Capítulo 22 - Nuestra cita nocturna
Son las ocho y veinte de la noche, aún tengo cuarenta minutos para encontrar algo que regalarle a mi lindo novio, acabamos de reconciliarnos, ya sé, como siempre me oigo como un chico cursi y aún así mil veces les diré que es porque estoy de verdad enamorado, no me importa si me escucho muy cursi, solo me importa en este momento encontrar un regalo adecuado para darle a Dennis, estoy recorriendo el centro comercial con los audífonos puestos, me encantan las canciones que tengo en mi reproductor y me dan muchas ideas de que regalarle, pero nada en las tiendas es lo suficientemente especial para regalarle a Dennis por haberme perdonado. Creo que las letras de las canciones tienen razón… si quiero darle algo tengo que hacerlo mostrándole mis sentimientos, tiene que ser único, como lo es mi hermoso novio.
Seguramente se preguntarán que tipo de música estoy escuchando jaja… pues sí, son canciones… algo románticas, como si ninguno de ustedes las haya escuchado… no pienso aceptar ninguna crítica ahora jaja. En fin, estoy pasando por las tiendas y no me decido aún por nada, en realidad hace rato pensé en que invitarle una enorme copa de helado sería suficiente, pero no. Yo amo a mi novio y por perdonarme quiero darle algo más… bonito, algo más intimo por decirlo así. Vaya… no me había dado cuenta que, creo… creo que estoy madurando un poquito… o por lo menos en estos aspectos, bueno tendré que aprovechar las veces en las que puedo actuar con madurez, es bueno, ahora me siento algo mejor.
Ahora me quedan solo treinta minutos… rayos debe haber algo para… esperen, acabo de ver esa tienda japonesa, sí la misma en la que Dennis compró las orejas de lobito para complacerme, mi corazón late rápido al recordar eso… tal vez sea una buena señal, me animé. Ahora estoy entrando a la tienda, que en realidad sí está con algunas personas, no son demasiadas… pero sí son bastantes creo y todas son chicas… que curioso. Yo me pongo a curiosear entre todas las cosas que tienen aquí. Hay varios mangas pero ahora no es el momento para parles un vistazo, veo que hay llaveros pero no creo que sea lo adecuado para la ocasión. Ok… ya sé que unas cuantas chicas me están mirando y se susurran mientras sonríen, que rayos… hace meses seguramente me hubiera acercado pero ahora no me importa mucho si les parezco atractivo a ellas, además que mis sentimientos y atención están en mi pequeño castaño de ojos cafés y sonrisa blanquísima, esa misma sonrisa que me enamoró a primera vista. Los minutos pasaban y aun no encontraba nada que llamara tanto mi atención, bueno… ah! Acabo de ver que aquí también hay tarjetas… podría ser, después de todo le podría escribir algo a Dennis.
Ehhh… ahora ya no estoy muy seguro otra vez, las tarjetas son… muy femeninas para mi gusto y tampoco quiero darle algo tan “rosita” a mi novio, está bien la idea de una tarjeta pero me gustarían otros modelos. Qué raro… ahora ya no escucho tanto alboroto como hace ratito, volteo y veo que la tienda esta ahora vacía, solo está la chica de la caja registradora. Seguramente las chicas alborotadoras se fueron todas juntas, en fin. Voy a preguntarle a la chica de la tienda si tiene otros modelos de tarjetas, me quito los audífonos y apago mi reproductor. Dejo todas las tarjetas que cogí en su lugar y me acerco al mostrador principal, la chica deja de ver la pantalla de su laptop y ahora me mira a mí, me sonríe. Ahora que la veo más de cerca… oh! ¡Claro! Es la misma chica que nos vio a Dennis y a mí darnos un piquito ese día… ahora siento que mis mejillas se ponen más calientes, tendré que hacer como si nada tal vez ya no se acuerda de eso.
- Hola… -dije frente al mostrador.
- Hola amiguito ¿puedo ayudarte en algo? -me dijo muy amablemente.
- Sí, este… estaba buscando tarjetas pero… quisiera saber si tienes otros modelos.
- Huy lo siento, pero esas son todas las tarjetas que tenemos.
- ¿De verdad?
Creo que la chica se dio cuenta de mi desilusión, ahora como que está pensando en algo más, creo que a esta chica de unos veinte años se le podría ocurrir algo, voy a ver si me dice algo bueno.
- Amiguito ¿Qué clase de tarjeta estas buscando?
- Ehh… una que diga “Te quiero mucho”… pero que no sea tan… de niñas ¿me entiendes? -dije en serio avergonzado.
- Jajaja, te entiendo muy bien -me sonrió- mira… esto no lo hago con todos pero tú me caes bien, tú viniste aquí con tu amigo de cabello castaño antes ¿verdad?
- … -me quedé callado, sí se acuerda de mí y de Dennis, solo miré hacia abajo y le asentí.
- Awww ¡Entonces claro que te voy a ayudar!
Me impresionó un poco el entusiasmo de esta chica, para ser mayor que yo, es muy agradable. Me explicó su idea. Consiste en que puede hacerme una tarjeta única para mí, imprimiéndola de una forma especial que no entendí muy bien, a lo que más le presté atención es que me dijo que puede editar la tarjeta como yo quiera, hasta puede poner una foto mía en ella. Eso me interesó mucho, le pregunté si se demoraría mucho en hacerla e imprimirla y me dijo que no, que lo podíamos hacer pronto. Luego traje saliva y le pregunté el precio, me dijo que igual que las demás tarjetas, eso me hiso sonreír. Por un momento pensé que sería mucho más costoso. La chica me mostró su laptop el programa que usaría y yo le indiqué como quería el diseño de la tarjeta, use los colores de los dos: Verde y naranja, creo que también esos dos colores hacen una muy buena combinación.
- ¿Puedes poner una J y una D encerradas en un corazón ahí arriba?
- Claro que sí -dijo haciendo lo que le pedí y en serio que le quedó bien- disculpa mi curiosidad, pero ¿tú que letra eres?
- Yo… yo soy la J… me llamo Jeremy.
- Qué bonito nombre, ¿quieres que te tome una foto para la tarjeta Jeremy?
- Oh bueno.
La chica puso la cámara de la computadora para tomarme la foto, traté de hacer muchas poses, pero no se me ocurría ninguna tan buena… ¡Que cosas!
- Trata de verte algo tierno, podría funcionar.
- ¿Y cómo lo hago? -le pregunté
- Mmm… haz el signo de la paz con tus dos manos cerca de tu cara y solo sonríe.
- Ehh… bueno podría ser -hice lo que me dijo, podía notar que en la pantalla me ponía cada vez más sonrojado, caray parezco un niñito… bueno que bah, ya tomó la foto.
- Jeje que lindo… te ves tan uke.
- ¿Qué es eso?
- Nada, nada… otro día que regreses te lo digo ¿sí?
No entendí lo que me dijo pero ahora se está riendo un poquito, como que a mí también me da algo de gracia, pero de todas formas me acordaré de preguntarle algún otro día sobre esa palabra. Vi como terminó el diseño de la tarjeta y luego la mandó a imprimir, a los minutos ya tenía la tarjeta lista en mis manos, en serio que está muy bonita. Sin que tuviera que pedírselo la chica de la tienda me pasó un lapicero para escribir en el espacio en blanco de la tarjeta. La verdad… no soy muy bueno escribiendo cartas, pero esta es una tarjeta, solo tengo que ponerle que es lo que siento. “No te preocupes, no voy a espiarte. Escribe con comodidad” me dijo la mayor guiñándome el ojo. Bueno… está bien, escribiré a Dennis que lo quiero mucho y que estoy completamente feliz de que seamos novios. Muchas gracias por ser tú Dennis. Cuando terminé de escribir cerré la tarjeta y sonreí. Saqué mi billetera y le pague a la chica de la tienda, cuando ella estaba guardando el dinero en la caja registradora recibí un mensaje a mi celular.
- Es Dennis -dije en voz alta antes de ver mi celular, seguro debía ser él.
- Ah… entonces por eso es la D -me sonrió.
Yo también le sonreí, esta chica es simpática y como que me cae bien, volví a leer su nombre en el rectángulo de metal que tiene colgando en su blusa, ya saben esos que dicen: “Hola, mi nombre es…” de esos estoy hablando, bueno ya es hora de salir para ir a encontrarme con mi novio.
- Muchas gracias por tu ayuda -le dije sonriendo.
- De nada amiguito, dijo Jeremy. ¡Nos vemos! -despidiéndose de mi con su mano.
- Chao Yasmín, gracias.
Luego de despedirme salí de la tienda con la tarjeta en mis manos y también saqué mi celular del bolsillo para leer el mensaje que llegó, no me equivoqué es de Dennis, me dice que ya está llegando al parque. Apresuro el paso y luego miro la hora ¡Waoh! Faltan menos de diez minutos para las nueve, saldré del centro comercial e iré directo al parque, ya tengo el regalo para mi peque.
--------------------------------------------------------------------
Ahora sí estoy en el parque, son las nueve y dos minutos y sé que Dennis es muy puntual, camino mientras veo la vista nocturna del parque, en su mensaje me dijo que me esperaría en una banca en especial, la que está debajo de un gran árbol, si no me equivoco es un roble o eso creo. Creo que no les dije como estoy vestido, tengo un pantalón blanco que es un poquitín ajustado, una camiseta verde oscuro con la imagen de la torre Eiffel y unos tenis azules, además de un reloj de pulsera color blanco también. Ya estoy llegando a nuestro punto de encuentro, veo a Dennis sentado en esa banca mirando hacia arriba, observando las ramas de ese alto árbol, aprovecho de que está distraído y escondo la tarjeta en mi espalda, camino rápido hacia el castaño y me siento a su lado, él no es tan despistado como para no darse cuenta que ya estoy a su lado y me sonríe.
- Jeremy ya llegaste.
- Hello my little boy -lo saludo.
- Oye yo te enseñé eso ¿no que soy yo el que habla ingles?
- Hace tiempo que no te escucho -dije aún escondiendo la tarjeta en mi espalda.
- Well… wait! What are you hiding there? Let me see!
- ¿Qué?
- No te hagas, jajaja ahora enséñame que traes ahí -dijo tratando de ver que tenía.
- Está bien, tú ganas, tú ganas… pero cierra los ojos primero.
- If you want…
Mi castaño cerró sus ojitos, me fijé bien en que no hacia trampa y luego le di un rápido beso en los labios, como cuando recién comenzamos a ser novios, solo usando los labios.
- ¿Y eso? -dijo abriendo un poco los ojos y con su sonrisa infantil.
- Dennis estoy enamorado de ti, quiero que tú y yo seamos más que amigos… quiero ser tu novio -dije haciendo como si me le estuviera declarando.
- … -Parece que mi pequeño está pensando en la situación, le daré otra pista.
- Por favor, hace tiempo que yo te quiero… me di cuenta que me gustas mucho, eres muy guapo.
- Yo… yo no sabía que te gustaba… -¡Sí! Ahora mi niño me está siguiendo el juego, es lo máximo como puede entenderme tan bien.
- A-Ahora lo sabes… hasta te hice algo… para ti.
Saqué la tarjeta que tenía escondida y la puse en sus manos, ahora si podía ver que no estaba actuando cuando la vio, vi sus ojitos cafés examinar los detalles de la tarjeta que tenía en sus manos y eso que aún no la abría. “Jeremy, eres genial” me dijo mirándome a los ojos- Estaba por darle otro beso cuando sentí que alguien nos veía, voltee y vi que varias personas que transitaban por el parque nos estaban mirando, unos con cara como de asombro y otros como queriéndose reir. Yo me puse nervioso, había olvidado casi por completo que el parque es aún más transitado por la noche. Dennis también vio que se nos habían quedado mirando, pero en lugar de congelarse como yo, me tomó de la mano y salió corriendo conmigo, y mientras corríamos veía como se reía, estoy seguro que le pareció gracioso que nos hayan visto en público así. Corrimos de la mano hasta estar en una zona más apartada del parque ahí por fin descansamos y mi castaño volvía a reírse.
- ¿Qué es tan gracioso?
- Es que… ¿viste? No se creían que dos niños pudieran declararse así, Jajaja.
- Bueno, creo que tienes razón. Pero… aun no me respondes.
- Jaja, ¿Qué?
- ¿Quieres ser mi novio?
- Claro que sí, ya lo somos, y tú también me gustas.
- Gracias por seguirme en mis juegos… creo que tú en serio me entiendes.
- Tengo que hacerlo, me enamoraste -sonrió más- además me gusta cuando jugamos así.
- En serio que conocerte Dennis… fue una de las mejores cosas que me haya pasado -le dije tomándolo de las manos.
- Yo siento lo mismo por ti, en serio que sí.
Nos besamos ahí, juntamos nuestros labios en un cálido beso, primero de forma inocente y luego intenté meter mi lengua entre sus delicados labios, mi peque abrió más su boquita y dejó pasar mi lengua, sentí que toqué sus dientecitos y luego llegué a su lengua, su cálida, húmeda y suave lengua. Ese beso fue en serio genial, uno suave y lleno de ganas y por supuesto de amor, un amor de niños-adolescentes, pero amor de en serio.
Luego de separarnos por falta de aire nos dimos unos piquitos más, y cuando ya nos separamos Dennis sacó la tarjeta que estaba debajo de su brazo y la volvió a mirar, esta vez si la abrió mirando y leyendo su contenido.
- Me encanta lo que escribiste y también tu foto ¿es esta misma ropa?
- Sí, la hice hoy.
- ¿Tú mismo? -me miró algo sorprendido.
- No solo, recibí ayuda… la hice en la tienda japonesa donde compramos tus orejas de lobo.
Estuvimos hablando ahí un por un rato, le conté sobre la tarjeta y de cómo me había ayudado Yasmín para hacerla. Luego nos pusimos a caminar, Dennis me contó que dentro de poco él y su equipo de futbol competirían en un torneo de deportes, me invitó para que vaya a verlo jugar, claro que voy a ir a animarlo, quiero verlo no solo jugar, si no ganar, sé que mi peque es muy bueno jugando futbol y además le encanta. Mientras caminamos no nos dimos cuenta que ya habíamos salido del parque, ahora estábamos caminando por las calles y algunas tiendas y restaurantes.
- ¿Estás lleno por la cena? -le pregunté.
- Ahora no.
- Qué bueno porque quiero invitarte a comer pastel.
- ¿Cake? Me encantan los pasteles.
- Sin duda eres un niño.
- Oye… -dijo fingiendo estar triste.
- Y por eso mismo me enamoré de ti.
Dennis tomó más fuerte mi mano, vi como bajo su carita todo sonrojado, me encanta hacer que se sonroje. Lo guié caminando a una pastelería que estaba cerca. Ahí comimos juntos cada uno un pedazo de su pastel favorito, él de vainilla por supuesto y yo de chocolate con crema.
--------------------------------------------------------------------
Ya son algo más de las diez de la noche, estamos los dos de nuevo en el parque, aunque no estamos por las zonas más transitadas, creo que también es justo que tengamos nuestra privacidad. Dennis guardó la tarjeta que le regale en uno de sus bolsillos grandes que tiene en sus bermudas, esa es una facilidad de usar bolsillos grandes. “Es genial estar tan tarde en la calle contigo” me decía mi peque mientras caminábamos por el césped, en una de esas me tropecé con una piedra que no la había visto y como estábamos caminando de la mano me llevé a mi castaño conmigo al suelo, que por suerte era suave césped.
- Jaja tontito, hiciste que nos calleáramos juntos -dijo arriba de mi.
- Lo siento.
- Oh claro que lo sientes ahora verás.
Entonces Dennis empezó una pequeña lucha de juego ahí mismo en el césped, mientras reíamos y jugábamos rodábamos por la hierba, estuvimos así por unos minutos hasta que al fin yo quedé sobré él, siendo el victorioso. Así que me dispuse a reclamar mi premio. Me acerqué lo suficiente y besé a Dennis en los labios, nos besamos en esa posición por un rato, luego me dispuse a disfrutar del dulce sabor de su cuello, lamiendo y besando su tersa piel, mientras escuchaba como trataba de no gemir con fuerza ante mis estímulos. Es cierto que hacer esas cosas en un parque es algo raro, pero de cierta manera como que me excita saber que estamos en un lugar público, no creo que nadie nos pueda ver aquí pero igual me emociona hacerlo aquí, creo que debo un poco loquito, oh bueno.
- Jeremy ¿está bien si nos quitamos la ropa?
- …
- Estoy bromeando, Jajaja, no creas que lo haríamos aquí ¿no?
- Bueno… sería más cómodo en una cama…
Mientras yo pensaba en algunas cosas pervertidas con Dennis incluido, mi novio me volvió a besar y sentí que esta vez él estaba llevando el control, fue rico… algo raro pero también excitante, sentí sus manos acariciar mi cabello y luego profundicé más nuestro beso, sentir los dulces labios de Dennis chocar con los míos es simplemente sublime. Sé que no nos podemos quedar mucho rato más, le dije a mis padres que estaría en casa antes de las diez y media y además no quiero llegar muy tarde con mi castaño al edificio. Pero bueno un ratito más de besos de verano aquí y luego ya nos vamos a casa juntos.