“-Zoro, ven aquí- su Padre lo llamo en un tono bastante severo, el peli verde se acerco hasta su progenitor
-¿Qué necesitas Padre?- su expresión tan seria ya estaba plantada en su rostro; observo un hombre de cabellos negros y al parecer de buen físico de pie frente a él -¿Quién es?-
Le dio un leve empujón –él es el Capitán General de la milicia, Monkey D. Garp, un amigo mío, salúdalo como se debe-
Agacho su cabeza sin atreverse a mirarlo -buenas tardes, soy Zoro-
Garp con su mano despeino los cabellos del chico mientras carcajeaba –que lindo muchacho, es muy diferente al mío, Luffy- llamo al pequeño de 6 años con el movimiento de su mano, el menor se encontraba persiguiendo una mariposa, pero se detuvo por la interrupción
-¿Qué quieres Abuelo?-
-Mira, el es Zoro, es dos años mayor que tu, pero sé que se llevaran bien de ahora en adelante ¿Qué dices?-
El pelinegro enarco una sonrisa -Soy Monkey D. Luffy- extendió sus manos
-Roronoa Zoro- estuvo a punto de tomar las manos del chico de no ser porque su padre lo golpeo arrojándolo al suelo
-¡¿Por qué usas el apellido de tu Madre?! ¡No lo uses o te daré una zurra!- Roronoa hacia lo posible por no llorar, había olvidado de no utilizar aquello de su fallecida Madre
Garp movió sus manos calmándolo, Luffy lo jalo de la manga de su camisa –Abuelo, no me gusto que lo haya golpeado ¿Podemos llevarlo a casa?- el viejo ante el pedido de su nieto no pudo negársele, siempre lo convencía con esa mirada tan inocente. Tuvo una breve charla con el Padre del peli verde, lo convenció de que su hijo ingresara a la milicia con la condición de que lo cuidaría y lo haría un hombre hecho y derecho
-Chts Zoro- le hablo por lo bajo y tomo sus manos mientras los adultos estaban distraídos–desde ahora seremos hermanos y siempre estaremos juntos para protegernos- el peli verde sonrió, tal vez ahora sufriría menos”
Abrió los ojos dejando aquel bello recuerdo de su infancia, la cirugía había comenzado hace 2 horas, Sanji traía varios cafés para los despabilados, alcanzo para Garp y Robin, Zoro se negó, la preocupación le ataba el estomago, ni siquiera podía tomar un vaso de agua
-Capitán, por favor beba un poco, le hará bien- insistió acercándole el vaso, pero el Capitán nuevamente se negó -¿quiere algo salado?-
-No, simplemente no quiero, entiéndelo-
Sanji dejo su bandeja y el vaso en uno de los asientos –anímese, todo saldrá bien con Luffy- fregó su hombro para reconfortarlo
Se levanto molesto, el calor brindado en su hombro le dio un escalofrió, el único con derecho a tocarle el hombro eran sus compañeros y más que nadie Luffy, se encamino a uno de los pasillos y se termino perdiendo –otra vez los pasillos se movieron-
“Le pico la espalda -Zoro ¿Cómo puedes perderte tan fácilmente? ¿Quieres que te enseñe como guiarte?- el pelinegro comenzó a reírse” se deslizo en la pared hasta caer al suelo –no te mueras Luffy, no te mueras, recuerda que somos hermanos-
-¿Hermanos?-
La presencia del rubio paso desapercibida por su parte –¿Me estas siguiendo?- refregó sus ojos para quitar rastro de las diminutas lagrimas que amenazaban con recorrer sus mejillas –déjame tranquilo ¿no ves que estoy ocupado?-
-S-Si, lo siento, solo que estoy preocupado por usted- guardo silencio por un momento –y por Luffy, ya que ambos son parejas es obvio que se preocupe por el-
-¿Pareja? ¿Qué estupideces dices?- se levanto del lugar –Luffy no es mi pareja, ni nada por el estilo-
Sanji enarco una ceja sin comprender lo que le quería decir -¿No son pareja? ¿Entonces que fue el beso?-
Proceso lentamente sus recuerdos hasta encontrar rastros de lo que quería decir -¿el beso? Eso fue un beso de hermanos, Luffy tiene la costumbre de pedirme besos cuando sus labios están secos, su madre le dio esa mala costumbre, solo eso ¿Qué pasaba por tu cabeza?-
Un gran peso dentro de sí se desvaneció en un instante –ya veo, no son pareja- se dio cuenta de su felicidad mal fingida –di-discúlpeme, no estoy feliz ni nada por el estilo, solo…sorprendido- comenzó a reírse junto con sus nervios –así que es una mala costumbre…ah…- ya no sabía que decir -regresemos junto al Capitán General, podría haber noticias de Luffy-
-¡Es verdad!- corrió por uno de los pasillos
-¡Capitán, ahí no es la sala, es por aquí, por aquí!- lo tomo de la muñeca guiándolo hacia el verdadero camino.
Llegaron en el momento Law salía del quirófano quitándose los guantes, todos esperaban expectantes a que el cirujano hablara de una maldita vez. Suspiro con desgana -¡Law, deja de tanto estúpido suspenso! ¡Habla de una vez, idiota!- Sanji se atrevió a gritarle lo que todos pensaban
-No me grites, la cirugía ah sido un éxito- por fin dijo
Cada uno comenzó con su respectivo festejo, Sanji impulsado de la emoción abrazo a Roronoa que correspondió ciegamente al contacto, estaban completamente felices y tranquilos, el pequeño Luffy había sido salvado.
Robin sobaba la espalda de Garp que se encontraba sentado con las emociones a punto crítico, como esperaba de un abuelo cariñoso, ella también contenía el mismo cariño a Luffy, lo conoció a los 15 años y lo trataba como su hermanito menor –el ahora está bien, Capitán General- el viejo asintió con un llanto
Ambos chicos seguían abrazados hasta que Zoro reacciono y lo soltó rápidamente, para disimular la situación se acerco a Trafalgar y comenzó a agradecerle -¿podemos verlo?-
-Sí, pero no hagan mucho escándalo, está muy delicado y lo que menos necesita es ruido- con ánimos regresados al cuerpo Zoro ingreso junto a Robin y Garp
Observo como el rubio mantenía la sonrisa en su rostro -¿tanto querías a ese chico que te alegras de ese modo?-
El rubio tosió levemente –no, me alegra que ellos vuelvan a ser los mismos, si Luffy se salvo, eso quiere decir que el ritmo volverá a ser el mismo-
-No seas estúpido, el ritmo hubiera sido el mismo si ese chico hubiera muerto ¿me traes un café? Estoy agotado-
Levanto su mano hasta su frente -¡A la orden!-
-En verdad que se alegra mucho por el Capitán Roronoa-ya- unió sus manos, algo estaba incomodando sus pensamientos
(Flash Back)
Apenas ingreso a la sala leyó la ficha médica, una profunda herida en el pecho, algunos órganos en riesgo, hemorragia levemente controlada, posible arma: una granada
Observo al chico, se sorprendió de verlo semiconsciente –ni se te ocurra levantarte, un leve movimiento y estarás muerto-
Luffy movió su dedo mientras que sus ojos reflejaban tranquilidad y aceptación –¿mori…re?- dijo con el respirado en su boca, Law se acerco lentamente hacia el pelinegro y acaricio sus cabellos para calmarlo, este acepto su caricia con observarlo
Se alegro de que el chico no se haya movido, era obediente –te salvare, ahora te daré sedante y dormirás, ya cuando despiertes estarás con todos- golpeo la jeringa con sus dedos y la inyecto al suero
-Gra…cias- ¿agradecía por ser su futuro salvador o por sus palabras antes de su posible muerte? No lo entendía con claridad ¿Ese chico agradecía por ser salvado o por la muerte?
(End Flash Back)
-¡Tra-fal-gar Law!- al volver a la tierra por el llamado de su compañero se dio cuenta del café que extendía, lo tomo con sus manos antes de que el rubio se cabreara más de lo que estaba -¿Qué estabas pensando?- tomo asiento junto a el moreno
Bebió el contenido antes de contestar…nada, claramente iba a evadir esa pregunta
-¿No me responderás? Que amargado- llevo un cigarro a su boca, pero no lo encendió –te agradezco mucho lo de Luffy, ya de leguas se ve que es una buena persona-
-Sí, yo también lo note ¿no lo veras?-
Se negó –conocí a Luffy por unos minutos, no tengo el derecho, además solo soy el acompañante del Marimo-
Se rasco la barbilla –ya veo, con que Marimo…¿Te irás con el Capitán al cuartel?-
-Cuando él lo proponga, no pienso apresurarlo-
Se recostó en la silla –entiendo, dormiré, avísenme cuando se irán, yo debo quedarme-
-Si-
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Permanecía sentado en la cama tratando se pensar que fue lo que le sucedió, no estaba muy seguro, pero la sangre en su mano y las manchas en su ropa eran la clara muestra de que él se tentó a matar al chico y de no haber sido por una interrupción lo habría logrado sin ninguna duda, pero no entendía una sola cosa ¿Por qué no recordaba nada? Si mal no recordaba el se sintió dolido por la traición de Luffy y Zoro, luego de que el menor se alejara del peli verde lo siguió hasta un lugar donde se detuviera y se encontrara solo, eso fue algo difícil ya que Luffy hablaba con quien se le cruce…al abrir los ojos ya tenía en brazos al chico totalmente ensangrentado, al oír las alarmas se retiro despavorido dejando a su niño tirado a la suerte de un buen doctor, solo deseaba que estuviera bien y que luego de que despertara se disculparía y se entregaría para su detención o castigo
-Yo…¿realmente lo hice?-
Tres fuertes golpes lo sobresaltaron -¡Oye Portgas! ¡¿Estás ahí?!- como era de esperarse del malhumorado de Kid, no soportaba hacer nada solo -¡Si estás ahí abre de una maldita vez que necesito tu ayuda en algo!-
-E-Espera, me iré a dar una ducha y luego te ayudo- salto por su ventana hasta el baño que no quedaba muy lejos de allí
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-Capitán, será prudente que yo condujera-
-¿Qué quieres decir? Yo no tengo sueño- dio leve bostezo y pestaño varias veces –tu eres el que tiene sueño, duérmete, en una hora llegamos-
Sanji comenzó a refunfuñar, él era el menos indicado para decir que no tenía sueño. Detenidamente memorizo el cuerpo del peli verde, delineaba cada desnivel con su mirada, ese cuello…no podía creer que se había aferrado de él y lo había besado, el gemido de esa madrugada golpeo sus tímpanos
-¿Tienes calor? Estas muy rojo-
Se cubrió sus mejillas y miro hacia la ventanilla, no podía creer que se pusiera así por simples recuerdos, por un simple favor, aun que era verdad que su virginidad había quedado en manos de ese desgraciado y este no la desaprovecho, todo lo contrario, se aprovecho de él, un pobre corderito, suspiro por las estupideces, ni el mismo se creía lo que pensaba, con una pelotita se entretenía pasándola de una mano a otra, eso lo distraería –se me cayó- fueron a parar a los pies de Roronoa
-¿Eres idiota? Recógelas, no vayas a hacerme provocar un accidente por tus estupideces- el rubio lentamente se inclino, su rostro quedo en las piernas del Capitán mientras buscaba ciegamente con su mano en el suelo -¿N-No las encuentras?- estaban junto al pie izquierdo, tuvo que estirarse un poco más y sin saber donde metía mano, apoyo su izquierda sobre su hombría -¡¿Qué diablos cr-¿!-
-¡La encontré!- levanto con una sonrisa de oreja a oreja la pelotita, Zoro molesto le dio un leve golpe en la cabeza -¿Por qué me ah golpeado? Sus manos son muy duras- se fregó el chichón, parecía un niño por el puchero que mostraba; en un estacionamiento se detuvieron bruscamente -¡¿Qué hace repentinamente Capitán?!-
-Pásate al asiento de atrás- lo dijo severamente, a lo que el rubio no pregunto y sin salir del auto se paso hacia atrás –bien, quédate en el medio- obedeció y se quedo allí, tal vez se enfado por algo que hizo, pero…se equivoco al ver que el Marimo también se pasaba hacia atrás -atiéndeme- le indico apenas se sentó; al bajar su mirada siguiendo lo que señalaba oprimió los labios
-¡No quiero!- grito tratando de salir. Para su mala suerte, el seguro estaba puesto, trato de abrir la ventanilla, pero el peli verde lo sujeto de los hombros y lo atrajo hacia el -¡Me niego a hacerlo en un auto! ¡M niego a hacer eso!-
-Pero si te gusta ¿recuerdas lo de la madrugada?-
-¡Ya le dije que eso fue un favor!-
-¿A que le temes? Somos hombres, pero podemos complacernos sin compromiso alguno, por supuesto que tú eres mi perra y estas comprometida a obedecer a tu amo-
-¡Amo ni tres carajos! ¡Suélteme!-
-¡Como quieras!- se cruzo de brazos rendido, no sabía que el rubio era tan difícil ¿Así tan fácil se rindió? En verdad era un hombre de poco paciencia -¿Cómo está tu herida?- Sanji no comprendió -tu herida- señalo las vendas
Se toco la frente -Creo que está bien, creo- volvió a aclarar con dudas, noto aquella gran mano en su frente y la aparto de un golpe -¡No se acerque!-
-¡No seas idiota! Debo ver cómo está yendo, déjame ver- retiro las vendas, solo una herida superficial y sanaría por completo en una semana –no se ve mal, pero aquí hay sangre seca- paso su lengua quitando aquel rastro –nada mal-
Totalmente pasmado permaneció quieto, su cuerpo lentamente fue atraído hasta quedar recostado en el pecho de su superior –No quiero- susurro inseguro
-Compláceme-
-No quiero- con miedo en su interior las lágrimas fueron inevitables de ocultar –no quiero- volvió a repetir
Comprobó que sus lágrimas no eran una mentira, que no era ninguna actuación, tal vez necesitaba calmarlo de alguna forma menos brusca; lo sentó sobre su regazo y le otorgo pequeños besos en sus labios, necesitaba relajarlo y que cediera de cualquier forma.
Relajo su cuerpo al recibir tales tactos y convirtió tantos besos en uno solo; el Marimo con éxito logro que Sanji lo besara, que enredara ambas lenguas, intercambiando saliva, que sus delgadas manos se aferraran a su cabello -¿más calmado?- le pregunto apenas separaron sus labios, el rubio asintió avergonzado –bien, compláceme- otra vez insistió con eso, pero ahora el cocinero no se encontraba cohibido, se lo veía dispuesto, lentamente bajo hacia abajo, le costó acomodarse por la estrechez entre los asientos, lo haría de costado –se bueno y haz lo que debes- acaricio sus rubios cabellos para alentarlo.
Bajo el cierre y movió levemente aquella tela para que el mini Zoro quedara libre, ese miembro aun no se encontraba en su totalidad, así que debía empezar por el paso 1, sus manos subían y bajaban con lentitud cobrando mas ritmo al oír los quejidos del superior –cálmese Capitán ¿no lo soporta?- no recibió respuesta alguna y continuo con aquel tortuoso masaje, verlo apretar los dientes era divertido –aquí voy- lamio el glande, era amargo, amargo como el Marimo, pero eso no lo detuvo, lo metió en su totalidad, casi le provoco una arcada de lo grande que era, lo intento por segunda vez, esta vez subiendo y bajando con parsimonia
-Es…molesto…c-como lo haces-
Para desgracia del Capitán el cocinero se separo de su hombría con un hilo de saliva que se unía a su lengua -¿No lo soporta Capitán? Tanta disciplina en vano-
-¡¿Qué dices?! ¡Deja de hablar y termina con lo que has empezado!-
-¿Qué? Yo no empecé nada, usted lo hizo, además…- se acerco a sus labios –no terminare-
-¡Maldito!- molesto, con sus manos pretendía desabrocharle el cinturón, pero… -¡Quítatelo, no puedo hacerlo yo!-
Se aferro a su cuello –No…si usted lo quiere, usted debe hacerlo, el perro no puedo quitase el collar por su cuenta ¿verdad?- sin perder tiempo haría lo mejor que sabía, provocar hasta que el perro no resistiera y quisiera morder; lamio su mejilla hasta llegar a su oreja, donde introdujo su lengua –o-oiga, no…haga eso, solo quite el collar…mmm- esa maldita alga sí que sabía qué hacer, de solo pensar que alguna persona más que él lo toco era imperdonable, pero…no sabía porque
–Serás mi…exclusivo…Cejas de sushi-
-¡¿-Q-Que está diciendo?! ¡Yo no…!- fue silenciado por otro contacto boca a boca, Roronoa más que nadie, no aceptaba negativas ante sus palabras –no quiero…-
En verdad que ese rubio se hacia el difícil, parece que tendría que apretar más la cadena de la severidad, así lo obedecería y no volvería a resistirse a su persona –Cocinero, tu…- dos toques en la ventanilla del frente los obligo a enfrentar la situación, un hombre, al parecer oficial de la policía iluminaba la ventanilla
-Marimo…nos descubrieron-
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