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The Only True Exception por CerezoHimeChan

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Notas del capitulo:

Hola, hola, bueno me he atrasado un poquitín pero aquí vengo a entregarles la segunda parte del capítulo :c lo revisé mucho así que espero que haya quedado perfecto T.T si no me lanzaré de un puente. Espero que les guste mucho este capítulo <3.

 

Los amo <3.

—¿Qué pasa con mi hijo? —la preocupación se notaba en su voz y por un momento pensó que aquellos niños volvían a molestar a su hijo. —¿De nuevo has dejado que le molesten? —apretó los puños caminó desde la entrada hasta el escritorio de la profesora, dejó caer sus puños sobre el mueble y le miró con enfado.


—No —la mujer le sonrío con dulzura y Yongguk bufó, odiaba que se portada de esa manera en momentos de crisis, siempre había sido así—. Voy a pedir que te sientes, Yonggukkie —la mirada fulminante del mayor no le incómodo a la profesora y al empresario no le quedó más que tomar asiento.


—¿Y bien? ¿Qué pasa con mi hijo? No creo que te esté dando problemas y no es por halagar a mi propio hijo pero nunca tengo quejas de él.


—Y es verdad, señor Bang —le guiñó un ojo y Yongguk suspiró, tenía que ser muy paciente, conocía a la perfección el coqueteo de Hyo Sung —. Jun Hong jamás me ha dado problema alguno, es un niño modelo, que incluso a pesar de las burlas nunca puso una queja, sus compañeros fueron reprendidos por ello —acotó al notar como Yong Guk fruncía el ceño.


—Bueno que pasa con él, no tengo todo el día.


—¿Acaso alguien te espera en casa?


—Sí —contestó Yong Guk con una sonrisa de triunfo eso descolocó a Hyo Sung aunque él realmente no quería ver a Him Chan ahora y era muy probable que Him Chan tampoco quería verlo pero tenía que hacerlo además de aclarar lo sucedido en la mañana.


—Ah, entonces es verdad —Yong Guk no esperaba eso y arqueó una ceja exigiendo respuesta—. Jun Hong menciona mucho a su madre… pensé que era una locura que hubieras vuelto con Ji Eun después de lo que hizo.


Yong Guk se esforzó para no mostrarse sorprendido al escuchar el nombre de la madre de su hijo y también para no reír. Sonrío amplio sabiendo que Hyo Sung pensara que era Ji Eun con quién compartía cama, quizá eso la alejaría de una vez por todas.


—Así que mi bebé habla de su Omma, con lo celoso que es no pensé que lo hiciera.


—¿Me estás confirmando que volviste con ella?


—¿Eso importa, Señorita Jeon? Creí que estábamos aquí para hablar de mi hijo ya que mi vida personal no le incube, me retiro —se paró de su asiento y le dio la espalda para salir e ir buscar a su niño.


—¡Espera! —Hyo Sung se paró de su asiento y le alcanzó—. Es cierto que vamos a hablar del niño, sí, lo siento… aún no me hago esa idea de que estés con alguien más luego de lo que pasó.


—No pasó nada, Hyo Sung deberías olvidar eso… solo fue un par de noches, buenas tardes.


—¡Qué esperes, dije! Es en serio que quiero hablar de tu niño.


Yong Guk se cruzó de brazos y la miró serio, esta sería la última oportunidad que le daba. En ese instante pasó por su cabeza las noches, si acaso habían sido tres, que habían pasado juntos. Y se sintió idiota al creer que en ella pudo haber encontrado no solo a la madre de su hijo sino la mujer que le haría olvidar el desamor que le había causado su esposa. Pero con Him Chan era diferente, podría jurar que hasta se odiaban pero no por esa mala relación que tenían él era grosero con Jun Hong, por el contrario, Him Chan era muy dulce con el pequeño y no parecía del tipo de hombre que se volvía loco de amor por un niño incluso Yong Guk podría jurar que los niños pequeños le hacían perder la cordura por la desesperación. Quizás ese había sido su error, en no pensar primero en su hijo antes que él. Cuando encontró a Him Chan pensó solo en el beneficio de su hijo porque claro él no estaba interesado en Him Chan, en un chico, de eso estaba muy seguro.


—Bien, habla pero me vuelves a salir con lo mismo y me marcho. ¿Entendiste? —la mujer asintió varias veces.


—¿Para qué volviste con ella? —Yong Guk puso los ojos en blanco y se preparó para marcharse—. ¿Para pelearte con ella delante de su hijo? —Yong Guk esta vez se dejó sorprender, primero el tono de voz de Hyo Sung había dejado de ser aniñado y se habían borrado los rastros de celos y segundo, su hijo le había hablado de la pelea de esa mañana. Más vergüenza no podía sentir.


—Volví con ella porque es obvio ¿no crees? Es la madre de mi hijo


—¿La amas? —Yong Guk carraspeó su garganta, quería mentir pero sería traicionarse así mismo.


—Eso no es de tu incumbencia, Hyo Sung. Si volví con ella tengo mis razones y punto—Yong Guk pensó que su actuación estaba siendo digna de un Oscar—. Y lo de la mañana fue un descuido, sabes eso hacen las personas casadas, se pelean porque tiene muchos problemas encima… no es como ser novio de alguien. Pero tú no sabes eso… ¿sabes por qué? Porque no te casaste pero si tienes duda puedes ir a buscar a tu ex, él sí que sabe lo que es estar casado y pintarle el cuerno a su esposa contigo —Yong Guk no midió sus palabras para lastimar a Hyo Sung pero era necesario, la quería lejos de su hijo y de él, si ella seguía tras él iba a dar con su secreto y no quería que nadie supiera de Him Chan, no ahora ni nunca.


Hyo Sung no pudo contenerse y las lágrimas llegaron, nunca pensó que Yong Guk le dijera aquello con tanto odio. Así se sentía ella, odiada por Yong Guk.


—¿Por qué eres tan cruel?


—Ay por favor Hyo Sung, solo te dije la verdad.


—¡Pero yo no sabía, imbécil! A mí también me engaño… no tienes derecho… tu… tu engañaste a Ji Eun conmigo.


Yong Guk sintió el golpe bajo, técnicamente sí, lo había hecho pero Ji Eun no estaba con él ya y para él era ya no estar casados.


—Pero la diferencia es que mi esposa sí supo la verdad… y perdonado no estoy pero también acepta su culpa, nosotros estamos bien —Yong Guk necesitaba cortar aquella conversación o caería en su propia red de mentiras.


—Hablaré con ella —dijo la mujer con determinación, limpió sus lágrimas y miró seria a Yong Guk.


—Ni se te ocurra


—Sí, como profesora de Bang Jun Hong me corresponde llegar al fondo de esto. Si ustedes mantienen una mala relación va a afectar mucho al niño y si puedo interceder lo haré, solo hago mi trabajo señor Bang, así que le haré una visita a su esposa y a usted en su hogar. Solo necesito que me diga la fecha, hora. — Hyo Sung se sintió satisfecha, ver el rostro palidecer de Yong Guk le causaba el placer de una victoria.


—Señorita Jeon —la mente de Yong Guk trabajó más rápido—, no tiene que preocuparse, en efecto mi esposa y yo no estamos en la mejor posición ahora. Han sido cuatro años los que estuvimos separados, no podemos volver a besarnos con normalidad después de tanto… es cuestión de volver a enamorarnos y de tener un buen terapeuta familiar. No necesitamos ninguna visita nosotros vamos a arreglar nuestro problema. Gracias por su atención.


 


—Papi, papi, papi —el menor entró al aula de pronto, miró la escena buscando descifrar por qué estaba tan cerca.


—Junnie —Yong Guk se apartó de ella y fue con su hijo, lo cargó en sus brazos y salió del lugar.


—¿Qué hacías? ¿Estabas besando a mi maestra? —Yong Guk casi deja caer al menor por la sorpresa causado por la pregunta.


—¿Qué? No, como crees bebé… ¿crees que yo le haría eso a Omma?


El menor negó rápidamente y le dio un beso en la mejilla a su progenitor.


—Te extrañé mucho, appa. ¿Por qué no fuiste por mí?


—Pensé que estabas adentro, tesoro. ¿Cómo me encontraste?


—Vi al señor Park y me dijo que estabas aquí, vine luego de que Jonguppie hyung se fue. Sus papás son doctores, ¿sabías?, curan a las personas y se irán a…. no me acuerdo como se llama pero se llevarán a Jonguppie por una semana, appa.


—No temas pequeño, Jonguppie pensará en ti y no te olvidará. Una semana pasa pronto. Vamos a casa ahora, Him Chan debe estar preocupado.


—Appa, ¿tú quieres a mi Omma?


Yong Guk parpadeó y le miró fijamente, ¿qué clase de respuesta debía de darle a su hijo? No quería ni tantito a Him Chan ni siquiera le caía bien del todo. ¿En qué había pensado cuando hizo aquella locura? La desesperación lo había orillado y por otra parte, tampoco podía decir que aún quería a la madre biológica de su hijo.


—Sí, hijo. Quiero a tu Omma, pero no le digas nada —acarició la cabeza del menor, la mentira se había vuelto su nuevo idioma en las últimas semanas, le mentía a su hijo, a su hermano mayor, a la maestra de su hijo y nuevamente al menor. Solo esperaba que cuando la verdad se revelara no perdiera el amor de su pequeño, sin él era morir en vida.


 


Bang Yong Guk y su hijo abordaron la camioneta y de inmediato se dirigieron a su hogar, las risas y alegría de Jun Hong contagiaron a su padre quien olvidó todo lo sucedido, su pelea con Him Chan, lo anterior sucedido con Hyo Sung y el estrés  de su trabajo.


 


—¡Him Chan! —llamó tan pronto entraron a la casa—. Ya llegamos.


—¿Por qué tardaron tanto? —Him Chan salió de la cocina, traía un delantal de Doraemon (regalo de Sun Hwa) y Yon Guk empezó a reír.


—Lindo delantal —dijo aun riendo, giró su cabeza hacia atrás y notó que el menor seguía intentando sacar sus zapatos deportivos, Him Chan se percató de lo mismo.


—¿Te ayudo, Junnie?


—No Omma, yo… puedo… solo —soltó un quejido y su zapato salió volando provocando risas en ambos mayores.


 


Yong Guk pensó rápido y tomó a Him Chan del rostro y lo empujo bloqueándolo de la vista de su hijo, de esta forma si el niño se asomaba para verlos no iba a apreciar lo que hacían, incluso podría pensar que se besaban.


Him Chan abrió sus ojos asustado por la forma de actuar de Yong Guk, luego este pegó su rostro al del menor. Him Chan se creyó loco pero… ¿acaso Bang Yong Guk pensaba… besarlo? ¡Tenía que escapar!, pero Yong Guk lo tenía bien sujeto de los hombros.


—¿Q—qué ha—haces? —tartamudeó Him Chan.


—Shh —le calló y Him Chan sintió que la cercanía del mayor rompía su espacio personal, se sintió invadido—. Jun Hong me ha dicho si te quiero —susurró— vamos a fingir que sí te quiero y que tú también me quieres. Cuando duerma vamos a hablar de lo que pasó en la mañana —Him Chan podía sentir de cerca el aliento de Yong Guk y su cuerpo tembló, solo puso asentir.


—¿Omma, Appa? —el menor se asomó buscándolos y al verlos tan cerca confundió las cosas.


Yong Guk soltó a Him Chan y relamió sus labios, Him Chan no comprendía por qué había hecho eso y tampoco por qué su rostro empezaba a enrojecerse, sintió el calor en su rostro.


—¿Se estaban… besando? —soltó el niño sin ocultar su alegría. Yong Guk no dijo nada pero Him Chan pensó que en cómo era posible que un niño de casi cuatro años preguntara eso. Se arregló el delantal y cargó al menor.


—Ven, vamos a lavarte, es hora de comer.


Him Chan evitaba hacer contacto visual con Yong Guk, respiró profundo y aun temblando por el susto que el mayor le había dado destapó la pequeña olla que había en el centro de la mesa.


—¿Ramen? —dijo Yong Guk.


—Sí, ¿no te gusta?


Yong Guk sonrió.


—No. Me encanta y hace mucho que no como. Gracias


Him Chan respiró aliviado. Su amiga no había podido ayudarle esta vez así que lo primero que se le ocurrió fue hacer lo único que sabía preparar, ramen.


La hora de la comida ocurrió sin problemas, todos se divertían. A ambos mayores les divertía y les hacía feliz todo lo que el menor les contaba sobre su clase, como se llevaba con su amigo Jong Up y al final mencionó el viaje que haría su amigo y seguía sin recordar a dónde iría.


—Podríamos averiguar a dónde irán… si quieres les llamamos a su casa.


—¡Him Chan!


—¿Qué? El niño va a extrañar a su amigo, si le dan un número podrán hablar al menos un rato —dijo Him Chan muy tranquilo y  Jun Hong no podría estar más emocionado.


—Bueno, yo conozco a los doctores Moon de las reuniones de padres así que yo les hablaré. ¿De acuerdo? —los dos asintieron.


 


Luego de comer Him Chan se encargó de lavar los platos mientras Jun Hong jugaba en la mesa con el celular de su padre, este se encargaba de secar los platos. Se había quedado ahí para hablar con Him Chan a solas pero Jun Hong no quiso moverse del lado de sus padres. Cuando miró que estos terminaron de lavar los platos se bajó de la silla y extendió el celular a su padre. Yong Guk aún tenía  húmedas sus manos así que las secó antes de tomarlo.


—Hizo un sonido extraño —el menor hizo un pucherito pensando que lo había descompuesto.


—Déjame ver… —arrugó el entrecejo al ver que era una llamada de su asistente— No pasó nada cielo, solo es la Señorita Min Jae, ¿la recuerdas? —el menor asintió.


—Ella me cae muy bien —dijo el pequeño y miró rápidamente a Him Cham—. ¡Omma! Ella solo trabaja con appa, ella no se besa con appa —Him Chan sacó el agua que estaba bebiendo y empezó a ahogarse por lo que decía el menor, Yong Guk empezó a reír antes de socorrer a Him Chan dándole palmaditas en la espalda a Him Chan—. ¡Omma! No te mueras —decía el menor.


—Es-estoy bien —dijo deteniendo a Yong Guk y este no paraba de reír por lo que había dicho el menor y la reacción de Him Chan.


—¿De qué te ríes? —le reclamó Him Chan con una mirada asesina, Yong Guk dejó de reír pero por dentro se seguía divirtiendo.


—La llamaré, debe ser algo importante porque nunca llama cuando estoy en casa —marcó el número de su asistente y ella de inmediato respondió—. Señorita Song, ¿a qué se debe su llamada? —Yong Guk salió de la cocina para hablar con su asistente.


Omma, ¿se enojó con Jun Hong? —Him Chan seguía teniendo sed así que bebía con calma de su agua. Miró con ternura al menor.


—No bebé, Omma no se enoja con Jun Hong —el menor sonrió amplio y se sintió tan feliz y afortunado.


 


Luego de que Yong Guk atendió la llamada de su asistente se encerró en su despacho y no salió hasta pasadas varias horas.


—¿Todo bien? —Yong Guk asintió


—Unos inversionistas contactaron a Min Jae para que nos reuniéramos hoy pero ella le dijo que ya no se podría, y querían hablar directamente conmigo. Así que tuvimos una reunión virtual con ellos, mi hermano y el representante de mi hermana. Pero no creo que se concrete mucho… muy indecisos, no trabajamos con gente así —finalizó Yong Guk y se recostó sobre el hombro de Him Chan.


Him Chan lo miró con fastidio pero no dijo nada, volvió a prestar atención al programa que veía en televisión mientras el menor dibujaba recostado en el piso.


—¡Appas! Vamos al parque que está cerca de aquí, ¿sí? ¿sí?


Yong Guk renegó un poco, estaba agotado mentalmente para ir y no quería estar de mal humor con su hijo, suspiró y desvió su mirada a Him Chan.


—¿Lo llevas? —Him Chan asintió y Yong Guk se apartó para dejarlo levantarse.


—Vamos nosotros hijo, appa se siente un poco mal. Después nos llevará a un parque de diversiones —le guiño un ojo al menor quien se entristeció en parte que no su progenitor no fuera pero comprendía que trabajaba mucho.


—Bueno appa, pero nos llevas —le advirtió y le dio un beso en la mejilla a su padre.


—Diviértanse y sí, vamos a ir a un parque de diversiones la próxima vez.


 


Tras cerrarse la puerta principal Yong Guk cayó de inmediato en un sueño profundo. Soñaba con su hijo caminando feliz al lado de Him Chan pero de pronto esa imagen fue borrada por la presencia de Song Ji Eun, no era la primera vez que la veía ahí. Con anterioridad él había corrido a abrazarla y besarla pero esta vez no era así, por el contrario corrió para proteger a Him Chan y Jun Hong de ella.


Despertó asustado y miró la hora, el día pasaba rápido. Him Chan y el pequeño Bang se habrían ido hace un par de horas y Yong Guk estaba seguro que estaba por volver (estaba por anochecer), en un poco tiempo empezaría el programa favorito de su hijo y el niño no pensaba perderselo por nada del mundo, lo conocía muy bien.


Yong Guk fue a la cocina por un vaso de agua fría para que le despertara por completo. El timbre de la casa empezó a sonar y se extrañó. Él no esperaba a nadie y Him Chan había llevado su llave. ¿La había llevado en verdad? Sonrío, en la mañana casi se sacaban los ojos pero desde que había vuelto de la escuela de Jun Hong, Him Chan lo había hecho reír demasiado y también lo había hecho sentir muy bien incluso podría decir que lo hacía sentir feliz.


—¡Se te olvidaron las llaves! —dijo con una sonrisa abriendo la puerta.


—No pero puedes dármelas cuando quieras —el tono de voz heló a Yong Guk. ¿Qué hacía ella ahí?


—Hyo Sung… ¿qué haces aquí?


—Te lo dije por la tarde, necesito hablar contigo y tu esposa —dijo lo último con fastidio.


—Pues que mala suerte la tuya, no está. Y te lo vuelvo a repetir, no necesitamos de tu ayuda.


—¿Dónde está? Puedo ir a verla donde quiera que esté.


—No, me temo que no. Es más no creo que quiera verte, ¿si recuerdas que en nosotros hubo algo? Bueno ella lo sabe, te lo dije hoy. Y adivina qué, me ha pedido que saque a nuestro hijo de tu guardería… quizá le tome la palabra si sigues de fastidiosa —sentenció el empresario.


Hyo Sung se puso seria por todo lo que Bang Yong Guk le decía pero volvió a sonreír, si eso era verdad Yong Guk no quería sacar al niño de la escuela por una razón.


—Ah, pero no lo has sacado, ¿es que acaso quieres seguirme viendo Yongggukkie? —dijo con voz aniñada.


La somnolencia del mayor hizo lento sus reflejos en el momento en que Hyo Sung se lanzaba sobre él para besarlo, acción que logró cometer con éxito… aunque no por mucho tiempo, Yong Guk la empujó con violencia y limpió sus labios con su ropa.


—¿Pero qué diablos te pasa? —estaba molesto con ella, la insistencia de la mujer por estar con él era obsesiva y de verdad le asustaba. De no ser porque Jong Up asistía a la misma escuela que su hijo, ya lo hubiera sacado, de no tener amigos y ahora su hijo contaba con ese pequeño y no quería separarlos.


—¡ERES MÍO! —la mujer se acercó a él con decisión, Yong Guk no retrocedió un paso—. No voy a dejar que nadie me quite lo que me pertenece, tú eres mío, y no me importa si tengo que matar a tu esposa, lo haré para hacerla a un lado.


Yong Guk arqueó una ceja, esta vez Hyo Sung había ido lejos con su amenaza pero él no era de nadie y no le importaba que esa amenaza fuera dirigida hacia Ji Eun quien estaba ahí con él era Him Chan, un extraño al que había estado a punto de matar y luego había sobornado de cierta forma para hacerlo pasar por la madre de su hijo en un simple arranque de locura de la desesperación.


—Tú le pones un dedo encima a mi hijo o su madre, y te la ves conmigo, Jeon Hyo Sung.


—Yo no me rindo tan fácil Bang Yong Guk, tú eres mío y de nadie más. Lo aceptes o no, me perteneces.


Yong Guk no dijo más, discutir con ella era como hacerlo con la pared, se dio la vuelta y le cerró la puerta en el rostro, la mujer se puso roja y vociferó que le abriera, Yong Guk se sentó a ver la televisión a volumen alto por unos minutos hasta que no la escuchó más. Apagó el televisor y se recostó en el sofá de nuevo maldiciendo el momento en que se había enredado con la maestra de su hijo. Se sintió el idiota más grande del mundo. Miró con fastidio la manga de su camisa manchada con el labial de Hyo Sung, se quitó la camisa quedando solo en camiseta, cerró sus ojos y pensó en qué hacer con ella.


El timbre de la casa volvió a sonar, ¿es que esa mujer no se rendía?


—¡Al demonio todo! —Gritó Yong Guk, odiaba usar la violencia física más contra esa mujer pero ella lo merecía, le daría una bofetada lo suficientemente fuerte para que ella lo dejara en paz—. ¿Y ahora qué quieres? —dijo abriendo la puerta con enfado.


—Solo quiero entrar, Jun Hong pesa mucho —esa voz no tenía nada que ver con la voz aguda de su ex amante y se sorprendió de le causara tanta alegría escucharlo—. En serio Yong Guk, tu hijo pesa mucho.


—Lo siento —Yong Guk tomó en sus brazos al niño dormido y lo llevo de una vez a su habitación.


 


Him Chan se quedó en la puerta de la casa, miraba hacia todos lados y luego miró hacia Yong Guk quien subía las escaleras. No llevaba puesta la camisa.


 


Luego de que Jun Hong y él corrieran por todo el parque, además de subirse a todos los juegos que había ahí el menor había entrado en una especie de letargo durmiéndose después en brazos de Him Chan, Yong Guk era buen padre había cuidado bien de su hijo en todos los aspectos posibles.


El peso del menor no era problema alguno para Him Chan pero esperar cargándolo mientras Yong Guk hablaba con esa mujer le había provocado aquel cansancio.


Him Chan juraba haber notado desde el otro lado de la calle como Yong Guk se besaba con una mujer. Cerró la puerta de la casa, y entonces se percató que había algo que jamás le había preguntado a Bang Yong Guk, después de su esposa, ¿él había estado con alguien más?


—Lo arropé ya, estoy seguro que no despertará hasta mañana así que quédate tranquilo, no despertarás de madrugada como hoy…


Him Chan se sobresaltó al escuchar a Yong Guk hablar tras de él.


—Me asustaste —dijo y se giró, entrecerró sus ojos fingiendo que apenas se daba cuenta que no vestía la camisa—. ¿Y tú camisa?


—Tenía calor —dijo Yong Guk rápidamente.


—Ah, yo tengo frío —respondió contradiciendo rápido al mayor.


—Debe ser porque me quedé aquí y tu saliste, afuera debe hacer frío.


—Sí


Ambos se miraron pero nadie dijo nada por un momento, Him Chan tenía curiosidad y Yong Guk sabía que tenían que arreglar sus asuntos antes de empeorar y arruinar la mentira que los dos habían decido seguir.


—¿Te puedo hacer una pregunta…personal? —Him Chan rompió el silencio.


—Sí… —Yong Guk tuvo miedo de esa pregunta pero a la vez quería saber de qué se trataba.


Him Chan se puso rojo, no estaba seguro de por qué quería saber eso pero creyó que era necesario. Respiró profundo y lo miró directo a los ojos.


—Tú… ¿has estado con otra mujer después de tu esposa?


Yong Guk esperaba cualquier pregunta menos esa, podría hasta esperarse una sobre si le gustaban los hombres o alguna otra pregunta más íntima pero no esa, sus manos empezaron a sudar y de su frente también gotas de sudor empezaban a delatarlo, su respiración se agitó de la misma manera. Tragó saliva y solo negó levemente, la garganta se le había cerrado para evitar decir mentiras ante la mirada inquisitiva de Him Chan.


La pregunta que rondaba la cabeza de Yong Guk era, ¿por qué el interés de Him Chan de saber eso, acaso lo había visto con Hyo Sung? No, eso no podría ser. Nadie los había visto, de eso estaba muy seguro.

Notas finales:

Y eso ha sido todo~ nos leemos en una próxima vez (que yo espero sea pronto <3)

 

Hasta luego~


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