿Con Kiba? Con todos los chicos de nuestra generación… todos han… todos hemos estado esperando que regreses. ¿Acaso ya no es Konoha importante para ti?

-          Por sobre todas las cosas – expresó con dolor.

-          ¡Entonces, ¿por qué no regresas?! – Naruto soltó un profundo suspiro.

-          Por las cadenas de Odio.

-          ¿Qué?

-          Sasuke, tú sabes perfectamente que puedo hablar con el Kyuuby, ¿recuerdas? – el moreno asintió – Hace mucho tiempo le prometí que purgaría todo el odio que existe en su interior.

-          ¿Qué quieres decir?

-          Kyuuby es uno de los 9 Demonios con Colas. Su nombre es Kurama, la razón de su existencia siempre ha sido eliminar el exceso de odio y avaricia de la tierra. Cuando ésta se presenta en una concentración muy alta, él aparecía como un desastre natural. Regresando todo a su equilibrio primario. Las emociones humanas carcomen la tierra y la destruyen, encerrando a la gente en un ciclo de odio interminable… Cuando fue sellado, el no pudo liberarse de su clico de Odio.

-          Pero…. Pero él es un demonio.

-          No lo entiendes Sasuke. Kurama; y todos los demás Demonios con Cola, nunca han engendrado maldad por sí mismos. Ellos absorbían la maldad de la humanidad, para luego tratar de transformarla en algo mejor. Pero el odio fue en aumento y Kurama fue engañado y finalmente traicionado. Convirtiéndose en un demonio sellado con un enorme odio en su sistema, el cual después adopto como suyo…. – una triste sonrisa adornó las facciones del rubio – En todos estos años lejos de casa me he dedicado a purgar todo su odio. Poder liberarlo de él. Tratar de regresar a lo que era de forma prima… recorrí los senderos que él siguió, convoque los espíritus que el protegió y restaure sus altares olvidados. Hice lo mismo con el resto de los Demonios con Cola…. Y después de mucho esfuerzo, el odio comenzó a desaparecer…

-          ¿Qué tiene que ver todo esto con que no regreses a Konoha?

-          No puedo volver a un lugar lleno de odio Sasuke. Kurama absorbe el odio porque ese es su trabajo. Puede limpiar el mal de todas las personas de Konoha, pero el odio seguirá ahí porque yo estoy ahí y por eso seguirá alimentando a Kurama y no podrá descansar. Volverá a ser una masa llena de odio y rencor. Y será como si no hubiera hecho nada y Kurama seguiría sufriendo.

-          … - Sasuke se mordió los labios con impotencia, nada de eso era justo. No era correcto. Siempre, de alguna u otra forma, Naruto terminaba sacrificándose por los demás – No es justo.

-          Nada es justo en esta vida Sasuke – sonrió – pero no lo lamento. He conocido a gente maravillosa y lugares increíbles.

-          ¿Y tú sueño de ser Hokage? ¿Renunciaras?

-          ¿Cómo puedo dirigir un pueblo que me odia? ¿Un pueblo que no quiere reconocerme?... pero eso no quita que los protegeré. Después de todo, las personas más importantes de mi vida viven en ese lugar.

-          ¿Puedo ir contigo? – Naruto lo miró impresionado, pero no pudo evitar sonreír. Sasuke era y siempre sería su mejor amigo y la persona con la que le hubiera gustado unirse. Pero no podía ser egoísta y sacarle del lugar donde sabía estaría protegido.

-          No.

-          ¿Por qué? – los ojos de Sasuke no se alejaron de los azules de su amigo, pidiendo, de forma silenciosa, que se regresara con él.

-          Ese es tu hogar, no puedes abandonarlo. Son tu familia.

-          Pero ellos te traicionaron.

-          No importa Sasuke. Lo que interesa es que a ti si te necesitan y te protegen. No puedes dejar a todas las personas importantes que hay en ese lugar, no puedes privarles de uno de los mejores Shinobis del país del Fuego. Tu hermano y tío están ahí. Nuestros amigos.

-          Ellos lo entenderían.

-          ¿Y abandonarías a tus alumnos? – Sasuke se tensó – ello te admiran y respetan. Y se nota que te quieren mucho… a tal punto que estaban dispuestos a dar su vida para tratar de protegerte. Son chicos maravillosos Sasuke, si les dejas les destrozaras el corazón.

-          Pero…. – era cierto, no podía dejar a su equipo, aunque no le gustara admitirlo, les había tomado cariño y quería protegerles. Quería que fueran grandes Ninjas y cumplieran sus sueños. Quería que pudieran vivir muchos años y quería asegurarse de eso, pero…

-          Hey, yo siempre los estaré protegiendo. No es un adiós Sasuke. Siempre cuando me necesiten yo llegaré a ustedes.

-          ¿Volverás a quedarte en silencio nuevamente? ¿Nos dejaras sin saber de ti por años nuevamente? – Naruto se sorprendió ante tales reclamos.

-          No entiendo…

-          Fueron cuatro años sin saber de ti, Usurotonkashi. Sin saber si estabas vivo o muerto. Sin saber nada.      

-          Bueno… no sabía si podía mandar alguna clase de carta… eh, bueno… dijeron que no podía mantener comunicación con nadie. Era una de las cláusulas de mi exilio, cuando fue disuelto, no pensé que también abarcara esa parte - Naruto se removió nervioso, esa había sido la mentira más falsa de las mentiras falsas, ni él se la creía.

-          Si no puedes volver, al menos danos noticias tuyas… si quieres que nos reunamos no dudes en decirnos. Después de todo… Somos amigos – Sasuke dijo con sinceridad, ignorando la obvia mentira del rubio. El orgullo no podía interponerse, habían sido cuatro años, cuatro largos años, los cuales al parecer no serían los únicos.          

-          Gracias Sasuke – y Naruto le sonrió. Pero Sasuke quedo con un dolor en el pecho, al parecer Naruto había olvidado su promesa.

-          Tengo un regalo para ti – el moreno ignorando la punzada en su pecho volvió a mirar al rubio quien comenzó a retirar los vendajes de su mano derecha.

 

Un impresionante intrincado de líneas comenzaron a verse por el brazo de Naruto, era como un gran sello que en su estructura era muy hermoso, Sasuke no pudo evitar el no acercarse a mirar mejor, los complicados patrones creaban una imagen armoniosa, algo de nostalgia se instaló en su pecho, era como si ya hubiera visto esas mismas líneas, pero no podía recordar donde. Naruto mordió de uno de sus dedos y la sangre la deposito en el brazo que había descubierto para después realizar una serie de sellos. Las líneas comenzaron a brillar, al retirar los dedos finas  hilos de chacra comenzaron a entrelazarse. Sasuke miraba esto impresionado, nunca había visto las líneas de Chakra sin la necesidad de su Sharingan.

 

Al terminar una fuerte luz que le cegó por unos segundos la cual se esparció por el claro. Cuando sus ojos volvieron a acostumbrarse a la luz del atardecer pudo ver en las manos de Naruto una hermosa Katana.

- Recuerdo perfectamente que siempre quisiste practicar el Kenjutsu – Naruto se acercó con una sonrisa – es una Katana dejada en unos de los Templos de Kurama, un regalo de Amaterasu-sama – sin poder evitarlo toco una de las mejillas de Sasuke con sus dedos – Un presente en honor a uno de los guerreros que venció a Susanoo, también una afrenta a este, ya que originalmente había sido un regalo de él para ella – retiro la mano y acercó la Katana al pelinegro.

- Se escucha… muy importante… ¿Kurama está de acuerdo con esto? – Sasuke miró la espada con duda de aceptarla.

- La tome pensando en ti – aquellas palabras emocionaron a Sasuke – él me dijo dónde encontrarla.

- Entonces, gracias – Naruto se maravilló ante la sonrisa que le estaba regalando Sasuke, era pequeña pero que llegaba a sus ojos, haciéndole ver extremadamente hermoso.

- A pesar que aún no puedo volver… siempre estoy pensando en ti Sasuke – dijo al tiempo que juntaba sus frentes. Sasuke cerró los ojos saboreando la vibración de sus canales de Chakra por la cercanía de Naruto. Y su alma se tranquilizó con aquello, Naruto no lo había olvidado, Naruto no se había unido a nadie tampoco, solo tenía que esperar un poco más, él podía hacerlo.

- ¿Cuándo volverás Naruto? – pensó con anhelo.

 

“Un joven de cabellos rojizos y destellos rubios caminaba sin preocupaciones por los senderos de sus tierras. Era un demonio de fuego, uno de los más fuertes de su clase y líder del clan de los zorros demonios. Uno de los hijos favoritos de Amaterasu-sama y el único hasta el momento en tener en su forma demoniaca nueve colas. Sin embargo ahora simplemente tomaba el sol en su forma humana favorita. Era en honor a los primeros humanos en ser amable con él en su forma juvenil, habían pasado muchos años desde que los había visto, solo podía recordar los cabellos rojos de la joven y los ojos azules del hombre, así que había utilizado esas cualidades para su disfraz.

 

Era uno de los pocos días donde la tranquilidad estaba tanto en el templo de los Dioses como en la tierra de los humanos. Los demonios cada vez se estaban volviendo más fuertes y aquello no estaba agradando a muchas de las figuras de divinidad que había en esa tierra. Susanoo era el principal opositor a su existencia, catalogándolos de peligrosos. Sonrió con sorna, aquel Dios era el que más destrozos había creado, era un completo hipócrita.

 

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la figura de un humano, no, un demonio se corrigió, uno de rango menor, pero lo suficientemente fuerte para tener una forma humana. Lo primero que vino a su mente es que era…

 

- Hermoso – tenía un rostro con ángulos precisos, cabellos como la noche, cortos adelante y largos por atrás hasta sus caderas, tomados en una cola. Sus ojos fueron lo más impresionante para el demonio zorro, eran rojos, más que algunas frutas que había comido, mucho más que la sangre recién derramada de sus enemigos.

 

El demonio, que aún no sabía decir a que clan pertenecía, estaba frente a uno pequeño santuario a un costado del camino, sus ojos estaban llenos de curiosidad. Le prestó atención al pequeño monumento reparando con agrado que era uno de los tantos que habían sido construidos en su nombre.

 

- ¿Puedo preguntar por tu curiosidad por uno de mis santuarios? – su voz era imponente en el silencio del verano. El joven de cabellos negros se giró a verle con curiosidad, al reparar en el imponente poder que aquel sujeto parecía tratar de contener se puso en guardia.

- Solo quería saber el motivo de adoración – su pregunta era clara, un silencioso cuestionamiento a su poderío, solo quedaba saber si era en un buen o mal sentido.

- Estás tierras son parte de mis dominios, soy un demonio con afinidad al fuego, eso quiere decir que los inviernos no son crudos y por lo tanto la cosechas no mueren en invierno.

- Comprendo – la seriedad de sus facciones no se retiró en ningún momento.

- ¿Puedo preguntar porque la curiosidad?

- Quería comprobar que buscaba al demonio correcto.

- ¿Buscando?

- Necesito pedirte un favor Kyuubi-sama – el joven le miró con asombro y por algún extraño motivo por primera vez no le había gustado aquel honorifico, ni el nombre que había obtenido de los humanos, quería escuchar su verdadero nombre salir de los labios de aquel demonio.

- Me llamo Kurama… y dime ¿en qué puedo ayudarte? – la sonrisa entregada por aquel chico rubio de ojos azules fue una de las cosas más impresionantes que había visto en su corta vida, los demonios de hielo no tenían el agrado de salir de sus tierras y presenciar a figuras tan cálidas. Todo su ser se removió con aquella sonrisa.

- Por favor ayuda a mi pueblo…

- ¿Cómo te llamas?

- Sasuke.

- Muy bien Sasuke, vamos a salvar a tu gente.”

 

Notas finales:

Espero que la historia no se vuelva confusa... en especial porque hare saltos en el tiempo... de diferentes tiempos xD.

Me encanta el NaruSasu, ojala hubieran más historias de esta indole por aquí, pero buenooo.

Nos estamos viendo, lamento si demoró, pero hay que trabajar para poder comer. 


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