Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lamento de la Sirena por PrincessIce

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sorrento~

El cuerpo pesado, entumecido y sin energías de poder levantarme, aunado a una vista borrosa que me hacía perderme en mi infinita soledad. ¿Cómo llegué hasta este lugar?... No lo sé, pero el goteo de esa caída en el ojo de agua me relajaba lo suficiente para ya no pensar  en mi pútrida existencia.

De nuevo levanto con dificultad mis párpados al escuchar  las fuertes pisadas acercarse lentamente, una sandalia griega… tengo frío, mucho frío, mi cuerpo tiembla y mi respiración entrecortada, algo me levanta… ¿será que estoy flotando en el aire?...– aahh – intento respirar pero el agua helada invade todo mi ser, si no estoy vivo, entonces me estoy sumergiendo en el río Aqueronte.

–Oye… despierta – la cabeza me duele un poco, el suelo firme y frio puedo palparlo bajo de mi cuerpo húmedo,  pero esa voz… creo reconocerla, me llevo la palma de la mano a mi rostro para apartar el flequillo pegado sobre mi piel.

–Ka… Kanon – la figura borrosa cobra vida al pasar unos segundos después de abrir mis ojos, ahí se encontraba frente de mí, entonces yo me levanto lo suficiente para continuar sentado sin entender que estaba pasando – ¿Por qué estoy todo mojado? – mis heridas se veían enjuagadas, más adelante una mancha rojiza en el piso donde había caído cuando puse el primer pie en ese lugar.

–te encontré mal herido y ardiendo en fiebre, lo más práctico fue sumergirte al agua fría del estanque para que regresaras a tu temperatura normal –  Desvío el rostro, no puedo sostenerle la mirada, estoy más que seguro que Saga le ha dicho lo que sucedió.

–Pues… Gracias – guardo silencio un momento –Ya sabes lo que pasó con tu hermano ¿verdad? –  me sostengo de una de las paredes de esa gruta para ponerme en pie – Ya no pretendo ocasionar más problemas, acabamos de firmar un pacto de paz y si esto llega a oídos de Athena o Poseidón se va desatar un lío – trato de dar un par de pasos pero aún me siento débil.

– Pelearon… lo sé y no es necesario que mi hermano me lo diga – me sostiene del brazo para que no me caiga – Mira Sorrento, no estás en condiciones de salir así y si tus intenciones son genuinas de no querer acrecentar el problema, no te des a notar – Apreté los labios, tenía razón… si salía de ese lugar llamaría la atención y Poseidón era capaz de estallar una guerra y además llevarme a su lado y era lo menos que deseaba en este momento.

–Mira Kanon, lo sé pero también puedo ser precavido, me iré en este momento… pero hay algo que quiero pedirte antes – En cuanto pudiera escapar sin ser visto terminaría con lo que Saga no pudo, yo no soportaría volver a ese infierno bajo el mar, pero para no desatar su furia lo haría lejos del santuario, solo necesito sentir aunque sea un segundo, tan solo una caricia me haría descansar en paz.

–¿Qué es lo que deseas? – su mirada fría me hace dudar en decirle, temo que me eche a patadas y termine por quebrantarme  su indiferencia. Te amo… no, Solo quiero que me des un beso… no, todos estos años he estado enamorado de ti.

 – Yo…  – aprieto los ojos, sin más me coloco de puntillas para poder alcanzarle – solo quiero despedirme de alguien importante para mi… – me mira desconcertado hasta que poso mis labios sobre los suyos solo un par de segundos antes de ser tomado de los hombros y sacudido siendo apartado de golpe.

– ¿Esto es lo que quieres antes de irte? – me pregunta mientras yo bajo la mirada, su mano me levanta firme del mentón, su boca ahora invade la mía con ferocidad, no reacciono por la sorpresa que él ahora sea el que me besa, no era como lo había soñado pero… era un beso, un beso de mi amado, un beso que ahora se prolongaba de su parte, mis manos buscan colgarse de su cuello, sus dientes se aferran de mi barba y bajan poco a poco a mi cuello, de mis labios lo único que podían salir era suaves quejidos de placer.

– ¿Qué… qué haces? – me gira sin poder procesar lo que está ocurriendo, su lengua ahora recorre mi espalda después que ha terminado de hacer girones mi camisa.

– Lo que deseas, me lo dijo tu boca… no necesitaste hablar porque tu cuerpo lo hace por ti– mis manos se detienen de la pared quedando a su merced, mucha razón tenía, mi mayor ilusión era ser amado por mi dragón marino y este día podría hacerse realidad.

Sus manos dejaron de tocarme de momento, descolocándome por la actitud hasta que vi sus prendas caer al suelo en cuanto giré mi rostro, mis mejillas entonces ardieron pues era muy notable que la dimensión de su entrepierna habían llamado mi atención, no hubo más dialogo, su mano tomó mi cabeza y con un sutil movimiento me guío a la tácita tarea que tenía que realizar.  

Mi mano se apreciaba pequeña cuando tome su palpitante y enhiesto sexo, con un poco de pudor comencé dejando un suave camino húmedo con mi lengua de la región sur a la norte, lo volví a repetir, atreviéndome a levantar la vista topándome con esa mirada vehemente que podía traspasar mi ser y darme un revés en mi interior, es algo tan raro, el contagiaba esas ganas… la pasión… el deseo provocando una fuerte erección en mi antes semidespierta carne.

Una arcada me provoca el empuje profundo de su estocada, apenas intentaba introducirlo a mi boca cuando me ha tomado por descuido. – Date la vuelta – la instrucción la seguía al pie de la letra, mis manos y rodillas se encontraban apoyadas en el piso, sus manos rasposas acariciaron mis glúteos que quedaron de frente suyo, las masajeaba con insistencia hasta que sus dedos al separarlos acarician mi entrada de forma superficial, mi cuerpo se tensa levantando un poco las caderas.

–Kanon~ – jadee su nombre por sus embriagantes atenciones que me brindaba en ese momento, tan diferente a lo que podía sentir bajo el cuerpo de mi dios, pues este infinito amor me hacía disfrutar cada instante por mas brusco que pudiera estarse comportando. Cierro mis ojos cuando su turgente sexo inicia la fricción superficial sobre mi entrada, se lo que viene – aahh ~ – podía sentir que me partía en dos cuando empujo para abrirse camino en mi interior, no sé si pueda soportarle… es demasiado  grande – me… du..ele – me quejo suavemente esperando un poco de gentileza de su parte, más cerca de mi oído su aliento golpea mientras me lame el lóbulo, se detuvo en el empujo, o quizá eso pensé … ha entrado todo.

–¿estás listo? – su voz ronca y excitada pregunta al lamer de nuevo mi oreja – Si… – fue mi escueta respuesta a su desesperada pregunta, golpea con velocidad, el sonido de nuestras pieles chocando reina en esa caverna, exquisito sonido de humedad en la fricción mezclado con los jadeos sensuales de su boca.

Quisiera poder besarlo pero por la posición es prácticamente imposible, sin embargo, me queda disfrutar su cuerpo entrando y saliendo  de mi ser, punzando insistentemente ese punto delicioso que en cualquier momento hará que me derrame, la fuerza que utiliza está comenzando a vencerme, mi pecho ya se encuentra pegado al piso…  –Gime… Gime Sorre … di cuanto te gusta que te lo meta – me avergonzaba la manera que decía las cosas, pero mi tonto corazón puede más que mi razón, esa que he perdido al ser tomado por él, me tiene loco… muy loco de placer.

Separo los labios que tanto apreté para contener los gemidos – Si amor… me gusta…. Ahhh~ más Kanon … mmhhh~– estiro mi mano para tocar su cadera buscando apegarlo más a mi cuerpo, mis propias caderas eran levantadas a mi voluntad para chocar contra el cada que llega al fondo de mi ser, acompasando por fin los excitantes vaivenes, claramente siento como sus bolsitas golpean mis glúteos con vigor – aahhh no puedo… más – apenas llevo mi mano a mi propia entrepierna el hormigueo recorre mis entrañas llenando mis manos de la esencia tibia de mi sexo, siento mis piernas desfaceller, tan débiles pero él está en las ultimas estocadas más lentas y profundas, está en el orgasmo… le escucho gemir tan ronco y aferrarse a mis caderas, enterrando sus dedos en mi piel como su fibrosa hombría en mí intimidad, inundándola de su calidez, bombeando hasta la última gota de su semilla… cuando no hubo más que dejar dentro, sale agotado dejándose caer a lado mío, mirándome excitado.

–Gracias por este momento…  – le sonrío con ternura, levanto mi mano y acaricio su mejilla después de apartar un par de mechones húmedos de su rostro, el me mira raro, pero al final recibo una sonrisa atrevida con cierto tinte de morbo que hace que se encienda mi rostro de carmín.

–No es conveniente que te vayas así, estás débil por las heridas que te hizo mi hermano –  su mano se posa en mi entrepierna levantando con su digito residuos de semen, desvío mi rostro cuando veo como lame los restos tomados – Eres muy dulce… Sorre – su tono suena hasta cierto punto burlón, así que mejor cubro mi rostro con ambas manos.

–No me veas así por favor – entre los huecos que dejo de mis dedos sobre la cara le vuelvo a mirar sonriente – Estas diciendo que aún no quieres que me vaya ¿o entendí mal? – tomo suficiente aire para preguntar lo que creo que insinúa.

–vamos a lavarnos… – me levanta en brazos como doncella antes de introducirse en el manantial frente a nosotros – Te traeré ropa y comida… no se te ocurra salir de aquí, mi hermano esta tan loco que es capaz de terminar lo que no pudo – su advertencia sobre Saga me deja helado, al salir del agua me arrincono a su pecho sintiéndome por primera vez protegido por mi gran amor.

–Está bien, aquí me quedaré hasta que vuelvas… ahh ¿sería mucho pedir que le pidieras al idiota de Saga mi flauta? – tomo su mano para pedirle ese grandísimo favor, aunque al decirle idiota a su hermano un gracioso tic en la ceja adorna su rostro.

–Veré que puedo hacer mocoso – un suave palmeo sobre mi cabello fue la despedida de mi dragón marino, hubiese preferido un beso, pero al menos él ya puede verme con otros ojos ahora y eso… me hace tan feliz.

Notas finales:

Me gustaría saber sus opiniones de lo que sucedió en este capítulo :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).