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Lo bueno y lo malo, el porque y la razon por haru_98

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Notas del capitulo:

Este fic fue creado para cuando tuviera tiempo sin actualizar, una compensacion. Es hora de mostrarlo.

Disfruten el cap ah... y Lamento haber perdido sus review pero al estarlo actualizando se me borro el fic... me provocaba llorar TT__TT Ya no tengo review... TT______TT Definitivamente me alejare de este fic... 

Arte:

Punto de vista Xion.

La chica no hallaba que hacer, tenía que entregar un proyecto para la clase de arte en una semana y aun no se decidía, “aun” porque el proyecto empezó hace un mes aproximadamente y todos ya casi lo terminaban, incluso Axel que es un vago que solo duerme todo el día…Axel…¡eso era! ¡Axel!

Corrió como alma que se lleva el diablo hasta el salón de historia de su preparatoria, a esa hora ya las clases habían terminado pero el pirómano debería seguir aun ahí, por supuesto, para averiguar por mera curiosidad que hacia, decía, pensaba, y veía Roxas… tal vez…si dormía o comía…posiblemente invitarlo a su casa…o verlo charlar con otras personas…vigilar que nada malo le pasara…Traducido: lo acosaba. Así que fijo seguía allí, esa era su única oportunidad antes de que el pelirrojo se pusiera a “asegurarse del bienestar de Roxas” (seguirlo) o hablar con el chico pues entonces no le pararía a ella ni media palabra…

Como alma que le lleva el diablo corrió, corrió y corrió hasta llegar al esperado salón, allí estaba pero…era extraño, Axel no estaba acosando a Roxas y eso que estaba a su lado, de hecho, Roxas parecía…molesto…

Pensó en pasar y preguntar pero prefirió quedarse observando, se escondió detrás de una planta de espinas, un cactus ¿Qué gustos tenia su profesor como para poner un cactus en el aula? Ese tipo era extraño…pero bueno, eso le permitió esconderse así que debía agradecer los extraños gustos de su profesor… Se puso a espiar pero era eterno, nadie hacia algo, no se acercaban ni hablaban, ni siquiera se miraban, eso duro un rato, ella cansada con el corazón en el puño veía preocupada a sus amigos, normalmente Roxas tendría aquel lindo sonrojo, intentando disimularlo con su actitud egocéntrica mientras Axel lo acosaría y perseguiría a donde sea que fuese, pero eso no ocurría, no se veían, no se hablaban, ni soportaban los actos del otro, cada vez que Roxas veía a alguien más Axel apretaba el puño y se enfurecía más…Axel molesto, eso era nuevo. Roxas parecía no prestarle atención a nadie ni a nada, su miraba estaba perdida y él parecía solo prestar atención a aquel mundo que solo habitaba en sus pensamientos…

Los chicos se comportaban de manera extraña, lo único normal eran los celos de Axel cada ves que Roxas volteaba a otro lugar que no fuese él…sinceramente ese chico no lo dejaba ni respirar pero lo lindo de la relación era que a pesar de todo se querían…y eso se rompía, aquella magia que los mantenía unidos, según Xion no soportaban la presencia del otro y eso era grave.

El primer movimiento que vio fue a Demyx acercándosele a Axel.

-          ¡Hey Axel! Vamos a la cancha a jugar básquet mientras nos escondemos del profesor, no tengo ganas de trabajar. – eso era normal, todos sabían lo vago que era Demyx pero lo extraño vino después…

-          No tengo ganas…mejor estudia o te van a raspar – Axel… ¿responsable…? Algo malo sucedía… Intentó escuchar el resto de la conversación más no pudo, Axel señalo a Roxas y Demyx bajo el tono de voz para que nadie más que ellos dos se escucharan, así que no pudo escuchar lo demás, solo dedujo más o menos de que hablan, más cuando Demyx asentía comprensivo y Axel posaba sus manos encima de su cara a gesto cansado, recostando los codos en la mesa y adquiriendo un modo pensativo.

Luego de eso lo único que Xion supo es que Axel se levanto y salió por la puerta trasera del salón, ella estaba en la delantera así que no pudo saber su destino, luego vio a Roxas salir por la puerta delantera pasando a su lado sin notarla, ella al ver esto sale de su escondite y se asoma por la puerta,  viendo desaparecer a Roxas por los pasillos pero curiosamente sabiendo a donde se dirige, como ya sabia donde encontrar a Roxas aprovechó para hablar con Demyx.

-          Dem… ¿Qué ocurre? ¿Por qué Roxas y Axel se evitan?

-          Lo siento Xion… pero Axel me hizo prometer que no te diría nada, no quiere preocuparte y dice que eso es entre Roxas y él. Sinceramente hasta a mí me preocupa… - ella se molesta, ¿Por qué no le dice? ¿Qué escondía Axel?

-          Si te preocupa dime, puede que pueda ayudar, sabes que ellos son mis mejores amigos. – la mirada determinada de Xion hizo flaquear al chico enfrente a ella, quien tenia una mirada de duda. Asintió lentamente y se dispuso a hablarle a Xion sobre lo que sabía.

-          Bueno, no puedo decirte pero diré…que un malentendido puede causar una gran tragedia, el resto queda de tú parte. – sabia que podía contar con Demyx, ¿no decirle? Le dijo lo suficiente para saber que ocurría, ese Roxas ¿Cómo es posible que malinterpretara aquello? Y Axel… ¿Cuánto le costaba crear una escusa? No era difícil…lo mismo para Roxas ¿Por qué a la gente le cuesta tanto crear una excusa? Si es tan fácil…

Corrió, parecía que hacia un maratón, corriendo de un lado al otro cada dos por tres. Se dirigió al pasillo, subió las escaleras, llegó a la azotea y allí estaba, recargado de la rejilla, dándole la espalda, estaba Roxas. Después de que se le coloco al lado él la miro por unos instantes para luego continuar ignorándola.

-          No logras nada con molestarte – mirándolo de reojo, el chico no hablaría, lo sabia, pero al menos la escucharía – él te ama, tú lo sabes, ¿la idea no era darle una sorpresa?

-          Tú no entiendes…él me dijo que soy un mentiroso de primera, que no puede creer que una vez pensó en darlo todo por mi, que no valgo la pena y que ya no me amaba…y pensar que quería  darle algo lindo de cumpleaños… Mejor déjalo así Xion, no vale la pena. – la chica escuchaba atentamente, ese Axel ¿en que estaría pensando? Aunque eso ya no importaba, debía hacer algo y pronto.

-          Eso no es cierto Roxas, él solo estaba molesto. Sabes que te ama, es solo una pelea – pasó su brazo alrededor de su cuello, reconfortándolo.

-          Supongo que…tienes razón. Yo cause esto, me pasé…

-          ¿Por qué dices eso?

-          Después de que me dijera mentiroso estalle, le dije muchas cosas hirientes sin ser consciente, lo noté después de decirlo, él…estaba dolido, podía verlo, intente arreglarlo pero empezó a hablar, a decirme aquello…creo que él también se arrepintió porque intento disculparse pero yo no quise escuchar más y me fui. Metí la pata, esto es mi culpa – ella empezó a acariciarle el cabello, a consolarlo… no podía creer lo imbécil que era Roxas. Una cosa: no veas a Xion como alguien débil ni tu mediadora personal, en pocas palabras… no abuses.

-          Todo se arreglara, ya veras, por ahora ¿Por qué no te pones a planear? ¡Vago! Hay mucho que hacer, el cumpleañero no estará feliz si su fiesta no está lista a tiempo, ¡tenemos solo un día! – Roxas esbozó una sonrisa y con un asentimiento de cabeza se fue, ella se quedo ahí meditando, ¿Qué haría? Debía hablar con Axel, sino no estaría listo a tiempo, bufó, también tenía que ocuparse de su proyecto, y eso ahora no podría ser, lo rasparía, estaba segura y sabia mejor que nadie que no podía, si lo hacia rasparía no solo el trabajo, sino que la materia completa, ¡maldita vagancia culpable de que eso ocurriera! Por ahora no podía pensar en eso, no lo haría, mejor buscaba a Axel…lo haría y resolvería todo.

Había un pequeño problema, muy pequeño, no lo había pensado pero… ¿Dónde encontraría al pelirrojo? Que maldito dilema. Odiaba y repudiaba el día en que construyeron instituciones tan grandes. Y eso que actualmente todos los alumnos debían estar en un mismo lugar… el teatro era grande, es por eso que los profesores lo escogieron para poner juntos a todos los alumnos de todas las secciones y años, si, estaban en las fechas limites, las oportunidades estaban al tope, los proyectos finales siempre se hacían entre alumnos de todos los años. Esté en particular es realmente importante, la graduación de Axel.

Vaya vida que se gastaba, ¡una hora buscando y nada! Pirómano impredecible, no lo conocía tan bien como a Roxas así que no estaba nada fácil, no había ningún lugar el cual el otro frecuentara, estaba realmente difícil… aunque ahora que lo pensaba, había alguien que podía saber el paradero del otro, Saix, si Demyx no sabe entonces Saix es el indicado ¿Cómo no lo había pensado antes? Eso haría.

Había un pequeño problema con su plan, ¡¿Dónde encontraría a Saix?! Ya estaba harta. Xion no es mediadora ¡No lo es! Mundo infernal. La materia mas tediosa… perdida.

-          Ese engendro, molestando siempre pero cuando se le necesita no aparece, ¡Maldito seas Saix! – gritó histérica la pelinegra, sus ojos azules que normalmente muestran aquella tranquilidad tan característica de ella, ahora mostraban su ira, su frustración.

-          Que linda eres, se nota que me quieres. – el peliazul tenia una muy marcada sonrisa burlona, si no fuera por su seño fruncido creería que realmente se estaba divirtiendo, el mal humor de Saix siempre ha sido lo que mas destaca de este.

-          ¡Ah Saix! ¿Cómo…? – la impresión de la chica no dejaba mucho que decir. ¿De donde había salido?

-          Tengo oídos de gato. – respondió, ya sin dejar rastros de aquella corta y falsa sonrisa. El peliazul la veía fijamente, molesto, ella ni se inmuto por ello, lo conocía bien y sabia lo mucho que la odiaba.

-          Se nota, ¿no sabes donde está Axel? – su tranquilidad… solo lograba irritar a Saix.

-          ¿Qué voy a saber yo donde está?  No soy su niñera. Mejor dedícate a hacer algo que no sea molestarme, ¿quieres? – el peliazul dio media vuelta y se fue lentamente, no era secreto la poca tolerancia de este hacia Xion.

La chica estaba algo irritada, si no encontraba a Axel la pasarían realmente mal, los chicos y como no, Roxas. La pelinegra se puso a correr a nuevas cuentas, lo mas rápido posible, el tiempo se le estaba agotando, esquivo como pudo a todas las personas que se encontraban en medio y le obstaculizaban el paso, recorrió la cafetería, el patio, los salones, la sala de arte, la sala de música, la sala de teatro por segunda vez, la azotea ignorando la cara confusa de Roxas, la segunda cafetería, ¡Incluso el patio trasero! ¿Dónde se encontraba el pirómano pelirrojo? Y allí estaba, cansada todavía en el patio trasero tomando un poco de aire, que realmente le hacia falta a sus pulmones. A nuevas cuentas se puso a correr, pero con un par de pasos mal calculados tropezó con alguien, cayendo de bruces al suelo, sin embargo el impacto nunca llegó. Al levantar la mirada unos ojos azules le miraban fijamente.

-          ¿Estás bien? – preguntó preocupada, Xion estaba confundida y aturdida, no sabia quien era la persona enfrente a ella, al voltear a su derecha vio a otra chica, que le observaba fijamente, agachada junto a ellas con sus manos encima de sus piernas, preocupada… vio a su izquierda y fue lo mismo, otra chica que también la estaba examinando, solo que esta no estaba agachada, solo la observaba desde arriba, con sus manos tras su espalda, intrigada. – Soy Aqua ¿Cuál es tu nombre? – pregunto la chica frente a ella, amablemente, entonces se dio cuenta de que esta le sujetaba la cadera desde el momento en que la tropezó, evitando su caída, se avergonzó un poco por ello, la chica que le había hablado, Aqua, era peliazul, sus rasgos delicados y parecía muy segura de si misma. Dudaba entre hablar o quedarse callada. La chica a su derecha noto su incomodidad y por ello empezó a hablar.

-          Aqua… deberías soltarla, se  ve nerviosa – la risa de esa chica, rubia, tan dulce, hizo que su vergüenza aumentara – Por cierto, mi nombre es Namine – sonrió con alegría, extendiéndole su mano a modo de saludo, Aqua la soltó riendo también y ella acepto el saludo de la rubia, Namine.

-          ¿Necesitas ayuda? – dijo a chica de su izquierda, extendiéndole la mano para ayudarla a pararse, ella la acepta sin dudar, antes de poder preguntar la chica adelantándose a sus pensamientos le dice. – Soy Kairi – presentándose. La pelirroja, pensó Xion al notar su largo cabello rojo. La sonrisa de ella también era extensa y amigable, como la de las demás. Le pareció algo curioso. – ¿Y tú eres…? – ahora la mirada de todas sobre ella era mucho mas intensa, poniéndola incomoda, pero ella era Xion, y Xion no se intimida tan fácilmente, sino hace mucho que debió hacerlo por causa de Saix, el amigo de Axel y del curso superior, quien no le tenia en lo absoluto aprecio, Xemnas, Xehanort o incluso Sephirot, quienes la querían tanto como Saix, y en varias ocasiones unos trataron de rasparla por ello, vaya profesores que se gastaba.

-          Xion, mi nombre es Xion. – dijo fuerte y claro, como siempre. La rubia abrió grande los ojos y se le escapo un pequeño gritico, que no paso desapercibido para ninguna, Aqua y Kairi se le quedaron viendo por momentos, analizándola, después sufriendo la misma impresión, viéndose la una a la otra entendiendo la reacción de Namine.

-          ¿Tú eres Xion? – preguntó Kairi impresionada, sin poder creer lo que decía y veía enfrente a ella, esa actitud extraño mucho a la pelinegra, quien no entendía el comportamiento de las chicas frente a ella. Pero esos pensamientos se esfumaron tan pronto como llegaron al ver una cabellera pelirroja a la distancia.

-          Lo siento chicas tengo que irme – dijo apurada, las otras trataron de detenerla, tenían algo que decir, pero Xion ni lenta ni perezosa salió corriendo tras el pelirrojo, ¡lo había encontrado!, era hora de cumplir su cometido. – ¡Axel! – grito a todo pulmón, las chicas ya a la lejanía pudieron escucharla, preguntándose cuando volverían a encontrarla… ella en cambio tuvo que apresurar el paso al ver que el pirómano no tenia intenciones de encontrarse con ella, mas bien la evitaba, y Xion no iba a permitir eso.

Recorrieron todo el jardín, antes de poder alcanzarlo o perderla, pero en si el resultado fue satisfactorio, Axel que era mil veces mas rápido que Xion no pudo perderla por culpa de Sephirot, quien tenia que hablarle del proyecto que realizaba junto a Cloud y demás compañeros. El peli plateado podía ser muchas cosas pero nadie se atrevía a desobedecerlo, porque la paciencia no era una de ellas, y el mal humor sí, Sephirot es y siempre será un hombre de cuidado. Y eso justamente es lo que le dio la ventaja a Xion que necesitaba para lograr alcanzarlo, agotada claro está.

-          Que no se te olvide – amenazó el profesor, ellos sabían que con el cargo de sub-director, siempre es mejor ir con cuidado cuando se trata de él, es por eso que Axel asintió inmediatamente, nervioso. Mientras Sephirot se retiraba pudieron ver la mirada de odio que este le dedico a Cloud a lo lejos, quien en vez de flaquear o ponerse nervioso le dedico una peor, con Zack a su lado calmándolo… Suspiro, siempre ocurría lo mismo, Zack con su risilla nerviosa y su mano detrás de su cabeza, con aquella sonrisa, calmando al chocobo y pidiendo la ayuda de Angeal para ello, que simplemente se reía de él y continuaba sus asuntos con Genesis.

Squall ajeno a todo hablando con Rinoa, o Seifer provocándolo. Wakka y Tidus molestándose y divirtiéndose, Selphie hablando con Quistis quien molestaba a Red XIII junto con Aeris y Tifa, quienes reían y se mostraban sus cosas. Todos con aquellos extraños uniformes, cada uno distinto al otro. Sora resbalándose en la fuente de agua ganándose la risa burlona de Riku, quien se limitaba a reír y ayudarlo, dejando a Sora muy apenado. O Vanitas con aquella cara de psicópata y sonrisa burlona que tanto lo destacaba, peleando con un sonrojado Ventus y un divertido Terra a su lado, quien aprovechándose de su altura posaba su brazo encima de Ven obstinándolo más, aquella chica Aqua riendo viendo la escena, mientras Kairi hablaba con una tímida Namine. Demyx molestando a un chico peliazul que ni la cara se le veía por culpa de su flequillo en todo el medio de ella, y por no decir al extraño pelirosa de Marluxia y los otros raritos junto a él. Hayner persiguiendo a Pence molesto mientras Olette se divertía viendo a sus dos extraños amigos. Era sin duda una gran vista, Xion lo podía apreciar bajo aquel árbol en donde Axel y ella se habían sentado para hablar, sin embargo ninguno había dicho algo, ambos se mantenían callados. La pelinegra no podía saber que pensaba su extravagante amigo, pero trataría de averiguarlo, por el bien de Roxas.

-          Axel… – se aventuro a decir la pelinegra, ya meditando sus palabras – Sabes que fue solo una pelea ¿Por qué te comportas de esta manera? – a pesar de ser amigos, ella jamás había logrado comprender la mente de su pirómano compañero. Él era todo menos simple.

-          ¿No lo entiendes? Todo se ha arruinado, no he podido “keep the suspense” (mantener el suspenso), Xion, podría ser solo una pelea si no hubiese pasado eso. – inquieta por el comentario se aventuro a preguntar. Si era solo por eso entonces ¿Por qué tanto drama? – No me estás entendiendo Xion. Con mantener el suspense y eso me refiero a cosas muy distintas, ¿no recuerdas aquel día? El atardecer era hermoso ese día… – la sorpresa de la chica mostro su confusión ¿ese día?, ¿a que se refería?

-          No te entiendo Axel – dijo la pelinegra, recordando todos los momentos en que este escenario se repetía, jamás comprendía del todo a su amigo, Axel siempre tuvo esa aura de misterio.

-          Viene el día, ¿te acuerdas que te dije que quería hacerle una sorpresa a Roxas? – la chica asintió – es por eso Xion, ese día estábamos los tres en la Torre del Reloj, te conocimos apenas una semana atrás y te creamos un cumpleaños ¡tú no podías recordar cual era! Y por eso lo hicimos. Roxas y yo lo planeamos todo para que fueras feliz y justo el día de la celebración, tu nuevo cumpleaños, descubrí a Roxas besando a Hayner, enfurecí y me fui, Roxas no se percato de ello. – ella no entendía lo que le decía, no sabia sobre lo que su amigo le contaba, ¿Por qué nunca se entero de ello? – Y un poco antes de que llegaras él y yo discutimos fuertemente por ello, llego un momento en que ni Roxas ni yo supimos que decir, entonces tú llegaste, hicimos cuenta de que nada pasó y disfrutamos bastante, queríamos que fueras feliz… En el momento en que tú fuiste por aquellos helados él y yo hablamos, no fue más que un malentendido, y comenzamos a salir. Recuerdo mi risa burlona y el rostro rojo de Roxas, es nuestro aniversario, Xion. Él lo ha olvidado. – finalizó, ella sabia que Roxas tenia la cabeza en algo hasta ahora más importante, el cumpleaños de Axel, por eso no lo recordaba… ya entendía porque Axel quería hacerle aquella sorpresa el día de su graduación. Lo que no espero es que el pelirrojo continuara hablando – ¿Sabes? Nos impresionó mucho cuando descubrimos quien realmente eras, cuando recuperaste la memoria y supimos tú verdadero cumpleaños, todo lo que habías pasado, quisimos hacerte feliz. Y desde entonces siempre recuerdo esos días, el día en que comencé a salir con Roxas hubo un gran atardecer y los tres fuimos a la Torre del Reloj a disfrutar eso. Poco después es cuando nos enteramos de quien eras… ¿Me entiendes ahora, Xion? Lo arruiné. – a pesar de saber que ella no es Roxas se subió encima de él y le brindo una cálida sonrisa, como solo ella podía hacer y lo abrazo para reconfortarlo, Axel le ofreció una sonrisa sincera.

-          Aun hay tiempo, Axel – le tranquilizó y se dio cuenta de lo mucho que le agradecía el pelirrojo ese gesto, lo mucho que lo tranquilizó. Las siguientes horas Xion las dedico en arreglar todo, seria un día perfecto, aun había algo que no cuadraba ¿El cumpleaños de Axel… cuando era? Impresionante pero cierto, no lo sabia, el pelirrojo nunca hablaba de sí mismo, mucho menos sobre eso.

Pero todo había valido la pena, todo su esfuerzo, todo lo que hizo para que se reconciliaran y para poder festejar como es debido ese día. Y allí estaba, viendo a sus dos amigos desde la lejanía, la sorpresa para Axel fue estupenda, Roxas se lució con la presentación que hizo, y Axel no se quedo atrás con lo feliz que hizo a Roxas con su aniversario ¿Quién lo diría? Las fechas concordaban, el cumpleaños de Axel, la graduación, su aniversario…

-          Señorita Xion – la llamo el profesor Xemnas, la mano derecha del director – Nos sorprendió bastante con su proyecto ¿sabe? – su voz severa la puso nerviosa ¡se le había olvidado por completo el proyecto! Ahora la reprenderían por horas hasta castigarla e informarle que reprobó la materia, la voz severa de Xemnas le decía que seria así – Felicidades ha reprobado la materia – casi se muere a escuchar esas palabras y la risa malvada del profesor.

-          ¡No la asustes así, Xemnas! – le reprocho Angeal, otro profesor – lo que mi amargado camarada quiso decir es que pasaste la materia Xion – la pelinegra estaba confundida, muy confundida. Se le hubiese escapado una maldición si no hubiese sentido como la jalaban lejos de allí – ¡Felicidades Xion! Disfruta la noche – dijo fuertemente el azabache a lo lejos mientras la seguían arrastrando, lo último que pudo ver de ese profesor fue como Genesis se le acercaba y Xemnas se alejaba, frustrado.

-          Eso estuvo cerca – dijo una voz tras ella, suspirando. Al voltearse a replicar se quedo boquiabierta ¿Namine…? No entendía que ocurría – Veras… yo… Bueno… – la rubia se veía nerviosa, ya la había soltado y estaban lejos de todo el ruido de la fiesta, ella solo esperaba que hablase – Axel me dijo que tu proyecto era sobre Arte… y que por su culpa no lo habías hecho – agacho la cabeza, tímida y un poco nerviosa. Ahora sí que no entendía que ocurría – ¿Sabias que se dibujar muy bien? ¡No es por sonar engreída! Pero… no quería que reprobaras – sorpresa, si, Xion sintió una enorme sorpresa.

-          ¿Por qué…? – preguntó aun sorprendida, la chica enfrente a ella no la miraba, se dedicaba a observar el suelo como si fuera lo mas importante, hasta escucharla, que levando la mirada y le sonrió con cariño.

-          Tenía tiempo sin verte… Xion – eso la descoloco bastante. Iba a decir algo pero un ruido las interrumpió, eran Terra y Aqua quienes coqueteaban, la última al verlas agarro de la mano a Terra e inmediatamente se lo llevo de allí – Lo logró – dijo Namine  al reparar en Aqua. Su atención volvió a centrarse en Xion quien aun miraba hacia donde segundos antes estaban aquellos dos, la rubia respiro hondo y se le acerco un poco a Xion, la pelinegra al ver esto volteo hacia su compañera – Tenía tanto tiempo buscándote… Bienvenida de vuelta, Xion – la sonrisa dulce de Namine seguía sorprendiendo a Xion quien por fin cayo en cuenta.

-          Tú eres, ¡tú eres ella! – ahora la pelinegra sentía como si se le cortara la respiración, impactada. Namine murmuro un “así es” mientras asentía despacio. Xion le salto encima, abrazándola – Namine… No sabes lo mucho que quería verte – decía sonriendo, conteniendo aquellas gotas de felicidad que casi resbalaban por sus mejillas. Namine le devolvió lentamente el abrazo sonriendo.

Ahora lo recordaba, después del asesinato que cometió su padre hacia su madre ella huyó, poco después fue cuando un día mientras corría con lagrimas en las mejillas después de despertarse con esa pesadilla, donde veía todo lo que sufrió su madre, la atropello aquel carro y ella perdió sus recuerdos. A pesar que estos eran confusos incluso con el tiempo, cuando ya conocía a Axel y Roxas, ella jamás olvido a la chica rubia, su vecina, su única amiga, la chica que le gustaba. Se la había nombrado a Axel y Roxas millones de veces, pero no creyó que volvería a verla, pensó que le guardaría rencor por huir y dejarla allí, en esa farsa de amor que tenían todos los millonarios de la cuadra donde vivía con sus hijos, pero no. Aun… aun podía hacer las pases con ella.

-          Yo también hui, fui tras de ti, Xion – le dijo la chica. Ahora sabía, nunca la volvería a dejar atrás, sin importar que pasara. Porque Namine aun conservada su dulce sonrisa, la inocencia que siempre tuvo y ella se encargaría de que prevaleciera, porque Namine siempre se encargaría de velar por Xion cuando algo malo le pasase y Xion siempre velaría por la seguridad de Namine.

Y jamás olvidaría el día en que su linda rubia mostro su preocupación hacia ella, con una gran obra de arte.

El arte es tan estresante como lo es de aliviante, porque Xion sabia que si quería jalarse el cabello solo necesitaba hacer su proyecto sobre arte, y también sabia que si deseaba ver la dulce sonrisa de Namine y su preocupación por ella… eso era exactamente lo que debía hacer, porque Namine siempre crearía arte para Xion, su musa.


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