Capítulo 17 - La primera vez
“Yo… q-quiero hacerlo contigo”… esas palabras hacían eco en mi mente, siento mi cara arder de lo rojo que estoy, la felicidad en mi es demasiado grande y una gran sonrisa se dibuja en mi rostro, los dos estamos arrodillados sobre su cama, uno en frente del otro.
- Dennis… ¿Cuándo dices “hacerlo” te refieres a hacer…?
- Hacer el amor -terminó lo que iba a decir, se sonrojó también agachando un poco su cabeza.
- ¿De verdad, estás seguro? -le pregunte tomándolo de los hombros con ambas manos y mirando sus lindos ojitos.
- Sí…
Ni bien escuche ese “Sí” lo comencé a besar con unas ganas tremendas, ¡Mi niño me desea! Mis manos ahora exploran lentamente la parte superior de su cuerpo y cuando mis dedos llegaron a esos pequeños botones del pijama de Dennis los empecé a desabotonar uno por uno, en ningún momento nuestros labios se separaban, tal vez solo por un poco de aire… pero quiero que mi peque se sienta muy bien, bastante bien… esos dulces y suaves labios.
Dennis no tuvo tanta paciencia conmigo, cuando terminé de quitarle la parte superior del pijama inmediatamente me quito la mía y sin esperar comenzó a darme besos en el pecho, besos lentos… me gustan demasiado. Mi peque es un travieso… es la primera vez que lame mis pezones y ya me está volviendo loco y creo que se lo estoy haciendo saber pues esta vez no pienso reprimir mis gemidos, al menos por ahora.
- ¿Te gusta? -me pregunta Dennis sonriendo, acercándose a mi rostro.
- Me gusta mucho, me gustas mucho… -sin más lo besé, mientras que lo recostaba con cuidado sobre la cama.
Ahora era mi turno de hacerlo sentir bien, mi lengua recorría la hermosa y tersa piel de su pecho, mientras que mis dedos acariciaban sus tiernos pezones. Escuchar sus pequeños gemidos me ponía cada vez más duro, eso me dio una idea, guié mi mano derecha hasta tocar la erección de Dennis, deliciosamente marcada, ahora podía sentirlo por mí mismo, él estaba tan excitado como yo, froté su erección con mi mano aún sobre el pantalón del pijama, sin dejar de besar su pecho y sus pezones.
Después de un rato así comencé a bajar a su vientre y al llegar a su ombligo mi lengua jugó con él a mi antojo, Dennis reía sonrojado ante las cosquillas de esta acción. Me detuve un segundo para acércame a él y lo tome de la mano, ahora sí quería escucharlo.
- Dennis ¿Quieres que continúe? -pregunté no serio, sino con una sincera sonrisa.
- Sí, estoy enamorado de ti y en verdad tengo muchas ganas de hacer el amor contigo -Vi la sinceridad en sus hermosos ojos cafés, mi niño me dice la verdad y está seguro de él mismo.
- Yo también, en verdad… no sabes cuánto -dije para al instante darle un beso en la mejilla.
- Te quiero -dijo con su voz que siempre me ha llevado al cielo.
- Te quiero mucho mi peque.
Ahora nos besábamos abrasados, puse una mano en su pecho desnudo y pude sentir su corazón, latía algo rápido, eso me conmovió porque yo también estaba así, algo nervioso pero con mucho más amor que nervios. Ahora estaba de vuelta besando su vientre y con la intención de seguir bajando. Cuando llegue a la zona V.I.P le quite los pantalones, dejándolo únicamente con sus bóxers color naranja, su erección se veía muy bien aún debajo de esa tela y con mi lengua empecé a lamerlo con suavidad.
- Ahh… no es justo, tu también quédate en bóxers… quiero verte.
- ¡Está bien! -dije para quitarme los shorts que traía puestos y quedarme solo con mis bóxers color celeste.
Debo aceptar que aunque era hermoso ver la erección de Dennis marcándose debajo del bóxer, no tuve mucha paciencia y comencé a bajarlo para al fin verlo desnudo y cuando lo hice casi me desmallo (no me crean, solo exagero un poco) ¡pero es bellísimo! Mi niño desnudo es lo más… ¿para qué decir que es lo más bello del mundo, si ya lo saben?
Lo estuve mirando por muchos segundos, con mi vista recorría cada centímetro de su piel, cada parte de su delgado y hermoso cuerpo, ver su pene sobre su vientre se veía muy excitante. “Jeremy… es un poco vergonzoso…” me dijo mi castaño con la carita roja, “Para nada, no tienes que sentirte así… confía en mí” le respondí, Dennis me sonrió… su mirada brillaba. Con mis manos tomo sus piernas para separarlas más, su erección es persistente. Me acerco a su pene, lo tomo con mi mano derecha y comienzo a masturbarlo con cuidado, despacio de arriba hacia abajo, luego baje toda la piel que cubría parte del glande de Dennis para verlo por completo.
Saco mi lengua aún con algo de nervios pero ya no aguanto más, le di una lamida a su glande, Dennis dio un pequeño salto ante esto, eso era una buena señal, continué masturbándolo ahora a un ritmo más veloz. Mi mirada va del pene de Dennis y luego a su carita, quiero ver las expresiones que yo le provoco, veo como sus puños aprietan las sabanas. Volví a acercar mi rostro al pene del castaño y volví a lamer su pene, pero ahora le doy varias lamidas… ¿debo decirles a que sabe ese liquido transparente? ¿Cómo se llama?… ¡Ah sí!… liquido pre-seminal… bueno es un sabor algo extraño, pero me sorprendió… se podría decir que es algo salado... Esta vez metí el pene de Dennis en mi boca y comencé a chuparlo, soy totalmente inexperto… pero hago mi mejor esfuerzo. Creo que no lo estoy haciendo mal… Dennis acaricia mi cabello y me está mirando mientras lo hago, a veces cierra los ojos… pero siempre se ve tan lindo.
De un momento a otro mientras seguía chupando el pene de Dennis, él se comenzó a estremecer un poco y sus gemidos eran más fuertes y… sin ninguna advertencia eyaculó en mi boca. Podía sentir su… semen en mi lengua. ¿Asco? Para nada… en realidad estaba alegre de que yo lo hiciera eyacular, tome mucho valor y de una sola vez tragué el semen de mi niño. Me senté en la cama frente a él y limpié mis labios con mi mano, me gusta verlo recostado sobre la cabecera de la cama calmando su respiración.
- ¿Y? ¿Qué tal estuvo? -quiero saberlo.
- … -Dennis dio un suspiro y una gran sonrisa apareció en su rostro.
- ¿Mm…? -yo también sonreí.
- Dos palabras… ¡Fue genial! S-se sentía tan caliente… y tan húmedo… -sí, mi niño se ve emocionado.
- Qué bien que te haya gustado -dije apretando una de sus cálidas mejillas.
Dennis comienza a besar mis mejillas ahora y luego fue hasta mi oreja izquierda y la lamió, eso hizo que me estremeciera, la sensación fue mágica. “¿Do-donde aprendiste eso?” -le pregunté excitado. “No sé… solo me dio curiosidad…” -respondió para al instante besarme en los labios, mientras me besaba sus manos bajaban acariciando mi espalda y bajaron hasta mis nalgas, admito que me sorprendió un poco que mi Dennis lo hiciera pero se sentía tan bien… El castaño luego de separarnos del beso me recostó sobre la cama y con agilidad me quito la ropa interior dejándome completamente desnudo. “Te ves… hermoso…” -me dijo al verme por completo, veía como su pecho subía y bajaba, era obvio que estaba emocionado por el momento. “Ven…” -le dije extendiendo mis manos hacia él.
Mi peque está sobre mí y mis piernas al lado de sus caderas, frotando nuestros penes ahora con nuestros cuerpos completamente desnudos, siento como su miembro volvía a crecer mientras él se movía con ánimos, yo por mi parte no puedo dejar de besar su cuello, como ya saben su aroma es como un postre para mí, mi lengua jugaba sobre esa blanca piel. De un momento a otro Dennis se detuvo y retrocedió hasta llegar a tener su cara cerca a mi pene, sabiendo lo que quería hacer respiré profundo. Dennis comenzó dándole un beso fugaz a la punta de mi pene, lo cual me dio algo de cosquillas, luego con su lengua lamio desde la base hasta la punta de mi pene, lo cual me hizo arquear un poco la espalda. Al ver mi reacción mi peque sonrió y repitió la misma acción unas cuantas veces, luego se metió mi miembro en su boca, ¡la sensación es increíble! Puedo sentir lo húmedo y tibio que es su boquita y qué decir de la succión… dirán que soy un pervertido ¡pero qué importa! Esto me vuelve loco, apretaba las sabanas con fuerza tenía que aguantar las ganas de venirme lo más que podía. Mi peque ahora lame mi glande con una destreza…
- Ahh… me encanta cuando lames la punta… ¡así!
- Mmm… creo… que sabe bien… -dijo para seguir en lo suyo.
- Si sigues solo un poco más yo… ¡ahhh!
Mi peque no se detuvo creo que no tiene ninguna intención de hacerlo, pero estoy en mi limite y no podré aguantar más. Dejando salir un gemido de placer eyaculé en la boca de Dennis, manchando sus labios y también parte de su mejilla derecha. Mientras yo suspiraba recostado en la cama miraba como Dennis se limpiaba con cuidado la esperma que salpique en su cara y luego dio un suspiro seguido de una leve sonrisa.
- Te… ¿te lo pasaste? -pregunté levantándome para estar frente a él.
- Sí… ¿tú también lo hiciste no?
- …Sí.
- Bueno… ¿Y lo hice bien? -su pregunta me enterneció.
- ¡Claro que sí! Todo lo que me dijiste de esto era verdad, ¡hasta más!
- ¡So good! Yo… no estaba seguro si lo estaba haciendo bien.
- No te preocupes por eso, lo hiciste muy bien ¡en serio!
Otra vez estábamos arrodillados uno frente al otro besándonos y acariciándonos, es el momento más bello hasta ahora. La tenue luz que se asomaba entre las cortinas cerradas de la ventana, le daba un toque especial a la habitación y entre el contacto de nuestros cuerpos mi erección volvía, era casi increíble; creo que nunca antes me recuperé tan rápido después de venirme, sentía el miembro duro de mi Dennis frotarse con mi vientre y eso me excitaba mucho, mis manos ahora acariciaban sus nalgas sin nervios de por medio, son tan suaves y firmes. Entre tanta excitación, casi sin darme cuenta uno de mis dedos se coló entre las nalgas de mi castaño y toque su agujerito, esto hiso que Dennis diera un pequeño salto aún abrasado a mí.
- Lo siento, no me di cuenta.
- No, está bien… en realidad… se sintió bien.
- ¿De verdad?
- Sí, puedes… puedes seguir haciéndolo.
- Ok…
Volví a tocar con mi dedo el agujerito de Dennis, ahora con un movimiento circular, luego por alguna razón sentí que tenía que humedecerlo, así que posé dos dedos de mi otra mano sobre los sabios de Dennis, él no entendió al principio, pero luego de unos segundos y sin que yo le dijera nada tomó mis dedos y empezó a chuparlos, él me veía mientras lo hacía, nuestras miradas no se separaban, cuando terminó y sacó mis dedos de su boca, puse mis dedos ahora húmedos sobre su entradita y froté, como Dennis y yo estábamos abrasados pude ver con lujo de detalles las expresiones de su carita. Su agujerito se sentía caliente, mis dedos jugaban y acariciaban esa pequeña zona hasta que decidí que ya era hora, metí con mucho cuidado uno de mis dedos, pero era algo difícil, le dije a mi niño que se relajara un poco más y volví a intentarlo ahora sí mi dedo estaba entrando en esa caliente zona aunque en nuestra posición no nos ayudaba mucho así que saque con cuidado mi dedo.
- Mejor hay que cambiar de posición… -dije yo.
- Está bien.
- Es gracioso… pero creo que aún estoy algo nervioso.
- …Creo que eso es normal, después de todo… es nuestra primera vez ¿cierto? -me dijo antes de que yo lo besara gustoso.
- Sí lo es… será nuestra primera vez -dije en cuanto nos separamos de ese beso.
Le indiqué a Dennis que se recostara boca abajo, él lo hizo y desde esa posición podía ver perfectamente su linda parte trasera, no me resistí y acaricié sus suaves y tersas nalgas mientras las veía de frente, luego de unos segundos separé con cuidado sus nalgas y vi su rosado agujerito, inmediatamente me invadieron unas ganas enormes de lamerlo y así lo hice. Estaba lamiendo la entrada de Dennis mientras escuchaba como este gemía, me separé un poco y vi como su pene se frotaba contra las sabanas. Volví a mi tarea de humedecer esa tibia entrada con mi lengua, luego chupe dos de mis dedos y me preparé para meterlos. “Si te duele solo un poco me avisas ¿ok?” -le dije y Dennis me asintió sonrojado.
Metí con cuidado uno de mis dedos, se sentía muy caliente mientras lo hacía, cuando mi dedo entro casi por completo lo saque un poco y lo volví a meter, imitando una penetración; Dennis gemía y apretaba las sabanas pero no me daba ninguna queja así que decidí meter el segundo dedo e imite también los movimientos de una penetración, podía sentir mis dedos apretados en esa sensible zona. “¿Te duele?” -le pregunté, Dennis negó con la cabeza “Se s-siente extraño… pero empieza a sentirse bien…”
Continué por unos segundos más hasta que mi pene esta tan duro que me empezaba a doler, tenía ganas… Saqué mis dos dedos con cuidado y vi como su agujerito se cerraba inmediatamente. Me coloqué encima de Dennis recostando mi pecho sobre su espalda y poniendo mi pene entre sus nalgas.
- ¿Ya vas a hacerlo? -me preguntó en voz baja.
- Sí… voy a asegúrame de que no te duela, solo quiero que sientas rico.
- Ok… confío en ti. -me dijo para darme un rápido beso en los labios y volvió a recostarse.
Yo primero froté mi pene entre sus nalgas, se sentía muy bien. Luego la punta de mi glande tocó la entrada de mi Dennis, respiré profundo, tome mi pene con mi mano y comencé a meter la punta. Mi peque apretó las sabanas con sus puños, meterlo era difícil, él es muy apretado. Volví a intentarlo y esta vez la punta si entró, la sensación de calidez es increíble pero tengo que asegurarme que a mi niño no le duela, así que seguí metiendo poco a poco mi pene, es tan suave y cálido… escucho los pequeños gemidos de mi lindo peque mientras estoy entrando en su culito poco a poco. ¡Esto es lo máximo! Estoy cada vez más excitado, la sensación de mi pene entrando es deliciosa… cuando metí por completo mi pene yo tenía unas ganas enormes de moverme, pero tenía que dejar a mi castaño acostumbrase, al pasar los segundos sentía la respiración de Dennis más calmada y llegado el momento, mi peque empezó a moverse por sí mismo indicándome que ya podía moverme yo también.
Empecé a moverme sacando un poco mi pene y volviéndolo a meter, dándole unas pequeñas envestidas, ¡se siente genial! cada movimiento, cada rose es mágico, cuando le di una envestida con una mayor fuerza Dennis se estremeció de pronto, “¡Wow! ¿Qué fue eso? ¡Se sintió muy bien!” me dijo con una sonrisa en su rostro. “¿Tanto así?” -le pregunté. “¡Sí! Inténtalo de nuevo por favor” me pidió. Yo por nada del mundo se lo iba a negar, lo seguí envistiendo y buscando ese punto que lo estremeció de esa forma, luego de unos intentos lo volví a encontrar, Dennis volvió a gemir de placer y tomo mi mano con fuerza, quiere que continúe. Ahora puedo sentir que ya no le duele nada, sus expresiones son únicamente de placer, y se ve de lo más lindo así, mis envestidas ahora son más deliciosas, Dennis es tan apretado y suave…
Ya no podía más estaba a punto de venirme de nuevo cuando sentí una presión más fuerte, Dennis se volvió a estremecer y yo eyaculé sin poder sacar mi pene de su interior.
- Yo también eyaculé… -me dijo luego de suspirar.
- Entonces por eso apretaste tan rico al último. -dije para al instante sacar mi pene de su entrada, con mucho cuidado.
- En serio… eso fue… mejor de lo que pensaba.
- Sí, yo también me sentí muy bien, casi como tocar el cielo… -dije antes de que mi peque de diera un pequeño golpe con el codo y riera un poco.
- … -Dennis se recostó sobre la cama boca arriba y con una sonrisa, luego yo me recosté sobre él y le di un beso en el pecho.
- Dennis… yo… también quiero saber que se siente…
- ¿En serio? ¡Está bien! Pero hay que recargar baterías primero -dijo para que al instante los dos nos pusiéramos a reír.
Pasamos como quince minutos recostados en la cama conversando entre besos y cosquillas, con las caricias de nuestros cuerpos desnudos nuestras erecciones volvieron una vez más. “Dennis… en verdad me gusta cuando lo chupas…” -le decía mientras lo miraba chupando mi pene y acariciaba sus cabellos. “Lo sé… a ver qué tal aquí…” -dijo para levantar una de mis piernas dejando expuesto mi agujero. “Ya, pero déjame ponerme en una mejor posición” -le dije. Ahora yo estaba “en cuatro” con las rodillas y mis manos sosteniéndome en la cama y Dennis detrás de mi mirando mi parte trasera. Cuando sentí solo una mano tocar una de mis nalgas voltee para verlo, Dennis con su otra mano se estaba masturbando mientras me miraba el trasero. “¡Dennis!” -le dije algo sonrojado. “Lo siento, no pude resistirme” -me respondió sonriendo.
Dennis abrió mis nalgas y sentí como la brisa de su respiración tocaba mi agujerito, luego sentí la deliciosa humedad de su lengua tocar esa zona tan sensible, sentí un cosquilleo excitante, la lengüita de mi castaño jugaba con mi agujerito, yo sentía delicioso… luego sentí un dedo húmedo rozar mi entrada, traté de relajarme lo más posible. El dedo de Dennis hacia círculos acariciando mi agujerito, luego sentí como entraba poco a poco, sentí un poco de incomodidad al principio, pero cuando entro su dedo por completo y comenzó a moverlo nacía una sensación agradable… segundos después saco su dedo y lo que sentí casi al instante fue la punta de su pene entre mis nalgas, trataba de tranquilizarme un poco. “También voy a ser gentil ¿está bien?” -le escuche decir, yo asentí mordiendo con suavidad mi labio inferior.
El pene de Dennis entraba lentamente en mi entrada, acepto que al principio si dolía un poco e incomodaba, pero estaba seguro que pronto ya sentiría placer, “Jeremy… esto se siente… muy bien… eres muy estrecho…” -me decía Dennis mientas que con sus manos me tomaba de la cintura. Yo suspiraba, sentí que Dennis se detuvo para que yo me acostumbrara a él, me tarde unos pocos minutos, sentía que Dennis daba leves movimientos, no se podía resistir tanto como yo, pero en esos suaves movimientos empecé a sentir poco a poco algo rico… comencé a moverme también, el dolor ya estaba desapareciendo, Dennis al sentir que me movía aceleró también sus movimientos, ahora sentía como su pene entraba y salía poco a poco, esto ahora se estaba sintiendo bien… cuando de pronto sentí que toco un punto exacto que me hizo abrir los ojos de placer. ¡Fue sorprendente! Era verdad que se sentía demasiado bien. “Lo encontraste… ese punto… ahhh”, Dennis no tardo en encontrarlo de nuevo, cada vez que tocaba ese punto me hacia gemir, ahora el dolor inicial ya había desaparecido, con cada envestida que me daba sentía placer, puro placer.
Tomé mi pene con mi mano y comencé a masturbarme, casi sin creerlo las ganas de venirme me llenaron por completo, con unos gemidos eyaculé sobre las sabanas y a los segundos sentí algo húmedo y caliente llenar mi interior, Dennis también había eyaculado dentro de mí, fue delicioso, sencillamente eso… Dennis después de besar mi espalda y dar unos suspiros, saco su pene de mi agujerito, yo me deje caer sobre la cama y mi castaño se recostó a mi lado, nos mirábamos con emoción y dulzura mientras nos recuperábamos respirando rápidamente y sonriendo, nos tomamos de las manos. Creo que en ese momento las palabras no hacían falta, para los dos fue algo fantástico, eso lo sé.
Luego de conversar y reír juntos en la cama, decidimos tomar una ducha juntos, después de todo luego también tendríamos que cambiar sus sabanas. En este momento los dos estamos entrando a la ducha y abrimos la llave del agua. Juntos bajo el chorro de agua, nos miramos a los ojos y nos besamos abrasándonos en esta inolvidable mañana de verano.