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El Repartidor por Enethels

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Notas del capitulo:

Sé que pasó demasiado desde que subí el primer capítulo, pero aquí está el segundo. Tarde pero seguro(?) Espero les guste.

—— SASUKE’S POV ——

 

Me fui de ahí. ¿Para qué pregunté eso? Era obvio que ya estaba bien, si no lo estuviera seguiría en el hospital, idiota, idiota. Salí del gran apartamento. De pronto comenzó a llover. Me subí a la motocicleta de la empresa y me dirigí a la compañía. Espero no tener que hacer otro envío con esta lluvia. Recuerdo cuando lo vi por primera vez. Era un día de lluvia al igual que hoy.

 

—FLASHBACK—

 

Otro día más de lluvia. Este día la compañía no haría envíos. Las personas que quisieran tener sus paquetes con urgencia debían venir por ellos mismos o esperar hasta el día siguiente.

—¿Por qué no podemos irnos? No tenemos que hacer los envíos, así que ¿por qué tenemos que quedarnos? —se quejó Ino. Una chica de cabello rubio platinado y ojos celestes opacos. Tenía 22 años.

—Porque la gerente dijo que hay que cumplir el horario de trabajo. Además, si alguien viene a buscar un paquete tenemos que atenderlo —respondió un chico de cabello marrón y ojos del mismo color, con una marca roja en cada una de sus mejillas llamado Kiba. 23 años.

—Ash, qué problemático. ¿Quién vendría a buscar un paquete en un día como este? La gerente es una idiota —dijo un chico con el pelo recogido. Era el más perezoso de los empleados.

—No de-deberías de-decir eso Shikamaru… —habló una chica de cabello negro y ojos perla, muy tímida, llamada Hinata.

—Disculpen… ¿Esta es la empresa de mensajería Kurama? —preguntó un chico rubio empapado hasta los tobillos, con 3 marcas como bigotes de gato en cada mejilla. Tenía ojos celestes como el cielo.

—Sí, ¿vienes a buscar algún paquete? —pregunté levantándome de la silla en la que estaba sentado.

—¡Deidara! ¡Es aquí! —gritó el chico asomando la cabeza por la puerta de la compañía.

—¿En serio? Qué bien… —dijo otro chico rubio casi idéntico, con el cabello un poco más largo que el otro, entrando por la puerta unos segundos después.

—Cuando me enteré de que hoy no harían envíos casi me desmayo. Debían entregarme algo sumamente importante —aclaró el de cabello largo acercándose.

—En seguida lo atiendo, pase por éste cubículo —dije. Los dos chicos se acercaron—. Necesito sus datos.

—Soy Deidara Uzumaki, hoy debían entregarme un martillo que venía con radio —dijo serio. Traté de aguantarme la risa.

—Cla…ro buscaré su paquete… —dije tratando de no reír. No podía faltarle el respeto a un cliente, pero vamos, ¿un martillo con radio? Me dirigí a la sala donde guardábamos los paquetes y lo encontré. Volví nuevamente con el paquete—. Aquí tiene —dije dejando el paquete en la mesa.

—Deidara, te olvidas la colección de ropa para muñecas Barbie… —habló el otro chico. Lo miré con cara de “¿estás bromeando?”. Él sonrió—. No es para mí, es para…

—¿Eso no importa, verdad Naruto? —lo interrumpió Deidara subiendo el tono. Así que se llamaba Naruto…

—Si compraste ropa significa que tienes una colección, ¿verdad? —seguí el juego.

—Ahm… 

—Deberías ver su cuarto, te sorprenderías —dijo sonriendo Naruto.

—Puedo imaginármelo… —respondí pensando.

—Sasuke, estás en horario de trabajo, es para trabajar, no charlar. Atiende apropiadamente a los clientes —dijo Tsunade, la gerente, apareciendo detrás de mí.

—Ah, sí —afirmé levantándome para buscar el otro paquete. Finalmente lo encontré y volví—. Aquí tiene —dije dejando el paquete en la mesa. Tsunade ya se había ido.

—Perdona por causarte problemas… —se disculpó Naruto rascándose la nuca.

—Está bien, enserio.

—¿Nos vamos Naruto? ¿O es que prefieres quedarte? —preguntó Deidara desde la puerta. ¿Cuándo fue que Deidara caminó hasta allá?

—Adiós… —dijo Naruto sonriendo. Después fue corriendo hasta la puerta y finalmente se fue junto con Deidara. Yo me había quedado mirando la puerta. Luego me giré. Todos estaban mirándome.

—¿Qué? —pregunté.

—Te cayó bien ese tal Naruto, ¿verdad? —dijo Ino.

—No sé de qué estás hablando —aclaré. En ese momento Tsunade volvió.

—Ya han cumplido el horario de trabajo, pueden irse.

—¡Aleluya! —exclamó Ino. Yo me fui. Como llovía a cántaros decidí tomar un taxi. Llegué al apartamento y afuera estaba… ¿Naruto? Estaba parado debajo del techo de un kiosco.

—¿Te quedaste afuera? —pregunté gracioso. Esperaba que me recordara.

—Ah, tú eres el chico de la empresa de envíos, Sasuke, ¿verdad? —preguntó. Me recordaba, incluso mi nombre. Yo asentí—. Sólo estoy esperando que mi novia baje para abrirme la puerta del apartamento… Es que es bastante caprichosa y no quiere abrirme —dijo Naruto. Cuando oí la palabra novia me quedé petrificado.

—¿Q-quieres que te abra la puerta? Vivo en el mismo apartamento… —sugerí.

—¿En serio? Eso sería genial —dijo Naruto sonriendo. Me dirigí a la puerta de la entrada y la abrí rápidamente para no empaparme tanto.

—Bien… Debo irme… Adiós —me despedí de Naruto. Me sentía bastante decepcionado. Decidí tomar las escaleras para no cruzarme a Naruto. Luego de unos minutos, llegué a mi piso.

—Vamos… ábreme la puerta, estaba con Deidara, no con otra chica… —Naruto estaba golpeando la puerta que estaba al lado de mi apartamento.

 Realmente no sabía quién vivía ahí. Siempre salía temprano a trabajar y volvía algo tarde, así que era raro cruzarme con mis vecinos. Hice como si nada estuviera pasando y me metí rápidamente a mi apartamento. Aún se escuchaba que Naruto golpeaba la puerta. Me dirigí a la cocina para preparar al para comer y me di cuenta de que mi heladera estaba completamente vacía. Habían unos refrescos y un tomate. Decidí ir al 24 horas para comprar algo para cenar. Ya no se escuchaba que golpeaban la puerta de al lado, así que seguramente mi vecina había dejado entrar a Naruto. Abrí la puerta y bajé por las escaleras, pero había un chico rubio sentado en ellas. No puede ser…

—¿Naruto? —pregunté. Él se giró y efectivamente, era Naruto.

—…Hola —se veía bastante deprimido.

—¿Tu novia se enojó porque estabas en la empresa de mensajería? Si quieres puedo decirle que estuviste allí—ofrecí. No quería verlo triste, para nada.

—No, no hace falta. Ella no escuchará a nadie… —dijo suspirando.

—Entonces… ¿quieres venir a mi apartamento? Ya es algo tarde. Justo ahora iba en camino a la tienda de conveciencia para comprar algo para comer… —Naruto levantó la mirada.

—Vale —aceptó sonriendo un poco. Finalmente bajamos las escaleras y llegamos a la entrada. Salimos y comenzamos a caminar. El paraguas que tenía era algo pequeño así que teníamos que ir algo apretados—. Oye, ¿por qué no vas al otro supermercado que hay aquí? Yo trabajo ahí —dijo Naruto.

—¿En serio? —pregunté.

—Claro, ahí fue donde conocí a Sakura —agregó. Sakura seguramente era su novia. Decidí ignorar esa parte.

—Bien, vamos —dije. Cruzamos la calle y llegamos al otro supermercado. No sé por qué nunca vine a este. Tal vez podría haberlo conocido antes que Sakura… Espera, ¿qué estoy diciendo?

—¡Hey, Naruto! ¿Qué haces por aquí? —preguntó una chica de cabello marrón y ojos del mismo color, sentada frente a una caja registradora.

—Sólo iba a comprar unas cosas… —dijo Naruto a la chica—. Él es… Sasuke —me presentó Naruto. Si tuviéramos que definir nuestra relación, sería más bien como “Él es Sasuke, un chico que recién acabo de conocer hoy y me invitó a su apartamento ya que mi novia no me quería abrir la puerta.” Obviamente, Naruto no diría eso.

—Bien, les haré un descuento. Compren lo que quieran —dijo la chica sonriendo—. Por cierto, soy Tenten —aclaró la chica mirándome. Yo asentí y me dirigí a la parte de comida congelada. Naruto iba detrás de mí.

—Oye… no necesitas invitarme a tu apartamento… quiero decir… recién me conoces, ¿no? Puedo ser un ladrón… —dijo Naruto. Reí un poco.

—¿Entonces no vendrás? —me giré para verlo. Naruto era más alto que yo, pero sólo un poco.

—Ah, no quería decir eso… Yo…

—Está bien, si no quieres venir no es obligación. Después de todo, yo también podría ser un violador o algo así —lo interrumpí para volver a girarme.

—Sí iré —afirmó Naruto. Sonreí para mis adentros.

—Bien, ¿qué quieres comer? —pregunté.

—Cualquier cosa está bien… —dijo.

—Bien… ¿qué te parece pescado crudo? Dicen que es delicioso —Naruto se quedó en silencio. Yo me giré para ver su cara. No pude contener la risa—. Es una broma, ¿crees que estoy tan loco? —pregunté. Naruto rió nerviosamente—. Bien, entonces llevaré ramen —la cara de Naruto cambió completamente—. ¿Qué? ¿No te gusta? —pregunté.

—No es así, amo el ramen —respondió sonriendo. Volví a dejar el ramen en la góndola. La cara de Naruto cambió. Yo reí. Volví a tomarlo y nuevamente sonrió. Luego nos dirigimos a donde Tenten.

—¿Esto es todo? —dijo la chica.

—¿Cómo que todo? No hables así del ramen —dijo Naruto. Yo reí un poco. Naruto sí estaba loco. Tenten sonrió y me hizo una oferta de 2x1(?). Finalmente nos despedimos y salimos de ahí. Volvimos al apartamento rápidamente. En la entrada estaba el idiota de Kabuto.

—Vaya, ¿a quién tenemos aquí? —dijo Kabuto burlonamente.

—No molestes —hablé  tratando de ignorarlo. Él se puso enfrente de nosotros.

—¿Quién es este? ¿Tu nuevo novio? —siguió. Me descontrolé y traté de pegarle, pero el tomó mi mano y me pegó una patada en el estómago—. Aprende quién manda aquí, marica —dijo para salir corriendo. Odiaba ser tan pequeño. Me levanté. Naruto había desaparecido. Miré para el costado, y estaba corriendo detrás de Kabuto. Finalmente lo alcanzó y le pegó en la cara. Fui corriendo hasta allí.

—¡Naruto! —grité—. ¿Qué haces? ¡Detente! —dije viendo que no paraba de golpearlo. Naruto dejó del golpearlo y vino hacia mí. Kabuto se levantó lentamente.

—¡Le diré a mi padrastro lo que hiciste, Uchiha! —yo tomé a Naruto del brazo y lo traje hasta el apartamento. Finalmente entramos.

—Oye, ¿estás bien? —preguntó Naruto. Yo lo miré por un segundo. No debía desquitarme con él. No era su culpa. Llegamos al ascensor y finalmente subimos hasta mi apartamento.

—Pasa… —dije abriendo la puerta. Naruto entró y la cerró.

—Dime… ¿quién era ese idiota? —preguntó Naruto. Dejé las bolsas con ramen en el sofá.

—El hijastro del dueño de este edificio —dije simplemente. Naruto abrió sus ojos exageradamente.

—Lo siento tanto, seguramente le dirá todo a su padre. Escucha, yo puedo hablar con su padre si quieres, le explicaré todo —Naruto estaba muy arrepentido.

—No hace falta —dije tomando nuevamente las bolsas para dirigirme a la cocina. Él me siguió.

—¿Qué pasará si te echan de aquí? —preguntó Naruto.

—No importa, de todas formas estaba pensando en mudarme —respondí preparando una olla con agua.

—Escucha, todo fue mi culpa. Si algo pasa, házmelo saber. Puedes quedarte en mi casa unos días si no tienes a dónde ir. Te daré mi número —dijo tomando una servilleta de la mesa y sacando un bolígrafo de su bolsillo—. Toma —dijo dejando la servilleta con su número al lado de mí. Luego de un rato, terminé de preparar el ramen y lo serví en la mesa. Naruto me seguía todo el tiempo. Yo lo miré algo gracioso—. ¿Qué? —preguntó.

—Nada —respondí sentándome. Él hizo lo mismo y finalmente comenzamos a comer.

—Oye, lo siento mucho. Recién me conociste hoy, me ayudaste y yo ya te traje problemas. Si necesitas algo, llámame cuando sea.

—Bien, lo haré. Ahora come —hablé. Luego de un rato terminamos de comer.

—Yo… iré a ver si mi novia me abre la puerta —dijo.

—Claro, si no te deja entrar puedes volver aquí.

—Gracias… adiós… —dijo abriendo la puerta.

 Finalmente se fue. Suspiré. Debía pensar en algo para que Orochimaru, el dueño del edificio, no me dejara en la calle. Esperé unos minutos para ver si Naruto volvía, pero como no lo hizo me fui a dormir.

Notas finales:

Gracias por leer :D Por favor, déjenme saber si tengo algún error y si tienen algún consejo, déjenlo en los comentarios.


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