Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LOVE PISTOLS °0°los acosadores de mama°0° por tacos-chan

[Reviews - 35]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

que hay chicos, yo aqui tratando de escribir...

les quiero decri que sigo de pie con los fics de pistols y que no voy a dejarlos botados solo denme un poco de tiempo para actualizar y ya que este un poco mas desocupada con los otros fics prometo subir mas,mientras tanto disfruten de este... los quiero besos

Un niño… un niño, eso era… como podía ser un niño, se supone que tenia que ser una niña, sentía que todo mi mundo se venia encima, mi peores temores se hicieron realidad y yo era el principal culpable, pero como no lo vi llegar como no lo había previsto, pero el daño estaba hecho muy a su pesar tendría que, tendría que… ¡compartir a Shiro con otro hombre!

-estas muy callado desde que salimos del ultrasonido, estas bien?!

-si estoy… bien

-un niño eh!

-si!

-que loco, no!

-si, ya lo creo- suspire cansado, mientras intentaba mantenerme concentrado en el volante tratando de llegar a casa para tomar un baño disfrutar de una cerveza y dormir para escapar de la verdad

-oye sé que esto te tomo por sorpresa pero… es nuestro hijo y solo quiero saber si todo estará bien

-claro que todo irá bien

-me refiero a ti con respecto al bebé… a nuestro bebé

-si todo irá bien con el niño-lo dijo retándole importancia como si realmente no le importara, se refirió al bebé de una forma fría carente de sentimientos

-lo ves! Ahí esta

-y ahora qué?!

-eso de “el niño”

-y que con eso?! Es solo una expresión

-escucha quiero saber si tu aceptaras a este bebé, porque de no ser así…

-qué? Me dejaras?

-…

-bromeas! Verdad?!

-es mi bebé Madarame y no puedo dejar que nada malo le pase

-también es mi hijo, sabes? No le haría daño

-la indiferencia también lastima- aparque el coche y me quite el cinturón de seguridad me gire hacia él, se veía triste y lindo a la vez solo él puede verse así-no quiero…no quiero que mi bebé sufra

-no lo hará

-se cómo sueles ser con los hombres, después de todo yo también pase por eso y no quiero que mi bebé sufra lo mismo que yo

-sé que a veces puedo ser un imbécil- se recargo del asiento y apretó con ambas manos el volante, cerrando los ojos y dejando salir un largo suspiro de cansancio-no quiero que te vayas¡

-vamos a casa-lo dijo casi como un susurro aunque le hacía feliz el sentirse valorado por Yonekuni se sentía intranquilo porque no hacía mención del bebé, acaso no se deba cuenta de que también era su bebé¡ que dependería de los dos!, pero se calmó a sí mismo y se metió la idea de que Yonekuni podía ser cualquier cosa, lo peor incluso, pero con sus hijos eso sería imposible. Recordó cuando Hana nación, al principio Yonekuni se mostró aterrado casi horrorizado por la bebé pero en cuando la tuvo en sus brazos se tranquilizó e hizo lo posible para hacerla feliz y cumplir cada capricho de su hermosa princesa

El trayecto de regreso a casa se tornó silencioso casi asfixiante, en la mente de Shiro solo había una sola idea que lo atormentaba, la imagen de su bebé creciendo sin el amor de su padre expuesto a su indiferencia o lo que era aún peor su rechazo¡

Llegaron a casa y casi no hablaron por primera vez en mucho tiempo fueron a la cama sin mirarse ambos recostados mirando al contrario de cada uno, era horrible¡ pero que podían hacer, cada uno tenía un modo de ver el embarazo y cada uno se preocupaba por el problema obvio, era niño¡

Así pasaron los meses y la fecha del parto se acercaba, aunque Yonekuni se había mostrado interesado y feliz con la idea del bebé ante su familia Shiro sabía que mentía muy bien, lo conocía demasiado para saber que cada gesto, cada mirada, cada alago o pregunta acerca del bebé era una vil mentira que él podía aguantar por el bien de su hija pero cada día que pasaba se preguntaba si cuando su hijo naciera el aguantaría esa situación

Casi no hablaban, y solo se dedicaban palabras amables el uno con el otro mientras que fingían completa felicidad ante sus familiares, conocidos y con su hija, pero este embarazo fue más problemático para Shiro de lo que fue el primero, se encontraba más cansado por no poder dormir adecuadamente y aunque se obligaba a comer eso tampoco tenía ningún efecto en su salud, “demasiado estrés” le dijo su médico, pero como no estar estresado si su matrimonio pendía de un hilo, tal vez antes de la llegada de su bebé ya ni siquiera estaría casado

-he pensado que sería buena idea irme algunos días con mis padres, hasta la llegada del bebé

-y eso porque?!- dijo Yonekuni sin mucho interés mientras cortaba la carne de Hana dedicándole una sonrisa dulce al devolverle su plata para que terminara de cenar

-no sé, pienso que estaría más tranquilo-dijo sin mirarlo mientras alzaba los hombros restándole importancia

-aquí puedes estar tranquilo- apoyo su brazo en la mesa y la palma se su mano fue a para a su mejilla apoyando su mentón en su mano, mientras le lanzaba una mirada fría a su esposo quien parecía ignorarlo

-no es lo mismo- le dijo mientras llevaba un bocado a su boca, aun si mirarlo

-porque no?!- le dijo con un tono de voz aún más frio que su mirada, aunque se alegró de haber llamado la atención de su esposo, sabía que con esa aptitud se estaba ganando una discusión con él

Aunque eso era mejor que la fría amabilidad con que se había estado tratando, había dejado de dormir bien, y por las noches la idea de ser dejado por su esposo le mantenía alerta en la noche, al menos si discutían podrían hablar más de lo habían hablado en toda la espera del bebé

-tu sabes porque- le dijo con una mirada vacía casi triste mientras luchaba por pasarse un bocado pequeño de comida, estaba más delgado aun cuando se hinchaba un poco por el embarazo, sus ojeras y su palidez le daban un aire frágil como el cristal pero lo que más le dolía era la voz carente de emoción que había estado usando en los últimos meses, porque dolía tanto?!

-si eso él lo que quieres?!- le dijo ya cansado de toso ese asunto, mientras suspiraba cansado

-no es lo que quiero, pero si lo que necesito

-cuando quieres que te lleve?

-mañana

-tan pronto!

-preparare las cosa de Hana y las mías para estar el tiempo suficiente hasta la llegada del bebé

-hablare con tus padres

-no es necesario, fueron ellos los que propusieron que fuera con ellos, en este punto me parece lo mejor

 Yonekuni se encargó de llevar a Hana a la cama la arropo y le conto una historia para se durmiera y se quedó un momento viendo a su hija dormir tranquila, acaricio su bracito tan suave y cálido, suspiro cansado, no estaba listo, no estaba dispuesto a perder a su familia, beso la frente de su hija y se aseguró de colocar la lamparita de noche de su niña

Camino hacia la habitación que compartía con su esposo y  se quedó en el marco de la puerta observando a su esposo mientras doblaba y guardaba su ropa para irse de su casa, su hogar

Se acercó lentamente hacia él y lo abrazo por la espalda mientras este doblaba lo que parecía ser un pantalón para meterlo en su maleta

Lo pillo por sorpresa soltando la prenda que se encontraba en sus manos, sintió su cálido aliento sobre su cuello seguido de un apasionado beso que lo hizo gemir, trato de soltarse pero el rubio lo giro para verlo y ambos terminaron en la cama

Aunque Shiro trato de quitarse a Yonekuni de encima, el permaneció quieto sosteniéndose con sus manos para evitar aplastarlo, como en el inicio él le susurro al iodo al principio no lo escucho pero volvió a susurrarle hasta llamar su atención dejo de moverse pensó que había escuchado mal

-tengo miedo- le había susurrado otra vez, aún más comprensible, se movió recostándose a un lado y se abrazó de su pecho

-lo sé!- movió sus brazos para abrazar su cuerpo y sus manos acariciaban su cabello suavemente tratando de reconfortarlo

-no quiero hacerle daño

-y no lo harás

-en verdad quiero hacerte feliz, hacerlos felices a todos yo no quiero perderte

-y  no lo harás

-pero quieres irte- su voz angustiada le removió el corazón, en verdad Yonekuni parecía un niño a veces un pequeño niño asustado

-solo quiero estar tranquilo, no hará bien a los dos

-a mí no me hará bien estar sin ti- el sonrió por el comentario en verdad parecía un niño- no es divertido, acaso has conocido a alguien más?!

-claro que no, como puedes decir eso?!

-entonces porque?

-porque necesitamos tiempo para asimilar esto

-pero podemos hacerlo juntos-iba a llevarle la contraria cuando fue inesperadamente interrumpido por un dolor-que pasa?- se recuperó rápido, el rubio se reincorporo apoyándose sobre sus manos

-nada… sabes que aun con tus ojeras te ves realmente bien- el rubio sonrió y no pudo evitar delinear sus labios curvados, otra vez el dolor lo interrumpió-el bebé

-el bebé- parecía confuso- pero falta semanas

-eso díselo a él, no a mí!- otro dolor lo hizo doblarse colocando su mano en el hombro del rubio para poder canalizar el dolor

-espera iré por las maletas- afortunadamente localizo las maletas que Shiro ya había preparada, las bajo al estacionamiento mientras hablaba por el celular, después del ajetreo le pidió a su hermano que cuidara de Hana, en momentos como ese daba gracias de que su hermano viviera a solo unos poco minutos de su casa, entro a la recamara encontrándose con Shiro sentado en el borde de la cama tratando de controlar su respiración-listo vámonos!

-y Hana?

-llame a Kunimasa no tarda en venir por ella- el pareció conforme y agradecido trato de levantarse pero fue sorprendido por los brazos de su esposo que lo levantaba con facilidad- así iremos más rápido- le dijo antes de recibir una negativa por parte del moreno

Llegaron al hospital más rápido de lo esperado, tal vez ayudo el hecho de que Madarame se pasó todos los altos y evadió algunas patrullas

Tomo su mano mientras los llevaban en camilla por el pasillo a la sala de parto, aun no estaba listo para la cesaría así que lo acomodaron en un cuarto hasta que la sala estuviera lista, se sentí impotente al verlo sufrir de esa manera, se levantó cuando la las enfermeras entraron por el para llevarlo a cirugía

Igual que la primera vez seria cesaría, esta vez él podría entrar, fue preparado por las enfermeras que no dejaba de verlo sonrojadas pero en ese momento él no podía dejar de ver a Shiro que se encontraba en la habitación contigua, veía como era preparado para ser intervenido, se sentido un poco más tranquilo cuando pudo tomar su mano, solo lo mantendrían anestesiado en la mitad inferior de su cuerpo permitiéndole estar consiente

Fue más rápido de lo esperado pero Yonekuni solo mantenía la mirada fija en Shiro, se vea cansado pero aun sonreía, solo el llanto de un bebé lo obligo a retirar la mirada de su amado

-está bien- le dijo mientras la enfermeras checaban al bebé y lo limpiaban, las enfermeras colocaron al bebé junto a Shiro para que lo viera “quiere cargarlo” le dijo una de las enfermeras a Yonekuni quien pensó en negarse en un principio pero al ver la mirada de Shiro no pude negarse

Con mucho cuidado lo colocaron en sus brazos la enfermera quito la mantita del rostro del bebé y fue como verse en el pasado, esa pequeña emoción, ese sentimiento de amor cálido, tan cálido que podía salvarlo  

Era un lobo, un pequeño bebé lobo blanco, podía oír los pequeños gruñidos que salían de su boquita fue un momento mágico cuando el pequeño abrió sus ojitos, grises! Como los de Shiro comenzó a reír entre nervioso y feliz, miles de destellos comenzaron a flotar alrededor  con colores suaves como nubes de colores  -es tan bello Shiro, es perfecto!

-bueno papá ya es hora de llevar al bebé a los cuneros

-No!- Madarame le negó inmediatamente el bebé a la enfermera que lo veía algo sorprendida

-Yonekuni, dale al bebé, lo tiene que poner en el cunero!

-pero…pero… es mío!

-Yonekuni!- a regañadientes el soltó al bebé, mientras miraba feo a la sonriente enfermera hasta que salió de la habitación, se giró para encontrarse con su esposo- estas bien Shiro? Te duele algo? Estas cansado?-no pude evitar sonreír

-estoy bien- afortunadamente todo había salido bien y Shiro ya se encontraba en su habitación se quedó dormido por el cansancio, despertó un poco después ya era mediodía  y  se encontró con una habitación llena de flores y globos por la llegada del bebé

Se encontraba adolorido y miro a su alrededor, Yonekuni se encontraba sentado en uno de los sillones mientras miraba pensativo por la ventana, se veía tan sexy cuando  se ponía serio y como si fuera pillado Yonekuni giro y le sonrió

-has despertado, me tenías preocupado

-dormí mucho

-un día

-qué?! Tanto!

-el doctor dijo que era normal después de que le dije que no estabas durmiendo bien, que era mejor que te dejáramos descansar- se levantó del sillón y se sentó a un extremo de la cama, levanto su mano para quitarle unos mechones de cabello de la frente

-él bebe?!- le dijo alarmado una vez que lo recordó

-está bien, está en los cuneros pasara tres meses mientras su cuerpecito termina de desarrollarse, pero es saludable, iremos verlo más tarde ¡ah! y todos están afuera quieren verte, pero si te sientes mal les digo que se larguen

-no, estoy bien- todos entraron a la habitación y cuando Yonekuni dijo todos en verdad era toda la familia lo bueno que el cuarto era grande si no fuera así todos estarían amontonados, mientras todos lo felicitaban se preguntaba cómo le habían hecho para pasar todos al mismo tiempo pero conociendo a los Madarame seguro que hicieron lo que quisieron aun si les dijeron que estaba prohibido, en ese momento entro un doctora que iba a checar como se encontraba

-todo bien?- pregunto la doctora en tono amable mientras revisaba mi expediente

-si

-de hecho…-interrumpió Yonekuni ganándose la atención de todos-quiero saber cuánto tiempo tardará en recuperarse mi esposo?

-bueno… unos dos o tres meses dependiendo el cuidado que tenga

-eso es mucho tiempo…-la doctora se conmovió al ver la preocupación de Yonekuni- quisiera que él se pusiera bien pronto

-eso es muy tierno señor!

-en verdad… en verdad quiero… meter otro bebé dentro de esposo

-perdón?!-la doctora pensó que había escuchado mal

-lo que mi marido quiso decir es que planeamos tener otro bebé… después-se apresuró a decir Shiro al ver la consternación de la doctora

-no es cierto…. Lo quiero ahora¡- dijo Yonekuni ganándose una mirada molesta de su esposo

-bueno, me temo que tendrán que esperar hasta que la herida de la cesaría sane completamente

-mi esposo y yo le agradecemos su trabajo y nos disculpamos por las molestias ocasionadas

Después de que todos se fueran a casa, Yonekuni me llevo a conocer a nuestro hijo, era tal y como lo había descrito, perfecto¡. Tan pequeño y frágil se movía de forma descoordinada y soltaba pequeños gruñidos que eran adorables lo toque suavemente y el buscaba mi tacto

Fue larga la espera para tener al pequeño Yurem  en casa pero valió la pena la espera, todos en la familia estaban felices  más Maiko quien ya se encontraba buscando futuras novias para Yurem y también rentándolo ya que como decía: un semilla de rara especie siempre vende, aunque Yonekuni la había puesto en su sitio y en cuanto a Hana ella estaba mas que encantada con su hermanito aunque se lamentaba que aun fuera demasiado pequeño para jugar con él

Después de que todos se fuero y de acostar a Hana, Yonekuni me pidió esperarlo para recostar a Yurem juntos en su cuarto

-míralo, es tan lindo¡- decía Yonekuni mientras re recargaba del barandal de la cuna para verlo mejor

-me pregunto a quien se parecerá?!

-es obvio que a ti

-eso te molesta

-para nada

-y hablabas en serio cuando dijiste lo de tener otro bebé

-claro! Como mínimo quiero tener 20 hijos y que sean varones

-qué?! En serio, porque?

-porque todos se parecerían a ti

-y eso te gustaría?

-claro imagínate, un ejército de clones tuyos sobre mi diciéndome que me aman, yo sería su mundo entero, me amarían sin duda

-que confiado

-claro después de todo yo soy todo tu mundo

-ah sí?!

-en vez de eso porque no practicamos para el siguiente y el siguiente y el siguiente…

Claro que no serían veinte pero si unos dos más, después de todo no quisiera compartir demasiado a Yonekuni

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).