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Vinculo de Fuego por Kiky_Usui

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.::Una Promesa::.

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"La esperanza de volver a vernos

Ya se lo he jurado a la persona que sueña

Que lluevan miles de estrellas en su habitación"

Mayonaka no Orchesta – Versión Omar Cabán (Yui)

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Cuando había pensado en la prueba para evaluar a sus pupilos, ciertamente lo primero que vino a su mente había sido su propia evaluación, pero decidió descartarla sin darle un segundo pensamiento. Había pensado durante la tarde del día anterior los diferentes obstáculos que haría pasar a los jóvenes, pero una vez había llegado al campo y había visto la sonrisa de entusiasmo en sus facciones, los cascabeles se deslizaron de su bolsillo hasta sus manos al segundo siguiente. Y con deleite contempló la mirada de confusión cuando procedió a informarles el tipo de prueba que deberían realizar.

- ¿Ven estos cascabeles? – Sasuke levantó para referencia los objetos señalados – deberán quitármelos, aquel que tenga un cascabel antes de la caída del Sol; pasa, para confirmarlo una alarma se escuchará. En resumen tienen hasta las 6 de la tarde.

- Pero Sensei… sólo hay dos cascabeles y hay tres de nosotros – habló en confusión Ren.

- No recuerdo decir en ningún momento que el equipo se quedaría así para siempre. El que uno de ustedes quede atrás es irrelevante – el asombró en el restos de sus discípulos fue evidente y vio como la confusión, negación, miedo y determinación pasaba por la vista de cada uno de ellos – La prueba comienza… ahora – en un abrir y cerrar de ojos Sasuke estaba completamente solo en medio del campo de entrenamiento.

Al principio, obviamente, los jóvenes no sabían lo que estaban haciendo o como debían de hacerlo. Por lo tanto el resultado fue una golpiza para cada uno de sus estudiantes. Había que darles algo de merito, sus intentos eran divertidos. Posteriormente había tratado de engañarle y hacerle caer en trampas, pero obviamente no había funcionado. Pero Sasuke hasta el momento estaba lamentando los resultados, quizás Kakashi se había sentido de la misma forma cuando ninguno de ellos había mostrado signos de querer trabajar en equipo la primera vez.

"- ¡Tengamos una lucha mano a mano Kakashi-sensei! – el rubio se había colocado frente a su instructor quien le miraba impasible.

- Baka – no pudo evitar susurrar Sasuke cuando vio las intenciones del chico rubio"

Recorrió el campo de entrenamiento con la mirada, era exactamente el mismo que había usado Kakashi para su formación. Los recuerdos impregnaban el lugar, y Sasuke realmente no sabía si eso era bueno o malo. El leve murmullo de las hojas le hizo localizar a uno de sus alumnos, al parecer insistirían con sus ataques en solitario. Era increíble pensar que en una sociedad como Konoha, donde los Hoshi no Tama no era un secreto, no lograran entender que muy pronto tendrían que trabajar en equipo, aunque a decir verdad, esa era una lección que a él también le había costado entender.

Dio dos saltos hacia atrás cuando un jutsu de agua trató de atraparle. Tomó nota mental de alejarse del rio por cualquier contratiempo. Pronto varios intentos más le hicieron saltar de manera reiterada, a simple vista se podía entender que estaba tramando algo, decidió caer en el juego para ver a que les llevaría esto. Llegó al lado de un árbol, y mentalmente se preparó por un ataque aéreo, pero pronto recordó que uno de sus alumnos tenía parentesco con los Nara y había sido instruido en sus técnicas, rápido trató de alejarse de la sombra, pero la atadura ya había tomado efecto. Sonrió mentalmente frente a eso, había sido un buen truco, entonces, eso quería decir que tanto Ren como Setsuna había decidido trabajar en equipo. Y por lo que sabía; debió ser Kai quien había orquestado todo esto, después de todo, sus padres adoptivos eran Kakashi y Obito, ambos profundos postulantes del trabajo en equipo.

- ¡Ya eres nuestro Sensei! – el grito de guerra había sido innecesario.

"- ¡Tú eres el verdadero!

- No es bueno que tu adversario sepa que les estas atacando Naruto. Sólo desperdicias tu oportunidad de un ataque sorpresa – el rubio le miró mal desde el lugar donde había sido enviado por el golpe que había recibido."

- Tonto… - con rapidez se liberó del jutsu, para luego bloquear el brazo que se extendía hacia las campanas atadas al cinturón de su cadera. Dio un giro rápido y le lanzó contra el río. Al tiempo que sintió como la tierra bajo suyo se fragmentaba exponiendo la figura de su tercer alumno quien inmediatamente extendió los brazos para tomar las campanas. Pero sólo terminó con un tronco en sus dedos. Sasuke había utilizado un Kawarimi no jutsu.

El moreno sonrió con altanería una vez se escuchó el sonido de la alarma. Poco a poco los tres jóvenes emergieron de sus lugares con caras de derrota. Con su sonrisa aun presente esperó a que los tres jóvenes se reunieran frente a él. Era hora de evaluar algunas cosas antes de dar su decisión.

- Esto es horrible – lloriqueó Ren. Setsuna sólo soltó un suspiro cansado, mientras que Kai tenía un semblante de derrota en sus facciones - ¡Sensei! ¡Denos otra oportunidad!

- No puedo hacer eso.

- ¡Rayos!

- ¿Por qué a última hora decidieron colaborar? – los tres jóvenes se miraron, entornando los ojos Setsuna decidió responder.

- Bueno… nosotros no somos los suficientemente fuertes como para intentar vencerle. Las cuales fueron nuestras primeras intenciones… - se veía avergonzado – le subestimamos.

- Cuando sólo nos centramos en las campanas… pues era lo mismo… no podíamos – siguió Ren.

- Así que decidimos intentarlo los tres juntos. Algo deberíamos poder conseguir… aunque no salió según lo creíamos – Sasuke evaluó la información y contempló las facciones de los muchachos.

- Si lo hubieran conseguido… ¿Cómo lo hubieran hecho con las campanas? – los tres se miraron incómodos.

- Íbamos a apelar a su lado amable – dijo Ren con una sonrisa culpable - ¡Ya sabe! Yo pensaba que si lo conseguíamos estaría tan sorprendido que diría "Muy bien chicos…- lo ultimo lo dijo tratando de imitar la voz de Sasuke, lo cual le salía muy mal - … veo que sois unos increíbles Ninjas, así que os dejaré pasar a los tres" – Sasuke negó divertido.

- Setsuna dijo que se la quedara quien la consiguiera. Y que la segunda fuera a la persona que él pensara que había trabajado mejor – siguió Kai.

- Aunque Setsuna era solo apoyo…. Quedabas en la peor posición ¿no? – le miró intrigado Ren. El chico sólo desvió la mirada indiferente.

- Un auto-sacrificio… ya veo – pensó Sasuke divertido.

- ¡Vamos Sensei! ¡Déjenos intentarlo una vez más! – Saltó Ren nuevamente - ¡Le demostraré el increíble ninja que soy!

- Ya tome mi decisión – los tres muchachos se pusieron tiesos ante esa información. Ren le miraba expectante, como suponiendo que Sasuke no les dejaría así, que no les obligaría a regresar. Ese chico le recordaba a horrores a Naruto – el objetivo principal de ésta prueba era uno… y sólo uno – recalcó.

- ¿Uno? – susurró Ren expectante.

- Era la capacidad que tenía para evaluar una situación y de acuerdo a ella poder trabajar en equipo. Al principio lo hiciste francamente mal… eran un desastre – los tres bajaron sus vistas cabizbajos – pero al final lo hiciste muy bien. Si hubieran comenzado así desde el principio quizás hubieran tenido los cascabeles – Sasuke vio los semblantes derrotados de los tres jóvenes. Le agradaban – Y Como tal, el objetivo no era que consiguieran las campanillas – las tres cabezas se elevaron asombradas – así que pasáis. Desde hoy son el nuevo equipo 7.

- ¡SII! – saltó Ren emocionado. Setsuna sonrió. Y Kai soltó un suspiro, como si un enorme peso se hubiera sido sacado de su cuerpo - ¡Eres el mejor Sensei! – siguió celebrando el castaños.

- Desde mañana comenzaremos a realizar misiones. Estén preparados… - sonrió divertido – mañana nos reuniremos en el puente de madera, cerca de los campos de entrenamiento.

- Hai – respondieron los dos restantes. Ren estaba demasiado ocupado celebrando.

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El barrio Uchiha era un gran complejo ubicado en uno de los costados de Konoha. Había pertenecido antiguamente al Clan del mismo nombre. Pero después de su expulsión, posterior a su intento de traición, las instalaciones habían sido abandonadas. Posteriormente se le habían entregado a los Uchihas que había regresado a Konoha hace algunos años. Los únicos que vivían actualmente en el lugar era Itachi Uchiha junto a su Hoshi no Tama y Sasuke Uchiha. Pero al ser solo ellos tres, solo utilizaban una de las casas más grandes de recinto, el resto del lugar parecía un pueblo fantasma.

Sasuke recorrió los desolados parajes de las casas con tranquilidad, una que desde hace mucho tiempo no había sentido, desde hace cuatro años. Soltó un suspiro e ingresó en silencio a la casona.

- Bienvenido a casa, Ototo-kun – la voz de Itachi le sorprendió, había pensado que aún se encontraba en misión. El joven le miraba desde la puerta de la cocina con una sonrisa.

- Hola Nii-san ¿cómo te fue en la misión?

- Bien, no era algo realmente importante – dijo un poco más serio.

- ¿Deidara?

- Dándose un baño.

- … - Sasuke asintió. Poco a poco se retiró su chaqueta de Jounin revelando una chaqueta negra de material delgado de manga corta, la cual tenía un cierre el cual solo estaba hasta la mitad. En la espalda estaba el símbolo de su Clan, el cual abarcaba casi toda la espalda. También usaba unas muñequeras negras que le llegaban un poco más abajo de los codos.

- Supe que tendrás un equipo de Gennin… eso no me lo esperaba – dijo con una sonrisa burlona - ¿ya les hiciste reprobar? – Sasuke le miró molesto.

- Desde mañana comenzaran con sus misiones.

- ¿Les aprobaste? – preguntó ahora sorprendido.

- ¿Qué quieres decir? – preguntó molesto Sasuke mientras sacaba un vaso el cual llenó con agua.

- Bueno… en realidad no te veía con un grupo de Gennin… - Itachi terminó la oración, pero en el aire se sintió inconclusa.

- Lo sé… ese debió ser el trabajo de Naruto.

- Sasuke…

- No quiero hablar de eso – recalcó interrumpiéndolo.

- No va a regresar.

- ¡No quiero hablar de eso! – repitió molesto dejando el vaso de manera brusca sobre la mesa. Itachi suspiró.

- Has lo que quieras… pero no quiero verte solo. Tienes que entender-

- ¡No quiero hablar de eso, maldita sea! – Prácticamente gritó el moreno - ¡Acaso nadie lo entiende! ¿Por qué todos se empeñan? ¡No voy abandonarlo por segunda vez!

- Maldición, Sasuke. ¡¿Qué pasa si se unió con otra persona?! – ahora ambos habían alzado la voz.

- No importa – dijo casi en un susurro – No importa, pero hasta que llegue yo le seguiré esperando. Para que pueda vea que no le hemos olvidado… que no he olvidado.

- Una promesa hecha cuando eran niños no puede-

- No interesa. Me iré a dormir.

- Sasuke, aún tienes que comer.

- Buenas noches Itachi – de esa forma el moreno abandonó la cocina. Itachi soltó un suspiro cansado y miró la puerta de la cocina con culpa. Sabía que era un tema delicado para su hermano. También deseaba que Naruto regresara, después de todo le debía la vida y la vida de su hermano. Todo Konoha le debía algo a Naruto. Pero nadie lo había visto así, el héroe del pueblo fue alejado como un criminal.

- Deberías dejar de tocar ese tema con Sasuke – la voz de Deidara le sacó de sus pensamientos.

- Lo sé, pero tengo miedo de lo que pueda pasarle si no tiene a su Hoshi no Tama…

- Es un Ninja muy fuerte Itachi.

- Casi todos los ninjas tienen uno. Y los otros ninjas saben perfectamente que un ninja solitario es la presa más fácil. Dos contra uno; es una desventaja. Dos enlazado contra un solitario seria una masacre, por muy fuerte que sea Sasuke.

- Lo sé… también quisiera que tu hermano buscara a alguien, pero también sé cómo se siente Itachi – sonrió divertido – Yo siempre sentí que nadie en mi aldea era el adecuado, y unirme a alguien en quien no podía confiar en un cien por ciento era inadmisible. Unirse a la fuerza sólo trae caos y debilidad. Si ese chico es lo que Sasuke necesita hay que esperar por él…

- Pero…

- Quizás por eso la Hokage le ha dejado con un grupo de Gennin. Eso le mantendrá a salvo.

- No será por mucho tiempo.

- Lo sé… pero mientras tanto podemos buscarle.

- Ya se lo solicite a la Hokage, más veces de las que recuerdo.

- Entonces iremos a pedírselo mil veces más – dijo con una sonrisa – sólo ten confianza de que todo se solucionará.

- Eres la estabilidad que necesito – dijo en un susurro Itachi.

- Eres la armonía que necesito – dijo en respuesta el rubio con una sonrisa.

Sasuke, desde del borde la puerta, escuchaba las dulces palabras de la unión. El juramente de retribución que una parte daba a la otra cuando ésta le ayudaba. Fortalecía el vínculo y daba calidez.

Sasuke se retiró de ahí con un fuerte opresión en su pecho. Con la sensación que su propio chakra le entregaba por la falta de compañía, por la falta de alguien a quien proteger y quien le protegiera.

"- ¿Cómo te sientes? – le pregunto Naruto a Sasuke quien estaba acostado en una camilla, había despertado esa mañana.

- Mejor, aunque aún me duele un poco la cabeza.

- Tsunade-oba-chan dice que será normal… así que tendrás que descansar. Nos habías asustado.

- Soy lo bastante fuere para cuidarme por mi cuenta, usurotonkashi.

- Eres un desgraciado, Teme. Hasta Itachi estaba de los nervios.

- ¿Dónde está?

- Ni idea, creo que la culpa aún le tiene comiendo la cabeza.

- No fue su culpa.

- Lo sabemos, pero ese ninja no debió encontrarte. Otro Uchiha no es permitido en Konoha.

- Era sólo una venganza de su parte… – Naruto soltó un suspiro cansado.

- Sasuke nos asustaste mucho… fue horrible estar aquí y no saber cómo despertarte – la mirada de Naruto era tan intensa que Sasuke tuvo que desviar la suya.

- Fuiste a buscar a Tsunade-sama, creo que eso basta.

- Tú y Lee la necesitaban, así como la aldea… pero fue ella la que hizo todo. No pude protegerte.

- Soy lo bastante fuerte para cuidarme por mi cuenta. Además, no es tu responsabilidad.

- ¿Tendría algo de malo que lo fuera? – Sasuke se giró a verlo impresionado, tratando de visualizar que quería decir con eso.

- ¿Qué quieres decir?

- Quiero que seas mi Hoshi no Toma… - el corazón de Sasuke por alguna razón se aceleró con fuerza y sus mejillas comenzaron a quemar – pero sé que no se puede.

- ¿Qué quieres decir? ¿Pensé que querías a Sakura para tu vínculo? – dijo en apenas un susurro, era todo tan sorprendente.

- Soy el contenedor del Kyuuby. El concejo no me dejará unirme a nadie. Y ¿por qué tú? Eres mi mejor amigo – dijo con una sonrisa – Quiero a Sakura-chan, pero mi vinculo con ella no es tan fuerte como el que tengo contigo – Sasuke le miró sin saber que decir, estaba tan sorprendido y sin saber porque, también se sentía ansioso. Por alguna razón el sólo pensar en unirse con Naruto le generaba una paz en su cuerpo, no desagrado o extrañeza como había pensado en un principio. Sino el llenado de un vacio.

- Esta bien – dijo en voz baja, Naruto le miró sin entender – seré tu Hoshi no Tama.

- ¿Qué? – La voz de Naruto se oía anonadada – pero… el Kyuuby.

- Es parte de ti y en todo este tiempo has sabido mantenerlo bajo control – sonrió con suficiencia – a menos claro, que sea mucho para ti.

- ¡Ha! Eso crees tú.

- Entonces…

- Entonces nos uniremos… apenas tengamos la edad lo haremos… Es una promesa.

- Es una promesa."

Cuatro meses después Naruto había sido exiliado de la aldea, dejando una promesa atrás y la otra mitad de su futuro vinculo esperando por él. Esperando para cumplir una promesa.

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Los días avanzaron sin mucha prisa y las misiones eran casi las mismas que él hizo cuando era un Gennin, podía ver la frustración en las facciones de Ren y sin poder evitarlo volvía a evocar la imagen de su compañero de equipo. Últimamente Naruto había estado muy presente en sus pensamientos.

Llegaron al despacho donde el Hokage procedía a entregar las misiones. Justo se encontraron al equipo 8 recién saliendo hacia una misión. El equipo era comandado por Hinata. La Hyuuga había comenzado a mostrarse más segura de sí misma desde que se había unido a Kiba hace un año. El equipo que lograban formar era impresionante y a simple vista infranqueable. Eran la pareja perfecta para el reconocimiento, la extraordinaria vista que caracterizaba a los Hyuuga y las habilidades de detección por olores que resaltaba en el clan Inozuka.

- Sasuke-kun – le saludó Hinata con una leve sonrisa. La chica en todo esos años se había vuelta una buena amiga del moreno, especialmente porque era una de las pocas mujeres que no le había perseguido cuando estaban en la academia y después de la partida de Naruto la niña pareció buscar un refugio en él o él se había refugiado en sus amigables gestos, no estaba seguro.

- Hinata ¿Cómo estás? – ella junto a Shikamaru y él habían sido las nuevas adiciones al escuadrón de profesores guías. Principalmente haciendo un reemplazo de sus antiguos maestros. El resto del cuadro de maestros había sido renovado hace unos años. Era un sistema de cambio, para que cada ninja pudiera evaluar cada experiencia, pero por lo general solo un miembro de cada equipo de cuando se era Gennin era elegido para ser maestro.

- Bien… me ha tocado un equipo agradable – dijo con una sonrisa. Sasuke sonrió divertido, aunque no muchos lo creyeran; la morena era bastante estricta. Dos chicos y una muchacha la devolvieron la mirada. Lucían como un grupo armonioso. Su equipo por otro lado no le dedicó mucha importancia al otro, ya que estaban más ocupado discutiendo entre sí – tú pareces tener uno bastante animado.

- Si, algo por el estilo.

- Espero que su misión sea provechosa – con una sonrisa se despidió del moreno seguida por su grupo. Ren cuando les vio salir agitó la mano como despedida, gesto que solo fue respondido por uno de los chicos, los otros dos parecía que le habían ignorado.

- ¡Sensei, por favor, que hoy nos toque algo emocionante! ¡Estoy aburrido de las misiones que hasta un ciudadano puede hacer!

"- ¡Kakashi-sensei, quiero una misión que ponga a prueba nuestras habilidades Ninja! ¡No algo que puede hacer cualquier persona!"

- Aun no es momento Ren – los recuerdos le seguían atacando.

- ¡Che! Que aburrido.

- Ten más respeto – lo amonestó Setsuna.

- Lo sé – suspiró Ren – lo lamento Sensei.

- Vengan. Vamos a buscar algo que los mantenga quietos.

Tsunade se había mostrado sorprendida cuando Sasuke le había informado que había dejado pasar a los tres pupilos bajo su custodia. Había imaginado que tendrían que discutir con el joven para hacerle reaccionar y le tomara una prueba decente al grupo, una que pudieran pasar. Pero al parecer no fue necesario. Cuando Jiraiya vino a informarle cual había sido la prueba no pudo evitar sonreír con nostalgia. De alguna forma Sasuke había mantenido generaciones de enseñanzas de forma impecable. Ese día no pudo evitar sonreír con tristeza, como muchos, había pensado que esa responsabilidad y privilegio le tocaría a la cabeza rubia del equipo 7. Al menos sabía que había tomado la decisión correcta.

- Así que han regresado, muchachos. Pensé que descansarían un poco – habló divertida la mujer.

- Seria más interesantes si nos diera algo mejor – alegó el castaño.

- Ren – le amonestó Sasuke. El chico se calló malhumorado. Tsunade rió divertida.

- No en ésta ocasión. Pídemelo en unas cuentas semanas y lo pensaré – Sasuke le miró mal.

- ¡¿De verdad?! – Preguntó entusiasmado - ¡Sí! Hahahaha… ¡excelente! – el moreno soltó un suspiró, ahora sería él y sus demás alumnos quienes tendrían que aguantar la excesiva energía de Ren.

- Bien… Irán a recolectar las flores de fuego para el festival de la unión que se realizará la próxima semana.

- ¡¿Qué?! ¿Recoger flores? ¡Eso es para niñas! – lloriqueo el castaño.

- Misión es una misión, mocoso. Ahora salgan de mi vista y déjenme descansar.

Sasuke tomó el informe que traía más detalles de lo que debían hacer. Las flores de fuego era una singular flor que brillaba durante las noches de primavera y hacía honor a su nombre puesto que despedía una leve calidez. Como eran las flores que representaban al país y al lema de Konoha, eran usadas en eventos de gran importancia. Cuando la Quinta Hokage había asumido sus funciones había recibido de regalo una de esas flores. Eran extremadamente raras y con suerte podrían recolectar 3 o 4. Puesto que estaban en las zonas más escarpadas dentro de las murallas de la aldea.

Estuvieron toda la mañana buscando las mentadas flores, hasta que por fin lograron dar con un punto de nacimiento. Habían quedado anonadados frente a la enorme cantidad de flores de fuego que habían, la ladera estaba prácticamente inundad de ellas. Después de eso todo había sido más fácil. Aunque tuvo que auxiliar a sus alumnos cuando se habían enredado en los cables de seguridad. Aun no tenían un buen control de su Chakra, por lo que prefería evitar cualquier tipo de incidente.

Cuando estaba anocheciendo llegaron bastantes cansados a la oficina de la Hokage, las ropas de todos los Gennin estaban totalmente sucias y hecha girones y se veían algo magullados. Tsunade rió al verlos, Sasuke no tenía ninguna clase de misericordia con ellos. Por otro lado el Uchiha pensó que ya era hora de entrenarles un poco en el control de su Chakra.

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En los límites que colidan al país del viento y el fuego se podía apreciar una alta figura. Esta avanzaba con calma por el cálido desierto que poco a poco comenzaba a ser invadido por una vasta vegetación. Llevaba un manto de color arena el cual cubría sus ropas y rostro. Sobre su hombro se podía ver la figura de un zorro de dos colas y caminando a su lado iba otro zorro de la misma cantidad de colas. Ambos tenían un pelaje claro, casi bordeando el blanquecino a excepción de las puntas de sus colas donde el pelaje era cobrizo, la única diferencia entre ambos zorritos eran sus orejas, ya que el que estaba en el hombre del joven tenían las puntas de color cobrizo, mientras que su hermano no.

- ¡Kurama-sama! – el sonido de un llamado hizo detenerse al viajero, por entre los arboles había emergido la figura grácil de una doncella, pero con facilidad se podía ver que sus pies no tocaban el piso y que su cabello verde claro danzaba a su propio ritmo. La mujer sonrió cuando llegó frente al hombre – No sabe cuánto nos alegra tenerle de regreso. Inari-sama ha estado muy feliz.

- ¿Hace cuanto has despertado?

- Una semana.

- ¿Inari kami-sama se ha manifestado?

- Los árboles han crecido más verdes que nunca y la flor de fuego a cubierto por completo cientos de ladera. Inari-sama le da la bienvenida nuevamente Kurama-sama.

- ¿Los demás?

- Poco a poco han comenzado a despertar. Shikaku-sama también ha comenzado a expandir su poder y ha despertado a los de su alrededor.

- Ese condenado Tanuki – rió divertido el sujeto.

- ¿Dónde iremos ahora Kyuuby-sama? – la pregunta nació del pequeño zorro que estaba a los pies del sujeto.

- ¿Por fin regresaremos a Konoha? – preguntó el segundo.

- No. Iremos a los templos de la nación del fuego. Saben que no puedo regresar.

- Pero Kyuuby-sama… – dijo el que estaba en su hombro con un tono más lastimero – Quiero conocerlo…

- Aún no es tiempo… Kaze-san – llamó el hombre a la joven – ¿Sabes si Amateratsu-sama a despertado?

- Lo ignoro Kurama-sama… pero Susanoo-sama ha sido visto en las tierras del agua.

- Maldición.

- ¿Kyuuby-sama? – volvió a llamarlo uno de los pequeños zorros.

- Vengan, iremos a los bordes de la nación del fuego y del agua. No puedo dejar que ese sujeto entre.

- Hai.

- Debemos irnos Kaze-san… - la voz del joven se escucho más relajada – si tienes noticias importantes no dudes en ir a mi encuentro.

- Hai – después de esa respuesta la muchacha se desvaneció bajo la danza de un grupo de Hojas.

- Shin, Shun. Continuemos.

- Hai Kyuubi-sama.

- Oigan, ya no hay nadie… - se escuchó una risa divertida emanando del joven.

- ¿Podremos comer Dangos, Naruto-san?

- Claro, ¿por qué no? – las figuras comenzaron a caminar internándose más en el bosque, hasta perderse de vista.

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Habían pasado cerca de tres semanas desde que Sasuke había comenzado a entrenar a sus alumnos. Los muchachos habían demostrado una gran mejoría, tanto en sus técnicas como en el control del chakra. Setsuna había demostrado un gran dote para el Chakra control y poco a poco había comenzado a expandir su repertorio de jutsus de agua. Sasuke seriamente estaba pensando en solicitar a Sakura que instruyera al chico en jutsus básicos de sanación, sabía que Setsuna estaría muy entusiasmado con eso. Por otro lado Ren y Kai habían fortalecido sus reservas de Chakra. Ren había mostrado un mayor aumento en sus habilidades de Taijutsu, así como en el uso de aditamentos. Por otro lado Kai había comenzado a integrar diferentes series de Ninjutsus.

Ese día Sasuke había decidió ir a la reunión mensual que los chicos de su generación solían realizar. Todos se reunían en la tienda de barbacoa a comer un poco y beber, al menos aquellos que lo hacían. Muchos de ellos aun no tenían una buena resistencia al Sake.

El bullicio que le recibió no le extrañó en lo absoluto. Los presentes le saludaron con una sonrisa apenas le vieron ingresar a la habitación que habían solicitado para dicho evento. La mayoría habían llegado ya. Kiba y Hinata estaban en uno de los extremos de la mesa, al lado de ellos estaban Neji y al lado de este Shikamaru; quien en ese momento estaba bostezando. Ino y Sakura conversaban en tono bajo y al lado de la peli-rosada estaba Lee. Después el grupo de Konohamaru integraba la mesa, después estaban Shino y Chouji, cada uno pendiente de diferentes cosas; uno comiendo y el otro simplemente estando ahí. Y finalmente Sai, él había sido una extraña adición al grupo.

Se habían conocido en el accidente de hace cuatro años, era un miembros de Raíz, una división AMBU que antiguamente había estado a cargo de Danzo. Había sido Sai quien había advertido al equipo 7 de lo que sucedería y por eso mismo Sai se sentía directo responsable de lo sucedido en el accidente que le costó el exilio a Naruto. Después paso a ocupar el lugar de Naruto en las misiones del equipo 7. Sakura y él nunca pudieron aceptarle totalmente, pero le respetaban y sabían cuanto sentía lo que había sucedido. Las cosas habían pasado de forma extraña. Porque aquel chico que había sido designado para vigilar y contener a Naruto había terminado apoyando al rubio en todo y transformarse en uno más de sus amigos.

- Hey, Sasuke, ¡Por fin llegas hombre! – Kiba rió divertido.

- Que bueno que hayas decidido venir Sasuke-kun – Ino le sonrió cuando tomó asiento a su lado – te extrañamos en la reunión pasada.

- Estaba en una misión – nadie respondió a eso, Sasuke había salido de una misión tras otra, teniendo tiempo apenas para descansar. Todos pensaban que había sido bueno que le sacaran un tiempo del servicio activo.

- ¿Cómo te ha ido con tu grupo de enanos? – Decidió cambiar el tema Kiba - ¿Les has hecho sufrir?

- Hm… puede que un poco – sonrió con arrogancia. Hinata le miró divertida, desde su punto de vista Sasuke había sido un maestro excelente que se preocupaba mucho de sus pupilos.

- Sasuke-kun, Kakashi-san dijo que le debías unos tragos – trajo a colación Lee – cuando estaba en una de sus increíbles competencias con Gai-sensei me pidió que te lo dijera.

- Hm…

- ¿Dónde está Ten-Ten? – preguntó Ino.

- Se ha quedado ultimando unas cosas con su Hoshi no Tama.

- Oh, ya veo… fue una sorpresa que haya elegido a alguien menor.

- Ella es una chica problemática.

- Guarda silencio haragán – le amonestó divertida la joven.

- Eso es excelente, ahora el único que falta es Sasuke en unirse – dijo alegre Chouji mientras comía un poco de barbacoa, ignorando el pesado silencio que había sumergido a los demás. Sasuke solo trató de ignorar la incomodidad que sentía.

Hasta hace medio año; él y Ten-Ten habían sido los únicos del grupo en no estar enlazados, pero hace un par de meses que eso había cambiado. Dentro de su grupo de Jounin Ten-Ten al parecer había encontrado a su complemento. Sakura y Lee se habían unido hace dos años, mientras que Kiba e Hinata hace uno. Neji se había terminando uniendo a Shikamaru en un extraño desenlace, más que nada porque el Nara había dicho que el Hyuuga era a la persona menos problemática que había conocido. Una buena vista ayudaba en una buena estrategia y a dónde dirigir las sombras. Ino, por otro lado, se había unido con Chouji. Las razones de su unión eran algo extrañas y que muchos no lograban entender. De Sai tenían entendido que estaba enlazado con alguien pero ignoraban de quien. Hace año y medio simplemente había dicho que ya no era un singular. Aquello fue después de una misión bastante larga en Suna, así que suponían que su enlace estaba allá, cosa que les impresionó porque la distancia podía afectar un poco el vínculo, pero el moreno había mostrado una estabilidad y la aparición de todos los dones que el vínculo entregaba, así que dejaron de preocuparse por el tema.

Los demás, por otro lado sabían; aunque nadie se los hubiera dicho, que Sasuke aun esperaba por Naruto. Cuando los grupos de Gennin recién se habían formado nadie hubiera esperado que ellos dos terminaran uniéndose, pero cuando el año de convivencia había pasado y se habían transformado en los mejores amigos, todos comenzaron a pensar que era imposible que se unieran a otra persona que no fuera ellos mismos. Habían tenido tanta razón que actualmente estaban viendo a uno de sus amigos en soledad de un vínculo. Nadie se había esperado el destierro de Naruto, así como nadie había sabido que era el contenedor del Kyuuby. Pero las piezas habían calzado, habían estado consternados al principio, pero al final no podían dejar de ver a Naruto como Naruto, Kyuuby o no, su amigo seguía siendo el mismo. Lamentablemente el consejo no había pensado igual.

Ignoraban si Naruto se había unido a alguien en sus años de exilio, lo dudaban. Pero aquello no significara que fuera imposible. Por el momento, cada uno de ellos estaba preocupado por el menor de los Uchihas, la ausencia del vinculo le estaba haciendo cada vez más arriesgado. Y temían por él. Pero lamentablemente aquel tema era casi un Tabu. Sasuke no quería escuchar a nadie.

Sasuke comenzó a preguntarse si al largo de todos esos años se había vuelta una persona demasiado sentimental. Antes de conocer a Naruto sólo eran él y su hermano. Con sus padres muertos al igual que sus abuelos, la vida había sido solitaria y dura. Su tío Obito les había ayudado en todo lo que podía, pero nunca es suficiente. Sumado además que la mitad del pueblo no les quería por sus orígenes, por proceder de un Clan que consideraban un traidor desde tiempos antiguos y que su apellido ya no portaba orgullo alguno.

Los adultos siempre les miraban con desconfianza cuando eran más pequeños y dolía mucho, en especial porque su hermano tuvo que ausentarse la mayor parte del tiempo para poder mantenerles, su tío Obito se había encargado de los gastos, pero después del accidente que hizo que le diera su ojo a su Hoshi no Tama había estado menos activo, por exclusivo pedido de éste. Temía que le pasara algo durante las misiones.

Y después simplemente todo había sido mejor cuando había comenzado a formar parte del equipo 7, la evolución había sido lenta. Pero por fin había alguien que le comprendía, quizás más que nadie. Cuando se enteró de que Naruto era el contenedor del Kyuuby en aquella misión, nada había cambiado, solo que las cosas se habían vuelto más claras. Poco después sentía que él era el que mejor conocía a Naruto y que Naruto era el que mejor le conocía.

- Dobe… ¿dónde estás?

 

Continuará....


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