Simultáneamente, cerca del bosque...
Masky: -Jeff...
Jeff: -...
Masky: -¿Jeff, a dónde vamos? ¿¿A dónde??
Jeff: -...Ya verás.
El asesino sólo sostenía la mano del chico con fuerza, mientras caminaba a paso decisivo, por entre la espesura y la oscuridad, que envolvían poco a poco los cuerpos de ambos chicos...
El chico de cabellos negros miró a Masky con un rostro entre complicación y no saber qué decir.
Masky: -¿Sucede algo? ¿Por qué... paramos?
Jeff: -Masky... Estás pasándote películas innecesarias... ¡¡Eso es!! Pero... Te traje aquí por otra razón.
Masky: -Espera... No lo-
Jeff: -ESTO... te... te voy a matar.
Masky: -Jeff...Nnn-no... ¡¡Noo!! ¡¿Qué mierda di-dices?!
Si él no hubiese tenido puesta la máscara, se habría visto lo extremadamente blanca que estaba su cara; su rostro real... era casi tan blanco como la fina capa aporcelanada que lo cubría. Jeff avanzo unos cuantos pasos, nervioso, pero con su cuchillo firmemente sostenido dentro de su puño. Masky comenzaba a inquietarse. Después de todo, nunca había confiado en Jeff. No quería invitarlo a su casa, ya no recordaba porqué se habían vuelto amigos... Debió haber sido por Hoodie. Además, comenzó a odiarle cuando comenzó a sospechar que a su novio le gustaba el asesino. Ya ni las pastillas le servían para calmar el dolor de cabeza que sentía al llorar.
Masky comenzó a retroceder instintivamente, mientras Jeff se acercaba, cada vez más, sigilosamente, luego aumentaba la velocidad de sus pasos, hasta llegar corriendo hacia él, le tomó la cabeza, mientras inmovilizaba sus piernas, sometiéndolo contra el piso, luego con seguridad alzaba su cuchillo sobre la máscara; el peli-castaño veía ese filo y recordaba todo lo que había vivido, lo que más le dolía era que nunca más iba a ver a Hoodie. Era su fin... Y lo más gracioso, era que estaba tan impacto que ni siquiera era capaz de llorar. "Esto.. ¡Esto no es difícil! ¡Tú ya tienes una sonrisita en la máscara, ¿¿Cierto?? Será... ¡Se supone que esto debe ser FÁCIL! Fácil... cómo la perra que eres, Masky... *Quejido* *Sniff* Adiós... Adiós Masky... ¡¡¡Ve a..." -dijo Jeff, con determinación, mientras sus brazos flaqueaban y temblaban, sin darse cuenta, dos lágrimas resbalaron por sus mejillas, hasta llegar a su ya curada cicatriz, disolviendo un poco la sangre seca-
Masky: -Empiezo a... a esperanzarme... Quizás... de verdad, este tipo no puede asesinarme... Hoodie y él son... ¡Son amigos!, quizás a Jeff de verdad le está costando matar lo que su amigo quiere.... *Blushes* No, no, no, él es un asesino, ¡¡No piensa como yo!! Pero... ¿¡Y si NO es así!? ¿¡Qué hago!?
Jeffrey comenzó a reírse y separó las manos, mientras gritaba, desesperándose, parecía más demente que de costumbre, lloraba y reía sin control, hasta que llegó a su límite. "AAASASJJKA... *Sniff* Hahahsja... ¿Por qué... por... ¿¡¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL?!? Mierda... -dijo, mientras lanzaba su cuchillo afilado hacia un pobre árbol esquálido y quebradizo, como el carboncillo de los ojos dibujados sobre la máscara del proxy-
El criminal miró al proxy a los ojos, mientras sentía que su sonrisa, perfectamente sangrienta... No servía ya, para nada. Había perdido su sentido y también su lógica. Jeff giró la cabeza despacio... miró hacia abajo por un instante para luego desmoronarse sobre el pasto húmedo, transparente de rocío.
Masky se levantó rápido, mientras sentía que su alma volvía a su tambaleante cuerpo, ya que Jeff no se encontraba armado. Al convencerse de aquello, Masky comenzó suspirar y luego a respirar normalmente. Miró a Jeff a través de los agujeros de su máscara, se mordió los labios y le preguntó que diablos ocurría, luego vió cómo el asesino se desmoronaba ante él, destruido. "No puedo... No puedo hacer esto... ¡Es demasiado! ¡¡DEMASIADO!!" -le escucho decir. El enmascarado suavemente intentó tocarle el hombro, no le importaba el porqué de lo que le pasaba a Jeff, sólo quería sacarle de su estado de desesperación... Por más que lo odiase o no le agradara mucho, no le gustaba ver a ningún creepy monster en ese estado... Porque era SU estado. "Noo... ¡¡No me toques!! Masky... No me toques... Si lo haces, yo... ¡¡No podré controlarme!! ¡¡HOODIE... Hoodie es mi amigo y mi plan... NO... ¡¡NO PUEDO MATARTE!!" Masky, todavía sin entender la situación, tomó la cabeza de Jeffrey y le preguntó dulcemente que ocurría. Entonces el asesino tomó sorpresivamente aquellas manos frágiles, las apoyó fuertemente contra el pasto húmedo, mientras deslizaba lentamente su rodilla izquierda sobre el pasto.. Masky, nervioso, le dijo que parara, ya que había notado "a dónde iba" la situación, comenzó a resistirse, hasta gritar, pero era inútil, Jeff ya estaba acercándose a su rostro, no podía... Él no podía... Levantarle la... En ese momento, el asesino besó los labios perfectos de la aporcelanada máscara blanca, mientras su otra rodilla comenzaba a reaccionar; a moverse hasta llegar a la altura de la otra, no era necesario seguir ocultándolo más, además supuso que Masky ya había comprendido... Todo. Nada. Nada era lo que él pensaba.
El enmascarado le suplicó que parara, pero no tomó en cuenta que Jeff.. No escuchaba súplicas.
El asesino bajó lamiendo desde la máscara hasta su cuello, la única parte visible de su tersa piel, le dijo que no opusiera resistencia, porque sería tonto, ya que ya estaba "complicado" allí abajo y además sus piernas presionaban las suyas. Jeff le bajó el cierre de la chaqueta anaranjada, descubriendo una polera de The Black Keys, la cúal trató de arrancar, sin embargo, al sucumbir ante el deseo, se metió por debajo de ella y al sentir sus manos liberadas, Masky trató de golpear a Jeff, de apartarlo como podía, pero no lo logró, el chicos de cabellos negros que brillaban como azabaches bajo la luz de la Luna, ya estaba lamiendo eróticamente sus pezones, y si no fuese por esa acción, estaría congelándose de frío. Intentó detener a Jeff de cualquier forma posible. Pronunció su nombre, le dijo que se detuviera, pero no pasaba nada, le gritó, le golpeó la espalda, le arañó la cara, trató de literalmente de abrir su sonrisa cicatrizada, pero poco a poco perdía la fuerza, su rostro comenzaba a ruborizarse, sus labios se abrían, a medida que Jeff bajaba con su lengua hasta llegar al pantalón, cada vez que gritaba o que decía "Jeff... Idiota...", o "Ya... Imbécil", o "¡¡¡DETENTE!!!", o "Por favor... No puedo... No debes... No debes escucharlos...", o "Nngg...", era como si pidiese más y más... Jeff mordió suavemente su estómago, el chico castaño le miró a los ojos tratando de hacerle "entrar en razón" con la mirada, pero la cara que colocó Jeff en ese instante sólo le excitó más... Le asustó el hecho de que Jeff mordiera, Hoodie solía tratarlo cariñosamente y ahora se encontraba lidiando no con un simple proxy... Sino con un VERDADERO asesino. Sintió como su cierre fue bajado con aquellos dientes blancos, pero ensangrentados, se notaba que no era fácil para él tampoco; le dolía, pero sus ojos cerrados y su fuertes manos contradecían su sufrimiento. Masky sólo con la situación estaba muy caliente, al mismo tiempo, sentía una mezcla de incomodidad, miedo, angustia y ansiedad. Todo lo anterior, envuelto por unas gruesas capas de exquisito placer. Era imposible no gemir, primero se le escapó uno, pero era porque se había distraído, luego, dos más, Jeff le había colocado la mano en el cuello, había subido hasta sus labios tocándolos y abriéndolos, mientras decía "Vamos... Déjame escucharte más, Masky... Eres... Tan lindo... Nunca antes había conocido... A alguien como tú.", luego tres, cuando el chico que tenía sobre su pantalón soltó algunas risas que daban miedo y bajó aquella mano fría, tan pálida como el papel, deslizándola hasta llegar a uno de sus pezones, no sabía cual era, pero sintió cómo lo tocó, lo acarició, lo torció, lo giró, primero lento, luego rápido y fuerte, como si se hubiese olvidado de que estaba tocando a un humano; que aquel humano se sintiera como un cádaver no era su culpa, luego cuatro y cinco, sus cejas se arquearon, sus finos párpados cerrados, al sentir que sus piernas ya no daban más, se tensaban y comenzaban a subir inconscientemente, para luego relajarse, después seis, al sentir la lengua de Jeff más abajo de lo que YA estaba, siete, y ocho, y nueve, y diez, y quince, y veinte, y así, hasta enloquecer...
Ya había aceptado que esos ojos lo miraran como si examinaran una pieza auténtica de coleccion, sin parpadear, ya había aceptado que aquellas manos... capaces de matar... Podían tocarlo con tanto esmero y cuidado, ya había aceptado que esa lengua, suave y de color agratanado, como la sangre coagulada... Pudiese darle tanto placer... y amor. <3
Eso era lo que recibía, sobre el gélidode parte del sexy asesino, que le expresaba sus sentimientos, sin necesidad de pronunciar palabra alguna, ni de de haber visto jamás, su cara.
"Por primera vez...
... Y en mucho tiempo...
... siento que soy humano. Recuerdo... gracias a este maldito... que fui un humano".
Continuará.