Seis meses y mi barriga parece más grande que el mundo, ya siento como se mueve dentro de mi jamás pensé sentir algo así, me da alegría y miedo al mismo tiempo, aun pienso en lo que me dijo el padre de Eiri la última vez que estuvo aquí, el tenia razón que vas iba a hacer cuando mi bebe naciera y lo más importante, dejaría que mi hijo creciera fuera de una familia sea quien sea el padre, con quien me quedare
Primero estaba Eiri mi primer amor ahhh! con el que compartía una historia tormentosa y apasionada, de amor, engaños y dolor pero también me había hecho feliz, aunque aún estaba el fantasma de Kitazawa que nos evitaba seguir, aunque aún lo quiero a pesar de todo
Segundo estaba Alec un buen hombre que había sido más que paciente y cariñoso conmigo, siempre mostrándose interesado en mi bienestar, pero apenas lo conocía, es una buena persona a la que no sería difícil querer, pero me llegaría a enamorar de él?
Ambos querían casarse conmigo, pero solo por él bebé ambos quieren responsabilizarse de sus acciones “si” el bebé fuera suyo, pero si al que elija no es el padre de mi bebe, que pasara, arrg que complicado
Paso demasiado tiempo pensado en que hare y en mis posibles decisiones, siempre me siento cerca de la ventana de mi departamento y puedo pasar horas pensando y al final no llego a una solución esto es irritante y lo peor es que las hormonas no me ayudan en nada-oh bebé llegaste en un mal momento- sin querer las lágrimas comenzaron a salir y solo podía acaricia mi pancita, al menos tenía el consuelo de no estar solo, tenía a mi bebé y él me tenía a mi
El sonido del timbre llama mi atención y aleja esos pensamientos confusos de mí, me levanto con cuidado la verdad a veces pienso que son gemelos, pesa tanto mi bebé que apenas me muevo con facilidad , abro la puerta y ya he dejado de sorprenderme las visitas constantes de Alec ya son parte cotidiana en mi vida así como las llamadas matutinas para saber cómo pase la noche y como está mi mañana, las invitaciones a desayunar y a comer son de todos los días pero no es su visita lo que llama mi atención en esta ocasión sino más bien lo que trae en sus manos y me impide ver su rostro “un oso” pero no cualquier oso es uno que parece tener mi tamaño y apenas y puede sostener en sus brazos
-hola- oigo decir, tal pareciera que es el oso quien me saluda pero reconozco la voz de Alec atreves del peluche- puedo pasar?-en verdad parece que es el oso quien me habla
-oh si adelante quieres que te ayude- trato de meter parte del oso a mi departamento halando una pata y metiéndolo al interior de mi departamento
-qué te parece?- me pregunta dejándolo en el piso y caminado hacia mí para pararse a mi lado y mirar el oso ya sentado en el piso de madera- no pude evitarlo, es tan tierno!
-es… enorme
-si pero míralo-ojos grandes y oscuros con pelaje suavecito color café y orejas redonditas, simple diseño pero en verdad era lindo- piénsalo! Él bebe lo va a amar
-enserio!
-si! Si yo fuera un bebé lo amaría
-yo creo que es demasiado, lindo pero demasiado
-nada es demasiado para mi hijo!-esa frase me dio calosfríos y mire a Alec quien aún estaba maravillado por el enorme oso de peluche
-Alec?
-si?-aún mantenía la vista en el oso como si fuera un regalo para él y no para el bebé
-he estado pensando mucho esto y…si el bebé no es tuyo que pasaría!-listo lo dije, dejo de mirar el oso y me miro a mi como si tratara de leer mi mente o comprender lo que pasaba, aun así se veía confundido
-eso… bueno creo que…- fue un incómodo silencio y por una extraña razón me sentí más aliviado de su silencio pero aún no sé porque, me senté en mi sillón mirando su rostro aun confundido
-sé que piensas que si el bebé es tuyo lo lógico sería casarte conmigo pero quiero que sepas que eso no está en mis planes- sus rostro aún más confundido me mira- he pensado mucho y aun si mi bebé fuera tuyo o no yo no te amo y jamás estaría con alguien que no amo solo por obligación, no arriesgare a mi bebé a vivir en una familia sin amor que solo fue unida por las circunstancias
-y si fuera de tu ex?
-tampoco me casaría con él- se veía enojado y aún más confundido parecía que no me creía- yo amo a Yuki- vi como su ceja se enarcaba y una leve contractura de sus labios- pero él aún no está listo para tener una relación, esa fue la razón de nuestra separación y si no está listo para tener una relación formal no creo que una familia este en sus planes
-y eso como lo sabes?- su pregunta en tono acusatorio me confundió parecía como si defendiera a Yuki- tu que sabes del corazón de un hombre?-que?
-yo… soy un hombre- eso fue insultante, no porque este embarazado dejaría de ser más o menos hombre
-me refiero al corazón de un hombre enamorado
-perdón pero… estas defendiendo a Yuki?
-jajaja no realmente pero deberías de pensar en el hecho de estar embarazado de alguno de nosotros- vi como mordió su labio tratando de detener otra sonrisa ante mi enojo- la verdad y sin temor a equivocarme pero la razón por la que el señor Uesegui y yo peleamos no es por el bebé, es por ti Shuichi la verdad aun no te amo pero ya empiezo a quererte y si tú me eliges ten por seguro que pasare cada instante de mi vida tratando de que seas feliz y creo que la misma idea tiene tu ex – se dirigió a la puerta y la abrió y antes de salir me dirijo una sonrisa principesca- tu eres el premio mayor el bebé solo es un bonus
Me dejo aún más confundido de lo que estaba, en verdad que esos dos no los entendía para nada, trate de relajarme pero no pude, trate de dormir y nada, no quería estar ansioso o triste, no quería que mi bebé reciba todas esas emociones negativas, estoy solo recostado en mi cama en la oscuridad con la luz de la calle apenas iluminando mi cuarto, comenzó a llover no sé porque pero quería llorar
-que haces?- la luz se encendió provocándome un susto enorme
-ahhhhh Yuki como entraste?
-la última vez que me quede a dormir saque una copia de tus llaves-lo dijo dejando una bolsa de compras a un lado de mi cama en la mesita de noche y sentándose en el borde de la cama, se quitó los zapatos y se recostó a mi lado y abrazándome por la espalda
-espera- me aparte de él y me pare buscando una manta regresando a la cama con él la utilice para taparnos a los dos- porque viniste- me coloque frente a él recostado de lado
-se cuan triste te pones cuando llueve así que vine a consolarte- sonrió y apago la luz del cuarto- estoy tan cansado, sentí sus brazos rodearme y atraerme a él, su aliento tibio en mi frente y su colonia era algo que disfrutaba en esos días lluviosos por alguna razón el siempre hacia esto, abrazarme mientras escuchamos el golpeteo de la lluvia sobre la ventana, aun podía ver sus ojos cerrados y su rostro mientras se quedaba dormido
-Eiri quédate conmigo… no me dejes
-nunca