Capítulo 5 - ¿Estamos cambiando?
¿Cómo deje que esto pasara? No debería estar aquí… no quiero estar aquí pero aún así… no, esta vez no tengo ninguna excusa, nada de lo que diga en este momento es una excusa válida. Dennis debe estar ya en la mitad de su clase de karate y yo aquí entre juegos de video en el Arcade del centro comercial. No tienen que decirme nada, la verdad es que yo también estoy muy incomodo. Me siento mal conmigo mismo… yo no me suelo comportar así… ¿dejé que mis amigos y Gianfranco me trajeran aquí? Ya ni sé cuál es la respuesta a esa pregunta, solo sé que estoy aquí y que mi peque debe estar esperándome mientras entrena… eso es algo que yo nunca hubiera hecho antes, dejar plantado a mi peque… No, definitivamente yo no me comporto así.
- Oye Jeremy ya deja de estar tan serio y juega de una vez.
- No quiero Dan… les dije que no quería venir -le respondí cruzándome de brazos.
- Vamos amigo, no seas tan gruñón.
- No lo soy, solo que tenia cosas que hacer.
- ¿Ver a ese chico Dennis en su karate? ¿Qué tanto tienes que hacer con ese chico? -preguntó esta vez Brandon que está a mi lado esperando su turno en el video-juego.
- Que es algo importante para él y le dije que iría a verlo -le respondí sin dudar.
- Ok, pero…
Brandon no terminó de hablar porque Gianfranco le pasó el arma mecánica, estamos en uno de esos juegos de disparar así que cuando Brandon tuvo esa arma en sus manos se le olvidó todo. Mientras que Mario fue por más fichas para los juegos, ahora estamos solo Gianfranco y yo… mi incomodidad aumenta de cierta manera.
- Ya, tranquilo Jeremy… tu pequeño novio no ha de molestarse -me dijo en voz muy baja, para que solo yo pudiera escuchar.
- Tú sabes que si se molesta tiene toda la razón del mundo… soy un tonto en este momento.
- ¿Tonto por qué? Sí te ven con ese niño mucho todos los demás van a pensar que son algo más que amiguitos, tu sabes…
- ¿Y eso qué? -pregunté medio desafiándolo.
- Jaja… si en verdad no te importara no estarías aquí ¿no crees?
- …
- Mira Jeremy… es algo normal que actúes así, que dos chicos estén juntos y los vean tan…
- A ti también te gustan los chicos ¿no te gustaría que te dejen tranquilo por eso?
- Shhh… baja la voz, ellos no estarán concentrados tanto rato.
- Responde mi pregunta -le dije todo serio.
- Sabes que sí, pero ya cosa es que yo no tengo novio, tú sí… y si los ven muy juntitos…
- Antes no me importaba…
- Tu mismo lo dijiste… eran vacaciones, ahora todos los ven.
Lo que me dijo Gianfranco me dejo pensando… tiene razón… antes no me importaba mucho que la gente nos mirara, solo me preocupaba por nuestros padres, porque hasta a nuestros amigos se lo dijimos… pero a toda la demás gente… ¿no me importaba porque no los conocía? ¿Será eso? Ahora estamos otra vez en la escuela y todos nos verían… Dennis y yo quedamos en que lo nuestro sería un secreto en la escuela pero… si eso implica tener que evitar al chico que amo… ese no soy yo, a mí no me importaría eso, solo quiero estar con mi peque, con mi Dennis. Y sé que a él también le encantaría que yo estuviera con él en este momento. No he estado actuando como yo mismo estas últimas semanas. No sé si me entienden… pero ser uno con Dennis y ser otro con mis amigos de la escuela… eso no está bien y tampoco creo que a Dennis le agrade eso de mí.
Pero puedo arreglar las cosas todavía, ya me di cuenta de mi error, ese es el primer paso ¿no? Ahora lo que tengo que hacer es salir de aquí, ir a buscar a mi lindo peque. Sin decirle nada a nadie salí de ahí, apartándome de mis compañeros, solo tengo que salir por la puerta y listo… pero ahí viene Mario, al menos tengo que despedirme de él, es un chico amable y no quiero que piense que soy un maleducado.
- Hey Jere, ya traje las demás fichas.
- Qué bueno, pero la verdad es que yo ya me estoy yendo Mario.
- ¿En serio? Qué pena amigo, yo esperaba que estuviéramos todos juntos ahora.
- Hubiera sido divertido -le sonreí- pero en serio quiero ir a ver a Dennis, le dije que estaría con él hoy y no quiero decepcionarlo.
- Entiendo, está bien. Le pasas mis saludos entonces -me dijo mi amigo, en serio que sí sabe respetar mis decisiones, eso es bueno.
- Claro que sí, verás que otro día saldremos nosotros.
Ya me había despedido y estaba por salir cuando me di cuenta que los demás chicos también habían llegado, ahora saben que ve voy a ir, pero bueno de todas formas ya se habrían enterado de eso, es obvio.
- ¿Qué pasó? -preguntó Brandon.
- Jeremy tiene que irse ahora -respondió Mario.
- ¿Qué? ¿otra vez estas con eso que querer ir a ver a ese que defiende a los maricas?
Ok… la sangre me empezó a hervir, si Brandon sigue con esta actitud no lo voy a tolerar, aprieto mis puños, intentando calmarme un poco.
- No le digas así, recuerda que Dennis es menor que nosotros -dijo esta vez Dan.
- Pero igual no está bien… ¿Qué tal si ese chico los defendió esa vez porque también es un marica?
- ¡Brandon! No le digas así a Dennis -dije yo a punto de explotar, las palabras que usa… ahora sé porque mi peque se molestó tanto esa vez.
- Ya sé que lo quieres como si fuera tu hermanito, pero en serio Jeremy, ¿Qué tal si se enamoró de ti?
- …
- Jaja, no seas paranoico, todos somos chicos -dijo otra vez Dan, como que no quiere que nos volvamos a poner a discutir.
- Ya sé, pero ese niño está mucho rato con Jeremy ¿no les parece raro? Deberías decirle que ya no se junte tanto contigo.
- ¿Y por qué? ¿tiene algo de malo a que a mí me guste pasar tiempo con Dennis? -le respondí de una vez.
- …
- Él es un chico genial, desde que lo conozco me he encariñado mucho con él, no me puedes decir que le diga algo que yo no quiero.
- Ya tranquilo Jeremy… casi pareciera que también te gusta ese rarito-eso fue lo último que dijo Brandon.
- … Le vuelves a decir “rarito” a Dennis y yo mismo te daré una paliza.
Esa fue la última frase que utilicé, ahora solo nos estamos mirando a los ojos… yo todo enojado y Brandon como si me estuviera analizando… antes de que me responda con alguna otra cosa mejor ya me voy. No dije nada otra vez, solo me di media vuelta y salí de ahí, les agradezco a los demás por haberse quedado callados, creo que el único que tiene problema con que me vea con mi peque es ese idiota de Brandon… puede tenerse conmigo, ¡pero con mi Dennis jamás! De solo escuchar que le dijo rarito hiso que me molestara mucho, es verdad lo que le dije, si le vuelve a decir algo como eso ya se las verá conmigo. Iré al baño antes de salir del centro comercial, tengo que lavarme la cara, estoy seguro que debo estar rojo por lo molesto que me puse ahora mismo.
Bien… me siento más refrescado, estoy bajando hacia el estacionamiento, por ahí es mucho mejor salir ya que la salida da directamente hacia la escuela. Rayos estoy en otro problema, estoy seguro que ya no llegaré para la clase de karate, seguramente ya está por terminar.
- ¡Hola Jeremy! -escuché una voz muy familiar detrás de mí.
- ¡Marco! Hola ¿Qué haces aquí? -me acerqué a mi amigo que está bajando de su bicicleta, seguro ya va a estacionarla.
- Le dije a Malena que iríamos al cine hoy, así que llegué temprano para comprar los boletos. ¿Y tú?
- Hoy tenía que estar con Dennis en su práctica de karate…
- ¿Practica? Pero ya están por terminar…
- Lo sé, lo sé… fui un tonto, deje que mis amigos me trajeran al Arcade.
- ¿Y Dennis?
- Esta dentro del dojo y lo peor de todo es que no le dije nada, no sabe que estoy aquí.
- ¿Vas para la escuela ahora?
- Sí, pero…
- Llévate mi bicicleta.
- ¿Cómo?
- Que te la lleves, irás mucho más rápido en ella, ya después me la devuelves. Anda no pierdas tiempo.
- Oye muchas gracias -dije ya tomando los manubrios- me estas salvando.
- Eres mi amigo, tengo que ayudarte a ti y a Dennis ¿no?
- En serio gracias.
- Ya ve de una vez.
Una vez nos despedimos partí hacia la escuela, tal vez no llegue para ver a mi novio entrenar pero no voy a dejarlo plantado, tengo que explicarle y pedirle perdón, por lo de hoy y también por algunas cosas más.
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Ya estoy a punto de llegar, detengo los pedaleos y siento como la bicicleta se va deteniendo, me bajo de ella y me dirijo a la puerta de la escuela… rayos, es más tarde de lo que esperaba, ya está cerrada, eso significa que todas las actividades de hoy ya terminaron. Me siento más idiota ahora… deje completamente plantado a mi pequeño novio. Me dejé caer de rodillas y golpeé el suelo con mi puño derecho.
- ¿Jeremy? ¿Qué haces ahí en el suelo? -escuché una voz dulce… esa voz solo puede ser de…
- ¡Peque! -dije después de voltear mi vista hacia él, está caminando hacia mí con sus dos mochilas, una de clases y otra por su ropa de karate.
- Levántate, no me gusta verte en el suelo -hice caso a lo que me dijo, estoy emocionado porque no se haya ido todavía.
- No te has ido todavía…
- Me estaba despidiendo de mis compañeros, se fueron por la otra calle, luego iba a regresar para esperar a que llegaras y bueno aquí estas.
- Lo siento, en serio lo siento -dije tomándolo de las manos.
- No regresaste… lo sé.
- No tengo ninguna excusa esta vez, en serio estoy apenado.
- Discúlpame tú a mí.
- ¿Qué? -lo que me acaba de decir no lo entendí en nada.
- He estado siento muy gruñón estos últimos días… ¿antes no era así verdad?
- Dennis… ¿no estás molesto?
- No, si no estuviste en el dojo debió haber sido por algo… yo pensaba que ya te estabas aburriendo de mí por ser tan enojón… perdóname ¿sí?
- Peque… nada de eso, yo no me aburriría de ti por nada, eres una persona tan buena… en serio, si yo me fui fue porque mis amigos me convencieron de irme, yo soy el que ha cambiado, antes no era así.
- Por tus amigos… bueno eso no es tan grave.
- Antes no me importaba el “qué dirán” tanto como ahora… pero sé que seré como antes, como en el verano… ahora en la escuela como que me he portado algo frio contigo.
- Mmm… solo un poco, pero sé que es para que nadie sospeche.
- Sí, pero tú no te mereces que te traté así Dennis, eres tan gentil y tierno conmigo… no debería cambiar mi actitud contigo nunca.
- … ¿Crees que estamos cambiando Jere? -me preguntó con una carita de preocupación.
¿Qué si estamos cambiando? Esa es una buena pregunta… en el Verano éramos nosotros mismos… casi no había impedimentos de esconder nuestros sentimientos, ya que estábamos juntos casi todo el día y era tan hermoso… La escuela y las miradas de los demás como que nos han puesto más nerviosos… eso debe ser… con mi peque no soy nada frio cuando estamos solos. Pero igualmente… no debo dejar que nada nos haga cambiar, en todo caso lo que estamos haciendo ahora no es madurar, madurar es diferente ¿cierto? Entonces si es que estamos cambiando… pues entonces no quiero que cambiemos, no quiero que nos ocultemos así, quiero que seamos nosotros mismos, no tenemos porque cambiar, tanto mi peque como yo no estamos haciendo nada malo y además… mi peque es el que no ha cambiado casi nada, él siempre un chico tan genial y tierno conmigo… los cambios si no son para bien entonces no hay porque hacerlos. Sí cambiaremos en algún momento que sea para ser mejores, ahora no necesitamos cambiar. Mi corazón late fuerte… pensar en todo esto me ha hecho sonreír.
- No es que estemos cambiando peque -dije al fin- solo nos hemos vuelto más tímidos.
- ¿Eso crees? Pero… ahora soy más pervert que antes… me da algo de pena decirlo pero… ya me di cuenta de eso.
- Dennis… eso es porque estás creciendo, no tiene nada de malo -le dije para luego darle un beso en la mejilla.
- Está bien… pero tampoco quiero ser el señor enojón -dijo inflando sus mejillas, más tierno no puede ser.
- Pequeño, tú has sido un lindo enjoncito desde siempre.
No pudiendo resistirme apreté las mejillas de mi peque, en serio que es lindísimo y además sus mejillas son re-suaves. Mi niño se rió mientras le apretaba las mejillas y comenzó a hacerme cosquillas para que lo soltara, al final terminamos en una pequeña guerra de cosquillas ahí en la puerta de la escuela, que en este momento está completamente vacía y estamos los dos solitos. Cuando nos cansamos de tantas cosquillas nos sentamos en una de las gradas de las escaleras de la entrada.
- Ahora me siento mucho mejor… por un momento creí que ya no te gustaba porque está cambiando -me dijo él.
- Nada que ver, soy yo el que estaba cambiando…
- Oye mira a quien traje conmigo hoy.
Dennis puso su mochila de clases sobre sus piernas y la abrió, y entonces sacó a su lobito de felpa ¿recuerdan a Lobo?
- Oye… ¿Trajiste al pequeño Lobo a las clases?
- Sip, no quería sepárame de él en la mañana así que lo traje conmigo.
- Jajaja, que genio que eres.
- Yo te quiero mucho Jeremy, en serio que no me canso de decírtelo.
- Y yo no me cansaré de responderte que yo también te quiero mucho.
Juntamos nuestras frentes ahí sentado, con el pequeño Lobo sobre las piernas de mi peque.
- Dennis, te prometo que ya no voy a cambiar, quiero ser el mismo Jeremy que conociste en el verano.
- Eres el mismo Jeremy -me sonrió.
- Lo sé, pero lo que digo es que no tenemos que ocultar nuestros sentimientos tanto así, no volveré a ser tan frio.
- Ok, yo también te prometo que no voy a cambiar.
Mi peque y yo nos tómanos de las manos mientras nos sonreímos, lo abrasé lo mejor que pude son uno de mis brazos ya que con mi otra mano estoy sujetando su manita.
- Oye ¿y esa no es la bicicleta de Marco? -me preguntó.
- Sí, me lo encontré viniendo aquí y me la prestó para venir más rápido.
- Oh, ya veo… bueno ya que estamos bien ¿vamos a casa y te hago unos muffins?
- ¡Peque! ¿Ya sabes hacer muffins? -le pregunté muy alegre.
- Aún no, pero me puedes ayudar a hacerlos ¿cierto? -me giñó un ojito.
- Claro que sí, ya vamos a casa.
Ambos nos pusimos de pie, pero antes de dejar que Dennis avanzara hacia la bicicleta lo detuve, solo para darle un beso en los labios, un beso que tanto necesitaba. En serio te amo Dennis, eres mi hermoso príncipe… Aunque suene muy cursi, pero ya me conocen.