Capítulo 23 - Día soleado
Es uno de esos días de verano en que solo quieres quedarte en casa, puedo ver por la ventana del living lo iluminada que está la ciudad por los rayos del sol… es casi medio día y estoy viendo la televisión, no ¿a quién quiero engañar? Eso no es del todo cierto, es verdad que el televisor está encendido pero a lo que realmente le estoy prestando atención es a mi castaño dormido aquí con su cabeza recostada en mis piernas, hemos pasado la mañana juntos y hace rato se ha quedado dormido. Mientras su cabeza descansa sobre mis piernas yo acaricio su cabello con lentitud y cariño, también admiro su belleza, la belleza de su carita y lo pacifico que puede ser. Sus mejillas son inmensamente suaves, a veces me pregunto si algún día Dennis y yo viviremos juntos cuando seamos grandes, creo que sería muy bonito, estar así con él justo como estoy ahora… él dormido aquí conmigo y yo acariciándolo. Pensar en eso me hace sonreír, de pronto escucho como la cerradura de la puerta principal se abre y veo a mi mamá entrando al departamento.
- Hola ma’ -le digo no muy fuerte y levantando mi mano libre.
- Hola Jeremy -me saluda sin levantar mucho la voz, ya vio que Dennis está dormido.
- ¿Saliste antes del trabajo?
- Algo así, tuve que venir por unos papeles pero creo que ya los llevaré después, hoy ha sido un día algo agotador.
- Eso parece -le sonreí.
Mi mamá caminó un poco por el departamento, creo que está buscando los papeles que me dijo, mientras ella está en lo suyo yo le doy una última caricia al cabello semi-ondulado de mi novio y quito mi mano de su cabeza, luego de dos o tres minutos escucho los tacones de mi madre acercarse de nuevo, veo que esta vez trae consigo un vaso con té helado, ahora está de pie frente a mí apoyando su espalda en la puerta principal. A mi madre siempre la he considerado una mujer hermosa, tiene una figura esbelta, que ha sabido conservarla muy bien hasta después de su embarazo, ósea ya saben: yo. También tiene el cabello rubio oscuro como yo y sus ojos son como dos almendras, mi papá dice que cuando la conoció pensó en casarse con ella desde entonces. Ahora mismo veo como me mira con una pequeña sonrisa en sus labios, yo conozco bien a mi mamá, sé que está pensando en algo y por su sonrisa sincera, no creo que esa en algo que no le guste.
- Tu amigo se quedó dormido.
- Aja… hace rato que lo está, estábamos viendo tele pero creo que a él le dio sueño.
- Dennis y tú son muy buenos amigos ¿cierto hijo?
- Sí mamá… es casi como si fuéramos hermanos -aunque no me gusta mentir en ese aspecto… aún no me siento listo para contarle algo tan importante, por lo menos no ahora mismo.
- Me alegro -amplió su sonrisa- Dennis es muy buen chico Jeremy, es de las personas que sacan lo mejor de ellas mismas, sabes que soy buena leyendo los ojos.
“Leer los ojos” eso es un decir, mi mamá también considera que los ojos son como las ventanas del alma y ella dice que es buena para saber si una persona es buena de verdad o solo aparenta serlo, me ha contado que esa “habilidad” por llamarlo así, la ha ayudado a escoger bien a sus amistades. Y que ella me diga eso de mi pequeño Dennis, hiso que saliera nuevamente una sonrisa de mis labios.
- Lo sé ma’… ¿Sabes? me gusta mucho que nos hayamos mudado aquí.
- ¿En serio?
- Aja… este lugar es genial y la playa, el sol… todo eso -cuando dije lo ultimo involuntariamente voltee a ver a mi castaño aún durmiente.
- Entonces estas contento -dijo ahora sentándose al otro extremo del sofá, al lado de mi novio.
- Sí.
- Sí tú estás contento, yo también lo estoy hijo.
Mi madre y yo nos miramos y nos sonreímos, no es raro que lo hagamos, solo que ahora siento como que todo podría estar bien si… oh! Mi peque acaba de moverse, aún esta dormido pero ahora se me ha acurrucado más a mí, eso en serio me hace sonrojar y más aún porque mi mamá está aquí de espectadora. Escuché una pequeña risa de su parte, luego vi como nos miraba a los dos, su mirada alternaba entre Dennis y yo, luego terminó su vaso con té helado y se puso de pie.
- Hay más té en la refrigeradora por si tú o Dennis quieren tomar algo frio ¿sí?
- Sí.
- Ahora me voy volando, tengo que llevar estos papeles y luego ya regreso para almorzar y dile a Dennis cuando despierte que está invitado a almorzar con nosotros.
- Oh! Bien mamá, gracias.
Vi como mi madre fue a su habitación, tal vez para arreglarse un poco otra vez para salir, cuando estuvo otra vez aquí en el living estaba terminando de pintarse los labios. “Nos vemos en una hora, se cuidan ¿sí?” me dijo justo antes de darme un beso en la mejilla y luego salió del departamento cerrando la puerta con cuidado de no hacer ruido. Yo me quedé en silencio mientras volvía a prestarle un poco de atención al televisor, ahora que o pienso… estar aquí sin hacer nada más que relajarse si que puede dar sueño, tanto así que me está dando sueño ahora mismo. Con el pasar de los minutos siento como mis ojos se van cerrando poco a poco, parece que el sueño va a ganar la batalla esta vez.
Cuando estoy a punto de quedarme dormido escuché un delicioso bostezo ¿y de quien más? De mi delicioso novio. No sé todavía por qué pero es cierto que los bostezos son muy contagiosos por lo que yo también bostecé, mi peque se movió un poco y luego abrió lentamente sus ojitos. Se sentó en el sofá, al lado mío, tiene una carita de sueño y se está estirando, me vuele a mirar y también vuelve a bostezar, su carita cuando bosteza es un mar de ternura, en serio que lo es. Puedo decir con certeza que mi pequeño castaño es niño más hermoso que existe y lo mejor de todo es que lo amo. Dennis se refriega sus ojitos un poco y luego ya me mira sonriente.
- Buenos días…
- Buenas tardes diría yo peque… son un poco más del medio día.
- Pero me dormí como a las diez y media… ¿tanto me dejaste dormir?
- No me atrevería a despertarte otra vez.
- Oh… espera… what is it?
- ¿Qué cosa? ¿tengo algo? -dije mientras Dennis tocada mi mejilla con sus deditos.
- Tienes lápiz labial en tu mejilla… ¿alguna chica estuvo aquí mientras dormía? -me dijo de forma seria, en serio que el lado celoso de Dennis me podía llegar a sorprender.
- Bueno… sí, vino una chica muy guapa.
- ¿Y por qué te beso? ¿Acaso la conozco? -dijo frunciendo el ceño esta vez, no exagero cuando digo que mi peque enojado aparte de sorprenderme ahora también me está dando ternura.
- Pues conoces a mí mamá ¿no?
- Ohh… tu mamá… yo lo siento…
- Jaja, no pidas disculpas… eres hermoso hasta cuando te enojas.
- Es que… está vez me puse celoso sin razón y ya sabes cómo me pongo cuando estoy así…
- Nah, olvídalo… en realidad me halagas un poco con tus celos -le giñe el ojo.
Mi castaño levantó la mirada para verme otra vez y ahora si vi media sonrisa en sus labios, luego se me ocurrió algo, me levanté del sofá y fui por un pequeño espejo y uno de mis pañitos húmedos, fui con todo eso al living otra vez. “Me ayudarás a limpiarme el labial ¿bien?”.
- Lo puedes hacer tú solo.
- Yo te pinté la cara como tigre a ti, ahora quiero que me ayudes a quitarme el labial de mi mejilla.
- Bla, bla, bla, está bien -pronunció de forma divertida.
Cuando Dennis y yo terminamos de quitarme el lápiz labial de mi mejilla, que en realidad solo fue una excusa para que el peque me atendiera en algo, él juntó su carita con la mía, haciendo que nuestras narices se froten una contra la otra. Yo no tardé en jugar así con él y morderle con cuidado su labio inferior y cuando lo solté Dennis soltó un pequeño gemido que hiso que mis sentidos se cautivaran, después de su delicioso quejido nos besamos apasionadamente ahí, es casi, casi increíble que de los besos muy infantiles que nos dábamos al principio ahora nos besemos de forma tan apasionada, tal vez es cierto lo que decía la profe de literatura, que la naturaleza humana es muy apasionada. Oh bueno, si así es la naturaleza humana…
Abrí los ojos de par en par cuando sentí la lengua de mi peque jugando con mi oreja izquierda, su húmeda y tibia lengua… me hace sentir un cosquilleo demasiado agradable y también mi entrepierna está reaccionando. Tomo a Dennis de las caderas y hago que se acomode entre mis piernas mientras me hace sentir rico, pueden llamarme mil veces pervertido pero ahora mismo estoy manoseando las nalgas de mi novio por debajo de sus bermudas y sobre su bóxer, es realmente excitante tocarlo aquí.
- ¿Quieres ir a mi habitación un ratito?
- ¿Tus papás no van a llegar para almorzar?
- No problemo, mi mamá te invitó a comer con nosotros.
- Oh, gracias. Pero yo no me refería a eso Jere…
- Tenemos media hora antes de que vengan.
- Media hora… ¡eso es emocionante! Let’s go!
Dennis me tomó de la mano y fuimos corriendo a mi habitación cerrando la puerta con seguro. Unos diez minutos después yo ya estaba con mis pantalones abajo y Dennis me está masturbando a su ritmo con su mano derecha. Yo me muerdo el labio inferior, estoy sentado en la cama mientras que mi novio esta de rodillas en el suelo frente a mí. La excitación que corre por todo mi cuerpo es inmensa y me invade de placer.
- D-Dennis… ya no voy a soportar más… ¿puedes hacerlo?
- ¿Y cómo se pide?
- Please…
- Así me gusta… Jeremy educado -sin esperar más, Dennis lamió con su deliciosa lengua la punta de mi glande, haciendo que yo gimiera de puro placer.
Esta vez no tuve que guiar sus movimientos sujetando su cabeza, cada vez que sentía la lengua suave y tersa de mi castaño tocar mi pene me perdía en un mundo de placer puro, a este paso perderé el control rápido, mis manos aprietan las sabanas, cuando sentí que mi pene estaba por completo dentro de la boca de Dennis me deje caer sobre la cama extasiado por completo. Siento como Dennis juega con mi miembro, lo lame, lo masturba y también lo chupa, si lo que quiere es que eyacule lo va a lograr en cualquier momento y si lo que quiere es darme placer lo está haciendo perfectamente. “¡Dennis voy a eyacular!” advertí y como en nuestra primera vez en lo más íntimo sentí la lengua de mi novio envolver mi glande, haciendo que ya no me resista más y me viniera.
Ahora estoy respirando de forma algo agita sobre la cama, y siento como mi novio también en ropa interior gatea hacia mí, ahora me mira desde arriba ya que en este momento estoy debajo de él.
- No es por fastidiarte… pero no te salió mucho -dijo señalando sus labios.
- Lo que pasa… uff… es que ayer en la noche estuve pensando en ti, después de nuestra salida nocturna.
- ¿Estuviste pensando en mí?
- Sí, ósea… ayer a la hora de acostarse yo… estuve pensando en ti mientras… eso, ya sabes…
- ¿Te tocas pensado en mí?
- Pues claro que sí… eres mi novio, bobito -dije muy avergonzado.
- ¡Eres tan lindo! -sonrió muy grande- solo no me llames bobito -me sacó la lengua.
- Jaja, no quiero -le hice el mismo gesto.
- ¿Me dejas besarte?
- Claro ¿Cuándo te he negado un beso?
Sin decirnos nada más nos besamos, en ese beso dulce podía sentir algo de un sabor muy peculiar… ya sé lo que es… y sé que es mio… aunque me da algo de pena, no me importa ya que en este momento lo que más disfruto es de besar a Dennis que besa de forma increíblemente bien, para mí él besa así: tan dulce, tan picante, tan delicioso y caliente.
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Son las cinco de la tarde ahora, después de almorzar con mis padres y que mi peque y yo jugáramos un buen rato con el Wii, vinimos al club a jugar un poco más pero ahora al aire libre, estamos jugando él y yo basketball, no estamos llevando puntaje solo competimos por diversión. De pronto escuchamos un “Chicos…” y volteamos juntos sorprendiéndonos un poco al ver que la persona que nos llamaba es Marco.
- Chicos… ¿podemos hablar los tres?
- ¿De verdad quieres hablar Marco? -dije esta vez.
- Sí -dio algunos pasos hacia nosotros- quiero hablar con ustedes… que me expliquen bien las cosas.
- ¿De qué cosas hablas? -volví a hablar.
- Ehh… de cuando los vi… cuando los vi besándose ese día en la piscina.
- Nos queremos, por eso nos estábamos besando -dijo de forma directa mi novio mirando la pelota naranja que sostiene en sus manos.
- Malena me dijo que son novios.
- Te dijo la verdad Marco -hablaba yo de forma clara pero no cortante, todo esto que nos ha pasado últimamente… como que me ha hecho madurar de cierta manera.
- ¿Ósea que están enamorados… uno del otro?
- Así es… o ¿nos dirás que te molesta eso? ¿nos vas a gritar otra vez ahora que sabes que Jeremy y yo nos gustamos? -mi peque se acercó más a nosotros, podría jurar que su voz suena como si estuviera algo enojado.
- No… yo… me porté en serio muy mal esa vez…
- Pero igual te molestaste -pronuncié.
- Y nos gritaste.
- Ya sé, ya sé… chicos, en serio lo siento, no es que los odie por que se gustan, no los odiaría por eso.
- ¿Entonces? -Dennis en serio que busca explicaciones, bueno yo también estoy atento a los que nos cuenta Marco.
- Miren mi punto de vista… los vi directamente cuando se estaban besando… en ningún momento pensé que los dos se gustaban y cuando me enteré así de golpe… fui muy impulsivo y por eso me dispulpo, por gritarles también.
- ¿Te molesta que Dennis y yo estemos enamorados?
Vimos como Marco dio un suspiro, luego nos miro a los ojos y negó con la cabeza. “No me molesté por eso, si los dos se gustan… bueno si los dos se gustan está bien” nos dijo.
- Entonces ¿por qué te molestaste esa vez?
- La verdad… me molesté porque no me lo dijeron antes… pensé que me tenían más confianza.
Dennis y yo nos miramos a los ojos, tal vez si le hubiéramos contado a Marco antes… en realidad ese si era un buen punto.
- No es no te tengamos confianza, pero en serio es difícil decirle a alguien ¿entiendes?
- Sí -dijo asintiendo la cabeza el de cabello negro.
- ¿Podemos ser amigos de nuevo Marco? -dijo mi castaño.
- Yo les iba a preguntar lo mismo ahora -sonrió.
Los tres nos reímos un poco ante la situación, al final la amistad no se había perdido después de todo eso. Y es una verdadera alegría. Después de conversar un poco más y ahora sí haciéndonos algunas bromas sin doble sentido para animarnos más ya nos pusimos a jugar basketball los tres juntos, aprovechando el día soleado que el cielo ofrecía, las buenas noticias en serio que son buenas cuando llegan.
Ya han pasado dos días desde que Marco nos pidió disculpas por su reacción de ese día e hicimos las paces, en este momento estoy caminando rumbo a mis clases de surf, desde que descubrí que el consejo de Gianfranco era una mentira no he ido, pero ya me toca ir hoy, no puedo dejar pasar más días. Es la primera vez que lo voy a ver a ese chico desde que intentó besarme y la verdad me da coraje eso… aparte que casi hace que mi peque se enoje de verdad conmigo, en fin. Si me habla tendré que ignorarlo o algo así supongo. Mientras sigo caminando siento que me llega un mensaje a mi celular. Es de mi peque.
<< Jeremy adivina que… Valery regresó, SI!! Esta aquí en mi departamento, ahorita se fue al baño y estuvimos hablando de algunas cosas… estuve a punto de contarle de lo nuestro pero… me acaba de decir que ese chico que le gusta es Gianfranco, no sé si contarle o no Jere… :S >>