Capítulo 9 – Retomando caminos
Me pareció una idea genial buscar mi gorrito blanco que Jeremy me regaló en mi cumpleaños, creo que haría el juego perfecto si Jere también está usando el gorro azul que yo le regalé. Me dijo que se lo puso todos los días desde que me fui… He is so cute! De verdad que extrañaba un montón lo cariñoso y cursi que puede ser mi chico de risos dorados conmigo, en serio me gusta demasiado, me hace sentir muy querido, es tan bonito estar de nuevo con él… pero mejor ya encuentro mi gorro de “Finn el Humano” estoy seguro que lo puse en una de estas maletas, fue una de las últimas cosas que empaqué entes de regresarnos, así que debe de estar por… ¡Aqui!
“¡Mira Jere, lo encontré!” dije en voz alta mientras me ponía el gorro blanco en la cabeza, luego me di la vuelta para que Jeremy me viera. Awww… tiene esa cara como cuando está a punto de comer un helado de menta con chispas de chocolate ¿Acaso es como si me quisiera comer a mí? Jajaja, creo que no, pero aun así… creo que sí le gusta que use este gorrito, su carita no oculta ninguna expresión. Jere bobito, eres tan lindo…
- ¿Me veo lindo? –pregunto mientras le sonrío.
- Eres lo más lindo de todo el mundo mundial.
- Ammm, gracias –dije mirando hacia otro lado, estoy completamente seguro que me pondré rojo con esa respuesta.
- Hablo en serio Dennis, te ves precioso.
Entonces sentí que mi rubio se acercó a mí y me tomó de ambas manos, eso hiso que lo mirara a los ojos pero… oh no… mala idea, esos ojitos verdes de mi chico, en serio hace que me derrita… ¿Cómo se supone que me aguante las ganas de confesarle mis sentimientos cuando él se pone tan romántico? Y además me toma las manos y está tan cerca de mí, creo que debería aguardar a otro momento, quiero decir, apenas nos volvimos a encontrar hoy y mi bonito plan es volver a enamorarlo. Pero… whatever, I love see his eyes… no estoy tan seguro que pueda esperar más en un momento como este.
- Jeremy, me miras como si yo fuera un postre o algo así –le dije bajando un poco la mirada.
- No lo sé, pero estoy seguro que eres mucho más dulce que cualquier postre.
- Jeje, eres cursi ¿sabes?
- Lo siento, es que puedo evi-
- No, no te preocupes –le interrumpí- siempre me ha gustado que seas así conmigo.
- Ohh –sonrió grande- entonces ¿de qué estábamos hablando?
- No sé… -me puse nervioso porque me sigue tomando de las manos, si esto sigue así voy a terminar sin poder resistirme- es que me miras como si fuera un helado que te quieres comer.
- Pues… sí quiero hacerlo.
Y esa fue la gota que derramó el vaso, en serio quiero que me bese ya, veo como se acerca en cámara lenta hacia mí, yo solo cierro mis ojos, siento como mis piernas me tiemblan un poco y también como mi corazón corre en mi pecho… yo todavía sin atreverme a abrir mis ojos siento como la respiración de Jeremy choca con mis labios, y… “¡Auch! Gato Miau no hagas eso” escuché de pronto y abrí los ojos, vi hacia abajo y noté que mi gatito se estaba trepando por la pierna de Jeremy, y es obvio que sus garritas le han lastimado, solté las manos de Jeremy y me arrodillé de inmediato para tomar a Gato Miau, él no es de estarse trepando por las piernas de las personas, pero en fin, ahora quiero revisar que no haya arañado a Jeremy.
“¿Estas bien Jere?” le pregunté mientras dejaba a mi gato en el suelo de nuevo. “Sí estoy bien, eso no fue nada, solo es que sentí que se trepó con sus garras y me sorprendió” me respondió, yo entonces me pongo a mirar su pierna derecha y paso mis dedos sobre la pantorrilla, para revisar si tiene algún rasguño. Mmm… pues sí tiene dos pequeños rasguños, es mejor que lo cure con el botiquín que tengo en el baño, esa fue, por extraño que sea, una de las primeras cosas que dejé en su lugar cuando regresamos aquí.
- Espérame aquí, traeré el botiquín en un segundo.
- Pero Dennis, si no me hiso nada.
- Tienes dos rasguños…
- Pero si son pequeñitos, casi ni se notan, de veraz –me dijo de forma tranquila.
- Es que quiero curártelos ¿sí?
- Ahh… bueno, ahora que lo pienso, como que arde un poco.
- Jaja, ya mismo regreso.
Entré rápido al baño y tomé el botiquín de primeros auxilios, sin demorarme ni medio minuto regresé donde estaba Jeremy, que está sentado en el borde de mi cama, me senté a su lado y abrí el botiquín, sacando el algodón y el alcohol médico y bueno, ya saben lo que hice, mojé un pedazo de algodón con el alcohol y luego lo froté con cuidado en la pantorrilla de Jeremy, él no chilló ni nada, pero sí note una mueca de dolor cuando sintió el alcohol, pobeshito mi rubio, pero eso es que quiero curarlo, no quiero que le duela luego. Terminé de limpiar los rasguños y bueno, creo que eso es todo, no era tan larga la cosa de curarle, pero… ¡Ah, ya sé!
- Y para acabar… unas banditas ¿de qué colores quieres?
- ¿Tienes banditas de colores?
- Eh… sí –debe pensar que soy un niño por usar banditas de colores- es que, pues cuando me raspo o algo así me gusta usarlas.
- Está bien peque, quiero… una bandita verde y la otra naranja.
- Oh! Esos son nuestros colo… -no terminé la frase, cuando me di cuenta ya estaba rojo- Bien, entonces esas dos banditas.
- Gracias Dennis, en serio me siento mucho mejor.
- De nada Jere y ahora… te toca pedir disculpas travieso.
Me puse de pie y fui hasta donde estaba recostado mi gato, lo tomé y lo cargué hasta donde está Jeremy sentado. “Gato Miau lo lamenta, estoy seguro que él no quería lastimarte” dije excusando al travieso de mi gato, y este solo maulló mirándolo a Jeremy, así como si le estuviera pidiendo disculpas de verdad. “No te preocupes, en serio que no pasó nada” dijo mi chico de cabellos dorados acariciando la cabecita de nuestra mascota, entonces sonreí, tenía algo de miedo de que Jere se enojara con Gato Miau pero veo que en realidad no fue así, volví a dejar a mi gatito en el suelo y ahora veo a Jeremy de nuevo parado frente a mí.
- Oye peque… ahora que ya me curaste ¿regresamos a lo que estábamos haciendo antes?
- Ammm… claro que sí, me dijiste que me ayudarías a ordenar mi ropa y mis cosas.
- Ah! Cierto… pero yo me refería a…
- ¡Vamos Jere! Ayúdame por favor… tal vez si terminamos rápido podamos seguir hablando así de cerquita.
- Bueno, si me lo pides así no creo que me pueda negar.
- Thanks you!
Por si no lo saben, lo que intento hacer es ganar más tiempo, ya saben que lo que quiero ahorita es volver a enamorar a Jeremy, tal vez hasta volver a declararnos y para que eso sea oficial se supone que no deben haber besos antes… ¿o estaré equivocado? Es que de estar leyendo tanta poesía y de ver películas de romance en Londres creo que estoy más perfeccionista con esto, jajaja. Bueno, sí habrá tiempo para los besos, pero primero quisiera tiempo de calidad con mi Jere antes de decirle que lo amo de nuevo… y claro, también está el otro lado de la moneda, con mi primo Andrei, pero no hablemos de él ahora, ya cuando regrese pasado mañana tengo algo muy importante que decirle y me va a escuchar.
Ya sin pensar en el pesado de mi primo, seguí ordenando mi habitación con la ayuda de mi rubio guapo, pusimos los libros sobre los estantes, la ropa en los cajones y en el closet, ordenamos mis juegos de mesa y hasta me ayudó a tender mi cama, al final terminamos en un muy buen tiempo. Jeremy y yo nos quedamos parados en medio de mi habitación ya ordenada, viendo que ya todo estaba como lo recordaba, todo como estaba en su lugar antes de irme, y ahora solo nos vemos uno al otro, los dos aquí de pie y solos en mi habitación.
- Muchas gracias por ayudarme Jeremy, sin ti no hubiera terminado de ordenar tan rápido.
- Jajaja, está bien, de nada.
- A mí… me ha gustado mucho este día, extrañaba estar contigo –me sinceré un poco.
- ¡Y a mí también! Es que… cuando te fuiste, al principio estaba triste, solo te podía extrañar un día tras otro.
- Ya veo… perdón –Ahora que lo menciona, yo también estuve así varios días.
- Tranquilo, es natural ponerse así cuando extrañas a la persona que más quieres, hoy al estar contigo me devolviste mucha alegría, de la alegría que solo tú me podías dar.
- Mi chico cursi… -le dije mientras lo abrazo, yes… no me aguanto a abrazarlo justo ahora.
- Y tú eres mi peque –me envolvió con sus brazos.
Y entonces nos quedamos callados por un momento, abrazándonos y dándonos un agradable calorcito, hasta que volví a escuchar la voz de mi chico. “Oye Dennis ¿pero algún día me dirás por qué te fuiste así sin decirme nada?” oír esas palabras me pusieron nervioso, tanto que pienso en separarme del abrazo que le estoy dando a Jeremy, pero luego de pensarlo por unos segundos, decido que no quiero separarme de él, en serio que él me tranquiliza mucho, así que le responderé con la verdad. “Jere, en serio lamento haberme ido sin decirte nada, pero de verdad es que tenía mis motivos y te los contaré dentro de poco, solo dame algo de tiempo” le dije con la voz más clamada que pude poner. Jeremy no me respondió de inmediato, solo sentí como pasó sus manos por mi espalda y me abrazó con un poquis más de fuerza.
- Está bien, si ya te esperé todo este tiempo, puedo esperarte un poco más –me respondió.
- Gracias –le sonreí contento- me aseguraré de no hacerte esperar mucho.
- Más te vale –me dijo justo antes de darme un beso en la mejilla.
Ese beso me dejó totalmente rojito, no me importa si solo fue en la mejilla, fue suficiente como para hacer que me sintiera súper duper bien, tanto así que me acurruqué fuerte de mi Jeremy, ya estoy ansioso por decirle de nuevo todos los “te quiero” y los “te amo” que tengo aquí guardaditos solo para él, aunque tenga que esperar un poquito más, pero sé que valdrá la pena esperar.
“Jeremy… hijo ya nos tenemos que ir” escuchamos la voz de la madre de mi chico, volteé a ver y ella estaba en la puerta de mi habitación, ups, abrió la puerta sin toca y nosotros aquí abrazados… bueno, menos mal no fue algo más que un abrazo.
- ¿Ya nos tenemos que ir ahora mamá? –preguntó Jere mientras apenas me estaba separando de él.
- Sí, piensa que Dennis y su mamá pueden estar cansados por el viaje, mejor los dejamos descansar hoy, ya mañana se podrán ver –dijo la señora Yolanda sin dejar de sonreír, creo que no le importó vernos abrazados, menos mal.
- ¡Oh sí! Dijeron que mañana es la feria de primavera –me acordé de pronto.
- ¿Lo ven? Pueden ir juntos a la feria, verán que se van a divertir.
- Gracias mamá, y sí, también van a ir los demás chicos.
Luego de hablar un poco más, ya salimos todos al living del departamento y ahí todos nos despedimos, en serio es muy genial ver que nuestras familias se llevan muy bien, que suerte que ya se conocieran de tiempo atrás, la mamá de Jere es muy linda y amable. Me despedí de mi chico de dorados cabellos y le dije que nos veríamos mañana, ya cuando solo quedamos mi mami y yo solos, ella se fue a preparar la cena y yo me iré a tomar un baño de burbujas, creo que eso será genial antes de cenar.
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¡Hi there! Ya es domingo a mediodía y como sabrán, los chicos y yo estamos llegando al boulevard donde va a ser la feria de primavera, hoy en la mañana tuvo que venir Malena a despertarme porque en serio que se me había olvidado poner la alarma y pues estaba en serio demasiado cómodo durmiendo en mi camita de nuevo, me di una ducha rápida y para vestirme me puse una camiseta naranja de mangas cortas, unos shorts muy pequeños, como los que me pongo en verano, en serio me gusta usarlos, son muy frescos, también me puse unas zapatillas sin agujetas y calcetines blancos que apenas y se notaban ya que son muy cortos.
Con mi prima que ya estaba lista bajamos hacia el vestíbulo del edificio, no sin antes de que mi papá me diera algunos billetes para comprarme cosas y comida en la feria, vaya que tengo suerte. Ya en el vestíbulo nos estaban esperando Marco y Jeremy y los cuatro fuimos caminando a la parada de autobús a esperar a Ángelo, ya cuando llegó mi amigo, todos juntos nos vinimos caminando a la feria y ahora mismo estamos aquí, entrando y viendo todas las atracciones, hay varios puestos de comida y también de juegos, donde se pueden ganar premios, se parecen mucho a los juegos que hay en los carnavales, creo que esto será muy divertido.
La primera hora nos la pasamos tratando de ganar algún premio, bueno en realidad solo Marco y Ángelo, Malena estaba emocionada mirando como Marco le intentaba ganar un conejo de peluche y Ángelo pues… tenía muy mala puntería para tirar una pila de latas o era eso o las latas que estaban en pirámide estaban pegadas, mientras que yo me compré una salchicha y una brocheta, es que como salí rápido de mi casa solo me tomé una tasa de leche y ya y como que estoy un poco hambriento, Jeremy también estaba con nosotros pero hace un rato dijo que iba a buscar algo y aún no regresa, quisiera saber dónde está, no quiero preocuparme pero… es que lo quiero mucho.
- Buuu… no pude ganarme nada, estoy seguro que esas latas estaban pegadas –se quejaba Ángelo mientras regresaba.
- ¿Y cómo yo sí pude lograrlo?
- Verdad, hasta se ganó un conejo para mí –dijo mi prima con el peche en sus manos.
- Marco tuvo mucha suerte, yo ganaré en la siguiente –dijo orgulloso mi mejor amigo.
- Oye Dennis ¿Y donde está Jeremy?
- No lo sé Malena, dijo que lo esperáramos aquí un momento y…
- ¡Ya regresé! ¿De quién estaban hablando?
Y entonces llegó Jeremy casi de la nada o bueno, en realidad me sorprendió porque se apareció desde atrás de mí, trae con él un globo de helio color naranja, waoh… es muy lindo, me gusta.
- Qué bonito globo –le dije.
- Sip, es para ti Dennis.
- ¿En serio? ¡Gracias Jere!
Tome el globo y me lo marré a mi muñeca izquierda, así para que el globo esté flotando y no se me pierda. “Que genial, creo que el Jerennis volverá en poco tiempo” escuchamos de la voz de Ángelo, jaja, mi amigo en serio tiene talento para ser la última frase, pero aun así me cae súper bien. “Oye peque, mira quienes vienen por ahí” dijo Jeremy y volteé a ver por donde me señaló y entonces vi a Mario, a Dan y a Juanmi que estaban viniendo juntos. Yo me alegré mucho al ver a mis amigos, en especial a Juanmi, en serio que se hace extrañar ese pequeño loquito, fui corriendo a donde estaban y cuando el chico cabello de chocolate me vio también vino corriendo hacia mí y nos abrazamos mientras nos reíamos, jajaja, en serio que extrañaba a mis amigos aquí.
- Lo veo y no lo creo, volviste Dennis tontillo –me dijo el chocolatito.
- Pues créelo Juanmi loquillo, a poco me extrañaste.
- ¡Claro que sí! ¡Tengo tanto para contarte!
- Yo también.
Y nos pusimos a saltar ahí como un par de niños de primaria, estas cosas solo las haría con Ángelo o con Juanmi que son más infantiles que yo, oh sí mucho más infantiles, después de todo yo soy el más maduro aquí ¿no creen? Jajaja.
Ya cuando todos nos reunimos me saludé con los amigos de Jeremy, ellos también parecen felices de verme de nuevo y yo a ellos también, Dan y Mario me agradan, creo que Jeremy escogió muy buenos amigos. Ya mientras empezamos a caminar todos juntos les conté a los tres recién llegados cuando había regresado de viaje y esos detalles. Ah! Cierto… si no recuerdo mal a Mario le gusta Juanmi, ¿entonces habrá hecho algo por llamar su atención ahora que ya no es novio de Ángelo? Eso se lo tendré que preguntar a mi amigo de chocolatoso cabello después, de una forma muy discreta claro está.
Pasaron como unas dos horas, todos habíamos jugado, comido golosinas y ganado varios premios y juguetes, Mario le compró un algodón de azúcar a Juanmi, ¡Hay me dan tantas ganas de preguntarle a Juanmi que siente ahora! Pero supongo que tendré que aguantarme, ahora estamos todos en grupo. Pobrecita Male, es la única chica de todo el grupo, por lo menos está bien acompañada de Marco, ellos son los mayores de aquí así que parecen nuestros papis ¿no creen? Jajaja. Y hablando de caminar en pareja, Jeremy ha estado a mi lado todo el rato, hoy no hemos conversado casi nada muy íntimo pues es una salida en grupo, pero si ha habido tocaditas de mano… y claro también el globo que me regaló, en serio me gustó mucho ese detalle, tal vez más tarde… esperen, ¿tenía que estar ese tipo aquí también? Pues creo que sí, acabamos de ver a Gianfranco jugando en uno de esos juegos de puntería con aros y ahora nos ha pasado la voz para ir con él… Rayos, es que la verdad no quiero ir a hablarle, en serio que no confió en él y pues… no, no tengo ganas de hablarle, lo siento, pero con personas que me han hecho daño soy desconfiado, al menos hasta que me demuestre más de su lado bueno.
- Jere, Ángelo, ¿me acompañan a ese puesto de huevos de pascua? Por favor.
- Ehh… vayan ustedes, yo después los alcanzo… quiero ver como pierde ese tipo –dijo Ángelo siguiendo a los demás que se iban donde Gianfranco.
- Pero… bueno, vamos Jere.
- Jaja, tú no quieres ir porque ahí está Gianfranco –me dijo mi chico.
- Well… es que en serio no me agrada.
- No te preocupes, no tienes que poner ninguna excusa, me quedaré aquí contigo.
Qué lindo es saber que puedo contar con Jeremy, hasta el bobo de Ángelo se fue a ver como juega Gianfranco, en realidad todo nuestro grupo está ahí. Ja! Creo que al tipo no le está yendo muy bien en eso de lanzar aros a unas botellas, oh bueno… ¿Ah? ¿Y ahora por qué Ángelo también está jugando? Bueno, se supone que están compitiendo.
- ¿Ya viste peque? Creo que Ángelo y Gianco están compitiendo por un premio o algo.
- Sí… espero que mi amigo le gane a ese tipo.
- Jaja, que malo.
- Claro que no… vamos a ver quién gana.
Y ahora Jere y yo estamos viendo desde aquí la competencia entre esos dos, creo que sí están intentando ganar el mismo premio, el grandulón le está poniendo más empeño a acertarle a las botellas, mmmm… creo que esto puede durar un buen rato. Lancé un bostezo y me recosté en el brazo de Jeremy, luego el me abrazó con su brazo derecho, lo único “malo” es que mi globo naranja está justo en medio de nosotros, pero es gracioso, cada vez que intento acercarme a mi chico mi globo choca con su cara, de hecho…
- Oye Dennis, ya basta con eso, tu globo me choca en toda la cara.
- ¿Oh en serio? Lo siento, no me di cuenta, jaja.
- Aja, claro.
Entonces Jeremy tomó mi globo y lo frotó rápidamente sobre mi cabello, haciendo que este se alborotara. “Jajaja, ahora sí estamos a mano” me dijo, yo solo hice puchero mientras me arreglaba el cabello con mis manos, luego de que Jere dejó de reírse se acercó a mí y me ayudó a arreglar mi cabello, sentí el rose de sus manos con las mías ahí arriba sobre mi cabeza, es una sensación bien rara, me hace sentir cosquillas en mis manos y en mi cabello.
- Listo ¿lo ves? Sigues tan lindo como siempre, no importa si te despeinas.
- Lo sé y yo podía peinarme solo –le saqué la lengua fingiendo comportarme como un niño malcriado.
- No te hagas el gruñón o te haré cosquillas peque.
- Yo necesito las cosquillas –escuchamos la voz de Juanmi acercándose a nosotros, parece algo molesto.
- ¿Qué pasó? –le preguntamos nosotros al unísono.
- ¿No lo vieron? Gianfranco trataba de ganarse un delfín de peluche y entonces Ángelo entró a tratar de ganarlo también.
- ¿Y entonces? –pregunté.
- Pues que Ángelo ganó, pero dijo que no quería ese peluche de delfín… pensé me lo iba a regalar a mí pero en vez de eso se lo regaló a Gianfranco.
- ¿Qué?
- ¿Hablas en serio? Pero siempre dice que lo odia –dijo Jeremy.
- Ángelo dijo que se lo regaló por pena, pero yo no le creo… yo sé cómo es Ángelo cuando le gusta alguien y él estaba todo sonrojado y… ¡Ay, necesito un momento!
Muestro amigo de cabello risado se alejó de nosotros para ir a comprar una lata de gaseosa, pero se nota que se fue porqué está enojado, no sé cómo estará la relación entre ellos dos pero se nota que Juanmi está celoso ahora mismo… y ahí va Mario a buscar a mi amigo, creo que intentará hablar con él, bueno espero que Juanmi se mejore… Volteé y veo que todos los demás están regresando y me refiero a todos incluyendo a Gianfranco y a su delfín, rayos, ahora sí voy a tener que hablarle… en fin. Me pregunto por qué Ángelo le habrá regalado ese peluche, seguro sí fue por pena o para hacerle una broma, se lo preguntaré luego.
Ya todo el grupo con el infiltrado de Gianfranco fuimos a un puesto de comida a almorzar, lo bueno es que no tuve que hablar mucho con el altote, solo un pequeño intercambio de palabras, a Ángelo le pregunté por qué le regaló ese delfín de felpa y me respondió que solo lo ganó para demostrarle quien era el mejor y luego le regaló el peluche por lastima, lo sabía, entonces mis sospechas eran ciertas, creo que el pobre Juanmi solo pensó eso que él dijo por celos, bueno por lo menor se le ve mucho mejor comiendo otro algodón de azúcar color rosa.
Las horas siguieron pasando, recorrimos todo el boulevard un par de veces, también había música y chicas y chicos bailando coreografías. A veces Jeremy y yo nos íbamos hasta atrás de todo el grupo mientras caminábamos y nos tomábamos de las manos, esos momentos de complicidad los amo, no nos decimos palabras, pero con esos pequeños y lindos gestos nos decimos que nos queremos. En eso, cuando ya estaba atardeciendo y todos estábamos en un juego de dispararle agua a unos globos para llenarlos nos encontramos con otra persona que no quería ver de nuevo.
- Esperen chicas… ¿Ese no es el tonto que arruinó nuestra fiesta de cumpleaños? –esa voz chillona… lamentablemente la recordaba, Jordana.
- Es Dennis, sí es él –le respondieron un par de sus amigas.
- ¿No se supone que ya te habías ido a no sé dónde?
- Mira, ni siquiera quiero que me hables, te lo pido educadamente –le respondí tratando de tener paciencia y seguí disparando al blanco con la pistola de agua.
- Ay que sensible que eres, como estas con tu grupito de amigos.
- Oye mocosita, ten cuidado con tu tono de hablarle a mi primo, si te metes con él te metes conmigo –Malena salió a defenderme.
- Jordana ya vámonos, se supone que estamos aquí para divertirnos –por suerte Katty está aquí para tratar de razonar con ella.
- Bueno, vámonos todas… y que lindo ver que ya volviste Dennis.
Sin decir nada más ella, su hermana gemela y su grupo de amigas se fueron por otro lado de la feria, me da coraje la hipocresía de esa chica al hablarme así, pero que más se puede esperar de ese tipo de “personas” lamentablemente hay gente así en todos lados. “Oye, no sabía que tú y Jordana se llevaban mal” me dijo Dan, pero por suerte no preguntó más porque estaba él estaba bien concentrado en el juego. Pero bueno, no dejaré que esa chica me arruine el día, todo ha ido bien hasta ahora y quiero que siga siendo así, aún faltan los fuegos artificiales en la noche, seguro será un espectáculo muy bonito y romántico…
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Es lunes por la tarde y estoy solito en casa o mejor dicho solito en mi departamento, si se preguntan por qué es porque mi papá está en el trabajo y mi mamá está en la escuela tramitando mi regreso a las clases, me dijeron que me podía tomar hoy como mi último día libre hasta las próximas vacaciones, pero en fin, es rico estar en casa un lunes, lo único malo es que estoy solito, todos están en la escuela y tendré que esperar hasta luego del almuerzo para verlos. Estoy recostado en el sofá mirando la televisión, pensar que hoy será la última vez que veré estos programas tan temprano, el resto del año estaré en la escuela a esta hora. La verdad… aunque no me lo crean extraño un poco la escuela, sé que me quejaré luego pero qué más da.
Dejo de estar recostado para ponerme de pie, ir a la cocina y servirme un plato con cereal con leche. Ahora estoy regresando al living mientras le doy sorbitos a la leche cuando suena el timbre, dejo el plato de cereal sobre la mesa del comedor y voy a abrir la puerta. Tal y como pensé, siempre llega en el momento más adecuado para él, aprovechando que estoy solo… como que ya me lo esperaba.
- Ah eres tú, ven pasa –le dije totalmente tranquilo.
- Hola primo. ¿Sigues en pijamas?
- Sip y veo que ya regresaste de tu viaje –hablando de cosas que son súper obvias, jaja.
- Iré directo al grano, ya me contaron que ayer estuviste con ese chico rubio en el festival de ayer.
- Sí, fui con él y con Malena y el resto de mis amigos.
- Ok, pero ya te dije que quiero que…
- No, ahora tú me vas a escuchar a mí, Andrei –le dije levantando un poco la voz.
- ¿Qué? ¿Estar en Londres te volvió más malcriado?
Fue al revés… mira, tenemos que hablar tú y yo.