Capítulo 14 - Lo bueno, lo nuevo y lo inesperado
Y si esto no es un sueño, significa que las palabras que acabo de escuchar no son fantasías mías, mientras sigo mirando a mi castaño a los ojos y veo la ternura en su mirada siento como me toma las mejillas con sus manitas.
- Estas caliente… pensé que lo que te estoy preguntando te gustaría.
- Yo… -trague saliva para poder hablar más fácil- solo estoy un poco sorprendido.
- Ohh -mi peque mordió su labio inferior.
- Miento, estoy muy sorprendido… Dennis ¿en serio quisieras hacer eso conmigo y con Ángelo a la vez?
- No estoy hablando de hacer el amor -dijo inflando las mejillas.
- ¿Entonces?
- Hablo de… de sentirnos bien juntos, de darnos besos… sentirnos rico.
- Besarnos… ¿besar a Ángelo también?
- Sí… hablé con él sobre esta idea, se puso igual de tonto como tú cuando le pregunté si le gustaría hacerlo.
- ¿Y qué te dijo? -le pregunté con curiosidad a Dennis mientras mis manos sujetan las suyas.
- Cuando por fin reaccionó se puso casi a saltar de la emoción, dijo que claro que le gustaría.
Vi una sonrisa divertida nacer de los labios de Dennis, eso que me esta diciendo para hacer es algo completamente nuevo… no voy a negar que sí me gusta mucho esa idea, osea… Dennis es el único chico al que amo, pero estar en una ocasión con él y con Ángelo al mismo tiempo dándonos placer, es algo que en serio hace que se me ponga duro… hablando de eso… ya estoy sintiendo la carpa que se forma en mis jeans… ¡que bah! Esta vez es culpa de Dennis por ponerme así… Ángelo es nuestro amigo, pero en serio me gustaría poder besarlo y además si Dennis está de acuerdo con eso… entonces no me quiero negar. Mi corazón… está latiendo ahora menos fuerte pero siento mis latidos muy cálidos, como si toda la sangre en mi cuerpo estuviera más caliente solo por esa idea tan divertida y excitante…
- Y bueno… ¿quieres hacerlo o no? Mira que solo lo haremos los tres esta única vez -me dijo acercándose más a mi cara, como si me estuviera pidiendo un beso.
- Sí quiero… pero solo sí tú también quieres.
- Dale… entonces llamaré a Ángelo para avisarle que si lo haremos.
- Espera -detuve su mano antes de sacar el celular de su mochila- Primero dime… ¿Cómo así estás de acuerdo con la idea de un trío?
- Ehh… porque me di cuenta que ustedes dos que quieren besar y… entonces se me ocurrió que sería mejor si nos besamos los tres, para que nadie se quede sin besitos.
- Pensé que eras más celosito -acaricié su cabello con ternura.
- Esta vez no, ya me mostraste que puedo confiar en ti y además Ángelo es mi amigo y está emocionado por saber cómo es darse besos y eso.
- Qué lindo eres, en serio te amo Dennis.
- Yeah, me too… oye, pero no vayas a sobrepasarte con Ángelo ¿sí? Solo besitos y caricias. No quiero ponerme triste -dijo lo ultimo poniendo ojitos de cachorrito, eso en serio que me llenó de ternura.
- No, no quiero que estés triste -le dije abrazándolo de inmediato- te prometo que solo nos vamos a sentir bien… vamos a pasarlo muy agradable los tres juntos.
- Ok, pero que no se te pase la mano.
- Ni a ti tampoco -le contesté divertido.
Y ahora estamos aquí, sentados en una de las bancas del parque mientras nos abrazamos, con Dennis a mi lado siento que su calorcito extra me hace olvidar que es invierno, el frio no es ningún problema cuando tengo a Dennis para sentirme más calentito y cómodo, cuando nos separamos del abrazo sentí de inmediato los suaves y tibios labios de Dennis rozar con los míos, es él quien me está besando… cerré los ojos y me dejo llevar por completo por las emociones que me provoca, abro más mi boca para que él pueda meter su lengua y explorarme… cuando siento su lengua y la deliciosa humedad de esta en serio que me derrito, tomo a Dennis de los hombros y me pego más a él, comernos en un beso…
“Ja… te ves muy lindo con esa carita luego de besarnos” me dijo justo después de separarnos, no entendí muy bien qué quiso decir solo sé que ese beso me hiso volar. Mordí mi labio inferior mientras veía a Dennis parado hablando por celular a unos metros más lejos de la banca donde estoy sentado, está conversando con Ángelo sobre nuestro pequeño trío… de solo pensar en esa palabra me hace sonreír como un niño malo. En fin, mi peque ya está regresando, a ver qué es lo que me cuenta.
- Vamos a casa a almorzar, Ángelo nos estará esperando en su casa.
- ¿H-Hoy mismo lo vamos a hacer?
- Sip.
- ¿Y la hermanita de Ángelo? ¿Y sus papás?
- No te preocupes más, todos estarán afuera hasta la noche, Ángelo se quedará en casa con la excusa de que se quedará jugando con el Play.
- Y mientras su casa este vacía y su familia afuera, nosotros y él en pleno trío -sonreí divertido.
- Ya, ya… Vámonos a comer de una vez.
Dennis y yo nos pusimos de pie y tomamos el paso hacia el edificio, mientras caminábamos hacia ahí no pude evitar pensar en todas las cositas que haríamos los tres estando solos, hubo un momento antes de entrar a nuestro edificio que mi castaño me dijo “Tapate la carpa que tienes en tus pantalones o todo el mundo pensará que eres un pervertido” y tuve que usar mi mochila como escudo, no me había dado cuenta que estuve caminando con ese problemita entre mis piernas todo el camino hasta el edificio, pero ya qué más da…
Ni bien llegué a mi hogar entré a mi baño y me quité toda la ropa, quiero darme un duchazo rápido y también quiero oler rico y ponerme ropa más cómoda, creo que estoy algo emocionado y a la vez nervioso, pero creo que está bien. Luego de ducharme y ponerme ropa más casual fui directo a almorzar, por suerte mis papás no preguntaron por qué había terminado tan rápido de comer, pero creo que si les sorprendió un poco.
- ¡Gracias por la comida!
- ¿Vas a salir ahora Jeremy? Terminaste muy rápido de comer -me preguntó mi mamá cuando me levanté de la mesa
- Sí, voy a ir a casa de Ángelo con Dennis, vamos a jugar con la Play ¿puedo ir verdad?
- Sí, está bien. Solo no te quedes hasta muy tarde con tus amigos.
- Ok, gracias ma’
Antes de salir regresé a mi habitación solo para aplicarme un poco de la colonia de vainilla que me regaló mi prima Yesica en Navidad, al principio pensé que era un olor muy suave, pero para está ocasión es algo perfecto, es un aroma suave y refrescante y además es el “sabor” favorito de mi peque. Ahora ya estoy bajando por el ascensor para ir a buscar a mi niño bonito, el día aún no oscurece y quiero ir antes de que se ponga oscuro el cielo. Justo cuando estaba por tocar la puerta del departamento cuando vi la puerta abrirse, Dennis ya estaba saliendo y dio un pequeño salto de sorpresa cuando me vio parado frente a la puerta, fue algo divertido. Cuando los dos ya estábamos bajando por el ascensor para salir del edificio me animé a abrazarlo por la espalda y también a oler sus cabellos, los sentí un poquito húmedos, eso me llevó a la conclusión de que él también había tomado un baño, me gusta mucho el olor que tiene Dennis, tanto el olor de su piel como el de su cabello es un aroma dulce, como un perfume delicioso.
El viaje a la casa de Ángelo fue algo simple y sin contratiempos, tomamos el autobús y llegamos en poco tiempo, cuando nos bajamos en la parada del autobús solo caminamos unas calles y llegamos hasta la casa del chico de cabello negro, es una casa de dos pisos y una bonita puerta blanca. Dennis tocó el timbre del intercomunicador de la puerta y a los pocos segundos Ángelo contestó. “Ya llegamos ¿lograste calmarte un poco?” dijo mi niño, Ángelo no respondió solo escuchamos un suspiro de emoción y de inmediato se abrió la puerta. Entramos juntos y cerré la puerta, adentro había un lindo jardín y al final de un pequeño camino estaba la entrada a la casa, cuando llegamos a la puerta principal, escuchamos pasitos de alguien que venía corriendo y entonces Ángelo nos abrió con sus ojitos brillando.
- Díganme loco, pero pensé que nunca llegarían.
- Bobo, tienes que decir hola antes que nada -le dijo Dennis.
- Hola… -Ángelo sigue con esa sonrisa tan curiosa, creo que se le ve muy lindo…
- Hola Ángelito ¿verdad que estamos solos?
- ¡Sí que sí! ¿Vamos a mi cuarto ya?
- ¿Así tan rápido? -preguntó Dennis tomándome de la mano.
- Siiiii, vamos ya.
Nuestro curioso amigo se puso en marcha a subir las escaleras hacia su habitación mientras que Dennis y yo lo seguíamos mientras él subía casi saltando las escaleras. Ángelo fue el primero en entrar a la habitación, y luego Dennis y yo entramos juntos, es una habitación bonita con alfombra, tiene un televisor y en un estante está su Play, las cortinas están cerradas, pero aún así entra un poquito de la luz exterior.
- Pueden quitarse los zapatos si quieren… ¿Quién que encienda la calefacción?
- Gracias, pero no hace tanto frio -le respondí.
- Por las dudas, no estaría mal algo más de calor -respondió el más bajito de los 3.
Ángelo fue a subir la calefacción, aunque con la ropa que llevamos puesta no creo que sea… esperen y si la calefacción es para estar sin…
- Oye Jere, aún no empezamos ¿por qué estas rojo?
- Por nada peque, solo que me dio algo de calor.
- Bueno, pues quítate la chaqueta si tienes calor.
- Yo solo estoy en camiseta -dijo Ángelo sentándose en la cama.
Dennis cerró la puerta de la habitación y le puso seguro, Ángelo gateó por la cama y encendió una lámpara con una luz tenue y agradable, mientras tanto yo solo me saqué la chaqueta y la puse a un lado. Para cuando me di cuenta ya estaba sentado en la cama en medio de mi peque y de Ángelo, cada uno a un lado mío. Mi castaño igual que yo, se quitó la chaqueta y también los guantes que tenia, cuando vi que se había quitado también los zapatos, lo imité y, quedándome en calcetines igual que los otros dos, subí mis piernas en la cama.
- ¿Y qué tenemos que hacer primero? -preguntó Ángelo arrodillándose sobre el colchón.
- Mmm… creo que un beso estaría bien -respondió mi peque.
- ¿En la mejilla?
- No, en la boca… como tú querías Ángelo -dijo Dennis calmadamente.
- Waoh… E-Esta bien…
Yo volví a tragar saliva y me arrodillé para acercarme al menor de cabello negro, pero en eso sentí la mano de Dennis contra mi pecho. “Espera Jeremy… yo… yo quiero darle su primer beso a Ángelo” fueron las palabras que me dijo y las que me hicieron volver a entrar en calor.
- Y… ¿Por qué quieres ser mi primer beso?
- Porque Jeremy fue quien me dio mi primer beso a mí, y no sería justo si te da tu primer beso también a ti.
- ¿Y por qué no? -pregunté por curiosidad.
- Porque yo aún no le he dado su primer beso a nadie -mi peque inflo los cachetes- y quiero ser el primer eso de mi mejor amigo… claro, si tú también quieres.
- Sí… sí quiero Dennis.
El más bajito de los tres estaba con las mejillas coloradas de nuevo, como esa vez que me pidió besarlo en la habitación de Dennis, vaya que sabe cómo ponerse muy lindo y tierno, antes de este último mes, no sabía que el mejor amigo de mi novio era tan provocativo si se lo propone, eso es lindo, bastante. Ahora los tres estamos arrodillados, Dennis y Ángelo frente a frente y yo a un lado, pero viéndolos desde el medio, creo que tendré una vista VIP de ese besito que se van a dar.
- ¿Y qué tengo que hacer yo? -preguntó el pequeño con carita de curioso.
- Solo cierra los ojos y deja que yo te bese y si quieres puedes mover tus labios un poco.
- Dale, ya entendí -sonrió.
- Well… let’s go…
Dennis se acercó a la carita de Ángelo y este cerró los ojos como le habían indicado, vi como mi peque también cerró sus ojos pero lentamente, hasta que los labios de ambos se tocaron, mientras estoy viendo eso siento como un cosquilleo en mi pancita, es algo agradable… Dennis está empezando a mover más sus labios, acariciando los de Ángelo mientras el más peque sigue inmóvil… finalmente luego de unos segundos veo que el de cabello más oscuro y despeinado abre por fin su boca, moviendo tímidamente sus labios. Cuando se separaron de ese primer beso, se quedaron viéndose a los ojos y vi que ambos se sonrieron, como si en realidad si les hubiera gustado hacerlo.
- ¿Y estuvo rico? -pregunté.
- Fue tan genial… me sentía muy nervioso cuando sentí tu boca pero luego sentí tan rico… -Ángelo sonreía como niño en su cumpleaños.
- Sí… creo que fue muy lindo -respondió mi peque.
- Ahora me toca a mí.
- Dale, pero ve con cuidado -Dennis se puso a un lado y ahora estoy frente a Ángelo.
- ¿No te vas a molestar no Dennis? -preguntó el menor.
- Nop… si yo ya te besé entonces no me molestaré.
- Ok…
- C’mon! Quiero ver yo también.
Dennis se puso cómodo para mirar el beso que me daré con su mejor amigo, los labios del recién besado están algo brillantes y se ven rosaditos, de ver a Ángelo tan lindo no pude resistirme y lo tomé del mentón con mi mano derecha y luego de un pequeño juego de miradas cerramos nuestros parpados y unimos nuestros labios… el primer beso que le doy a otro chico que no sea mi peque, pero me alegro que sea Ángelo… sus labios son muy suavecitos, por eso primero le di unos piquitos para finalmente ya besarlo como se debe, abrí más mi boca y chupé el labio inferior del pequeño… escuché un pequeño gemido que me encantó, así que lo besé con más ganas, cuando sentí a Ángelo mover su boquita tímidamente me dieron ganas de morder sus labios casi vírgenes, pero me tuve que contener. Finalmente nos tuvimos que separar, pero lo dejé con los cachetes súper rojos, eso es un logro.
- Muy rico… eres muy lindo -dije acariciando su mejilla.
- G-Gracias… a mí también me gustó.
- Chicos tranquilos… recuerden que somos tres -dijo mi peque, como cuidando que no nos comamos a besos tan rápido.
- Sip, mi peque tiene razón.
- Me toca que me des un beso a mí -me pidió el castaño.
- Claro que sí.
En eso se me ocurrió que podía enseñarle algo bueno a Ángelo así que recosté a Dennis en la cama y me puse sobre él, mientras me acercaba lentamente a su carita. “Mira Ángelo, así también puedes besar” volví a volver a ver a Dennis y este tiene una sonrisa graciosa, como si se quisiera reír de que le estemos enseñando de besos a nuestro amigo. Primero junte mi nariz con la de mi peque y las frotamos de forma cariñosa y romántica “esto se llama besito esquimal” dijo mi peque como agregando un dato, luego le di una pequeña lamida a sus labios, seguido de una lamida de Dennis a los míos, nos dimos un par de lamiditas como si fuéramos niños pequeños y luego ya pasamos al beso, con los ojos cerrados creo que se siente mucho más rico… es como si todos los sentidos se concentraran en el beso. Dennis y yo movemos nuestros labios de una manera romántica y picante, tanto así que me siento volar otra vez con sus besos, es una sensación realmente placentera. Cuando nos separamos por falta de aire pude ver como mi niño mordió su labio inferior mientras sonríe y yo le devolví la sonrisa.
- Vaya chicos… eso se ve muy bien… -después de decir eso Ángelo se quitó la camiseta.
- ¿Y por qué te quitas la ropa? -preguntó Dennis levantándose un poco.
- Me dio calor…
Eso me hiso gracia, así que yo también me quite la camiseta, dejando mi torso desnudo igual que Ángelo. “¿Ahora tú también?” preguntó el pequeño que está aún debajo de mí, así que para animarlo me agaché y le subí la camiseta dejando ver su pancita y su pechito y entonces comencé a darle pequeños besos por toda su linda piel.
- J-Jeremy, detente… jaja, eso es muy gracioso.
- Nop, sé que esto te gusta mucho. Ángelo ven, ayúdame con esto ¿sí?
- Oh… ¡Oki doki!
El más pequeño se unió a mí con los pequeños besos en la pancita y en el pecho del castaño más lindo del mundo, el cual no puso ninguna objeción a que invitara a su mejor amigo a besarlo aquí, mientras escucho como mi peque se ríe y a veces se le escapa uno que otro suspiro. “Dale, está bien. Dejen que me quite esto también” dijo por fin quitándose la prenda superior. Cuando los tres ya estuvimos desnudos de la cintura para arriba, pusimos las almohadas de la cama sobre la cabecera de esta y ahí nos sentamos recostando nuestras espaldas, Ángelo en medio de mi peque y yo.
- ¿Y ahora como seguimos?
- Podemos intentar con más piquitos -mencioné.
- Está bien… ¿no importa si los beso a los dos?
- No importa Ángelo, puedes besarnos, por esta vez… así que aprovecha -le contestó mi peque de forma divertida.
Ángelo mostró esa sonrisa de niño emocionado y le dio un piquito a Dennis, luego volteó hacia mí y no dudé en darle un piquito. Así entre y piquitos y piquitos luego fuimos con los besos… primero besos suaves y moviendo tiernamente los labios, luego en uno de esos besos vi como a mi peque se le escapó una lamida cuando besaba a Ángelo, esa es la prueba de que también lo está disfrutando, ¡Eso es tan tierno!
No sé exactamente cómo, pero en menos de veinte minutos ahora estamos los tres recostados sobre la cama, casi rodando unos contra los otros mientras nos llenamos de besos, esto parece más un juego de niños que algo para mayores, eso me encanta, es algo tan tierno en este momento… pero a la vez siento que los momentos picantes aumentan, por ejemplo ahora mismo, mientras estoy besando el cuello de Ángelo… me gusta sentir su piel tan suave y tibia… además este es un sabor nuevo, un agradable y nuevo sabor. Mientras empiezo a succionar y a lamer el cuello del menor siento como se retuerce ante esta nueva sensación para él, es como si perdiera el control y gime tan bonito…
- Jeremy ten cuidado o le dejaras chupetones.
- Ahh… lo siento, es que en serio me gusta hacer eso -dije separándome del pequeño mientras lo dejo respirar.
- Yeah, I know! Recuerda que mi mamá casi nos descubre.
- Hasta ahora no se me olvida. Bueno Ángelo y eso es un casi chupetón -dije divertido.
- Ahh… aja… -fue su única respuesta.
- Oye Jere ¿te diste cuenta?
- Sí… le deje a Ángelo un problemita en sus pantalones -señalé la linda erección que se le formó.
- ¿Y si me quitan los pantalones me sentiré mejor? -dijo rápidamente el pelinegro.
- No lo sé ¿y si probamos?
- Buena idea Dennis -le sonreí.
- Pero solo los pantalones ¿ok?
Mi peque y yo tomamos el borde de los pantalones de Ángelo y se lo bajamos, dejando ver ese bóxer blanco con esa bonita erección, lanzamos esa larga prenda a un lado dejando al más pequeño al borde de la desnudez, viendo su lindísimo cuerpo, tan de niño y sin ningún vello a la vista. “Esto no es justo, ustedes tienen que estar igual que yo, dijiste que somos los tres ¿verdad Dennis?” dijo de forma inteligente, es evidente que también quiere que estemos semidesnudos como él y debo aceptar que esa idea no me molesta para nada. “Bueno, pero que nadie se quite la ropa interior y hablo en serio” respondió mi peque empezando a bajarse los pantalones y luego yo también me quité los jeans, quedándonos todos en ropa interior, ahora sí que le agradezco a Ángelo de haber puesto la calefacción.
- Oigan… no se queden mirando… aún tengo a mi amiguito queriéndose salir de mis bóxers.
- Pues dile a tu cosita que ahí quietecita se va a quedar -le respondió.
- ¿Podemos hacer algo un poquito pervert? -pregunté.
- Mmmm… dale, pero que sea solo un poquito -mi peque se acercó a mí y me regaló un beso en la mejilla.
Con el visto bueno de mi novio ahora sí me recosté de nuevo sobre Ángelo, pudiendo sentir lo tibio de su cuerpecito, en esta posición se tocan nuestras piernas, nuestros estómagos, nuestros pechos… bueno, todo eso y además lo tomo de ambas manitos mientras tengo su rostro muy cerca al mío, le di un beso en la mejilla y luego él me robó un piquito. Siento mi erección chocar contra la suya… que bien se siente eso, tanto así que ahora estoy frotando nuestras erecciones por sobre la ropa interior, sintiendo cada delicioso rose y escuchando cada pequeño gemido que sale de la boquita del pelinegro.
- ¿Así te gusta?
- Sí… esta rico, Jeremy.
- Me alegro -le dije antes de besarlo en los labios.
Mientras nos estábamos dando ese suave beso y yo estaba con los ojos cerrados, sentí una erección ya familiar para mí chocar contra mi parte de atrás, o mejor dicho contra mi trasero, Dennis me comenzó a par punteadas con su pene, aunque los bóxers siguen de por medio y también me está tomando de la cintura, es como si estuviera imitando una penetración, pensar en eso solo hiso que me pusiera rojo por milésima vez en este día.
- Dennis… -pronuncié ni bien me separé de los labios del menor.
- Ángelo ¿Sabías que a Jeremy le gusta que le den así?
- Oye, no estés contando esas cosas -le reprendí.
- Pero es la verdad -sigue dándome puntadas- sé que te gusta así.
- Sí, pero no es para que lo digas… solo hazlo, se siente rico.
- Como quieras -me sonrió de forma traviesa.
Los tres continuamos en esa posición solo por un par de minutos más, hasta que nos cansamos, aunque yo creo que más que eso nos detuvimos porque nos dimos cuenta que estábamos por eyacular, así que nos estamos dando un pequeño descanso aquí recostados en la cama. Luego de esos cinco minutos de descanso y de unas cuantas bromas, ahora le toca a Dennis y Ángelo hacer algo “un poquito pervert”. Ambos peques están dando vueltas por sobre la cama mientras se besan y se tocan con sus manitos todo su cuerpo, a veces solo se separan para lanzar alguna pequeña risa, que es callada por los labios del contrario, mientras los veo besarse y tocarse mi erección regresa rápidamente, ver a dos chicos hermosos besándose y tocándose rodando en una cama casi desnudos… no puedo culpar a mí amiguito de ponerse duro tan rápido de nuevo, yo también soy un pequeño pervert.
Al final fue Ángelo quien se quedó debajo de nuevo, creo que le gustó eso de que lo arrinconen contra la cama, eso es tan lindo y travieso de su parte… muy tierno creo. Veo como mi peque baja poco a poco, besando sus mejillas, su pecho y ahora la pancita planita de Ángelo, sacándole dulces suspiros. “Jeremy ven, ayúdame con este bobito” cuando escuché eso inmediatamente fui a asistir a mi peque, primero le di un apasionado beso a él, usando nuestras lengüitas, él sabor de mi peque es tan dulce… es como rica miel. Luego de ese beso nos dimos un par de piquitos, para luego ya ponernos a tocar el sensible cuerpo de Ángelo, me encanta cómo reacciona dando saltitos o a veces se retuerce, en serio que es muy tierno y bonito. En eso Dennis y yo pasamos nuestras manos por sobre el bultito de Ángelo haciéndolo que se le escaparan varios gemidos, se nota que le gusta. Curiosos, Dennis y yo estamos explorando el lindo pene de Ángelo por sobre la ropa, aunque no lo estemos tocando directamente sé que él se está sintiendo muy bien. Hablando de eso… mi propia cosita también quiere algo de atención, me está comenzando a doler, así que con mi mano izquierda empecé a frotarme mi bulto en los bóxers. No sé como Dennis puede estar tan tranquilo, a él también se le nota que su pene está duro, creo que mi peque está demasiado concentrado en tocar y besar el pecho de Ángelo, mientras que aún no deja de frotar su cosita, igual que yo.
“C-Chicos… ya estoy en mi limite, ya paren por-favor… ahh… si no se detienen voy a… ¡Ahhh!” ese último gemido fue agudo y potente, Dennis y yo sacamos nuestras manos del amiguito de Ángelo y entonces vimos que una pequeña mancha húmeda crecía y crecía en los bóxers del pelinegro… “Ahh… les dije que iba a manchar mis bóxers, es su culpa” dijo ya un poco más tranquilo. Cuando volví a ver esa manchita que ya estaba más grande, me dieron ganas a mí también de venirme… Que Ángelo haya eyaculado porque los dos lo excitamos mucho en serio que me ha puesto muy caliente a mí… oh rayos… yo también voy a…!!
“¡Tiempo fuera! ¡Voy al baño!” dije justo antes de salir disparado hacia el baño, cuando abrí la tapa del inodoro ya no me aguanté más y me bajé los bóxers, masturbándome rápidamente, no habré durado ni 30 segundos masturbándome, eyaculé asegurándome de no manchar los bordes de la taza del inodoro y luego de descansar un poco, tiré de la cadena y me limpié los restos de semen de mi pene. Cuando ya estaba de nuevo tranquilito, me subí la ropa interior y regresé a la habitación de nuestro anfitrión, solo para encontrar a Dennis y Ángelo ya poniéndose la ropa de nuevo.
- ¿Qué paso? ¿Ya terminamos de jugar? -pregunté cerrando la puerta con seguro de nuevo.
- Sip, Ángelo y tú ya se emocionaron más de la cuenta y además este chico tuvo que cambiarse de bóxers.
- Fue su culpa por no detenerse, yo les avisé que me iba a salir esa cosita.
- Semen -le corrigió Dennis.
- Sí, sí, eso.
- ¿Y en donde te quitaste y te cambiaste de bóxer si yo estaba en el baño?
- Pues aquí y me limpié con esas toallitas húmedas ¿ves? -señaló una cajita de toallitas sobre su escritorio.
- ¿Ahh? ¿Y todo eso frente a Dennis?
- Eso te pasa por emocionarte ¿Quién te manda a ir al baño? -dijo mi peque casi riéndose.
- No quería manchar mi ropa… -me crucé de brazos.
- Ok, ya no importa, ven y ponte tu ropa tú también.
Solo unos minutos después ya estábamos los tres vestidos de nuevo y ya abrimos las cortinas, viendo que el cielo ya estaba oscuro, como aún faltaba un buen rato para la hora de cenar entonces nos decidimos por jugar un rato con el Play3 de Ángelo, así que nos sentamos los tres en el borde de la cama mientras encendíamos el aparato.
- Oigan ¿pero esta es la única vez que los voy a besar? -preguntó el pequeño.
- Sip, recuerda que somos amigos y aunque seamos los mejores amigos… los únicos que se pueden besar son los novios, esta fue la única excepción -le respondió con firmeza mi peque.
- Ou… ¿Al menos les puedo dar un beso a cada uno? ¡Serán los últimos! ¡Porfis! -nos pidió.
Dennis y yo nos miramos a los ojos y luego de esa mirada le asentimos a su pregunta a Ángelo, después de todo son los últimos besos. Dejamos los controles del juego a un lado, Ángelo nos dio un beso a cada uno, primero uno a mí y finalmente uno a Dennis, debe recalcar que estos últimos besos los noté tan tiernos y lindos como los primeros, sentir los labios tibios e infantiles de Ángelo y luego ver como besa con tanta dulzura a mi peque, Ángelo es un niño genial, en serio que me cae muy bien, me alegro de que sea el mejor amigo de mi peque y uno de mis mejores amigos también.
- Jere, Dennis, se pueden quedar a dormir aquí conmigo si quieren -nos dijo todo sonriente.
- Oh! No, muchas gracias, pero nuestras familias nos están esperando en casa -le respondió Dennis.
- Mmm… pero otro día si se quedan a dormir conmigo ¿vale?
- Claro que sí -respondimos mi peque y yo al unisonó.
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Estamos domingo por la noche, hace rato fue la hora de la cena y yo acabo de terminar todas mis tareas para mañana, ahora sí que me siento mucho más tranquilo, la verdad es que tenía mucha flojera de hacerlas este fin de semana, ahora planeo entrar a mi laptop un rato, todavía tengo una hora y media antes de que me manden a dormir. En eso escuché mi celular timbrar, es un inbox de mi peque: “Jeremy, estoy en las escaleras de emergencia de tu nivel, por favor ven a verme, necesito muy urgente hablar contigo”
Cuando terminé de leer ese mensaje, me puse una chaqueta y salí de la habitación, les dije a mis papás que iría un rato donde Dennis, pero claro que no les dije que lo veré en las escaleras de emergencia, me da mucha curiosidad porque quiere que nos veamos ahí. Salí del departamento y fui directo hacia las escaleras, encontrando a mi peque sentado en los escalones, cuando me acerqué para sentarme a su lado fue cuando escuché sus pequeños sollozos y me alarmé.
- ¿Dennis? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?
- Jere… mis papás… mis papás me dijeron que regresaremos a Londres.