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ÁMAME OTRA VEZ por tacos-chan

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Notas del capitulo:

perdon por la tardanza, los examenes ya saben

Me sentía más cómodo que antes, el olor de desinfectante se había ido aunque todavía me dolía el brazo fui abriendo mis ojos despacio aun me encontraba cansado y me costó un poco de tiempo enfocar mi vista dándome cuenta que ya no me encontraba en el cuarto de hospital, era una habitación amplia de color marfil con decorados ostentosos parecía un cuarto de la realeza como los que salen en las películas, la cama era enorme trate de incorporarme pero entonces la punzada en mi brazo me hizo para un poco, notando que traía lo que parecía una pijama de seda color beige alzo la manga de la pijama para ver el moretón de mi brazo- no fue un sueño

Extraño: que no fue un sueño?- dio un brinquito por el susto notando así a la persona sentada en un sillón clásico que se encontraba a unos metros de la esquina derecha de la cama- instintivamente me eche para atrás

Shuichi: quién eres?- el extraño estaba recargado de la palma de su mano en una pose pensativa y algo aburrida y sonrió ante la pregunta

Extraño: ya te lo dije, no lo recuerdas?

Shuichi: si recuerdo que me dijiste de donde nos conocíamos, pero quien eres y dónde estoy?

Extraño: oh es verdad aun o me he presentado, mi nombre es Jonathan Alexander Francesco Vladimir Fausto Ponticello Tercero, pero tú me puedes llamarme Alec- haciendo una reverencia como los caballeros antiguos, lo cual le valió una gotita estilo anime a por parte del menor

Shuichi: ah?

Extraño: o si y en cuento a tu pregunta de dónde estás bueno estas en mi humilde casa, en Japón- levantándose y dirigiéndose ante el peli rosa

Shuichi: aaah ya veo, creo que será mejor que me valla- tratando se salir de la cama 

Alec: espera, no es bueno que te muevas en tu estado- el menor se paró en seco al oír su comentario

Shuichi: mi… estado?

Alec: si,  tu embarazo

Shuichi: quien te dijo?

Alec: el doctor, dijo que debes reposar y comer bien, el desmayo fue provocado por estrés y necesitas vitaminas además de cuidados prenatales

Shuichi: no me siento bien

Alec: estas mareado, te duele algo?

Shuichi: no, bueno uf no me siento cómodo contigo eres un extraño y yo en verdad quiero ir a casa

Alec: comprendo pero- se detuvo un momento para repasar sus palabras adecuadamente- ese bebe podría ser mío, verdad?

Shuichi: si… pero también puede ser de mi novio, perdón de mi ex – noto su indiscreción y maldijo su boca

Alec: ex? Entonces tú y el señor “antipático” ya no están juntos?

Shuichi: no le digas así- causando una mueca de enojo- sí, ya no estamos juntos, pero eso no importa me quiero ir a casa

Alec: está bien te llevare a casa, pero no creas que te libraras tan fácil de mí, ese hijo que llevas dentro es mi hijo y yo no soy un irresponsable

Shuichi: mira como sea que te llames, no es necesario, nadie pidió tu ayuda es mi bebe y solo mío

Alec: suspiro y luego bajo hasta la altura del niño para verlo a los ojos- eres muy necio pero no discutiré, tu ropa está en esos cajones te esperare afuera- se dirigió a la puerta y antes de girar la perilla se voltio a ver al menor- eras más lindo cuando te encontrabas decepcionado y borracho

Shuichi: por Kami como me salgo de esta?- se vistió de forma rápida no quería quedarse más tiempo en ese lugar y menos con esa persona que si bien podría ser el padre de su hijo no sabía qué tipo de persona era o demente tal vez, después de un rato se oyó tocar la puerta- si?

Alec: solo quería preguntarte si te apetece desayunar?

Shuichi: qué?

Alec: que si quieres desayunar, ya está todo listo, baja y come un poco

Shuichi: no gracias, no tengo hambre

Alec: pero o puedes propasarte en tu estado, hazlo por él bebe- solo tuvo que esperar un poco para después ver al menor salir de la habitación con la cabeza gacha y avergonzado

Shuichi: solo un poco- vio al mayor sonreír para luego seguirlo por un largo pasillo con ventanales enormes en un extremo y en el otro retratos de personas desconocidas con ropas extrañas de otra época

Alec: son de mi familia- llamo la atención del joven a quien veía de reojo- mi padre es Ingles, yo viví haya hasta hace poco

Shuichi: y por qué viniste a Japón?

Alec: mi madre es japonesa

Shuichi: ah, en serio?

Alec: es algo curioso, mi padre vino a estudiar una maestría en finanzas aquí y por vacaciones, en mi familia hay una tradición estudias lo que se te ordena, te comportas como se te ordena y cuando al fin terminas te dan un periodo, algo así como un permiso para vivir como quieres por un año y luego regresas a ocupar tu espacio en la empresa y en familia

Shuichi: que absurdo

Alec: si tienes razón pero así se conocieron mis padres y aun cuando la familia de mi padre se opuso a mi padre no le importaba y al final tuvieron que aceptarlo

Shuichi: un, ojala todos tuviéramos la fuerza y convicción para pelear por lo que queremos

 Alec: eso es cierto, así el mundo sería mejor siendo honestos con nuestros sentimientos y no avergonzándonos por lo que sentimos

Shuichi: si pero eso no basta porque si el sentimiento no es mutuo entonces de nada sirve- llegaron una puerta donde se podía ver el jardín el mayor abrió la puerta y lo condujo hacia una mesa dispuesta para ellos adornada con flores silvestres y con el desayuno servido

Alec: lo dispuse así para no ser molestados, además tengo la sensación de que te sentirías incómodo con otras personas- el pequeño dio las gracias

Shuichi: pero aun no has respondido a mi pregunta, a que has venido a Japón?

Alec: mi madre… murió hace un mes y mi padre decidió volver para tenerla más cerca, ella quiso ser enterrada aquí y mi padre no quiere separarse de ella

Suichi: lo siento- miraba al hombre que se encontraba sentado enfrente de el para medir su reacción

Alec: si, gracias- por un momento todo fue silencio que fue roto por una pequeña brisa que provoca que el mayor mirara al cielo y cerrara lo ojos dejando que la brisa moviera su cabello brindando una mejor vista de su rostro que en ese momento le pareció casi angelical al menor y su único pensamiento es que tanta belleza en un hombre tendría que ser pecado el cual fue rápidamente sustituido por un rubor en su rostro al verse sorprendido por el mayor brindándole una cálida sonrisa- tu desayuno está bien?

Shuichi: he, ha si, sabe bien- el desayuno paso sin contratiempos y como lo prometió después de terminar lo llevo a su casa, el camino a casa del menor fue rápido debido a la amena charla de ambos acerca de trivialidades como que tipo de música le gustaba y que tipo de programas veía, sorprendiendo a ambos al notar lo afines que eran en cuanto a gustos- bueno gracias por lo de antes y bueno, por todo

Alec: fue un placer, y por favor mantenme  al tano de todo

Shuichi: si- se puso un poco nervioso al ver el rostro del mayor acercarse pensando que lo besaría cerro los ojos involuntariamente cuando sintió el tibio tacto en la comisura de su labio, abrió los ojos encontrándose con el azul profundo que lo cautivo – gra… gracias- viendo al mayor irse no sin antes dirigirle una sonrisa, se tomó un tiempo para asimilar lo sucedido mientras introducía la llave en la cerradura y la giraba, y es que en verdad ese hombre era raro… pero muy amable, dio un suspiro mientras entraba y dejaba sus cosas en la mesita de la entrada y justo cuando se dirigía a su habitación una voz hizo que se parara

Yuki: tenemos que hablar


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