Todos alguna vez han sentido esa atracción instantánea por alguien. Un rápido enamoramiento o tal vez sólo la atracción. Ese pequeño latido de tu corazón. Algo así cuando te atraes por alguien que va caminando por la acera y te gusta. Pero es algo rápido. No lo vuelves a ver nunca más en tu vida.
¿Creen en el amor a primera vista?
Haberlo visto y creer que lo conoces… Parece diferente. Sólo es como si de verdad lo conocieras. Completamente y sabes quién es, sabes cómo es, sabes todo. Tu corazón comienza a latir. No es algo pasajero es algo penetrante algo hermoso.
Simplemente sucede, sientes esa chispa de la que has escuchado, ese “amor a primera vista" en el que nunca crees pero ahora lo vives.
***
Mis padres querían que fuésemos a Bejín a pasar el verano allá. No tenía interés en ir o no. Me era indiferente. Podía pasarme el verano acá con Jongin, podríamos salir a algún bar o algo por el estilo. No lo pasaría tan mal. Es decir, a todos les gustaría estar con su mejor amigo y hacer un verano no tan aburrido.
Papá me había dicho el los padres de Yixing, les habían ofrecido pasar las vacaciones allá con ellos en Bejín. Me pidió que los acompañara pero en un principió me negué. Aunque tras pensarlo unas horas más, accedí a ir con ellos.
Sería algo menos aburrido que pasar el verano acá con Jongin y algunos amigos del instituto, no es que no me gustará pero pocas veces podía hacer otras cosas que salir de mi rutina diaria, y sí eso implicaba a las mismas personas por dos largos meses más juntos.
En una sola noche preparé mi maleta para todo el verano. Guarde lo que cualquier chico de 17 tendría como prioridad. iPod, celular y computador portátil.
Al día siguiente nos iríamos a China, hable con Jongin horas antes de que el viaje comenzará. Había ido a despedirme al aeropuerto. Mis padres hablaban con los suyos. Eran amigos desde hace mucho tiempo atrás. Quizá desde antes que la hermana más grande de Jongin o mi hermano naciera.
- Será un aburrido verano...
Me reprocho indirectamente con un pequeño puchero, el cual fue demasiado fallido en encanto, sonríe suave pues ver a Jongin hacer pucheros era algo un poco raro, él no era este tipo de chicos. Pero cuando llegaba a hacerlo se veía realmente gracioso.
- Sólo será dos meses, tal vez regrese unas semanas antes. - Susurre mientras bebía de mi té.
- Igual, eso no quita que serán ¡DOS MESES! - Enfatizo exageradamente.- Muy aburridos.
Lo mire con diversión riendo con delicadeza. Jongin era un chico único, desde los 7 años que llevo de conocerlo, era algo notorio que mi amigo era poco deducible, podía parecer rudo y una roca sin sentimientos, pero Jongin era todo lo contrario. Jongin era un amigo demasiado bueno, ha aguantado grandes partes que yo mismo odio de mi. Eso lo hace una persona demasiado valiosa.
- Sehunnie quédate conmigo.
Se abrazó a mi haciendo nuevamente ese puchero, de cual daban ganas de llorar. Pero de risa. No podía acceder o caer ante el "encanto" de Jongin. Como Baekhyun los denominaba. Moriría de risa si Jongin seguía haciendo esos puchero que no le quedaban en nada.
- Sólo iré a China por dos meses, Jongin-ah.
- Pero me sentiré solito.
- Para eso tienes perros.
Jongin iba a responderme cuando mis padres me llamaron, me despedí de él con rapidez. Hice una suave reverencia ante sus padres y camine hacía la puerta de abordar. Mirando a lo lejos a mi amigo, le dedique una sonrisa, haciendo una pequeña señal despedida.
Jongin me regreso la sonrisa con un poco de tristeza, me hacía sentir un poco mal por dejarlo en Seúl, por el largo y a la vez corto tiempo de dos meses. Pero vería a Jongin todos los días después de esos dos meses, iríamos al mismo curso nuevamente. Cada vez más cerca a estudiar la misma profesión, Administración.
A veces pensaba que mi vida estaba ya hecha y eso traía consigo la compañía de Jongin, en el fondo esperaba que él y yo fuésemos como nuestros padres, grandes amigos desde el bachillerato. En nuestro caso sería desde la escuela primaria. Pero eso sería algo más significativo y que con el tiempo se diría.
El viaje a China fue cansado. Realmente no me gustaba viajar por esta razón. El viaje era demasiado tedioso. Trate de dormir la hora que era del viaje, pero realmente no pude. Había madrugado para irnos temprano de Seúl y llegar de la misma forma a Beijing.
Al llegar a China, Yixing y sus padres nos esperaban con una amplia sonrisa. Los padres de Yixing eran socios de los míos y de Jongin. Yixing era tres años más grande que nosotros. Era un chico demasiado amable y buena persona, siempre te recibía o dedicaba una sincera y suave sonrisa. Decorando sus expresiones con ese hoyuelo que se le formaba cada que te regalaba un pequeño gesto.
El viaje hasta la casa de Yixing fue tranquilo y más relajante, Yixing pareció notar mi fatiga, dejando así que yo pudiese dormir, hasta llegar a su casa, del cual fue un trayecto más largo. Yixing era una persona demasiado madura y razonable, supongo que es por el cambio de instituto a universidad.
Cuando llegamos a su casa, me llevó hasta la habitación que compartiríamos por dos largos meses. Una parte de mi, comenzaba a extrañar a Jongin.
Como si fuese invocado me mando un whatsapp justo cuando me tumbe en la cama, sonreí con suavidad. No estaría con él en dos meses pero podríamos seguir hablando todos los días.
"Te extraño, Sehunnie </3"
Reí al leer su mensaje realmente sería difícil hacerlo sacar de ese pensamiento hasta que yo regresará a Seúl.
"Yo no:P"
Fue una repuesta corta, algo directa y que sin duda recibiría un "Insensible, hiriente, ya no te quiero </3" por parte de Jongin. Suspiré con suavidad y cerré mis ojos quedándome dormido por lo que restaba de la tarde.
***
Cuando desperté baje a living, donde me encontré con Yixing y unos cuantos de sus amigos en la puerta. Todos ellos hablaban en chino, y era algo que difícilmente pude entender. Yixing se excusaba diciendo algo de no poder.
Hice una pequeña reverencia cuando sus amigos me miraron, ellos sonrieron con suavidad, como una posible contestación a mi reverencia. Mi intención era caminar hacia la cocina, pero la madre de Yixing salía de está, me sonrió y le hablo.
Le hablaba curiosa a Yixing, no entendía realmente ni una sola palabra, a penas y podía distinguir un sí o un no. Los amigos de Yixing hicieron una exclamación de felicidad, Yixing se acerco a mí.
- Sehunnie ¿Me acompañas a una fiesta?
- ¿Eh? Uhm... sí. - Yixing sonrió con amplitud.
***
Era una casa el lugar donde sería la fiesta, casa de algún amigo de Yixing, por lo que me dijeron, durante el camino descubrí que uno de sus amigos era coreano igual. Ambos estudiamos en la misma escuela, sólo que él, salió en el año en el que yo me matricularía a mi actual instituto. Su nombre era Jongdae, Kim Jongdae, estudiaba contabilidad en la misma Universidad que Yixing, donde ambos se conocieron gracias a otro chico.
Tenía que ser honesto, me sentía un poco incomodo, estaba completamente solo con chicos que en su mayoría serian universitarios, aunque Yixing estuviese conmigo, él estaba en su mundo con sus amigos. Era en estos momentos donde quería a Jongin a mi lado, si bien no soy tan sociable, con él ahí podría pasarla muy bien.
Me costaba socializar, desde siempre me ha costado. Estar en una casa ajena donde sólo conocía a un chico era algo complicado para mí. Me acerque a la barra, pedí beber un poco de vodka negro, era algo común, no tomaba mucho, pero estaba acostumbrado a tomar sólo un poco. Mire hacia donde creía seguía Yixing, estaba con un chico un poco bajo, de cabello castaño y una sonrisa carismática. Hablaban muy pegados, algo me sonaba mal, el chico que hablaba con Yixing lo tomo del brazo y susurró algo a su oído. Recibí mi bebida y di un sorbo a esta, cuando regrese la mirada el chico y Yixing comenzaban a caminar hacia las escaleras, lo que supongo, conducían a las habitaciones.
No me sorprendería con saber que Yixing era de la acera de enfrente, pero que lo hiciera así de fácil tal vez si sería sorprendente. No soy cercano a él, pero si un buen amigo. Era ya una obviedad que se supondría que iría a hacer Yixing con otro chico en un lugar más apartado. Di un suspiro y salí al jardín. Comenzaba a aburrirme de estar ahí.
***
La noche era un poco fría, había una banca a 7 metros delante de mí, camine hasta ella y me senté mirando a la nada, comenzaba a arrepentirme de haber venido. Pude pasar más tiempo con Jongin. Tal vez me fuese más divertido, pero ya estaba acá no podía arrepentirme a estas alturas, estaba a 956 kilómetros de él, pocas ganas tenía de regresar. Deje salir un suspiro pesado. Quizá reflejaba con ese suspiro, mi aburrimiento.
- Pero que suspiro más pesado...
Gire mi mirada, aquella voz intrusa que me había hablado y poco había entendido lo que había dicho, era de un chico un poco más bajo a mí, delgado, tés blanca, ojos ligeramente pequeños y color café, rasgos demasiado finos. En un principió creí que sería una chica pero su tonalidad de voz, me negaba aquello. Estaba a cinco metros detrás.
Aquel chico se acercó, me sonrió suavidad. Su sonrisa me había dejado sin pensar, era una pequeña sonrisa que en ese mismo instante sentí que debía ser la más bella que pude haber apreciado antes. Mi corazón comenzó a acelerarse, estaba latiendo con fuerza. Relamí mis labios tratando de calmar mi latir. Me parecía un poco extraño, aquel chico hacía que mi corazón bombeará sangre con apresuramiento. Se sentó a mi lado y miro hacía al frente.
Hablo con tono bajo y en chino, no pude entender bien lo que decía, si acaso entendí un "También yo" fue un avance notable en mi y aquel idioma.
- Ohm... - Mustie con suavidad, tratando de responderle en su idioma. - Yo no... - Negué con la cabeza. Él me miraba curioso tratando de comprender lo que le decía. Suspiré y baje la mirada. - Me rindo - Dije finalmente en mi idioma.
Comenzó a reír, lo mire y sus ojos se habían hecho más pequeños, formaban una pequeña línea. Su sonrisa se amplio. Me sentía abochornado, apreté un poco mis labios.
- Oh, entiendo, entiendo... No sabes chino. - Dijo aún riendo divertido.
- Sabes coreano - Respondí con un poco de sorpresa y diversión junta. Él asintió aún con su hermosa sonrisa, espera...¿Qué rayos hacia halagando a un hombre? Suspiré para mis adentros, comenzaba a ponerme nervioso.
- Soy Luhan - Me extendió la mano, la cual estreche rápidamente.
- Sehun... - Dije suavemente con una ligera sonrisa, la compañía de Luhan me hacía sentir diferente. Sentía que lo conocía de algún lado. Era un sentimiento extraño.
Apretó un poco más mi mano, la mantuvimos juntas por largos minutos, o segundo que para mi fueron eternos. Su mirada era penetrante, sonreía con una sonrisa amplia y muy sincera hasta al punto de ser encantadora.
Estuvimos hablando de cosas comunes, con eso supe que Luhan era mayor, aunque parecía un chico de mi edad por su aspecto fino, tenía cuatro años más a mí y estudiaba Bellas Artes en la Universidad Nacional de Pekín. Ambos nos sorprendimos con revelar aquello de nuestras edades, a simple vista yo parecía un chico más grande a Luhan, pero resultó ser todo lo contrario.
No había un mal o incomodo momento. En los silencios que ocasionábamos a falta de tema, nos sonreíamos. Esto comenzaba a confundirme.
Quizá yo era gay.
***
El mes pasaba y cada vez me hacía cercano a Luhan, era algo extraño, pero ambos teníamos gustos muy similares, en tan poco tiempo creo que llegó a conocerme más de lo que yo mismo lo hacía.
Cada día que pasaba con Luhan era sorprendente divertido, único y especial. Me pasaba muy buenos días a su lado pero no sabía que sucedía en mí realmente. Era un sentimiento extraño, seguía siendo un sentimiento poco conocido por mí.
Una noche me desvelé pensando en bien que me pasaba. No quería hacerme más de ojos ciegos pues era algo obvio. Estaba enamorado, mi corazón palpitaba cada vez que miraba a Luhan, cada que se colocaba cerca de mí, había momentos donde me quedaba contemplando su rostro perdiéndome en mi mente. Lo miraba embellecido, Luhan llegaba a darse cuenta y sólo sonreía tratando de disimular, pero sus mejillas se tronaban carmesí.
Luhan cambió algo en mí, me hacía volar cuando me tocaba, cada que llegábamos a rozar nuestras manos algo pasaba y creaba un revoltijo de emociones en mi. Siendo honesto, no me había importado ser homosexual, no le encontraba lo paradójico, es decir; el que con perros anda a aullar se enseña ¿No?
Todos me lo decían; yo mismo me lo repetía, era algo que no negaría yo...
Estaba enamorado de Luhan.
***
Quedaba ya una semana para que el verano acabara y yo regresara a Seúl, entré en una pequeña depresión, no quería dejar a Luhan, había forjado con él una hermosa amistad y queda de más decir que una llama de amor en ello.
Sin duda lo echaría demasiado de menos, extrañaría su voz, su sonrisa, su ojos, extrañaría sin medida a Luhan. Rogaba porque el tiempo se detuviera y no avanzará la semana. Quería estar con Luhan, pero poco a poco eso se hacía cada vez más difícil de evitar y la despedida se acercaba cada momento más.
Sólo faltaban dos días para mi partida, Luhan me había invitado a ver una película en su casa. Estábamos en su habitación mirando a Sadako salir de aquel poso que poco terror causaba ya en mi.
Luhan parecía no correr con la misma suerte, pues estaba hecho bolita, abrazando sus piernas buscando cualquier otro punto para observar que no fuese la pantalla con la escena más "tenebrosa" de la película. Mirarlo así me daba mucha ternura. Quería abrazarlo y decirle que todo estaría bien. Que me tenía a su lado.
Carraspee por un momento, me acerque con suavidad a él. Pase mi brazo por su hombro, el dio un pequeño salto. Tal vez estaba tan asustado que no podía evitarlo. Miro hacia mí y me dedicó una sonrisa avergonzada, tome eso como un pequeño acceso a abrazarlo más. Me acerque más a él, sentía mi corazón latir cada vez más.
Mi cuerpo accionaba por sí solo, cada movimiento que realizaba era mandado por mi cerebro sin razonar. Tome la mano de Luhan la cual entrelace con la mía, sus finos dedos entre los míos cerraban a la perfección. Como si nuestras manos estuviese hechas para estar juntas. Tome más coraje y susurre su nombre.
Me miró con las mejillas sonrojadas, pude notar su tono carmesí gracias al reflejo de la luz que desprendía la pantalla. Me acercaba más a su rostro, mi mirada se poso en sus labios, entreabiertos y tentadores. Relamí los míos como acto de reacción al ver de aquella forma sus labios.
Cerré mis ojos torpemente y besé los dulces, finos y pequeños labios de Luhan...
***
- ¡L-lo siento! Yo... no... - Me aparte al darme cuenta que tras varios minutos de tener mis labios sobre los de Luhan podía incomodarle.
- Sehun...
- D-dime...
- Bésame de nuevo...
Tres palabras que juntas hicieron a mi corazón estallar de emoción. Una sonrisa triunfante adorno mi rostro, sin pensarlo más besé nuevamente a aquel chico que en menos de dos meses me había cambiado la vida.
Después de aquella noche nada fue igual, al día siguiente debía regresar a Seúl, pero ahora tenía una pareja. Mi corazón latía con el simple hecho de decir que Luhan era mi novio. Sonreía de la manera más estúpida posible. Una sonrisa que nunca había visto en mi.
***
Estábamos ya en el aeropuerto. Yixing, Luhan, Jongdae y Minseok habían ido a despedirme. Mis padres sabía ya de mi relación con Luhan, no andaría con secretos, poco me importaba si se sentían mal al tener un hijo homosexual, igual no quería decepcionarlos, pero gracias al todo poderoso, lo aceptaron con una mente abierta que hasta yo mismo no me imagine que poseyeran.
Mi madre se había encantado con Luhan, creyendo que era de mi edad. Siendo esto desmentido noté la cara más pálida en la vida de mi madre. Mi padre por su parte no pareció muy convencido de nuestra relación, más que nada por aquella diferencia de edad, que al poco fue asimilando. Más agradecido no pude haber estado con ellos.
***
El momento que tanto quería evitar había llegado, Luhan estaba ahí con su encantadora sonrisa, mirándome con un poco de tristeza. O al menos, eso era lo que mis ojos reflejaban y yo mismo sentía.
- Cada dos meses...
- Así es - Dijo con suavidad y una tranquila sonrisa.
- ¿Me extrañaras?
- No - Su sonrisa se amplió con diversión. Lo miré con una sonrisa para después besarle los labios en un acto rápido.
- Eres malo - Mustie con un claro puchero.
- Así me quieres... - Me abrazó con fuerza, no quería soltarlo sentía que si lo hacía se iría para siempre de mi vida.
- Sehun nos vamos - La voz de mi padre me había sacado de ese abismo de emociones melancólicos. Suspiré y sólo asentí apartándome de nuevo de Luhan.
- Te quiero - Dije besando por última vez sus labios.
- Y yo a ti, Sehun - Sonrió mientras me regalaba una última sonrisa. Camine hacía mis padres, dando una reverencia y abrazo a los padres de Yixing.
- Espero que vengas el próximo verano. - Me dijo la madre de Yixing con suavidad.
- Mamá, lo veremos muy seguido por acá - Rió Yixing con una sonrisa por demás cusca en el sentido de su oración, a quien di una pequeña palmada.
- Nos veremos pronto, Señora - Le dedique una sonrisa a su madre. - Nos vemos, XingXing -Le abrace con suavidad mientras nos despedíamos.- Nos vemos, Sehunnie. - Me aparte de él con una suave sonrisa mientras caminaba a la puerta de abordar.
Por alguna razón la señorita que atendía me pidió pasar a revisión una última vez, atendiendo a lo dicho por la joven, camine hacia esa puerta, para al fin abordar.
No podía sentirme bien, estaba deprimido cada vez más un poco más, recién había tenido a mi primer novio. Y ahora debía dejarlo a un día de relación. Eso no se me hacía nada justo con el destino. Yo mismo me lamentaba, era algo bobo. Pero no podía evitarlo, quería que las vacaciones se extendieran, o que Luhan me detuviese y como en las películas lleno de lagrimas, viniese a mí y me besara en medio de todo diciendo "¡No me dejes Sehun!" Y yo lo abrazaría y le diría "¡No lo haré!" Y entonces nos besaríamos de nuevo, pasarían los meses y viviríamos felices, pero claro, la realidad debía cagarla.
Suspire saliendo de mi ensoñación cuando la voz del guardia me entrego la pequeña maleta que llevaba. Había comprado varias cosas para Jongin y Baekhyun, también un reloj para Kris. Entre ya al avión, mire el boleto. Asiento 90. Suspire pesado y camine hacía mi lugar sentándome con mala gana. Mis padres estaban dos asientos detrás de mí.
- Disculpa... - La persona a mi lado hablo.- ¿Podría darme la hora? - Mire mi reloj con algo de obligación. - 10:35 - Alce mi mirada. Luhan estaba frente a mí con una amplia sonrisa.
- Debo de estar soñando... - Murmure para mí mismo, sin creer que mi novio estaba ahí conmigo, en un avión a Seúl. Se acercó a mí y besó mis labios con suavidad. Sonriendo después, al mirarme a los ojos. - No lo estas.
***