Capítulo 5 – Cincuenta veranos (Parte 2)
“No, no me da calor y no toques mi gorro” le contesté a Andrei alejandome un poco más de él, no quiero que me toque, saben que no le tengo confianza por naturaleza, aúnque sea el primo de Dennis y el hermano de Malena, a ellos los quiero, pero a este grandulón no lo conosco ni nada menos. Vi que el mayor levantó una ceja e hiso una sonrisa algo burlona, eso sí que no me gustó nada.
- Tranquilo chico, no es para tanto, solo que me sorprende que con este calor tengas puesto un gorro de lana.
- Pues son mis propios asuntos… -no quise decirle más y empecé a caminar hacia la salida de las escaleras.
- Oye espera… ¿sabes algo de Dennis?
- ¿Yo? No sé nada, desde que se fue no he tenido contacto con él.
- Ah ok… ¿y para qué vas a ver a mi hermana?
- ¿Cómo sabes?
- Pues… ¿para qué más estarías aqui? –otra vez con esa sonrisa burlona, que fastidio.
- Voy a visitarla, es mi amiga.
- Lo sé… bueno ya me voy.
- Sí claro, cuidate –no se lo dije en serio, no quiero ser malo pero de verdad que no me cae bien, aún no sé por qué, pero da igual.
Ya no volteé a verlo como se iba bajando por las escaleras, prefiero volver a prestarle toda mi atención a visitar a Malena y leer la carta de Dennis con ella. Toco el timbre del depa de mi amiga y ella no se demora en abrirme y hacerme pasar, mientras vamos caminando a su habitación se me pasa el mal sabor de boca que me dejó hablar con Andrei, prefiero no hacerle caso a sus burlas, ni siquiera sé por qué parecia que se burlaba de mí, seguramente está loco o algo así, bueno ya mejor me olvido de una vez, ya estoy en la alcoba de mi amiga y estoy emocionado por saber más de mi pequeño Dennis y de saber como está.
- ¿Tu ya leiste la carta de mi peque, Malena? ¿Cuándo llegó?
- Jaja, tranquilo, llegó temprano en la mañana y sí ya le leí.
- ¿No te aguantaste a que llegara? Que mala –le dije bromeando.
- Jaja, pues te avisé cuando apenas llegó la carta, pero como te demoraste en venir no me resistí a leerla y está muy bonita.
- ¡Ya me dan más ganas de leerla! Y me demoré porque tu mensaje me despertó y además tenía que bañarme y todo eso.
- Sí, esta bien, ahora ya tomala de una vez, creo que ya estás muy ansioso –Malena me pasó la carta al fin.
- ¿No se nota que estoy emocionado? Jaja –empecé a meter la mano en el sobre y sentí el papel y otra cosa plana.
- La foto que hay ahí mirala luego de leer la carta, no hagas trampa.
- ¿Hay una foto? Mmm… -de verdad me dan muchas ganas de ver esa foto ya, pero…- Bah, está bien, la veré hasta el final.
Agarré el papel y lo saqué del sobre, le dí el sobre con la foto adentro a Malena y yo abrí el papel que estaba doblado a la mitad, lo primero que ví fue una caligrafía muy bonita, sin dudas es de mi peque y también ví un par de dibujitos hechos a lapiz, como caritas felices y gatitos, es un poco infantil pero me encanta. Muy bien… ya vamos a empezar con la lectura:
<<Good morning my dear cousin! I miss you so much :3
Hola Malena, soy yo, tu primo Dennis, pero creo que ya lo sabes porqué leiste mi nombre en el sobre, bueno mejor la paro de decir bobadas, lo siento xD es que quiero contarte que ahorita estoy contento, me he encontrado con mis amigos ayer y lo hemos pasado very great! Estando aquí estoy que hablo en ingles todo el día y la verdad me gusta mucho. No vayas a creer que el español no me gusta, solo que es tan divertido poder conversar con mis amigos en otro idioma, me dijeron que mi ingles ya parecía algo gastado –w- así que estube practicando el acento todo el día con ellos, tambien fuimos al cine y estuvo super.
Creo que Gato Miau ya se ha acostumbrado a estar aquí, hasta ya tiene un lugar preferido para dormir, y no vayas a creer que aquí le decimos “Miau Cat” eso no sería lo correcto, ya que yo le puse ese nombre en español y así se quedará :D Los días aquí en Londres ya no son tan frios, al menos ahora sale más el sol, lo que tengo muchas ganas de hacer es meterme al mar y jugar a salpicarme en las olas con Jeremy y todos los demás. De hecho, cuando regrese una de las primeras cosas que quiero hacer es ir a la playa contigo y con todos los demás. Ahora cuando mi papá llega a la casa viene con una sonrisa, por eso creo que le está llendo bien con sus negocios, ¡Tal vez y ya nos regresemos pronto! Eso sería genial, pero aún es solo una posibilidad.
Aún me queda un pedazo de papel aquí, así que te contaré algo gracioso que me pasó el otro día. Yo estaba en una cafetería tomandome un chocolate caliente, estaba pensando en Jeremy y empecé a extrañarlo de nuevo, me puse un poco triste en ese momento. Pero entonces llegaron dos gemelos, y me quedé hablando con uno de llos mientras el otro se fue a comprar las bebidas para ellos. Lo que más me parece curioso es que esos dos gemelos tenían el cabello verde, no estoy seguro si era cabello teñido o no ¡pero era verde! ¿No es gracioso? Jaja, bueno pero no me estoy burlando, también era algo lindo. La cosa es que con el chico que me quedé hablando era muy amable y como que me devolvió el animo, él se llamaba Ashlon. Solo hablamos un poco y luego los dos hermanos se fueron. Pero Ashlon me dijo algo bonito que me hiso ya no estrar triste por extrañar a Jere, ya te contaré por video llamada mejor, ya se me acabó el papel.
See you soon Malena! Te quiero mucho prima! Y no le digas a Jeremy, pero lo primero que haré cuando lo vea de nuevo será abrazarlo >w<
Good bye!>>
Al terminar de leer la carta de Dennis, me dolian un poco las mejillas de tanto sonreir, en serío que todo lo que me cuenta es muy muy bonito. Y ya quiero saber que es lo que le dijo ese chico de cabello verde. Pero… volví a leer la última parte de la carta, donde dice mi peque que lo primero que hará cuando me vea será abrazarme. ¡Como lo quiero! De verdad que ha hecho que mi corazón lata emocionado a mil por hora, esta es la sensación que más me gusta sentir, estar emocionado por mi pequeño.
- Está genial la carta de mi peque, de verdad que se hace amar ese niño –dije sin querer en voz alta, pero supongo que no importa si Malena me escucha, no tengo vergüenza con ella.
- Awww, Jeremy sigue enamorado –mi amiga me hiso un poco de cosquillas en el cuello, pero pude alejarme, si no me caería de la risa.
- Pues si dice cosas tan bonitas… ¡Ay Malena, mi peque ya debería estar aqui! ¡Ya quiero, ya quiero, ya quiero!
- Se escapó tu niño interno ¿verdad? –me sonrió con su blanca sonrisa- ya te habías olvidado de la foto, tomala.
- ¡Ah, verdad!
Deje la bonita carta a un lado de la cama de Malena y tomé la foto, mi amiga me dio la foto por el lado blanco, ahí decía “Oye Male, dime ¿debería cortarme el cabello o me lo dejo crecer más?” después de leer eso volteé la foto ya viendo la imagen. Era un selfie de mi peque, haciendo una carita muy tierna y su cabello… ¡por favor! ¡Se vé tan bonito y suave! Hace el juego perfecto con su carita de angel, su cabello no es ni tan corto ni tan largo en la foto, pero sí o sí mi peque Dennis tiene que dejarselo crecer más, se ve precioso así como está y creo que se podría ver aún más hermoso con el cabello algo más largo, hasta me dan ganas de acariciarle la cabezita y sentir la suavidad de sus cabellos ondeados… awww, ¡Que ganas! Y con eso, volvió el Jeremy cursi y enamorado ¿me extrañaron?
- ¿Y bien? Te quedaste callado y sonriendo.
- Sorry Malena, es que me quedé pensando un montón de cosas cursis –le dije sin dejar de admirar la foto.
- Ok, ya sé que te gusta mucho Dennis, pero no te vayas a comer la foto ¿no?
- Jajaja, claro que no.
- Oye hoy hace mucho calor, me dan ganas de comer helado –me dijo la castaña mientras se amarraba el cabello en una cola de caballo.
- ¡Deberíamos ir a la playa! Tú, yo, Marco, Ángelo… ¡Y mi tabla de surf!
- Esta perfecto, vamos a avisarles. Oye y en serio que es genial verte con tantos animos Jere.
- Yeah, y también es por tu ayuda, muchas gracias amiga.
“De nada” me dijo mientras nos dabamos un pequeño abrazo, luego del abrazo con Malena guardamos la carta y la foto en su sobre. Mientras yo le estaba escribiendo un inbox a Ángelo vi que mi amiga castaña guardó el sobre con la carta en el cajón de su mesita de noche le puso llave, eso me deja más tranquilo. ¡Ahora vamos a alistarnos para ir a la playa!
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Otro lunes y otra semana que empieza, además que también comienza ya el mes de Abril. Pero esta vez no es un lunes pesado, desde que me levanté y marqué en mi calendario el día 45 sin mi peque a mi lado, luego de eso toda la mañana ha estado super tranquila, de hecho ahorita que está por comenzar el recreo todo está muy fresco, el día está soleado afuera y los profesores no han estado molestando, tal vez sea buena señal, qué sé yo. “Riiiiiing” soñó la campana del recreo, así que como siempre todos mis compañeros salieron corriendo, hasta Mario que es tan tranquilo también salió muy apurado, no sé donde ira ahora mismo, pero el otro día lo vi entrando al salón que era de Dennis, mmm… tal vez… puede que se esté viendo con… pues puede ser.
- Oye ¿tú también te vas a ir tan apurado chico Dan? –le dije a mi rubio amigo, que salía casi corriendo.
- Es que… ya sabes que las porristas practican ahora y…
- Ya sé, ya sé, Laura es una de las porrista, anda a verla, solo te molestaba tonto.
- ¿Me retrasaste por gusto? Me las pagarás con intereses Jeremy –me dijo en broma, porque obvio que no le daré ni un centavo a Dan, jajaja.
- Ya anda de una vez y no te demores en declarartele a Laura.
- Shhhh… que es un secreto… ¡Bueno ya me voy! ¡Te veo en la clase que sigue!
Dan salió rápido del salón de clases, supongo que ahora tendré que almorzar solo, bueno eso no está tan mal. Salí hacia el pasillo y sin tener que caminar mucho me topé con Gianfranco, creo que también se dirige a la cafetería como yo. El chico más alto y yo nos quedamos parados aquí en el pasillo conversando un rato, estamos hablando sobre algunas clases y que hoy nos toca nuestros talleres, bueno los talleres nos toca todos los lunes, miércoles y viernes. Mientras Gianfranco y yo conversabamos pude notar que alguien nos miraba directamente a nosotros desde lejos… y es alguien conocido, más bien creo que nos está espiando porque trata de esconderse detrás de una de esas cajas rojas de extintores, pero claro que se le ven las piernas, que genio que es mi amiguito.
- … Así que tuve que terminar la tarea mientras el profesor estaba en el baño, en serio que me pasé esa vez, jajaja.
- Oye Gianco ¿tú sabes porqué Ángelo nos está espiando? –le pregunté directamente.
- Ah, no le hagas caso, desde hace días que me está siguiendo.
- ¿Qué? ¿En serio?
- Sí, yo hago el que no me doy cuenta, pero ya hace varios días que sé que me espia en los recreos y en la salida, no sé, es extraño pero también me parece gracioso.
- ¿Y por qué Ángelo te estará espiando?
- No tengo ni la menor idea, en las clases de natación siempre que le hablo me contesta molesto y me dice “te odio” con su aguda vocesita.
- Jaja, creo que no le caes bien –supongo que eso debe ser, pero igual me sorprende.
- Bah, ya parece un molesto hermanito menor, a mi no me molesta ese chico, hasta me hace gracia su compañía.
- Oye, ¿Y si lo invitamos a comer con nosotros?
Pov’s Ángelo…
¡Oh no! ¡Ya se dieron cuenta que los estaba mirando desde aqui! ¡Están caminando para aca! Tengo que hacer algo para disimular… mierda, pero ni tengo un libro a la mano para fingir que lo estoy leyendo. ¿Entonces que rayos hago? Gianfranco y Jeremy ya estan muy cerca… ¿correr? No… eso sería muy patetico. Mmm… ¡Ya lo tengo!
- Hola Ángelo –me saludaron uno después del otro.
- Oh, hola muchachos.
- ¿Qué haces? –me preguntó Jere.
- Ah, pues solo estaba leyendo las instrucciones de como usar el extintor.
- Pfff… claro, ahora te preocupas por los posibles incendios que pueda tener la escuela.
- Para tu información Gianfranco, es muy importante saber qué hacer cuando hay esa clase de peligros –le respondí sin miedo, aunque sea mentira que estaba leyendo las intrucciones de esta cosa.
- Bueno… ¿quieres venir a comer con nosotros en la cafetería? –escuché que dijo Jeremy.
- ¿Todos juntos? O sea… ¿Los tres juntos?
- Sip.
- Yo no comería nunca al lado de ese tipo –me cruzé de brazos y voleé la mirada.
- Vamos Ángelo, solo es un simple almuerzo.
- Pero Jeremy, ya tengo mucho castigo viendolo siempre en el taller de natación, no quiero ver a ese gigantón en el almuerzo.
“Ah sí, seguro” dijó el gigantón soplando uno de sus mechones de cabello, ay en serio que es tan molesto… es la única explicación que hay de porqué me gana el imporso de segirlo todos los días, estoy seguro que es para saber donde está y así… así… pues así saber donde está el pesado de Gianfranco y no toparme con él. Sí sé donde está así no podría toparme con él, entonces esa es la única explicación a porque lo sigo y lo espio, es solo por eso. Además que odio la forma en como me habla y hace que me sienta raro en la pancita, creo que me da indigestión de solo escucharle.
- Bueno Jeremy, si el pequeño necio no quiere acompañarnos vamos a comer solos.
- Ehhh… -¿él está hablando en serio?
- Bueno… entonces hasta luego Ángelo.
Los dos se acaban de dar media vuelta y están yendo juntos a la cafetería… yo… no quisiera estar comiendo con Gianfranco, seguro sería muy molesto… pero aún así… no, no y no, me voy a quedar aquí, seguro podré comer en el salón… aúnque…
- Chicos…
- ¿Sí? –ambos se detubieron ni bien me escucharon y me miraron.
- Está bien… almorzaremos juntos.
- Que bien, tal vez no seas tan necio –dijo Gianfranco, eso me hiso sentir extraño otra vez.
- Pero yo me sentaré a tu lado Jeremy –dije rápidamente, no quiero sentarme al lado del más alto.
Sin decirnos nada más por el momento empezamos a caminar los 3 juntos… no sé por qué pero a veces volteo a ver al altote y cuando veo que me está mirando también me dan ganas de pegarle, en serío que no sé por qué, siento que lo odio… pero tal vez es un odio diferente… tal vez sea porque sé que me robó un beso. ¡Sí! Seguramente es por eso, tal vez por eso me hace sentir raro la barriga cuando me habla y me dan ganas de pegarle cuando me mira. Lo loco es que quiero pegarle, pero no quiero que le duela, eso es lo que más me parece extraño… ¿Estaré con fiebre o algo así?
No quiero entrar en muchos detalles así que seré rápido, entramos a la cafetería y compramos nuestros almuerzos, nos sentamos en una mesa, yo al lado de Jeremy y Gianfranco sentado frente a nosotros y ahora cada uno estamos comiendo unos sándwiches… soy un tonto, un tonto en serio, no puedo dejar de ver como ese tonto mastica su almuerzo, hasta trato de masticar a su velosidad… ¿por qué rayos estoy haciendo esto? No tiene sentido.
- Oye, creo que Ángelo está resfriado o algo así, mira su cara Jeremy, está empezando a ponerse rojo.
- ¿Qué? ¿Acaso estoy rojo? –pregunté.
- Pues Gianco tiene razón, estás con las mejillas rojas Ángelo.
- P-Pero si no estoy enfermo, fuimos a la playa el sábado y estaba muy bien, ¿te acuerdas Jere?
- Tal vez pescaste un resfriado o algo así –intervino el gigantón- tal vez mejor faltas hoy a las clases de natación.
- ¡No quiero! Yo… tenía muchas ganas de ir, no quiero faltar. De todas formas sé que no es un resfriado –dije poniendome algo serio, tal vez sea un poquito de fiebre.
- Esta bien, el pequeño ya tomó una desición, y con lo terco que es no creo que quiera dar su brazo a torcer –le dijo el altote a Jere.
- Que no soy pequeño, ni bajito ni nada de eso –le dije en tono molesto.
- Ok, no lo eres, ¿ahora puedes terminarte tu comida?
Aúnque eso último me lo haya pedido amablemente, no necesito su permiso para comer, lo haré cuando yo quiera, él no es mi jefe, es solo mi amigo… digo, es… es mi enemigo… creo.
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Ya casi van a terminar las clases de natación de hoy, la verdad es que estoy algo agotado, he estado pataleando mucho y me duelen un poco las piernas, estoy descanzando sentado en la orilla de la piscina con mis otros compañeros mientras vemos como Gianfranco está compitiendo con otros tres chicos más, ellos son los mayores de todo el grupo y el entrenador los mandó a nadar de espaldas, eso sí que es dificil para mí, aún ni puedo nadar derecho normalmente pues menos podría hacerlo de espaldas. En cambio para el tonto de Gianfranco no parece tan dificil, hasta ahora está a la cabeza del grupo y no se ha chocado con las paredes de la piscina cuando llega a un extremo. ¡No sé como lo hace pero le sale genial! Quiero decir… no lo hace tan mal ese tipo.
Despúes de unos minutos escuchamos el silvato del entrenador, que daba por terminada la clase, entonces todos salieron de la piscina y ahora se van a los vestidores, como siempre, esperaré un momento a que los vestidores no estén tan llenos, lo bueno es que puedo quedarme aquí y mojarme los pies. Esto es relajante, como ya estoy acostumbrado a la temperatura del agua, ojalá que los chicos se cambien rápido, no quiero dejar esperando a Jeremy y Marco, además que no vaya a ser que me empiece a dar frio aquí sentado como la otra… ¡Ah! ¡¿Qué fue eso?!
- Jajaja ¿te asusté?
- ¡Gianfranco! ¡No deberías hacer eso! –ese bobo me acaba de asustar, me tomó de los dos pies por debajo del agua, ni me había dado cuenta que no había salido él de la piscina.
- Ya, ya, tranquilo… mira que yo venía a darte mi ayuda.
- ¿Ayuda? ¿En qué?
- Pues como capítan del equipo de natación tengo que asegurarme que todos sepan nadar muy bien y pues… tu forma de nadar.
- Lo sé, lo sé… ya te diste cuenta que aún no sé nadar corectamente.
- Entonces… ¿quieres que te ayude?
Mmmm… esa es una muy buena pregunta. ¿Debería aceptar la ayuda de este tipo que me cae tan mal? La verdad es que quisiera patearle entre las piernas debajo del agua, jaja, pero no seré tan malo, así que le responderé con un rotundo NO, ya que no necesito su ayuda, yo solito puedo aprender a nadar bien.
- Sí, esta bien –pronuncié bien confiado… esperen ¡¿Qué fue lo que dije?!
- Genial, ahora ven y entra al agua un rato, el entrenador ya sabe que voy a ayudarte, así que podemos estar aquí un rato más.
- Ehhh… -mierda, ya metí la pata por enecima vez, no tengo de otra- de acuerdo, vamos.
Entré al agua y Gianfranco me explicó como podía mejorar y también me indicó cuales eran los mejores momentos para tomar aire mientras se nada, practicamos un poco y mientras seguía sus instrucciones, ya que no tengo de otra, saben que él me cae super pesado… mientras seguía sus instrucciones veía como los demás chicos salian de los vestidores ya cambiados y se iban. Bueno… creo que me quedaré hasta el último de nuevo. Después de más o menos 20 minutos, todos ya se habían ido, hasta el entrenador. Bueno, creo que ahora sé mejores trucos para nadar mejor y de la forma correcta, Gianfranco me dijo que siga practicando y creo que sí lo haré. Ahora viene la parte extraña… voy a tener que entrar en los vestidores a solas con ese altote de cabello dorado… ehh… que más da, somos chicos, y además no tengo otra opción.
- Oye Ángelo, entonces si tú quieres te puedo seguir ayudando cada vez que termine el taller –me decía mientras entrabamos a los vestidores vacios.
- Ehhh… sí, creo que está bien.
- Ahora vamos a cambiarnos rápido, no vayan a cerrar la escuela sin nosotros, jajaja –él entró a un cubículo para vestirse.
- Ok
Yo entré en el cubículo de al lado y me quité el traje de baño, quedandome desnudo por unos segundos mientras tomaba mi ropa interior para ponermela, mientras Gianfranco y yo nos vestiamos no hablabamos de nada, creo que cada uno está concentrado en ponerse la ropa. Ya estaba abrochando mis shorts cuando escuché un comentario del gigantón que me hiso… me hiso sentirme… con ganas de pegarle de nuevo.
“Oye y no te asustes si nos quedamos solos hasta tarde, no te vas a hogar si yo estoy para rescatarte” eso fue lo que me dijo y de inmediato me hiso acordarme de la sensación en mis labios cuando me dio respiración boca a boca la otra vez… yo… tengo que darle un golpe o algo así, pero tengo que hacer algo, es como si quisiera cobrara una revancha.
- ¿Ya terminaste? Yo ya estoy vestido –me preguntó desde afuera de mi cubículo.
- Sí, ya me vestí –abrí la puerta y ya lo ví con su ropa casual.
- Esta bien, vamonos ya.
- Espera Gianfranco…
Fin del Pov’s Ángelo.
Hoy está siendo un soleado y fresco sábado de primavera, ya estamos 5 de Abril y hoy al despertarme desidí contar todos los cuadros tachados en el calendario de la puerta de mi alcoba. Con el día de hoy ya son 50 cuadritos tachados, cincuenta días sin mi peque a mi lado, pero a diferencia de otros días, no me entristesí por pensar en eso, ya que sé que mi peque está bien, en otro país y lejos de aquí pero está bien y también piensa en mi… y también pude aguantar cincuenta días completos, fueron largos días, unos más duros que otros, pero al final fueron días que de alguna manera u otra me han hecho buscar como ser mejor persona, ahora veo aún con más claridad la importancia de mis amigos y como de divierto y paso buenos momentos con ellos también. Cincuenta días… que también podrían ser cincuenta veranos, cada día como un verano entero… no es mala idea, ya que el verano es mi estación favorita. Y creo que escuché algo así en algún lado… tal vez en una bonita canción, seguro que sí.
Hoy pasé la mañana con los chicos, Ángelo, Marco y yo estubimos desde hace un muy buen rato en la playa, mientras que yo pude aprovechar de surcar las olas con mi tabla, de verdad que la sensación de sentir el agua fresca y salada del mar es genial, al menos para un surfista como yo ¿no? Jajaja. Y como ya deben seguro de suponer, cuando voy a la playa es uno de los pocos momentos en los que me saco mi gorro azul. Bueno, ya casi es medio día y el sol se ha puesto algo fuerte así que los chicos y yo ya estamos regresando al edificio, aún es muy temprano para que Ángelo regrese a su casa así que vendrá a estar con nosotros, al menos hasta la hora del almuerzo, seguro que quiere cambiarse sus bermudas que están con arena, jaja.
- Rayos chicos, me pica hasta en el trasero –se quejaba el menor mientras caminamos hacia el edificio.
- Jaja, ya podrás bañarte en mi depa si quieres, no te preocupes –le dije.
- Oye Jeremy ¿Y no te pesa estar llevando tu tabla sobre tu cabeza?
- Ya no me pesa Marco, creo que uno ya se acostubra a eso.
- ¿Y me la prestas un rato? –me preguntó el mayor.
- Seguro que Marco quiere presumir que se ve genial con una tabla de surf, jajaja.
- Creo que tienes razón Ángelo, toma –le pasé mi tabla a Marco y él la puso debajo de su brazo, se le ve contento.
- ¿Oye y viste que el Angelito ya está nadando muy bien? Se nota la diferencia ¿cierto Jere?
- Sí, está mejorando rápido –contesté.
- Bueno… Gianfranco me está enseñando a nadar… -dijo el más pequeño mirando hacia abajo.
Ya no falta nada para llegar al edificio, la puerta de entrada está a unos cuentos pasos y veo que está abierta, yo estaba por preguntarle a Ángelo sobre sus clases de natación cuando escuché algo a lo lejos que me dejó paralizado… “¡Deprisa Malena!”
- ¿Mmm? ¿Qué pasa Jeremy?
- ¿Por qué te paraste en seco? –me preguntaron los muchachos.
- Esa voz… ¡Conozco esa voz!
Luego de decir eso último corrí hacia donde sentí que había venido esa voz, entré rápido por la puerta del edificio y… está… está parado ahí… ¡Dennis regresó! Yo… mi corazón… late rápido… mis ojos… se ponen humedos… y… ahora él volteó y me acaba de ver. Sí es él, mi peque volvió.