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Tocando en las puertas del cielo. por InuKidGakupo

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Notas del capitulo:

Hola! En esta parte estamos en una época del tiempo modificada. Es después de la saga de Buu, pero antes del GT, también es antes del torneo del último capítulo del Z. Pero eso no es lo modificado, lo modificado es que entre Gohan y Vildel no hay nada, es decir, Pan no existe (además que creo en ese momento no existía, estaba en proceso de hacer), porque si no me cagaría las cosas. Videl sale, pero es personaje extra y secundario, por supuesto hay motivos por los cuales Pan no se procreó en esta línea, pero mejor léanlo ustedes mismos. Ha, y el “alumno” no es Uub (como mi hermano pensó) ya que en ese momento no le conocían, se hablará de ello más adelante.

-¡Gohan! ¡Vas a tener un hermanito!-

-¿un hermano? ¡¿Hablas en serio mamá?!-

-¡por supuesto cariño!-

-¡genial!, es increíble…-

                                   …Increíble…

-------------- (Por Gohan)

-Vamos de una vez Goten… atácame…- Otra vez yo ahí, en posición de ataque, con mi Gi azul, el sol sobre la cabeza, mi hermano y más que nada, mi maldita sonrisa fingida.

Estoy harto de mantener esta mentira, como si me hiciera bien en algo entrenar con este estúpido niño, uno que no ha hecho nada más que joderme la existencia. Aparece en el momento menos indicado, en la situación menos precisa y estaba bien así, siendo el niño ignorado al que nadie conoce, ni siquiera mi padre. Pero no, claro que no, debía impresionar a todos con su talento nato, por su apariencia reconocida, por su fuerza. ¡Maldición! ¡Desde el primer momento que apareció en este mundo no ha hecho nada más que llamar la atención! ¡¿Por qué demonios tiene que ser igual a papá?! ¡¿Por qué él?! Me la he pasado trece años escuchando estupideces como “vaya, pero si es igualito a Goku”, “pero si es el vivo retrato de su padre”, “miren, es igual de apuesto”, “es como un mini Goku, apuesto a que debe ser igual de fuerte” y lo peor de todo es que si fue así. Tarde años en llegar a nivel de súper saiyajin, entrenamientos con un extraterrestre verde que me trataba peor que un perro para atacar a unos monos locos, enfrentarme a una lagartija horrorosa, meterme un año en la habitación del tiempo, todo para poder llegar a esa legendaria etapa, toda mi niñez. Y luego él, sin una mierda de entrenamiento, uno al que le enseñé a volar de la manera más sutil y no siendo lanzado contra montañas en repetidas veces, sin un monstruo mordiéndole en trasero para obligarlo a pelear, no hubo nada de eso, pero cuando se presentó la oportunidad, me lo restregó en la cara hasta hacerme sentir escalofríos del coraje, sin más, llegó al súper saiyajin muchos años antes que yo, muchos. Por supuesto también llegó muchos años antes que papá, pero a él que carajo le puede importar cuando es el más fuerte del universo. Pero esperen, lo peor no es eso, lo peor es que llegó a la fase tres solo con verla, ¿Cuándo he llegado yo a esa fase?, a si lo olvidaba, nunca.

Y por supuesto los halagos no se podían esperar, “ho miren, Goten es tan fuerte”, “es increíble”, “es el mejor”, “no solo es como Goku, también es muy poderoso”, “debe ser el orgullo de la familia” aun puedo escuchar las chillonas voces de mamá y Bulma, diciéndolo como si yo no estuviera ahí, como si no importara echarme al primer hoyo que se encontraran. Y claro, ¿Qué hice yo? ¿Golpearlo? ¿Reclamarles? ¿Intentar demostrar que soy mejor? ¡Porque así era! No, por supuesto que no lo hice, me limité a sonreír y decirle, “muy bien hecho Goten” ¿muy bien hecho Goten? Claro, ahora esas palabras no tiene sentido, bueno, en realidad tampoco lo tenían en aquel momento, no para mí. Me callé, me callé después de que pudimos contra Majin Buu y toda esa mierda, donde me batió la cara múltiples veces con ser mejor que yo cuando tenía esa edad. ¿Y que he recibido yo hasta ahora? Bueno, perdí mi infancia entrenándome y viviendo en el bosque, en el espacio y otras cosas estúpidas como esas, presionado por mamá cada dos malditos segundos para estudiar y estudiar como un loco para un día llegar a ser el “gran investigador” como ella decía, ¿me preguntó? No, no lo hizo, no sé por qué pensé que lo haría. Pero no se hable de Goten, viviendo tranquilamente en las montañas al lado de mamá, yendo a la escuela como un niño normal, no se ha quejado ni una vez de que papá faltó a todo eso. No, Goten a la vista de todos es un ángel, ¿Qué si mamá lo ha obligado una sola vez a estudiar? Por supuesto que no, ¿Por qué? No tengo ni una maldita idea, yo debía rogarle y escabullirme para entrenar, pero en su caso, fue justamente mamá quien le entrenaba, a veces creo que realmente Goten es su preferido, que solo le gusta verme en aprietos. Y de papá ni se hable, a él no lo dejó en manos de un tipo verde y malvado, a él no lo dejó viajar a un planeta alejadísimo de la tierra sin saber que tan seguro era, a él no le dijo cosas horribles para hacerle “sacar su furia interior” y por supuesto, no le uso como estrategia para acabar a una cucaracha súper fuerte, tampoco fue tragado por un monstruo maligno, no ese solo es un “privilegio” mío. ¿Que hizo con él? Buena pregunta, yo recuerdo un abrazo, palabras de aliento, alagas, preocupación y una mierda de cosas más que solo me eriza la piel al recordarlas.

Ha, sí, y a pesar de robarme la atención y el cariño de papá y mamá, pasearse por ahí con sus pelos en punta dando la apariencia que es el doble de Goku, siendo inteligente por naturaleza y no pasar todo el maldito día tras un libro, no, no solo eso y el hecho de haber tenido una infancia tranquila y pacífica, también tiene a Trunks. No lo tiene como tenerlo, tenerlo, pero el hecho de ir en la misma escuela, en el salón de un lado, y con el título de “Trunks es mi mejor amigo” ¡me repudia! ¡¿Por qué demonios tiene que llegar y arrebatarme todo lo que quiero?! Le conocí antes, mucho antes de que él siquiera naciera, ¡entonces por que no solo se hace a un lado y deja de estropear lo poco que tengo! Hasta Trunks, ¿Qué no se da cuenta que él viene sobrando en esto? ¿Qué no ve que a Trunks su título de mejores amigos no vale nada? ¡¿Qué acaso no se da cuenta del vínculo que yo y Trunks tenemos?! ¿Es tan egoísta que no puede dejarme ni eso? ¡Estoy harto! Y aunque gracias a Trunks puede llegar a nivel tres, esa idea no deja de acongojarme. Precisamente eso es lo que me hace retorcerme, ¿Cuántas veces me he fusionado yo con alguien? Cierto, también ninguna. Que por mi potencial y esas cosas no era necesario, pero Goten compartió cuerpo y mente con Trunks, ¡fueron uno! Y no fueron uno cualquiera, ¡fueron uno en un nivel inalcanzable para mí! Sí, sí, ¿creen que por estar en modo místico mi orgullo se repone?, pues les tengo una noticia, no. Mi cabello nunca ha sido largo y dorado, maldición, al carajo el poder que eso conlleve, simplemente no lo he logrado.

-¡sí, Gohan!- acató sonriente, a veces me pregunto si sonrisa será sincera. Se alzó en el aire y voló a mí lanzando golpes rápidos y decisivos. Ya era casi de mi tamaño, un poco más y terminaría por ser al más alto también, su cuerpo estaba mejor formado, pero aun así se veía más delgado que yo a pesar de su fuerza, supongo que también por la edad, soy mayor por casi doce años, eso al menos es normal.

Realmente era difícil responder y esquivar sus ataques, era veloz y fuerte, tenía táctica. Y fue exactamente eso lo que me hizo notar algo. Me golpeó con el puño cerrado en dirección a la cara, mi mano viajó rápido y le detuve el golpe, pero Goten giró sobre sí mismo y me pateó el rostro en una huida muy útil, una que pérsicamente, era mía. Otra técnica rápida de puños y patadas sincronizadas, también era mía. Le esquivé e intenté atacar, pero por supuesto me tenía leído, se sabía mis movimientos, ¿Qué acaso no tenía nada original? Logré un ataque timo moviendo mis brazos a un lado pero golpeándole desde otro punto con las piernas, acertando una patada directa a su rostro. Voló un poco lanzado por mi ataque y me posicioné tras él cerrando mis puños con fuerza y lanzándole al suelo con brusquedad. Aterrizó de pie y se impulsó al aire para contraatacar, lo esquivé y en realidad no sé cómo lo hice, pero logré quedar tras de él nuevamente. Una lucha de forcejeos entre liberarlo o no, comenzó, mientras le apretaba el cuello duramente con mis brazos, sintiendo como el aire se le escaba de los pulmones. Habría mentido si dijera que no me estaba divirtiendo. Un fuerte dolor me recorrió el abdomen, sintiendo como clavaba su codo en más de una ocasión. Lo solté y voló jadeando en busca de aire, pequeño inconveniente que utilicé para plantarle un golpe en la mejilla, salió volando pero repuso su marcha a la mitad y se giró a mí con una expresión fría y decidida, colocando sus manos juntas sobre su frente.

-¡MASENKO!- gritó y me quedé en shock. ¿Masenko?, ¡¿MASENKO?! ¡¿ES EN SERIO?! ¡De verdad, ¿Cuál es su maldito problema conmigo?!

Fui golpeado inevitablemente ante mi sorpresa, cayendo al suelo y sometido por esa poderosa técnica, sí, sí, precisamente esa que también era mía.

-¡Gohan! ¡Lo siento! ¿Estás bien?- preguntó bajando de inmediato hasta estar a mi lado, mostrándose verdaderamente preocupado. Asentí levemente sentándome sobre el suelo. Se acercó a mí tomándome por el brazo para ayudarme a ponerme de pie.

-estoy bien Goten, no te preocupes…- dije sonriendo y con disimulo me zafé de su agarre enderezándome yo mismo.

-de verdad que no ha sido mi intención herirte…- reiteró y le miré negando con expresión tranquila.

-que no es nada… anda, vamos a casa- Goten volvió a sonreír avanzando a la par y mirándome de reojo sonriente.

-Gohan, realmente eres genial…- dijo a modo de susurró y yo arqueé una ceja incrédulo. ¿A que venía eso ahora? ¿Se estaba burlando o iba en serio? Pero por supuesto, su rostro me lo decía, papá también era de esos que nunca te tomaban el pelo, eran directos y sinceros, así que su comentario iba muy en serio.

-que va, tú lo eres, avanzas muy rápido, eres muy fuerte…- contesté mirando hacia adelante, sonando lo más natural posible.

-¿en serio?- cuestionó mirándome totalmente, formando una sonrisa y un rostro lleno de ilusión.

-claro que sí Goten…- puse mi mano sobre su cabellera y lo sacudí un poco, él sonrió y bajo la cabeza abochornado, ¿Por qué? No sé, él suele ser así. –Apuesto a que mamá ya tiene la comida lista…- comenté retirando mi mano y volviendo mi vista al frente. –Anda… unas carreras de aquí a casa…- propuse y Goten volvió a alzar la vista muy sonriente.

-¡de acuerdo!- aceptó y ambos nos frenamos acumulando energía. – ¡Esta vez ganaré!- aseguró y después de asentirle con la cabeza, ambos salimos disparados en el aire.

[…]

-sí mamá, no te preocupes. Mañana debo ir a la universidad así que me marcho a hacer la tarea…- avisé levantándome de la mesa y colocando mis platos sobre el fregadero.

-por supuesto cariño, no quiero que se atrasen en sus estudios por ningún motivo…- contestó mamá sentada aun en su lugar.

-¿Goten y tú entrenaron hoy?- preguntó papá frenando su voraz alimentación para mirarme a mí y a mi hermano pausadamente.

-¡sí papá! ¡Fue increíble! ¡Pude derrotar a Gohan!- afirmó Goten entusiasmado colocando sus palmas sobre la mesa. Papá y mamá me miraron incrédulos ante tal afirmación y yo deseaba poder estrangularlo para ver si así cerraba el pico. Pero solo sonreí rascándome la mejilla derecha.

-me tomó distraído…- musité y mamá abrió los ojos impactada con la noticia, soltando una leve exclamación de asombro.

-¡¿Por qué no me dijeron?! ¡Pude haber ido con ustedes!- se quejó papá en ese tono infantil y poco maduro para su edad.

-bueno, es que estás muy ocupado con tu entrenamiento así que decidimos ir nosotros solos…- contesté y frunció el ceño en desacuerdo y disgusto, pero no pudo contradecir a eso, era la verdad, últimamente se pasaba enseñándole a ese crio, el cual me tenía sin cuidado, pero creaba en mi mente la idea de que entrena a otros, menos a mí claro. Además  prefería que no fuera a nuestros entrenamientos, siempre acababa comparándonos, en todo, simplemente no soporto eso.

-bueno cariño, será mejor que vayas a hacer esos pendientes o se te hará tarde…- me indicó mamá y yo asentí sin más avanzando velozmente hasta el final de la casa, pasando de largo la mesa y devolviéndole a mi hermano menor una sonrisa. Llegué a mi cuarto y cerré la puerta tras de mi procurando poner el seguro de inmediato.

Me recargué en la madera y solté un suspiro cansado, viajando mí vista sobre el montón de libros en mi escritorio, al lado de mi ordenador viejo y unas cosas más. Estaba cansado, harto, exhausto de toda esta situación, cada día me sentía más agobiado en ese ambiente y aunque no podía negar que era feliz, no era suficiente, estaba incompleto. No entendía por qué, yo mismo había intentado borrar esa sensación de mi pecho, pero no podía, no podía evitar sentir desprecio y el más puro odio y rencor hacía mi hermano menor. Presioné los puños con fuerza bajando la mirada hasta topar con el suelo, sintiendo como todas las noches esa culpa y arrepentimiento invadía mi cuerpo, carcomiéndome por dentro, exigiendo una explicación y buscando el poder remediar todos estos años, “soy la peor persona del mundo” me dije cerrando momentáneamente mis ojos para tomar valor y fuerza de seguir.

Caminé hasta sentarme sobre mi silla giratoria encendiendo el ordenador y buscando los deberes que debía cumplir para mañana. La pantalla se encendió y comencé a buscar un libro a un lado para empezar a redactar una síntesis de cincuenta hojas sobre contabilidad, la cual no era de mi rama, pero debía cumplir por la fuerza. A mi lado derecho había una pila de libros que estaban ordenaos mostrando el título al frente, encontré al final de la fila el de “principios básicos de contabilidad” sacándolo bruscamente y logrando únicamente que los demás cayeran al suelo. Resoplé con frustración girando levemente a un lado para poder levantarlos, pero mi vista se topó con un cuadro el cual había estado oculto tras las gruesas pastas de libros.

Un suspiro salió de entre mis labios y extendí la mano para cogerla. Estaba un tanto polvorienta, así que pasé mis dedos por sobre la superficie del cristal, descubriendo la imagen clara de mi familia. Papá y mamá al fondo, y Goten y yo al frente, poco después de que papá consiguiera revivir, otra vez. Mi vista se paseó en la sonrisa algo forzada de mamá, de la exagerada de papá, y de la honesta y brillante de Goten, por la cual sonreí unos segundos. Yo estaba a su lado, abrazándole y con mi estúpido traje de saiyaman, sonriendo igual y podría jurar que era la sonrisa más sincera y alegre, si no fuera porque era precisamente la mía, y estaba de más saber que no era así. La solté y cubrí mi cabeza entre mis manos, ¿Por qué simplemente no podía ser un hijo y hermano como los demás? ¿Por qué tenía que darle tantas vueltas al asunto? ¿Por qué debía callar todo lo que sentía realmente? A veces me decía que era para no hacerles daño, pero eso no tenía sentido si me la pasaba guardando reproches y rencores en el fondo de mi corazón, unos que en ocasiones no tenían ni sentido.

Viajé mi vista a la foto nuevamente, Goten, era de él quien me acordaba siempre que estaba solo en mi cuarto, siempre que finalmente podía borrar esa sonrisa falsa, siempre que mi mente me recriminaba por algo nuevo, y seguramente, negativo que crecía y pensaba de él. ¿Para qué rayos le guardaba tanto odio si me lo recriminaba yo mismo todos los días? ¡Era un maldito círculo vicioso! Uno que me estaba destruyendo, deseaba que desapareciera, que fuéramos tres, como al principio, como debió haber sido.

Me volví al ordenador y comencé un nuevo documento, cargado de cosas simples que los humanos se complicaban mucho en aprender, pero que por su meticulosidad los hacía complicados.

No sé cuánto tiempo paso, pero solo pude llegar a la mitad cuando decidí ceder unos momentos y continuar con otra antes de que tantos números y reglas consumieran mi paciencia. Me posé sobre otra actividad, la cual para mí, carecía de sentido, coherencia o relevancia. Un ensayo sobre las grandes cosas del Gran Mr. Satán. Podría enumerarlas rápidamente, venían siendo dos: Comprarle un perro a Majin Buu y pedirle a todos que le dieran la energía a mi papá. De ahí en fuera todas eran mentiras y charlatanerías. Me habría preocupado en buscar rápidamente cualquier cosa en internet, pero por suerte, su hija iba conmigo en la escuela, en mi salón, a mi lado, solo unas pocas palabras y lo tendría todo listo. Me recargué sobre el libro abierto y de más de quinientas páginas de contabilidad y me clavé en la foto, fijándome en ese rostro, ese que deseaba se esfumara de mi vida, ese que me traía viviendo en la agonía sin saberlo, ese que me lograba sacar lo peor de mí, ese que me asfixiaba y no me dejaba vivir, ese que era de mi hermano.

[…]

Mi corazón se agitó salvajemente haciendo abrir los ojos donde casi me caigo de espaldas con todo y silla. Miré de un lado para otro buscando que era lo que sonaba de esa manera, viajé mi vista frente a mí, encontrándome con las páginas de la lectura babeadas, por mí mismo. El ordenador seguía encendido y en el mismo lugar donde lo dejé. Finalmente miré sobre el escritorio donde las luces de mi celular se encendían y se apagaban indicando una llamada entrante. Me tallé los ojos para terminar de despertar bien y me llevé el celular a la oreja.

-bueno…- dije tranquilo intentando inútilmente apartar mi saliva del papel, recriminándome yo mismo por haberme dormido en medio de la tarea.

-¿hola? ¿Gohan?- dijeron al otro lado y me frené en seco fijando mi vista al frente, mirando a la nada e imaginando a la persona frente a mí.

-Trunks, ¿Qué pasa?- pregunté en un tono más emocionado, olvidándome de las actividades y del tiempo que había perdido ya.

-bueno, es que no nos hemos visto últimamente y pues…- hizo una pausa y yo ya deseaba decir “si también quiero verte” –quería ver si podemos salir… bueno, si quieres claro…- quise contestar de inmediato, pero frené cualquier palabra arrebatada, intentando ocultar mi emoción y mis desesperación.

-¿salir?... Si claro… ¿Cuándo?- hasta yo mismo me sorprendí del tono, hasta cierto punto, indiferente, soportando las ganas de decirle “¡Claro, cuando quieras!” o “¡Solo tienes que decirlo y yo partiré justo ahora a tu casa!” las cuales me veía obligado a callar por obvias razones, debía esconder a toda costa eso que sentía por Trunks, ese maldito amor que al igual que el odio por Goten, incrementaba día con día, y por supuesto, también me destruye, también me fulmina y también me arruina la vida.

-pues había pensado que podría ser mañana…- contestó y me dieron ganas de saltar de mi propia silla de la emoción.

-¿mañana?- pregunté haciéndome como si me la pensara, tal vez tenía tarea, pero al cuerno con ella, iría a ver a Trunks. –Sí creo que sí puedo…- contesté y le escuché soltar una risa complacida, la misma que se formaba en mis labios en ese momento.

-de acuerdo, entonces te espero mañana afuera de la universidad…- acató y sonreí asintiendo a pesar de que este no me veía.

-¡claro, ahí nos vemos! – no pude ocultar del todo mi emoción esta vez, sonando bastante feliz.

-¡de acuerdo! Entonces nos vemos mañana…- rectificó bastante seguro. –Adiós Gohan… cuídate…- concluyó y colgué el teléfono tras afirmar.

Dejé ir un suspiró y posé mi celular nuevamente en el escritorio, mirándole con una sonrisa complacida y feliz. Mañana vería a Trunks, y por un momento deseé con todas mis fuerzas que ya fuese mañana, pero la oscuridad a través de la ventana me hizo cambiar de opinión. Viajé mi vista con los ojos muy abiertos hasta el reloj que había en la parte inferior de la pantalla, las diez de la noche, y yo con más de medio ensayo que escribir, y con el libro estropeado, me había llevado más de tres horas babeando el libro…

Esa noche, no dormí…

*****

“si lo supiera… ¿Qué pensaría? ¿Se enojaría? ¿Me rechazaría? ¿O tal vez…?” Trunks meditaba a diario en la soledad y calma que traía la noche, pensando en todas las posibilidades que podrían ocurrir respecto a sus sentimientos. “… o tal vez también me ame…”

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Tenía la mirada fija al pizarrón, parecía observar detenidamente la clase de historia que se desarrollaba al frente, pero no lo hacía. Sus ojos azules bailaban en un momento imperceptible al reloj de un lado, marcando con la punta de los dedos cada segundo golpeando el escritorio de madera. Estaba descontrolado, faltaban cinco minutos para que la clase concluyera y le parecían horas, había sido el día más largo de toda su vida, ni siquiera había escuchado la mitad de lo que habían dicho en todas las horas de clase, pero por supuesto, no hacía falta. Era el heredero de la Capsule Corp, no debía preocuparse por tonterías, él era un genio por naturaleza, igual que su madre, marcando el apellido Brief con su talento nato para todo.

-hey Trunks… vamos a algún  lado esta tarde…- musitó su compañero y amigo a su lado, sentado en la banca de dos acomodadas en círculo alrededor del escritorio del maestro. Trunks le miró desde el rabillo de su ojo deteniendo el golpeteo de su mano por unos momentos. Él era Kyou, un chico castaño y alegre, el único sujeto al que podía llamar amigo en su clase, no le hablaba a nadie más que a él, quien por alguna razón se mostró diferente desde el principio, todos solían admirarlo y respetarlo, pero se terminaban alejando ya que Trunks no solía ser muy amable, además de que por su fama y dinero terminaban clasificándolo mal sin conocerle. Pero a Kyou parecía no importarle, simplemente era su amigo de clase y ya.

-no puedo, hoy… tengo otros planes…- contestó sin entrar en detalles, tomándole poca importancia y volviendo su vista al frente. Kyou resopló y volvió sus ojos cafés claros al frente, recargando su cabeza en la palma de su mano.

-vaya… le diré a Goten si quiere ir a los juegos entonces…- volvió a clavar su vista en Trunks y este le asintió levemente sonriendo de lado. Sabía de sobra que Kyou y Goten no se llevaban del todo bien, pero en el colegio eran siempre los tres, así que algo de amistad abría ya en ellos. Trunks volvió su vista al frente regresando al golpe impetuoso de sus yemas sobre la mesa. –Al menos dime a dónde vas a ir…-indagó el castaño sonriendo entre malicioso y curioso, dejándose ver ese ojo que cubría su cabello marrón.

-no es algo que te importe…- respondió el de cabello lavanda aguantándose una risa divertida.

-hey, vamos, puedes decirme… ¿o qué? ¿Acaso se trata de una chica?- preguntó con voz más fuerte reclinándose a un lado de su compañero para cortar distancias.

-no, no es eso…- susurró sin cesar el movimiento de su muñeca. Kyou solo se mostró más divertido, afilando la mirada y ladeándose a un más hasta topar con el hombro de Trunks.

-venga, si no es una chica entonces puedes decirme… - incitó y Trunks negó con la cabeza clavado en unas letras sobre la pizarra.

-no te diré Kyou así que deja de insistir…- movió sus ojos hasta encarar a su amigo mostrando que hablaba muy en serio.

-¿Por qué no puedo saberlo? Será entonces que me estas mintiendo e iras a tener una cita con una chica… ¿es eso? Por qué no me contaste antes…- reclamó y los ojos de Trunks dieron una vuelta ante la necedad de su compañero.

-que no, no es una chica, y si lo fuera tampoco te lo diría… además ya he dicho que no es algo que te importe…- dijo seriamente frunciendo el entrecejo algo molesto. Kyou apretó los labios y agachó la cabeza hasta estar muy cerca de su amigo, lo necesario para poder hablar bajo.

-¿no será que tienes una novia y no me lo has contado? Porque si es así claro que me importa. Anda dime, ¿Cómo es ella? ¿Desde cuándo se conocen?- Trunks apretó la quijada y cerró con furia el puño tensando todo su brazo. Kyou le miró fijamente mientras los ojos azules de Trunks se clavaban filosamente sobre los de él, de una manera totalmente amenazadora.

-¡que no es ninguna chica!- gritó exaltado logrando que Kyou se encogiera de hombros y agachara la mirada.

-¿algún problema joven Brief?- preguntó el profesor y el mencionado llevó sus ojos azules sobre su maestro, mostrando en su cara una expresión de terror y sorpresa al encontrarse las miradas de todos sus compañeros sobre él.

-lo… lo siento…- se disculpó acomodándose en su asiento y bajando su vista hasta mirar directamente su banca.

-ya vez lo que provocas…- se burló Kyou por lo bajo.

-¿Qué? pero si todo esto ha sido tu culpa…- reclamó y Kyou estaba a punto de agregar algo más cuando el timbre finalmente sonó dando la clase por terminada.

-¡bueno, lo dejamos aquí por hoy! ¡No olviden la tarea para mañana!- indicó el maestro mientras Trunks y Kyou avanzaban como desesperados a la salida, siendo los primeros en abandonar el aula.

-¿tarea? ¿Qué diablos dejó?- preguntó el de cabellos lavanda a su compañero después de que comenzaran a recorrer el pasillo.

-¿y yo que sé? Tú eres el que pone atención…- respondió el castaño frunciendo el ceño y mirándole extrañado por su pregunta.

-¿Qué? ¡Pero si no he escuchado nada de nada!-  exclamó Trunks llevándose una mano a la cabeza para frotarse el cabello en símbolo de desesperación.

-mierda Trunks, ¿Qué voy a hacer contigo? ¿Ahora que se supone que vamos a hacer?- cuestionó Kyou torciendo los labios a un lado.

-pues no se…- respondió el de cabellos violeta bajando las ultimas escaleras a la salida del instituto, recorriendo en su mente a todas las posibles personas a las que podría preguntarles, la lista ascendía a cero.

-mejor vamos a los juegos…- reiteró Kyou colocando sus manos detrás de la nuca y deteniéndose en la entrada, al mismo tiempo que Trunks frenó su camino.

-mejor hazme un favor Kyou…- pidió y el castaño arqueó una ceja intrigado por eso, formando una expresión seria e interesada. Trunks colocó una mano sobre su hombro y se acercó con total seriedad, como si fuera lo peor del mundo lo que estaba a punto de pedirle. –investiga la tarea y pásamela por correo en la noche…-

-¡¿Qué?! ¡¿Te has vuelto loco?! ¡¿Y yo a quien rayos se la voy a pedir?!- exclamó el castaño abriendo los ojos y boca al tope.

-¡eso es parte del favor! ¡Anda Kyou, yo ya debo irme!- dio ligeros golpes en la espalda de su amigo quien aún no salía de su asombro.

-¿y a dónde vas Trunks?- preguntó Goten a un lado, llamando de inmediato la atención de ambos chicos.

-¡ho Goten! Perdón casi te olvido…- se disculpó el de cabello lila rascándose la mejilla algo avergonzado. Goten angostó los ojos y torció los labios mostrando una falsa molestia.

-sí, ya lo he notado…- respondió y se cruzó de brazos hasta quedar frente a su mejor amigo.

-de verdad lo siento, pero es que…- se detuvo unos momentos y de inmediato fue interrumpido por Kyou.

-pero es que se va a ir a ver con su novia y no nos lo ha dicho…- completó, los ojos azules y amenazantes de Trunks se fueron contra el castaño.

-¿tienes novia, Trunks? ¡¿Por qué no me lo has dicho?! ¡Soy tu mejor amigo!- exclamó furioso y Trunks golpeó el suelo con el pie al mismo tiempo que empuñaba sus manos a los lados.

-¡que no tengo novia! – gritó en respuesta y Goten frunció el entrecejo.

-¿entonces a dónde vas?- cuestionó el pelinegro afinando la vista.

-si Trunks, dile a dónde vas…- presionó Kyou de manera maliciosa, sonriendo de lado y aproximándose hasta acorralarlo entre el cuerpo de Goten.

-solo… voy a ir a comprar unas cosas que me encargó mamá…- mintió bajando la mirada notablemente avergonzado por no pensar en nada mejor.

-ha… con que es eso…- dijo el castaño en un tono decepcionado echando el cuerpo hacía atrás nuevamente.

-¿hablas en serio Trunks?- preguntó el pelinegro y Trunks sacudió la cabeza en modo afirmativo. –de acuerdo… - susurró mirando algo extraño en los ojos de su amigo, algo que no alcanzaba a descifrar a pesar de conocerse desde hacía ya muchos años.

-bien… hasta luego entonces…- se despidió Trunks mirando a sus amigos pausadamente.

-de acuerdo, ve y diviértete haciéndola de mandadero…- se burló Kyou y obligó a Goten a darse la vuelta para comenzar a avanzar en sentido contrario.

-¡Kyou no olvides enviarme la tarea!- recordó Trunks desde atrás, avanzando en dirección contraria. Kyou asintió y Goten se quedó extrañado, Trunks estaba mintiendo, el centro de la ciudad no quedaba en esa dirección, y la prisa de su amigo estaba por demás, era claro que mentía. Una sensación de saber a dónde iba nació en su pecho,  pero sintió la mano de Kyou sobre su hombro y supo que no era el mejor momento para indagar en ese asunto.

-anda Goten, vamos a los juegos…- propuso y el pelinegro quitó su vista de Trunks para mirar al frente con resignación.

-de acuerdo, de todas maneras mi hermano no estará en casa esta tarde…-

[…]

Su pie se sacudía incansablemente contra la pared, golpeándola levemente con el tacón de su zapato. Las letras de la Orange Star High School se marcaban en el arco sobre su cabeza. Las manos, las tenía metidas en las bolsas de los pantalones mientras intentaba calmarse los nervios que albergaban su cuerpo, ya casi era la hora en la que harían sonar la campana y entonces finalmente podría encontrase con Gohan, pero entre más lo pensaba más nervioso se ponía, preguntándose una y otra vez la razón de su nerviosismo. Simplemente no comprendía por que le sudaban las manos, le latía fuerte el corazón y unas ganas de vomitar aparecían automáticamente cuando le veía. Negó con la cabeza y sonrió para sí mismo, realmente si lo sabía, pero aun así le costaba demasiado admitirlo, Gohan le gustaba, lo quería, como persona, como hombre, como todo. Bajó la mirada avergonzado por sus propios pensamientos, hundiendo sus ojos azules contra el pavimento.

La campana soñó y automáticamente alzó la vista impaciente por que pudiera salir de una buena vez. Llevaban casi un mes entero de no verse, demasiado tiempo para alguien que se la pasa recordando con desesperación el rostro de ese chico. Estaba impaciente, lo había imaginado más de una vez durante las noches, fantaseando con cosas que le hacían ruborizarse de inmediato. Y ahora, al fin después de tanto tiempo volvería a ver su sonrisa.

La gente comenzó a salir y los ojos azules de Trunks se paseaban entre las figuras de las personas, mirándoles de reojo discretamente, esperando el momento en que fuera Gohan el siguiente. Sintió su Ki, que aunque lo llevara oculto, podía reconocer de inmediato. Su rostro bajó nuevamente intentando tomar valor y fuerza, cerrando sus puños para que sus manos dejaran de temblar.

¡hey, Trunks!- lo llamó el mayor encaminándose en su dirección. Trunks suspiró y alzó la vista sonriente, pero por desgracia no venía solo.

-hola Trunks…- saludó Videl pegada a Gohan, tan pegada, que el chico de ojos azules tensó todo su cuerpo y apretó los labios intentando calmar nuevamente su corazón.

-hola Videl…-contestó por simple cortesía y se giró a Gohan esta vez seriamente. -¿iremos solos verdad?- cuestionó y en el rostro de la chica se dibujó una expresión de sorpresa, mostrándose ofendida.

-amm, bueno…- balbuceó Gohan mirando al suelo para evitar ambas miradas.

-no te preocupes Gohan, nos vemos mañana…- dijo Videl dándose la vuelta y avanzando de brazos cruzados, pasando a chocar su brazo contra su compañero de clase.

-Videl… espera…- musitó y la chica volteó unos segundos para encontrarse con la mirada fulminante de Trunks, como si le dijera: vete de una vez.

-no olvides hacer la tarea…- contestó y sin más se alejó de ambos. Gohan resopló y se giró a Trunks algo molesto, era su Trunks, pero ella también era su amiga, ver la rivalidad que existía entre ambos por algo que no había entre ninguno le frustraba evidentemente.

-¿Qué quieres hacer?- preguntó el de cabellos lavanda sonriendo y moviéndose a un lado con tranquilidad, como si lo anterior no hubiera sucedido. Gohan rió sarcástico y dejó ir el aire a sus pulmones para calmarse.

-mmm… ¿te parece si vamos al parque por un helado?- propuso el mayor haciendo también como si nada. Trunks asintió y ambos comenzaron a transitar por las calles.

[…]

-venga Trunks, ¡este es tu quinto helado!- exclamó Gohan sentado frente al mencionado, quien se sonrojó levemente ante sus palabras.

-deberías entenderme… ya sabes… por eso de la sangre saiyajin…- susurró eso ultimó y Gohan se estiró para menearle los cabellos.

-eso lo se… es solo que me sigue sorprendiendo que te apenes siempre que te lo digo…- contestó y clavó sus ojos duramente, mirada que Trunks no pudo sostener y se agachó fingiendo comer más de su copa de cristal.

-sabes, eres un tonto…- dijo el chico picando su postre con la cuchara que sostenía en su mano derecha.

-y tú eres muy lindo…- susurró Gohan y Trunks hizo contacto visual de inmediato ante esas palabras, quedándose petrificado. Gohan se mantuvo serio, una seriedad que le hubiera dado escalofríos a cualquiera, y Trunks no fue la excepción, sintiendo como un temblor sacudía su espalda.

-¿Qué… que dijiste?- cuestionó y Gohan rió secamente colocando su mano sobre la mejilla del menor, pues la mesa de la heladería era demasiado delgada, lo suficiente como para tocarle sin esfuerzos.

-que eres bastante lindo…- repitió y los azules ojos de Trunks se ampliaron ante semejante cumplido, enrojeciéndose y sintiendo los dedos de Gohan recorrer con las yemas su mejilla.

-Gohan…- musitó el muchacho y el mayor dejó ver una sonrisa entre coqueta y emocionada.

-¿Qué pasa?- preguntó como tentándolo a dar pie a sus palabras. Su corazón daba vueltas al igual que sus pensamientos, deseaba a Trunks, lo deseaba intensamente y las ganas de decírselo le estaban comiendo por dentro.

-bueno… es que… eso es muy raro…- respondió Brief bajando la mirada y subiéndola repetitivamente, demostrando un nerviosismo absoluto. Gohan angostó los ojos y detuvo sus movimientos para tomar a Trunks por la barbilla obligándolo a mirarle.

-¿raro?- preguntó con voz seria y concentrada. Entonces Trunks cayó en cuenta que esa palabra podía haber herido a Gohan y que acaba de cagar el asunto.

-¡No! ¡No quise decir que fueras raro! Digo… ¡que las palabras fueran raras! ¡No, bueno, no son raras! ¡Es decir…!- Gohan se echó a reír logrando que Trunks se callara y bajara la vista avergonzado por sus palabras nerviosas y sin sentido, tratando de componer un momento que había parecido perfecto.

-tranquilo… no pasa nada…- lo calmó el mayor en un tono tranquilo, logrando únicamente que Trunks se sintiera aún más tonto.

-lo siento…- se disculpó y Gohan hizo una mueca de no entender por qué lo hacía, pero se limitó a asentir y a formar nuevamente un rostro serio.

-¿entonces no es raro que te diga la verdad? ¿Qué te diga que eres lindo?- cuestionó Gohan en un tono aventurado y algo seductor. Trunks negó con la cabeza, imposibilitado en hablar, pues los nervios lo estaban consumiendo. Era claro que él estaba enamorado de Gohan, y a veces llegaba a pensar que esos pensamientos y sentimientos eran correspondidos por el mayor, pero nunca, ninguno de los dos se había atrevido a encarar esa situación, dejándose llevar por las múltiples veces en las que caían en eso, extrañas insinuaciones por parte de ambos. Y aunque cosas como esas se habían presentado en otras situaciones, no pasaban de eso, de hacer leves comentarios al respecto y luego volver a hacer como si nada, pero por supuesto, no podía evitar sentirse sumamente nervioso y extasiado con el simple contacto y cercanía.

Gohan recorrió su pulgar hasta rozar su barbilla, acariciando su rostro embelecado con la imagen de un chico avergonzado y nervioso frente a él. En su mente pasó ese Trunks que le regaló un beso en la mejilla hace muchos años, era el mismo rostro, ese rostro el cual le había gustado al primer momento que lo vio, al primer momento en que le observó fulminando a Freezer, ese rostro del que se había enamorado. Suspiró enredado en recuerdos y sentimientos que guardaba y anidaba en su pecho, ese cariño por los dos Trunks, por el que lo había embelesado, y por el que tenía oportunidad de amar.

Le miró, esos ojos azules que bailaban de la mesa a sus ojos, sin el valor suficiente para enfrentarlo, sus mejillas, su piel, su cabello, todo era un conjunto perfecto de cualidades. Siempre había sabido de sobra que a Trunks no le era indiferente, pero sus prejuicios y temores siempre le atormentaban impidiéndole hacer algo más, algo que rompiera con esa barrera de “amigos”. Su corazón saltó sintiendo un escalofrío en su cuerpo y un vacío en su pecho, el deseo inexplicable de querer hundir su boca en esos labios, esos labios rosados y delgados, perfectos, unos de alguien que era once años menor, convirtiéndolo en casi un niño, pero que a pesar de eso, cumplía con cualquier característica para lograr hacerlo deseable y perfecto.

Se acercó, se acercó sin soltar su rostro, y pese a su altura, robarle un beso a pesar de la separación de la mesa sería algo muy fácil. Sintió a Trunks temblar, pero al mismo tiempo entrar en deseos, como los de él. Nunca habían estado en una situación así, a pesar de los deseos por parte de ambos, quizá era el momento, era el momento de tomar la iniciativa y proliferar su amor de una vez, dejarse de todas esas mascaras. Sin notarlo ambos redujeron distancias sin  importar la mirada de algunos otros que pasaban por el lugar, pero un sonido bastante fuerte les sacudió los oídos logrando separarlos de inmediato. Trunks buscó en su chaqueta su móvil y Gohan retiró la mano soltando un suspiro de frustración.

-Hola… ¿mamá?- contestó el menor mirando al vacío de la calle a su lado. –No, estoy con Gohan...- el mayor no escuchaba lo que Bulma decía, pero seguramente le estaría regañando. –sí mamá, de acuerdo, voy para allá. Si también te quiero…- colgó el teléfono y Gohan terminó su helado de una sola vez, mirando nuevamente a su amigo.

-¿no le dijiste que saldríamos?- preguntó con voz divertida.

-no, quiere que vaya a casa ahora mismo…- respondió en un tono de resignación y tristeza, pues segundos atrás estaba a punto de suceder lo que siempre había estado deseando.

-está bien, entonces vámonos de una vez…- dijo Gohan esperando a que Trunks acabara con su postre, el cual ya estaba algo derretido.

-lo siento, sé que tu si le has pedido permiso a la señora Chi-Chi…- los ojos de Gohan se angostaron y de inmediato mostró una expresión de enojo.

-¿Por qué lo dices?- preguntó secamente y Trunks se sintió extrañado por ello.

-pues Goten dijo que no estarías esta tarde, supongo que lo sabía por qué se lo mencionaste a tu mamá…- explicó y Gohan presionó los puños bajo la mesa al momento de escuchar ese nombre.

-no le dijiste que vendríamos… ¿o sí?- la amenaza era casi imperceptible en Gohan, pero Trunks se sintió incomodo de inmediato.

-no, claro que no, me preguntó a donde iba, pero no le he dicho nada…- respondió algo asustado y Gohan siseó chocando las muelas hasta que hicieran un sonido audible para Trunks.

-bien… vámonos entonces…- se puso de pie sin más y Trunks le imitó de inmediato, aun sin saber el repentino cambio en su amigo.

[…]

Aterrizó sobre el césped de la C.C. y se adentró de inmediato. Vegeta estaba en la cámara de gravedad, por lo que únicamente se enfrentaría a la ira de su madre. Al cruzar la puerta estaba Bulma esperándole de brazos cruzados, con una expresión dura y enojada. Al fondo estaba Bra mirando la televisión, pero bastante atenta a lo que ocurría en ese momento.

-¿Por qué no me dijiste que saldrías? ¡No sabes lo preocupada que estaba!- recriminó la peli-azul y Trunks bajó la mirada escuchando sus regaños, a veces parecía que a Bulma se le olvidaba que era un saiyajin poderoso y podía acabar con cualquier peligro. Solo se dedicó a escuchar, asentir y disculparse, incluso perdió la noción del tiempo que estuvo ahí parado, hasta Bra se aburrió y se fue a jugar a la sala con sus múltiples juguetes.

-si mamá… lo siento…- dijo y la verdad no escuchó de que se estaba disculpando esta vez, solo la escena de Gohan tomándole la mejilla estaba dentro de su cabeza. Bulma se descruzó de brazos y soltó un suspiró para calmarse.

-está bien Trunks… ve a cenar ahora…- indicó y su hijo levantó la vista aun con un semblante de arrepentimiento, el cual no sentía.

-en realidad no tengo hambre, voy a mi habitación a hacer la tarea…- dijo y Bula siseó asintiendo rápidamente.

El adolecente se fue sin más a su cuarto mirando que en verdad ya era tarde. Prendió el ordenador sin saber que rayos iba a hacer, y sin ganas ni interés. Su mano fue hasta su mejilla donde Gohan le había estado acariciando, recordando el momento en donde casi, por casi nada, estuvieron a punto de hundirse en un beso. Abrió su correo y localizó el de Kyou de inmediato.

“Trunks, debemos hacer un resumen de la historia de los héroes de la capital del oeste, o algo así. Y lo peor del asunto es que es para mañana, debemos enviárselo al correo del profesor, (a ese canalla no le importa que sea sábado). Verás el trabajo que me costó conseguirlo, ¡me lo han pasado todo, ¿puedes creerlo?! No he hecho más que pasármela en los juegos con Goten! Son cien páginas sobre eso. ¡Que te diviertas en la tarea! Nos vemos el lunes, y podrías contarme algo sobre tu novia.

PD. Ni lo sueñes, no te la pasare.”

Trunks soltó un gran suspiro al terminar de leer el texto, donde toda la emoción y éxtasis que sentía se vino en pique ante la idea de pasar la noche tras la computadora.

Esa noche, no durmió…

[…]

Atravesó las montañas y finalmente vislumbró su pequeña casa humante a lo lejos. Resopló ante la idea de volver a caer en lo mismo otra vez. Aterrizó frente a la puerta sintiendo el Ki de toda su familia adentro, todas esas personas que a veces actuaban como desconocidos.

Respiró hondo preparándose para encararlos de nuevo, poniéndose firme y tomando la perilla de la madera, fijando sus ojos al frente y forzándose a sonreír, a formar nuevamente esa sonrisa…

Continuará…

Notas finales:

Bueno, en este capítulo vimos la personalidad de Gohan, la cual seguramente les parecerá imposible, diciéndose ¿Cómo Gohan, el considerado y amable podría llegar a ser así? Pero así es, decidí formar un carácter muy diferente al que siempre nos topamos, a ese que te mira con una sonrisa sincera. Por lo general me gusta conservar sus personalidades, pero me vi en la necesidad de experimentar. Lo forme así, por la única razón que tiene motivos para eso. Gohan es fuerte y bueno, así que me di a la tarea de sacar todo lo negativo de él. Pero créanme, aunque parezca un malnacido que merece más de una bofetada, hay más de él, todavía nos falta aventurarnos en sus pensamientos.

Aquí apareció Kyou, y para quien ya lo conozca, no es que no tenga más creatividad para la creación de personajes, lo que pasa es que Kyou existe en la vida real, es mi hermano y le prometí incluirlo en todos mis fics. Pero claro aquí es un extra secundario y sin relevancia.
El siguiente capítulo se llamará: Hermanos. Y es algo complicado para mí, ya que… ¡voy a narrar desde la perspectiva de Goten! Dios, no he jugado con él, y como lo habrán notado, Gohan es de carácter fuerte y “malo” y Trunks tampoco es muy sensible que digamos. Pero Goten es pura miel T.T Aun no metemos mano en la “segunda historia” (reitero es una misma) eso vendrá hasta el capítulo 5, más o menos.

Bueno, muchas gracias por leer. Cualquier duda háganmela saber. Espero sus comentarios, díganme que piensan de todo esto. Sin más gracias y hasta la próxima. (Que sera el jueves de la siguiente semana)

 

 


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