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Descubriendo el Verano por Bad boy x3

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Notas del capitulo:

Holaaa a todos!! :D

¿Que más puedo decir hoy? Estoy realmente feliz de estar aquí, regalandoles un nuevo capítulo de esta historia. Sé que me tardado en subir capítulos nuevos, pero siempre estoy aqui listo para seguir avanzando con ustdes que me siguen leyendo, muchas gracias :3

¡Espero hayan guardado espacio para el postre, aqui viene! A leer!!

Capítulo 20 – Conviviendo con Leo


Y este es el momento en donde me pregunto… ¿Cuándo se convirtió el Monopoly en un juego de carreras? Ellos dos, tanto Dennis como Leonardo, están compitiendo arduamente para comprar todas las propiedades, ni siquiera les importa si pierden todo su dinero, solo están comprando y comprando espacios en el tablero. Y yo… aquí sentado en medio de los dos viendo como hacen de esto una carrera. “Lo compro, toma el dinero… ahora lanza los dados ¡Apúrate!” escucho que dice mi peque y si pudieran verlo… tiene muchas ganas de ganar, no sé por qué… y lo peor de todo es que Leo es tan competitivo como él y está igual de apurado en lanzar los dados para que su ficha avance por el tablero… menos mal que yo escogí ser el banco o todos los billetes volarían por los aires.


-     Caíste en mi propiedad ¡Ahora paga lo que debes!


-     P-Pero eso no es justo, ya casi no me queda dinero… dile Jeremy.


-     Lo siento Leo, pero Dennis tiene razón, tienes que pagarle –así son las reglas ¿no?


-     Ay bueno… aunque no me gusta, toma tu sucio dinero –le dijo mientras hacía puchero.


-     Si es sucio es porque estas sudando mucho, ponte la camiseta de una vez –le contestó el peque.


-     ¡Que no estoy sudando! ¿Ves? Estoy seco… ¡Jeremy dile!


-     Basta ya los dos –dije en un suspiro- Y dejen de hablarse así, juguemos en paz ¿quieren?


-     Bueno… -dijeron los dos al mismo tiempo.


Al fin un poco de paz y tranquilidad… “Ja ja! Caíste en la cárcel, Dennis cayo en la cárcel, Dennis cayó en la cárcel” escuché el pequeño canto de victoria de mi primo, lo hace cada vez que cree estar ganando en un juego. “¡Pero ya verás cuando salga! Te dejaré en bancarrota y me perdías trabajo, muhahaha” le respondió el otro tratando de hacer una risa malvada, que en realidad no fue para nada malvada… Oh no, el dinero ya empezó a volar, creo que esta es la última vez que les diré para jugar Monopoly a estos dos loquitos de la competencia.


Bien… por fin terminó el juego y todo cayó por su propio peso, “Les dije que no gastaran de esa forma tan tonta todo su dinero, por eso es que les gané” les expliqué con toda la tranquilidad del mundo, aunque ellos dos están confundidos o al menos eso parece. “P-Pero yo estaba seguro que iba a ganar esta vez… lo tenía todo fríamente calculado, gastando mucho dinero… ¡No es justo! ¡Yo debía ganar!” dijo mi primo empezando el berrinche de niño chiquito que siempre hace cuando pierde: Se tumba sobre el suelo y empieza a retorcerse chillando, como si así de fácil cambiaran las cosas, aunque solo haya perdido un juego.


-     Jajaja ¿estás viendo eso? Leo se porta como todo un bebé, no puedo creerlo, jajaja.


-     Lo sé Dennis, Leo es todo un bebé cuando pierde en un juego.


-     ¡No es cierto! Yo no soy un bebé, soy súper maduro.


-     Sí claro Leonardo ¿no quieres que te traiga un chupón también? –le dijo Dennis sin aguantar sus risas.


Bueno… como mi prima Yesica, la hermana mayor de Leo, no está aquí ahora mismo para calmarlo, tendré que usar la técnica que usa ella para que este pequeño mal perdedor deje de hacer berrinche, espero que esto funcione si lo hago yo mismo, aquí vamos… Me puse de pie, fui hasta donde está Leo y ahora lo cargo en mis brazos, la verdad es que no pesa nada. ”Pero es verdad, Leo te estás comportando como todo un bebé y como aún eres un niño chiquito tendré que darte tu biberón” le dije mientras que salgo cargándolo hacia la cocina.


-     ¡¿Qué?! ¿C-Como que vas a darle su biberón? ¿Qué quieres decir con eso? –Viene Dennis detrás de mí.


-     ¡Bájame Jeremy! Yo no soy bebé, no quiero biberón.


-     Entonces te daré de comer papilla –dije mientras entraba a la cocina.


-     ¡Tampoco quiero papilla, bájame!


-     ¡Sí, bájalo! ¿Por qué lo cargas a él?


-     No dejaré de cargarlo hasta que se comporte como un niño de su edad y no como un bebé –dejé todo muy claro.


-     Ya deja de ser un bebé Leo, de lo contrario él va a estar cargándote todo el día –exclamó Dennis.


-     ¡No me digan que hacer! Eso me irrita…


-     Solo trata de calmarte un poco Leo –le dije de forma muy neutral.


-     Ok… ya no haré más berrinche, lo siento Jeremy.


Y con esas palabras ya lo dejé en el suelo de nuevo, la técnica de mi prima Yesica funcionó, que pena que ella se fue de viaje con sus amigas este fin de semana… ya se lo contaré cuando la vuelva a ver, tendrá que creerme que pude calmar a Leo, jaja, que bien me siento ahora. “Al fin lo sueltas ¿tenías que cargarlo de esa forma?” preguntó mi peque con los ojos aguaditos, “Bueno, esa es la única forma de calmar a Leo cuando hace berrinche, no te pongas celoso de eso” le respondí a mi Dennis mientras le acaricio el cabello. “¿Celoso yo? ¿Por qué me pondría celoso de tu primito?” contestó mi peque para al instante cruzarse de brazos, awww… es tierno hasta cuando se molesta por cositas tan pequeñas.


-     Jeremy ¿No tienes cereal con yogurt? –volteamos y vimos a Leo fisgoneando en la refrigeradora.


-     Leo, te vas a resfriar si abres el refrigerador y estás sin camisa –le advertí.


-     Pero no pasa nada, hace mucho calor, solo quiero algo rico para merendar –me respondió- ¿No tienes un poquito de helado?


-     Es que ya vamos a almorzar en una hora, tus tíos fueron a comprar los víveres, luego comerás todo lo que quieras –le recordé.


-     Awww, bueno, soportaré el hambre por un momento más –dijo él cerrando la puerta del refrigerador.


En eso, sentí la manito de Dennis tomándome suavemente de mi camiseta, volteo hacia él y él me habla con su dulce voz “Jeremy… hablando de merendar, como hoy es Good Friday quería invitarte en la tarde a preparar Hot cross buns conmigo, para comerlos juntos ¿Quieres?” que hermosa la forma en la que me lo pidió, es tan tierno conmigo que hace que me derrita. “Claro que quiero comer esos panecillos contigo, te veo después del almuerzo” le respondí y ahora mi peque me regala una sonrisa muy amable y bella, seguido de un abrazo el cual no pude resistirme a corresponder. No importa si hace calor, los abrazos de mi pequeño castaño nunca me van a cansar, como me gusta apretar su cuerpo tan bonito el de mi Dennis.


De repente sentí un nuevo calorcito unirse al nuestro, “Oigan ¿Y por qué nos estamos abrazando, eh?” Leo también se ha unido a nuestro abrazo y, casi a los dos segundos Dennis se separó del abrazo triple, con una expresión no muy amigable en su carita, “¿Nos permites un segundo? Tengo que hablar de algo con Jeremy a solas” dijo mi castaño para tomarme de la mano y sacarme de la cocina con él, “Ahora volvemos” le dije a Leo antes de salir de ahí. Dennis me llevó de la mano caminando hasta mi habitación, donde después de entrar él cerró la puerta poniéndole el seguro.


-     Por fin un poco de paz y tranquilidad…


-     Jeje, Dennis, creo que mi primo no te cae muy bien, esto me huele a celos de peque.


-     Claro que no… no es eso –dijo mientras jugaba con sus dedos.


-     ¿Entonces qué más puede ser?


-     Tu primito Leo es un poco fastidioso, pero bueno, no pienses que tengo celos de él o algo por el estilo… tampoco es que él tenga que caerme mal –dijo mirando hacia un lado.


-     Muy bien, eso lo entiendo ¿Y lo otro que es?


-     Es que… como ya por fin Andrei se fue y estamos tú y yo juntos aquí… tenía pensadas muchas cosas para hacer solitos –Dennis se me acercó y cruzó sus brazos detrás de mí nuca.


-     Ya veo –sonreí y lo tomé de la cintura- ¿Cosas como qué? Eso suena interesante.


-     Bueno… ya sabes… lo primero que quería hacer era hacer el amor contigo en tu cama, pero ahorita no podemos porque no estamos solos.


Waoh… ahora que lo veo bien, creo que las hormonas de Dennis se alborotan más que nunca cuando se siente muy feliz por algo, pasó cuando Malena enfrentó a su hermano por primera vez y ahora pasa cuando Andrei regresa a Rusia, creo que su libido se activa con esas dosis de alegría en su cuerpito. Al ver a mi pequeño Dennis tan cerca mío y con sus mejillas rojitas, no esperé más para besarlo en la boca, sintiendo el dulce placer de un beso… un placer incomparable si es que besas a la persona que amas y que, aunque el beso sea algo corto, te deja con esa sensación tan extraña y agradable recorriendo por todo el cuerpo, tal y como me siento ahora, el sabor delicioso de Dennis quedó grabado en mis labios… Y al separarme del beso solo puedo ver esos brillantes ojos cafés hermosos que me indican que le encantó ser besado por mí.


“¿P-Podemos quitarnos las camisas tú y yo por un momento? Please…” me pidió con esa voz tan adictiva, podría escuchar la vocecita preciosa de mi peque todo el día literalmente, yo sin responderle nada verbal opté por quitarle la camiseta a mi pequeño castaño de una vez, dejando su torso desnudo, mis manos recorren su suave piel blanca, desde el pecho hasta tu plana pancita, para luego volver a subir y apretar sus pequeños pezones. “A-Ahh… tú también quítate la camiseta p-por favor Jere” escuché casi en un susurro, separé mis manos de los botoncitos rosados de mi pequeño novio solo para desnudar la parte superior de mi cuerpo, lanzando mi camiseta a un lado de la cama.


-     Me gusta tanto verte así… quisiera verte desnudo Jeremy –me dijo mi castaño mientras sus manitos tocan mi pecho.


-     Ya me verás así… dentro de poco.


-     Está bien… quiero comerte y quiero que me comas.


-     Todo lo que tú quieras mi peque –le susurré en su orejita derecha justo antes de morderla.


-     Ahh!


Dennis se estremeció, sentí sus piernitas temblar un poco… bajé poco a poco, repartiendo besos y mordidas por toda la extensión de su piel tan tersa… ahora mismo estoy mordiendo con algo de lujuria su pecho, “Yes… I like it, I want more please, ahh…” escucho entre gemidos, creo que esto podría demorar un poco más de un par de minutos, mejor para mí, esto valdrá mucho la pena, la piel de mi Dennis es mucho más delicioso que cualquier postre.


 


Varios minutos después, después de habernos devorado a besos y mordidas el uno al otro, por fin nos pusimos nuestras camisetas, si supieran todo el calor que he sentido en todos estos minutos… fue un calor increíble y uno muy rico a la vez, no sé si lo entenderán. Dennis y yo, ya un poco más arreglados salimos de la habitación para encontrarnos a Leonardo en el living mirando la televisión. “Al fin salen de ahí, pensé que se habían tumbado a dormir, demorones” nos exclamó, Dennis está tan feliz en este momento que no le respondió nada, solo fuimos hasta la puerta de mi departamento y me dijo “Entonces nos vemos luego del almuerzo, muchas gracias por… ya sabes” para luego despedirse de Leo y de mí como si nada, rayos… yo aún siento el rico ardor de las mordidas por todo mi torso. Ya cuando Dennis se fue, me senté al lado de Leo en el sofá. “Oigan, ustedes estaban mirando esos videos para grandes en internet ¿verdad?” escuché y eso me sobresaltó, volteé hacia Leo y noto que se está riendo como si fuera testigo de una travesura,


-     Lo digo porque escuché que ustedes hacían muchos “Ahh ahh”… ya sabes, como cuando uno se toca el pilin, jajaja.


-     Solo no digas nada sobre eso y yo no diré nada de qué hiciste un berrinche hoy.


-     Trato hecho, estamos a mano –me dijo sonriente.


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La hora del almuerzo pasó de lo más normal, obvio que Leo se tuvo que poner una camiseta una vez que los adultos llegaron al departamento. Mis padres llenaron de preguntas a mi primito Leo mientras todos estábamos en la mesa, sobre cómo le va en la escuela y sobre sus amigos, él con toda la naturalidad del mundo les podía responder las interrogantes de los adultos, aunque en realidad eran cosas muy simples. Luego de pedirles permiso a mis papás para ir yo y Leo a la casa de Dennis, llegamos ahora a la puerta del depa de mi peque, toqué el timbre y no pasó mucho rato para que la puerta se abriera.


-     ¡Hola Jere! … Hola Leonardo –dijo mi castaño ni bien abrió la puerta y nos vio.


-     ¡Buenas tardes Dennis! Y por favor llámame Leo –mi primito entró sin problemas en el departamento.


-     Veo que por fin traes una camisa, que bueno.


Yo también entré y Dennis me volvió a tomar de la mano para ir hacia el pasillo, dejando a Leo curioseando en el living, estoy seguro que ahora mi peque me quiere decir algo a solas.


-     Jere, yo te quiero mucho… pero no me dijiste que traerías a tu primo contigo, pensé que estaríamos solos nosotros dos.


-     Bueno… no podía dejar a Leo solo, él está de visita en mi casa y es mi primito.


-     Ok, esta bien… con tal de que pueda comer los Hot cross buns contigo y que también cantemos su canción juntos todo está bien.


-     Me gusta más esa actitud –le sonreí.


-     ¡Oigan miren! ¡Un gatito!


Al escuchar la voz de Leo fuimos al living para verlo, mi primo está de nuevo sin camisa y tiene a Gato Miau en sus brazos, cargándolo como si el minino fuera un bebé.


-     ¿Es tu mascota, Dennis? Yo también amo a los animalitos, este está muy lindooooo.


-     ¿Porque te volviste a quitar la camisa? –Dennis golpeó su frente con su palma- Gracias a Dios mis padres se fueron al Club.


-     Leonardo, no puedes quitarte la ropa en el hogar de otras personas.


-     Lo siento primo, es que en serio hace mucho calor.


-     Bueno, pero ponte la camisa por favor –pidió mi peque.


-     Ahora lo haré, primero cuéntame de tu gatito, es muy bonito y esponjoso, yo también tengo mascotas, son dos conejos que se llaman “Ying y Yang” y también son muy suaves. ¿Cómo se llama este pequeño?


-     Se llama Gato Miau y no le gustan los abrazos de extraños.


Dennis intentó quitar a Gato Miau de los brazos de Leo, pero mi primo se fue caminando mientras hablaba en su propio mundo, que distraído que es.


-     ¿Gato Miau? ¡Qué nombre tan bueno! Hey, hablando de gatos, yo le he dicho mil veces a mi vecino que se llama Barry que también adopte a un gatito, sería la mascota perfecta para él.


-     Ahora nos cuentas sobre tu amigo Barry, primero ponte la camisa para ir a hacer los panecillos –dije yo.


-     ¿Van a cocinar? ¡Oh, yo soy bueno en eso! ¡Déjenme ayudarles!


-     Jeremy… -Dennis volteó a verme con los ojos aguaditos.


 


Yo solo lanzo un suspiro antes de poner orden otra vez… está será un largo fin de semana.

Notas finales:

Y aqui termina el capítulo de hoy, este capítulo me trajo muchos momentos nostalgicos, si que si. Espero que a ustedes también les haya gustado mucho, porque los capítulos que les seguirán serán tremendos!

Siempre son bienvenidos a dejar sus reviews y comentarios, sabén que los aprecio bastante ^w^ Oh! Y antes de irme quiero agradecerle a mi amigo Ale, que me está ayudando con las correcciones de ortografia desde ahora, gracias bro! eres genial.

Nos vemos pronto! Leo les manda saludos!


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