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The Only True Exception por CerezoHimeChan

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Notas del capitulo:

Bueno, aquí casual publicando en la madrugada,xD les dejo el capítulo de hoy n_n y ojalá les guste. 

 

 

Muchas gracias por sus reviews <3,los revisaré tan pronto pueda.

CAPÍTULO 9: EL TRATO


 


-Vamos, avancen, rebasen, no me importa- decía entre dientes molesto por los conductores que festejaban cada que le rebasaban- frotó sus ojos, empezaban a mostrarse cansados, bajó un poco más la velocidad para no arriesgarse, el cansancio ya hacía efecto en él y eso que no era tan tarde, podía soportar dormir pocas horas por trabajo pero ahora, era las 10:30 y ya estaba queriendo dormir, bostezo y se pegó en el rostro –No te duermas YongGuk –se dijo para sí.


 


El celular Yong Guk empezó a sonar, ignoró la llamada podría entrar a buzón y ahí podría dejar mensajes quién quisiera hablar con él, tres tonos y se detuvo, siguió avanzando tranquilamente mientras era rebasado por una camioneta que a lo lejos escuchó como patinaba, hizo un leve movimiento de negación con su cabeza, tanta era la insistencia de todos por llegar que se olvidaban de conducir con seguridad no sólo la ajena sino la propia.


De nueva cuenta su celular sonaba, el camino se veían más tranquilo seguro el tráfico había disminuido y todos los autos que habían tomado su camino habían desaparecido en la nada, suspiró y tomó el teléfono, para responder, un tope que no había divisado causó que su auto casi derrapara y con ese movimiento su móvil cayó, seguía sonando, con la mano izquierda sujetó el volante y con la derecha tanteó para encontrar el aparato, justo cuando estaba por alcanzarlo sus ojos divisaron una figura intentando cruzar en su camino, estaba seguro que no alucinaba y si lo hacía no pensaba tomar el riesgo, mandó al demonio el celular y viró de forma violenta, haciendo que su coche golpeara algo, esperaba no haber matado a aquel ser. El auto se sacudió de forma violenta, cuando alcanzó a frenar, miró rápido hacía su hijo y este había soltado a sus juguetes y se despertaba poco a poco.


-Hijo de puta- susurró molestó. Se bajó del auto y se encontró frente a un hombre que aparentaba su misma edad, se mantenía estático y con los ojos abiertos, parecía asustado mientras miraba el desastre que se había formado, había comida enlatada por todos lados.


— ¿Pero qué demonios le pasa?— le gritó YongGuk, al hombre en la carretera, más no hubo respuesta. Se miraron fijamente y notó que la mirada del hombre mostraba enojo, al igual que la suya.


 


Las palabras del conductor a Him Chan le llegaron lejanas, sólo entendía que estaba vivo, que había perdido su dotación de alimento por el resto del mes y que ese idiota conductor no había podido arrancarle la vida. Entonces su cerebro volvió a trabajar.


-¿A mí? Será a usted… idiota, casi me mata… Ah mis vivieres, todo es tu culpa –le señaló con el dedo índice, de forma acusatoria.


-¿Mi culpa? ¡Quién fue el idiota que quiso cruzar, es un irresponsable puso en riesgo la vida de mi hijo!- gritó lo más alto que pudo.


Him Chan soltó una risa burlona hacía el conductor.


-Me debe mis vivires, es todo lo que tenía para este mes y mire, destruidos por su arrogancia


Yong Guk tenía ganas de estrangularlo, ¿cómo podía estar tan tranquilo? Su bebé, se había despertado nada más pero si algo más le hubiera pasado, la culpa le asaltó, si no hubiese querido responder el celular, no, la culpa no había sido de aparato, era de aquel individuo


-¿Ah sí? Pues yo llevo un niño de tres años en el auto que pudo pasarle algo grave por su imprudencia- espetó Yong Guk.


Him Chan sentía su sangre hervir ese conductor era un idiota que no sabía matar personas, y él un idiota que no sabía matarse por otros medios, pero el conductor era el doble de idiota, encima no paraba de quejarse sobre su hijo, el chiquillo solo se había despertado, sus víveres no habían corrido con esa suerte, estaba tirados en el pecho, su ganancia perdida.


-Pero esto no se queda así- apuntó con el dedo índice –Veremos qué dicen los abogados- HimChan quería matarse, no tenía dinero ni para comer y ahora hablaba de abogados.


-Si a eso nos vamos, pues a ver que dice el juez cuando sepa que su imprudencia casi mata a mi pequeño


-Ni que fueras el emperador de China- recriminó Him Chan –pero típico de los conductores, mírame tengo auto, soy poderoso, estoy por encima de ti peatón –bufó Him Chan –Así son todos los conductores, engreídos, se creen dueños de los caminos, humillando a peatones, ciclistas e incluso motociclistas o ustedes mismos hacen una comparación, el que tiene auto heredado, el de segunda mano, último modelo, importado, auto de alquiler, el que tiene su chofer, mientras a nosotros nos tratan cómo basuras.- finalizó haciendo énfasis, y en ese momento tuvo ganas de ir a buscar a su maestro de oratoria y discurso de la universidad.


Yong Guk masajeó sus sienes, algo tenía que ocurrírsele para detener a aquel hombre, su discurso le estaba asfixiando, ¿cuál serían las posibilidades de ganar un juicio? Y se hiciera o no, la imagen de la empresa quedaría manchada, su hermano gemelo.


La empresa que llevaban los hermanos Bang era una constructora y agencia inmobiliaria, tenían varios edificios a su nombre y todos eran seguros, ese era su lema, el bienestar y seguridad de sus clientes, nada de eso podría verse manchado ahora por un casi atropellamiento, pero Yong Guk estaba seguro que él no iba a atropellar a nadie, él había visto como aquel hombre quería cruzar, de acuerdo, había sido descuidado con el celular pero no era idiota para matar  a una persona.


 


-9-9-B-Y-G…- los pensamientos de Yong Guk fueron interrumpidos por el contrario.


Him Chan empezaba  a ponerse nervioso, su treta no daría resultado, era imposible que él ganara un juicio y para empezar, ¿se podía demandar por atropellar de manera accidental? Y si lo hubiera, ¿de dónde sacaría el dinero para pagar al abogado? Tenía que seguir en su papel, las luces del auto seguían prendidas y el número de placa se veía tan clara, empezó a recitar una y otra vez el número de placa, fingiendo que estaba memorizándolo, esto causaría un poco de terror en el contrario, al menos eso pensaba él.


-¿Pero qué demonios?- exclamó Yong Guk –Basta –se paró frente a él tapándole la placa.


-Tiene miedo, ¿eh?


Yong Guk entrecerró sus ojos y no dijo nada, tenía que pensar en algo y de forma rápida, en algo, en... dinero, su chequera estaba en casa, dinero, eso era, le pegaría al idiota y nunca más en su vida lo verían, le daría la cantidad suficiente y no habría forma de que volviera a molestarlos.


-¿Cuánto quieres?- la pregunta del conductor desconcertó a Him Chan quién le miró confundido –Tengo mi chequera en casa, si me acompañas, podría darte una buena suma y podríamos olvidar este incidente.


¿Dinero? ¿Le estaba ofreciendo dinero?, pensaba Him Chan un poco ofendido aunque recordando su situación, el dinero no le venía nada mal pero no podía verse tan interesado, a Kim Him Chan no lo movía el dinero.


-¿Acaso piensa comprar mi silencio?- inquirió –Y aunque aceptara… cómo sé que no intentará arrojarme de su auto en la marcha.


-Mi hijo está en el auto, si quisiera asesinarlo no lo haría delante de él- dijo molesto


-Lo siento, sonaré infantil pero mi mamá me dijo cuando era pequeño que no subiera a autos de extraños.


-Bang Yong Guk, mi nombre es Bang Yong Guk, soy dueño de una empresa constructora.


Him Chan le miró confundido no entendía por qué Bang Yong Guk le revelaba quién era.


-Ya no soy un extraño, ahora suba o espere que pase un auto y le atropelle de verdad.


Him Chan no volvió a quejarse, necesitaba ese dinero, vaya ahora no pensaba en morir sino en ese dinero, abrió la puerta para entrar al auto en la parte de pasajeros y una carita sonriente lo recibió.


-Hola- saludó el pequeño –Me pasas mis juguetes, por favoooor


Him Chan sonrió, el niño era verdaderamente tierno, alcanzó a los muñecos que estaba en el piso del auto y los extendió hacía el menor.


-Me llamo Kim Him Chan- se presentó con el menor por puro instinto.


-Yo me llamo, Bang Jun Hong, mucho gusto- tomó los juguetes y sonrió, Him Chan se sentó a su lado y de la nada el menor empezó una conversación con el extraño. Yong Guk sonrió para sus adentros nunca había visto tan entusiasta a su hijo con una persona ajena a la familia. Se veían tan adorables, pensó, como si fueran… Negó, no, él no podía imaginar eso, no él.


Empezó a conducir de forma lenta, veía como el menor se desenvolvía de forma natural con el apenas conocido, intentó borrar esa idea de su mente pero fue su mejor amigo, esposo e hijo quienes aparecieron ahora, Dae Hyun criaba a un niño de apenas un año, ¿qué mucha diferencia había de criar a uno de casi cuatro años?


Tan difícil no podría ser, miró por el espejo frente a él, Him Chan sonreía junto al pequeño, le contaba chistes que hacían que el menor estallara en risas, se suponía que le diría la verdad pero imaginar a su hijo llorando contrastaba demasiado con la imagen actual, un niño sonriente y muy alegre mientras jugaba con un extraño.


Era imposible que aquel chico aceptara lo que él estaba pensando a menos que le pagara, ¿pero por qué no había pensado antes eso? Al parecer Him Chan tenía mucha química con su hijo y si Dae Hyun y Young Jae podían criar  a un niño, ellos podrían hacerlo, él y Him Chan, estaba seguro que era una locura, pero su hijo sólo había pedido una madre, nunca especificó si quería que fuera mujer, ¿o sí? Sólo tenía que convencer a Kim Him Chan.


El viaje fue corto hacía la residencia Bang, al fin de cuentas ya sólo estaban a 30 minutos, Jun Hong se había vuelto a dormir y para sorpresa de Yong Guk, Him Chan lo traía en brazos. Eso le sumaba puntos para su plan, le hizo pasar hasta la habitación del menor, Yong Guk preparó la cama y se olvidó del pijama por esta vez, el menor se había cansado en el viaje, decidió que no iría al jardín de niños a la mañana siguiente.


-Tus ropas están mojadas, ven te prestaré unas. Puedes pescar un resfriado así- Him Chan miró con extrañeza a Yong Guk pero la verdad era que si estaba muriendo de frío, al menos la camisa se había secado pero sus jeans no, seguían húmedos.


Yong Guk buscó entre su ropa algo que fuera cálido, le dio a su contrario una camisa de algodón manga larga junto a un pantalón deportivo que usaba frecuentemente a la hora de ejercitarse. Se disculpó pero con la ropa interior ahí sí no podía ayudarle, Him Chan dijo que no había problema y le dio la espalda para poder cambiarse.


-Sabes… podrías ser la madre de mi hijo- empezó Yong Guk, el rostro de Him Chan se ensombreció.


- ¿Disculpa? Por si no te has dado cuenta ¡SOY HOMBRE! - decía el pelinegro cambiándose de ropa.


Yong Guk sabía que ese sería el primer argumento de Him Chan, pero tenía una forma de refutarlo aunque él mismo sabía que no era la mejor forma. Mordió su labio inferior antes de hablar y hacerle saber su plan.


-Podríamos fingir que somos una pareja gay- dijo nervioso e incómodo, incluso podría agregar mi mejor amigo lo es.


- ¿Qué? – Him Chan tenía ganas de estrangular a Yong Guk por lo que acaba a decir y lo hubiera hecho si el dueño de la casa no hubiera intervenido de nuevo.


-Te pagaré- si le pagaba quizá lo pensaría.


- ¿De cuánto estamos hablando? – olvidó los malos modales, ahora quería saber el precio que estaba dispuesto a pagar.


-Cheque en blanco- ¿Cuánto? En realidad no lo había pensado, ¿cuánto podría ser, no lo sabía, y si Him Chan iba a fingir cambiar de sexualidad y tener un hijo?, ¿no sería lo correcto que él escogiera su precio?


-Acepto- no había nada mejor que un cheque en blanco, Him Chan aceptó sin remordimientos tal como Yong Guk se lo propuso sin lo mismo.


 


Sin importarles que el menor al final pudiera ser el mayor afectado.

Notas finales:

¡Felices fiestas! Imaginen que este es su regalo de Navidad, haha, <3 les mando un fuerte abrazo y bendiciones para todos


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