Se encontraba corriendo en el parque que se encontraba cerca de su casa, inmerso en sus pensamientos de lo que le depararía el destino ni siquiera notaba la música de su iPod que estaba usando o de que estaba nublado apunto de llover, el solo quería sumergirse en su ignorancia de lo que en realidad estaba pasando su cuerpo se estaba cansando pero sus pensamientos no lo dejaban en paz, oyó mencionar su nombre como si se tratara de un susurro fue cuando se dio cuenta de la existencia de la melodía que escuchaba se quitó los audífonos mirando a todos lados mientras seguía trotando pero no encontró a nadie, al parecer la inminente lluvia había asustado a las personas del parque siguió su camino cuando volvió a oír su nombre pero esta vez más claro, noto un auto a lo lejos y una mano que salía de los asientos de atrás del coche fue entonces cuando se paró por completo que sintió un escalofrió recorrer su cuerpo y noto que se encontraba bañado en sudor, un sudor frio que le calaba hasta los huesos entonces supo que se había esforzado y ahora notaba las consecuencias aunque seguía viendo en dirección al coche ya no le tomaba importancia un mareo repentino apenas y podía sostenerse cuando cayó por completo en el suelo pero aun podía ver el coche y como alguien bajaba de él corriendo en dirección hasta donde estaba, no podía enfocar la cara del individuo solo podía notar que lo llamaba por su nombre en un intento por hacerlo reaccionar pero el ya no podía más y fue cerrando sus ojos poco a poco quedando inconsciente por completo pero antes de eso sintió su cuerpo más ligero como si volara y una tibieza casi adictiva que lo envolvía y su ultimo pensamiento “desearía quedarme así para siempre”.
En otro lugar lejos de ahí se encontraba el rubio escritor observando desde su ventana la tormenta que envolvía a la ciudad sonrió al pensar en la ironía del momento justo así se encontraba su mente oyó el timbre sonar y se lamentó por su dilema no estaba de humor para hablar con nadie pero la voz de su hermana sonó atreves de la puerta rogándole que abriera se dirigió a la puerta para decirle que se marchara pero en estos momentos necesitaba a alguien con quien platicar
Yuki: pasa- abriendo la puerta y dejando pasar a su hermana
Mika: cómo estás? Te ves mal
Yuki: así, pues me encuentro peor
Mika: has hablado con él?
Yuki: no
Mika: por favor Eiri deja tu orgullo y reconcíliate con Shuichi ambos se necesitan ahora
Yuki: no
Mika: no seas terco
Yuki: no
Mika: eres tan egoísta, no veras ver crecer a tu hijo por ese orgullo tonto
Yuki: lo sé, pero no es como hablar con él, no sé qué decirle y no sé si me perdonara
Mika: al menos inténtalo
Yuki: no es tan sencillo Mika, yo provoque que él se fuera yo lo orille a eso, le era infiel al propósito y aun cuando lloraba, aun cuando sentía que él se iría y ya no me perdonaría siempre regresaba y yo era un egoísta porque aun cuando sabía que yo no era esa persona que lo haría feliz no era sincero por qué no lo dejaba en libertad y aun cuando se hacia las peores bajezas él siempre me perdonaba mendigando mi cariño y añorando mi amor pero se lo negué porque pensé que él se iría tarde o temprano pero a la vez rogaba todas as noches por que se quedara a mi lado, sabes lo que es eso? Acaso sabes lo que es despertarte y saber que por alguna razón tu vida ya no tiene sentido? Y que no sabes porque el aire se te va y solo piensas en su sonrisa, su piel suave y sus labios, esos labios que aun los veo susurrando mi nombre? Sabes lo que eso? Acaso tu sabes?- lo decía el rubio alterado como si de repente la ansiedad de transmitir aquellos síntomas de una enfermedad desconocida para él lo aquejara hasta el punto de sofocarlo
Mika: sonrió maternalmente y puso una mano en la cabeza de su hermano y dándole u abrazo le confeso la realidad de su desconocido mal- se llama amor Eiri, tu amas a Shuichi hasta el punto de no querer vivir si el no está a tu lado
Yuki: se sentía liberado al fin ese ardor en lo profundo de su alma, los impulsos casi frenéticos de salir corriendo a algún lado desconocido, la necesidad de ver el teléfono todo el tiempo, las horas sin dormir y aquellos súbitos despertares que lo aquejaban tenían nombre “AMOR”, y ya con su corazón abierto y sus sentimientos expuestos no le quedo de otra que ponerse a llorar como un bebe en el regazo de su hermana quien aún lo abrazaba para darle consuelo a su atolondrado hermano
Mika: él también te ama, o tengas miedo
Yuki: snif snif pero que le digo?
Mika: lo que me acabas de decir, solo eso
Yuki: Mika?
Mika: si?
Yuki: voy a ser papa, te das cuenta
Mika: solo sonrió ante la inusual expresión que tenía su hermano, como si fuera un niño pequeño que abre un regalo y se da cuenta que era justo lo que quería, ese brillo inocente y especial lleno los ojos de su hermano y eso la hizo feliz- si! Y yo voy a ser tía- ambos se abrazaron, tal vez ese era el primer escalón de muchos que llevaría a su hermano a la felicidad
Yuki: tengo que hablar con Shuichi
Mika. Ya es muy tarde, mejor ve mañana a su departamento
Yuki: pero no sé dónde vive???
Mika: pero yo si- saco un papel doblado de su bolso- para eso están las hermanas mayores
Yuki: gracias
Mika. Te quiero Yuki, y quiero que seas feliz
Se despertó por un momento no reconoció el lugar donde se encontraba, era una habitación grande espaciosa con cuadros de paisajes hermosos colgados en las paredes la luz ya era escasa al recorrer todo el cuarto vio a dos hombres discutir pero no entendía el porqué, uno d ellos llevaba bata blanca y el otro un traje gris ambos seguían discutiendo cuando de pronto ambos lo observaron y el hombre de traje lo llamo -Shuichi estas bien- y el doctor fue en su encuentro- no lo moleste por favor aun está débil tratamos de estabilizarlo en su condición no es adecuado que se altere- el hombre solo veía su rostro con un deje de tristeza como si le doliera su estado y se sintiera de que él estuviera ahí, toco su cara y quito un mechón de cabello que le estorbaba, su tacto fue tan suave, quiso decir algo pero no podía la mascarilla se lo impedía estaba demasiado cansado y su cuerpo le pesaba- descansa yo te cuidare, no me apartare de tu lado si?- tomo su mano y presiono ligeramente, ese hombre era amable y su von era tan suave y profunda que resonaba en su mente, al sentirse más aliviado decidió dormir un poco se sentía cómodo cerca de ese hombre que irradiaba un aura de paz
Despertaba a ratos viendo al hombre de traje gris sentado junto a él viéndolo dormir, sabía que ya habían pasado horas desde que estaba en ese lugar pero aún estaba agotado, no sabía porque pero se sentía feliz de que ese individuo estuviera ahí y antes de cerrar los ojos vio como ese hombre que lo acompañaba se levantó del sillón en el que se encontraba velando sus sueños y se sentaba a un lado de la cama viéndolo fijamente a los ojos para después dirigir su mirada a su vientre y tocarlo suavemente para después sonreír de una forma tierna- sabes cuándo te vi por primera vez pensé que solo era una tratada del destino, ponerte ahí cuando estabas prohibido, fue como desear algo que nunca podría tener pero cuando te volví a ver pensé que en realidad el destino estaba mostrándome justamente mi camino aquel que debía recorre a pesar de que no eres para mí, yo quiero estar junto a ti y… también de el- lo decía con una seguridad que por un momento se asustó pero cuando toco su vientre de forma tan gentil junto todas sus fuerzas para articular unas palabras
Shuichi: te conozco?
Sujeto: con una sonrisa de lado- sí, nos conocimos en el bar, acaso ya no me recuerdas?
Fue cuando sus ojos se abrieron y todos los recuerdos de esa noche volvieron como bombas impactándose en su cerebro provocando un dolor intenso obligando a esa persona a salir y pedir ayuda a los doctores