Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lamento de la Sirena por PrincessIce

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capitulo narrado desde la vista de Kanon

Kanon~

 

Me siento totalmente desconcertado por la confesión de Saga, siempre pensé que me odiaba, si bien el cariño cuando niños era muy notorio pero el siempre asumió su papel de mayor así que jamás sospeche nada del asunto, ya hasta que fuimos mayores el comenzó a ser muy duro conmigo, ¿y que ahora diga que me ama?... dioses no sé qué pensar ni hacer.

Por otro lado está el chiquillo, no se desde que llego me mira diferente a las últimas veces que estuvimos en el reino marino, pero… ese algo en su mirar me recuerda cuando lo conocí, era muy calladito pero siempre me observaba en los rincones, para mí siempre fue un niño aunque ahora ya es mayor y pensándolo bien me resulta de buen ver, creo que me gusta… pero Saga…

Camine al atardecer por las afueras del santuario hasta llegar a las cercanías de Cabo Sunión, mi prisión, el horrible lugar donde Saga me abandono a mi suerte, entonces ¿cómo es que me amaba tanto?, me llevo las manos a los cabellos tratando de ordenar mis pensamientos hasta que la delgada silueta en la cima llama mi atención.


Con mucho silencio en mis pasos llego hasta donde yace sentado abrazando sus rodillas mirando hacia el mar – ¿Sucede algo?... no le prestes mucha atención a las tonterías que dice Saga – le noto como melancólico, creo que mi hermano se pasó la mano con el niñito.

–¿A mí?, para nada y lo que diga tu hermano me tiene sin cuidado – me responde Sorrento levantándose al instante de donde está sentado, yo espero que sea verdad lo que me dice, por alguna extraña razón me preocupa, él no era así cuando fuimos compañeros.

–Yo espero que no discutan así de nuevo o los terminaré encerrando… ¿si sabes que hay aquí abajo verdad? – señalo con mi dedo índice hacia el suelo, le veo levantar los hombros despreocupado por mi advertencia, yo solo se ahora que Saga está actuando impulsivo cosa que jamás había sido de esta forma… y estoy seguro que son celos.

–Si ya sé dónde estoy parado, de donde no debiste salir – respiro profundo al escuchar su reproche de nueva cuenta, la verdad no tenía ganas de entrar en discusión, Athena me ha perdonado y lo que piense Poseidón me tiene sin cuidado.

–Si claro… vamos te invito a dar un paseo– le tomo del brazo para que avance a mi paso, giro mi rostro con disimulo notando sus mejillas sonrojadas, no había necesidad de palabras, ese niño se ponía nervioso a mi lado, me causa un poco de risa darme cuenta que los celos de mi hermano no son infundados y debo reconocer que pensé que lo de Sorrento era mera admiración pero ahora creo que le gusto.

–¿de qué te ríes Kanon? – Aquel mohín de Sorrento al preguntarme me causa ternura, agito sus cabellos y bajamos entre las grutas que se acercaban a la prisión, a cada paso que nos acercábamos más el cambiaba su gesto de sorpresa.

–No llegaremos más cerca de la prisión, pero desde aquí se puede observar más a detalle, amm hacia acá es mi escondite secreto, más bien es como mi lugar de meditación, así que no le enseñes a nadie mi sitio – señalo hacia mi derecha una de las grutas más profundas y con algo más de altura que la prisión, por lo tanto el agua del mar no le alcanzaba.

–Me agrada este lugar, está lleno de paz – Cuando intenta internarse en mi lugar secreto le detengo del brazo, su rostro enrojece más al tenerlo tan cerca de mí – Es mi sitio mas no te invite a pasar Sorrento – niego con un suave movimiento de mi rostro, lo suelto y le veo cruzar los brazos como niño berrinchudo.

–Ni quien quiera entrar, estás loco caballero traidor, es más ya me voy me siento cansado – me da la espalda y sacude los brazos de forma graciosa, aumenta sus pasos de velocidad, no le sigo pues aun no tenía ganas de estar en Géminis, todavía tenía que terminar de aclarar mi corazón.

Ya son pasadas las doce de la noche, trato de no hacer ruido al entrar a mi habitación para no despertar a Saga, cuando avanzo hacia mi cama el ruido de la botella que es asentada en el piso llama mi atención, la luz de la luna ilumina tenuemente el cuarto, pero puede distinguirse esa figura tan idéntica a la mía – No sabía que estabas aquí – paso de largo quitándome la camisa, me detengo cuando sus manos acaparan mi espalda – Hueles a licor, tú no eres … – me quedo con la palabra en la boca cuando soy empujado a la cama, sus labios a escasos dos centímetros de los míos.


– ¿a dónde fuiste todo este tiempo? ¡Ese mocoso se te quiere meter por los ojos a la fuerza! – sus reclamos eran  llenos de irá, a pesar de ello no me disgusta, se siente bien como me cela mi propio hermano, su mano viaja atreves mi pierna hasta llegar a mis partes nobles, aguanto un gemido que está a punto de escapar de mis labios, en el forcejeo por querer hacerlo a un lado la fricción se hacía más deliciosa, claramente su entrepierna ya se palpa rígida.

Su lengua se introduce en mi boca, sé que es algo prohibido pero mi cuerpo me pide más de esto, mis manos se cuelan por dentro de su camisa descubriendo la espalda hasta sacarla ropa de su cuerpo, los besos no desisten hasta cubrirnos de la tibieza de las pieles de uno con el otro. –Saga… mmh~ – aprieto los ojos en cuanto sus dedos tientan mi cavidad, esto ya no me está gustando para nada, aunque… se siente bien.

–No te pongas tenso Kani, no te voy a lastimar – su voz melosa en mi oído me calma un poco, él sabía cómo calmar mi nerviosismo al pasar la lengua caliente en el lóbulo de mi oreja, dos dígitos ya estaban en mi interior, no sé en qué carajo instante lo hizo, recorre su boca mi pecho hasta llegar a mi hombría.

–Por Athena… Saga aah~  espera – no no quiero esperar, la chupa tan rico que quiero más, no puedo creerlo, mi propio hermano está dándome un placer inexplicable, cuando saca sus dedos sé que es lo que sigue, aferro mis manos a las sabanas con fuerza en cuanto siento la punta de su glande abrirse camino en mi interior, se detiene de momento cuando termina de entrar solo para besarme de manera lenta y deliciosa, suelto las sabanas solo para posar mis manos en su trasero el cual acaricio lentamente, una vez que me siento listo doy un empujón en esa zona para animarlo a que comience, sencillamente era como estar en la gloria, ya no hallábamos como acariciar nuestros cuerpos acompañando los vaivenes, mi entrepierna ya goteaba de la excitación que me provoca cada que roza mi punto prostático, lo único que me queda es tomarlo con mi mano izquierda y frotar mi carne, choques eléctricos por toda mi médula puedo percibir.

–Ohh Saga… ya voy… ya voy – con la mano libre lo apego más a mis caderas que ondulantes acompañan las estocadas de mi hermano que parece embrutecido de placer, no se cansa de decir cuánto le gusta lo que estamos haciendo, que me ama demasiado… no sé cómo terminará esto.

La luz del día comienza a joder, no tengo intenciones de levantarme temprano y mucho menos a entrenar, trato de girarme en la cama para ocultarme de la luz tan desquiciante encontrándome con el cuerpo desnudo de mi gemelo y enredado en mis sábanas.

No fue un sueño, aun podían percibirse fluidos embadurnados en nuestros cuerpos, solo me queda una sonrisa torcida en mi rostro, me reacomodo en la cama pasando mi brazo por encima de su cuerpo para apegarme más a su calor.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).