Capítulo 23 - Nuestra mascota, nuestra aventura
Me quedo aquí parado, con el plato de muffins que me acaba de dar Jeremy… los cocinó para mí… siento como mi corazón late más rápido en pensar en ello. Olfateé los panecillos un poquito, mmm… smells good y las chispas de chocolate son un toque genial, sé que es lo que más le gusta a Jeremy, a él le encantaban los muffins de chocolate. Rayos… me acabo de mirar en el espejo del living y estoy con una sonrisa boba, de esas sonrisas que solamente pongo cuando pienso en…
- ¿Era Jeremy verdad? -escuché la voz de Malena mientras se acercaba a mí- y veo que te trajo un regalo.
- Sí… dijo que preparó estos para mí.
- Awww, eso es muy lindo.
- No lo es… -traté de hacerme el serio pero…
- Vamos Dennis, tus mejillas rojas me dicen que te gustó que te trajera estos muffins.
- Ehh… whatever, volvamos a mi habitación -dije empezando a caminar con todo y los panecillos.
Hoy después de mi practica de karate, al regresar a casa me di cuenta que mis padres aún no regresaban, así que le pedí a Malena que me acompañara, después del interrogatorio que me hiso el otro día cuando de que le dije que había terminado con Jeremy, le dije que ya no quería tocar el tema hasta que llegara un buen momento y creo que ahora que Jeremy vino a traerme este hermoso obsequio, digo… estos muffins, creo que es la excusa perfecta para que mi prima me vuelva a hablar del tema, estoy seguro de que lo va a hacer. Entré en mi habitación y puse el plato sobre mi cama, me volví a quitar los zapatos y me senté como lo estaba antes de salir a abrir la puerta, Malena entró detrás de mí y dejó la puerta de mi alcoba abierta, total estamos solos en el depa, así que no hay problema, se sentó en frente de mi con una sonrisa bastante curiosa, tanto así que me puse rojo se nuevo.
- Male, si quieres puedes tomar uno de los muffins.
- Gracias, pero te estoy sonriendo porque ya me di cuenta que sigues queriendo a Jere.
- No sé de qué estás hablando -fingí cruzándome de brazos.
- Primo no tienes que fingir conmigo, tú sabes que no te voy a juzgar, yo sé que tú eres buena persona y bastante terco también -ella me apretó una mejilla.
- Auch, basta Malena.
- Jaja, lo siento, es que eres lindo cuando te enojas.
- …Lo mismo decía Jeremy… -Esperen… ¿dije eso en voz alta? Fuck! ¡Ya me parezco a Ángelo!
- ¿Lo ves? Dennis siempre piensas en él, aún lo quieres yo lo puedo notar y sé que tú también.
- Ammm… está bien, tienes razón.
Dije eso ya resignado y de inmediato me lancé a la cama y me tapé la cara con una almohada, Malena me descubrió, es muy difícil mentirle a ella, me conoce de toda la vida… Pero aunque sepa que aún estoy enamorado de Jeremy, no le puedo contar el porqué terminé con él, estoy seguro que si le cuento la verdad, ella irá a reclamarle a Andrei y aunque eso sería genial, no quiero arriesgarme a perder para siempre a Jeremy, lo sé… soy un complicado. Fuck, esto de los conflictos sentimentales me vuelven más complicado de lo que soy, que fastidioso es eso. En eso mientras aún seguía con la cara contra la almohada sentí unas patitas caminar por mi espalda y luego las sentí en mi cabello.
- ¿Ese es Gato Miau? -pregunté aún sin levantarme.
- Sí, por fin salió de debajo de la cama, jaja. ¿quieres que te lo quite?
- No, ya se va a bajar solito, él nunca se queda quieto, solo cuando duerme lo hace.
Ahora sí me intenté levantar un poco lento para no asustarlo, pero aun así mi mascota dio un pequeño salto y se posó en mi mesita de noche, solo para lamerse sus patitas, me volví a sentar bien y tomé uno de los muffins, aún están algo tibiecitos.
- Vamos Male, toma uno también -le dije a mi prima.
- Está bien, pero tú dale la primera mordida.
- Ok… -mordí con ganas el panecillo- mmm…
- ¿Está rico? A ver… -ella también mordió el suyo- Mmm… oye está muy rico.
- Sip… y los hiso para mí.
- Otra vez esa sonrisa de niño enamorado -me hizo cosquillas en las costillas con su mano libre.
- Oye ya… Jajaja, stop, stop.
- Oye primo… pero sí aún te sigue gustando Jeremy ¿entonces por qué no regresas con él?
Me quede callado y bajé un poco la cabeza, eso es lo que quisiera… volver a estar con Jeremy y hacer como si esto nunca hubiera pasado, pero no es así… ya metí la pata y aunque él quiera regresar conmigo… me duele tanto hacerme el indiferente con él. Volví a morder mi postre mientras Malena aún espera una respuesta. “Porque no puedo, si lo hago le puede pasar algo malo… y yo no quiero eso” le dije de una vez, ella me miró confundida.
- ¿A qué te refieres? ¿Acaso alguien los tiene amenazados? -me preguntó.
- No es eso… solo que… no quiero que nos descubran y nos separen para siempre.
- ¿Quiénes? ¿sus padres?
- Sí… ellos son amigos y… ¿Qué pasaría si se enteran que Jere y yo somos novios? Lo más seguro es que se pelearían y luego nos prohibirían vernos.
- Pero primo -me tomó de la mano- No te bases solo en suponer las cosas, tal vez si se lo explican bien a sus padres ellos puedan entenderlo. No tienes por qué tirar toda su relación por el balcón cuando los dos estaban tan bien.
- Sí pero…
- No quieres arriesgarte ¿cierto?
- Tal vez… cuando seamos más grandes… ya podamos regresar.
Eso no es cierto, yo no quiero esperar, yo quiero estar junto a Jeremy ahora mismo. Pero… ¡Esa enorme impotencia de que Andrei me haya amenazado con pegarle a Jeremy me tiene atrapado! Si no me hubiera amenazado así de fuerte no me hubiera importado, después de todo tarde o temprano le diríamos a nuestros padres. Malena tiene razón… no sé como exactamente reaccionarían nuestros papás si se enteran que Jeremy y yo estamos enamorados pero… después de las cosas que me dijo mi primo mayor, ya no me siento tan seguro. Creo que lo mejor que puedo hacer en este momento es esperar a que Andrei se vaya… así entonces ya sin su estúpida supervisión podría regresar con Jeremy y esperar con todo mi corazón que me perdone por haberle terminado así, yo… espero que para ese momento él siga enamorado de mí…
- Mira Dennis, no puedo decirte que tienes toda la razón y tampoco puedo decirte que estás completamente equivocado -me dijo mirándome a los ojos- solo te puedo decir que no deberías luchar contra tus sentimientos.
- Pero… si no lucho contra ellos... estoy seguro que ya regresaría con Jeremy y eso es lo que quiero evitar por ahora.
- ¿Hasta cuando piensas evitar a Jeremy?
- Hasta que sea un buen momento… hasta que seamos un poquito más grandes o…
- O que ya no puedas aguantar con la mentira y le digas que en serio lo amas.
Me volví a quedar callado, lo que dijo Malena es verdad… hiso que me corazón lata rápido de nuevo, vaya que mi prima sabe muchas cosas y eso que aún no cumple los quince años, su cumpleaños todavía es en Abril, cuando ya es primavera. Malena puede parecer un poco inmadura a veces, pero es en momentos como este que me demuestra que puede ser una chica muy madura, mucho más que yo y obvio mucho más que su hermano, ella sí me entiende de verdad, la quiero bastante. Por un fuerte impulso la abracé, en serio necesitaba un abrazo y ella es perfecta para hacer eso, me correspondió al abrazo y ahora me siento algo más tranquilo…
- No te pongas triste…
- No es eso, solo que me doy cuenta que tú de verdad me entiendes, muchas gracias.
- De nada, sabes que siempre voy a estar para ayudarte, te quiero mucho Dennis.
- Y yo a ti Malena.
El abrazo continuó hasta que mi gatito vino y se puso a ronronear chocando su lomo contra nosotros, Gato Miau de verdad que es muy gracioso. Nos separamos riendo un poco por la ocurrencia de mi mascota y Malena lo cargó en sus brazos, es un gato muy dócil, se deja cargar por casi todos. “Pero por favor prima, no le vayas a contar a nadie que aún amo a Jeremy, hazme ese favor” le pedí y ella luego de escucharme me asintió con la cabeza, creo que se siente muy bien tener a alguien que sea la verdad de mis sentimientos hacia mi chico de cabellos dorados.
- Solamente espero que cuando le pida a Jere para regresar a ser novios él siga enamorado de mí… tengo un poco de miedo de que no pase eso -dije mientras tomaba otro muffin.
- ¿Estás leyendo el libro que te di? Hay una parte que dice “donde hubo fuego, las cenizas quedan”
- Sí lo estoy leyendo, y sí sé lo que significa eso del fuego y las cenizas. Lo que no entiendo son algunas otras palabras… como “agua ardiente” o “delirantes”.
- Jajaja, es que es poesía, el agua ardiente es una bebida de alcohol y delirantes viene de delirar o sea de enloquecer ¿entiendes? -me lo explicó lo mejor que pudo.
- Mmmm… creo que tendré que volver a leer esos versos del libro, la verdad es que está muy bonito, no había leído poesía antes… me gusta mucho -le regale una sincera sonrisa.
- De nada, a ver trae el libro y lo leemos juntos, así interpretamos juntos algunos versos ¿quieres?
- Of course!
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Vamos, vamos… sube, sube… ya no aguantaré mucho, ¡yo tengo que ir al baño ya! Oh… hola de nuevo, pues verán… estoy aquí bailando como un tonto en el ascensor, lo que pasa es que tomé mucha agua luego de la práctica de karate de hoy y en el camino hacia aquí me dieron ganas de ir a hacer del uno y… ya casi no puedo aguantar, me pesan mis mochilas y estoy que hago un bailecito ridículo, menos mal que estoy solo aquí… ya… estoy a punto de llegar a mi nivel… ¡vamos puertas ábranse de una vez!
Ni bien las puertas del ascensor se abrieron salí casi corriendo y fui directo a la puerta de mi departamento, puse mis dos mochilas en el suelo y de mi bolsillo saqué las llaves, que bueno que solo tengo tres llavecitas, si no me volvería loco buscando la de la puerta en un momento como este, abrí la puerta con todos sus seguros y entré casi desesperado, ni siquiera saludé bien a Gato Miau que estaba sentado ahí en el sofá, fui corriendo al baño y… ahhh… así está mucho mejor ¡me salvé! Nada mal para un lunes, todos dicen que odian los lunes pero creo que hoy he tenido algo de suerte, llegué justo a tiempo al baño. Al terminar subí el cierre de mis jeans y ahora me estoy lavando las manos… mmm… ahora que me doy cuenta ¿Dónde están mis mochilas? Las habré tirado por ahí… ahora mismo las buscaré pero primero tengo que darle de comer a mi mascota, porque recuerdo que mi mami me dijo en la mañana que saldría a estas horas.
Después de secarme las manos, salí del baño y entré al living, “Vamos Gato Miau, es hora de tu almuerzo” lo llamé y luego entré a la cocina, ahí abrí la alacena donde guardamos las bolsas de sus galletitas para gato y se lo serví en su tazón, también le serví un poco de agua en otro por si tiene sed, puse los dos tazones en el suelo y luego me di cuenta que había una nota en la puerta del refrigerador, la tomé y la leí: <<Hola hijo, te hago recordar que hoy salí a hacer unas compras para la cena, en la noche tu papá y yo vamos a conversar contigo. No te olvides de ordenar tu habitación y darle de comer a tu gatito. Take care my dear!>> Oh cierto! También tengo que ordenar mi habitación, casi se me había olvidado. Arrugué la nota en una bolita y la guardé en mi bolsillo, luego salí al living y me di cuenta que la puerta estaba entre-abierta, fui a ver y ahí estaban mis dos mochilas sosteniendo la puerta, se me había olvidado cerrarla cuando entré al depa.
Agarré las mochilas y las cargué hasta mi habitación, no sin antes cerrar la puerta del departamento claro, ya con las mochilas adentro, las abrí y me puse a acomodar todo, puse los cuadernos en mi escritorio, acomodé los libros y mis útiles escolares, tendí mi cama y por último llevé mi ropa de karate al cuarto de lavado. Ya cuando regresé a mi habitación vi que todo ya estaba ordenado así que salí al living para ver televisión en el sofá. Me recosté ahí y encendí la televisión, todo estaba muy tranquilo, casi… demasiado tranquilo. “Gato Miau ¿ya terminaste de comer? ¿O ya te dormiste?” pregunté levantándome del sofá, es extraño siempre de vez en cuando escucho los maullidos de mi mascota y todo este rato ha estado muy callado.
Entré a la cocina y veo que sus dos tazones aún están con toda la comida y con toda el agua, no los ha tocado, pero eso es bien raro, Gato Miau siempre come a sus horas, excepto cuando se duerme… tal vez está dormido debajo de la mesa del comedor, voy a revisar bajo la mesa y… nop, no está aquí, iré a buscarlo, tiene que comer si no en la noche maullará por el hambre o le dolerá su pancita seguramente. Mmmm… nada, no lo encuentro, ya busqué en todos sus lugares favoritos para esconderse y para dormir y aún no lo hayo, hasta me puse a rodar la bola de lana con la que le gusta jugar con sus garritas, la rodé por el suelo de todas las habitaciones y nada, mi gatito no venía a jugar. Entonces de pronto recordé que había dejado la puerta abierta cuando entré al departamento, seguro Gato Miau salió cuando yo no lo estaba viendo.
Salí rápido hacia el living y abrí la puerta, “¡Gato Miau! ¡Ven Gato Miau regresa!” me puse a decir en voz alta, pero nadie me contestaba, rápidamente con las llaves de mi departamento en mano me puse a buscarlo por el pasillo, sé que es un gatito muy curioso, pero no creo que haya ido lejos… rayos, no lo encuentro, me estoy empezando a preocupar… Fui a tocar la puerta del departamento de mi prima y mis tíos, pero nadie me contestaba era como si nadie estuviera en casa, luego tomé mi celular y llamé a Marco, tal vez él me ayudaría a buscar a mi gatito, pero me contestó el mensaje de voz, era un mensaje que tenía grabado con mi prima diciendo que habían salido en una cita. Entonces… tendré que buscar a Gato Miau yo mismo, veamos… como en el pasillo no está seguro que se fue por las escaleras de emergencia, empecé a bajarlas pero no lo veía por ningún lado, bajé hasta el primer nivel y luego volví a subir a mi nivel, esto no es bueno… volví a donde empecé, yo… no creo que pueda hacer esto solo, tendré que buscar ayuda y la única persona que me puede ayudar ahora es… lo sé, es Jeremy. Yo… voy a pedirle que me ayude a buscar a mi gatito.
So… ahora estoy de pie frente al departamento de Jeremy, tomé mucho valor para llegar hasta aquí y la verdad ya no quiero regresar atrás, así que… toque el timbre esperando a que mi rubio… digo, a que Jeremy abra la puerta, espero que no esté ocupado y que me pueda ayudar. Luego de algunos segundos esperando vi que la puerta se abrió, era la mamá de Jere, quien me recibió con una sonrisa.
- Hola Dennis ¿Cómo estás? Hace ya varios días que no venias a visitarnos, que lindo verte -me dijo abrazándome.
- Hola señora Claudia, sí tiene razón… -le sonreí cuando me soltó del abrazo, para ser delgadita es más fuerte que yo.
- ¿Vienes a jugar con Jeremy?
- No en realidad… se me perdió mi gatito y quería saber si Jeremy podía ayudarme a buscarlo.
- ¿Gato Miau está perdido? -vi que entró Jeremy al living y se acercó.
- Hola Jeremy… sí, se acaba de perder, ¿podrías ayu…?
- Claro que te va a ayudar -se me adelantó la señora Claudia- Anda Jeremy, que dos personas buscan mejor.
- Sí, gracias mamá -El rubio salió del depa y ahora está junto a mí… ahora me siento nervioso de nuevo, genial…
- Bueno, estoy segura de que lo encontrarán ¿se perdió aquí en el edificio?
- Sí señora, deje la puerta abierta de mi departamento por accidente y él se debió haber escapado en ese momento.
- Entonces vamos ya, no debe estar muy lejos Dennis -me dijo Jeremy con seguridad.
- Yo estaré atenta por si escucho algún maullido ¿sí?
- Sip, gracias… bueno vamos Jere.
Me puse a caminar hacia el pasillo, siento que mis manos están algo temblorosas… ¿solo por estar cerca de Jeremy? Esto… esto de estar enamorado es tan extraño, pensé que ya había descubierto todo, pero creo que me equivoqué. “Bueno ¿Y por donde empezamos a buscarlo?” me preguntó, yo me quede mirándolo un ratito y luego cuando me calmé los nervios de estar junto a él ya le respondí, “Vamos a buscarlo por los pasillos de cada nivel, Gato Miau es muy curioso, puede meterse en cualquier lado”. Los dos nos pusimos en marcha, desde el nivel 8 donde vive Jeremy bajamos cada nivel, hasta el nivel 3 del edificio, buscando los dos por los pasillos, entre las macetas y los marcos de las ventanas, pero no encontrábamos a mi mascota… Regresamos a mi nivel y nos recostamos en la pared junto al ascensor.
- ¿Y ahora que haremos Jeremy? Nuestro gatito no aparece por ningún lado…
- ¿Nuestro? -me miro algo sorprendido.
- Yeah… siempre ha sido nuestro ¿recuerdas? Lo encontramos juntos, así que es de los dos. Solo… solo que yo lo tengo en mi casa -le sonreí.
- Oye… que lindo suena eso, que aún después de todo, consideres que tenemos algo juntos -me sonrió de una forma tan… tan hermosa.
- Sí… -agaché mi carita para que no me vea mi sonrisa de niño bobo.
- Bueno… entonces vamos a seguir buscando a nuestro gatito. Yo iré a buscarlo en los niveles de arriba y tú revisa tu depa, tal vez regresó por la ventana o algo así.
- Está bien, iré de inmediato.
Vi que Jeremy tomó el ascensor para ir hacia arriba y yo regresé a mi departamento, lo volví a buscar rápidamente, mire debajo de las camas, lo llamé y luego fui a revisar sus tazones que dejé en la cocina… nada, aún estaban intactos, Gato Miau no había regresado… Me puse de nuevo triste, caminé lentamente hasta el sofá del living y me tumbé ahí cansado, no me sentía bien, mi gatito estaba perdido y no sabía si lo volvería a ver, estoy muy preocupado por él, no quiero que pase hambre o frio, desde que Jere y yo lo encontramos en el parque esa vez y lo adoptamos lo quiero bastante, es mi mascota, mi amigo… En eso mientras pensaba en mi gatito escuché el timbre, yo solo me puse de pie y fui a abrir. Era… era Jeremy con…
- Mira a quien encontré.
- ¡Gato Miau! ¡Jeremy lo encontraste! -dije lleno de alegría, ver a mi gatito en los brazos de Jeremy fue como recibir un regalo de Navidad.
- Nuestro querido gato estaba durmiendo en las escaleras que llevan a la azotea.
- ¿En serio? ¿tantas escaleras subiste? Gato aventurero, me preocupaste bastante -le acaricié la cabeza y empezó a maullar.
- Creo que está feliz de verte ¿verdad gatito? -Jeremy me entregó a Gato Miau.
- Sí… -sonreía bastante contento- Oh! Cierto, aún no comes tu almuerzo, debes estar hambriento… Ehhh… ¿quieres pasar Jeremy?
- ¿Yo? C-Claro… muchas gracias -Jeremy sonrió de una forma divertida y entró conmigo al depa, cerrando la puerta detrás de él.
Cargué a mi mascota hasta lo cocina y lo bajé frente a su tazón de comida, el gatito empezó a comer con muchas ganas, sabía que estaba hambriento, me da mucho gusto que ya esté en casa. Después de darle unas caricias en la cabeza y lomo lo dejé comer tranquilo, me lavé las manos en el lavabo de la concina y luego regresé al living conde Jeremy estaba esperando jugando con sus dedos, la verdad es que se ve hermoso así… como siempre. Me senté a su lado con una gran sonrisa, él es mi héroe, estoy muy agradecido con mi rubio.
- Eres muy bueno, a mí no se me había ocurrido buscarlo tan arriba.
- Gracias, es que no quería dejar ningún lugar sin revisar y lo encontré ahí durmiendo en las escaleras, vaya que tuvo su aventura hoy ¿no?
- Jajaja, sip.
Luego de reírnos un poquito nos quedamos callados, no sé si es un silencio incomodo… pero para mí no lo es… ver a Jeremy tan de cerca de nuevo me es muy agradable, en serio que sí… pero, creo que es mejor que me controle un poco, aunque… la verdad quisiera dejarme llevar y abrazarlo… ¡Ay no sé! Estoy tan confundido por todo esto de aguantarme o no hacerlo.
- ¿Y cómo has estado? -escuché su voz de pronto.
- Pues bien… supongo que bien… ¿y tú?
- Pues… creo que bien pero… podría estar mucho mejor.
- Jeremy…
- Sorry, es que no puedo resistirme mucho… yo aún te amo y te extraño bastante.
- ¿Hablas en serio? -casi me derrito con lo que me dijo.
- Sí… todas las noches abrazo mi almohada pensando que eres tú, es lo único que me ayuda a dormir.
- Eso es tan… lindo, muchas gracias… -rayos, creo que ahora estoy rojo.
- ¿Y… tú piensas en mí?
- … Este…
- Ok, si quieres no tienes que responder -vi que su sonrisa casi se esfuma. Yo…
- Claro que pienso en ti… y son pensamientos bonitos.
Yo… ya no puedo más… me acerqué lentamente y lo envolví con mis brazos, en serio… necesito abrazarlo de nuevo, estar cerca de él… lo necesito. “Dennis…” escuché que susurró mientras me correspondía el abrazo… Te quiero, te extraño, te amo con todo mi corazón Jeremy… todo eso lo decía en mi mente, tenía que aguantarme mucho para no decírselo en voz alta… algún día le volveré a decir todo eso de nuevo, pero hoy no… solo espero que ese día llegue pronto. El abrazo fue largo y muy cálido, de verdad me hiso sentir genial abrazarlo una vez más, cuando nos separamos del abrazo nos miramos a los ojos, ver sus ojos verdes… siento como mi corazoncito late como si corriera en una carrera.
- Te ves muy lindo cuando sonríes -me dijo en voz baja.
- Gracias…
- Me encantó abrazarte Dennis, gracias por eso.
- A mí… a mí también me gustó -me sinceré- y gracias ti, de verdad gracias por ayudarme y por haber encontrado a Gato Miau.
- De nada, siempre recuerda Dennis, que yo te voy a ayudar cada vez que pueda, solo tienes que pedir mi ayuda y yo te la daré, cada vez que quieras.
- Eres tan maduro ¿sabes? Muchas gracias.
- ¿Maduro yo? Jajaja… tal vez solo un poco.
Los dos nos volvimos a sonreír, es tan fácil estar feliz con él, Jeremy en serio sabe sacarme muchas sonrisas, me gusta mucho… me hace sentir genial, creo que debería darle un regalo pero… no tengo nada ahora, excepto…
- Oye Jere, tengo chocolate blanco en la cocina ¿quieres un poco?
- Sí, me gustaría mucho.
- Ok, voy por él.
Me levanté del sofá y fui a la cocina abrí la alacena y saqué dos barras de chocolate blanco, a mí mamá le gusta pero siempre dice que los agarre si quiero así que está bien, volteé a ver a Gato Miau y él ahora jugaba con la bola de lana que había dejado ahí tirada, es tan lindo. Volví al living y le di su barra de chocolate a Jeremy. “Gracias, se ve muy rico” me dijo, jaja ¿Cómo sabe que está rico si aún no lo ha probado? A veces se pasa de educado, pero a mí me gusta eso… creo que me gusta todo de él. Los dos abrimos los chocolates y le dimos un mordisco, esta rico… no es mi favorito pero sí esta rico.
- Mmm… ¿Y ahora qué tienes que hacer? -me preguntó.
- ¿Me creerías si te digo que no he hecho nada desde que llegué a casa? Estaba buscando a nuestra mascota todo el tiempo, Jajaja.
- Sí te creo, te preocupas por él y eso está muy bien -me acarició el cabello con una mano.
- ¿Y tú que estabas haciendo? -le pregunté curioso.
- Mi tarea… ¡Rayos! Es verdad, tengo que presentarla mañana… y yo quería quedarme más tiempo contigo…
- Oh, don’t worry… si no haces tus tareas te pondrán malas notas y ni tú ni yo queremos que las tengas, así que anda y termínalas.
- Sí, está bien “papá”
- Oye no soy tu papi -le saqué la lengua divertido.
Los dos nos reímos otra vez, en serio que somos como unos niños pequeños, siempre pensando en bromearnos unos con el otro. “Bueno… ya me tengo que ir” se puso de pie y yo lo acompañé hasta la puerta.
- Bye Jeremy, cuídate mucho ¿sí?
- Claro, tú también… y recuerda que hoy es 10 de febrero.
- Sí ¿Qué tiene el 10?
- Nada… el importante es el 14. ¡Bueno ahora sí bye!
Jeremy salió rápidamente con una curiosa sonrisa en su rostro, ¿Qué me habrá querido decir? Sí hoy estamos lunes 10 de febrero… pero me dijo que el importante era el 14… entonces… Jeremy se refiere al día de… Ya estaba con las mejillas rojas de solo pensar en eso cuando escuché otra vez el timbre, como no me había separado casi nada de la puerta solo tuve que voltearme y abrir la puerta de mi depa.