Capítulo 10 - Nubes grises
Estoy sentado aquí con cara de póker, escuchando lo que nos cuenta el hermano mayor de Malena… no sé pero no puedo evitarlo, estoy escuchando sus palabras más no quiero verlo, aunque esté sentado frente a mí. Creo que la razón está clara… Dennis está sentado a su lado y yo aquí en frente de los dos, sé que no debería sentir celos de Andrei ya que solo es el primo mayor de mi peque, además tiene 21 años así que no creo que me quiera quitar a mi castaño… sacudí mi cabeza de inmediato, rayos en las tonterías que a veces puedo pensar.
- Uy ¿estás bien? -me preguntó Malena que está sentada a mi lado.
- Sí, creo que fue un tic o algo así -dije excusando mi acción.
- Jaja, es la primera vez que veo un tic tac violento -interrumpió Andrei- aún voy a la mitad de mi carrera pero es curioso ver un tic de ese tipo.
- ¿Qué estudias en la universidad? -le pregunté.
- Medicina… ya lo había dicho.
- Mmm… creo que no estaba escuchando -dije bajando la mirada.
- Jajaja, ¿no será un desorden de atención?
- ¿Qué? Yo no tengo eso -dije medio molesto, pero no se lo haré notar.
- Tranquilo Jeremy, es solo una broma -dijo el mayor de pelo castaño dándome palmaditas en el hombro.
Para nada… no me gustó esa broma o lo que fuera, pero lo que menos me gustó fue ver a mi novio riéndose de la tonta broma que hiso su primo. Rayos ahora estoy más malhumorado…
- Voy a traer unas bebidas ¿está bien?
- Yo te acompaño Malena -me puse de pie y fui a la cocina con mi amiga, creo que será mejor que el mal humor se me pase.
- No te sientes muy bien ¿no? -me dijo en voz baja la castaña cuando entramos a la cocina.
- No es eso, estoy bien.
- Jeremy… se nota que estás medio incomodo.
- Bueno… yo no sabía que podía ser así de celoso -dije ya admitiendo mis sentimientos.
- Awww, creo que eso es lindo -dijo mirándome a los ojos.
- Ya sé que tu hermano no tiene la culpa, yo soy el celoso.
Mientras Malena y yo conversábamos podía escuchar las risas de afuera, aunque estuvieran esos dos solos. Rayos… no nunca fui tan inseguro, realmente me molesta está situación, no quiero estar celoso pero no puedo evitarlo. Malena sacó los vasos mientras yo ponía la gaseosa en la mesa de la cocina.
- ¿Sabes? Habían veces que Dennis venia conmigo y me contaba que sentía celos.
- ¿En serio? Bueno… mi peque sí es celosito, y eso me gusta.
- Mira, los celos no son solo una señal de inseguridad Jeremy, también son una señal de que esa persona te importa, que no quieres que se rompa la buena relación que tienen.
- Ahhh… no lo había visto de desde punto.
- Aja, así que yo también tengo un buen motivo para ser celosa con mi Marco -la castaña me giñó un ojo.
- Jajaja, ¿todos en tu familia son celositos o qué?
- Jaja, no te pases.
Los dos nos sonreímos, las palabras de mi amiga en serio me han hecho sentir mucho mejor, entonces creo que mis celos ya no están tan mal después de todo, además… ¡vamos! es solo su primo y Dennis solo me quiere a mí, yo lo sé y él ya me lo ha demostrado, así que ya puedo regresar sin ese mal humor que tanto me fastidiaba. Tomé la bandeja con los 4 vasos y Malena me abrió la puerta de la cocina para salir y los encontré en una escena que me hiso quedarme hay parado.
- ¿Y están bonitos?
- Sí, se están formando muy bien.
- Es porque también hago muchos abdominales -dijo Dennis con orgullo.
- ¿Y ya llevas un par de meses con tu karate, verdad?
- Sip.
Mi peque estaba de pie frente a Andrei levantándose la camiseta, enseñándole sus abdominales que se le están empezando a marcar… eso sí que me puso más celoso, esos abdominales tan bonitos son solo para mí. Empecé a caminar de nuevo y puse la bandeja en la mesa de centro del living. “Oh genial, ya llegaron las bebidas” escuché la de Andrei. Miré a los ojos a mi peque y esté me sonrió, como si no se diera cuenta de mis celos… bueno no puedo culpar de nada a mi peque, lo quiero demasiado como para exigirle que no se alegre de encontrarse con su primo una vez más. Malena y yo nos sentamos de nuevo en el sofá frente a ellos. Dennis se volvió a sentar al lado del mayor y ya cuando estábamos tomando los vasos sonó el timbre, fue Malena la que fue a abrir.
- Hola a todos, lo siento por llegar tarde -dijo Marco entrando al departamento.
Imagínense lo nervioso que estaba nuestro amigo de cabello negro cuando tuvo que saludar al hermano mayor de su novia, seguramente estaba sudando en frio, esa escena si me dio algo de risa.
- Amor, él es mi hermano Andrei. Se va a quedar aquí en la ciudad por unos meses.
- Sí, mi facultad nos dieron vacaciones largas por un problema con el cambio de decano así que me estarás viendo cerca de mi hermana.
- H-Hola Andrei.
Cuando se dieron la mano fue súper gracioso ya que se notaba como Marco tenía nervios, ¿y cómo no sentirlo? Si Andrei es mucho mayor que nosotros y además todos sabemos como son la mayoría de hermanos mayores con sus “hermanitas”. Bueno entonces parece que yo también seguiré viendo al primo de mi peque por unos meses más, lo único que escuché fue que el castaño mayor estudia en el extranjero, en un país de Europa, pero por distraído no escuché cual, ammm… ¿Francia? ¿Rusia? ¿Alemania? Bah, la verdad es que me da flojera volver a preguntar, así que mejor lo dejo ahí.
- Bueno chicos ya que estamos todos, quiero hacer un brindis porque mi hermano acaba de regresar y si, un brindis con gaseosa -dijo Malena de forma divertida.
- Espera Male, falta un vaso para Marco -dijo Dennis dándose cuenta del detalle.
- Oh bueno, ustedes tomen los vasos de aquí y yo me traeré otro -Andrei se puso de pie y se dirigió a la cocina.
Aprovechando que el mayor se había ido por un instante, me levanté y rápidamente me senté al lado de Dennis, él volteó a mirarme yo le sonreí, lo que hiso que también me sonriera de una forma muy tierna, así es como me gusta, ver la hermosa carita de Dennis sonriendo y más aún cuando me sonríe a mí, eso me encanta.
Andrei regreso con su propio vaso de gaseosa y todos brindamos, espero que esta bienvenida valga la pena, pero bueno… mientras esté al lado del chico que amo, sé que voy a estar bien.
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Ayer nos quedamos en el depa de Malena hasta la noche, casi más de las once de la noche y debo aceptar que en realidad sí me terminé divirtiendo, más que nada porque el tema de conversación ya no era solo Andrei, si no también nos pusimos a bromear entre nosotros. Bueno, fue divertido… hoy es sábado y tengo muchas ganas de salir con mi peque. Como todas las películas interesantes ya las hemos visto hoy no vamos a ir al cine, más bien tengo ganas de ir al Arcade solo con él, además el lunes regresamos a la escuela y quiero aprovechar tiempo a solas con mi hermoso novio.
Ya pasó la hora del almuerzo y Dennis y yo estamos caminando todo abrigados hacia el centro comercial, ya sé que es invierno pero particularmente el frio se está sintiendo ya, y también el cielo está mucho más nublado que de costumbre.
- Mmmm… pareciera que puede haber una tormenta pronto -dije mirando al cielo.
- ¿Tú crees? En Londres era muy normal los días así de nublados -me respondió mi peque.
- Seguro que sí, pero está es otra región Dennis, aquí cuando está tan nublado, indica que va a haber una tormenta, solo espero que no sea eléctrica.
- ¿Por qué?
- Porque a veces se va la electricidad y luego me quedo aburrido.
- Jajaja, pero ahora estoy contigo, y ya no te vas a aburrir.
- Sip, hey… es una buena idea. ¿Qué tal si cuando caiga la tormenta corremos a encontrarnos tú y yo? Así pasaríamos la tormenta juntos.
- ¡Está bien! Me gusta mucho esa idea.
Dennis y yo nos tomamos de las manos ahí en la calle y nos miramos a los ojos, me encantan sus ojitos cafés, su mirada de niño bueno… aunque tengamos los guantes puestos sentir sus manitas es hermoso, me hace sentir cosquillas por todas partes, creo que siempre me voy a sentir así por Dennis, desde que lo conocí me hace sentir cosquillas… no hay señal más clara de que estoy enamorado de él.
- Oye… ¿quieres que nos besemos como en el video de mi tablet?
- Ehh… claro, pero aquí no.
- Jajaja, está bien, cuando estemos en el centro comercial ¿oki?
- Has estado viendo mucho ese video que te pasé ¿no?
- Jajaja… puede ser… me gusta vernos cuando nos besamos, me emociona.
- Pequeño travieso -le sonreí.
- Por tu culpa -me sacó la lengua.
Los dos nos pusimos a reír aquí en la calle, estos momentos con mi peque… son los mejores del mundo. Soltamos nuestras manitos y continuamos caminando al centro comercial, nos queda una buena tarde de juegos en el Arcade ¡a ver si está vez si nos sacamos un premio!
Ehh… sí, pues sí que nos sacamos un premio: una de esas cosas para hacer burbujas… bueno con tantos boletos que nos sacamos jugando y con tantas fichas que usamos teníamos que salir con algún premio ¿no? El cielo ya está oscuro y aún ni son las seis de la tarde, los días de inviernos vaya que son largos… y nocturnos. Mi niño y yo ya estamos regresando al edificio, mientras caminamos él está entretenido haciendo burbujas soplando y soplando.
- Oye Jere ¿y te divertiste?
- Claro que sí, siempre la paso genial contigo -le sonreí con toda sinceridad.
- Good! Aunque estabas medio gruñón cuando solo nos alcanzaron boletitos para estas burbujas, Jajaja.
- Claro que no -le acaricié el cabello para despeinarlo.
- Te dije que trajéramos también a Ángelo, a él le gusta mucho ganar en estos juegos.
- Ehh… bueno, hoy quería pasar el día solo contigo.
- Está bien, me divertí mucho.
Es cierto, hoy quería pasar el día de juegos solo con mi peque, Ángelo ciertamente nos podría haber ayudado mucho y también nos hubiéramos divertido pero… aún me siento algo penoso de lo que pasó el viernes… sé que estuvo bien lo que hicimos cuando estuvimos solos pero… si veo tan pronto a ese niño estoy seguro que me pondría muy rojo, como nos pusimos él y yo esa vez.
- No puedo creerlo -dijo una voz familiar y media burlona- entonces creo que mis sospechas no estaban mal.
- ¿Brandon? -dije volteando junto a Dennis, Brandon estaba detrás de nosotros y Mario también.
- Ahora sí ya no me pueden engañar. ¡Ustedes son novios o algo así! -dijo señalándonos con el dedo.
- Pero Brandon que están caminando juntos no significa nada -pronunció Mario que estaba con él.
- ¿Nada? ¡Míralos! Caminan pegaditos y sonrientes… por eso Jeremy lo defendía tanto a este pequeño Ma-
- ¡No te atrevas a llamarlo así! -exploté- ¡Estás loco si insultas a Dennis!
Deje a Brandon callado por unos segundos, seguro no pensó que reaccionaria así, pero estoy seguro que este idiota tampoco cerrará la boca por mucho tiempo, ahora no pienso retroceder ni un paso, nadie va a venir a agredir a mi Dennis y tampoco a mí.