Capítulo 10 - A diez centímetros de ti
Estoy recostado en mi cama con los audífonos puestos y mi reproductor encendido mientras leo una historieta, cuando la terminé esperé un rato más para seguir escuchando un poco más de música, de repente veo como vibra mi celular que esta sobre mi escritorio, me quito los audífonos y tomo mi celular. ¡Qué bueno! Es un mensaje de mi pequeño Dennis:
<<Hola Jeremy! Quiero preguntarte si quieres ir mañana conmigo a la playa, hace varios días que no vamos y… bueno tengo ganas de ir! Jaja mañana no tengo práctica de fútbol así que podemos quedarnos toda la tarde ¿Te parece bien? Espero tu respuesta!!>>
Cuando terminé de leer el mensaje estaba mordiendo mi labio inferior sonriendo, rápidamente estoy tecleando para responderle afirmativamente y además le pregunté a qué hora quiere que vayamos allá. En cuanto le envié mi mensaje no tuve que esperar mucho para que él me respondiera. Me dijo que después del almuerzo estaba bien, así tendríamos tiempo para estar en la playa hasta la puesta de sol, eso me parece muy buena idea, tal vez pueda ser algo romántico ver como bosteza el sol juntos… jaja soy tan infantil a veces. Salgo corriendo de mi habitación para pedirle permiso a mis padres y ellos me dijeron que sí casi de inmediato ¡Que genial! Mañana estaré con Dennis solos en la playa, me estoy entusiasmando mucho. Regresé a mi alcoba y me preparo para dormir, me puse mi pijama y luego fui a cepillarme los dientes. Ahora que estoy por subirme a mi cama me acabo de dar cuenta que dejé el reproductor encendido… bueno sería bonito escuchar música antes de dormir.
Recostado y cómodo sobre mi cama y con los audífonos puestos me pongo a recordar este día, desde el inicio hasta el final fue muy bueno. La primera parte del día la pasé con mis amigos y con Dennis, creo que cada vez me gusta más y más… siento como que nos estamos haciendo más cercanos cada día que pasa, hoy nos dimos unos besos en las mejillas… fue de lo más bonito, me pongo rojo con solo recordarlo. Jaja otra vez estoy actuando como un niño chiquito… pero bueno ¿Qué puede hacer? Estoy enamorado.
Luego cuando regresé a casa en la tarde vi en internet que en la playa a la que iremos Dennis y yo mañana, se darán clases de surf para niños y jóvenes a partir del próximo mes, ósea dentro de poco. Ya había practicado surf antes como una vez les dije, pero ahora con la playa tan cerca y el verano… las ganas de ser un maestro con la tabla me gritaban, así que me animé y en la cena les pregunté a mis papás si podía inscribirme, ellos me dijeron que era una buena idea que practicara un deporte este verano así que me dieron permiso para inscribirme a las clases. Las cosas están marchando muy bien, este verano es muy bueno y podría ser aún mejor si Dennis y yo fuéramos novios. “¡Jeremy trata de no ser tan tímido!” me regaño a mi mismo divertido y luego me pierdo en las letras de las canciones antes de dormirme.
Al día siguiente, después del almuerzo con mis padres salí con mis cosas para la playa, pero no fui directo a buscar a Dennis, aún falta media hora para irlo a buscar como quedamos. Iré a comprar unas ricas hamburguesas y unas gaseosas para nosotros, por si nos da hambre en la playa. Creo que es una buena idea. Cuando terminé mis compras y puse toda la comida dentro de mi mochila fui a buscar a Dennis a su departamento, cuando me abrió la puerta me brillaron los ojos, no hay duda de que es el niño más lindo, guapo y adorable del mundo. Me encanta como se viste también, con esos shorts tan cortos y con sus bonitas camisetas manga corta, pero lo mejor de todo es su carita. Su hermosa carita de niño… y sus ojos cafés tan bellos…
- ¿Estás listo? -me preguntó sonriente.
- Sí… te ves muy bien ¿sabes?
- … -lo que le dije lo hiso sonrojar, soy un tonto, lo estoy avergonzando.
- Bueno, vámonos ya Dennis -dije para de inmediato ponerme en marcha.
- S-Sí.
Ese pequeño rato en el que lo avergoncé no se quedó por mucho tiempo felizmente, luego cuando ya estábamos caminando por la calle, hablamos muy bien, otra vez sin presiones ni nada. Me gusta mucho pasar tiempo de calidad con él, ya no puedo esperar para estar con él en la playa, creo que nos divertiremos mucho.
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Cuando llegamos lo primero que hicimos fue instalarnos, nos sentamos bajo una sombrilla y extendimos nuestras toallas grandes ahí, poniendo nuestras mochilas en la base de la sombrilla. Luego aún bajo la sombra de la sombrilla y antes de salir al radiante sol, nos quedamos sentados viendo el mar y las blancas nubes del cielo, es un paisaje ya que he visto en este verano. Pero siempre es muy hermoso, debería tomarle una foto. Saqué mi celular de mi mochila y con la cámara le tomé una foto a ese bonito paisaje. Ya que estoy fotografiando cosas muy bonitas, debería… “Dennis ¿podría tomarte una foto?” le pregunté. “¿A mí? Bueno, si tú quieres…” me respondió con un poquito de timidez creo, tal vez solo es mi imaginación. ¡Pero bueno! Ahora quiero tomarle una foto a mi niño, veo como se acomoda para verse mejor ante la cámara, es divertido como no se decide en qué posición estar, finalmente se decidió por permanecer sentado y abrasar sus piernas, con las rodillas hacia arriba, sonriéndome y mirando a la cámara. Foto perfecta.
- Listo, ahora podemos ir a nadar.
- Sip, voy a quitarme la ropa -me dijo quitándose la camiseta.
De inmediato vi que después de quitarse la camiseta y las sandalias se quitó los shorts muy cortos que tenía y debajo de ellos estaba su traje de baño, de esos que son en forma de triangulo y son algo pequeños. Su traje de baño es de color negro y con un par de rayas verdes claro, lo hace ver… demasiado bien…
- Oye Jere… ¿no te vas a quitar tu ropa también?
- Ahh… sí, claro que sí -dije reaccionando.
- Jajaja.
Con un poco de pena porque me había quedado congelado mirándolo me quité mi ropa, quedándome solo con mi traje de baño tipo short color azul con celeste.
- ¡Ya, ahora si vamos a nadar! -dijo emocionado el peque poniéndose de pie.
- Espera un poco Dennis -dije tomándolo de la mano- no podemos salir al sol sin ponernos bloqueador.
- ¿De verdad? Pero solo será un rato… luego me pongo bloqueador,
- Por favor Dennis, no quiero que te de insolación ni nada -le dije arrodillándome frente a él.
- Yo… bueno, está bien.
Ahora mi niño esta arrodillado frente a mí, yo tomo el tubo del bloqueador y me lo aplico sobre mi piel, él también hace lo mismo con su propio bloqueador, ya estaba a punto de terminar, estoy frotando mi nariz y mis mejillas también. “Jeremy… solo una cosa más… ponme tú el bloqueador en mi cara” lo que me acaba de decir hiso que casi me derritiera de pura ternura. De inmediato me acerco más a él y con algo de esa crema que tengo en mis manos se la aplico en su carita, graciosamente le estoy dibujando otra vez una naricita y bigotes de tigrecito, se ve igual de tierno. Estoy por frotarle bien para hacer desaparecer esas marcas pero siento de pronto que me sujeta la mano que estoy usando con la suya. “Jeremy… me gusta que te preocupes por mí” me dijo mirándome a los ojos… yo estoy por responderle algo pero ahora se acaba de poner de pie y me está jalando de la mano para que vaya con él. “Ven, ahora sí podemos ir al mar” me dice todo alegre, su alegría me contagió mucho y fuimos corriendo aún con tomados de la mano. Cuando llegamos a la orilla del mar no pude evitar decirle algo. “Dennis, si no quieres parecer un pez gato entonces frota el bloqueador de tu cara” le dije casi riendo. Él pequeño me hiso caso y con ambas manitas se froto las mejillas y la nariz, hasta que hiso desaparecer esas marcas blancas. Luego ya entramos al mar juntos, pero no quisimos ir muy lejos, jugar cerca de las olas es divertido, pero tengo que cuidarlo. No quiero que ni a él ni a mí nos pase nada. El agua está un poco fría pero es muy divertido estar aquí con mi castaño. Algunas olas chocan con nosotros pero no son tan fuertes, estamos completamente empapados.
Ya estamos regresando a nuestro lugar en la arena, nuestros dedos están un poco arrugados ¿Cuánto rato habremos estado jugando? Ni idea, es más difícil saberlo si no tienes un reloj cerca. Nos sentamos sobre las toallas y Dennis fue hasta su mochila, sacó su tabet. “¿Está bien si entramos a tu Facebook? Sabes que yo no tengo, pero me gustaría ver el tuyo”. Ustedes saben muy bien que le sonreí y le dije que sí. Gracias a la señal gratuita de wifi de la zona pudimos entrar muy rápido al internet, puse mi FB pero desactivé mi chat… lo siento, pero cuando estoy con mi niño no quiero las distracciones que provoca esta red social, se me hace mucho mejor que vea mis fotos y creo que a él también le parece buena idea. Nos pusimos a ver las fotos donde aparezco, algunas me daban algo de vergüenza porque aparecía haciendo tonterías en la escuela y otras si me gustaban mucho más. Dennis está pasando foto por foto, me es muy agradable ver las expresiones de su carita cuando las ve aquí conmigo.
- Jere ¿Quién es esta chica? -me preguntó cuando llegó a cierta foto…
- Ah… es mi ex novia ¿recuerdas? -dije mirando esa foto donde salíamos abrasados.
- Mmm… sí me lo dijiste ¿no? -la expresión en su rostro se ha vuelto un poco seria- es linda…
- Sí… -estoy algo incomodo, tal vez debí haber borrado esa foto…
No sé si vi mal, pero cuando mi peque pasó la foto a la siguiente creo que lo hizo con un poquito de fuerza, tal vez solo soy yo. Con el pasar de las últimas fotos la sonrisa blanca y hermosa de mi niño volvió a aparecer, creo que le agrada ver mis fotos, bueno a mí también me gusta mucho ver las suyas. Eso es un hecho. Cuando se acabó la galería me preguntó “¿Podemos tomarnos una foto con mi tablet?” con su ánimo que tanto me gusta. Una vez más le asentí con la cabeza y cerré mi FB para poner ahora la cámara. Le entregué el aparato a mi peque y pasé mi brazo sobre sus hombros para abrasarlo, él se me pegó un poquito más; nos enfocó muy bien y tomó la fotografía, una vez la estuvimos mirando me dijo “La guardaré” con una de sus irresistibles sonrisas.
- Hey Dennis ya me dio mucho calor otra vez, ¿vamos al mar?
- Yes, deja que guarde mi tablet en la mochila.
Cuando se arrodilló para guardar su aparato pude ver perfectamente su lindo y redondito trasero… y con ese traje de baño… rayos me estoy poniendo muy rojo, soy un niño pervertido. Aunque me regañé un poquito no pude separar mi mirada de tan linda vista, por suerte Dennis no se tardó casi nada y se puso de pie. “Vamos, una carrera hasta la orilla” me dijo saliendo corriendo. Yo también me puse en marcha para alcanzarlo, waoh… si antes tenía calor ahora lo tengo aún más.
Estamos jugando como hace rato, salpicándonos con el agua de mar y con las olas a esta hora mucho más suaves que antes, nos llegan solo a la cadera. En una de esas salpicadas por accidente, de verdad por accidente le tiré agua salada a la cara de Dennis, pero se le metió un poco a su ojito. “Auch, eso duele” dijo frotándose los ojos con sus manitas, yo me acerqué de inmediato para ayudarlo, me siento como un completo tonto, no debí ser tan busco con mi peque…
- Dennis, discúlpame, de verdad yo no quería…
- Está bien, no es muy grave.
- Soy un tonto, no debí hacer eso.
- No digas eso, tú no eres un tonto… yo sé que tú no quisieras hacerme daño.
Quise ver a mi pequeño a los ojos, creo que ya regresaron a la normalidad. No están rojizos ni nada… menos mal que no le hice nada grave. Es un alivio. Mientras yo comenzaba a alegrarme de nuevo el travieso se me acercó para hacerme cosquillas en las costillas, eso me hiso reír a carcajadas. Y para devolverle el favor yo le hice lo mismo. “¡No! Jeremy Jajaja me haces… jaja muchas cosquillas” me dijo riendo mucho, esa reacción me gustó mucho. Mi peque trata de huir corriendo pero no lo dejaré. “¡No me alcanzas!” dijo volteando hacia mí sonriente, “¡Claro que lo haré!”. Corrimos por la orilla del mar por un buen rato, hasta que nos cansamos, otra vez salimos empapados del agua y regresamos a nuestro lugar en la arena para descansar, un sitio solo para los dos. Ahora me doy cuenta que fue muy buena idea haber comprado esas hamburguesas, estoy con algo de hambre. Las saqué de mi mochila junto con las latas de gaseosa, Dennis me agradeció mucho, se ve muy contento cuando muerde su hamburguesa, me causa mucha ternura verlo comer.
Cuando nos terminamos toda la comida que había traído nos pusimos a conversar sentados ahí, le conté también que a partir del mes que viene asistiría a clases de surf para perfeccionar mi habilidad con la tabla y con las olas, él pareció muy contento con esa noticia y me dijo que me divirtiera mucho. Él encanto de este niño tan especial son como armas cargadas: a cualquiera puede llegarle al corazón Jajaja, pero quiero que solo yo sea el que esté en su lindo corazoncito, así como él está en el mío.
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El tiempo pasa volando y más aún cuando te diviertes, en este momento el sol está empezando a bajar, queriéndose ocultar. Mi niño y yo estamos sentados en la arena seca y blanca, más alejados de la orilla. Como saben el sol a estas horas ya no es muy fuerte y por eso creo que la playa ahora está vacía, es cierto que no había mucha gente cuando llegamos, seguro porque es día de semana, pero ahora estamos solo Dennis y yo aquí en la playa, uno al lado del otro y con el sol a punto de bostezar.
- Jajaja eres muy divertido.
- ¡Pero es cierto! ¡Ese malvado cangrejo me picó el dedo del pie y por más que lo sacudía no me soltaba! -le contaba lo que pasó el verano pasado.
Los dos nos pusimos a reír, luego cuando nos calmamos guardamos un poco de silencio, luego nos miramos y luego volvimos a ver al mar.
- ¿Sabes?... desde que regrese… tenía un buen presentimiento: que conocería a muy buenas personas… no me equivoqué… -digo mi niño, diciendo la última frase mirándome a los ojos.
- Eres muy lindo… -dije, pero luego me di cuenta que se lo había dicho en voz alta.
- …Gracias, tú… tú también lo eres… -me respondió algo sonrojado.
- E-Espérame un segundo… -dije yendo a un lado.
Saqué mi celular de mi mochila y por el reflejo de la pantalla, podía usarlo como un espejo, le di la espalda un minuto a Dennis, tenía que hacer algo… “Me gustas, Dennis tú me gustas” muevo mis labios pero sin decir palabra alguna, estoy repasando como declararme a último momento, pero vamos… después de todo esto es bueno y la larga lo bueno es lo correcto ¿cierto? Respiro lentamente y me tranquilizo, ahora vuelvo a donde esta mi niño que está jugando con sus pulgares. Me siento otra vez a su lado.
- Ya regresé.
- ¿Todo bien? ¿No pasó nada malo? -me dijo mirándome a los ojos.
- No, todo está bien, solo… que tenía que responder un mensaje, nada importante.
Dennis me volvió a sonreír con sus mejillas sonrojadas, me encanta cuando me pregunta si estoy bien, siento que también se preocupa por mí.
- ¿En qué estábamos?
- En que… te parezco lindo… -me dijo mirando hacia la arena, ¡es una lindura!
- Ahh… sí, me pareces realmente lindo -dije acercándome un poco más con un hilo de timidez.
- J-Jeremy… ¿Qué más te gusta de mí? -me dijo mirándome a los ojos.
Y aquí es señoras y señores, cuando sus ojos me dejan desarmado, todas mis defensas caen… es el chico más hermoso y guapo que hay y por haber… con su lindura rompe en mil trocitos mi lado más sensato, solo le puedo contestar con la verdad y eso es lo que haré.
- Me gusta tu carita… me gusta tu cabello, tus ojitos, lo buena persona que eres… todo en ti me gusta mucho.
- ¿De… de verdad? -me dijo con los ojos muy brillantes, también se está acercando a mí…
- Claro que sí…
Ahora siento como si nuestros rostros, nuestros labios solo están a diez centímetros de distancia, me encanta ver lo rojito de sus mejillas.
- Yo siento… yo me siento igual que tú…
- Dennis…
Veo como sus ojitos se cierran, lo está esperando… ¡él quiere que lo haga! Mi corazón… esta latiendo rápido otra vez, el agradable cosquilleo que siento cuando estoy cerca de él vuelve a aparecer. Lentamente cierro mis ojos yo también y me acercó… finalmente sentí como los escasos centímetros que separaban nuestros labios desaparecieron y por primera vez siento los labios de Dennis sobre los míos.
¡Nos estamos besando! Mi corazón y mi alma no podrían estar más felices en este momento, siento los suaves… los labios de mi pequeño Dennis dulces como el caramelo contra los míos. No puedo evitarlo, este es un beso casto, parecemos dos niñitos de pre-escolar dándose un beso. Pero me encanta… estoy tan feliz de estar enamorado de Dennis. De pronto siento como el pequeño empieza a mover sus labios con algo de torpeza, eso quiere decir que quiere que yo también lo haga, con cuidado pero entusiasmado muevo mis labios también… ahora puedo sentir el dulzor de sus labios mucho mejor.
En este primer beso nos estamos dejando llevar casi por completo, lo sé porque me estoy recostando sobre la arena y sin separarnos Dennis se acomoda encima de mí. Cuando sentí que nos faltaba un poco de aire tuvimos que sepáranos. Ahora veo que ambos estamos completamente sonrojados. “Jeremy…” -me susurra mi niño, pero cuando ya tengo suficiente aire lo volví a besar de inmediato… ¡casi un mes esperándolo! casi un mes queriéndolo en secreto… ya no podía más. Quiero besarlo con todas las ganas del mundo y eso haré. Sus besos consiguen me que sienta tan extraño… puedo jurar que nunca antes me había sentido así: Tan, pero tan bien. Me siento tan cerca de su alma, hace que me pierda a la deriva en un mar de puro afecto. Cuando nos volvimos a separar nos vimos a los ojos tiernamente y sonreímos, “Me gustas” -dijimos al unisonó.