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Corpse Party por Arince Bezariune

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-Este evento sucedió después de la escuela en una noche tormentosa como esta, cuando este lugar aún tenía por nombre la Escuela Primaria Tenshin. En ese momento había una maestra que, misteriosamente, cayó de las escaleras y falleció.

>Varios años después la primaria fue derrumbada y, en el mismo terreno, fue construido esta escuela, la Academia Kisaragi. Se dice que es peligroso quedarse después de las 7pm pues, desde que fue construido hasta ahora, la maestra anda vagando por los pasillos. También se dice que si la luz de la escuela y los pasillos están completamente oscuros, la maestra aparece. Ella abre la puerta del aula lentamente y pregunta: ¿Aún no se han ido a casa…?

-¡Ahhhhh!- grito un joven de cabellos dorados al ser asustado por un rayo. Todos los demás se quedaron viéndole en silencio. “Maldición, no fui lo demasiado cuidadoso y se me salió un grito” se reprochaba a sí mismo. Se sobresaltó cuando la luz fue prendida de repente.

 -Vaya, vaya. Hace un momento hubo alguien que hizo un ruido muy fuerte- dijo con burla un peli blanco, cuyo nombre era Piko, que se encontraba junto a los interruptores de la luz.- El grito de Len me hizo saltar.

-¡¿Qué?!- dijeron al unisonó tres chicas, una de cabello verde, una de cabellos rubio platino y otra pelirroja anaranjado ¿Sus nombres? Gumi, IA y Miki respectivamente- ¡¿Len fue el que gritó de miedo?!

“Caray, las chicas hacen que suene peor” pensó mientras las tres muchachas comenzaban a reírse por lo ocurrido.

-Realmente no tienes mucho coraje ¿Verdad?- dijo un peli aguamarina, de nombre Mikuo, que sostenía un candelero con una vela encendida mientras le daba una pequeña palmada a quien era el objeto de burla. Este se sobresaltó y dejó salir un pequeño grito.- Solo fue un trueno, Len- explicó mientras movía un poco la cortina dejando ver así la lluvia que se propagaba afuera. Después de esto le sopló a la vela para que el fuego se apagara.

-Eso sí que es nuevo- dijo un rubio de ojos ámbar llamado Oliver mientras le agarraba el hombro al Kagamine el cual por el susto se alejó y tropezó- No sabía que los hombres podíamos hacer ese tipo de ruido- dijo burlándose totalmente del pobre asustadizo.

-Eso es cierto- concordó su mejor amigo Piko para que ambos empezaran a reír junto con las chicas y el peli aguamarina.

-Todos se burlan de mi- se dijo Len tirado en el suelo en total depresión, cuando una mano amiga se ofreció a levantarlo.

-Len- le llamo el dueño de aquella mano.

-Luki…- dijo totalmente esperanzado el rubio- Tu eres el único que tengo a mi lado- pero cuando estaba a punto de tomar aquella mano que le ofrecía ayuda, el dueño la retiro y se hizo para atrás puso las manos en la cabeza y grito con una voz aguda. Todos excepto el Kagamine empezaron a reír.- ¡¿Tú también te burlabas de mí?! ¡Idiota!

-¡Len y Luki son tan divertidos!- dijo un chico rubio y de ojos anaranjados de nombre Lui entre risas.

-Tienes razón- estuvo de acuerdo un chico de pelo azul cuyo nombre era Moke.

Todos ellos eran de la clase 2-9 y se habían quedado después de clase pues hoy había sido el festival de la Academia Kisaragi, ellos habían hecho el tema de estar viendo Shiruko* y poniendo esta vez el lema “Esta vez, vamos a poner nuestro corazón en ello” por lo que la energía de todos fue por las nubes. Aunque no todo fue bien todos se habían divertido, pero después de los acontecimientos y la limpieza comenzó a llover, al ver esto Mikuo, el amante de las historias de terror, dijo “Si no mal recuerdo, fue en un día lluvioso como este…” y como siempre comenzó a contar historias que ponían a todos con los pelos de punta.

-Hoy tuve tanto miedo que casi me muero…- dijo Len con un suspiro cansado.

-Eso es porque siempre fuiste la persona más temerosa de la habitación y es realmente interesante para mí contar historias de terror.- contestó Mikuo con aun el candelero en la mano.-A mí me gusta mucho.

-Por lo que estas tratando de decir, es como si te metieras conmigo…- respondió el Kagamine “Lo que significa que solo me está usando para su diversión” pensó.

-Si ya terminaron de hablar, ven a ayudar a limpiar para terminar más rápido- le dijo el peli rosa arrastrándolo por la parte de atrás del cuello de su camisa.- Vamos a acabar para irnos a casa de una vez.

-¡Pues entonces ayuda también!- le respondió al ver que él se quedó parado mientras que el movía un banco. Todos comenzaron a ayudar.

-Ya son las 7- dijo Len al oir el ruido de la campana del reloj- Bueno ya barrimos el piso.

-Todos ya se han ido a casa- anunció Piko en la puerta viendo el pasillo.

-¡¿Enserio?!- dijo sorprendido el Kagamine, el Utatane asintió la cabeza mientras se acercaba hacia donde se encontraba- Entonces será mejor que no vayamos también.- En ese momento los focos del aula hicieron u sonido extraño y se apagaron.- ¡Waaaaa!- Gritó por la sopresa- ¡¿Se fue la luz..?!- abrazó a la persona que estaba más cerca del el que era Piko, ambos se sonrojaron al darse cuenta de cómo se encontraban.- Primero me espantas y ¿Ahora esto Piko?-dijo para tratar de hacer creer a los demás que fue el albino el que hizo que lo abrazara.

-¡¿Q-que?! ¡Suéltame Len!- dijo alejándose del rubio pero este le agarro sus brazos e intentaba a evitar toda costa que se alejara.

-¡No es nada! ¡Así que aléjate de mí!- dijo luchando con el de ojos extravagantes para evitar que se alejara.

-¡¿Estás hablando en serio?!- respondió Piko aun luchando- ¡Pero si tú eres el que tiene miedo!

-Vaya, vaya.- Dijo Oliver mientras les abrazaba por el hombro a cada uno de los “contrincantes” y los miraba juguetonamente- Que agradable, una relación en secreto.- el albino y el oji celeste se quedaron viendo mutuamente un poco sonrojados- El amor puro, que dulce ¿No crees?- le preguntó a su compañera y amiga Gumi una vez que estuvo a su lado, esta puso una mano en su mejilla y suspiro.

-¡¿Eh?!- dijo Len totalmente sonrojado.

-¡D-deténgase!- pidió Piko igual o aún más sonrojado que el rubio pero de repente se escucharon 2 pasos.

-¿Qué fue eso ahora…?- preguntó IA a lo que recibió un “Shh” por parte de Mikuo quien ya tenía su vela de nuevo encendida. Se escucharon más pasos.

-Están bromeando ¿Verdad?- dijo con algo de miedo el peli aguamarina- Está lloviendo…ya son más de las 7…los pasos…Esto parece la historia de fantasmas que dije…- los pasos se seguían oyendo y cada vez eran más fuertes. Todos estaban completamente quietos mirando hacia la puerta sudando frío y cuando los pasos se escucharon enfrente a la puerta, se detuvieron.

-¿Se detuvo...?- se preguntó IA al ver que nada había pasado, aun así todos seguían viendo hacia la puerta esperando a que algo pase.  Len tomo todo su coraje y le quitó el candelero a Mikuo.

-Préstame un momento esto, Mikuo.- le dijo mientras se acercaba a la puerta. Este solo lo vio sorprendido por la acción.

Todos miraban con atención y miedo las acciones del rubio. Este llego a la puerta y puso su mano para deslizarla, agarro coraje y cuando estuvo a punto de hacerlo, esta se abrió por si sola dejando a todos helados.

-¿Todavía no se han ido a casa?- se escuchó una voz de ultratumba, unas manos se asomaron por la puerta- Dense prisa y vuelvan a casa…

-¡Waaa!- gritó el Kagamine cayéndose sentado por el susto, los demás también gritaron. La luz volvió en ese momento.

-Oh, qué mal. Ya se acabó.- dijo una voz masculina detrás de la puerta que se deslizo más.- ¿Cómo están? ¿Los asuste?- preguntó alguien que entraba al aula, todos lo reconocieron inmediatamente.

-¡G-Gakupo-sensei!- dijo Len a punto de llorar por el tremendo susto que había sentido- ¿¡Pero qué hace!?

-Tenía que aprovechar de alguna manera el apagón- dijo sonrientemente el peli morado.

-Vaya, sensei…- habló Mikuo con una mano en su pecho- realmente nos espantó.

-La reacción de Len fue incluso mejor que la de la primera vez- comentó el profesor burlonamente mientras reía un poco.

-S-sensei, usted también…- el pobre se deprimió más de lo que ya estaba.

-Pero me traje conmigo, para el cobarde de Len un ángel de la guarda- dijo el mayor mirando a ver al mencionado con una sonrisa.

-¿Ángel de la guarda?- preguntó Len mientras se levantaba.

-¡Onii-chan!- dijo una vocecilla desde la puerta, todos voltearon a ver y había una niña de pelo rubio y grandes ojos azules con un paraguas en las manos.

-¡Rin!- dijo sorprendido al ver a su hermanita. La mencionada corrió a abrazarlo, el mayor le correspondió.- ¿Por qué has venido hasta aquí?

-La lluvia es muy fuerte,- explico la pequeña rubia- así que traje un paraguas para ti, onii-chan.

-¿Qué, qué?- dijo la de cabellos rubios platinados acercándose a la pequeña, está la miró- ¿Esta es la hermanita de Len?

-Es la primera vez que nos vemos ¿no?- preguntó la peli verde.

-¿Eres de secundaria?- dijo Miki al ver el uniforme de la menor.

-¡Ah! Etto….Soy Kagamine Rin y estoy en 2do grado de secundaria- se presentó mientras hacia una reverencia- Perdonen  a mi hermano si les trajo algún problema.

-¡Kyaaaaa!- gritaron las tres chicas al ver a la rubia oji celeste presentándose de una manera muy duce- ¡Que linda!

-Bueno, bueno- dijo su profesor mientras daba palmadas para llamar la atención de todos, lo cual sucedió- Ordenemos un poco el salón y vayámonos todos a casa pues se hace tarde.  Lui,- miró al mencionado a quien se le cristalizaron los ojos- aunque es una pena…- el rubio comenzó a llorar.

-¡Lui!- gritó la pelirroja anaranjado corriendo hacia el para abrazarlo junto con las otras chica, las tres con lágrimas.

-Hey, onii-chan ¿Por qué ese chico está llorando?- pregunta la pequeña rubia a su hermano, este la miró.

-Pronto será transferido de escuela- explicó- hoy es su último día aquí.

-No es una despedida para siempre- dijo Moke agarrando el hombro de su amigo y abriéndose así paso entre las chicas- así que no llores más.

-Moke…- dijo con una sonrisa el oji anaranjado.

-Sí, todavía podemos estar juntos- esta vez habló Oliver.

-Cierto, no es demasiado lejos.- concordó su mejor amigo.

-Asi es,- estuvo de acuerdo IA- pero ver a Lui llorar por algo así…

-…es muy lindo- continuó Gumi con las manos en sus mejillas, el Hibiki sonrió ampliamente con un leve sonrojo.

-Gracias a todos chicos.- comenzó a hablar el oji naranja- ¡Los quiero a todos!- sus amigos estaban con los ojos cristalizados.

-Bueno, creo que es hora de sacar mi sorpresa- dijo Mikuo mientras metía una mano en su bolsillo, todos lo miraron algo confundidos- ¡Rui Lucky!- gritó animadamente este con un brillo en los ojos mientras mostraba una muñeca de papel- Mientras buscaba en internet una historia de terror me encontré con este hechizo. Si un grupo de personas llora, ¡Esta muñeca hará que sean buenos amigos para siempre!- explicó- ¿Cool verdad?

-¡Si! ¡Vamos a intentarlo!- dijo animadamente Gumi- ¿Lo intentará con nosotros Gakupo-sensei?- le preguntó al mayor.

-Claro.- dijo el mayor con una sonrisa- De esa manera si Lui se siente solo será capaz de seguir, así que suena bien para mí.

-¿Tú también quieres, Rin?- le pregunto Len a su hermanita.

-¡Sí!- le contestó.

-Entonces, todos dirán “Rui por favor” en su corazón y después agarraran la muñeca.- Explicó el Hatsune para después cambiar su mirada a una sombría- Tengan cuidado, no importa si dicen que se arrepienten que definitivamente no volveré a arreglarlo.- el ambiente se puso un poco tenso.- ¿Están listos?- todos asintieron- ¡Entonces empecemos el hechizo!

Rui, por favor.

Rui, por favor.

Rui, por favor.

Rui, por favor.

Rui, por favor.

Rui, por favor.

Rui, por favor.

Rui, por favor.

Rui, por favor.

-¿Hemos terminado?- pregunto el oji aguamarina, todos asintieron- Ahora, todos apodérense de una parte de la muñeca- extendió la muñeca en el centro del círculo, todos la tomaron de una parte- Ahora todos juntos diremos “Lagrima en piezas” y tiraremos de ella con todas nuestras fuerzas ¿Listos?- todos volvieron a asentir- A la cuenta de tres. 1…2… ¡3!

-¡Lagrima en piezas!- gritaron al unísono todos y tiraron de la muñeca.

-¡Eso es todo!- gritó el Hatsune- Asegúrense de no perder su pieza, así estaremos juntos para siempre.- todos estaban muy felices pero de repente la tierra comenzó a temblar y después se detuvo.

-¿Un terremoto…?- dijo Piko.

-Fue algo fuerte.- comento Oliver pero cuando todos comenzaban a calmarse por lo sucedió el temblor volvió a aparecer pero mucho más fuerte.

-¡Rápido, todos debajo de las mesas!- ordenó el mayor de todos los presentes, pero el temblor era tan fuerte que nadie pudo acatar la orden. Len abrazó a Rin que estaba llorando por el susto cuando, por el fuerte temblor, algunos focos en forma de barras comenzaron a caerse, el vidrio de las ventanas a quebrarse y los bancos a caerse. De repente el temblor cesó.

Todos asustados se quedaron quietos, hasta que oyeron que algo se partía y, de la nada un agujero apareció en el piso haciendo que todos cayeran en él.

-¡Len!- gritó Piko extendiendo su mano hacia el mencionado mientras caían.

-¡Piko!- grito extendiendo también su mano y cuando estaban a punto de agarrarse algo hizo que el rubio cayera más rápido con Rin entre sus brazos separando a ambos. Todo se volvió negro…

Piko abrió lentamente los ojos y se sorprendió al ver que estaba acostado en el suelo.

-¿Pero qué…?- se preguntó al ver en donde estaba, intento pararse pero una punzada en su tobillo izquierdo hizo que parara- ¡Auch!- se quejó- Creo que me torcí el tobillo.- se dijo así para volver a pararse, esta vez con cuidado.- Esto es…un salón de clases- dijo al ver el lugar tétrico en donde se encontraba: las bancas rotas, pequeñas y mal tratadas al igual que las sillas, los cristales sucios y el piso roto, los focos hacían un ruido extraño además que solo daban media luz- Pero…no es nuestro salón de clases…

Y afuera de la vieja construcción, mientras los truenos sonaban, había una lápida que decía:

Escuela Primaria Tenshin

 

Piko estuvo observando todo al su alrededor algo asustado pues no sabía exactamente donde se encontraba. Comenzó a caminar, cojeando por su tobillo lastimado entre los bancos. Observaba el lugar con suma atención: las bancas y las sillas se encontraban viejas, maltratadas e incluso algunas rotas, el cristal de las ventanas sucias y quebradas, el piso de madera con agujeros y desgastada y las paredes degradadas, una escena de película de terror.

-Este lugar es todo un desastre…- hablaba consigo mismo- …Las mesas son tan pequeñas… ¿Esto es una primaria?...Estoy empezando a tener un mal presentimiento.- Siguió caminando hasta que en un pequeño pizarrón junto a la ventana vio una hoja que decía en letras grandes “Circular de la Escuela Primaria Tenshin”- ¿Qué es esto?- se preguntó y comenzó a leer o al menos tratar, pues la hoja se encontraba rota y manchada.

Plan de la Escuela Primaria Tenshin

En relación con los incidentes que ocurrieron en esa escuela…

Esperamos que nuestro personal…

Eficiente las medidas que se han establecido…

Escuela primaria Tenshin. Director…

Eso fue todo lo que pudo leer en la hoja debido a su condición.

“La Escuela Primaria Tenshin…” comenzó a analizar “¿No estaba en la historia de terror que Mikuo nos había contado hace unos momentos…? Nuestra escuela fue construida en el mismo terreno de la Escuela Tenshin cuando fue demolida…entonces… ¿En dónde estoy?”

-¿A dónde se fueron todos?- empezó a hablar consigo mismo de nuevo- Solo puedo recordar que estábamos en el salón, hicimos un hechizo, el terremoto… ¿Qué pasó?- metió una mano en su bolsillo y saco su teléfono celular- No hay señal.- dijo al ver que la esquina de su teléfono no tenía ninguna línea de señal.- ¡Oliver!- comenzó a llamar a sus amigos- ¡Len!...Todos…- estaba perdiendo esperanzas al no escuchar que alguien le contestara. De pronto un temblor sumamente se empezó a propagar.- ¡¿Otra vez?!- Piko callo de sentón debido a la fuerza del terremoto, partes del techo comenzaron a caerse así que se hizo bolita con su cuello escondido en sus hombros y las manos sobre su cabeza.

-…Se detuvo…- dijo al no sentir que el suelo temblaba. Estiró sus piernas, se recargo hacia atrás con su mano izquierda y puso la otra en el pecho y suspiro para tranquilizarse pero, después, se sorprendió y se asustó al ver que algo caía enfrente de él rápidamente y que, para su buena suerte, no le dio. El objeto, que era un pedazo de madera quedó clavado en el suelo entre las piernas del albino.- Por un pelo…- dijo totalmente aliviado de que no le diera.- Ya estoy harto de este tipo de cosas.- comenzó a pararse de nuevo y cuando estuvo nuevamente de pie, vio a alguien en el suelo a quien reconoció de inmediato- ¡Oliver!- gritó para ir lo más rápido que podía hacia el rubio.

“¿Me están tomando el pelo?  No se está moviendo…” pensaba mientras movía por los hombros a su amigo “¿Habrá sido por el terremoto de hace un momento?”- ¡Oliver! ¡Oliver! ¡Reacciona!-gritaba con la esperanza de que este lo oyera, el rubio se movió un poco- ¡Oliver! ¡¿Estas bien?!- preguntó totalmente preocupado por su amigo, este lo tomo de la cintura y lo tiró en el piso de manera que el Utatane quedara acostado con la cabeza en su pecho. Piko se sorprendió por esto e intento separarse pero el rubio lo abrazaba fuertemente- ¡O-Oliver! ¡Suéltame!- dijo aun tratando de liberarse pero se sonrojó de sobremanera al sentir algo húmedo acariciar su oreja- ¡SUELTAME!- gritó empujando al oji ámbar contadas sus fuerzas que hizo que se separaran.

-¿Eh? ¿Piko?- dijo Oliver mientras tallaba un ojo- ¿Por qué razón te encuentras bajo mis sábanas?- preguntó pícaramente.

-¡No estás en tu casa, Oliver! ¡Apúrate y despierta!- “Bueno…por lo menos sé que está bien” pensó el peli blanco con alegría y alivio al ver a su mejor amigo.

-¿Eh? ¿Solo estas tú, Piko?- preguntó al ver que no había nadie más en la habitación- ¿Dónde están los demás?

-No se…- le respondió el chico de ojos extravagantes- Cuando desperté ya estaba en este lugar.

-¿Dónde está “Este lugar”?- preguntó con curiosidad Oliver.

-No lo sé, solo mira a tu alrededor- le contestó su amigo. El rubio se paró y comenzó a explorar y observar el lugar.

-¿Escuela Primaria Tenshin?- se preguntó a sí mismo el oji ámbar mientras tomaba la circular que hace unos momentos el Utatane había leído.- ¿Qué es esto? ¿Len hizo todo esto como venganza?

-¡Vamos Len!- comenzó a decir Piko junto a las ventanas esperanzado de que fuera como la teoría que había dado su mejor amigo.- ¡Ya deja de jugar! ¡Date prisa y sal ya!- Miró hacia la ventana y observo que las afueras había un bosque, pero no podía ver bien así que intentó abrirla.

-¿Qué sucede, Piko?- le preguntó al ver que el mencionado luchaba con la ventana.

-Quiero echar un vistazo afuera- explicaba- pero no puedo abrir la ventana…

-Déjame ver- el rubio se acercó y junto con el albino intentaron abrir la ventana, pero esta no se movía.

-Déjalo- le dijo Piko rindiéndose- tal vez no se abre por ser demasiado viejo.

-En ese caso, démonos prisa y salgamos a la calle para poder ir a casa- dijo animadamente el oji ámbar.

-Por supuesto- aceptó su mejor amigo acercándose a él cojeando- Vamos a buscar las escaleras.

-Piko… ¿Te pasó algo en tu pie?- preguntó Oliver al notar que el peli blanco cojeaba.

-Creo que me torcí el tobillo pero tranquilo,- dijo al ver el rostro preocupado del rubio- estoy bien. Me duele un poco pero no evita que camine.

-En ese caso, yo te presto mis hombros- ofreció el oji ámbar.

-¡Muchas gracias!- el Utatane expresó su gratitud con una hermosa sonrisa. Oliver tomo el brazo de su amigo y, aprovechando la cercanía y la baja guardia de Piko, le mordió la oreja- ¡Waaa!- gritó por la sorpresa algo sonrojado mientras se separaba- ¡¿Otra vez?!

-¿De qué estás  hablando? La primera vez fue una lamida, no una mordida.- respondió juguetonamente el contenedor de hormonas alteradas.

-¡Ya deja de jugar!- contestó molesto el albino.

-Está bien, está bien-dijo para volver a pasar el brazo del Utatane por sus hombros y lo tomo de la cintura. Empezaron a caminar rumbo a la puerta y salieron al pasillo que estaba en peor que el salón de clases: el piso más roto y desgastado además de que crujía y pareciera que se rompería, las paredes quebradas y sucias demás que faltaban piezas al igual que los cristales, todo tenia manchas de un color café casi negro- Que tétrico- comentó el rubio, se sentía un frío que llegaba hasta los huesos. Si era una broma, estaba muy bien hecha.

Siguieron caminando por el largo pasillo hasta toparse con las escaleras, bajaron con cuidado y siguieron caminando en silencio hasta que Oliver habló- Tengo hambre- dijo para después suspirar- Mis hermanitos deben también tener ¿Qué comerán para la cena?- se preguntaba a sí mismo.

“Es cierto…” pensaba Piko “La madre de Oliver desapareció y desde entonces el cuida de sus hermanitos”- Oliver, tu padre llega a casa muy tarde ¿No?

-Es un poco difícil debido a mis hermanitos y hermanita debido a que aún son niños.- explicaba el rubio- Mi padre trabaja muy duro para ganarse la vida, así que yo tome las responsabilidades hogareñas para sacarle un peso de encima.

-Oliver…- el albino vio a su amigo conmovido- ¡Que responsable! ¡Eres un estudiante de preparatoria y eres como una madre!

-¡¿Eh?!- un leve sonrojo había aparecido en las mejillas del oji ámbar por la última descripción- ¡No es así!- su mejor amigo rio un poco-Además, en tu casa es igual ¿No, Piko? Tu mamá es la única que cuidad de ti.

-Si…en mi casa no tengo un padre y mi madre siempre es muy cuidadosa.

-¡Entonces todo el mundo trabaja duro para llegar a casa!- dijo animadamente el rubio.

-¡Si, tienes razón!- estuvo de acuerdo el peli blanco quien de seguro si estuviera solo estuviera realmente perdido, pero con su mejor amigo a su lado se sentía mucho mejor “¡Tengo que hacer lo mejor posible!” pensaba cuando de la nada Oliver su puso enfrente de su cara como esperando a que le dé un beso, se sonrojo y le empujo el rostro- ¡¿Qué estás haciendo?!- el rubio solo rio.

-Es que te me quedaste viendo todo el tiempo- explicaba mientras ponía sus manos en su nuca y empezaba a caminar- y por un momento creí que querías que te diera un beso.- el albino solo lo miro algo molesto y lo siguió.

Siguieron caminando unos momentos hasta que llegaron a una parte en donde había unas especies de libreros hechos de madera bajos, caminaron entre ellos y vieron una gran puerta.

-¡Es la salida!- grito Oliver quien fue corriendo hacia la gran puerta- ¡Al fin podemos irnos a casa!- dijo con alegría para empujar la puerta pero esta no se movía, así que tomo la manija y la intento jalar…nada.- Esto no se abre…

-¿Qué?- dijo sorprendido Piko para acercarse a la puerta e intentar con todas sus fuerzas lo que  su amigo había hecho...pero nada. No se movía ni siquiera un poco.

-¿Por qué no se mueve?- se preguntó el oji ámbar.

-Esta igual que la ventana…-comparo el Utatane. ¿Por qué pasa esto? ¿Por qué la puerta no se mueve ni siquiera un poco? ¿Por qué no los dejaba salir? Es lo que se preguntaban ambos amigos “Este lugar es muy extraño” pensaron al mismo tiempo. Voltearon y se percataron de que había zapatos de niños regados, como si trataran con todas sus fuerzas asustarlos “Si salimos de aquí… ¿Realmente podremos regresar a casa?” se preguntaba totalmente preocupado el albino, su mejor amigo al ver su expresión suspiro. Era momento de ponerse un poco serio.

-Bien.- se dijo- Hey, Piko…- lo llamó, este lo miró- ¿Será posible que los demás estén aquí también?- le dijo con una sonrisa.

-Ah…- pensó un momento el peli blanco- ¡Tienes razón!- dijo esperanzado- ¡Si estás conmigo probablemente estén todos los demás! ¡Bien pensado Oliver!

-Lo sé, soy un genio.- se alagaba así mismo el rubio- Pero lo más importante es él ¿Verdad?- le pregunto pícaramente a su mejor amigo mientras le picaba la mejilla.

-¿Eh?- no entendía.

-Len también está aquí.- le susurro en su oído. El albino se quedó anonado “Len… ¿También está aquí?” pensó y la imagen de su amor se le vino a la mente, se sonrojó un poco.

-Eso es cierto…si todos están aquí…-siguió pensando.

-¿Otra vez? No seas tímido, ¡Eres tan reflexivo cuando tienes un flechazo!- le dijo su amigo mientras le daba un suave golpe en el brazo.

-Q-que tengo un un…- comenzó algo sonrojado.

-Ya no importa- lo interrumpió el rubio- Aun puede haber una salida de emergencia arriba, así que ¿Qué tal si salimos de aquí?- le propuso con una inmensa sonrisa en el rostro.

-¡Sí!- le contestó Piko también con una gran sonrisa “Gracias por apoyarme, Oliver” pensaba mientras pasaba su brazo por los hombros de su amigo.

Subieron las escaleras de las que hace unos momentos habían bajado y caminaron a las siguientes escaleras que se encontraba enfrente de ellos pero en el pasillo derecho que conducían a los salones de ese piso Piko escucho algo.

-Oliver- lo llamó- Alguien hizo ruido por ahí- apuntó al pasillo donde había escuchado el ruido.

-¿En serio?- le preguntó mirando el oscuro pasillo- Yo no escuche nada- pero antes de que pudiera decir algo más, el peli blanco ya estaba en camino lo más rápido que podía.- ¡Piko!- lo llamó  pero al ser ignorado lo siguió.

“¿Podría ser…” pensaba el Utatane mientras seguía moviéndose “…Len y los demás?” Paró frente a una puerta, subió la vista y vio colgado un trozo de madera colgado que decía 2-A.

-¡Espera, Piko!- lo llamó su mejor amigo que ya casi estaba a su lado.

-Se trata de un salón de clases…

Notas finales:

Hola Hola!! Aqui yo de nuevo =w= Bueno esta fueron dos partes que convertí en una ya que dije que lo iba a poner como va y pensaba subirlos en episodios completos pero se me hacia muy largo asi que lo hare juntando dos partes de como son originalmente. Mañana subire las siguientes dos partes en una y si quieren jugar solo diganme y les pongo las reglas del juego y les explicare como va todo, esto es originalmente un fic "interactivo" por decirlo así ya que dependiendo de lo que ustedes escojan es lo que el personaje hará y tiene diferentes finales por esta razón, sin más nos leemos mañana.

 

Que tengan dulces pesadillas~


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