Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The Dark knight por Sakura Hale

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Perdonen la tardanza Dx 

estoy algo ida ultimamente.

Ya mas de 1000 lecturas!!! x3 la verdad lo acabo de notar n.nu que mas puedo decir. Una disculpa por tardarme en este y mis demas fics, tengo un mente muy activa y siempre estoy en otros universos y planos dimensionales... 

Bueno, espero que les guste el capitulo. Sin mas se los dejo. 

Capítulo 7: Vampiro

>>Aquel Marimo con patas estaba dado su vida por mi, posiblemente mi mente había dudado de él un poco pero mi alma no lo habia hecho y a esta ultima le habia hecho caso. No llevaba mi sombrero algo que me habia agradado, Doflamingo se acercaba se sentía su presencia moviéndose en dirección a nosotros.

Estaba confundido muchas cosas habían acontecido en este dia, desde Joker, el abrazo de Zoro, sus ojos mirándome, atrapándome, nuestros rostros cercanos y sus labios... Yo no podía dejar la ciudad, los ciudadanos no tenían la culpa de mi incumplimiento hacia Doflamingo. Las hojas del bosque se movían por al aleteo de los dragones, Joker seguramente venia con ellos, aterrizaron frente a nosotros dando un gran rugido que salía de su áspera garganta.

Tal y como era de esperarse Joker venía con ellos, mire como brincaba de aquel joven dragón sonriendo desquiciadamente.

- Fufufu vaya vaya no han escapado tus amigitos, que mala suerte – Un escalofrió me recorrió otras personas también se acercaban hacia donde nos encontrábamos. Zoro había desenfundado sus katanas una en cada mano y la tercera era sostenida por su boca, nunca había visto a alguien tomar las espadas de aquella manera.

- Un simple humano no va a ganarme... Además he marcado a Sanji como mío, más de lo que ya era – Parte de su lengua estaba fuera de su boca mostrándola con un aire imponente.

- Maldito… -Al escuchar esas palabras el tiempo no me alcanzo para voltear a verle ¡se había lanzado contra Joker! quien de un salto esquivo el ataque pasando sobre Zoro, aquel abrigo de plumas rosas se alzaron junto a él y en cuanto sus pies tocaron el piso suavemente aquel abrigo lentamente como si la gravedad apenas le afectara regreso a su poción normal.

- Fufufufu eres rápido pequeña escoria… Pero solo eres una diminuta persona – Corrí hacia Zoro al verle caer de rodillas en el suelo, su ropa estaba llenándose de sangre, había recibido múltiples cortadas la mayoría profundas, si seguía moviéndose se abrirían más y la hemorragia empeoraría. Lo tome con mis manos colocando su cabeza en mis piernas, él quería levantarse pero mi mano tomo la suya apretándola fuertemente.

- Todo va a estar bien Zoro, creo en ti. Gracias lo has hecho muy bien. Todo está bien –Una sonrisa apareció en su rostro y nuevamente volvió a levantarse dejándome hincado en el suelo, comenzó a atacarle con sus espadas nuevamente Zoro era rápido pero solo provoco un ligero corte en la mejilla a Doflamingo quien sonrió lamiendo con su lengua aquella cortada probando su sangre, era demasiado para Zoro. Él marimo estaba en el suelo nuevamente y ya no podía moverse, como deseaba que no hubiera cumplido sus palabras, ¡ni siquiera me lo había prometido solo habían sido palabras!, palabras más fuertes que una promesa que jamás fue hecha y que sería cumplida hasta la muerte.

Estaba por darle el último golpe, corrí hacia donde estaba Zoro recibiendo el daño, me había dado justo a un costado y mi sangre estaba derramándose en el suelo, había salpicado a Zoro de mi impura sangre. La sangre que tenía en parte de su rostro era mía.

- Fufufu esto no se ve bien mi caballero.-

- ¡Zoro! Tú... –Usopp era el amigo del marimo, agache la mirada.

- Por favor Usopp, salva a Zoro aún está vivo. Doflamingo soy solo tuyo, déjales fuera de esto, solo ha sido un mal sueño para ellos, sino lo haces acabaré conmigo aquí y ahora – Coloco su mano en su mejilla como si recargara su rostro en su mano, me miro un par de segundos y sonrió, yo sabía que no le convenía deshacerse de mí, él no podía conseguir a otro con el título de caballero además yo no tenía descendientes.

- Así está bien, esta vez no será simple daño físico el que recibirás Fufufufu, vámonos. – Sonreí aliviado, esperando que Usopp se llevara a Zoro y jamás les volviera a ver que jamás regresaran, Joker monto a uno de los dragones lo único que hice fue despedirme de aquellos dos.

- Cuida de Zoro, sálvale… Dile que estoy bien que lo ha logrado, que pronto iré a verle y que me disculpe por dejarlo así. –Usopp me miro serio con un toque de tristeza en sus ojos, él sabía perfectamente que lo que le pedía que le dijera al marimo era mentira, jamás le volvería a ver y no había logrado nada; pero yo ya no quería que esto ocurriera de una manera aun peor. Zoro respiraba con dificultad, él estaba inconsciente esa imagen de él fue lo último que decidí ver de ese hombre, camine rápidamente tomando mi herida con mi mano derecha dado que aún no paraba de sangrar, me subí a uno de los dragones y emprendimos vuelo; aquellas personas que había llamado Joker se habían detenido en la ciudadela gris, me sentí más aliviado ya que ellos no vendrían por ellos dos.

Realmente agradecía a esos dos especialmente al marimo con patas por hacerme pasar buenos momentos, por hacerme creer que aún había esperanza, por mostrarme la luz. Ya no nos veríamos jamás, sonreí para mí mismo, deseaba con todo mí ser que esto fuera recordado por aquel espadachín como un mal sueño ni más ni menos.

- Tu silencio tenía razón Caballero, si pudiste confiar en esos tipos pero el destino es solo uno y no vas a poder cambiarlo, por eso ellos perdieron y tú sigues aquí como mi propiedad – Sentía como me cubría con parte de su abrigo emplumado, se había sentado junto a mí y esas palabras tan filosas las había dejado en mi oído, sonreí forzadamente.

- Lo sé, siempre lo supe. – Una risita molesta y algo psicópata se adueñó de mi acompañante y mi amo, le encantaba tener la razón junto a la desgracia y miseria de los demás. << 

 
"cuando tu mirada se cruza otra vez 
déjame, si quiero intentar 
morderte en tu cuello 
quiero hacerte un ritual 
de amor, de pasión 
esta noche tu vampiro yo soy 
no me des con la estaca 
de tu desprecio en mi corazón”

Él es solo mío, esas palabras le había dicho a Usopp en mi mente pero estaba seguro que había entendido mi reacción y el como me sentía yo, sabía que él no podría enfrentarse a alguien que al acercarse su poder lo podía sentir inclusive desde donde me encontraba parado; recordaba cómo me había enfrentado a ese imbécil, realmente le odiaba con todo mi ser ya que él le había provocado aquellas heridas en su cuerpo a Sanji, cínicamente lo había dicho frente a mi cara, esas palabras fueron demasiado así que lo ataque. Ya no solo era cumplir con mis palabras era ese sentimiento de querer matar a ese estúpido sujeto, ¡quería matarlo!. Ese bastardo era muy fuerte aún más que yo pero no me rendiría, no iba a dejar todo así como así, fue entonces que todo comenzó a nublarse la cálida voz de Sanji era lo único que escuchaba y su tenue calidez.

- Todo va a estar bien Zoro, creo en ti. Gracias lo has hecho muy bien. Todo está bien – Esas palabras me tranquilizaron de cierto modo; seguí peleando hasta llegar a punto en que la tranquilidad me había inundado, él había creído en mí. Sentía como si me sumergiera en el agua lentamente, sumiéndome en la tranquilidad del líquido estático fluyendo arrastrándome hasta el fondo, un fondo que parecía tener un ligero color oscuro.  

-Zoro, ¡Zoro!... ¡Zoro regresa! No te vayas aguanta amigo. Siento haberte involucrado en todo esto yo no sabía que todo terminaría así… ¡Por favor no te vayas! – Usopp me estaba gritando que molesto era, yo estaba dormido ¿Qué no todo había acabado?. Repentinamente todo se oscureció la voz de Usopp había desaparecido pequeñas manchas blancas comenzaron a aparecer a mi alrededor parecían lejanas estrellas, luces inalcanzables.

Caminaba sin rumbo y esto era peor que la pésima orientación que me caracterizaba, por lo menos cuando me perdía podía ver donde estaba aquí era diferente yo estaba sumido en la oscuridad ¿A dónde debía ir? Todo parecía tan igual, hasta que mi vista se posó sobre una estrella roja que sentía me llamaba, sin pensarlo comencé a caminar hacia ella, parecía que me tardaba demasiado por lo que comencé a correr estirando mis manos hacia aquella luz rojiza que cada vez estaba más cercas; a solo unos pasos me lance a ella tomándola entre mis brazos abrazándole, la luz inundo todo el lugar como un universo en expansión, se apodero de mi por completo un sabor metálico saboreaba mi boca, me fascinaba ese sabor, deseaba solo un poco más, aquello que degustaba solo era mío y de nadie más.

“-ya callo la mágica noche y sus estrellas, 
en el castillo de las sombras te espera, 
con el amor de un profeta te llevare a un mundo ETERNO-“ 

Mis ojos se abrieron con sorpresa, la noche ya había caído me encontraba en el bosque rodeado por los árboles y la maleza, mi joven amigo estaba a mi lado dormido, el simple hecho de levantarme me mareo por completo logrando hacerme caer al suelo, Usopp se despertó instantáneamente tomando entre sus manos su arma, se había puesto pálido totalmente blanco de verme no comprendía porque estaba asustado, me voltee pero nadie estaba tras de mí y el bosque no se veía tan macabro.

- ¿Zo-Zoro? – Temblando se acercó a mí  llevando una de sus manos a mi rostro y pecho.

- ¿Qué paso? ¿Dónde está Sanji? – Su mano dejo de tocarme y se acercó a la fogata que estaba encendida a un par de pasos de nosotros.

- Zoro… Hace unas horas tú moriste –

- ¿Eh?... – Le había escuchado bien ¿no?, hace unas horas ¿morí?, lleve una mano a mi corazón sentí absolutamente nada, era un corazón sin vida, lleve una de mis manos a mi rostro, estaba confundido si estaba muerto y mi corazón no latía ¿Cómo era que yo estaba aquí?.

- Cuando Sanji se fue, tú te quedaste en el suelo, desangrándote yo te estaba vendando ya que Sanji me pidió que te dijera que pronto regresaría que él estaba bien y que te creía, que pronto nos veríamos todos. Pero de repente comenzaste a moverte algo brusco y abriste aún más tus heridas junto a las que aún no lo hacían, de un momento a otro te pusiste helado, estuve gritándote que no te fueras pero tú no me escuchabas y cuando dejaste de moverte, un par de minutos después tu corazón había dejado de latir tú ya no despertabas. No dejaría tu cuerpo en ese lugar así que te traje conmigo pero la noche callo y decidí acampar en el bosque – Le había hecho pasar un mal momento a mi amigo y eso me hacía sentir mal, su mano estaba en mi hombro me dio varias palmaditas en él y me sonrió.

- Me alegro que estés bien de alguna forma Zoro, aunque asusta – Le mire atentamente y no pude evitar soltar una risa Usopp seguía siendo el mismo. 

-Jajaja Si, oye Usopp, quiero ir a ver al cocinero siento que me has mentido –

-Vayamos, pero esta vez yo daré todo de mí, no voy a dejarte amigo- Si, Usopp era un amigo maravilloso además deseaba saber porque estaba vivo con un corazón que no latía. Usopp me guió por el bosque no habíamos salido aun del inframundo, él y yo sabíamos que no íbamos a quedarnos en Scarlet Pure, estábamos en una búsqueda de cierto rubio. En el camino Usopp me había contado con detalle todo lo que había ocurrido, en verdad odiaba a ese bastardo ¡se había atrevido a tocar a Sanji!. Un gato naranja nos seguía y me miraba; yo sabían quién era le seguí hacia aquella taberna en la cual anteriormente había entrado, Usopp no entendía pero en cuanto entramos al lugar observe como ese gato cambiaba su forma al de aquella mujer llamada Nami, mi amigo estaba oculto tras de mí.

- Lo de hace rato fue horrible, ese hombre se hizo pasar por el salvador de la ciudad, Doflamingo trajo a esas criaturas a destruirlo y luego fingió ser el héroe –

- ¿Sabes a donde se llevaron a Sanji? – Su expresión enojada cambio a una de sorpresa, me regreso a ver.

- ¿Se llevó a Sanji? … Los acompañaré, mi nombre es Nami – Esto último lo dijo en tono impaciente esperando que le presentará, no podía pensar bien con todo este asunto, los presente rápidamente.

- Oh si… ella es Nami y bruja él es Usopp -

- Idiota. Es un placer Usopp- Ahora éramos tres personas en busca de un hombre, estábamos saliendo con una evidente decisión en nuestros rostros sin embargo lo único que salió de mi boca fue una sencilla pero horrible pregunta.

- ¿A dónde vamos? – Nos quedamos en silencio observando frente a nosotros a las carretas pasar, ninguno tenía la menor idea de adonde se habían podido llevar a Sanji.

“tú sabrás la letanía para encontrar entre la selva y el sol 
y
entraré 
te muerdo en tu cuello quiero hacerte sangrar 
de amor, de pasión 
esta noche tu vampiro yo soy 
no me des con la estaca 
de tu desprecio en mi corazón”

Dos semanas habían pasado desde aquello junto a la ida de Sanji; si queríamos encontrarle debíamos buscar información y lo hacíamos muy bien nosotros tres, habíamos pasado por la ciudadela roja, gracias a lo que habíamos recaudado de información debíamos dirigirnos justo donde los elfos vivían para esto teníamos que cruzar el bosque o pasar por la ciudadela azul y llegar hasta el otro lado, lo mismo pero sin el bosque. Decidimos evitar el bosque fue justo cuando íbamos a media ciudad cuando escuche un nombre que solo aparecía en las leyendas.

Dracule Mihawk, estaba atento escuchando como hablaban de ese hombre, al parecer no era una simple leyenda sino que existía realmente.

- Se ha quedado en la mansión olvidada cerca del bosque, ese Shichibukai es diferente, pertenece a una familia aristócrata que data desde ya muchísimo tiempo más de un milenio.  –

- Yo le admiro, es el mejor espadachín de todo el mundo -  Comento uno de ellos; nosotros pasaríamos por alli así que conocería a este grandioso hombre que me habia hecho querer ser mejor que él. Mihawk era más que una leyenda, un cuento para hacer dormir a los niños uno que me encantaba cada vez que era contado por mi maestro el padre de mi mejor amiga. Él para nosotros era el mejor espadachín por las magnificas asañas que se relataban de el pero lo que me había creer en que esa persona realmente existió fue por mi maestro, él le respetaba como si de verdad existiera.

- ¡Hey Zoro! Muévete nos vamos - ¡Era verdad!, nos habíamos detenido para conseguir algo de comida cosa que Nami hacía, ella era buena negociante puesto que no llevábamos mas que nuestras almas y ropas ensima; les seguí. Usopp llevaba los almuerzos, cuando note aquella mansión que estaba sobresaliendo de los arboles, parecía estar abandonada con varias ruinas a su alrededor, estábamos ya saliendo de la ciudadela azul así le llamaban a unas ciudades cercanas a Scarlet Puré, solo que iban por color.

- Podrían esperarme un momento. Debo entrar a ese lugar-

- Solo es una mansión abandonada no perdamos el tiem... –Nami no termino de hablar puesto que yo estaba entrando por la puerta principal logrando que ellos me siguieran, aun que no tenían que haberlo hecho; realmente estaba abandonado este lugar, se notaba por el polvo acumulado hasta en las paredes logrando un efecto desgastado, viejo y algo lúgubre en aquel lugar.

- Tengo la enfermedad de si no salgo de esta horrible casa moriré -

- Podrías tener razón -Una voz estaba tras nosotros, no habia sentido su presencia, Usopp habia corrido junto a Nami saliendo por una ventana habierta, yo ya habia desenfundado mis espadas y estaba listo para luchar, este hombre que recién llegaba solo llevaba una espada enorme tras de si, salió por la ventana. ¡Ese hombre era nada más y nada menos que Dracule Mihawk! Yo lo sabía. Las descripciones de los cuentos encajaban perfectamente en el, ojos amarillos y penetrantes, una barba pequeña perfectamente afeitada, cabello negro y piel blanca como si jamás le hubiera tocado el sol.

Salí igualmente por la ventana esperando que iniciara nuestro combate, asintió con su cabeza y blandio su espada esto me ponía excitado y nervioso, yo era muy fuerte pero él lo era extremadamente mas, el grito de Nami se coló por mis oídos, Mihawk me habia cortado en mi pecho y torso, tirandome al suelo, mi sangre resbalaba por mi piel regando el suelo y este hombre sonrio tocando mi reciente herida.

- Jamás creí verte pero lo esperaba Zoro - Mi vista no le habia quitado de ensima, sus palabras me descolocaron - Cuidaron bien de ti, ¿sabes quien soy?  -Nami se habia acercado con unos vendajes, ella sabia que Mihawk no le haría nada así que comenzó a vendarme fuertemente apurándose lo más que podía, no quería estar entre nosotros.

- Eres un vampiro, eso es lo que dice la historia... El único hombre que era el mejor espadachín de todo el mundo, Dracule Mihawk o como le apodaban ojo de halcón mas que un ser cualquiera era un vampiro. -

- Bien... Soy un sangre pura pero tu Roronoa Zoro eres solo en parte sangre pura. Has venido por el camino que elegiste, decidiste seguir con tu vida. Tu lado humano ya no está más contigo hijo - ¿Hijo? Yo nunca había conocido a mi padre, desde que tenía memoria había estado al cuidado del sensei, mi maestro aquel que me enseño todo o que sabía, yo había sido como su hijo al igual que Kuina una gran amiga.

- ¡Zoro es un vampiro! Pero... Nadie... ¡Esto es confuso! – No sonreí aun que tenía ganas de hacerlo por la cara que había puesto Usopp de la sorpresa, yo también estaba sorprendido.

- Jajaja, no eres mi hijo pero eres de la familia, dejémoslo en que eres mi hijo –

- Ah… - Sentía un ligero sudor, este sujeto solo iba a dejar las cosas así como así sin siquiera explicar mucho, sí que me avergonzaba.

- Un placer Zoro y ¿qué te traído por estos rumbos? o mejor dicho a ser por completo un vampiro.-

-Estoy buscando al cejas de sushi – Nami termino de vendarme y se alejó a  pasos rapidos, me levante con un poco de esfuerzo, sonreí al tenerlo de frente, de verdad existía.

-Usted es un Shichibukai ¿no es así? – Nami estaba seria y el escuchar su pregunta me descoloco nuevamente, si así era él debía ser un enemigo muy posiblemente.

-Sí, lo soy, pero hare una acepción por ustedes, solo esta vez mas porque Zoro es de la familia y ustedes son sus amigos. Zoro, debes dejar de lastimarte tanto al menos debes consumir la sangre de otros o no duraras mucho, eso es lo que nos mantiene con vida, mínimo un litro a la semana –

-¡¿Eh?! Sangre… Necesito que me ayudes, cejillas… El caballero oscuro esta en apuros, mi destino esta con él – No admitiría que estaba enamorado porque no era de esa manera, aunque lo hubiera intentado besar y hubieran pasado todas esas pequeñas cosas entre nosotros ¡realmente eso no justificaba que estuviera enamorado, o que siquiera me gustara!, mis amigos sonrieron cómplices reconociendo mis palabras solo esperaba saber lo que haría Mihawk quien no había apartado su mirada de mi ni aquella seriedad que aún seguía presente.

- ¿Cuándo moriste alguien te dio de su sangre verdad? –Mi amigo me observaba interrogante al igual que la bruja que estaba a su lado, yo nunca había bebido la sangre de alguien mucho menos si estaba muerto. Usopp había estado todo el tiempo conmigo y el jamás me daría de su sangre al menos no a un yo inerte con el corazón estático. Según Mihawk si no hubiera probado la sangre de alguien yo seguiría muerto o mi cuerpo intentaría buscar por su cuenta dependiendo de mis deseos de quedarme en este mundo. Nuestras miradas solo estaban presentes en el silencio que habíamos provocado.

 

>>Lo vez, tus amigos no van a venir, aunque eso creas, espero que te hayas dado por vencido; aquellas palabras me las decía a mí mismo una y otra vez, realmente quería que se fueran pero algo en mi pecho me decía que estaban buscándome más deseaba que no fuera verdad, que ese sentimiento solo fuera una ilusión que creaba mi mente. Me encontraba en el bosque Banshee que estaba un poco antes de entrar a la región elfica a uno de sus lados. 

Había hecho mucho daño a todos incluso a aquellos que se convirtieron en mis amigos. Una lujosa cabaña en este lugar era propiedad de Doflamingo yo estaba allí; él había salido a arreglar unas cosas con alguien. No necesitaba que nadie me salvara así que era mejor que me olvidara de Zoro y Usopp, me acerque a la ventana encendiendo un cigarrillo.

Solo hay una persona en todo el mundo a quien amare a pesar de que me haya asesinado… Mi corazón te ha pertenecido desde que apareciste en mi vida a pesar de que tú no me hayas amado tanto como yo lo hice por ti, tal vez en el fondo lo sabía pero tenía la esperanza de que alguna de tus palabras fuera verdad, jamás te lo dije era mejor que creyeras que sentía que me amabas.

Después de que me asesinaste jamás te volví a ver, me pregunto si aún estarás vivo querido.

Le di una calada a mi cigarrillo exhalando por la boca aquel humo que me consumía aun estando muerto, solo me quedaba ver las estrellas mientras fumaba, Doflamingo sí que era un bastardo incluso su propio hijo le detestaba.

 
y
entraré 
te muerdo en tu cuello quiero hacerte sangrar 
de amor, de pasión 
esta noche tu vampiro yo soy 
no me des con la estaca 
de tu desprecio en mi corazón”

To Be Continued… 

Notas finales:

¿Reviews?

Espero que les haya gustado, gracias a todos los que leen y en especial a las personitas que se han tomado la molestia de dejar reviews.

CUALQUIER DUDA que tengan con respecto a este fanfic no duden en preguntarme que yo gustosa les responderé, en verdad :3

Sí. ha dado un buen giro la historia, espero no aburrirlos y si lo he hecho lo siento aun así tengo que terminar el fic xD owo

Cuidense mucho Nyappy!!! 

PD: perodonen las faltas de ortografia y errores de dedo... 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).