Capítulo 4 – Cincuenta veranos (Parte 1)
Pov’s Jeremy…
Pues vaya que el final del día en la escuela ha sido de lo más curioso, hoy lunes acaban de empezar los talleres de primavera, todo el día ha estado bastante bien, desde que acabaron las clases Marco y yo nos encontramos en el gymnacio de la escuela para empezar con el taller de basketball, lo sé, en el verano pasado no quise entrar en ese taller por vago, pero si en mi antigua escuela estaba en el equipo de basket entonces creo que lo repetiré aquí, la verdad es que me emociona jugar de nuevo en equipo y además como ahora hago equipo con Marco, como que ya nos complementamos mejor, él es muy genial conmigo siempre nos la pasamos bromeando cuando salimos de clases. ¡Ah! Y hablando de eso, como ya sabiamos que Ángelo iba a estar en el taller de natación desidimos esperarlo a la salida para regresarnos juntos a casa.
Lo más gracioso de todo es que en cuanto salió se lo veía medio molesto y dijo que seguro que ese había sido el peor día del mundo y que no quería hablar de ese tema. Marco y yo le hicimos caso y durante la mitad del camino ni le preguntamos que le había pasado, se notaba que mientras caminabamos los tres él estaba muy callado, mucho más callado de que costumbre, y por alguna razón tenía las mejillas coloradas, me dieron ganas de molestarlo un poco pero me contube. Y entonces a la mitad del caminó empezó a contarnos lo mal que le había ido en el taller de natación, las verguenzas que había pasado y todo eso, en algunas partes tube que aguantarme la risa, en serio que Ángelo es todo un caso, menos mal que no le pasó nada malo, solo nos dijo que se rieron de él porque no sabía nadar bien y que estaba muy molesto de que Gianfranco sea el capítan del equipo.
Cuando el pequeño se desahogó se prodia decir que ya volvió a la normalidad, supongo que tenía que sacar su frustración primero, pero la verdad es que hasta estando molesto se le ve muy tierno, más que nada porque cuando intenta ser rudo se le ve de lo más infantil, jajaja.
Bueno, Ángelo ya está en su casa seguro descanzando de su día tan depesado, dijo que ni bien llegara se tumbaria en la cama a dormir hasta la hora de la cena, eso es un poco vaho pero que remedio ¿no?. Ahora Marco y yo estamos viendo una pelicula en la televisión en su living, pero ya está a punto de terminar, le pregunté donde estaba Malena y me respondió que se habia ido de compras con sus amigas, asi que hoy ha sido una tarde de chicos, literalmente.
- Fuck! Que buen final, ya quisiera que dentro de unos años pueda pelear así –dijo emocionado mi amigo.
- Pues ya llegas un buen tiempo en el karate, oye ahora que lo pienso… ¿Cómo puedes estar en el equipo de basketball y en el de katate? ¿No se cruzan tus talleres?
- ¿No sabías brother? Pasaron las clases de karate a los sabados, pero le aumentaron las horas.
- Auch que jodido es eso.
- ¡Lo sé! Jeremy ¿tú crees que será bonito levantarme a las ocho de la mañana un sábado? Mejor entierrenme vivo.
- Jajaja, bueno tú eres el que quería estar en 2 talleres a la vez.
- Bueno… con esos dos cosas ya no tendré que ir al gymnacio, jejeje.
- ¡Te las sabes todas! Lo haces por estar en forma para las chicas –le dí un pequeño golpe en el hombro mientras reia.
Cuando terminamos de reirnos y de darnos golpes en el hombro, creo que en realidad paramos porque ya nos empezaba a doler un poco los hombros ¿Qué somos, chicos de primaria o qué? Jaja, bueno cuando terminamos de molestarnos Marco se puso de pie y fue a la cocina a traer más gaseosas, mientras tanto yo puse de nuevo la televisión y empecé a cambiar los canales hasta poder encontrar algo bueno. Marco regresó y me alcanzó el vaso de gaseosa bien fria, es curioso que apenas vamos a empezar la primavera y el clima ya esté tirando más hacia el calor, la verdad así me gusta más, las estaciones más calurozas.
- Oye Jeremy ¿Me puedes ayudar con algo?
- Claro ¿Qué pasó?
- Bueno, es que el cumpleaños de Malena ya es en Abrir y aún no se me ocurre nada tan bueno para regalarle.
- Cierto, Malena ya va acumplir 15… ¿Y va a hacer una fiesta verdad? Me acuerdo que me dijo que sus padres van a alquilar la zona de fiestas del Club.
- Sí y pues… yo soy el novio y aúnque no me creas estoy algo nervioso, todos vamos a estar con ropa de gala y todo eso.
- Ah pero no te preocupes, si ya me contaste que te llevas muy bien con su familia, hasta con su hermano mayor.
- Andrei es el que me jode más, creo que me va a juzgar el regalo que le lleve a su hermana.
- Bah, no te dejes llevar por ese grandulón, tú solo regalale algo que sabes que le va a gustar a ella, ¿Qué importa lo que piense su hermano? El regalo al fin y al cabo será para Malena.
Marco me escuchó con atención, creo que después de decirle eso último ya se tranquilizó, me sonrrió y asintió con la cabeza, “Tienes razón hermano, vaya que puedes ser hasta más maduro que yo ¿eh?” me dijo dandome palmaditas en la espalda. ¿Qué yo puedo ser un chico maduro? Pues no lo había pensado, pero yo solo le dije lo que creo que es correcto, no estoy seguro si fue algo maduro o no, pero creo que sí me ha hecho sentir bien, tal vez estoy madurando un poquito más, supongo que es bueno ¿verdad?
Y bueno, como no había nada tan interesante que ver en la televisión solo pusimos el canal de música y nos pusimos a conversar de nuestras cosas mientras comiamos papitas fritas y tomabamos gaseosa.
- Oye Jere y ahora que está haciendo más calor ¿no te dan ganas del volver a hacer surf?
- Pues claro que sí, aúnque no creo que hayan talleres de surf todavía pero si quiero volver a hacerlo, ya sería por mi propia cuenta, después de todo aprendí mucho en el verano pasado.
- Sí, me acuerdo que cuando ibamos a la playa te encontrabamos con Dennis en la arena, él seco y tú con tu tabla y todo empapado.
- Jaja, sí… y habian veces que también lo empapaba cuando lo abrazaba yo así todo mojado –le dije sonriendo mientras recordaba.
- ¿Y qué sabes de Dennis ahora?
- Pues… no he tenido contacto con él, los primeros días sin el le envié mensajes a su celular pero no me respondia… pero no me siento triste ya. Escuché algo muy bonito que dijo él y pues… la tristeza se me ha pasado.
- ¿Cómo que lo escuchaste? Dijiste que no tenías contacto con él –me preguntó confundido.
- Es que Malena me está ayudando, como Dennis sí se habla con ella, Malena me incluye en secreto en sus contactos con Dennis, pero tú no digas nada ¿ok?
- Ya veo y claro, confia en mí –me dijo sonriendome- Ojalá que Dennis ya regrese rápido, así tú te pondrías muy contento ¿eh? ¿eh?
- Jaja, la verdad es que sí… ahora alcanzame las papitas fritas, estan re-buenas.
Y así fue la tarde de chicos con Marco hasta que se hiso de noche, ya cuando regresé a mi hogar lo único que hice fue hacer mis tareas de la escuela, cenar con mis papás, estar un ratazo en la laptop hasta que me mandaron a dormir y ahora estoy aquí, poniendome el pijama. Aunque ahora que hace más calor creo que pronto dormiré sin tanta ropa, lo que quiero es regresar a surfear, hace varios meses que no lo hago y mi tabla ya estará aburrida de estar ahí apoyada en mi pared, tal vez la próxima semana ya empieze a retomar el surf.
Ya estoy por acostarme, cierro la puerta de mi habitación y veo mi calendario en la puerta ¡Cierto! Hoy en la mañana olvidé de marcar un día más… ¿Qué a que me refiero? Pues creo que está bien contarles, el día que Dennis se fue, o sea el 15 de febrero, puse un calendario que tenía aquí en la puerta de mi habitación y desde entonces tacho los días que paso sin Dennis… pues lo hago porque quiero saber cuantos días estoy lejos de mi peque y con hoy ya se cumplen 31 días, ya logré aguantar un mes entero. Marco los días en la mañana cuando me despierto, pero hoy se me olvidó así que acabo de tachar ese cuadrito en el calendario ya, mañana en la mañana tacharé el siguiente y así todas las mañanas, hasta que mi lindo peque regrese, tengo fé en que volverá y estaré muy contento cuando vuelva.
Me acomodo bien mi gorro azul en mi cabeza, creo que los mechones de cabello ya se me salen del gorro, bueno eso pasa cuando te dejas el cabello crecer, supongo que me queda bien. Apago la luz de la habitación y camino de nuevo hasta la cama, me recuesto y abrazo la almohada como siempre… ya va un mes Dennis, ojalá no me hagas esperarte otro mes más, te extraño mi pequeño bobo.
Pov’s Juanmi…
Que sueño que tengo… aunque me acabo de despertar de la clase de historia todavía tengo sueño, no es que me duerma en todas las clases, pero sí en su gran mayoria, la verdad prefiero mil veces estudiar en mi casa, estar sentado y escuchar a los profesores en serio me aburre, de hecho las únicas clases que no me aburrian fueron las clases de repostería que tomé cuando tenía 10 años. No recuerdo si nos conocemos ustedes y yo… en todo caso me presento ya, soy Juan Milan pero todos me dicen Juanmi, es la primera vez que me llaman por ese apodo pero me gusta, ya tengo 13 años, los cumplí en noviembre del año pasado, pero la verdad es que por mi estatura y por lo flaquito que soy no paresco de mi edad, hasta me han dicho que paresco de 11 años y la verdad es que eso no me molesta, a mí me gusta ser así, por que me hace ver más tierno.
En serio me gusta más contarles a ustedes sobre mí que atender a la clase de la profe así que sigamos, ya de primera les digo que soy gay, o sea que no me gustan las chicas, no digo que sean feas ni nada, antes en mi otra escuela tenía algunas amigas y eran muy lindas, solo es que en verdad que no puedo ver a una chica como algo más que una amiga, ni me dan ganas de darles besos, pero bueno… eso cambia totalmente cuando veo a un chico lindo, jeje. Pero mejor les cuento de eso después, creo que ya va a sonar pronto la camapana para la salida, lo único malo es que el profe de matematicas dejó una tarea hace días y aún no la termino, como me fastidian los números… es mucho más facil y divertido hacer postres.
“Riiiiiing” sonó la timbre de salida, menos mal que la profe de historia no dejó nada, ya tengo mucho con esas tontas tareas de matemáticas, tomo mis cuadernos rápido y los guardo todos en mi mochila, algo que me gusta mucho de esta escuela es que aunque los profesores noten que estoy dormido no me llaman la atención, o al menos hasta ahora no lo han hecho, Dennis antes de que se fuera a Europa me decía que los profes no me decían nada porque soy muy tierno. Jejeje, si es así entonces que genial ¿no creen?
- Juanmi ahora eres tú el que se demora haciendo su mochila –me dijo Ángelo que está a mi lado.
- Es que me quedé pensando en que tengo que hacer la tarea de matématicas ¿tú ya la hiciste?
- Hice la mitad, la otra mitad es la que está muy complicada.
- ¡Exacto! Es justamente lo que a mí me falta.
- Bueno aún nos quedan un par de días para entregar la tarea, no te preocupes.
- Tú te vas a quedar para tus clases de natación ¿verdad? Hasta se te nota un poco emocionado.
- Pffff, de que voy a natación sí, de estar emocionado no. Tú no tienes que aguantar a ese bobo como cápitan.
- Pero si Gianfranco es muy guapo, jeje.
- ¿Guapo? ¿Por donde? –Ángelo se cruzó de brazos e hiso un puchero.
- No te puedo enumerar todo porque yo ya me tengo que ir ahorita, jajaja. Oye que te vaya super bien chapotenado y todo eso, bye!
Como todos ya habían salido del aula me pude acercar a Ángelo y darle un beso en la mejilla, creo que aún me gusta un poco, pero poco a poco lo tendré que superar. Me despedí del Angelito y salí del aula, caminando solito en los pasillos hasta llegar a la puerta principal de la escuela, entonces algo a lo lejos veo a Mario creo que lo iré a saludar… hey! Ahora que me acuerdo ¿él no me dijo una vez que me podía ayudar con mis tareas si se lo pedía? Bueno entonces si él me ofreció su ayuda estaría genial que se la pida ahora, para eso estamos los amigos, yaaay!
- ¡Hola Mario! ¿Cómo estás? –le saludé cuando lo alcanzé.
- Oh, hola Juanmi ¿de donde vienes?
- De salir de la escuela igual que tú, no hagas preguntas bobas, jajaja.
- Lo siento –vi que se rascó la cabeza como si estubiera apenado.
- No te preocupes, solo quería molestarte un rato ¿Qué haces tú solo? Siempre que te veo estás con tus amigos.
- Sí… pero hoy que es miércoles Jeremy está en su club de basketball y Dan se enfermó hoy.
- ¿Qué le pasó a Dan?
- Es que ayer se le ocurrió comerse cuatro paletas de helado, le dije que sería mala idea pero ni me escuchó y hoy despertó con gripe.
- Jajaja, pobresito. Creo que debío haberte escuchado… ¿Esta bien si te acompaño?
- C-Claro.
Y entonces Mario y yo empezamos a caminar juntos, él ya sabe que me gustan los chicos, me lo preguntó esa vez que me acompañó a tomar el autobus luego de la fiesta de cumpleaños de Dennis y pues ahora mismo estamos muy callados, más de lo que me gusta a mí, el silencio es bonito pero también algo aburrido, más me gusta conversar. “Oye ¿Y a ti que te gusta hacer Mario? ¿No tienes hobbies?” le dije para empezar una conversación, al final fui yo quien hacía la mayorias de las preguntas, pero creo que está bien, Mario tal vez es un poco timido al principio, no lo conosco mucho pero creo que es un buen chico, además tengo que recordar pedirle que me ayude con mi tarea… mejor soy directo y se lo pido de una vez.
- Mario ¿recuerdas que una vez me dijiste que te podía pedir ayuda con las tareas que no entendiera?
- ¿Tienes problemas con una tarea? Claro, te puedo ayudar.
- Gracias, me leiste la mente –le dí un pequeño abrazo, es mi forma de agradecerle- de verdad que la tarea de matemáticas me molesta mucho.
- N-No te preocupes… con mi ayuda verás que no se te hará dificil.
- ¿Entonces puedes ir conmigo mañana a mi casa?
- Ehhh… sí quieres podemos ir hoy mismo –me respondió algo más suelto.
- ¿En serio? Eso sería genial ¿no te molestaría?
- Nah, para nada. Se suponía que hoy iria a la casa de Dan para pasar el rato pero ya que está enfermo no tengo planes para hoy, bueno ahora mis planes es estar contigo… ayudandote con tu tarea.
- Sipi, esta bien, vamos a tomar el autobus a mi casa.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
“¡Hola! Ya regresé y traje a un amigo” dije entrando por la puerta principal de mi casa con Mario detrás de mí, ambos entramos en el living y mi mami salió a recibirnos, igual que la primera vez que traje a Ángelo a casa, lo bueno, creo, es que mi mamá es muy cariñosa con los amigos que traigo a casa, hasta los consiente, bueno antes casi no traia a ningún amigo varón pero ahora sí he hecho amigos en esta nueva escuela, creo que es mucho mejor, me hace sentir más seguro y querido… ¿Por qué? Pues… les contaré de eso luego.
Luego de que mi mamá conociera a Mario y conversaran un poco, mi amigo y yo entramos a mi habitación, está un poquito desordenada, pero supongo que todos los chicos a mi edad tienen sus alcobas igual que yo, mi escritorio tiene dos sillas, ya estaba acostumbrado a que Ángelo viniera y me acompañara, hasta creo que mi hermano mayor se llababa bien con él, pero bueno… aúnque ya pasaron 3 semanas desde que Ángelo y yo terminamos no puedo evitar extrañarlo un poquito, en fin ya mejor dejo de pensar en eso, Ángelo y yo seguimos siendo amigos y eso es bueno, dejemoslo así.
- Jaja, te has puesto todo rojo, espero que mi mami no te haya avergonzado –le dije a Mario mientras nos sentabamos uno al lado del otro.
- No es eso… bueno sí un poco.
- No te preocupes, ella es así de amable con todos mis amigos que traigo.
- ¿Ah? ¿Acaso traes a muchos amigos, eh? –me dijo en tono de broma.
- Claro que no tonto. Solo lo traia a Ángelo… pero bueno, ahora solo somos amigos.
- ¿Ya cuanto que terminaron?
- 3 semanotas, pero como te dije, somos amigos y yo ahorita no quiero tener novio.
- ¿No quieres?
- Nopi, creo que mejor me tomo unas pequeñas vacaciones amorosas.
- Mmmm… esta bien, bueno saca tu cuardeno, hagamos la tarea.
Le hice caso a Mario y saqué el cuaderno de matematicas, esos problemas que me faltan son algo largos, ojalá lo podamos terminar rápido para poder comer algún postre y también jugar un poco a los video-juegos con él, me pregunto si será bueno en juegos de lucha o de carreras.
“…Y entonces le restas el denominador y te sale la respuesta” me explicaba Mario mientras terminabamos el último problema, nos tardamos más o menos una hora entera pero por fin logramos terminar todos esos estúdipos problemas, estoy muy contento, lo mejor de todo es que lo que no entendía Mario supo explicarmelo. “Muchas gracias por explicarme todo Mario, en serio eres mucho mejor que los profes” le volví a abrazar como agradecimiento y está vez sí sentí que me correspondía el abrazo, sabía que no podía ser tan tímido todo el tiempo, jaja. “Ire a decirle a mi mami que nos prepare hot cakes” me puse de pie y salí a decirle a mamá que nos hiciera un postre, fue de ella que ahora me gustan tanto los postres que hasta yo mismo los preparo, tal vez otro día me anime a hacerles galletas a mis amigos, pero ahora quiero pasar un rato con Mario y no dejarlo solo en mi habitación.
- Ya volví, mamá dice que los hot cakes estarán listos en unos minutos –le dije entrando de nuevo en mi alcoba.
- Gracias, lo bueno de terminar la tarea es que ahora podemos comer postre.
- ¿Te gustan los postres? ¡A mi me encantan! Hasta sé prepararlos, antes hasta hacía biscochos y galletas en mi otra escuela.
- Verdad, tú apenas llegaste a nuestra escuela este año, ¿por qué te cambiaste de escuela?
- Pues… preferiria no acordarme de eso.
- Oh… bueno, si no quieres contarme no lo hagas, pero quiero se sepas que puedes confiar en mí.
La verdad es que prefiero no acordarme de esos días tan duros en mi otra escuela y la razón por la que les pedí a mis padres que me cambiaran, pero bueno, Mario es mi amigo y me ha ayudado, creo que sí puedo confiar en él, después de todo, él ya me contó que es bisexual, tal vez sabe algo de lo que le diré. Tomo aire por la nariz y luego suspiro, ahora sí estoy listo.
- Mario… me hacian bullying en mi otra escuela, sabían que yo soy gay.
- ¿Te hacian bullying solo por eso? ¿En que forma?
- Me llamaban mariquita y me ponian otros apodos… habian veces en que no aguantaba y me ponía a llorar cuando llegaba a casa.
- Juanmi… -Mario me acaba de tomar de las manos- no le hagas caso a todos esos idiotas que te molestan solo por ser quien eres, no haces nada malo.
- Lo sé, pero ellos eran muchos y yo estaba solito… hasta el último día de clases antes de las vacaciones, dos chicos me pegaron.
- ¡¿Qué?!
- Esos dos idiotas me pegaron, decian que a los mariquitas se les golpeaba… traté de defenderme pero eran más grandes que yo y más fuertes.
- ¿Te lastimaron mucho esos imbesiles?
- Más o menos… me pegaron en la cara y en la barriga, pero un profesor los descubrío y al final de todo los expulsaron, les conté a mis papás que me hacian bullying y les pedí que me cambiaran de escuela.
- Waoh… yo nunca pensé que te hacian eso… en la escuela eres tan alegre y risueño… tan lindo.
- Es que ahora sí me siento mucho mejor, aquí nadie me molesta y hasta tengo amigos que también les gustan los chicos, amigos que me entienden.
Entonces de pronto sentí que Mario me abrazó, eso fue algo que no me esperaba pero creo que se conmobió por lo que le conté, también le correspondí el abrazo, es un poquito incomodo abrazarnos sentados, pero creo que es lindo, sip, Mario es un buen amigo.
“Oye Juanmi, ya nadie te va a molestar nunca más por ser gay, yo te voy a cuidar” me dijo y… pues creo que me hace sentir mucho mejor, le asentí con mi cabeza. “Y… ¿recuerdas el día de San Valentín?” me preguntó, claro que me acuerdo, ese día lo pasé con Ángelo y estubimos aquí comiendo pastel y jugando mucho, luego en la noche cuando saqué todos mis cuadernos encontré una carta de amor anonima en mi mochila, y pensé que seguro alguien la había metido ahí cuando no me dí cuenta. ¿Pero por qué Mario me pregunta por el día de San Valentín?
- Sí me acuerdo ¿Por? –le pregunté con curiosidad.
- Es que… yo ese día…
- ¡Chicos, ya están listos los hot cakes! –escuchamos la voz de mi mamá.
- ¡Oh ya están listos! Vamos a comerlos antes de que se enfrien.
- … Bueno vamos.
- Ay perdón, me estabas contando algo ¿Qué decias? –lo único que me puede distraer por completo es que me digan que puedo comer postre.
- Nah… otro día te lo contaré, ahora mejor vamos a comer –me contestó sonriendome.
- Esta bien, pero no te olvides de contarme luego ¡Ahora vamos! ¡Carrera al comedor!
Fin del Pov’s Juanmi
¿Puedo decirlo una vez? Esta bien… ¡Que rápido se está pasando esté mes! Hola chicos, aquí Jeremy de nuevo, saludandolos desde la calurosa mañana del sábado 29 de Marzo, más días que pasan y más días tachados en mi calendario, pero hoy será un buen día, Malena me dijo que voy vaya a visitarla por que tiene una carta de Dennis escrita a mano para leerla conmigo, así que estoy con una sonrisa en mi rostro y mi gorro azul en la cabeza, tal vez hasta después de medio día me anime a tomar mi tabla y salir por unas olas a la playa, la primavera ha llegado con un fuerte sol y voy a aprovecharlo, hasta me da un poco de calor usar mi gorro azul, pero no me lo quiero quitar, ya saben que me gusta mucho usarlo.
Acabo de salir de mi depa y voy hacia el ascensor… rayos ¿Justo ahora tenían que hacerle el mantenimiento? Como sea, eso es lo de menos, solo tendré que usar las escaleras para bajar hasta el nivel de Malena. Bajo las escaleras saltando de dos en dos escalones, así es más rápido y divertido, pero claro, no soy tan tonto como para no tener cuidado y caerme. Listo, ya llegué al nivel que quería, ahora solo ire corriendo hasta… ¡Auch!
- Oye niño tienes que tener cuidado ¿no ves que estoy bajando?
- Perdón señor –dije con los ojos cerrados mientras me sobaba la nariz, creo que me choqué con su pecho, es muy duro.
- Ah… eres tú.
- ¿Yo? –abrí los ojos para ver- Oh… hola Andrei.
- Como te dije, tienes que tener cuidado y no correr al filo de las escaleras… ehhh… ¿Cómo es que te llamas?
- Jeremy.
Bueno… este día comenzó bien, no dejaré que solo por chocarme con este grandulón se me nuble el día… aún no sé por qué pero Andrei aún no me inspira nada de confianza.
- ¿Qué haces con margas cortas y short con ese gorro azul? ¿No te da calor? –trató de agarrar mi gorro pero yo retrocedí, no quiero que lo toque.
- No, no me da calor, y no toques mi gorro.