Capítulo 21 - Lágrimas de felicidad
No pude evitarlo, de tan solo verlo venir hacia mi hiso que corazón se acelerara y cuando lo tuve frente a mí no me resistí y sin pensarlo dos veces lo abrasé, fue como una necesidad pará mí y ahora que tengo a Dennis entre mis brazos y nuestros pechos están uno contra el otro, puedo sentir perfectamente como su corazoncito late algo agitado al igual que el mío. Mis manos me tiemblan y me siento algo nervioso, pero lentamente llevo mis manos hasta su cabecita y acaricio su cabello, siento como Dennis se pega más a mí, eso me hace sentir bien. Aunque no me puedo quitar de la cabeza el miedo que sentí hace rato y lo tonto que me sentí también.
- Dennis… por favor perdóname, no sabes lo triste que me puse cuando los vi…
- ¿D-De que hablas?
- Es que… hace ratito yo fui a…
Le estaba por terminar de contar lo que me aquejaba pero en ese momento el ascensor que estaba esperando se abrió y vimos que habían personas esperando dentro, seguramente venían del sótano, en fin. Antes de que el ascensor se fuera sin nosotros le susurré al oído a Dennis “mejor vamos a mi depa, sí tenemos que hablar”, no estoy seguro del por qué pero vi que el castaño bajo su cabeza y solo me siguió, entramos al ascensor que estaba con tres personas más y yo presioné el número de mi nivel. Ese ascenso en ese cubículo me pareció muy largo, mucho más que otras veces. Primero que nada porque yo estaba nervioso, luego por la presencia de las otras personas, que afortunadamente no nos hacían mucho caso a nosotros y finalmente porque veía a Dennis con la mirada baja y con los puños cerrados, como si estuviera esperando una mala noticia, eso me puso más nervioso aún. El miedo que sentí hace ratito se incrementó.
Fue un pequeño alivio que las puertas de ese cubículo se abrieran por fin en mi nivel, Dennis y yo bajamos ahí y en silencio fuimos hasta mi departamento, sacar las llaves para abrir la puerta fue una tontería, se me cayeron una vez, sin dudas estoy nervioso…el departamento está vacío a esta hora, ese es otro pequeño alivio para mí. Ya por fin Dennis y yo estamos en mi habitación, los dos de pie. No quiero sentarme, solo quiero despejar todas mis dudas, todos mis temores de una vez.
- Ya estamos aquí… querías hablar de algo… -me dijo él tratando de mirarme a los ojos.
- Tú también querías hablar conmigo, eso me dijiste abajo ¿no?
- S-Sí… pero mejor dime primero a que te referías… ¿a quienes viste?
- Yo… los vi a ti y a otro chico abrasados en una cancha de futbol del club… -sentí mi voz quebrarse un poco- Dennis… por favor no me dejes.
Vi que el castaño se sorprendió un poco con lo que le dije, pero yo ya no podía resistirme más, mordí un poco mi labio inferior, solo puedo esperar la respuesta de él.
- ¿Dejarte?... Yo no lo haría -dijo el peque negando con la cabeza y mirándome a los ojos- pero no sé si tu lo harías conmigo.
- ¿Qué?
- Jere… hace cinco días que no nos vemos… cada día sin ti para mí fue muy feo… no solo porque no estabas conmigo -veía como las lagrimitas se acumulaban en los ojos del castaño- también porque el único día que te vi, estabas con ese idiota… Yo te quiero mucho, pero ahora no sé si tú sientes lo mismo por mí.
- No, no digas eso Dennis -de inmediato lo tomé de ambas manos.
- Yo tenía mucho miedo… tengo mucho miedo, de que me cambies por ese idiota de Gianfranco.
Inmediatamente negué eso con la cabeza, pero sé a lo que se refiere Dennis y tiene razón en algo, hace cinco días que no lo veo y fui algo frio últimamente con él… todo por seguir el estúpido y falso consejo que me dio Gianfranco, nunca debí hacerle caso… debí haberme imaginado que ese consejo que me dio fue una trampa. Ahora que Dennis me dijo como se sintió esos días sin mí me siento aún más estúpido que cuando me di cuenta de las intenciones de Gianfranco.
- Dennis perdóname, yo fui un completo tonto… no debí dejarte solo todos esos días y también fui frio contigo, créeme que estoy muy arrepentido -dije mirándolo a los ojos, para que él sepa que le estoy diciendo la verdad.
- ¿Pero por qué estuviste lejos todos esos días?
- Por confiar en un idiota… y más idiota fui yo al hacerle caso a uno de sus falsos consejos.
- …
- Déjame explicarte.
------------------------------------ Flashback --------------------------------
Había pasado una semana desde que conocí a Gianfranco, con el pasar de los días me había dado cuenta de una cosa: lo que sentí por él cuando lo conocí… no era que él me gustara, es cierto que es bastante atractivo y que al principio me ponía algo nervioso. Pero de una atracción física no pasó, no me gustaba, ni me gusta ahora; solo lo veo como un amigo, nada más. Lo sé, yo también me he preguntado una vez si Gianfranco me gustaba, pero en realidad sé que no es así, solo me parece atractivo, no más. Además ¿Cómo va a gustarme otra persona si yo ya estoy enamorado de mi Dennis?
El día en que Marco nos descubrió en la piscina besándonos y se fue dejándonos solos, le dije con mucha seguridad que no lo voy a dejar de querer, yo lo amo.
Hoy tuve una de mis clases de surf, le prometí a mi peque que mañana tendría libre el día solo para nosotros luego de su práctica de futbol, y hoy en la mañana me dijo que saldría con sus padres así que no podrá venir hoy a verme surfear, que pena… me gusta mucho verlo parado en la orilla mirándome como surco las olas y me encanta cuando salgo del agua directo a abrasarlo, ya se me ha hecho costumbre eso.
- Oye Jeremy ¿en qué tanto piensas? No has dicho nada en mucho rato -me dijo Gianfranco que esta recostado en la arena, cerca de mí pero no demasiado.
- ¿En qué tanto pienso? Jaja… pues la verdad que estoy pensando en mi novio -dije en voz baja pero creo que me escuchó.
- ¿Estás pensando en ese pequeño de cabello castaño? -sonrió el más alto.
- Sip, su nombre es Dennis.
- ¿Entonces es verdad que son novios él y tú?
- Claro que sí, Dennis no mentiría y yo lo quiero mucho -decidí contarle esas cosas, ya que además que estamos solos ahora que acabó la clase y no habíamos hablado de ese tema antes.
- Creo que sí ¿verdad? -Gianfranco se quedó callado unos segundos, como que analizaba la situación- solo dime que no lo ves todos los días, amigo.
- ¿Por qué? Claro que lo veo todos los días, me gusta pasar tiempo con él y…
- Oye, esa no es una buena idea. No es positivo que se vean tan seguido, créeme.
- Gianfranco… no te entiendo nada, a Dennis y a mí nos gusta mucho pasar todos los días juntos, estamos enamo…
- Sí, sí, estoy seguro de eso -me interrumpió- pero te digo que no es bueno por una cosa: lo puedes aburrir.
- ¿Ehh?
- Como lo oyes, de verlo todos los días lo puedes aburrir, también por ser muy cariñoso con él… Hablo en serio amigo, me ha pasado docenas de veces con mis novias.
- Yo… no había pensado en eso… pero en serio no creo que sea el caso en nosotros.
- ¿Y cómo lo sabes? Tal vez el pequeño no te lo dice para no lastimarte, pero por dentro seguro debe de estar diciendo “que cursi que eres”.
- ¿Tú… tú lo crees? -ahora ya estaba muy confundido, que tal si lo que me decía Gianfranco era verdad, no quiero ser demasiado empalagoso con Dennis… ni quiero que se aburra de mí.
- Yo creo que sí Jeremy… pero no te preocupes, hay una solución: solo deja de verlo por una semana o cuando estén juntos no seas muy cariñoso, así tu Dennis estará más interesado en ti. A mí me ha funcionado miles de veces- me sonrió.
- Bueno… -dije dudando un poco, pero si me está dando un consejo… espero que todo salga bien.
----------------------------- Fin del Flashback -------------------------------
- Por eso es que al día siguiente estuve así de frio contigo y deje de verte esos días… perdóname Dennis, en serio fui un estúpido.
- …Yo… no sé qué decirte…
- Dime lo que quieras, merezco que estés enojado conmigo.
- ¿Tú… hiciste eso por mí? ¿Solo porque ese tipo te engañó y te hiso dudar de que yo estaba aburrido de ti?
- Sí… ya sé que no debí dudar de ti, pero en serio no quiero que te aburras de mí.
- No… claro que no Jeremy -se acercó más a mí- si a mí me gusta mucho cuando me dices cosas bonitas… y me encanta estar todos los días contigo, por eso es que me dolió tanto no estar contigo esos cinco días.
De escuchar sus lindas palabras mis defensas volvieron a bajar, lo abrasé de forma lenta para mostrarle todo mi cariño y lo arrepentido que estoy. Siento también como Dennis me abrasa a mí y apoya su cabeza en mi hombro, eso me hace sentir bien, en serio que fueron insoportables estos días sin abrasarlo, sin besarlo, sin tener contacto con él. No me puedo imaginar lo que sintió mi peque, pero de seguro fue muy duro para él también. Rayos… tengo ganas de llorar, no sé si deba hacerlo aquí en frente de él, se supone que debo ser fuerte, pero tenerlo aquí conmigo otra vez y abrasarlo tan tiernamente como lo estamos haciendo ahora…
- Jeremy… dime una cosa más…
- ¿Qué cosa?
- ¿Cómo te diste cuenta que lo que te dijo ese tarado era una trampa?
- Me di cuenta hoy.
Una hora antes…
Gianfranco me había llamado hace rato, me dijo que nos encontráramos en la playa, yo fui con ropa normal ya que no tenía ganas de entrar a nadar, solo quería distraerme un rato con un amigo. Cuando llegué a la playa no me tardé en encontrar a Gianfranco, después de todo es alto. Nos quedamos hablando por casi una hora sentados en la arena, era curioso estábamos algo alejados de la gente en esa zona de la playa. “¿Y que tal te va con tu noviecito?” se preguntó, yo me quedé callado unos segundos. La verdad es que lo extraño mucho y aunque solo han pasado cinco días, no creo que aguante dos días más para completar la semana, es muy duro no ver a mi peque. “Ja, ese silencio creo que lo dice todo…” me dijo el mayor. “Gianfranco la verdad yo…” intenté decirle que no me gustaba su consejo pero cuando levanté mi cara para hablarle sentí sus manos tomar mi cara. “Sabía que te darías cuenta...” me dijo acercándose a mí, a mis labios. Yo abrí mis ojos muy grandes, nunca me esperé una acción así de él, rápidamente antes de que me pudiera besar me aparté de él sin dudarlo.
- ¿Qué estás haciendo? Casi me besas tonto…
- Esa es la idea, tú me gustas Jeremy -me tomó de la mano pero yo lo solté.
- ¿C-Como que yo te gusto?
- Pues sí, no te preocupes por nada, sé que yo también te gusto a ti y bueno… ahora que no estás con ese mocoso…
- ¿Mocoso? -lo interrumpí- ¿Estás hablando de Dennis?
- Claro, ¿qué otro mocoso hay? Ese era lo único que se interponía entre los dos y ya no es problema ahora.
- ¿QUÉ? ¡Yo no estoy enamorado de ti tonto! ¡Siempre he estado enamorado solo de Dennis! -dije ya molesto de las tonterías que decía.
- Jaja, no me hagas reír ¿entonces por qué te alejaste de él si no era para estar conmigo?
- Porque tú me dijiste que lo haga y lo confié en ti, pensé que…
- Jajaja -escuchar la risa de Gianfranco me desgarraba, ¿entonces me había mentido con su consejo solo para alejarme de Dennis?
- ¡Todo fue una trampa! Y yo como idiota…
- No nene, no digas eso… yo quiero que seamos novios, eres muy lindo y…
- No, no voy a ser tu novio… ¡Dennis es mi novio y además tú no me gustas!
- Pues… pues… entonces eres un idiota, no sabes lo que te pierdes… -ahora si veía al mayor enojado.
No quería seguir escuchando las tonterías que me decía, ahora mi mente está en otro lado: en Dennis. ¡No puedo creer que no me haya dado cuenta de la tremenda mentira de este tipo! Y yo que pensaba que éramos amigos… de tanto enojo y ahora que me siento como un completo tonto me puse de pie y me decidí a irme. “¿A dónde vas? ¿Vas a huir como un cobarde?” escuché que me dijo el mayor desde atrás de mí. “Voy a ver a mi novio, no voy a confiar más en extraños como tú” le respondí y seguí caminando. No voltee para verlo ni nada, estoy muy enojado con él ahora, no porque se me haya declarado, si no porque me engañó y me hiso separarme de Dennis y lo peor de todo es que le creí, pensando que me estaba dando un consejo.
Salí de la playa y seguí caminando yendo hacia el club, vi mi reloj de pulsera, aún es temprano y puede que Dennis recién esté saliendo de los vestidores de su práctica de futbol. Muero de ganas de verlo, ahora mismo estoy emocionado por verlo. Cuando ya miraba que el club está cerca recibí un mensaje a mi celular, era Gianfranco… en un primer momento pensé en borrarlo y no leerlo pero en fin, de seguro será otra de sus tonterías, no le daré más vueltas al asunto y lo leeré. << ¿En serio crees que el mocoso ese te perdonará que lo hayas dejado? Verás que seguro ya se olvidó de ti >> luego de leer eso me reafirmé que era una tontería más. Borré ese mensaje y sin más fui hasta la entrada del club, unos latidos fuertes de emoción sentía en mi pecho, estoy ansioso por ver a Dennis, en serio lo extrañé.
Lo busqué con la mirada mientras caminaba cerca de las canchas de futbol, una por una pasé pero estaban vacías, finalmente pasé por la última y lo que vi me dejo helado. Dennis… mi peque abrazándose con otro chico… no, eso no puede ser más que un abraso de amigos ¿cierto? Sentí un vacio entre mi estomago y mi pecho, ese abraso estaba durando mucho más de lo que me gustaría ver, tragué saliva y sin poder seguir mirando salí corriendo de ahí, no me detuve mientras corría prácticamente escapando de la idea que Dennis se haya dejado por otro. Cuando llegué al edificio me quedé esperando el ascensor, pensando en que todo eso había sido por mi culpa… por no haber ido a buscar a mi novio en tantos días.
Ahora mismo…
- Entonces así nos viste a Ángelo y a mi abrazándonos…
- Aja… en serio que me sentí mal…
- No tienes por qué, Ángelo es mi mejor amigo y el abraso fue porque él sí me dio un buen consejo de verdad.
- ¿En serio?
- Sí, me dijo que no te dejara ir… que luchará por ti… porque tú me gustas mucho Jeremy.
- Dennis, tú también me gustas mucho, eres mi peque -junté mi frente con la suya y luego le di un beso en la mejilla.
Guardamos silencio por unos minutos, solo nos estamos abrasando ahí, nos habíamos extrañado tanto el uno del otro… que ahora creo que solo queríamos estar juntos, en eso sentí una gota caer en mi cuello, me separé un poco de mi peque y vi que estaba llorando.
- Dennis… soy un idiota por hacerte llorar, soy un mal novio.
- No, nada de eso… Jeremy yo estoy llorando de felicidad -me sonrió-Yo… tenía mucho miedo de que me dejaras por otro… pero veo que eso no es así.
- Dennis, yo no te cambiaria por nadie, yo te amo -le dije por primera vez.
Vi sus ojitos brillar otra vez, los cerró y luego me dio una gran sonrisa, con mis dedos secaba las lágrimas de mi peque. Ya sé que está llorando de felicidad pero aún así me da pena verlo llorar, Dennis es demasiado bueno y especial como para que alguien lo haga llorar y de verlo así a mí también están que se me escapan las lágrimas.
- ¿Recuerdas que te dije ese día que Marco nos vio…? Yo nunca te voy a dejar de querer, tú eres el niño de mis sueños, mi peque…
- ¿Tu peque?
- Sí, pará mí siempre serás mi peque, te quiero mucho, de aquí hasta Plutón.
Mi niño se rió un poco con lo que le dije y luego me abrazó con muchas ganas. Los dos estamos llorando como niños de primaria, esto es tan… lindo creo, después de todo: nuestras lágrimas son de felicidad, porque al fin estamos juntos otra vez.
- ¿Entonces seguimos siendo novios? -me preguntó mi Dennis secándose todas sus lagrimitas.
- Nunca dejamos de serlo -le sonreí- pero en serio, perdóname por no verte todos esos días.
- Estás perdonado -dijo mostrándome du blanca sonrisa.
- Dennis ¿puedo darte un beso en la boca? -dije secando también mis lágrimas.
No sé por qué se lo pregunté, pero como que en este momento necesito su permiso, su aprobación, aún me siento un poquito culpable porque no lo vi por cinco días. Después de esa pregunta mi castaño me regaló una de sus más tiernas sonrisas y asintió con la cabeza. Yo lo tomé de la carita con ambas manos y él cerró sus ojos, lentamente me acerqué a él y finalmente unimos nuestros labios en un beso casto, un beso puro y lleno de amor.
Dennis y yo nos quedamos besándonos ahí en mi habitación, cada beso que nos dábamos era más intenso que el anterior, pero por eso no dejaban de ser cariñosos, cuando ya nuestros labios se pusieron rojos de tanto besarnos nos miramos a los ojos sonriéndonos. La hora pasó volando, sin darnos cuenta ya había oscurecido el cielo, fuimos al baño para lavarnos nuestros rostros que tenían pequeños rastros de lágrimas y luego fuimos al living de mi depa.
- ¿Estás seguro que no te puedes quedar un ratito más?
- Lamentablemente no puedo Jere… mi mamá me dijo que cenaríamos temprano hoy.
- Bueno, te entiendo… pero si van a cenar temprano… entonces ¿te parece bien si nos vemos en el parque a las nueve?
- ¿De verdad? Waoh… nunca hemos salido de noche -me sonrió.
- Sí, será una cita -me sonrojé por lo que dije.
- Jaja, está bien… nos vemos a las nueve en punto en el parque, lleva tu celular ¿sí?
- Claro que sí, nos encontramos ahí.
Antes de abrir la puerta nos dimos un largo beso otra vez, pero esta vez con lengüita y algo húmedo. “Te quiero a mil, Jeremy” me dijo todo sonrojado mi pequeño. Luego lo vi irse por el pasillo hacia el ascensor. Ahora le agradezco al cielo de que todo salió bien, mis ánimos volvieron. No puedo esperar a que sean las nueve, mejor me voy a dar una ducha. Quiero estar radiante para mi cita con mi peque Dennis.