Capítulo 12 - Tantas cosas que contar
Corrí persiguiendo a Dennis por varios minutos, lo llamaba una y otra vez pero no me hacía caso, finalmente cuando ya estábamos cerca de nuestro edificio yo estaba ya muy cansado, por suerte creo que Dennis también lo estaba porque se detuvo para tomar aire, ahí fue donde aproveche y yo alcancé, tomándolo de la mano. Cuando sostuve su mano sentí que yo era el único que estaba apretando, él no me sostenía y eso me preocupó un poco, no nos dijimos nada por unos segundos, nos concentrábamos en recuperar el aliento por esa carrera. Mientras ya podía recuperar el ritmo de mi corazón me di cuenta que mi novio no me miraba a la cara, solo escuchaba sus pequeños suspiros y cuando ya estuvimos con la respiración tranquila yo fui el primero que hablo.
- Dennis ¿por qué saliste corriendo así? ¿Y por qué estabas escondido ahí?
- Yo… yo no quería dejarte solo -dijo aún sin mirarme a los ojos, solo vi su carita de tristeza- quería saber por qué fuiste a hablar con ese tipo.
- Fui porque… ¿recuerdas el regalo que me dio en mi cumple?
- Sí…
- No solo era ese reproductor, eran también muchas canciones románticas.
- …
- Por eso fui a verlo, para-
- ¡Para corresponderle ¿cierto?! -me interrumpió de pronto- por eso salí corriendo… con ese abraso tan meloso que se dieron ya me dijiste todo…
- No, claro que no… déjame que te explique.
- No quiero escuchar nada -se soltó su mano de repente- estoy muy enojado contigo Jeremy.
Cuando me dijo eso, fue la primera vez que vi en su carita que estaba realmente molesto conmigo, ahora sus ojos cafés si miraban a los míos, pero su seño fruncido indicaba que no estaba nada contento… sentí una presión en mi estomago, estaba preocupado… por primera vez sentía miedo de que Dennis ya no me quiera hablar nunca más…
- P-Pero… yo fui a decirle a Gianfranco que ya no me siga diciendo que yo le gusto, porque…
- Porque también te gusta él…
- ¡Claro que no! Solo me gustas tú… -intenté darle un abrazo pero Dennis se me apartó separándose de mí.
- Yo también pensaba eso… tú me decías que me amabas Jere…
- ¡Lo hago!
- Yo… necesito estar solo -vi como ocultó su rostro mirando hacia abajo- Tal vez… necesitamos darnos un tiempo.
- No, yo no quiero eso. Solo déjame explicarte Dennis.
- ¡Déjame solo!
Con lo último que dijo me dio la espalda y fue rápidamente hacia la puerta eléctrica del edificio, vi como sacó sus llaves para abrir y luego cuando entró al edificio… mientras yo me quedé ahí de pie, no me lo podía creer… sentía el latido de mi corazón hasta mis oídos… el silencio me había alcanzado y la tristeza me invadió. Nunca me esperé que todo me saliera al revés, en vez de que todo mejorara porque Gianfranco ya no nos molestará más, ahora Dennis es el que está molesto conmigo y me pidió que lo dejara solo… que quiere que nos demos un tiempo… al recordar esas palabras sentí pequeñas gotas inundar mis ojos, así que con la manga de mi chaqueta froté mis ojos. Me quedé ahí de pie por algunos minutos pensado en lo que había pasado, estoy seguro que si Dennis me hubiera dado la oportunidad de explicarle todo sería diferente. Pero al contrario de estar molesto con Dennis por no haberme dejado decir nada en mi defensa… estoy triste, porque no sé cuando vuelva a ver su carita sonriéndome, cuando volveré a escuchar su linda voz diciéndome que me quiere… no me quiero enojar con él, podría hacerlo… pero no quiero.
Di un largo suspiro, las piernas ya me dolían de quedarme ahí parado por tanto rato, así que por fin di unos pasos. Antes de entrar al edificio miré hacia el cielo, el día está tan nublado como los anteriores… esa tormenta ya se tardó, pero por como se ve el cielo seguramente llegará en cualquier momento. Como sea… mejor entro al edificio, por salir tan temprano no he desayunado nada y me duele un poco el estomago. Es tan curioso… no sé si mi estomago me duele por el hambre o por la tristeza de no tener a mi Dennis conmigo ahora mismo… no lo sé.
Ahora mismo son casi las cinco de la tarde, el cielo ya se ve oscuro. Estoy recostado en mi cama, acabo de despertar hace un rato, después del almuerzo quise dormir un poco, tal vez así me sentiría un poco mejor… pero no funcionó, en cuanto me desperté recordé lo que pasó esta mañana y me siento igual de triste que hace algunas horas. Mirando hacia la blancura del techo de mi habitación perdí varios minutos… mañana es el primer día de clases luego de las vacaciones de invierno, ahora ya no siento nada motivado. Mi principal inspiración para ir corriendo a la escuela era poder verme con mi peque en los recreos y en la cafetería, ahora me siento solo… De pronto escuché unos golpes en mi puerta, di el consentimiento para entrar y vi a mi mamá entrar a mi habitación.
- Jeremy, tu papá y yo iremos al centro de la ciudad por un par de horas ¿quieres ir con nosotros o estás muy cansado?
- La verdad es que no estoy con muchos ánimos mamá -le contesté de forma tranquila.
- Sí, me he dado cuenta de eso desde el desayuno ¿pasó algo que me quieras contar? -dijo sentándose en mi cama.
- ¿Algo? N-No… solo que mañana empieza de nuevo la escuela y hoy me he sentido muy cansado…
- Bueno, sabes que me puedes contar lo que quieras y yo estaré aquí para escucharte.
- Sí mamá, lo sé… solo estoy cansado, ya se me pasará -le traté de sonreír.
- Muy bien, eso espero -me dio un beso en la mejilla- trataremos de estar aquí a eso de las siete.
- Ok, yo estaré aquí… tampoco tengo ganas de salir.
- Bueno, nos vemos después hijo.
Mi mamá salió de la habitación dejando la puerta entre abierta, me quedé ahí sentado mientras escuchaba que mis padres salían del departamento, cuando ya escuché puro silencio me estiré para relajar todos mis músculos, creo que ya debería salir de la cama, creo que hoy solo estaré tumbado en el sofá pasando los canales. Me destapé y me puse de pie para irme al living, estoy saliendo de mi habitación y de pronto siento mucho frio… creo que no hay nada como la comodidad de la habitación propia, pero la verdad es que ahorita quiero tumbarme en el sofá, mejor sacaré una manta de mi armario y me cubriré con ella en el sofá.
Ya han pasado más o menos cuarenta minutos desde que estoy aquí solito en el living, estoy viendo una película de dibujos animados y la verdad me ha sacado más de una sonrisa, me siento cómodo aquí cubierto por esta manta. Mientras seguía viendo la película escuché de pronto un trueno y eso me hiso dar un pequeño salto, soy un torpe no debí cerrar las cortinas de las ventanas, me puse de pie rápido y abrí las cortinas, dándome cuenta que la tormenta ya había llegado, aún no llueve demasiado fuerte pero las ventanas ya están empapadas… Ahh! Acabo de escuchar otro trueno, rayos… creo que será una tormenta eléctrica también. De pronto escuché el teléfono de la casa sonar y fui a contestar, era mi mamá, me estaba contando que mi papá y ella estaban tomando un café en una cafetería cuando la tormenta comenzó y ahora tienen que quedarse ahí hasta que acabe, me preguntó si yo estaba bien y le dije que sí, mi mamá me dijo que si se cortaba la luz que no saliera del depa y me quedara tranquilo. Después de hablar un rato más con mamá ya pude colgar, espero que la tormenta no dure demasiado y esos truenos que no paran de sonar…
Me volví a sentar en el sofá a seguir viendo la película, cuando al minuto escuché el timbre del departamento sonar, que raro… no esperaba ninguna visita para hoy y menos si hay una tormenta ahí afuera. Me levanté con todo y la manta y fui a ver por el picaporte… esperen… ¡Voy a abrirle!
- Dennis ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Y estás todo empapado!
Al abrir la puerta estaba ahí paradito mi lindo Dennis, mojado por la lluvia y temblando un poco por el frio, de inmediato lo hice pasar y cerré la puerta ya que afuera la lluvia había aumentado.
- Lo siento… estaba afuera en el parque cuando empezó a llover y vine corriendo -me dijo mi peque.
- Voy a traerte una toalla -voy rápido al baño y tomo una toalla, regresé en seguida y me puse a secarle el cabello yo mismo.
- G-Gracias.
- Quítate la chaqueta, esta mojada.
- Sí, y no te preocupes, es impermeable, mi ropa de adentro está seca ¿you see? -Dennis se quitó su chaqueta y la puso en el perchero.
- ¿Y… porqué viniste aquí? -pregunté sin dejar de secarle sus suaves cabellos.
- ¿Recuerdas que prometimos que cuando empezara la tormenta estaríamos juntos? -dijo mirando hacia otro lado y vi sus mejillas ponerse rojitas también.
- C-Claro que me acuerdo, solo que pensaba que después de lo que me dijiste está mañana…
- Yo… quiero hablar de eso contigo.
Dennis levantó su mirada para mirarme a los ojos… por fin pude ver esos hermosos ojos cafés acariciarme otra vez, esa mirada tan cautivadora… esos ojitos hermosos… sentí cosquillas en mi estomago de nuevo, pero esta vez esas cosquillas son agradables. En ese momento sonó el celular de mi peque y contestó de inmediato. “Mom? Sí, sí lo sé… estoy en el depa de Jeremy, es que nos encontramos abajo cuando empezó la tormenta… sí, está bien claro que se lo diré, estaré bien don’t worry… ok, see you” Después de ese dialogo Dennis cortó la llamada y guardó su teléfono.
- Mi mami dice que muchas gracias por cuidarme y que eres un buen chico…
- G-Gracias… eso está bien. Ven, vamos a sentarnos en el sofá.
En cuanto Dennis y yo tomamos asiento juntos, no pasaron ni diez segundos y se escuchó otro trueno pero esta vez las luces si se apagaron, como también el televisor, nos quedamos callados mirándonos, aunque estaba oscuro aún podía ver su carita.
- Y ahora se fue la electricidad…
- Sí… tengo una lámpara de campamento en mi alcoba, deja que la traiga. Toma, abrígate bien.
Cubrí a Dennis con la manta y tomé la toalla con la cual había secado su carita y su cabello, con la toalla en mis manos, la dejé a un lado del baño para que se secara y luego fui a mi habitación, iluminé con la luz de mi celular mientras buscaba esa lámpara de campamento en mi armario, finalmente logré encontrarla y la encendí, es una agradable luz, ni tan fuerte y ni tan suave. Ahora regresaré al living con Dennis.
- Listo, aquí está la lámpara, al menos ahora tendremos un poco de luz -supe la lámpara en el suelo y me senté la lado de mi peque.
- Sí, esta bonita…
- Dennis… ¿Qué hacías en el parque antes de la tormenta?
- Pensando.
- ¿Pensando en qué?
- … -mi peque se quedó callado mirando hacia abajo.
- ¿Peque?
- Te mentí… yo no quiero que me dejes solo… no quiero que nos demos un tiempo.
Mi castaño volteó a mirarme a mí de nuevo y pude ser una carita de arrepentimiento que en serio me llenó de ternura, vi también la sinceridad en su mirada. Rápidamente lo tomé de las manos.
- Jeremy lo siento… a veces hago las cosas sin pensar y peor aún cuando me pongo celoso… no era en serio todo lo que te dije, no quiero estar separado de ti.
- Ven -después de escuchar todo lo que me dijo solo pude abrasarlo lleno de ternura, en serio me está alegrando todo el día.
- Perdóname… está vez sí que me pasé de la raya… te dije muchas cosas feas -mi peque correspondió a mi abrazo y ahora siento como apoya su carita en mi hombro.
- Está bien, te perdono Dennis… te amo.
- Jeremy…
Nos quedamos callados por unos segundos, en este momento no importa si la lluvia hace ruido ni tampoco si los truenos y relámpagos tratan de sorprendernos, eso no me importa, lo más importante es que estoy aquí con mi Dennis y no podría estar mejor, es la única persona a la que amo tanto. Lo tomé de la carita con ambas manos y vi su pequeña sonrisa, llenó mi corazón de alegría… me acerqué a sus hermosos labios y lo besé, lo besé demostrándole el amor que siento por él… al sentir sus suaves labios contra los míos siento como fuegos artificiales dentro de mí, estos sentimientos tan únicos… sé que es amor.
- Gracias por perdonarme… lo único que me preocupa es que no estoy cumpliendo con la promesa que hicimos.
- ¿Cuál promesa?
- La de que no íbamos a cambiar… yo… yo me estoy volviendo muy celoso.
- Peque… tú siempre has sido un pequeño celoso -le sonreí
- ¿Tú crees?
- Sip, solo que después de conocer a Gianfranco recién sacaste tus garritas.
- Jajaja… no lo había visto de ese modo… pero igual lo siento.
- Está bien, ya te perdoné… ¿puedo ahora sí explicarte lo que en realidad pasó?
- ¿Lo de esta mañana? Cierto… ni siquiera te deje explicarme… que tonto…
- Ya, no digas eso. Déjame que te explique y ya -le dije acariciando su mejilla mientras asentía.
*****
Jeremy me explico lo que había sucedido, que ese abrazo que se dio con Gianfranco solo fue de “despedida” porque ya no nos iba a seguir molestándonos o queriéndose meter entre nosotros, eso espero… no quiero volver a ver a ese tipo coqueteándole a mi novio… fuck, creo que sí soy un chico muy celoso… bueno tengo que aprender a controlarme, hoy sí que me descontrolé y le dije a Jeremy cosas de las que luego me arrepentí, ahora que ya me explicó lo que pasó esta mañana ya me siento mejor. Estaba tan arrepentido de decirle a Jeremy que quería un tiempo lejos de él… claro que no quiero eso, yo quiero estar con mi novio de cabellos dorados y no estar lejos de él. Ahora mismo estamos recostados en el sofá muy acurrucaditos y abrigados con la mata sobre nosotros, yo estoy con mi cabeza recostada sobre el pecho de Jeremy escuchando sus latidos tan bonitos…
Me acabo de despertar hace como cinco minutos, nos quedamos dormidos luego de conversar y besarnos tan rico… sus besos me encantan, en serio siento que me ama cuando me besa, es una de las cosas que más me gusta en el mundo, besar a Jeremy. Espero que no hayamos dormido por tanto rato, él aún sigue dormidito y yo lo estoy mirando, su carita está tan cerca a la mía, es tan lindo… ¡Oh cierto! ¿La tormenta ya habrá terminado? Me levanto un poquito para ver por la ventana, sí… la lluvia parece que ya se está calmando mucho.
- Dennis… hola -escuché que me saludó mi chico de cabellos dorados.
- Hola, buenas noches dormilón.
- Jajaja, lindo… ¿Cuándo despertaste?
- Hace poquito, mira: la lluvia ya está parando, la tormenta ya terminó.
- Qué bueno peque. ¿Quieres que te lleve a tu depa?
- Puedo ir yo solito -le hice un puchero haciéndome el chiquito.
- Lo sé, pero quiero llevarte yo, para que tu mami vea que cuido de ti.
- Awww -se me salió- digo… está bien, pero en un ratito más, estoy muy cómodo aquí contigo.
Le di un beso muy suave en los labios a mi chico y luego me volví a recostar en su pecho, estoy tan a gusto y calentito con él… I am feel so good.
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Por fin estamos lunes de nuevo, ósea que las clases regresaron y las vacaciones de invierno terminaron… para mí tiene sus positivos y negativos pero igual me gusta venir a la escuela, en especial cuando veo a Jeremy en los recreos y los pasamos juntos. Well, el día apenas está empezando y estoy llegando algo temprano, lo que pasa es que mi primo Andrei a rentado un auto para él durante estos meses que se va a quedar aquí y hoy se ofreció a traernos a mí y a Malena a la escuela, le tuve que avisar a Jeremy que hoy no podría acompañarlo, ya que normalmente nos venimos juntos a la escuela, pero ya que, si Andrei nos ofreció traernos es auto está bien ¿no? Aunque la próxima vez le diré que también traiga a Jeremy.
- ¡Hey Ángelo! Por fin llegué tan temprano como tú -dije sentándome al lado de mi amigo de cabello más oscuro, estamos en el mismo salón.
- Oh, hola Dennis ¿y como así llegaste tan temprano?
- Mi primo me trajo en su auto que rentó.
- Genial ¡Yo ya quisiera conducir de una vez!
- Jajaja, bobo, para eso nos faltan unos años más.
- Como sea -me sacó la lengua bromeando- ¿y qué hiciste ayer en la tormenta? Se cortó la electricidad y todo eso.
- Lo sé, estuve con Jeremy todo ese rato, es tan lindo conmigo, aunque yo sea tan celoso.
- Ehh… eso está bien.
- ¿Qué tienes? Te pusiste rojo de la nada… ¿no estarás resfriado?
- Ehh… tal vez -mi amigo volteó hacia otro lado evadiendo mi mirada, eso me parece muy raro, él nunca hace eso.
Estaba por preguntarle más cosas ya que tengo mucha curiosidad de por qué se sonrojó tan de repente y en eso vimos entrar a un niño que no habíamos visto antes, parece un poco tímido, tiene el cabello rizado y como chocolate y unos ojos color miel, Ángelo también se lo quedó mirándolo, entonces como el salón aún estaba medio vacío ese chico nuevo se sentó al lado de mi mejor amigo. “Hola… ¿este es el aula 107?” nos preguntó con una voz de niño menor, a lo que Ángelo y yo le asentimos a su pregunta. “Ok, entonces este sí es mi nuevo salón… hola, me llamo Juan Milán, e-es un placer conocerles” nos dijo extendiéndonos la mano.