Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lamento de la Sirena por PrincessIce

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Perdón por tardar tanto en actualizar, pero de verdad casi no he tenido tiempo para escribir.

El capítulo será narrado por Sorrento.

Sorrento~

 

Me desaparecí todo el resto del día, más bien quería desaparecer de la faz de la tierra, sus palabras fueron tan acertadas, yo no era más que eso y tal parece que Kanon opina lo mismo de mí, simplemente se quedó en silencio ante las palabras de su odioso hermano.

Cuando la luz de la mañana entró por mi ventana desperté más no hice el mínimo intento de salir de la alcoba, me sentía aun deprimido de recordar mi destino. La puerta resonó, tras ella una de las doncellas llevó los alimentos – Por favor déjalos en la mesita, en cuanto tenga apetito voy por la bandeja – eso fue suficiente para que se retirara la chica. Las horas transcurrieron y mi estómago comenzó a gruñir tan solo un poco, creo que era pasado de medio día o eso supuse por la posición del sol al asomarme por el claro. Abrí la puerta que daba al corredor solo un instante para meter la bandeja de comida, tan solo pude pasar un poco de ella, lo suficiente para darme un poco más de ánimos para salir mi encierro pero ya casi caído el atardecer.

La brisa del mar parecía clamar por mis pasos, me serenaba de alguna forma sentir las sales golpeando mi rostro – Es hermoso el mar… lástima que – me quede callado al notar su presencia detrás de mí.

–Pensé que te habías ido del santuario, en todo el día no se te vio para nada – exquisita y varonil la voz de mi amor imposible, se veía muy pensativo cuando se sentó junto a mí en la arena.

–Si regreso ahora no se en cuanto tiempo podre tomar vacaciones – mi más grande mentira, los nacidos para luchar por los dioses no teníamos vacaciones, solo esperaba ser un gran actor para que no se diera cuenta de mis mentiras.

–Ya veo… ¿y qué piensas hacer con todas esas caracolas? – abrió la palma de mi mano provocándome un cosquilleo en mi estómago tan solo con ese simple tacto.

–Quizá una manera de presentar mis disculpas por ser tan grosero con el caballero dorado de Géminis– sonreí tímidamente cuando le vi arquear su ceja y mirarme como si fuera solo un mocoso del jardín de niños. –Haré un collar para que recuerdes al reino marino cuando te sientas nostálgico como ahora – su gesto me dice que acerté, de alguna manera aun extraña aunque sea un poco las profundidades del mar. –Pero tendrás paciencia… te lo entregaré antes de irme –me levanto de la arena sacudiendo mis pantalones.

– Bueno, pues gracias – él también se ha levantado, le miro de reojo, notablemente era mucho más alto que yo –Te mostraré un lugar donde solía ir de niño cuando me sentía así – tomó mi mano , por poco y el corazón se me sale del pecho, no pregunte más , simplemente me limito a seguirlo a donde me guía, al ver ese sitio me quedé maravillado, era una gruta bastante hermosa aunque un poco oscura, caminamos más al fondo encontrándome con un pequeño estanque en el centro que era bañado por la luz de la luna con tan solo unos cuantos claros formados por la naturaleza.

–Es muy bello este lugar, eres muy amable en enseñármelo Kanon – lo observo inclinarse sobre la orilla donde comenzaba el agua cristalina, toma un poco entre sus manos llevándosela a la cara casi al instante – ¿está fresca? – me acerqué a imitar la acción del ex dragón marino, el calor de Grecia en esta etapa del año era desmesurado, pero este lugar era como el oasis en el desierto, las paredes de la gruta conservan un ambiente tan fresco y agradable.

 

–Me da gusto que la gruta te haya resultado agradable, bueno Sorrento me parece que ya es tarde y debemos ir al santuario a descansar – me palmea suavemente el hombro por lo que me reincorporo, reitero con un suave movimiento de cabeza. En el camino de regreso continuamos con algunas trivialidades referentes a los alrededores, nos separamos cuando Mu  nos encontró pidiéndole a Kanon lo acompañara a unas pequeñas diligencias del patriarca al pueblo.

 

Todo el día había estado acostado así que con los ánimos elevados gracias a mi amado, di un paseo más por pequeños bosques que rodeaban las doce casas, más arriba de Rodorio. Saque mi flauta del bolsillo y le acomodé en uno de los troncos para entonar suaves melodías de amor.

– ¿No te parece patético? – por el tono usado claro que no se trataba de mi apreciado Kanon, ese tenía que ser el ominoso de Saga, ni siquiera le regale atención mía, ignorarle era la mejor opción a estar prestando oídos a sus sandeces. – ¡Niño idiota! – me tomo por el cuello de la camisa azotándome contra uno de los árboles.

– ¿Qué es lo que quieres? – limpie con el puño de mi camisa un hilillo de sangre que escurría de mi labio.  –Te voy a pedir que dejes de fastidiarme, según tú resultaba desagradable mi presencia… ahora me buscas – gire mi dedo cerca de mi oído dando entenderle lo demente que era. –Estás bastante mal –

-Yo no sé si mi hermano es demasiado inocente o simplemente le da lástima ponerte las cosas en claro– su sonrisa reticente me cala un poco  - Eres una zorra, se nota como te mueres por Kanon jaja – su carcajada burlándose de mis evidentes sentimientos me enfurecen. – Jamás podría interesarse en ti… eres la puta de planta de Poseidón y solo inspiras asco, solo mírate – venenosas cada una de sus palabras, presiento que esto no es solo fraternidad, es demasiado obsesivo Saga.

 

-Estas enfermo, yo no soy nada de eso que dices, además si me interesara Kanon como hombre ¿a ti qué? – quizá estoy firmando mi sentencia de muerte, pero si él se ha dado cuenta que estoy enamorado de su hermano, puede ser que Kanon también… si no le importara nada no me lleva a ese lugar.

- Estas cavando tu tumba mocoso asqueroso – me coloco en posición de defensa, esquivo su primer golpe, trato de aturdirle con algunas notas, él se lleva las manos a los oídos cayendo de rodillas, para mí era más que suficiente.

- Tú tampoco te metas conmigo – le dije con determinación al pasar junto a él… error mío.

-Nunca le des la espalda a tu enemigo, pecas de arrogancia – apenas escucho sus palabras cuando soy absorbido por otra dimensión, comienzo a caer desde varios metros de altura y el puñetazo en mi estómago me lanza a quebrar varios árboles.

-Mi flauta – intento levantarme para alcanzarla, está rodando hacia sus pies - ¡ahh! – Mi mano es machacada bajo su pie  -Dame mi flauta – mi instrumento estaba en sus asquerosas manos.

- Esta bien… Ten Siren – me extiende la flauta, pienso que ya está terminada la pelea absurda, sin embargo, cuando estoy por tomarla, el universo se forma en su palma, de su otra mano envía a otra dimensión mi instrumento de batalla -¡Explosión de Galaxia! – no puedo esquivarlo y sin mis escamas apenas puedo soportar, es como si el fuego mismo se introdujera a mi cuerpo… las estrellas están girando a mi alrededor y se colisionan a mi interior.

-Te quiero hoy mismo fuera del santuario, ¿o prefieres negar que le das el culo a Poseidón frente a mi hermano? – Me levante una vez más sorprendiéndose Géminis, seguro piensa que volveré a querer pelear, pero por primera vez tiene razón… no puedo negar lo que en realidad me convertí, tampoco puedo irme así como así para continuar en ese infierno que se volcó mi vida.

-Muy bien, solo… te pi…do  - mi cuerpo ya se tambaleaba, mis ropas estaban desgarradas por la pelea y manchadas de sangre por las diversas hemorragias –Me des mi flauta – insistí en mi arma pero solo recibí una patada en la cara de su parte, me arrastro como puedo para volver a ponerme en pie, estas heridas quizá ya eran suficiente para acabar con todo, si bien no tenía oportunidad alguna con Kanon, tampoco soportaría volver para que Poseidón me hiciera a su antojo con el cuerpo de mi querido amigo Julián… le estoy ahorrando un sufrimiento, sé que cuando se dé cuenta de lo que me ha hecho siendo poseído no lo soportará, ¿ para qué arrastrarlo al dolor? Si con que yo lo cargue es más que suficiente.

 

-¿ah?, vaya eres más inteligente de lo que pensé – me dice Saga cuando a paso lento me emparejo unos segundos, continúo mi andanza tratando de tomar fuerza de donde pudiese, tampoco quería manchar el territorio de la Señorita Athena –Gracias… - Susurro antes de alejarme,  al menos creo es más digno morir por heridas de batalla que por suicidio.

Un lugar para aliviar la melancolía repetí en mi mente tratando de concentrarme para llegar, no quería estar cercano a la playa donde me pudiese percibir mi señor… no quería ser salvado para saciar sus ganas… ya no, y como si mi cuerpo lo supiera, no pudo más , me desplome frente al bello estanque de la gruta.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).