Capítulo 16 – Tus mejillas te delatan
Pov’s Dennis…
Esto me da muchas cosquillas, jajaja, no solo por las gotas de agua tibia que caen sobre mi cabello y mi cuerpo, sino también porque Jeremy no me suelta del abrazo que nos estamos dando y me está cubriendo todo mi cuerpo con la espuma del jabón, es muy resbaloso y pues me da cosquillas, “Jere, sé más cuidadoso o nos vas a hacer resbalar” le dije justo antes de darle un beso en la mejilla, él es tan guapo, su cabello rubio y mojado se ve genial… Mi chico bajó sus manos hasta mi cintura y me apretó más contra su cuerpo, eso se siente muy bien solo que… si sigue así va a lograr que me excite demasiado y pues… como acabamos de hacer cositas en mi habitación hace poquito… “No tienes de qué preocuparte, siempre voy a atraparte, no te vas a caer bebé” al oír eso creo que una sonrisa de niño bobo nació en mi cara, así que me tapé la cara con ambas manos, pero eso solo logró de que Jeremy se pusiera a besarme las manos, hasta que yo las quité de mi cara y ya me dio un beso en la boca, jeje, que tramposo fui esta vez, pero no importa, con tal de besar sus carnosos y rojos labios… ¡So cute!
Luego de un buen rato ahí en la ducha, ya terminamos de bañarnos, aunque en realidad estuvimos jugando y besándonos más que nada, jeje, bueno así estuvimos muchos, muchos días el año pasado y ahora que ya está haciendo calor de nuevo espero que lo hagamos mucho más, una de mis cosas favoritas es bañarme con Jeremy, él siempre lo hace súper divertido, hasta ahora que me está ayudando a secarme el cabello. “¿Te gusta cuando te seco el cabello?” me preguntó, mientras lo frota suavemente con una toalla, le respondí que sí para luego volver a concentrarme en la rica sensación, se siente como un masajito y eso me encanta… “Ya terminé, te toca a ti peque” me indicó y cambiamos de posición, solo que yo tengo que levantar mis brazos para secarle en cabello, él ha crecido más que yo en todos estos meses, pero creo que así está bien, me gusta tener que ponerme en puntitas de los pies para besarlo.
Al terminar de secarle su cabello lacio, se me prendió el foquito y como travesura le di un pequeño golpe en sus nalguitas con la toalla, obvio que él dio un pequeño salto pues no se lo esperaba y casi al instante quiso hacerme lo mismo a mí, pero yo me cubrí las nalgas con ambas manos y le dije “tiempo fuera, tiempo fuera, solo estaba jugando” mientras me reía intentando escaparme de él, salí rápido del baño y pensé en saltar hasta mi cama, pero recordé que aún no le cambiamos las sábanas así que tuve que correr desnudo por la habitación, igual que Jeremy mientras me seguía con una toalla en sus manos… no les diré como acabo eso, bueno… solo diré que el golpe en mis nalguitas me hiso saltar también.
Varios minutos después, ya los dos estamos vestidos, ya cambiamos las sábanas de mi cama y ahora estoy en la cocina sirviéndole el almuerzo a mi gatito, que nos estaba esperando aquí, espero no haberlo dejado con hambre, podre Gato Miau. “Y aquí tienes, cómelo todo ¿está bien?” le dije al dejarle su plato en el suelo, mi gatito no demoró en empezar a comer. “¿A mí también me vas a preparar algo de comer peque?” escuché la voz de mi Jeremy, volteé y él ya estaba muy cerca de mí, creo que me quiere besar… mmmm, pues sí, ya lo está haciendo… y me derrito de solo sentir su lengua entrando en mi boca, esta sensación… me hace volar.
- Ja, te acabas de poner muy rojo –me dijo al separarnos del beso.
- ¿En serio? ¿Y mis labios también están rojos?
- Mmm… pues un poco.
- Es que me has estado besando todo el día, genio.
- Jaja, como si a ti no te gustara.
- Mentira, sabes que me gusta mucho… ¿te preparo algo de tomar?
- Un té helado estaría rico –me dio un beso en la frente.
- Está bien –no pude evitar sonreír.
Primero puse unas hojas de té blanco en una tetera donde ya tenía agua caliente, como solo es para dos vasos no haré mucho té, caminé hasta el refrigerador y saqué los cubos de hielo, “¿Puedes traer los vamos por favor Jeremy?” le pedí a mi novio que los fue a buscar sin demora, mientras el té de la tetera se enfría le pongo un poquito de miel, así le dará un gusto rico, luego lleno los dos vasos largos con los cubos de hielo casi hasta el borde el vaso y finalmente ya les sirvo el té de la tetera, listo. ¿Ven que es algo muy facil?
- It is ready! –le dije contento mientras le alcanzaba su vaso de té a Jeremy.
- Gracias peque… mmm… ¡Esta rico!
- Qué bien ¿Te gusta mucho?
- Claro que sí… ¿también vas a preparar té cuando seamos grandes?
- Ah? ¿Cómo así? –no entendí del todo.
- O sea, cuando vivamos juntos pues, cuando seamos adultos.
- ¿Q-Quieres que vivamos juntos?
- Sip.
Esas palabras hacen que mis rodillas tiemblen como gelatina, pero no por miedo, sino porque… ¡Que facilidad tiene Jeremy de hacerme sentir penita! Y todavía me emociona, claro que quiero vivir con él cuando seamos grandes. “Oye Dennis creo que tienes mucho calor, estas todo rojo de nuevo” me dijo y yo cuando lo miré a los ojos me dio penita de nuevo, así que me tomé todo mi té helado rápido para no estar tan rojo. “Ehh… sí prepararé té cuando vivamos juntos… y también haré muffins” le dije en voz baja y lo primero que sentí fue una caricia de su mano sobre mi cabello, rayos eso es lindo, me hace sentir como cachorrito…
Ya cuando terminamos de tomar té y cuando noté que Gato Miau se había quedado dormido luego de comer, le dije a Jeremy para ir a ver como estaba todo en el depa de Malena, pero no quería ir a tocar la puerda directamente así que decidí enviarle un mensaje a su celular, “¿Cómo estás? ¿Qué pasó? ¿Puedo ir a verte?” fue lo que le envié y en casi menos de un minuto me respondió el mensaje: “Estoy sola, por favor ven” al terminar de leer eso fui con Jeremy hasta la puerta. Toqué el timbre del depa de mi prima, Jeremy está a mi lado, me siento más seguro con él. Malena fue la que nos abrió la puerta, nos hiso pasar, pero ella tiene ahora una cara de tristeza que hace mucho que no la veía, me preocupa… “Andrei se fue, dijo que volvería otro día, que no podía creer que yo estuviera apoyándolos a ustedes” fue lo que nos dijo, ya estando los tres sentados en el sofá del living.
- ¿Pero cómo que se fue? ¿A dónde iría? –preguntó Jeremy.
- Después de discutir solo tomó su mochila con su ropa y se fue… seguro a un hotel.
- ¿Pero que van a decir tus padres? Se van a molestar con él.
- No lo creo primo, a él le dan mucha libertad con eso de estar aquí, recuerda que a Andrei le gusta irse de viaje y regresar a los pocos días.
- ¿Tú cómo estás primita?
- Más o menos… es la primera vez que discutía de algo tan serio con Andrei, cuando era pequeña solo nos peleábamos por poner un canal en la televisión…
- Lo siento –dijimos Jeremy y yo al mismo tiempo, eso sí me sorprendió.
- No, no se preocupen, Andrei estaba haciendo algo malo, era algo en lo que debía regañarlo, verán que ya luego me sentiré mejor.
- Te queremos, Malena tú eres muy buena –le dije para de inmediato abrazarla.
- Gracias, yo también los quiero a ustedes.
Mientras la abrazaba le quise transmitir toda mi buena energía, no quiero que ella se sienta mal o triste, pero lo único que puedo hacer ahora es apoyarla y estar con ella, me pregunto qué hará mi primo ahora, espero que no…
- Male, ¿tú crees que Andrei le diga algo a mis papás sobre…?
- No Dennis, le dejé bien claro que sí él les decía algo a los padres de ustedes sobre que son novios, yo le dejaría de hablar, que me molestaría muy feo con él… y pues, creo que por eso se fue.
- Malena muchas gracias por todo lo que haces, de verdad, eres la mejor amiga que un chico querría tener –dijo mi Jeremy.
- Y además soy bonita, jajaja.
- Jajaja, obvio que lo eres –le di un beso en su mejilla.
Este momento es ideal para tratar de olvidarnos del mal rato, soy muy suertudo de que Malena sea mi prima, la quiero bastante. ¡Ya sé! Podríamos jugar algún juego los tres para olvidarnos del mal rato. “¿Les gustaría jugar algún juego de mesa?” pregunté y luego de unos segundos ambos chicos mayores me asintieron con la cabeza. “Bien, entonces iré a buscar el Monopoly, ya regreso” dije justo antes de pararme pero… al ponerme de pie sentí… ¡Auch!
- Auu… me duele un poco…
- ¿Qué pasa primo? ¿Qué te duele?
- ¿Estás bien peque?
- Sí estoy bien, solo que… me duele un poco mi…
- ¿Te duele el trasero? –escuché de pronto de la voz de mi prima.
- Ah?! –me puse rojo por enésima vez en el día.
- Solo lo digo porque te estas sobando ahí… ¿te caíste o algo?
- Ehhh… sí, Dennis se cayó de pompas en el suelo hace rato.
- Cierto, cuando saltábamos en mi cama… ehhh… mejor ya me voy, no demoraré.
¡Qué vergüenza! Ni siquiera puedo caminar cómodamente… esto no me pasaba desde hace mucho tiempo… supongo que no tocarme para nada durante dos meses y luego hacer travesuras… esa la respuesta. ¡Qué pena! Lo peor es que tengo que inventarle una tonta excusa a mi prima, me daría mucha vergüenza contarle que me duele ahí atrás porque… porque… ¡Que vergüenza! Ay… espero que el dolor se me pase pronto, no debí haberme puesto de pie tan rápido, en fin… caminar a pasitos lentos pero seguros… ay, mi cara me arde.
Pov’s Juanmi…
Domingo por la tarde y yo me acabo de despertar hace poco, anoche no fue nada fácil conciliar el sueño de solo pensar en… él… y el beso que me dio… Mario es un tonto, le dije que el sabor a champaña no me gustaba, al menos si… al menos si me hubiera besado sin estar así de tomado… ¡Ay no! La verdad es que no lo quiero ver, ni debería pensar en él, lo que me hiso fue desagradable, aunque…
Me levanto de la cama y sin pensarlo mucho abro el ultimo cajón de mi escritorio, aquí está, es esa carta de amor anónima, o bueno era anónima hasta hace unas horas… no me resisto ante esa caligrafía tan bonita, en cambio mi letra es feita, creo que mis manitas son buenas para hacer postres y dulces, pero no tan buenas para escribir bonito, jeje. ¿Saben qué? En realidad el tonto aquí soy yo, porque estoy leyendo de nuevo la carta de San Valentín que me escribió Mario…
<<Pequeño chocolatito,
Juan Milán, no sé si tú pensarás en mí, en realidad no sé si me quieres llegar a conocer, pero si en esta carta te abro mi corazón, solo quiero decirte la verdad… Eres lo más dulce del mundo Juan Milán, tu nombre me es precioso, tu sonrisa me es hermosa, hasta cuando escucho tu risa es como comerme uno de esos postres que tanto te gustan.
Afortunadamente tengo la suerte de poder verte todos los días en la escuela, por favor no te asustes, no soy ningún acosador ni nada de eso, solo que tu carita de príncipe y tu cabello se han dejado enamorado, sí, soy un chico y espero que no me odies por eso, tu odio es lo más duro que tendría que soportar, porque alguien tan dulce como tú no podría odiar, tú solo expandes alegría cada vez que te veo, haces que mi corazón salte como loco y hasta cuando escucho tu voz me derrito como el chocolate.
Lo sé, mis palabras son muy empalagosas, pero es lo menos que puedo hacer, eres como una galleta con miel, me encantaría tomarte de la mano… pero soy demasiado tímido e inseguro como para hablarte de frente… tal vez no sepas quien soy, pero el solo hecho de verte reír todos los días en la escuela es lo que me hace levantarme en las mañanas. Nunca dejes de reír pequeño chocolatito, te quiero mucho… tal vez un día deje de ser un cobarde y te diga lo que siento por ti. Hasta entonces Juan Milán, que el sol del cielo siempre te sonría, así como yo lo hago cuando te veo pasar…
De: tu admirador secreto.
PD: Feliz día de San Valentín… >>
¡Ay Mario! ¡Si vieras lo colorado que estoy ahora! ¿Tú escribiste todo eso entonces? Rayos… si la primera vez que leí esa carta me puse rojo hasta las orejas, nunca lo voy a olvidar, me puse a pensar toda la noche quien era el que me había escrito esa carta, por un segundo, entre mi lista de sospechosos pensé que podías ser tú pero de inmediato te descarté, no sé porque antes pensaba que yo solo era un simple amigo para ti… tal vez yo soy muy cariñoso y por eso vi tan normales los abrazos que te daba a veces.
Pero con esa caligrafía tan bonita… ¡Ay Mario! No sabes todo lo que estoy sintiendo en este momento, ya me tienes muy confundido, hasta este preciso momento nunca me había fijado en ti… ¿Y porque rayos le hablo a la carta como si fuera Mario? ¡Qué tonto! Sacudo mi cabeza de derecha a izquierda para quitarme lo loquito, hablarle a una carta… si alguien me viera me meterían en un manicomio… ¡Y ahí no hay postres!
En fin, siento que mis mejillas me siguen ardiendo, esta carta hace que mi estómago se ponga raro, ya saben… como cuando te gusta alguien. PERO el problema está en que Mario se me declaró de una forma muy ruda ¡Y hasta me beso! Nop, nop, nop, eso no se lo puedo perdonar tan fácil… además ¿a mí me gusta él? Mmmm… nunca lo había pensado, veamos… Mario tiene piel blanca, labios carnosos, cabello ondulado y negro y obvio es mucho más alto que yo… pues feo claro que no es, hasta podría decir que es algo guapo… y además me ayuda con mis tareas y se preocupa por mi… y me hace reír y me abraza mucho y… ¡Ay que tonto soy! ¡Con todas esas señales es obvio que yo le gustaba!
Juanmi eres un bobo… debiste darte cuenta desde hace mucho tiempo… creo que tumbarme en la cama mientras abrazo la carta de amor no me va a ayudar mucho pero… esperen, ¿Juanmi? Así es como todos en la escuela me llaman y… ¿Quién fue el primero que usó ese apodo conmigo? ¡Mario otra vez! Pues la balanza se está inclinando a tu favor… pero… es que aún no siento nada por ti Mario… yo sé que serías un buen novio… y a mi mami le caes muy bien pero… el problema es que yo no siento nada por ti… excepto cuando leo tu carta, eso sí me derrite…
¡Esperen! Pero si Mario me escribió la carta… será que él… me hablaría así si estuviéramos en persona ahora que… ¿ahora que ya se me declaró? ¡Me moriría de vergüenza! Pero… me encantaría… amo esas palabras bonitas y… ¡Ay soy un tonto! Lo peor es que tengo que esperar hasta mañana para verte en la escuela… quisiera que me dijeras algo ahora, para saber si me gustas o no… solo que por favor no me beses con sabor a champán de nuevo… ¿Otra vez estoy hablando con la carta como si fuera Mario? ¡Tonto!
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Bien, ya es lunes por la mañana, estoy en el salón y no he visto a Mario en ningún momento por los pasillos, ayer le pregunté a mi hermano mayor que pasaba luego de haber tomado muchas copas y me dijo que tal vez te daba amnesia o algo así, la verdad no lo entendí muy bien pero en fin, ¿Mario se acordará de que me besó el sábado?
- ¡Hola Juanmi! ¿Cómo estás? –escuché una voz femenina.
- Oh, eres tú… Valery ¿cierto?
- Sí, nos conocimos el sábado en la fiesta de Malena.
- Claro, sí me acuerdo, dijiste que estabas en esta escuela, que bueno que ya estés aquí –le sonreí siendo amable.
- Gracias, estoy sentada en la parte de atrás con mis amigas, ¿tú te sientas con Dennis y Ángelo?
- Sip, solo que ellos aún no llegan y…
“Disculpen… ¿este es el aula de Dennis Hooper?” escuchamos a una chica que está parada en la puerta del salón y como yo soy el más cercano a ella supongo que me toca contestarle. “Sí, esta es su aula pero Dennis aún no llega” le respondí y al instante la chica de cola de cabello y con un mechón de cabello color azul se nos acercó sin miedo a mí y a Valery. “¿Ustedes son amigos de Dennis? ¡Oh cielos! amo tu cabello ¿te han dicho antes que parece de chocolate? ¡Y tú! Amo tu ropa totalmente, te vez preciosa ¿Cómo se llaman?” todo eso nos dijo la chica, no sabía que podía tener tantas preguntas pero bueno…
- Es en este orden: sí, sí y me llamo Juanmi.
- Eh… y yo me llamo Valery.
- ¡Oye! ¿ese es un acento francés? Me encanta, eso te hace aún más linda.
- Amm… gracias… creo –respondió algo incomoda Valery.
- Ups, lo siento, no me he presentado, me llamo Romana Dusk, soy compañera de Dennis en el taller de canto, es un placer conocerlos a ambos.
De inmediato la chica tan habladora nos estrechó la mano a ambos, pues vaya que es amigable, y yo pensaba que yo era el más amigable de la escuela… “Lo que quería preguntarles ¿Pueden darle esto a Dennis? Son las canciones que practicaremos hoy, no lo encontré en ninguna parte del Face” nos dijo entregándome unas hojas de papel, hay algunas canciones con todo y sus letras escritas.
- ¿Dennis aún no se crea un Face, cierto? –me preguntó Valery.
- Nop, aún no se crea uno, jaja. Romana, le daré a Dennis esto en cuanto llegue.
- Muchas gracias, eres un amor, bueno ya es hora de ir a mi aula, un placer conocerlos chicos.
Romana nos dio un beso de despedida a los dos y ya estaba saliendo del salón cuando entonces Dennis y Ángelo entraron y casi chocan con ella. “¡Dennis aquí estas!” dijo la chica delgada y de larga cola de caballo, justo cuando abrazaba a mi amigo castaño, cielos… es muy cariñosa.
- H-Hola Romana… ¿Cómo estás?
- Bien, te venía a dar las canciones para practicar hoy, tu amigo Juanmi las tiene… y oye a ti también te conozco.
- ¿A mí? –Ángelo se veía algo nervioso.
- Sí… tú estás en el taller de mi amigo Gianfranco ¿verdad?
- Ahh… sí, estoy con él en el mismo taller… y pos, es un pesado, no lo aguanto.
- ¿En serio? Pero si él encontró mi broche favorito para el cabello y me lo devolvió, fue muy lindo de su parte.
- Pues eso es lo único bueno que ha hecho en su vida.
- Jajajaja –Dennis se rió ante el comentario de Ángelo.
- Ay que malo, pero si la semana pasada los vi saliendo tarde luego de los talleres, pensé que eran amigos, se veían muy happy juntos.
- Ehhh… -pues sí, ese sonrojo en Ángelo ya lo he visto muchas veces.
- Perdón ¿dije algo malo? –preguntó la chica peli-azul.