“Volveré pronto, come bien. Por favor extráñame, porque yo te extraño cada día. Te amo, no lo olvides.”
Después de teclear cada palabra en la pantalla de su móvil, apretó la tecla SEND. Era el mensaje número quinientos que le enviaba a Yunho desde Seúl. La cuarta semana en la que no volvió a Shanghái. Su padre no mejoraba, pero tampoco empeoraba. Cada día había estado yendo al hospital. Aquel hombre postrado en la cama ya era un anciano, los años habían pasado en él. Pero aun conservaba esa mirada tan profunda, algo que él heredo. Lo único que agradecía haber heredado de ese hombre. Aun recordaba como su padre sollozo al verlo entrar en compañía de Hyun Joong. Lo único que hizo cuando los tres quedaron solos en esa habitación fue suplicar el perdón de ambos hermanos.
Jaejoong maldecía su bondadoso corazón, porque inmediatamente perdono a su padre. Hyun Joong tardo un poco más, pero también lo perdono. Los días pasaron como si fueran tan solo horas. Quería llamar a Yunho y rogarle que fuera a buscarlo. Se sentía atrapado con aquella familia, su moribundo padre que intentaba ser un mejor hombre con sus hijos. Eso le causaba gracias, ya que siempre las personas al borde de la muerte intentaban arreglar sus errores y uno debía perdonarlos para dejarlos ir al paraíso. Su padre vería el paraíso después de hacer un infierno de su vida.
Su hermano Kyu Jong, al llegar al hospital estaba gritándole que era un bastardo, lo culpaba del estado de salud de su padre. Todas las culpas caían en el hijo bastardo, en él. Pero decidió ignorar a Kyu Jong, era lo mejor que podía hacer para evitar peleas y llegar a asesinar al sujeto que había cumplido todas las expectativas de su padre. Kyu Jong era un hombre fuerte y hermoso, se caso con una mujer muy rica y esperaba un hijo. Era uno de los hombres de negocios más importantes en Japón y Seúl.
Jaejoong estaba atrapado entre su familia y su moribundo padre. Extrañaba a horrores a Yunho, su cuerpo, su toque, su voz… se preguntaba hasta cuando aguantaría esa distancia. A su mente venían los fantasmas de Jessica y Yunho juntos, ella consolándolo y ambos haciendo el amor en su departamento, en su habitación. Cada noche despertaba todo sudado con esas pesadillas. Otras noches veía el vientre abultado de Jessica, y diciéndole a Yunho que llevaba su hijo. El hijo que Jaejoong no podría darle.
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Marcó el número en su móvil esperando que atendieran pronto. Al segundo timbre su corazón latió rápidamente, una voz tan masculina le respondió con un débil “Hola”
-Yunho… ¿Cómo has estado?
<<-Muriendo sin ti>> pensó Yunho, pero respondió de otra forma – Bien, ¿Cómo está tu padre?
<<-¿Bien? ¿Solo eso me dirás? Yo aquí penando por haberte dejado tanto tiempo y tu respondes con un insipiente “bien”>> pensó mientras sus manos temblaban por la rabia y el malestar que había estado teniendo en su estomago aumentaba. Nunca se acostumbraría a comer en la mansión de su familia y menos su estomago.
-Él está mejorando – respondió, pero guardo silencio al escuchar la voz de Jessica llamando a Yunho – Tu… ¿Dónde estás?
-Caminando un poco por el parque cerca de tu departamento. Debo colgar, después hablamos.
Lo último que Jaejoong escucho fue la voz de Jessica llamando con entusiasmo a Yunho, su Yunho. Pago al taxista rápidamente y bajo del auto. Camino con el móvil en la mano. Diviso los alrededores del parque, pero no había rastro de Yunho o Jessica. Se preguntaba si el más alto le había mentido. Había vuelto de su viaje con la esperanza de darle a Yunho una grata sorpresa, pero el sorprendió había sido él. Su mirada se entristeció cuando marco al móvil de Yunho y éste no le contesto. Camino por los alrededores del parque cargando sus maletas. Miraba ese pedante equipaje.
-Mira lo que es la ironía, me fui sin ninguna maleta y vuelvo con dos– sonrió de costado con total sarcasmo.
-¡No nos dijiste que volvías! – dijo una aguda voz a sus espaldas. Lo que obligo que Jaejoong volteara.
Era Junsu que estaba con Yoochun. Ambos le explicaron que estaban paseando después de rendir unos exámenes, así despejarse. Junsu noto la expresión de desanimo en su joven amigo.
-¿Te sucede algo malo? ¿Cómo está tu padre?
-El mejoro, por eso he vuelto… pero…
-Te preocupa el profesor Yunho, ¿no? – dijo Yoochun con total tranquilidad. Estaba reponiéndose del abandono de su novia, y veía con más claridad cuando alguien sufría por amor.
Jaejoong asintió las palabras de Yoochun.
-El profesor ha estado bastante deprimido desde que te fuiste, casi siempre le pregunta a Junsu si tenía noticias tuyas – dijo Yoochun esperando tranquilizara su joven amigo. Antes de contestar la llamada entrante de su móvil. Lo que lo obligo a alejarse de ambos para hablar con más calma.
-Eso es verdad, no ha hecho más que extrañarte – afirmo Junsu con certeza.
Cuando Jaejoong estaba por agradecer las palabras de sus amigos, no pudo evitar estirar el cuello al ver que en una esquina del parque Yunho estaba paseando con Jessica. Ambos muy juntos uno del otro. Esa imagen no impacto tanto a Jaejoong como ver el vientre hinchado de Jessica. Aquella mujer lucia aun más hermosa con ese abultado vientre.
El rostro de Jaejoong palideció y hasta tambaleo, las ganas de vomitar volvieron. Sigilosamente como un gato se aproximo hasta ambos, Junsu siguió con la vista. Para cuando vieron a Yunho con la mujer era tarde, Junsu quería explicarle a su amigo que Jessica estaba embarazada, pero de otro hombre.
-te ves muy linda – dijo Yunho sosteniendo la mano de Jessica – Me alegra que puedas caminar por tus propios medios.
-El doctor dijo que podía hacer pequeñas caminatas con el padre de mi bebé – rio divertida. Su médico seguía creyendo que Yunho era el padre de ese bebé – Además que nombre debo ponerle.
-Te negaste a saber el sexo y buscas ponerle un nombre – reclamo Yunho haciendo una mueca de costado mientras inflaba las mejillas.
Jessica se acaricio el vientre con ambas manos y miro hacia Yunho.
-Mira bebé… este es papá Yunho – señalo con dulzura hacia el más alto - El te querrá mucho como mamá. Así que no importa si eres un niño o una niña, los dos te querremos mucho – dijo con una melodiosa voz. Yunho solo sonrió al ver actuar tan infantil a la siempre madura Jessica.
-Si es niña que tal si se llama como tu – dijo Yunho riéndose de manera burlona. A lo que Jesica le respondió con ligero puchero – Vale, si es un niño que se llame como…- pauso para pensar. Sin percatarse que Jaejoong estaba escuchando toda la conversación.
-Quiero que Jaejoong sepa de mi bebé – dijo Jessica frotando su vientre con una dulce expresión en sus rostro <<Quiero que si es varón se llame como Jaejoong>>
-¿Aun no he podido hablar con él, pero cuando regrese se lo diremos?
De entre las sombras apareció Jaejoong, emergió ante la luz del día y ante esos dos a los que miraba con desprecio. Su corazón estaba partido en mil pedazos, Yunho se había encargado de destruirlo. Ver el vientre de Jessica lo hizo sentirse acabado, ella al fin le había dado algo que él jamás le daría a Yunho. Solo una pregunta estaba en sus labios.
-¿Por qué? ¿Por qué? – dijo a medida que las lagrimas caían de su rostro.
-Jaejoong – dijo Yunho ante la sorpresiva aparición del más joven. Él tenía intensiones de preguntar sobre el llanto, pero al ver como Jaejoong observaba el vientre de Jessica supo la respuesta – Déjame explicarte…
Jaejoong no dio tiempo de hablar al más alto, levanto sus frágiles manos que temblaban y dibujo su silueta de sus manos en la mejilla del más alto. Una certera bofetada. Después dio media vuelta y salió huyendo.
Yunho sin pensarlo corrió tras Jaejoong, gritando que parase y lo escuchase, pero el más joven parecía huir más rápido ante cada ruego. Cuando al fin logra coger a Jaejoong del antebrazo, éste se retuerce como si intentase soltarse del mismo diablo. Entre sollozos intenta alejarse, pero Yunho lo sostiene con más fuerza. Finalmente logra cogerlo por ambos brazos, zarandeándolo para que lo mirase a los ojos.
-¡Deja de correr como un niño! – exclamó molesto Yunho.
-¡Eso es lo que siempre fui para ti! – dice Jaejoong aun con lagrimas en los ojos - ¡Siempre fui un niño ante tus ojos! ¡Nunca me tomaste enserio! ¡Eres un maldito!
-¡Escúchame! ¡No quiero gritarte! ¡Tranquilízate! – intenta bajar el timbre de su voz, pero le era imposible. Jaejoong lloraba con más fuerza.
- ¿Escucharte? – bufo con lagrimas en sus ojos, apenas podía hablar entre tanto dolor - ¿Ahora quieres que te escuche? ¿Ahora me dirás que Jessica fue tu novia en el pasado, que planeaban casarse y tener hijos? ¡Ella fue tu primer amor!
-¿Cómo lo sabes? – pregunto asombrado, ay que planeaba contarle eso al más joven, pero temía su reacción. Y no estaba equivocado.
-¡Planeabas ocultarlo toda la vida! – dijo a medida que su llanto cesaba. Había visto la verdad, aquella que se negaba y que todos parecían gritarle: Su relación no tiene futuro - ¡Claro, yo solo era una diversión! ¡Una distracción!
-¿Diversión? ¿Solo una distracción? – pregunto Yunho con molestia, le dolía que Jaejoong pensara de ese modo – No olvidas que deje a mi padre por ti, abandone todo por estar a tu lado.
-¡¿Ahora es mi culpa?! ¡¿Me estas culpando?! ¡Solo eso te faltaba!
-Yo no… Jaejoong… - bajo el timbre de su voz arrepentido de lo dicho.
-Eres un bastardo – dice mientras mira con total furia a Yunho – Siempre intente dar lo mejor de mí, pero nada te basto… Siempre fui un estorbo en tu vida.
-¡Deja de decir esas cosas! – grito Yunho, sus ojos se estaba cristalizando - ¡Crees que eres el único que sufre! ¡Siempre piensas que todo gira en torno a ti, pero no! ¡Te equivocas!
-Entonces respóndeme – las lágrimas silenciosas de Jaejoong se hicieron presente - ¿Eres más feliz junto a Jessica?
Yunho se negó a responder, bajo la mirada al suelo como si intentase que Jaejoong dejara de decir frases tan hirientes.
-¡Respóndeme una maldita vez con la verdad! – Jaejoong zarandeo a Yunho con fuerza así éste dejaba de ver el piso como un niño de dos años que había roto algo – ¡¿Fuiste feliz junto a Jessica por eso la buscaste en mi ausencia?! ¡Respóndeme!
- ¡Si, por eso la busque! ¡Ella me daba paz y tranquilidad! ¡Quería una maldita vez dejar de estar preocupado por lo que pasaría entre nosotros! – grito con toda su voz, los días sin Jaejoong habían sido tan dolorosos que solo junto a Jessica pudo soportarlo - ¡Ella me dio calma y tu solo me diste penurias y dolor! ¡Si hay alguien aquí que me lastimo fuiste tú! – eso ultimo no lo sentía, pero las palabras volaron de sus labios sin pensarlo.
Jaejoong se tomo la cabeza, frotándose las manos contra la frente. Había escuchado suficiente y visto bastante. Dio media vuelta para dejar a Yunho con aquella persona que le daba calma.
- Ese día tu padre día tenía razón – dijo Jaejoong dándole la espalda a Yunho. Quien levanto la mirada desconcertado. Preguntándose cuando su padre hablo con Jaejoong – Solo soy un error en tu vida y ella es la única que puede cumplir tu sueño.
Jaejoong sentía un nudo en su garganta y las lágrimas le dolían como cristales de vidrio rotos bajando por sus mejillas. El pecho le dolía, su corazón ya estaba destruido.
-¿Por qué termine enamorándome de ti? – se preguntó Jaejoong caminando para dejar atrás a Yunho – Le diste sentido a mi vida y ahora mi vida está vacía…
Jaejoong camino hacia la calle, el semáforo estaba en un verde que detuvo sus pasos. Antes de cruzar la calle volteo hacia Yunho, quien seguía parado como una estatua. Una hermosa estatua que Jaejoong logro amar y ahora solo quería que desapareciera. Quería perder la memoria y olvidar todo, olvidara Yunho.
-Incluso si no estoy cerca de ti, rezare para que seas feliz – el semáforo se puso en rojo, Jaejoong llevo el pie sobre la calle así cruzar a la vereda de enfrente.
-¡Jaejoong! ¡Perdóname!– exclamo Yunho corriendo tras el hombre que amaba, lo amaba y no permitiría que se alejara. Le explicaría que había sido un idiota, que lo amaba y que Jessica era el pasado. Pero sus ojos quedaron estáticos al ver como un auto no respetaba la señal de alto e iba en dirección a Jaejoong - ¡Cuidado! – gritó a gran voz.
<<Ahora serás tú quien llorará >>
Doushite… kimi wo suki ni natte shimmattan darou?
Por qué… terminé enamorándome de ti?
Donna ni toki ga nagarete mo kimi wa zutto,
No importan cuanto tiempo pase,
Koko ni iru to omotetta noni
Pensé que siempre estarías aquí
Demo kimi ga eranda no wa chigau michi
Pero tú escogiste un camino distinto
Doushite… kimi ni nani mo tsutaerarenakattan darou?
Por qué… no pude expresar lo que sentía?
Mainichi maiba tsunotteku omoi
Cada día y cada noche los sentimientos crecían
Afuresadu kotoba
Y las palabras que empezaban a desbordarse
Wajatteta noni
Pero he comprendido
Mou todokanai
Que nunca más te alcanzaran
DBSK/TVXQ: Why_Did_I_Fall_In_Love_With_You