Capítulo 3 - ¿El peor día del mundo?
Y pues… el día que tanto esperé emocionado se convirtió en el día en que estoy de pie frente a la piscina, con un traje de baño muy corto que me hace avergonzarme y lo peor de todo, esperando mi turno para entrar a la piscina y fingir que sé nadar bien… ¡Ah no! Lo peor de todo es que supuestamente tengo que recibir las órdenes de mi capitán… ¡¿Cómo se supone que lo engañe a ese tipo?! Ese tal Gianfranco está ahí parado usando solo el mismo traje de baño que yo y soplando el silbato que cuelga de su cuello una y otra vez. Y todos esos chicos haciendo lo que él les dice, en serio me dan ganas de pararme detrás de él y empujarlo a la piscina, por creído y por roba novios, no crean que me olvidé tan rápido de lo que me contó Dennis en el verano. Gianfranco ya tiene una mala impresión para mí, que no crea que yo seré uno de esos bobos que siguen sus órdenes.
- Hey Ángelo, ya es tu turno de entrar a la piscina.
- …
- ¡Vamos chico! Deja de soñar despierto… ¿estás bien? -vi que el rubio empezó a caminar hacia mí.
- Sí, sí -le dije para que no se acercara más- solo que yo no te haré caso, tú no eres mi jefe.
- Sí claro, vamos niño ya deja de bromear y entra al agua.
- Nop.
- Mmm… bueno, sabía que con ese cuerpecito tan delgado y débil no serías tan bueno de todas formas.
- ¡¿Qué?! ¡Claro que no!
- Es que como ni quieres entrar al agua, eso es lo que me haces pensar.
Esa sonrisa de victoria de ese chico sí que no la toleraré, le demostraré que no soy ningún debilucho como él piensa, ¡Rayos que me haces enojar Gianfranco Picasso! Y aquí voy… “Splash!” se escuchó justo cuando me metí un clavado en la piscina, tal vez no sepa nadar, pero sí que sé lanzarme de una manera llamativa y poder bucear, justo como lo estoy haciendo ahora… mmm, es la primera vez que estoy en esta piscina, tendré que fijarme bien si tiene partes más profundas, creo que por aquí si podré alcanzar a pararme con mis pies… miro hacia arriba, el agua está tan cristalina que puedo ver siluetas en la orilla, muy bien… ya es hora de salir.
- Ja! ¿Lo ves? Pude bucear hasta la mitad de la piscina -le presumí orgulloso.
- Pues no está mal… ahora regresa en nado libre.
- Ehh… ¿puedo hacerlo estilo perrito?
Creo que lo que dije no fue muy inteligente… mis demás compañeros del equipo se empezaron a reír, rayos… creo que mi cara me arde. “Ya silencio todos” bueno, al menos Gianfranco los hiso callar. “Ya Ángelo, no te hagas el gracioso, solo nada de estilo libre, tengo que ver tu técnica” y de nuevo la volvió a joder pidiéndome eso, justo lo que no quería que pasara y ahora me lo está pidiendo… rayos y yo apenas que puedo estar con la cabeza fuera del agua… bueno, tendré que hacer mi mejor esfuerzo, tal vez funciona si braceo y pataleo como lo hacen en la tele, trataré de imitar sus movimientos.
“Está bien… ¡aquí voy!” dije justo antes de empezar, di un pequeño salto en el agua y empecé a patalear y bracear… creo que lo estoy haciendo bien, por lo menos ahora sí estoy avanzando un poco. A ver… solo tengo que seguir haciendo lo mismo, ¡Ah sí! ¡También tengo que tomar bocanadas de aire! Por poco y lo olvido… esto está marchando bien, creo que vi que el otro extremo de la piscina ya está cerca, me pregunto por qué todos se habrán quedado callados, ¡Qué más da, ya voy a terminar! Solo tengo que patalear un poco más y… ¡Listo! Ya toqué la pared, o sea que por fin terminé esta tonta prueba. ¿Eh? ¿Por qué todos me miran con esas caras?
“Bueno… Eso te bajará algunos puntos” escuché que dijo Gianfranco, y luego de eso lo que escuché fue de nuevo la risa de todos los demás chicos.
- Jajaja, parecía un pez fuera del agua.
- No, más bien era como una anguila en gelatina, Jajaja.
- Jaja, Gianfranco debiste haber dejado que él nadara como perrito, en serio.
Esto es una mierda… se están burlando de mí. ¡Lo sabía! Mi primer día en este tonto taller y ya lo hice todo mal. Quiero salir de aquí de una vez, parte de estar avergonzado no quiero que me vean con las mejillas rojas. Me agarré de los bordes de la piscina y llegué hasta las escaleras para salir.
- Bueno ya estuvo, ya déjenlo tranquilo al chico.
- ¡No necesito que me defiendas Gianfranco! -le dije en voz alta ya fuera del agua.
- …
- Mejor ya sigue con los demás… yo ya terminé -caminé hasta el lado donde estaban los que ya habían nadado.
- Ok… el siguiente de la fila, te toca saltar.
Me crucé de brazos aquí aparado, estoy molesto y avergonzado, algo me decía que eso de disimular que no sé nadar no funcionaría y claro, como siempre no me funcionaron los planes… como quisiera olvidarme de todo, pero entonces oigo los susurros de los demás chicos aquí y me regresa la mala onda. ¿Saben qué? si tuviera una nube sobrevolando mi cabeza, ahora mismo esa nube estaría lanzando rayos y truenos.
En fin… ya pasó un buen rato desde mi tonto incidente de intentar nadar bien, lo bueno es que ahora que no falta mucho para acabar la clase, estamos haciendo juegos, como por ejemplo ver quién puede aguantar la respiración, creo que en esto sí podré resaltar. Lo que me extraña es que ese chico Gianfranco, durante toda la clase no haya entrado a la piscina, solo nos ha dirigido y dicho que hacer, me parece un poco injusto, si es el capitán se supone que es un buen nadador, entonces que al menos se muestre nadando un poco ¿No creen?
“Ya está, el otro grupo de cinco, entren al agua” Oh! Está bien, ahora me toca ir con otros cuatro chicos al agua y competir por quien aguanta más la respiración, esto puede ser divertido, seré difícil de derrotar. Salté al agua como bala de cañón, en serio me gusta hacer eso y salpicar, bueno ya estoy con los demás y ese bobo rubio con un cronometro en su mano, no sé pero me gusta retarlo, quiero ver su cara de sorpresa cuando vea que soy el mejor en esto de aguantar la respiración.
“3, 2, 1, ¡Ya!” esa es la señal y ahora estoy abrazando mis piernas bajo el agua, puedo aguantar de cualquier estilo, pero de esta forma es más divertida, me pongo como roca y floto pero mi cabeza sigue bajo el agua, así que no hago trampas. Aquí bajo el agua es tan silencioso… pero también se puede escuchar los sonidos de alrededor, exactamente como esos perdedores saliendo a la superficie para respirar… bien, me queda un poquito de aire aún, pero como todos ya salieron que importa, igual ya gané. Me pongo normal de nuevo y salgo a tomar aire.
- Pues eso estuvo bien, no es mal tiempo -me dijo ese rubio mirando su aparatito en su mano.
- No es ningún reto, verás que en la siguiente ronda me va mejor -le respondí contento de mí mismo.
- Jaja, pues veremos.
En la segunda ronda del juego me toco con otros chicos, ahora solo con grupos de tres, ya que era por eliminación y a los que hacían un tiempo bajo los eliminaban, es divertido estar bajo el agua y escuchar las porras de los chicos en la orilla de la piscina, para esta segunda ronda me senté en el suelo de la piscina, lo sé, es muy difícil para algunos, pero yo lo hago desde que era más pequeño, claro que siempre termino flotando un poco, pero hago lo posible por mantenerme aquí abajo… ok, me estoy quedando sin aire, pero aún está este otro chico aquí abajo… tengo que aguantar a que… oh vaya! Hable muy rápido, él ya está saliendo, así que si salgo después de él ya gané, ¡Justo a tiempo!
- Está bien Ángelo, serás bajito pero eres bueno en esto.
- No me llames bajito… ¿Cómo está el clima ahí arriba?
- Soleado y sin nubes en el cielo -me contestó.
- ¿Qué? -les juro que no le entendí.
- Jaja, ya salte de la piscina, te toca la final y se acaba la clase.
- Bueno, vale.
Luego de un par de competencias más por fin estoy en la final, desearía que esta fuera una competencia de verdad para que me dieran un trofeo… no sé por qué se llama “trofeo” si no tiene nada de feo… o creo que mejor sería que me dieran una medalla, sip. Bueno ya no puedo estar divagando, ya estoy dentro de la piscina con otros dos chicos y estos son mayores que yo, no me lo pondrán nada fácil.
- ¿Listo para perder pescadito? -me dijo el chico de mi derecha.
- Ja, espero que tú estés listo para tragarte tus burbujas -le respondí todo malote.
- Bien… 3, 2, 1 ¡Ya!
Y aquí vamos otra vez, tomé una gran bocanada de aire y me sumergí en el agua, siento el aire aguantar en mis mejillas, esta es la final así que tendré que aguantar como todo un “Aquaman”. Bien… creo que la mejor estrategia es sentarme en el fondo de la piscina de nuevo, buceó hasta aquí y me siento, aunque no es muy fácil… rayos estoy que salgo flotando un poco, tengo que sentarme bien. Vamos Ángelo, no te desesperes puedes ganar… aguanta, aguanta… abrí un ojito para ver quienes quedan, Hey! Uno de los chicos ya se rindió, pero queda el otro, así que de aquí no me muevo… tengo que… aguantar… ya casi… no me… no me tengo que marear… yo…
Siento… siento que la cabeza me vuela sobre las nubes, estoy mareado y siento frio… hasta siento el viento en mis piernas y me da más frio y… siento aire… en mi boca… algo tibio en mi labios… algo suave y tibio en mis labios… debo estar soñando, mejor abro los ojos y… ¡Cof, cof! ¿Eso es tos? Tengo la boca con agua ¡¿Qué rayos?!
- Cof, cof, cof… -toso levantándome un poco ¿Qué hago en el suelo?
- ¡Está bien!
- ¡Ya se despertó!
- Cof, cof… ¿Qué pasó?
Luego de toser y golpear un poco mi pecho me volví a recostar en el suelo con mi mano abrí los ojos… se ve todo borroso, pero poco a poco se va viendo mejor… ¡¿Ah?!
- Pues ya estás bien, es un alivio… eres un pequeño idiota -me dijo sonriendo, pero…
- Tú eres el idiota ¡¿Qué haces tan cerca de mí?! ¡Aléjate! -reaccioné empujando un poco a Gianfranco para que se alejara, en serio estaba demasiado cerca a mi cara.
- Oye, ten más respeto con el capitán.
- ¡Sí! ¡Él es el único que sabía que hacer!
- ¿El único que sabía hacer qué? ¿Y por qué estás todo mojado? -pregunté confundido, mirando bien al rubio, estaba todo empapado ¿Qué había pasado?- ¿Y cuando rayos salí de la piscina?
- Pues saliste cuando te sacamos… casi te ahogas chico, aguantaste demasiado la respiración -me respondió antes de ponerse de pie.
¿Qué? ¿Él está hablando en serio? Volteé a los lados y vi a todos los chicos mirándome, parecían felices, como si hubieran salido de un buen susto, eso quiere decir que… es verdad, me habré desmayado en el agua por aguantar tanto el aire. Pero como entonces… lo que sentí en mis labios eran… G-Gianfranco estaba cerca de mi cara porque…
- ¡Bueno, Saluden al ganador de la competencia! -dijo de pronto.
- ¿Qué? ¿Quién ganó?
- Pues tú pequeño tonto, técnicamente aguantaste la respiración más que todos, ya tanto que nos habíamos preocupado.
- ¿En serio gané? -estoy todo confundido.
Todos los chicos empezaron a aplaudir sin decir nada, al menos mostraban unas sonrisas… pero estoy seguro que eso es porque están contentos de que no me haya pasado nada grave, bueno… este día no podía empeorar tanto, al menos los demás chicos del club de natación no me hacen sentir mal por casi ahogarme… aún así me siento algo tonto por haber dejado que me quedara sin aire, tanto así que Gianfranco tubo que… Él tuvo que hacerme… ¡¿Esa respiración?! ¡Mierda!
- Súper… ya fueron muchas emociones por hoy, vayan a cambiarse y nos vemos el miércoles, ya terminamos por hoy.
- Pero… tú me…
- Ángelo anda a cambiarte o te mando a la enfermería -me dijo cruzándose de brazos.
- ¡Ni que fueras profesor!
- No, pero el entrenador me puso a cargo hoy, así que soy tu superior.
- Rayos, ya lo sé… iré a cambiarme.
Qué vergüenza, me acabo de poner rojo frente a él… es un tonto, debería odiarlo pero… al menos me rescató… ¡Pero esa tampoco es excusa para besarme! ¡Claro que no es excusa, me besó sin mi permiso y se lo tengo que reclamar! Ese chico me habrá salvado, pero por besarme lo odio… tonto chico alto con el cuerpo bronceado y abdominales bonitos… esperen ¿en qué estaba? ¡Ah sí! En que lo odio…
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Ya se acabó el taller de natación, todos ya nos cambiamos, todos los chicos ya salieron, menos yo, que estoy parado tras la puerta de los vestidores, él último que falta en salir es Gianfranco, y de todas formas le voy a dejar en claro que no puede besarme sin mi permiso… ¡Digo, que no puede besarme y punto!
- Hey ¿Qué haces aquí? Pensé que ya todos se habían ido -me dijo en cuanto salió de los vestidores.
- Pues pensaste mal, así como cuando pensaste mal cuando me besaste.
- ¿Besarte? ¿A qué te refieres?
- ¿Y todavía lo preguntas? Cuando me despertaba sentí que…
- Eso se llama respiración boca a boca, no te confundas -me dijo con toda serenidad.
- Pero si tú me…
- Soy surfista, aprendí qué hacer en casos de emergencia, ese era uno. Así que tómalo con calma ¿ok?
El rubio se puso su mochila que hasta ahora tenía en sus manos y empezó a caminar hacia la salida, pero él no me puede dejar con la palabra en la boca, ¡Me tiene que escuchar que odie sentir sus labios!
- ¡Oye espera! -salí corriendo detrás de él- para que sepas, yo odié… ¡Ahh!
- Hey! -Gianfranco me acaba de atrapar, por poco y me caigo de cara al suelo, yo… solo me resbalé.
- …
- ¿No te han dicho que no debes correr en los bordes de una piscina? Es resbaloso, genio.
- Lo siento… -ahora sí que siento mis mejillas arder.
- Ja, está bien… eres lindo.
- ¿Qué?
- Pareces como si fueras un hermanito menor conmigo, creo que es lindo -me sonrió.
“Yo… ¡Yo no soy tu hermanito!” me volví a separar de él, por alguna razón, que me dijera hermanito no me ha gustado nada… creo que lo sigo odiando, eso debe ser, eso tiene que ser. Y que mi corazón esté latiendo rápido es solo por la emoción del resbalón, nada más… ahora soy yo quien le da la espalda y me dirijo a la salida… él es un gran tonto… Gianfranco idiota, pero… me salvó dos veces… me pronto me detengo.
- Oye Gianfranco…
- ¿Qué pasa?
- G-Gracias por salvarme… las dos veces-le dije algo nervioso, pero tenía que hacerlo.
- Oh, de nada… está bien.
- Y te odio ¡Adiós! -le dije justo antes de salir corriendo de ahí.
- ¿Ah? -fue lo único que le escuché decir, seguro está muy confundido, así es mejor.
Corrí hasta la puerta de la escuela, aquí me detengo para respirar un poco, mis mejillas siguen rojas… estoy seguro que es solo por la carrera que hice hasta aquí, pero bueno ya no importa. Respiré profundo para calmar un poco mi agitado corazón y salí de la escuela, oh! Ahí están Jeremy y Marco esperándome, que bueno que me esperaron luego de salir de su club de basketball.
- Hola Ángelo -me saludaron mientras me acercaba.
- ¿Cómo te fue en el primer día?
- Yo… no quiero hablar de eso, tal vez y fue el peor día del mundo -respondí recordando a ese bobo… y siento las mejillas calientes de nuevo.