Capítulo 19 - ¿A qué sabe ese momento?
¿Qué es eso? Sentí como unas pataditas contra mis pies… pero tengo sueño… me moví volteándome hacia el otro lado de la cama, ya estaba a punto de dormirme de nuevo y volví a sentir más pataditas, pero ahora en mis pantorrillas. Parpadeé un par de veces y empecé a frotarme los ojos, bostecé sonoramente y froté mi cara contra la almohada, pero la verdad… ahora que ya estoy despierto ya no puedo dormir, se me ha ido el sueño, volteé a ver a Dennis que está a mi lado e hice un puchero, él duerme tan plácidamente y sin problemas, “Claro… al menos yo no te pateo dormido ¿verdad peque?” le susurré pero claro que no me escuchó, el castaño está dormido con la boquita abierta y con un hilito de saliva cayéndole mientras abraza la almohada, eso me dio algo de risa. Hoy… es el primer día de febrero, es el cumpleaños de mi peque, ahora Dennis tiene 13 años.
Sonreí y me senté en la cama, por lo que veo aún no amanece, estamos sábado de madrugada y nuestros padres nos dejaron dormir juntos otra vez, creo que ya se acostumbraron a eso, escuché un pequeño ruido y volteé a ver a mi peque de nuevo, se acaba de dar la vuelta, ahora está boca arriba y sigue abrazando la almohada, con todas las mantas desarregladas. Me acerqué más a él solo para oler sus cabellos, es algo que me encanta desde siempre, me dispuse a verlo dormir un rato, tal vez después me dé sueño. Casi unos diez minutos viéndolo dormir y escuchar su respiración me puse a fastidiarlo un poquito, como tomar sus mejillas y jalarlas un poco, tiene unas mejillas muy suaves y flexibles, dan ganas de morderlas, jeje. Luego pasé mi dedo índice por todo su cuerpo, pero el peque aún no se despierta, cuando llegué a su zona VIP pude sentir algo interesante… Dennis tenía una erección matutina. Creo que puse una cara de niño travieso cuando me di cuenta de ese detalle tan simpático, salí de la cama por unos segundos y caminé de puntitas por su habitación hasta la puerta, le puse el seguro y volví a recostarme en la cama de mi peque, pero esta vez me metí por debajo de las mantas.
Separé un poco sus piernas y lentamente bajé el pantalón de su pijama con todo y bóxers, dejando su pene tan bonito a la vista, o bueno, lo que podía ver con esa semi-oscuridad. Primero empecé a frotarlo contra mi cara y mis labios, está durito pero a la vez se siente suavecito al contacto, no me resistí y empecé a darle besitos al pene de mi peque, luego lo lamí como si fuera un caramelo, empecé a notar que él estaba moviendo sus piernas, eso es una buena señal… tomé su pene con mi mano derecha y lo comencé a masturbar de arriba hacia abajo y sin demorarme mucho empecé a chuparlo como si fuera un helado, sentía ese pene tan sabroso y dulce dentro de mi boca, lo envolvía con mi lengua y siento como cada vez se hace más grande, me gusta bastante sentir su sabor… sabe un poquito salado y el liquido pre ya le está empezando a salir.
“Ahhh… ¿Qué… qué está pasando? Ahh…” escuché la vocecita de mi pequeño, yo no le respondí, quería que él lo descubriera por sí mismo, así que me metí más profundo su pene en mi boca y en eso él se estremeció, sentí sus manitas buscarme por sobre las sabanas y llegaron a mi cabeza, yo no paraba de lamer y chupar su penecito. En eso sentí como sacó las mantas sobre mí y puso sus manos sobre mis cabellos, “J-Jeremy… ¿Qué haces? Ahhh… no pares” escuché, yo lo miré a la cara desde abajo, él estaba con los ojitos entre abiertos y con la boquita abierta suspirando, eso fue suficiente para ponerme duro a mí también… llevé mi mano izquierda hacia mi entrepierna y la metí dentro de mi ropa interior para empezar a masturbarme, saqué el pene de Dennis de mi boca solo para chupar sus bolitas, son tan suaves, lampiñas y deliciosas…
“Ahhh… Jeremy… vas a hacer que me venga” me dijo con la voz casi entrecortada, mi idea original era hacer que mi peque eyaculara pero… ahora quiero que eyacule pero en otra parte además de mi boca… Le di una última chupada a su hermoso pene y me levanté para arrodillarme sobre mi peque, casi recostándome sobre él.
- Buenos días mi bebé -le dije todo cautivado.
- Hola… ¿por qué paraste? Estaba genial.
- Quiero… que te vengas pero no en mi boca.
- ¿No? ¿Ya no te gusta?
- No… sí me gusta, pero quiero… que te vengas en… -era un poco vergonzoso para decirlo.
- ¿Aquí? -sentí las manos de mi peque apretar mis nalgas.
- Ahhh… sí, ahí…
- Lo hubieras dicho antes.
Dennis me sonrió de una manera traviesa y a los dos segundos ya me estaba besando, lamiendo mis labios con su tersa lengüita mientras seguía apretándome y manoseando mi colita… empezando a volverme loco de deseo, lancé un suspiro de excitación que se ahogó en sus labios, él me mordió el labio inferior… es una de las cosas que me hacen sentir más pasivo, me… me excita mucho cuando Dennis me domina, lo más habitual es que yo sea el activo y él el pasivo pero… cuando él hace de activo la verdad es que me gusta bastante y desde ya me está haciendo disfrutarlo. Yo hice que nos volteáramos, para que él estuviera sobre mí, él me siguió besando hasta que nos quedamos sin aire y luego de separarnos fue directo a chupar mi cuello… yo solo podía gemir bajito y sentir la deliciosa sensación.
Me bajé los pantalones con todo y ropa interior hasta las rodillas, así el pene de Dennis y el mío podían chocar y frotarse, una de las sensaciones más agradables que hay. Mi peque me levantó la camisa y empezó a jugar con mis pezones, eso en serio que hace que me estremezca por la excitación, Dennis calló mis gemidos con su boca, invadiéndome con su lengua, explorando cada rincón con mi boquita… siento que quiero eyacular… si seguimos así me va hacer eyacular desde ya… cuando nos separamos de ese beso él me quito la camiseta y luego se quitó la suya “Quiero que estemos desnudos Jere, hacer el amor siempre es más rico así” me dijo sonriendo, yo le asentí y nos quitamos toda la ropa, en segundos la cama ya estaba totalmente desordenada, con las mantas por un lado y nuestras pijamas regadas por toda la cama, estando ya sin ninguna prenda él empezó a chupar mi pene, lo hacía con muchas ganas… lamia y chupaba de una forma tan deliciosa que me sacaba gemidos que tenía que callar tapándome la boca, de solo sentir su lengüita y la succión de sus mejillas… “Jeremy, no voy a parar hasta que te vengas mucho ¿sí?” escuché de su linda voz, entonces sentí como me empezó a masturbar con sus dos manitas, me tuve que tapar la boca de nuevo para no gritar de placer, Dennis volvió a meter mi pene en su boca, para chuparlo como tanto amo que lo haga.
Mientras mi peque chupaba y masajeaba mi pene yo le acariciaba su cabecita con mi mano derecha, despeinándole su suave cabello, vi que sacó mi pene de su boca de nuevo y en eso sentí pequeñas mordidas que me hicieron perder el control. “Ahhh, ¡Ahhh me vengo!” dije sin poder evitarlo, sentí esas palpitaciones increíbles y mi semen caliente manchó los labios y la carita de mi peque. Me tumbé algo cansado luego de haber eyaculado y sentí mi pene encogerse, mi peque se recostó sobre mí, con su carita a mi altura, por la poquita luz que se colaba por la ventana, ya que estaba empezando a amanecer, podía ver sus labios manchados con mi semen, pero él me estaba sonriendo, con esa sonrisa de niño que me tiene enamorado.
- Creo que te gustó bastante ¿eh?
- Ahh… sí peque… esas mordiditas que te diste a la punta fueron lo máximo.
- Gracias -me dijo de forma infantil.
- Ahora deja que te limpie tu carita.
De inmediato junté sus labios con los míos para besarlo, no me importaba que fuera mi semen… Dennis y yo nos besábamos usando los labios y nuestras lengüitas, a veces me pueden dar esos lapsus de chico muy pervertido, tanto así esta vez como para probar mi propia leche, pero bueno… no sabe mal, aunque la leche de mi peque es mucho más rica creo yo. Después de lamer toda gota de semen de su carita él me regaló un piquito “Jere… ya quiero estar dentro de ti” me susurró de forma muy tierna, yo le asentí sonriendo y me di vuelta, abrazando a la almohada mientras estaba boca abajo, sentí que Dennis se acomodó sobre mí y podía escuchar cómo se masturbaba, es un sonido gracioso pero me gusta oírlo, sentí el pene de Dennis acomodarse entre mis nalgas y también sus suaves labios besando mi espalda. “¿Quieres que sea gentil?” me preguntó, yo me mordí el labio inferior y sonreí, yo sé muy bien que Dennis cuando es el activo empieza muy suavecito, pero luego la excitación le gana y me penetra duro y con muchas ganas… y la verdad eso me encanta.
- Pues… si tú quieres puedes darme duro y fuerte -le dije de forma traviesa.
- Oh no, no… tengo que ser amable con mi Jeremy.
- Jajaja, que tierno eres.
- Tú también -en eso sentí como empezó a penetrarme lentamente.
- Ahhh… ay…
- ¿Te duele? ¿Es muy grande?
- Ahhh… tal vez… es muy grande -le dije aunque sé que su pene es algo más pequeño que el mío- pero no me duele, mételo todo.
- Ahhh… Jere estás tan caliente dentro -sentí como Dennis empezó con sus leves embestidas.
- Dennis… ahhh… -abracé más a la almohada, al principio siempre duele un poquito, pero sé que pronto pasará y solo sentiré placer.
- Jeremy, te amo… ahhh…
- Y… yo más a ti… ahhh… ¡Dame más peque!
Y ya estamos haciendo el amor, sentí como Dennis metió todo su pene dentro de mi culito y comenzó a meterlo y sacarlo, lo más rico de todo es que no se demoró casi nada en encontrar mi punto especial, ese que solo me hace retorcerme de placer y querer más y más, sentí las manitas de mi peque tomarme de las caderas mientras me lo metía más fuerte, siento mi culito muy caliente… en especial cuando siento su pene entrar y salir cada vez más rápido. “Dennis abrázame… ahhh… esto me encanta” le dije con la voz entrecortada, mi peque se recostó sobre mí y me abrazó, juntado mi espalda con su tibio pecho, el contacto de nuestras pieles es súper delicioso y sentir su agitada respiración en mi cuello mientras me sigue penetrando… este es un momento inolvidable, cada vez que hago el amor con Dennis es un momento inolvidable, lo amo.
“Jere!my I can’t wait… I wanna cum!” escuché que me dijo casi gritando y entonces sentí las envestidas más fuertes, esas envestidas deliciosas que Dennis hace cuando ya está por venirse, yo solo podía gemir mientras sentía el placer de cómo me penetraba con tanta pasión y deseo juntos. Yo también estaba en el cielo, con una sensación de placer increíble, mientras mi peque no dejaba de penetrarme a un ritmo rápido sentía mi pene frotarse contra la cama, yo también quería venirme, venirme de nuevo… escuché los gemidos de Dennis y al instante sentí su pene palpitar dentro de mi culito, siento como su semen caliente me llena… eso fue suficiente para hacerme eyacular también, manchando sus sábanas… ambos suspirábamos tratando de recuperar energías, mi peque sacó su pene con cuidado de mi entrada y se recostó sobre mí, descansando. Siento un cosquilleo demasiado agradable recorrerme por todo mi cuerpo… es esa increíble sensación de placer hasta aún luego de hacer el amor, no hay duda que esto es de las cosas más buenas y bellas que los enamorados pueden hacer. Sonreí muy contento, es el cumpleaños de mi peque, espero hacer comenzado muy bien el día.
- Ahh… Feliz cumpleaños Dennis, te amo… ahh…
- ¿Ese fue mi regalo? Casi se me olvidaba que es mi cumple…
- Jaja… bueno no es exactamente tu regalo, lo hice porque quería hacerlo contigo, como siempre.
- Jeremy… eres el mejor -me dio un beso en la mejilla.
- Lo sé, eres muy afortunado.
- Jajaja, lo sé, waoh… que rico estuvo eso.
- Sí… bastante.
- ¿Nos dormimos un ratito más?
- Dale, pero no dejes de abrazarme.
- Yeah -sentí como se acurrucó a mí con más fuerza, su calorcito es súper agradable.
Y entonces nos dormimos así, desnudos, cansaditos y contentos luego de hacer el amor, dormir después de algo tan rico hace que el sueño será aún más reparador, en serio. Lo que nos despertó afortunadamente fue el despertador a las ocho y media de la mañana, tuvimos que ser muy sigilosos para no despertar a los padres de mi peque y casi por un milagro pudimos bañarnos y cambiarnos sin que ellos se dieran cuenta, estábamos muy nerviosos de que nos descubrieran en la ducha juntos, pero si nos bañábamos por separado nos hubiéramos demorado más y ahí si se levantaban. Cuando terminamos de ponernos las ropas de diario nos tocaron a la puerta. Mis suegros, digo… los papás de mi peque le dieron su “¡Feliz cumpleaños!” y nos fuimos a desayunar al comedor.
Luego del desayuno estuvimos casi toda la mañana y parte de la tarde estuvimos Dennis, su mamá, Malena que había llegado a ayudar y yo arreglando el departamento con motivos de fiesta de cumpleaños, inflando globos y colgando serpentinas, no íbamos a hacer una fiesta, Dennis solo quería una reunión con sus amigos más cercanos, hace unos días estuvimos hablando sobre eso y me dijo que se sentía muy feliz de saber quienes somos sus verdaderos amigos y por eso quiere celebrar su cumpleaños solo con ellos y no hacer una gran fiesta. Me pareció una idea muy simpática, mi peque es alguien quien valora mucho la amistad y se la toma en serio… hoy cumple 13 años… mi peque está creciendo… pero nunca va a dejar de ser mi peque, así seamos muy grandes o hasta adultos algún día, Dennis siempre va a ser mi lindo pequeño, ese niño hermoso y castaño que me enamoró a primera vista ese día del mes de Junio. Dennis… mi peque.
***
- ¿Estás seguro que tienes que ir a cambiarte? Te ves muy lindo así como estás Jere.
- Gracias, pero es tu cumple, tengo que ponerme ropa más bonita por la ocasión, además que tengo que traer tu regalo.
- Oh! Cierto! Está bien -le dije emocionado, me pregunto qué me regalará.
- Bueno, entonces… see you later!
- See ya! -dije antes de cerrar la puerta de mi depa mientras Jeremy salía hacia el suyo.
Entonces me quedé solito, Malena también ha ido a cambiarse y mi mamá a comprar el pastel, espero que encuentre el que le dije y mi papá justo hoy sábado tenía una reunión de trabajo, pero me prometió que estaría toda la noche para estar conmigo, me tumbé en el sofá, aún falta tiempo para las 4… a esa hora comienza mi reunión, no son tantos invitados pero espero que lleguen temprano, en Londres todos teníamos que llegar a tiempo a las reuniones o fiestas, la costumbre era de llegar a la hora exacta. Bueno… como aún tengo algo de tiempo iré a cambiarme de ropa también, si todos van a estar con sus ropas más bonitas, es justo que yo también lo esté.
Los primeros en llegar fueron Marco y Malena que curiosamente llegaron juntos, pero bueno así es mejor, así el departamento se llena más rápido, luego llegó Ángelo que estaba con el cabello más alborotado que de costumbre, dijo que el viento afuera estaba como ventabal, Malena estaba peinándolo con sus manos cuando llegó Juanmi, que me regaló un par de películas de Blue-Ray sobre artes marciales, cuando lo vio a Ángelo fue directo a sentarse junto a él, Malena y Marco creo que se dieron cuenta muy rápido sobre el romance entre los dos, además que Juanmi lo abrazó tan fuerte que casi hace que Ángelo se callera del sofá.
Pasaron unos minutos más y ya estábamos muy entretenidos nosotros cinco cuando tocaron a la puerta, era Mario y me había traído una pelota de futbol nueva, además que es de color azul con naranja y en serio me gustó mucho, Mario se unió a nosotros pero creo que se dio cuenta que Juanmi y Ángelo… no vi a Mario con la misma sonrisa con la que había entrado, especialmente cuando vio que mis dos amigos estaban tomados de las manos, creo que Jeremy tenía razón y que a Mario le debe de gustar Juanmi, creo que nadie notó su incomodidad excepto yo, así que fui rápido a la cocina y traje las gaseosas, no quería que Mario se sintiera mal ni nada de eso, tengo que ser un buen anfitrión. En eso volvió a sonar el timbre, le abrí la puerta a mi primo Andrei, él me abrazó muy fuerte y me levantó en el aire, no me sorprende ya que él es muy alto y fuerte, pero me dio mucha risa, él va a ser el invitado más grande después de mis papás claro.
Genial… ya están todos, hasta mi mamá acaba de llegar con el pastel que le pedí y el que no viene es Jeremy, ya van a ser casi las 5, y el dijo que solo se iría a cambiar. Regresé al sofá donde estamos los menores, mientras mi mamá está en la cocina, y Malena, Marco y Andrei están conversando sobre no sé qué en el comedor.
- Oye, como que Jeremy ya se está demorando -escuché que me dijo Juanmi.
- Lo sé, no sé que estará tramando -le respondí.
- Tal vez y te trae un oso gigante de peluche.
- Ángelo no digas eso tan fuerte, mi primo aún no sabe sobre… ya sabes.
- Ups…
- A Ángelo siempre se le escapa todo de la boca -dijo Juanmi casi riendo.
- ¿Y por qué ustedes están tomados de las manos? -escuché de Mario.
- Ehhh… -vi que Ángelo se puso nervioso.
- Si es porque se gustan… no soy homofóbico, no se asusten.
- ¿De verdad no eres homofóbico Mario? -le preguntó Juanmi.
- No, yo también soy bi, como Jeremy. Todos ustedes ya lo sabían, él ya me contó.
- Oh bueno! ¡Qué genial que seas bi también! -Ángelo volvió a subir la voz, a veces creo que tengo que taparle la boca.
- Estamos de la mano porque estamos saliendo -dijo Juanmi muy risueño.
Pensé que se iba a armar una escena de disputa por Juanmi cuando el timbre del departamento salvó el día, yo fui directo a la puerta y me encontré con Jeremy, con las mejillas sonrojadas y usando el gorro azul que yo le había regalado en su cumpleaños, ni bien abrí la puerta sentí como me abrazó y luego de susurrarme “Feliz cumpleaños y perdón por la tardanza” vi como sacó un gorro blanco con dos orejitas como de oso, se parecía al gorro de… “Mira, póntelo… ahora eres mi pequeño Finn el humano” me dijo poniendome el gorro en la cabeza y… yo me derretí de amor, mis mejillas se pusieron muy rojas, lo sé, Jeremy me había comprado el gorro de mi héroe favorito de las caricaturas y me había dicho algo tan cursi y tan lindo a la vez, me tuve que aguantar las miles de ganas de besarlo que tenía, así que solo me lancé a él a abrazarlo, no me importa que todos nos estén mirando, yo estoy demasiado feliz.
No me quité el gorrito blanco que me regaló Jeremy durante toda la reunión, las horas pasaron casi volando, hicimos varios juegos y nos tomamos muchas fotos con mi tablet, nos queríamos hacer varias selfies pero en algunas fotos no salíamos todos, como que éramos muchos para entrar en una sola selfie.
“Déjame que yo les tome una foto a todos” me dijo Andrei tomando mi tablet, todos nos sentamos en el sofá haciendo muecas todo infantiles y Andrei tomó varias fotos, eso fue muy divertido, nos detuvimos cuando mamá y papá trajeron el pastel, mi papá había podido llegar temprano, ya que ahora mismo son casi las ocho de la noche, como les dije, las horas pasaron volando, hasta pude ver el bostezo de sol con Jeremy desde la ventana, me gusta cuando Jeremy le dice “bostezo de sol” cuando el sol se oculta, se me hace una linda forma de llamarlo. Bueno, estamos en que ya está el pastel en la mesa y todos están reunidos aquí conmigo.
Me cantaron el “Happy birthday” muy bonito, hasta Jeremy pronunció todas las palabras muy bien, al momento de pedir mi deseo hice lo que Jeremy hiso en su cumple, lo miré a los ojos y le sonreí y al soplar las velas deseé de que siempre estuviéramos juntos y que estuviéramos enamorados toda la vida, ese fue mi deseo de cumpleaños, un deseo muy sincero. Todos me aplaudieron cuando apagué las velitas y lo que siguió fue partir el pastel, que era como yo quería: la mitad de vainilla y la otra mitad de chocolate, es así porque sé bien que a Jeremy le gusta más el pastel de chocolate que el de vainilla, por eso le pedí a mi mamá que buscara un pastel así. Cuando ya todos estábamos comiendo pastel me di cuenta que faltaba alguien, Andrei había desaparecido, seguramente se fue al baño o algo así, estaba por preguntarle a Malena cuando sonó mi celular, era mi amiga que hace algunos meses no la veo… Valery me había llamado solo para saludarme, fue genial poder hablar con ella, ya van varios meses que se fue a Francia para vivir con su madrina, ella se fue porque quería vivir en Europa un tiempo así como yo y cuando le dieron la oportunidad se fue para allá. Conversé con Valery por casi 15 minutos, solo paramos de hablar solo porque ya me dolía la oreja de tanto tener el celular pegado, fue muy lindo recibir las felicitaciones de mi amiga, me prometió que vendría a visitarme pronto.
Cuando terminé de hablar con Valery y colgué la llamada regresé para contarle a Malena y a Jeremy todo lo que había hablado con ella, estábamos en eso cuando vi a Andrei acercarse a nosotros, “Toma Dennis, casi se me olvida darte tu tablet” me la regresó y se fue a comer pastel, yo me había olvidado que él tenía mi tablet, pero bueno. La reunión continuó hasta las 9 de la noche y ahí ya los invitados empezaron a irse, Juanmi y Mario se fueron juntos porque Mario dijo que lo acompañaría a tomar el autobús, menos mal que nadie vive tan lejos de aquí, así se pueden acompañar. Ángelo no se quería ir así que se quedó hasta el final, pero se quedó dormido en el sofá y cuando ya solo quedábamos Malena, Jeremy y yo lo tuvimos que despertar, su mamá vino a recogerlo en el auto.
Ya para terminar la noche Jeremy y yo subimos hasta la azotea del edificio y vimos las estrellas tomados de las manos, yo con mi gorrito de Finn el humano y él con el gorro azul que yo le regalé.
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Hoy, lunes, durante mi practica de karate me sentía más grande y fuerte, creo que debe ser porque ya tengo 13 años, pero el sensei me dijo que estuve bastante bien hoy, lo único que me llamó la atención luego de salir de los vestidores era que Jeremy no estaba, él me estaba mirando durante mi practica, pero ahora no estaba en las tribunas, seguro estará afuera esperándome, salí con mis dos mochilas a la entada de la escuela y m sorprendí un poco al ver el auto de Andrei estacionado muy carca de ahí, él estaba afuera del auto y cuando me vio me llamó, yo fui directo hacia él para saludarlo.
- Hola Andrei ¿Qué haces aquí?
- Vine para recogerte primo.
- Pero si siempre me regreso con Jeremy, no te hubieras molestado -le sonreí.
- Lo acabo de ver a Jeremy, me dijo que por favor te llevara a casa, que él tenía otras cosas que hacer.
- ¿De verdad? Él no me dijo nada…
- Sí, pero bueno, ya sube, no seas un lento.
- ¡Claro que no! Soy más rápido que tú.
Me subí al asiento de copiloto y me supe el cinturón de seguridad, Andrei encendió el auto y también el estéreo, poniendo una emisora popular de la ciudad, nos pusimos en marcha mientras hablábamos sobre mis clases y las practicas de karate, todo estaba muy normal, no sé qué cosas tendrá que haber hecho Jeremy, pensé que regresaríamos juntos casa, pero bueno ya lo iré a ver ahora cuando lleguemos al edificio. Ta estábamos a unas cuantas calles para llegar cuando Andrei estacionó el auto a un lado de la calle y apagó el estéreo, lo me confundí ¿se le habrá acabado el combustible o algo así? Solo vi que sacó su celular y se puso a teclear en la pantalla táctil.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué nos detuvimos?
- Dennis… ¿me puedes explicar qué es esto?
Andrei me enseñó la pantalla de su celular y vi con mucho asombro el video donde Jeremy y yo nos besábamos… ese mismo video que grabamos hace tiempo… pero ¡¿Cómo Andrei lo tenía?!
- ¿Cómo lo tienes? ¡Bórralo!
- No, no, no… -se guardó el celular en su bolsillo- te dije que me explicaras qué es eso, no que te desesperaras.
- Pero…
- Al principio… no lo quise creer, cuando la chica esa… Jordana, me dijo que tú y Jeremy eran novios y que arruinaste su fiesta y rechazaste a su hermana… no lo quise creer… pero ya me demostraste que es verdad.
- Andrei… yo no…
- Nada… eres gay, debí haberme dado cuenta antes, pude haberlo evitado…
- ¿Qué? -dije muy confundido y nervioso.
- Ya sabes que lo que haces con Jeremy está muy mal… bastante mal -me dijo de forma muy seria.
- ¡¿Qué?! ¿Me… me dirás que estoy enfermo también?
Mis ojos empezaron a llenarse de lagrimas, estoy muy asustado… una cosa es que unos idiotas me rechacen y me tachen pero… Andrei es mi primo y con lo que me está diciendo me está lastimando mucho…
- Claro que no estás enfermo… solo tienes que ir a un psiquiatra, es algo psicológico, pero se puede arreglar.
- ¡¿Qué?! -ya no podía más en mi asombro- pensé que estudiabas medicina…
- Sí, lo hago y por eso te aseguro que lo que sientes por Jeremy es anti-natural.
- ¡NO! ¡NO LO ES! ¡Yo lo amo!
- ¡CALLATE!
Eso que me grito me hiso temblar de miedo, su mirada en serio me asustó y más su tono de voz, me quedé temblando y sin decir nada…
- Dennis escucha… hoy mismo terminarás con Jeremy y si no lo haces… le diré a sus padres que están juntos y que hasta ya tienen sexo, eso es obvio… ¿Cómo crees que reaccionarán?
- No serías tan malo… eres mi primo… -traté de secar mis lagrimas.
- Por eso… quiero curarte, y el primer paso es que te olvides de ese chico y le termines ya.
- No… no quiero… no…
- Si no lo haces ahora mismo… yo mismo le daré una paliza al mocoso ese ¿eso quieres?
Me volví a quedar aterrorizado… mi corazón no podía aguantar esas palabras, nunca pensé que mi primo sería mi peor enemigo… el que más daño me está haciendo… “¿Qué esperas? ¡Llámalo a su celular y termínale!” escuché que me dijo de forma brusca, mientras mis manos me tiemblan y en mi pecho solo siento miedo…