Sanji se encontraba atónito, eso no podía ser cierto ¿Zoro con Luffy? Quien era un muchacho joven, el nieto de Garp y ¡¡¡Ah!!! Estaba confundido, entonces lo del baño…no, lo del baño fue un favor, un simple favor, entonces ¡¿Por qué mierda le molestaba tanto?! ¡No debería enfadarse, el se gano los labios de Zoro por primera vez! O eso creía...
Volvió a su mundo cuando escucho el suspirar del Marimo -¿Mejor Luffy?- ambas manos soltaron al menor
-Sí, gracias, me ayudaste mucho, por cierto, mañana saldré a dar una vuelta por el parque y…- hablaron como si nada hubiera pasado, como si el rubio fuera un simple dibujo pintado en la pared de ese lugar, como si su presencia no causara ninguna desgraciada impresión
-¡Oigan! ¡¿Qué fue eso?!- exploto de una manera que sorprendió al pelinegro, saco de su dolor y confusión al pecoso y aturdió a Zoro -¡Ustedes!- los apunto con su dedo -¡¿Acaso ustedes son amantes o algo por el estilo?! ¡Pervertidos!- el carmesí de sus mejillas delataba su vergüenza -¡U-Ustedes son-!-
-¿Qué te pasa?- por fin salieron palabras del peli verde, aun que no fueran las que esperaba –Solo fue…-
-Solo fue un simple beso- completo Luffy con total inocencia mientras se colgaba del cuello de Roronoa; Sanji aun incrédulo se retiro corriendo, ya no tenía palabras, como decía aquel refrán, una imagen vale más que mil palabras –Zoro, al parecer se puso celoso ¿Lo seguirás?-
-Debería, no te molesta que te deje aquí ¿verdad?-
-No, voy a jugar un poco por ahí, tal vez moleste a alguien, deséame suerte-
-Sí, pero no hagas tonterías- el pelinegro lo saludaba mientras se alejaba corriendo, no se percato de Ace, que yacía apoyado en la pared del otro pasillo, su mirada se encontraba llena de angustia, preocupación y odio
-Monkey D. Luffy…-
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-295, 296, 297, 298, 299, 300- sonrió con satisfacción, colgó de manera prolija y alfabéticamente los uniformes de los altos mandos, solo necesitaba coser 8 botones de 3 de ellos y todo estaría terminado, pero primero se tomaría su tiempo, se sirvió un poco de Mugicha (Té de cebada) bebía mientras su mente viajaba a aquellos días en que inicio todo como un simple muchacho, como un donnadie, en los días que comenzó su juego pervertido con Mihawk, si…como conoció a ese hombre
(Flash Back)
Fue hace 10 años atrás, cuando Mihawk era un simple Coronel y el pelirrojo un principiante, no era tan joven, pero se mostraba como uno; doblaba los uniformes con sumo cuidado de no arruinarlos, llevaba allí hace 3 años de esos 10, pero aun así tenía su frescura como el primer día -Termine, que bueno- suspiro con una sonrisa -ahora un poco de Mugicha- lo bebía con parsimonia, le agradaba disfrutar su gusto cuando se trataba de días de calor, además de que era su preferida
-Con permiso- allí se mostro, aquel hombre con grandeza, con su mirada penetrante que podría asustar al más valiente guerrero, con sus pasos tan seguros que podría aterrar a cualquier animal a su paso -¿Esta mi uniforme?-
-Dígame su nombre por favor- tomo la planilla para cuando lo oyera
-Yuraquie Mihawk-
-Yu-Yu-Yu…lo encontré- le dio la espalda por un momento buscando entre todos los que yacían colgados el uniforme del nombrado –Aquí está, sin pelusa alguna y liso- se sentía orgulloso de su trabajo, se lo entrego y marco con verde junto al nombre del Coronel que había sido entregado a cierta hora –cuando tenga algo sucio no dude en traerlo por favor-
-Si…- no se movió ni un poco, continuaba mirando al pelirrojo quien revisaba las prendas con una sonrisa
Se sentía presionado por esa mirada -¿Necesita algo más?-
-No…dime ¿Tu nombre?-
-Akagami Shanks, usted es el Coronel Yuraquie Mihawk, eh oído sobre usted, pero jamás lo había visto personalmente, es un gusto- tal vez fue su sonrisa carente de emociones negativas lo que llamo su atención, tal vez fue su cabello pelirrojo o la cicatriz en su ojo, no lo sabía exactamente, pero en ese mismo momento lo deseaba -¿Sr. Yuraquie?-
-Tienes buen aspecto ¿Qué harías si te digo que te hare mío?-
Su bella mueca se esfumo y se mostro decepcionado –cielos, así que usted también es de esos sujetos- se rasco la nuca -aun que no lo crea eh mandado a volar a la mayoría de los idiotas, no soy fácil y menos con un hombre, no podrá con mi persona-
-Podre- seguro y sin una pisca de dudas
Shanks mostro nuevamente su sonrisa con calma –yo no soy una presa fácil, así que tenga cuidado, el corazón humano se daña muy fácilmente-
-Entonces no debo preocuparme, yo solo te deseo- lo tomo del mentón y lo atrajo hasta que sus labios rozaron su oído –se una buena perra y compláceme-
-Hace mal en pedirlo ¡gáneselo!- lo golpeo con una percha en el pecho, pero este no se mostro afectado –resiste bastante bien- ya se sentía nervioso, al parecer ese hombre no era un idiota como los anteriores
-Eres rudo, tal vez necesites ser adiestrado- coló su lengua dentro de su oreja, Shanks solo cerro sus ojos al sentir aquella tibia intromisión, por alguna razón la voz aterciopelada de ese hombre lo estaba seduciendo, acaricio cada rincón de ese diminuto espacio hasta que se canso, continuo por su mejilla hasta llegar a los labios; estos se apretaron para negarle la entrada -¿No te gusta?- acaricio su brazo para lograr algo, Shanks sentía que aquellos dedos lo quemaban –Si quieres que pare dilo, y me detendré-
-Deten…mm- con unas simple mentira logro que el pelirrojo abriera esos tentadores labios e introducirse lo más rápido que pudo, Shanks lo sujeto de los hombros para alejarlo, pero Mihawk profundizo ese beso presionando desde su nuca. Su lengua retrocedía con tal de no tener contacto con la lengua del pelinegro, pero era imposible, su cuerpo comenzaba a calentarse y su mente le gritaba que ya no se resista ¿Por qué tenía que disfrutar con un hombre? El no era homosexual, aun que siempre se pregunto que se sentiría hacerlo con un hombre, que se sentiría ser poseído por una posible fiera, al final resulto ser imposible, ante tanta avidez dio riendas sueltas a lo prohibido desde su punto de vista y cedió a enredarse con la lengua de Yuraquie, a apretar sus hombros para que no se alejara, buscando ser asfixiado por esa lengua que acariciaba con ímpetu sus rincones, el escritorio estorbaba entre ellos, pero no podía removerlo para tener más contacto físico; inesperadamente se separo del pelirrojo, el pobre lavandero se encontraba totalmente colorado
-¿Te gusto?-
-¡Pa-Para nada!- soltó sus hombros -¡Váyase de aquí por favor!- mostrarse enfadado, pero pedir un por favor era extraño
-Vendré a verte de vez en cuando, así que no te preocupes, te daré más de lo de hoy- mordió su lóbulo como despedida, el pelirrojo solo mordió su labio inferior para no soltar ningún quejido -adiós- apenas oyó la puerta cerrarse golpeo su frente contra la pared
-Yuraquie Mihawk, que hombre interesante, pero…es un idiota con cara de pajaro-
(End Flash Back)
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En el baño se lavaba la cara con agua tratando de que su color natural regresara, aun no podía creer que Luffy y Zoro sean amantes, se sentía irritado y querría golpear a cualquiera que se le cruzara con tal de desahogarse
-Vaya, nos volvemos a ver novato-
Miro a la persona presente desde el espejo -Tu eres…- sus cabellos fueron jalados y empujado, su frente dio de lleno contra el espejo, algunos trozos cayeron sobre el lavador y el rubio se desmayo en el instante cayendo al suelo
01:49
“Mientras lloraba en silencio acariciaba la mano ensangrentada de una muchacha de cabellos dorados, el también estaba herido, pero eso no le importaba -Misha-”
Se removió en la cama, noto al instante que no era suya, pero ahora eso no le importaba, el dolor en su frente era indescriptible -duele- llevo su derecha tocándose la zona herida, estaba vendada; escucho el chirrido de la puerta y le fue inevitable mirar -¿Capitán?-
-Al fin despiertas cocinero- caminaba con un vaso de agua y una tableta de pastillas –bebe esto- Sanji aun con desconfianza y vergüenza obedeció –disminuirá el dolor, trata de descansar un poco más-
-¿Qué me paso?-
El peli verde tomo asiento en la orilla de la cama -Te encontré en el baño inconsciente ¿Qué te sucedió?-
Proceso lentamente sus recuerdos, su agresor era el mismo que le dio la botella aquella noche y que lo obligo a hacer eso y ahora...–no lo sé, creo que me desmaye-
-Ya veo, bueno, descansa-
-Capitán ¿Por qué me ayudo? ¿No era que la ayuda y lastima está prohibida aquí?-
Se rasco su mejilla con su dedo –si…pero no se lo digas a nadie- por un momento se sobresalto a ver ese pequeño movimiento, se vio como un niño el cual no quería ser regañado por un adulto, soltó una leve risa -¿Qué?-
-Nada, solo que se veía distinto, gracias por cuidar de mi- señalo sus vendas –pero debo irme, no quiero que lo regañen-
Solo se dedico a mirarlo fijamente como el rubio caminaba algo mareado –no te esfuerces, no hay nada de malo que estés aquí-
Inflo sus mejillas -Esta es su habitación, lo acusaran de homosexual- se echo a reír mientras el rubio se enfadaba -¡¿Qué es gracioso?!-
-Tú lo eres…- dijo entre risas –eres…interesante- un niño con una bella sonrisa apareció en su mente y le borro de inmediato su alegría -¿Qué estoy haciendo? No quiero romper la promesa- murmuro, los oídos del cocinero captaron sus palabras
-¿Promesa dijo?-
-No…No es nada, vete de una vez- recordar a su verdadero rubio mientras observaba con ansias a otro rubio lo había convencido que era una basura, de lo peor, que ni siquiera podía mantener una promesa
El cocinero observaba su confusión, al parecer algo importante y gordo se encontraba en su cabeza, pero no podía deducir que era exactamente, lo único que sabía era que una promesa estaba de por medio –Entonces, me retiro…disculpe Capitán- el aludido lo miro –yo no vine aquí por mi voluntad, usted me trajo-
Al darse cuenta de sus palabras se sujeto sus cabellos, lo había olvidado, aquel grito en el almacén, ahora de seguro se veía como un verdadero idiota -¡Ya vete de mald-!- una alarma comenzó a resonar en diferentes sectores
-¿Qué es ese sonido?- se pregunto el rubio
Zoro se abrocho su saco y abrió la puerta, muchos de sus subordinados corrían hacia el sector C, se los veían alterados –Kuroashi, vete a donde debes ir, yo tengo que hacer algunas cosas- al ritmo de sus subordinados corría -¡Oigan! ¡¿Qué sucedió?!-
-¡Capitán!- gritaron al unisonó -¡Esto es grave!- hablo uno de ellos
-¡¿Qué paso?!-
-¡Se nos fue comunicado que alguien de aquí casi fue asesinado, en estos momentos nos dirigimos hacia la escena!-
-¡¿Alguien casi fue asesinado?!- ¿Quién podría ser? Allí no había débiles a excepción de los novatos, Sanji estaba con él, así que no era ese rubio, pero por alguna razón su corazón estaba asustado…allí estaba, el lugar que mostraría a la victima; apenas cruzo la puerta se vio pisando un charco de sangre, ese color se encontraba esparcido por todos lados, era como si allí fuera el interior de una licuadora, gotas y gotas contra la pared, al igual que en los muebles, llevo su mirada junto a sus pies, su corazón se oprimió y un miedo se apodero de su ser -¿Luffy?-
Mihawk se presento detrás del Marimo que se encontraba en shock –será trasladado al hospital privado, aquí no hay lo necesario, intentaran salvarlo-
Se inclino para tomar el sombrero mancillado con la sangre de su propio hermano -¿Quién fue?-
-No lo sabemos, aun están buscándolo, Garp está con él, teme que le suceda algo mientras este en el hospital-
Acaricio sus medallas, cada una representaba la ausencia en la vida de Luffy, en los años que él no pudo estar a su lado como lo prometió hace tanto tiempo–Tío, voy a ir al hospital con Luffy-
-Espera Zoro, no puedes ir solo, alguien debe acompañarte-
No le agrado la idea de que alguien lo acompañara, ya era un adulto, necesitaba su privacidad y además no era momento de una compañía inútil, si era su propio Tío eso resultaría una molestia, si resultaba ser Kid…un idiota a quien él debería cuidar -¿A quién ataras a mis pies?-
-Aun no lo eh pensado, pero sería bueno…- sus ojos comenzaron a buscar a cualquiera que llamara su atención, noto una cabellera rubia detrás del Marimo –¿Kuroashi Sanji?-
-¿Por qué mencionas a ese?-
El pelinegro movió su mentón hacia adelante, Zoro al voltearse solo tuvo la oportunidad de retroceder por la tremenda sorpresa de ver al cocinero detrás suyo, ni siquiera se había percatado que estaba allí –Capitán ¿se encuentra bien?-
-¿Por qué esta aquí novato?- pregunto con molestia Mihawk
-Lo siento, escuche el escándalo y no pude evitar seguir al Capitán y…- se quedo sin palabra alguna, el General con su mirada lograba atemorizarlo, este miraba el suelo con tal de distraerse y no llevar su mirada a aquellos ojos de halcón
-Bien, estoy seguro que el Sargento Eustass está pendiente de la búsqueda del casi asesino, Portgas debe estar con los informes y el resto debe estar siendo manipulado por Smoker, tu acompañaras a Zoro- señalo a Kuroashi –y tú no te quejes- esta vez se dirigió a Roronoa –es todo, yo tengo cosas pendientes, avísame si Luffy se salva- saludo desde una distancia a su sobrino, que se mostraba molesto
Tomo un juego de llaves de su bolsillo y busco la que necesitaba –Capitán, si quiero, no voy-
-No, vendrás, vamos al estacionamiento, allí esta mi automóvil- con las ropas de la milicia partieron del lugar, no había tiempo de cambiarse
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El doctor se presento hacia Garp
-¿Cirugía?-
-Sí, necesitamos su autorización- le entrego las hojas y una pluma -pero hay un problema-
-¿Qué problema?-
Podía ver que el doctor se encontraba nervioso o avergonzado, uno de los dos era –disculpe, pero en estos momento no tenemos cirujano y-
-¡¿Qué no tienen cirujano?! ¡Mi nieto esta por morir! ¡¿Y me dicen que no tienen cirujano?!-
-Mi disculpa, nuestros cirujanos están en una conferencia médica; dudo que pueda sobrevivir sin uno, tiene 2 horas si no es intervenido y aun que uno de ellos accediera a venir tardaría unas cuatro horas-
Garp tomo asiento abatido, Robin quien estaba a su lado poso su mano en su hombro para reconfortarlo, cerro sus ojos y trato de buscar la solución, los papeleos de los novatos y superiores caían en un lugar oscuro de su mente, hasta que una de esas hojas se dio la vuelta dando la solución -¡Garp-San!- el viejo la miro -¡Tenemos cirujano!-
-¿Qué quieres decir?-
-El novato, Trafalgar Law, es un medico que se especializa en la cirugía-
Ella tenía razón, se lo había repetido en varias oportunidades -¡Llama de inmediato a Zoro y dile que lo traiga!-
-¡Entendido!- tomo su móvil marcando el número
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Metió la llave para encender el motor, su celular vibro y lo atendió antes de arrancar
-¿Robin? ¡¿Qué?! ¡¿Para qué es un hospital privado?! Si, entendido, enseguida lo llevo- colgó y empujo al rubio fuera del automóvil antes de que se sentara -¡Ve a buscar a Trafalgar Law ahora!-
-¡No tenias que empujarme, maldito Marimo!-
-¡¿Qué dijiste?! ¡Si no quieres ser castigado ve por ese sádico!-
El rubio aun molesto por el empujón se dirigió aun sin saber la razón a buscar al nombrado, al posible salvador de Luffy.
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