Capítulo 5 - Deseos y más deseos
El duchazo de agua fría no funcionó muy bien que digamos, estoy saliendo del baño solo con una toalla cubriéndome mis partes privadas pero puedo ver mi persistente erección marcándose por debajo de la toalla. ¿Por qué estos días me he puesto así tantas veces? Ósea… no es que no lo hubiera hecho antes, si no que no creo que sea correcto que esté pensando en mi Dennis y me dé una erección tan rápido… y lo peor de todo es que ahora mismo me están entrando unas ganas enormes de mastur… ¡¿En qué estoy pensando?! ¡Nada de eso!… caray, ahora sueno como un pervertido.
Cierro la puerta de mi habitación y me seco todo el cuerpo. Dejo la toalla mojada a un lado y tomo mi ropa interior con las dos manos. Aún no me la pongo, estoy de pie y desnudo frente a mi cama mirando mi entrepierna, en serio… creo que sería rico sí… ¡No, dije que no! No puedo hacerlo… ¿Qué pensaría mi peque si se enterará? Claro que hay muy pocas posibilidades de que se entere que me masturbé pensando en él pero… Sacudí mi cabeza para alejar esos pensamientos pervertidos de mi mente y me pongo rápidamente la ropa interior, si menos pienso en eso menos ganas tendré de hacerlo.
Me vestí lo más rápido que pude, ahora estoy en el comedor de mi departamento almorzando lo que mamá me dejó servido, la verdad no me molesta almorzar solo, sé que mis padres tienen que trabajar a esta hora. Por lo general almuerzo con ellos a la una de la tarde, cuando mi papá regresa para comer y mi mamá antes de irse al trabajo. Pero hoy regresé aquí hace media hora, a las dos y media, así que ya no están. Viéndole el lado bueno puedo ver lo que quiera en la televisión.
Cuando terminé de almorzar me recosté en el sofá para ver más cómodo la tele, hasta entonces ya me había olvidado de mis constantes erecciones, pero de un momento a otro… ¡bum! Volvió a aparecer otra, ¿Qué puedo hacer? Piensa, piensa… tal vez si me recuesto boca abajo… ¡ahh! No… eso me hace sentir aún más excitado… soy un tonto, acabo de recordar que así fue como descubrí la masturbación hace un par de años, cuando todavía no sabía cómo se llamaba: frotando mi pene sobre la superficie de la cama o el sofá. Bueno eso es otro tema, tengo que hacer algo o las ganas podrían ganarme… Seguramente ustedes pensarán que estoy haciendo mucho lio, pero es que si me masturbara estoy seguro que eyacularía pensando en Dennis y no quiero eso… se sentiría como un pequeño pervertido, además él es tan lindo… no podría pensar en él de esa forma ¿o sí?
Me duele un poco la entrepierna, creo que es porque no le estoy dando ninguna atención, bueno… no quiero que me duela. Me tocaré solo un poco por sobre la ropa para calmar el dolor. Sí, así está mejor, solo frotarme un poco y nada más… caray… esto se está sintiendo muy bien, realmente bien… Me tengo que detener… ya desabroché el botón de mi pantalón. Me pongo de pie y acomodo mi pantalón como debe ser, doy un suspiro y apago la televisión. Saldré a par un paseo, por lo menos en la calle no tendré lugar para… ya saben qué, por qué si me quedo aquí en la comodidad de mi depa puede que no pueda seguir resistiéndome como hasta ahora.
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Después de caminar casi por media hora por las calles ahora ya estoy mucho más tranquilo, estoy regresando ahora de vuelta al edificio. Justo cuando estoy por abrir la puerta eléctrica me encuentro con Marco que también está entrando, veo que trae una mochila en su espalda, no creo que haya ido a estudiar ¿no?
- ¡Hey Marco! Hola ¿de dónde vienes? -no aguanté mi curiosidad.
- Hola Jeremy, estoy regresando de mi clase de Karate, aquí traigo atrás traigo mi uniforme -señaló su mochila.
- Es cierto, nos contaste de eso a Dennis y mí el otro día -casi lo olvidé- ¿Llevas mucho tiempo practicando eso?
- Más o menos… como dos años.
- Waoh… - en realidad a mí sí me pareció un tiempo algo grande.
- Jaja sí, me gustó por tantas peleas de los juegos de video. ¿No quieres subir a mi depa para jugar con el PS3 conmigo?
- Sí, eso estaría bien.
- ¡Vamos!
Subimos a su departamento y en el living encendimos el PS3, Marco tiene muchos juegos de lucha y peleas, esos me gustan a mí también. Creo que la pasaremos muy entretenidos en esto.
Creo que no he dicho esto desde hace un buen rato, pero ¡Que rápido pasa el tiempo cuando se está distraído! No nos dimos cuenta que el sol ya estaba bostezado, quiero decir, que ya se estaba ocultando. Al final nos quedamos jugando hasta casi las ocho de la noche, un poco más de tres horas luchando virtualmente, lo más divertido es que Marco es tan competitivo como yo así que no nos aburrimos para nada, cada “versus” más interesante que el anterior. Antes de irme le recordé que tendríamos la revancha, la pasamos bien. Ahora regresé a mi hogar, revisaré mi “Facebook” antes de la cena, hace un par de días que no entro…
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Y llegó la hora de dormir, mis papás me mandaron a la cama a las once de la noche, diciéndome que apagará de una vez la notebook, he estado buscando a Dennis en el FB pero no lo he podido encontrar, tal vez tiene otro nombre o qué sé yo, se lo preguntaré en cuanto lo vea y también le pediré su número de celular… me encantaría estar más en contacto con mi peque aunque vivamos en el mismo edificio. Yo estaba todo tranquilo hasta que me quité la ropa para ponerme el pijama, cuando me vi otra vez solo en ropa interior mi pene volvió a crecer ¿será normal que se me ponga duro tantas veces? Me da algo de vergüenza preguntarlo, será mejor ignorarlo por hoy, pero si sigo así tal vez sería mejor preguntarle a un adulto, creo…
Estoy en mi cama abrasando la almohada, mi pene aún sigue duro pero será mejor que no lo toque, ahora mismo estoy pensando en Dennis, me pregunto si él estará pensando en mí… Jaja si claro… como si eso fuera cierto… pero supongo que sería lindo si así fuera. Mi pene se está frotando con la almohada por sobre la ropa pero se siente muy bien, como siempre… aunque estoy a oscuras, estoy con los ojos cerrados y con la cara muy caliente. Me estoy esforzando mucho por no tocarme ahí y aunque lo estoy logrando los minutos me parecen muy largos, solo quiero dormirme para dejar de luchar contra el deseo que tengo…
<< Estoy en la playa, exactamente en la orilla del mar, siento como el agua me moja mis pies descalzos, estoy vistiendo un pantalón corto y mi camiseta favorita, veo que no hay nadie más que yo aquí. El sol brilla de una forma muy agradable, estoy con mi vista pegada en el mar, las olas vienen y van tranquilamente. Todo esto me hace sentir muy bien… de pronto siento que alguien me toma de la mano, voltee inmediatamente y veo a la única persona que faltaba para que este lugar fuera mi paraíso. Dennis me miraba de una forma muy tierna a los ojos y sus labios algo canositos me mostraban una de sus hermosas sonrisas, él solo esta vestido con unas bermudas de color crema oscuro, después de unos segundos sin decirle nada me abrasó y eso me tomó por sorpresa, me empezaba a sentir algo nervioso de tenerlo tan cerca.
- ¿Dennis que estas…?
- Jeremy, no digas nada, solo abrásame -dijo sin soltarme.
Le hice caso y lo abrasé… en verdad me siento muy bien de hacerlo, sentirlo así de cerca. Cuando ya llevábamos un buen rato con ese abraso, sentí que se empinó con la punta de los pies y me dio un beso en la mejilla, eso me hiso sonrojarme mucho.
- Dennis… ¿Por qué me…? ¿Por qué me besaste?
- Aún no te beso de verdad, solo fue un beso en la mejilla… ¿Qué, no te gustó?
- N-No es eso… solo que…
- Creo que eso hacen las personas que se gustan… y tú me gustas mucho -me dijo sonriente.
- ¿En… en serio? -mi corazón late ahora muy rápido.
- Sí… ¿Yo no te gusto Jeremy? -me preguntó con una carita de preocupación.
- Dennis claro que me gustas ¡Yo te quiero mucho! -le dije alegre y de inmediato le di muchos besos en sus mejillas.
- Jajaja está bien, ya entendí, me haces cosquillas jaja
- ¿Puedo besarte en la boca?
El castaño me volvió a sonreír y me tomó de ambas mejillas acercándose a mí, vi como cerraba lentamente sus ojitos, yo también lo tomé de la carita y cerrando los ojos puse fin a nuestra distancia, sentía mis labios sobre los suaves labios de mi niño, creo que fui algo torpe… pero es que estaba muy emocionado y algo nervioso pero la sensación de besarlo fue increíble, no cabía más en mi felicidad. Nos separamos, ahora lo veo a los ojos con tanta dulzura. “Bésame otra vez” le dije. A los segundos ya estábamos otra vez en un beso, pero esta vez muevo mis labios, siento sus labios suaves y cálidos, acaricio su cabello que tanto me gusta… Nos volvemos a separar, pero mantengo su carita muy cerca a la mía.
- Jeremy ¿Podemos ser novios? Yo te prometo que portaré muy bien, dime que sí.
- Jaja eres una cosita tan adorable… sí, seremos novios desde ahora -le dije muy sonriente y tomándolo de ambas manos.
Nos volvimos a abrasar, él aprieta con sus manitas mi camiseta y yo acaricio su cabello con una mano y con la otra su espalda, me siento tan feliz que el sentimiento que tengo por él sea correspondido… Después de uno o dos minutos así, nos damos un piquito. “Vamos a un lugar más cómodo” me dijo mi peque. De repente me doy cuenta que ya no estamos en la playa, si no que ahora estamos en mi habitación. Preferí no darle importancia a ese cambio tan rápido de lugar y volví a besar a Dennis, es lo único que quiero hacer, demostrarle que lo quiero, que me gusta mucho. No pude resistirme a apoyar su espalda sobre la puerta cerrada de mi habitación mientras lo beso. Ahora siento como si lo estuviera arrinconando un poquito, creo que se siente bien… Nos separamos una vez más por un poco de aire, si fuera por mí lo seguiría besando sin detenerme, pero no se puede. Mi castaño me toma de la cintura y me hace retroceder hasta mi cama, ahí me caigo de espaldas sobre el colchón y el peque se sube a mí. Ambos nos reímos con dulzura con nuestras narices juntitas, Dennis y yo nos empezamos a dar piquitos una y otra vez, es algo bastante tierno.
Mientras disfrutábamos ese momento siento como su traserito se roza un poco contra mi entrepierna, eso hace que me ponga duro casi al instante, no sé si ponerme nervioso por eso o solo dejarme llevar…
- Jaja tu pipi se puso duro -me dijo riendo un poco.
- Ehh… lo siento.
- No te disculpes, creo es gracioso -dijo para volver a besarme ahora también él moviendo sus labios.
- … -Mientras lo besaba también sentía el placer de estar rozándonos así por sobre la ropa.
- Oye Jere… ¿Puedo tocarte ahí? -dijo sonrojado al separarnos.
- Ehh…
No estaba seguro de que contestarle, una parte de mí sí lo quiere, pero la otra me dice que estamos yendo muy rápido… antes de contestarle algo él se me adelantó y pasó su dedo índice sobre el bulto marcado en mis pantalones. Eso me hiso gemir involuntariamente, sí que se sintió muy bien… “Es lindo” me dijo, luego puso toda su mano extendida sobre él y lo presionó un poco, yo sentía mi cara muy caliente pero también me siento emocionado, es una mezcla de emociones algo raras pero me hacen sentir un cosquilleo agradable. Sin pensarlo dos beses me quito la camiseta quedándome igual que mi niño, sin nada de ropa de la cintura para arriba. Él toca mi pecho con su otra mano y yo lo imito, también acariciando su pecho suave… Aún no aparta su mano derecha de mi entrepierna, me acerqué a besarlo otra vez, es algo que me encanta en verdad, sentir sus suaves y tiernos labios. Ahora que nos separamos acaricio su mejilla, ya sabía que lo quería, pero en este momento siento como si nunca quisiera separarme de él. Este chico me ha enamorado por completo.
- Jeremy, te quiero… te quiero mucho.
- Te amo Dennis… >>
¿Qué es ese sonido? ¿Mi despertador? No puede ser… Desperté, sí… desperté. Apago con un poco de mala gana mi despertador, ni siquiera miro qué hora es y abraso mi almohada una vez más. Debo admitir que estoy un poco decepcionado de que todo eso haya sido un sueño. Yo en verdad esperaba que fuera real… Aunque estoy un poquitín decepcionado no estoy triste, después de todo el sueño del que acabo de despertar fue muy bonito. Creo que ahora me estoy animando otra vez al recordarlo, abraso con más fuerza a la almohada y sonrío… Sí, estoy enamorado de Dennis. Claro que lo estoy, ahora sé que no solo me gusta, sé que quiero ser algo más para él. Lo único que quisiera saber es si yo también podría gustarle… Lo descubriré. Y quien sabe… tal vez mi sueño se pueda hacer realidad.
Qué raro… siento algo húmedo y resbaladizo en mis pantalones… ¿acaso será? Rayos… sí lo es. ¿Cómo es posible que haya eyaculado dormido? Esto no me pasaba desde el año pasado… ¡Esto de la pubertad es una locura! Me vuelvo a subir los pantalones y salgo de la habitación con dirección al baño. Por lo menos tengo la conciencia limpia, técnicamente yo no fui el responsable… estaba dormido así que no hay culpa. Sonrió y me rasco la cabeza un poquito antes de cerrar la puerta del baño.