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Four Weeks por Kaming

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Semana 3

 

Kyungsoo había cumplido su sueño de pararse sobre un escenario, pero su maravillosa voz no fue suficiente para ganar.

 

Debido a su débil corazón y al poco oxígeno que su cuerpo recibía, su respiración no fue buena mientras cantaba y eso le descontó muchos puntos, pero realmente no le importó. El sólo hecho de ver el rostro feliz de Jongin cuando lo recibió entre sus brazos después de cantar le bastó para sentirse ganador.

 

"- Has cantado maravilloso hyung - le dijo Jongin cuando por fin le hubo soltado de aquel abrazo.

 

- Jongin, sabes que no es bueno mentir. Pero al menos sólo fueron problemas de respiración y no desafiné en ningún momento, porque de haber sido así, estoy seguro de que ya estaría cubierto de tomates - dijo el mayor riendo, refiriéndose a la típica escena de dibujo animado cuando alguien se subía al escenario y era atacado con diferentes alimentos.

 

- Ganador o no, vamos a celebrar igual -.

 

Y tomándole la mano sacó a Kyungsoo de ese lugar y lo llevó a su departamento, que para sorpresa y agrado de Kyungsoo, estaba iluminado por la tenue luz de unas cuantas velas y había comida china sobre la mesa.

 

- ¿En qué momento hiciste todo esto? - preguntó el más bajo sorprendido ya que cuando vino a buscar al menor en la tarde todo lucía completamente diferente... O mejor dicho completamente normal.

 

Ahora era todo tan...¿romántico?

 

- Verás hyung, quise contártelo antes pero no tuve oportunidad. La verdad es que soy omnipotente - pero al ver la cara de "déjate ya de tonterías" por parte de Kyungsoo le hizo sonreír y confesar la verdad - Yixing lo hizo por mí mientras estábamos en el evento. Se lo pedí como un favor...a cambio de unos cuantos wons - esto último lo dijo en un susurro.

 

¿Acaso los amigos no podían hacer algo por ti simplemente porque sí, sin esperar algo a cambio?

 

- ¿Yixing? - preguntó Kyungsoo curioso.

 

- Sí, ese chico retraído que te entregó el sobre el otro día.

 

-Ah, ya lo recuerdo - dijo Kyungsoo sonriendo. Definitivamente aquel chico era retraído, pero tenía puntos a favor igual: la decoración era hermosa y la comida lucía deliciosa.

 

Jongin puso baladas en el equipo de audio para darle el toque final al ambiente, y luego de eso procedieron a sentarse para comenzar a cenar.

 

Kyungsoo hace mucho que no comía comida china y esta era una de las mejores que había probado.

 

- Hyung, recuerda el trato que tenemos - dijo Jongin cuando terminaron de comer y estaban junto a la ventana observando las luces de aquella gran ciudad.

 

- ¿Trato? - preguntó Kyungsoo un poco distraído.

 

Aquella vista era realmente hermosa.

 

- La otra semana debes hablar con tus padres, ese era el acuerdo que teníamos - le recordó el menor.

 

Un suspiro de escuchó por parte del más bajo."

 

 

 

Kyungsoo dejó de recordar lo que había sucedido aquel día y de poca gana se levantó y fue a asearse.

 

Aunque no se sentía preparado, había llegado el momento de contarles a sus padres lo que estaba sucediendo con su salud.

 

 

 

La puerta del hogar de Kyungsoo sonó y su madre fue a abrir, encontrándose con el rostro de Jongin frente a ella.

 

- Jongin-ah, no esperaba verte el día de hoy. Kyungnie me dijo que no vendrías - mencionó esta mientras dejaba entrar al menor.

 

- Ese era el plan, pero hace poco me envió un mensaje para que viniera -.

 

- Claro, entiendo. Está en su habitación, lleva bastante rato sin salir. De seguro esta esperándote - dijo ella con una amable sonrisa siendo correspondida por Jongin, quien hizo una pequeña reverencia y desapareció por el pasillo para ir a la habitación de su amigo.

 

Dada la actitud de la señora Do, Kyungsoo aún no había hablado con ellos.

 

- Hyung, vine tan rápido como pu...- al abrir la puerta lo primero que vio fue al más bajo hecho un ovillo bajo la ventana, y su cuerpo temblaba debido al llanto.

 

Jongin cerró la puerta con seguro y fue casi corriendo a abrazar a su amigo.

 

- Soo, tranquilízate por favor. Mírame - pidió tomando entre sus manos el rostro de Kyungsoo, que lo tenía húmedo y los ojos rojos - hyung, hyung...dime que te sucede, no soporto verte así - dijo el menor limpiando con su pulgar los rastros de lágrimas que tenía el otro.

 

- Jongin-ah, yo...yo no puedo - dijo el mayor aferrándose al cuerpo del moreno, rompiendo en un llanto desconsolado nuevamente.

 

- ¿Qué es lo que no puedes hacer? - preguntó en un susurro acariciando la espalda de Kyungsoo con extremo cariño y delicadeza.

 

- No puedo Jongin, no puedo decírselo a mis padres. Por favor... Jongin, por lo que más quieras no me hagas contárselo -.

 

El silencio reinó en la habitación durante unos largos segundos hasta que el menor separó su cuerpo del de Kyungsoo y con suavidad posó sus labios en los del más bajo.

 

- Lo que más quiero se llama Do Kyungsoo - dijo mirándolo a los ojos - Si no les quieres decir, yo no puedo obligarte. Es tu decisión, y sea cual sea la que tomes yo siempre estaré ahí para ti, apoyándote - aquellas palabras fueron las que necesitaba Kyungsoo con desesperación en aquel momento.

 

- Te amo Kim Jongin, por favor perdóname por no haberme dado cuenta antes y por hacer que cargues con todo esto - dijo Kyungsoo acariciando el rostro del menor con el dorso de su mano.

 

- No y no Kyungsoo, no hay nada que perdonar. Yo estoy a tu lado por decisión propia y no es una carga para mí...y nunca es tarde para amar -.

 

 

 

- ¿Qué le dirás a tus padres? - preguntó el menor horas más tarde cuando estaban abrazados en el sillón de su departamento viendo televisión.

 

- ¿Sobre qué? -

 

- No estarás sólo un par de horas en el hospital hyung - respondió acariciando con suavidad el cabello del otro.

 

- Les diré que queríamos celebrar nuestros cumpleaños en Jeju...que tú me has invitado - contestó el mayor luego de pensarlo por un momento.

 

 

 

 

 

- Jongin-ah, ¿por qué te enamoraste de mí? Hay miles de chicas dando vueltas a tu alrededor y que están a tu altura - preguntó avergonzado Kyungsoo a eso de la media noche, cuando estaban tratando de dormir, uno junto al otro en la cómoda cama de Jongin

 

- ¿Y tú no estas a mi altura? -

 

- Literalmente...no - dijo Kyungsoo riendo levemente - Pero seamos sinceros, cualquiera que nos ve piensa que ni hablamos. Somos tan...diferentes en todos los aspectos, ya sea en el atractivo físico y en nuestra personalidad - se explicó el mayor.

 

- Realmente eres un tonto hyung. Tienes los ojos más hermosos que he visto, tu sonrisa es capaz de hacerme feliz. No te diré que eres perfecto, pero eres todo lo que yo quiero y lo que me hace feliz - respondió el Jongin acariciando la espalda de Kyungsoo bajo la ropa.

 

- Jongin...-

 

- ¿Qué sucede? -

 

- Bésame - pidió pasando su mano por detrás del cuello del moreno para acercarlo más a su rostro.

 

Y para Jongin ese fue otro sueño hecho realidad.

 

Sentir la piel del más bajo la suya, acariciar con suavidad el cuerpo ajeno mientras hacían el amor eran cosas que Jongin nunca esperó que sucedieran en esta vida.

 

Pero ahí estaban ambos, entregándose en cuerpo y alma a la persona que amaban.

 

 

 

Semana 4

 

 

 

Viernes 10 de Enero. Hoy era el día en que realizarían el supuesto viaje de dos semanas a isla Jeju. Por suerte los padres de Kyungsoo no pusieron problema alguno y aceptaron las vacaciones de los chicos con una amplia sonrisa...y gracias al cielo no tenían tiempo de llevarlos al aeropuerto.

 

- Estoy aburrido Jongin ¿te parece si jugamos un rato? - dijo el mayor ese día en la noche luego de que habían terminado de cenar.

 

- ¿Ahora? No podemos Soo, tenemos que salir -

 

- ¿Salir? - preguntó sorprendido el más bajo, pues hasta donde él sabía no tenían planes para el día de hoy. - ¿A dónde vamos? -.

 

- Ya lo verás hyung -.

 

 

 

La noche era fría y las calles estaban casi desiertas debido a la hora y las condiciones climáticas, pero ambos chicos caminaban sin ser consientes de nada de lo que había alrededor, perdidos completamente en las palabras del otro.

 

- Eres malvado - dijo Kyungsoo dándole un pequeño golpe en el hombro al más alto cuando habían llegado hasta la orilla del río Hang.

 

- Do Kyungsoo ¿Acabas de golpearme? - preguntó el menor con fingido enfado mientras se acercaba lentamente al cuerpo del mayor.

 

- No me intimidas Jongin - respondió Kyungsoo también acercándose al cuerpo del otro. La distancia se redujo hasta desaparecer completamente y Jongin besó la frente de su compañero.

 

- Hyung, ¿Por qué eres tan bajo? - siempre decía lo mismo para fastidiar al mayor.

 

- Yo soy normal, tú eres el que es demasiado alto -.

 

- ¿Estás seguro de eso? -

 

- Claro. Además tengo la estatura perfecta -

 

- ¿Estatura perfecta? - preguntó el menor risueño.

 

- Sí, es perfecta ¿quieres que te lo demuestre? - cuando Jongin hizo un gesto afirmativo con la cabeza, Kyungsoo se acercó y posó un dulce beso en la parte baja del cuello que hizo estremecer al más alto.

 

- Hyung, contrólate. Estamos en público - le advirtió el menor bromeando.

 

- Eres un idiota. ¿Acaso piensas que lo haría aquí en mitad de la calle? -

 

- Tú no...Pero yo sí - aquello les causaba mucha gracia a ambos y en pocos segundos estaban riendo como dos locos enamorados.

 

Y es que eso es lo que eran.

 

- Ya es la hora - dijo de pronto Jongin y tomó de la mano a Kyungsoo llevándoselo de aquel lugar, sin darle tiempo de preguntar que era lo que sucedía.

 

Caminaron un par de minutos y llegaron hasta un pequeño y oscuro muelle que estaba a uno de los costados del río.

 

- ¿Jongin? ¿Dónde estás? - preguntó Kyungsoo fingiendo no verlo.

 

- ¿Eh? – el menor no entendía de que se trataba todo eso.

 

- Ah, por suerte hablaste. Con esta oscuridad no te ves - respondió el mayor y enseguida abrazó al moreno apoyando su cabeza en el pecho del otro para que no se enojara.

 

- Eso duele, hyung. Es sólo que envidias esta sensual piel bronceada - dijo correspondiendo a su abrazo tiernamente. Luego de eso vio su reloj - Llegamos justo a tiempo - comentó separándose de él y volteándolo para que mirar hacia el frente, hacia el río.

 

De un segundo a otro, la oscuridad fue sustituida por docenas de globos de luz de color dorado que volaban hacia el cielo.

 

- Es difícil ver las estrellas en una ciudad como esta - susurró Jongin en el oído del mayor - ¿Te gustan las estrellas que he traído para ti? -.

 

Kyungsoo no sabía que decir. Era realmente hermosa la vista que había frente a sus ojos y era imposible quitar la vista de encima.

 

- Soo ¿Quieres ser mi pareja? - preguntó el menor tomando a Kyungsoo por los hombros y volteándolo para verlo a los ojos.

 

- ¿Pareja? ¿Debes ir a algún evento?-

 

- Parece que se te subieron las luces a la cabeza - dijo Jongin riendo por lo bajo - no me refiero a eso. Kyungsoo, ¿quieres ser mi novio? -

 

El más bajo abrió los ojos sorprendido y su respiración comenzó a hacerse cada vez más acelerada.

 

- Yo...no....Jongin, te amo...lo siento, pero yo...yo no puedo - respondió el mayor agachando la mirada.

 

¿Cómo podía aceptar ser su novio teniendo en cuenta su condición? Eso sólo los haría sufrir más a ambos y Kyungsoo no quería que Jongin continuase sufriendo aún más por su culpa.

 

- Deja las bromas Soo, te estoy hablando en serio - dijo el menor para destensar el ambiente, aunque su voz no sonaba muy segura como él creía.

 

- Yo también estoy hablando en serio Jongin. No es...correcto - y esas fueron sus últimas palabras antes de salir corriendo de aquel lugar, dejando al menor inmóvil en su sitio, incapaz de asimilar el rechazo que había recibido.

 

 

 

Domingo 12 de Enero.

 

 

 

Kyungsoo despertó nuevamente en una habitación de paredes blancas similar a la que había estado unas cuantas semanas atrás.

 

¿Qué había sucedido?

 

Lo último que recordaba era haber estado corriendo por el borde del río Hang cuando un fuerte dolor en el pecho lo hizo detenerse y la tos que lo invadió enseguida no le permitía respirar adecuadamente.

 

- Veo que al fin ha despertado - le dijo una enfermera de mediana edad que acababa de entrar a la habitación.

 

- ¿A fin? - preguntó Kyungsoo que estaba un poco desinformado con respecto a lo que había sucedido la noche anterior.

 

- Sí pequeño, al fin - volvió a repetir la mujer - Nos tenías bastante preocupados a todos aquí y sobre todo a tu amigo. Estuviste conectado a la máquina de oxígeno todo el día de ayer -.

 

- ¿Ayer? Pero ayer yo estaba con mis padres en la mañana y en la casa de un amigo en la tarde - dijo Kyungsoo razonando.

 

- No cariño. Hoy ya es domingo. Estuviste prácticamente dos días inconsciente. Creímos...creímos que tu corazón no sería capaz de superar esta crisis - le explicó la enfermera mientras le acomodaba la almohada.

 

- ¿Jongin? - preguntó Kyungsoo en voz alta, pero más que nada para sí mismo.

 

- ¿Jongin? ¿Te refieres a tu amigo que te trajo hasta aquí? Él está afuera durmiendo en el  pasillo. No ha querido macharse a casa en ningún momento a la espera de novedades sobre tu estado - le explicó la mujer, y sus palabras provocaron que el pecho de Kyungsoo doliera y un nudo se formó en su garganta.

 

- ¿Puedo estar solo un momento? - pidió hablando pausadamente para que su voz sonara normal.

 

- Claro cariño. Si necesitas algo sólo oprime el botón que esta a tu derecha - dijo señalando la pared para luego desaparecer por la puerta.

 

Kyungsoo cerró los ojos pesadamente. No podía merecer a alguien como Jongin.

 

Ese chico a pesar se haber sido rechazado continuaba ahí afuera esperando a que Kyungsoo mejorase.

 

¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Ser su novio por un día? Porque siendo pesimistas, ese era el tiempo que podía quedarle a Kyungsoo de vida.

 

- ¿Estás bien? -

 

Kyungsoo abrió los ojos automáticamente para encontrarse con la persona que era dueña de sus pensamientos pocos segundos atrás.

 

- Yo...estoy bien - mintió y trato de regalarle una sonrisa.

 

No, no estaba bien.

 

Su cabeza no estaba bien, su cuerpo no estaba bien y su corazón...su corazón ya casi no existía.

 

¿Cómo se podía estar bien?

 

Pero Jongin no era merecedor de sus dolencias y preocupaciones. No quería que el menor siguiera sufriendo por su culpa.

 

- Kyungsoo, olvida lo que dije el otro día. Debí pensar mejor las cosas y dame cuenta que es lo mejor para ti. Realmente lo siento tanto, no debí someterte a más presiones - dijo el moreno luego de un momento de silencio.

 

Aquellas palabras hicieron sentir aún más culpable a Kyungsoo. Jongin...no, Jongin no tenía por qué pasar por aquello.

 

- Kim Jongin ¿cómo te atreves a disculparte? ¿Debo llamarte idiota nuevamente? Fui yo el que salió corriendo como una colegiala temerosa a dar su primer beso. Jongin...de verdad lo siento, no debí comportarme de esa manera y dejarme llevar por el miedo a una relación. Ya sabes que es mi primera vez - dijo sonriendo para hacer sentir mejor al menor.

 

- ¿Entonces lo soñé? ¿No tuviste tu primera vez conmigo hace ya unos días? Se había sentido tan real - dijo el moreno tratando de parecer confundido.

 

- ¡Hey! No te pongas de bromas, sabes perfectamente a qué me refiero - espetó Kyungsoo dándole un suave golpe en el brazo a Jongin. Quería golpearlo fuertemente...pero su débil cuerpo no fue capaz de cumplir aquella pequeña acción.

 

Su situación era cada vez peor.

 

- ¿Sabes que día es hoy? -

 

- ¿Domingo? -

 

- Domingo...-

 

- ¿Eh? Creo que ya te está fallando la cabeza Jongin -

 

- ...12 de Enero. Feliz cumpleaños Kyungsoo hyung - dijo Jongin besando cariñosamente la frente del mayor.

 

¿Su cumpleaños? Con tantas cosas en la cabeza lo había olvidado completamente.

 

- Gracias Jongin, pero no creo que sea un "feliz cumpleaños" - respondió el mayor.

 

- No estés tan seguro de eso. ¿Puedes caminar? - dijo acercándose a él para ayudarle a levantarse.

 

- Creo...que deberé apoyarme en tí - le advirtió pues sentía sus piernas demasiado débiles para soportar el peso de su cuerpo.

 

- Quiero que siempre te apoyes en mi hyung -.

 

 

 

 

 

- Jongin... No sé que decir -.

 

Habían llegado a la terraza del hospital, que estaba exquisitamente decorada con pétalos blancos sobre el suelo y una mesa para dos en el centro del lugar.

 

- Podrías decir que soy el mejor hombre que has conocido y que nunca amarás a nadie más - le recomendó el menor.

 

- Tienes razón, pero sólo en la parte de que no amaré a nadie más -.

 

- Do Kyungsoo, explícate en este momento -

 

- Estoy seguro de que tu amigo está nuevamente detrás de esto -.

 

- ¿Yixing hyung? No...Bueno, sí - reconoció avergonzado - pero que quede claro que yo soy la mente maestra, él sólo le da los toques femeninos -.

 

Después de todo, este podría ser un hermoso cumpleaños.

 

La comida transcurrió entre risas y palabras amorosas que se dedicaban, para luego comenzar a bailar al ritmo de una balada imaginaria.

 

- Te amo Do Kyungsoo, recuérdalo siempre -.

 

Esas fueron las últimas palabras que escuchó el mayor en la terraza antes de que repentinamente perdiera la conciencia.

 

 

 

Martes 14 de Enero

 

 

 

"Hyung, me alegro de que ya hayas despertado.

 

¿Te he dicho ya alguna vez que te amo? Creo que sí, pero no la cantidad que debiesen haber sido.

 

No sabes cuanto me arrepiento por no haber tenido antes ese segundo de confianza en mí mismo para decirte lo que sentía... Habríamos podido disfrutar de muchos momentos felices juntos, pero siendo sincero, el sólo hecho de estar a tu lado, acompañándote, es lo que me hace más feliz en este mundo.

 

No sabes cuanto sufrí aquel día que diagnosticaron tu enfermedad.

 

Lo siento, pero no podía decirte la verdad, pero el doctor tenía razón y yo preferí apoyar su decisión.

 

Ahora te preguntarás que estoy hablando...Hyung, los 28 días eran la fecha límite para conseguir un donante, de otra manera... No, no quiero ni pensar en aquello.

 

El doctor dijo que lo mejor para ti era no internarte enseguida y que esperáramos un donante, y que si sucedía yo te llevaría inmediatamente al hospital.

 

Pero ese donante nunca llegó.

 

¿Es tan difícil conseguir uno?

 

Y ahí estaba la respuesta...yo era la solución.

 

¿Puedo pedirte algo a cambio?

 

Respira por una vez más.

 

Te amo hyung, nunca olvides eso. 

 

Esto no es un adiós, nos veremos pronto.

 

Jongin."

 

 

 

Yixing leyó nuevamente aquella carta que se suponía debía entregar a alguien que no fue capaz de cumplir el último deseo de la persona que amaba.

 

Alguien que no pudo volver a respirar.


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