Capítulo 13 – La noche es joven
¡Estoy tan feliz! Esta ha sido la mejor noche en mucho, mucho tiempo, han pasado tantas cosas ahora… primero, vi a Jeremy usando smoking y verlo tan galante y guapo que me hace temblar, luego que mi amiga Valery regresara es otra gran noticia, pero lo mejor de hoy, sin duda, fue que Malena nos haya regalado ese momento a solas a mí y a Jeremy, el momento perfecto para que regresáramos a ser novios ¿Ya ven por qué no cabo en lo feliz que estoy? Mientras él y yo caminamos por el pasillo para regresar al gran salón de fiestas siento que las mejillas ya me duelen de tanto sonreír y creo que mis labios están algo hinchados y no es para menos… los besos que nos acabamos de dar fueron los mejores… solo sentir los labios de Jeremy rozarse con los míos me hace sentir que vuelo por las nubes. Pero aun así, sé que en la mañana tengo que decirle la verdad de porqué me fui, quería hacerlo hoy, pero Jere me pidió que mejor le expliqué todo mañana, bueno si él quiere eso está bien, además… con todas las cosas buenas que han pasado esta noche, no voy a dejar que nada me la arruine.
- ¿Crees que ya empezaron a cantarle a Malena sin nosotros?
- …
- ¿Dennis? ¿Me escuchas?
- ¿Eh? Lo siento, estaba algo distraído –le sonreí ya prestándole atención a mi rubio.
- Te pregunté si crees que ya le están cantando el Feliz cumpleaños sin nosotros.
- Pues si no queremos que eso pase, mejor nos apuramos.
- Vamos más rápido entonces –me dijo sonriendo.
Mi chico de los cabellos de oro, aww… como extrañaba llamarlo así, bueno él y yo aumentamos el paso y llegamos al gran salón de la fiesta, donde vimos que todos los invitados a la fiesta ya estaban rodeando la mesa central donde está el enorme pastel. Sin miedo, tomé de la mano a mi novio y fuimos hasta donde estaban todos, entre tanta gente pude ver a todos nuestros amigos parados juntos y nos unimos a su grupo, por suerte estamos cerca de donde está Malena, que está parada frente a su pastel y al lado de ella están Marco y Andrei, cuando vi a mi primo noté que me miraba de esa forma… se ha dado cuenta que estoy de la mano con Jeremy, luego vi que me miró a los ojos, está de más decir que se nota que está molesto. Yo no soltaré la mano del chico que amo aunque mi primo me vea tan feo, yo sostengo mi mirada contra la suya, estoy seguro que si esto fuera un anime habría una de esos rayos de electricidad entre nuestras miradas. Hasta que escuchamos un “Ya, ahora si vamos a cantar” de parte de una de las amigas de Male, entonces Andrei dejó de verme directamente y volteó hacia el pastel.
Yo sonrío un poco, creo que con eso notará que ya no me va a estar controlando, “Oye peque ¿estás bien?” escuché que me susurró Jeremy, yo le sonreí y le asentí con la cabeza, la verdad sí que me siento bien, y si hago todo bien en la mañana, me sentiré aún mejor. Un segundo después ya todos estábamos empezando a corear el Cumpleaños Feliz para Malena y mientras lo hacíamos veía como mi prima sonreía muy contenta, hasta nos quedó mirando por un momento a mí y a Jere, creo que entendió que ya habíamos vuelto a ser novios, pues la sonrisa que nos regaló expresaba toda su belleza, ella es una chica que admiro mucho, se merece este feliz cumpleaños.
Al terminar de cantar el ruido de los aplausos sumado con las explosiones de confeti fueron geniales, ya después de cantar y mientras partían el pastel las luces de la sala se apagaron y se encendieron las luces disco, esas que tienen varios colores, el DJ cambió el tipo de música a las canciones más de moda, como “Bailando” de Enrique Iglesias, que aunque ya tiene tiempo sigue estando de moda, con esa canción todos los adolescentes se animaron demasiado y llenaron la pista de baile, creo que la “Party hard” ya ha empezado.
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Ya deben ser más de las 2 de la madrugada, o eso creo, pero la fiesta en serio que se ha puesto demasiado buena en estas dos horas después de media noche, lo primero que hicimos fue comer nuestros pedazos de pastel, mientras veíamos como la pista de baile estaba llena de chicos y chicas bailando enérgicamente, al pasar los minutos Valery sacó a bailar a Ángelo, aunque él al principio no quería porque decía que le daba vergüenza, pero al final saben que terminó saliendo por la fuerza, jaja, mientras ellos bailaban recordé que en todo este tiempo aún no le he dicho nada a Valery sobre mi relación con Jeremy y estoy seguro que ella tampoco sabe nada de que Ángelo y Juanmi también han sido novios, creo que pronto le vamos a tener que contar, al menos yo creo que sí le diré sobre Jeremy y yo, pero eso ya será otro día. Hubo un momento en que Malena y Marco llegaron a nuestra mesa a pasar un rato con nosotros, mientras todos hablaban Malena me preguntó en voz baja:
- Entonces ¿Qué pasó con Jeremy y tú?
- Oye Male, en serio te pasaste, eres la mejor prima del mundo.
- ¿Paso algo bueno? –me sonrió contenta.
- Sip, pues… ya sabes, ya no estoy soltero.
- ¡¿En serio?! ¡Qué lindo!
Eso último ya me lo dijo ya en voz alta y con euforia mientras me abrazaba sentados uno al lado del otro, yo obvio que le respondí al abrazo, pero como sabrán todos en la mesa se nos quedaron mirando con cara de “¿Qué pasó?” Yo solo pude ponerme rojo mientras sonreía. De inmediato mi prima llamó a uno de los camareros y no escuché bien que le dijo, hablaron por un minuto y el camarero se fue, yo con curiosidad le pregunté a Malena que era lo que le había pedido, “Solo es algo para celebrar dos cosas, mi cumpleaños y tu regreso con Jeremy” me susurró en el oído, no tenía ni idea de que era pero no lo tuve que pensar demasiado, en unos poquitos minutos, el camarero volvió con una bandeja de copas de champaña. Una copa para cada uno en la mesa y el camarero se fue.
- Pero Male, aún no tenemos edad para tomar esto –le dije a mi prima.
- A mí tampoco me gusta el sabor –dijo Juanmi mirando su copa.
- Chicos, es solo una copa, todos aquí ya somos grandes, ni que nos fuéramos a emborrachar o algo así.
- Marco tiene razón –intervino Valery- y además, en París nos dejaban a los niños tomar una copa en la cena, sin problemas.
- Bueno, solo tomen los que quieren, no hay obligación ni nada ¿sí?
Eso último que dijo Malena me dejo más tranquilo, no es que tenga miedo de tomar champaña, si no que no me siento totalmente listo, pero… el gesto de querer celebrar está bien… así que solo brindaré y me tomaré un sorbito, nada más. Todos tomamos nuestras copas y las chocamos en un brindis, yo solo le di un sorbito y la deje en la mesa, Juanmi solo mojó sus labios y luego hiso un gesto de que no le gusta, Ángelo solo se tomó la midad y Jeremy… ¡Cierto, me acabo de acordar!
“Oye Jere no te lo tomes tan rápido, tómalo despacito, no te olvides que pasó la última vez que tomaste champán” le susurré mientras estaba bebiendo de su copa, él me miró y me asintió con la cabeza, para luego beberla con mayor lentitud, creo que ya se acordó que la última vez que tomó se puso muy alegre y cariñoso pero se durmió muy rápido también. Bueno, todos dejaron sus copas vacías excepto Ángelo, Juanmi y yo. En eso empezó a sonar la canción “Happy” Pharrell Williams, en cuento la escuchamos Malena se emocionó y tomó a Marco de la mano para ir a bailar, en cuanto a mí, Valery fue la que me dijo que vaya a bailar con ella y obvio que no me pude negar, además de que la canción me gusta mucho y es perfecta para la ocasión. Al terminar de bailar con mi amiga rubia de cabello ondulado, regresamos a la mesa donde estábamos pero aquí falta alguien.
- Oigan ¿Y dónde está Ángelo? –pregunté mientras me sentaba.
- No sabemos, solo se levantó de la mesa y dijo que regresaba luego –me respondió Jeremy.
- ¿Y las copas de champan que aún quedaban? –dijo está vez Valery.
- Lo siento, yo me las tomé, es que estaba rico –pronunció Mario.
- Se tomó las tres copas, ahora está todo rojo –Juanmi hiso puchero al terminar esa frase.
Yo no sabía que Mario podía tomar tanta champaña, pero bueno, se le ve muy risueño ahora, tal vez así ya no sea tan tímido como hasta ahora. En eso un chico que no conocíamos llegó a la mesa y le preguntó a Valery si quería ir a bailar, ella aceptó sin problemas y se fue a la pista de baile, donde también seguían bailando Malena y Marco con sus amigos. De pronto sentí la mano de Jeremy sobre la mía, volteé a verlo y nuestras miradas se unieron, “¿Quieres acompañarme un momento al cuarto de karaoke?” me dijo y se puso de pie, yo volteé hacia la pista de baile, ahí estaba Andrei totalmente distraído, así que no se dará cuenta de a donde iremos. También me puse de pie y les dije a los demás que luego volvíamos. Con mi chico rubio regresamos al pasillo donde estaba el cuarto de karaoke y entramos ahí, encontrándolo igual a como lo dejamos hace horas.
- ¿Qué ocurre Jere? ¿Querías estar a solas conmigo? –le dije fingiendo inocencia.
- Dennis… no sabes las ganas que tengo de sacarte a bailar.
- Oh, pero claro que podemos bailar, ya lo hemos hecho antes.
- Sí, pero quisiera sacarte a bailar a la pista de baile… ya sabes, si no fuera porque todos los adultos nos mirarían mal…
- Jeremy –me acerqué a él y lo abracé- no te preocupes por eso, verás que cuando seamos más grandes ya no nos van a poder decir nada.
- Cuando seamos más grandes iremos a una disco a bailar, ahí ya no habrá ningún problema.
- Yes… y sé que me gustará demasiado bailar contigo.
- Pero ahora… -pasó su mano por mi pecho y me miró directo a los ojos, con una sonrisa muy… provocadora- no puedo resistirme a bailar contigo aquí.
- Jeremy… -mientras lo miro a los ojos y siento me rodea con sus manos… él es tan guapo.
- Jeje, te sonrojaste pequeño bebé –me dice mientras se acerca a mí lentamente.
- Lo sé… bésame –le dije mientras cierro los ojos.
Con los ojos cerrados puedo sentir mejor sus labios sobre los míos… Jeremy me besa con unas ganas tan… cautivadoras, en serio que esto me encanta, separo un poco mis labios para que la lengua de mi chico pueda entrar y en cuanto lo hace me hace dar un pequeño salto, esto es demasiado bueno… cuando ya estaba empezando a ahogar mis gemidos en ese beso, Jeremy se separó de mí. “Ahora sí vamos a bailar mi peque” me dijo abrazándome y tomándome de la cintura, sé que estoy muy sonrojado en este momento, estoy muy feliz, escondo mi cara en el pecho de mi chico de cabellos dorados por un momento antes de bailar, sentir su calor me hace demasiado bien, lo amo…
Pov’s Ángelo…
Siento el viento soplar sobre mi cabello, pero no me da nada de frio… tengo todo el calor que necesito aquí. Tal vez no deberíamos hacer esto aquí, alguien nos podría ver, pero a la mierda eso, la verdad es que no me importa eso ahora. Aprieto con más fuerza el traje de Gianfranco, no puedo evitarlo, que me bese de esa manera tan… no sé, siento que me está comiendo ahora mismo, mueve sus labios contra los míos y a veces nuestras lenguas chocan, pero eso me encanta… me hace sentir tan emocionado y a la vez me hace temblar… amo esta sensación y cuando me abraza y me aprieta contra su cuerpo… me emociona tanto que no me aguanto y le doy una pequeña mordida a su labio inferior.
- Auch… pequeño tonto mordelón –me dijo sonriendo de una forma pervertida.
- Lo siento…
- Ángelo Montero… ¿es en serio?
- ¿Qué cosa?
- Te acabas de disculpar… que sumiso que estas hoy –me dijo justo antes de apachurrarme.
- Tonto, suéltame, no soy tu muñeco de felpa para que me abraces.
- Jajaja, eres un bobo, no podía estar otro minuto más sin besarte.
- ¿De verdad? Bueno… estar al lado de la piscina es lindo –dije volteando hacia la piscina, aquí, a estas horas obvio que no hay nadie.
“Solo las mejores cosas para mi pequeño tsundere” me dijo antes de darme un beso en la mejilla, es un idiota… me hace sonrojar tan fácil, pero así me gusta, quiero decir… así tengo que soportarlo. Me pequé más a él porque hay un poco de viento y no quiero tener frio, Gianco me tomó de la cintura con ambas manos y empezó a besarme el cuello, oh no… desde que descubrió que esa es mi debilidad ahora lo hace cada vez que puede… ahhh… esto no es bueno, me va a dar una erección si me sigue besando en mi cuello… ahh… rayos, esto es inevitable, me estoy excitando rápido y todo por su culpa… Esperen, ¿Acaso me está tocando donde yo creo?
- ¡Gianco! no me toques ahí abajo, idiota.
- Pero si tus nalgitas son tan suaves... seguro quieren ser tocadas por mí.
- Idiota... sube tus manos ahora mismo.
- Obligarme si puedes, enano.
- No te dejaré que me beses por un mes.
- Ja! Eso ni yo te lo creo, no podrías aguantarlo Ángelo. Si a ti te encanta que te bese ¿Cierto?
- ¡Cállate!
El idiota del chico que me gusta no deja de tocarme las nalgas y la verdad… es que se siente muy bien… Mierda, mi pene ya se ha puesto muy duro, me empieza a doler un poco pero… esto es muy rico como para hacerlo parar… además de que me sigue lamiendo mi cuello… ahhh… Sin poder evitarlo me pegué más a él y sentí un bulto entre sus piernas chocar con la parte más baja de mi pancita… entonces ¿Él también está excitado?
- Veo que no soy el único que se puso caliente, jeje.
- No digas nada, pervertido –dije sin abrir los ojos.
- ¿Quieres que nos sentemos un momento una de las sillas para broncearse?
- P-Pero… tenemos que regresar a la fiesta, mi mamá se va a preguntar dónde estoy.
- Todos los adultos están muy distraídos ahora mismo y yo vine solo a la fiesta, tengo tiempo de sobra –me dijo mientras me sonríe.
- Mmmm… no estoy seguro.
- ¿Sabes que te ves aun más sexy bajo la luz de la luna?
- ¿Ahh? ¿De verdad crees eso? –volteé hacia arriba para verlo a los ojos.
- Ya te lo dije, me gustas mucho… mi pequeño idiota lindo.
Cuando me dijo esas palabras sentí mi corazón latir aún más rápido, así que solo bajé la mirada mientras sonreía, me gustó eso… “Te odio Gianco” le dije casi en un susurro, pero en eso sentí que él me dio un beso en la mejilla y me susurró “Ya sé que cuando me dices que me odias en realidad es al revez… y en ese sentido, yo te odio mucho”. Lo que me faltaba, que me ponga rojo como bola de Navidad en 4 segundos de nuevo, yo solo lo tomé de la mano y empecé a caminar hacia una de esas sillas que la gente usa para broncearse. Gianfranco se sentó ahí y abrió un espacio entre sus piernas para que yo me sentara ahí… pues ya qué. Me senté en ese pequeño espacio, recostando mi espalda contra su pecho.
Los dos sentados aquí, él empezó a besar mi cuello de nuevo y yo me puse nervioso, mientras sentía como sus manos recorrían mi cuerpo… después de un par de minutos así, sus manos llegaron a mi entrepierna y sentirlas ahí hiso temblara un poco, no por miedo, si no por excitación… “¿Me dejas que te toque aquí?” me pregunto con sus mano ya sobre mi pene, yo solo asentí con la cabeza y luego lo besé en la boca… es un poco raro besarlo en esta posición, pero no me importa, sentir como nos besamos mientras me toca mi pene por sobre la ropa… es la mejor sensación que he sentido en meses… en eso volví a sentir la erección de Gianco chocar contra mis nalgas y esta vez en lugar de fingir enojo, empecé a moverme haciendo que su pene y mi culito chocaran y se rosaran… creo que también puedo ser un pervertido a veces.
- Auch, ¿Otra vez me mordiste?
- Eso te pasa por excitarme tanto… Gianfranco pervertido.
- Tú también lo eres y así me gusta mucho.
- A mi igual… no dejes de besarme.
- Lo que tú quieras.
El rubio volvió a comerme mis labios de inmediato, lamiéndolos y tomándolos entre sus labios, creo que la noche aún es joven… podría estar aquí con él por un buen rato ¿Y les digo algo? Por como siento ese rose contra mi culito… creo que lo tiene grande.
Pov’s Juanmi…
No puedo creerlo, todos se han ido de la mesa, me han dejado completamente solo, los chicos Jerennis se fueron hace rato a no sé dónde, Ángelo que aún no regresa de donde quiera que esté y curiosamente tampoco veo a Gianfranco en su mesa, en serio tengo la gran sospecha de que ellos dos están saliendo a espaldas de los demás, pero bueno, todos los demás bailando en medio del salón y Mario que también me dejó hace un momento para ir a la mesa de bocadillos, es en serio, no es bonito estar solito aquí sentado, ha sido muy divertida esta noche, pero ahora que todos se fueron por su lado, no me divierto mucho. Me pongo de pie para tratar de ver a mi mamá, sí a veo a lo lejos, está sentada conversando y riendo con otras señoras en una de las mesas, le enviaré un mensaje para preguntarle cuando nos vamos, igual ya me está dando algo de sueño.
Me volví a sentar en la mesa, saqué mi celular y escribí el rápido mensaje al WhatsApp de mi mami, sé puedo ir caminando hasta ella, pero pasar en medio de toda esa gente bailando me da cosa, ya volví a guardar mi teléfono en mi bolsillo, solo esperaré a que mi mamá me responda. Entonces veo que por fin está regresando Mario, jaja, me da risa como camina, ¿Se sentirá mareado o algo así?
- Hola bonito chocolatito, ya regrese –me dijo sentándose a mi lado.
- Hola… jaja, nunca me habías hablado así.
- Lo sé, pero hoy quiero decirte algo importante.
- ¿Qué cosa?
- Es que… aquí no puedo, mejor vamos debajo de la mesa.
- ¿Estas bromeando Mario? ¿Para qué vamos a ir ahí abajo?
- ¿Confías en mi o no? –me preguntó mirándome a los ojos.
- Sí confió en ti pero… -dudé por un segundo- está bien, pero que sea rápido.
No tengo ni la menor idea de qué está pasando, pero no creo que vaya a hacer algo malo, seguro quiere contarme algún secreto, así que podría ser divertido. Mario y yo nos metimos debajo de la mesa y aquí nos arrodillamos en el suelo, uno frente al otro.
- Bueno, ahora sí, que querías decirme.
- Juan Milán, te he querido decir esto por mucho tiempo, pero siempre mi maldita timidez no me deja, ya no quiero eso.
- Está bien… pero no digas malas palabras. ¿Qué quieres decirme Mario?
- Que… -de pronto, sentí que me abrazó, me tomó por sorpresa- Que eres el chico más dulce de toda la escuela, en serio eres como un chocolate, eres hermoso Juanmi.
- Ehh… no sabía que pensabas eso de mí.
Traté de alejarme un poco de Mario, primero que me da cosita que me abrace tan de pronto y otra es que… huele un poquito raro, no huele feo, pero tiene ese olor a champaña que no me gusta.
- Pero una vez te dije todo lo que siento por ti, en una carta en San Valentín.
- ¿Qué? Entonces… ¿Tú fuiste quien me dejo esa carta de amor?
- Yo fui… estoy enamorado de ti Juanmi.
- Pero Mario ¿Porque no me lo dijiste ant-
N-No pude terminar lo que iba a decir porque… porque Mario me está besando en este preciso momento, sus labios están contra los míos y… tiene ese sabor a champaña que en serio no me agrada y… ¡Me está besando sin permiso! “¡Déjame!” le dije de inmediato, lo separé de mí y le di una bofetada por impulso.
- Auch… Juanmi lo siento… -Mario se sobaba su mejilla- solo quería… confesarte lo que siento por ti.
- Pero no tenías que tomar para estar en ese estado, el sabor a champán no me gusta.
- Pero…
- Y tampoco me gusta cómo estás ahora mismo… ya me tengo que ir.
- No te vayas, por favor.
- Sí me voy, ya me quiero ir a casa, adiós.
Sin decirle nada más, salí debajo de la mesa y fui casi corriendo a donde está mi mamá, no me importa si paso por el medio de todos en la pista de baile, solo quiero irme a casa ya mismo.
Fin del Pov’s Juanmi.
No pude dormir en toda la noche, solo dormí un poco cuando ya había amanecido, la fiesta ya acabó hace un par de horas y ya estamos de mañana, sé que todos los adultos siguen dormidos, además de que es domingo, espero hacer esto antes de que Andrei se despierte, por suerte pude despertar a Jeremy y a Malena llamándolos a sus celulares, y ya estamos reunidos como les pedí en las escaleras de emergencia del edificio, ellos dos se ven muy cansados, estoy seguro de que están tan exhaustos como yo, pero esto que les tengo que decir es de suma importancia.
- Dennis ¿Qué es lo que nos tienes que contar? –preguntaba mi prima frotándose un ojo.
- Perdón por despertarlos tan temprano, pero es que es muy importante.
- Sí tú lo dices te creemos, pero dilo antes de que se den cuenta que salimos de nuestros depas –mencionó Jeremy.
- Está bien pero… ¿Andrei sigue dormido? ¿Malena?
- ¿Mi hermano? Sí, desde que regresamos al departamento, directamente fue a dormir.
- Perfecto, ahora sí les voy a contar la verdad de todo lo que pasó.
- ¿A qué te refieres?
- Jeremy, Malena… esta es la verdad, yo terminé con Jeremy y luego me fui a Londres porque Andrei me obligó a hacer todo eso.
- ¿Qué? –dijeron los dos al mismo tiempo.
- Yo… tengo que mucho que explicarles…