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Placer puertas adentro por Mero-Mero-San

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Su último recuerdo fue aquel rostro sonriente, aquel nombre, aquellas manos tan pequeñas pero cálidas…

El trabajo estaba hecho, había acabado con una joven e inocente vida, sus manos aun se mantenían unidas al cuello ajeno, pero no ejercían presión, todo lo contrario, era como si lo acariciara pidiéndole disculpas por haber hecho semejante atrocidad. El chico bajo suyo no se movía, no respiraba, no miraba como antes, era solo un cuerpo, con lágrimas amenazando con caer apretó sus dientes con fuerza y se decidió a perdonarse, había hecho un bien, Zoro, su querido Zoro por fin sería feliz en su hogar.

El rechinido de la puerta lo impulso a ponerse de pie aun sobre el chico -¿Por qué estamos aquí?- la voz del pelinegro sonó dirigida al pelirrojo que dejo escuchar una ligera risa que de un momento a otro se fue, ambos hombres contemplaban la escena, un rubio completamente espantado sobre otro que notablemente yacía muerto.

El rostro de Shanks reflejaba la incredulidad y el espanto, Mihawk se mantenía inmutable pero por dentro estaba estallado en cientas de emociones negativas, el rubio…él lo había violado…en ese instante iba a pedirle disculpas y a darle su ayuda con un asunto privado, eso ahora estaba siendo borrado por el viento.

Se lanzo sobre Sonata alejándolo de Sanji, cegado por el odio comenzó a golpearlo a gritar, lagrimas cargadas de sentimientos, el cocinero había sido muy amable con él, tal vez no hizo caso al pie de la letra lo que le dijo pero hizo lo mejor de sí, su cabellera se sacudía con cada golpe que daba.

El pelinegro sin perder tiempo alguno había comenzado una inspección y resucitación, Kuroashi no respiraba, se encontraba muerto, pero con su conocimiento se prometía que iba a salvarlo y ponerle fin a todas aquellas promesas vacías que tenia sobre sus hombros.

-Vamos chico…- las palabras salían mientras oprimía su pecho –no mueras…- soplo sobre la boca, necesitaba regresarle el favor que le hizo -¡No te atrevas a dejar a Roronoa!-

El escándalo se oía claramente y no paso mucho tiempo para que alguien se acercara, ste suceso no tardo mucho tiempo en recorrer cada oído de la fuerza…

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Robin colgó su móvil en silencio, la reunión estaba por finalizarse al fin, miro a Zoro, por razón alguna se encontraba inquieto, movía su pierna y se tocaba detrás de la oreja, desvió la mirada cuando el peli verde la observo, no quería que note su perturbación.

-Recuerden que somos un equipo- esas fueron las últimas palabras de Garp.

Cada uno se fue parando, Zoro camino directo hacia la Teniente quien estaba completamente nerviosa, ya que, estaba sudando -¿Qué sucede?- pregunto directamente

-¿Qué te sucede a ti?- ataco ella, era obvio que Zoro estaba demasiado extraño, parecía estar asustado

-Nada…- miro hacia el piso, no iba a decirle que una extraña incomodidad lo ataco en medio de la reunión, un mal presentimiento nació desde su corazón -¿vas a decirme que te sucede?-

Ella prefirió no mirarlo a los ojos –hubo un ataque- eso no sonó nada bueno, pero se extraño por la tranquilidad en su entorno –Sanji ah sido…- el peli verde no la dejo terminar, salió corriendo lo más rápido que pudo ¡¿eso era su al presentimiento?! ¡¿Qué carajos?! Sus pasos tan profundos se oyeron y no pudo evitar las miradas confundidas, empujo la puerta tan reconocida y allí vio a varias enfermeras y al doctor, estaban manoseando el cuerpo del rubio que se notaba más pálido de lo normal.

-¡¿Qué paso?!- Shanks quien estaba apoyado cerca de la ventana lo sujeto de los hombros y comenzó a empujarlo, Mihawk estaba allí, pero en un rincón, manteniendo de rodillas a Sonata, todo era realmente confuso -¡Sanji!-

Por primera vez en tantos años sintió miedo, miedo por ese rubio desconocido , ya no quería perder a nadie más, fue suficiente con su madre, su corazón se contrajo y por un momento perdió el aire, su cabeza se convirtió en un remolino, no podía comprender él porque ¿Por qué Sanji? Quien fue una persona tan brillante dentro de ese agujero, la persona que le dio satisfacción en tantos sentidos, era injusto…dio un grito ahogado, estaba ardiendo, su interior le dolía, se estaba deshaciendo.

El pelirrojo no pudo hacer más que abrazarlo, entendía el dolor en su ser, dolía mucho pero…todo iba a estar bien, Kuroashi era fuerte, lo supieron en el tiempo que llevaban acompañándolo.

Robin acompañada de Garp presencio ese momento tan desastroso desde el umbral, Zoro se mostraba completamente derrumbado ¿Qué tanto significo Sanji en su vida aquí adentro? No quería ni imaginarlo, el mayor no soporto ver a su muchacho así por lo que de inmediato pidió sacar al atacante de la habitación y tranquilizar de la forma adecuada a su muchacho.

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Nami seguía en su plan de cómo entrar a aquel lugar, ya varias veces le habían negado el acceso porque no era familiar, el intento de soborno no funciono y al final la policía se la había llevado, gano varias horas dentro de una celda y una multa, no salió como quiso.

Nojiko le alcanzo una taza de café al verla tan concentrada en un mapa –si que te esfuerzas Nami-

-Por supuesto, Sanji-kun no tiene por qué estar allí- su hermana suspiro enternecida, Nami adoraba a su gay amigo cocinero –si hago esto tal vez pueda…- miro el mapa detenidamente y exploto, lo hizo bollo arrojándolo lejos, sus dientes sobresalían ¡Odiaba que las cosas se le complicaran!

Pensó primero en demandar a Zeff pero eso era demasiado, luego el plan de entrar al lugar sin ser descubierta, eso realmente fallo, fue arrestada a los pocos minutos y perdió mucho dinero, en serio que dejar su carrera en derechos fue un error.

-¡Cielos! ¡Desearía encontrar la forma más normal para que lo dejen ir!-

Nojiko suspiro -¿Por qué no dejas de insistir? Ya verás que algo bueno vendrá-

-¡Como si pusiera hacer eso!- se levanto de golpe y reviso un cajón para sacar otro mapa -¡No pienso rendirme! ¡Sanji-kun no pertenece a ese sucio agüero! ¡Es demasiado amable!-

Nojiko se sentía del mismo modo, pero no quería apoyar las locuras de su hermana menor porque estaba segura de que buenas cosas vendrían.

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En tres días Sanji no recobro el conocimiento y Sonata fue entregado a la policía con el cargo de intento de homicidio, a pesar de los esfuerzos y las influencias de Garp, Sonata fue liberado y quedo con salidas restringidas, fue muy injusto para Sanji y mas para aquellos quienes lo aprciaban.

Metió su arma de mano en la bolsa verde para luego apretar las cuerdas y cerrarla, la sujeto con fuerza comenzando a caminar, en su trayecto por el pasillo vio a Robin recargada en la pared, se la notaba preocupada

-Zoro-

Levanto su mano impidiendo que hablara –No es tu culpa idiota, esto tarde o temprano pasaría- la mujer entrecerró los ojos con evidente dolor –antes de irme ¿puedo verlo?- ella asintió sin cambiar su expresión de total serenidad.

Era su quinta vez que lo veía y no se cansaba, suspiro por tercera vez y levanto su mano para acariciar su mejilla –le crece la barba, recuerda mandar a que lo rasuren- ella asintió –Cejas de Sushi, debo irme- la ultima caricia fue hacia su cabellos, lo extrañaría.

-No deberías apresurarte- le sugirió

-Retrase esta salida hace un día, no puedo hacerlo más largo, si despierta, dale mis saludos-

Robin apretó el mango de la espada que posaba en su cintura –me asegurare que no quede aquí por mucho tiempo- el peli verde asintió

-¿Y Law?- pregunto curioso, ya que no lo vio abordar el camión que lo llevaría hacia el helicóptero

-El se está despidiendo de Luffy, al parecer se enamoro-

Zoro sonrió, al fin ese idiota aclaro lo que sentía, aunque también estaba consciente de su enfermiza atracción a Kid –Mihawk ya debe estar dando órdenes de ataque ¿verdad?-

-Sí, el lavandero no ha dejado de llorar desde su ida-

No sentía pena alguna por su Tío, después de todo era un maldito violador, pero había salvado a Sanji cuando no había un doctor cerca –ya veo, nos vemos Robin-

La dejo en esa habitación con Sanji aun recostado en la cama…

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-Torao- lloriqueaba Luffy mientras se abrazaba al cuerpo ajeno, le dolia tener que dejarlo ir, no quería estar solo –por favor-

-Debo ir, hay muchas vidas que debo salvar en aquel lugar- el pelinegro asintió insistentemente, dolía, mierda que le dolía, pero comprendía, era doctor, era su deber, era un maldito militar, su abuelo tenía razón, ahora entendía porque quería que se quedara con su tía en casa, el piso que pisaba era el mismísimo infierno -cuídate-

-Lo hare, pero recuerda que debes comer dos kilos de carne por día, eso hará que tu cuerpo se sienta mejor- aconsejo mientras su mucosa colgaba, Trafalgar asintió, pero el sabia que sería imposible comer, el hambre estaría presente –no te olvides de escribir ¿sí?- asintió apretándolo contra de si, dudaba que pudiera escribirle, con tantos heridos…

El abrir de la puerta no los separo, sino que se apretaron con más fuerza -¿estás listo Law?- era Zoro

-Lo estoy- dijo sobre los oscuros cabellos –ya es la hora- alejo al menor con frialdad, debía matar sus emociones para ser fuerte -vamos- dijo firme

-¡Torao!- Luffy lo sujeto del brazo pero el moreno hizo fuerza rompiendo el contacto con rudeza, no había tiempo para el amor, no tenía tiempo para Luffy, ya no lo tendría

Ambos salieron de la habitación cruzando a Robin, la cual sujeto a Luffy quien intento nuevamente sujetar a el ojeroso –Luffy, deben irse-

-¡Pero aun no hemos ido a comer al restaurant del centro! ¡No tuvimos tiempo para charlar bien! ¡Aun no hemos recogido al cachorro abandonado! ¡Todavía no le dimos un nombre!-

Law apretaba sus dientes, escondiendo sus ojos bajo la sombra de su gorro, dolía oír las estupideces que se dijeron..No pensó que dolería así.

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Al final…en sus recuerdos estaba Zoro, era lindo de pequeño, si…podía recordar que fueron vecinos y que compartieron muchos momentos felices y tristes, Zoro…había recibido una paliza por parte de su padre y lo habían hospitalizado, pero ¿y él? No comprendía porque lo había olvidado, ese día…no podía recordarlo bien…

Apretó sus ojos para luego mirar por los costados, no había nadie ¿Dónde estaban todos? ¿Qué hacía en una cama? El rostro de Sonata apareció alterándolo por completo, se sentó abruptamente y su respiración trataba de acompasarse, no estaba allí…miro buscando alguna pista de que hora era, se sorprendió de ver la fecha en el calendario que colgaba de la pared ¿tres días? ¿hace tres días que estaba recostado?

Al pisar el suelo sus piernas temblaron ¿será por estar en cama? Al salir de la enfermería vio a uno de sus compañeros que se sorprendió al verlo de pie

-¿Dónde está Zoro?- fue lo primero que salió de su boca

-¿El Capitán?- miro hacia el pasillo contrario y señalo –acaba de salir para abordar los camiones que lo llevaran a la misión ¿te sientes bien?-

Sanji estaba más pálido ¿Zoro se estaba yendo? ¿Ya era la misión? ¿Guerra, muerte? ¡Ni mierda que lo dejaría ir! Agradeció de tener puesto un pijama suyo y no esas ridículas batas de hospital, corrió tambaleándose, no se marcharía, no iria a morirse.

Apenas piso la entrada noto a cientos de jóvenes y supriores que abordaban los camiones, la reja principal estaba cerrada

“No”

Aquella palabra cruzo su cabeza, todos subían en la caja del camión, a zancadas llego hasta la reja y busco con la mirada a aquel bastardo, se sujetaba con fuerza de los barrotes temiendo que sus piernas cedieran por el sobreesfuerzo

Lo buscaba y no lo veía, muchas cabelleras, muchos bolsos, muchos con la misma vestimenta, tal vez ya había abordado a uno de los anteriores camiones, ya debió haberse marchado y…No…él no se fue, aun tenía que estar, de tanto ir y venir con la mirada, lo noto…estaba abordando el camión, ese musgo de mierda.

-¡Marimo!- grito lo más fuerte que su garganta le permitió, esa personas ya ingreso al camión y perdió la esperanza…

No podía irse, no así, quería aunque sea una palabra…

Se asomo, el bastardo se asomo, lo vio bajar por la rampa y correr hasta donde estaba, su expresión incrédula era un chiste

-¡¿A dónde mierda te vas?!- le reclamo, pero no recibió respuesta, pensó que le seguiría el juego -¿en verdad tienes que irte?-

El corazón se le partía, podía sentirlo, comenzaba a dolerle esta futura ausencia –Es mi deber-

Lo comprendía, ese el deber todos desde un principio, se aferro con más fuerza de uno de los barrotes y estiro su mano sujetándolo de la manga –lo sé, pero…es tan repentino-

-Si- sonrió de lado –adiós Sanji-

No quería alargar este nuevo dolor -¡Espera!- ¿para qué lo detenía? ¿Qué iba a decirle? “No conocemos de niños” “tu padre te golpeo ¿lo recuerdas?” no podía hacer eso, con su mano extendida permitía que ese tierno niño se vaya de nuevo, no sintió la tela, la lejanía lo abrazaba nuevamente.

-¡Volveré! ¡Espérame!- era su voz, era una declaración, una promesa, sonrió de lado y dejo que las lagrimas se escaparan, se volverían a encontrar, se lo grito y el…prometió en silencio.
Notas finales: Hola mi gente guapa, lo lamento mucho por mi ausencia, no tengo perdon de nadie, espero que disfrutado este capi como yo lo disfrute escribiendo, adivinen, me anote en la facultad veterinaria y estoy super feliz, ando a full con los animales, asi que espero que me vaya bien ¿quiern matarme o empujarme? adelante, pronto una nueva historia, ya que el proximo es el ultimo o el ante ultimo

Besos! Los amo!!!

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