CAPÍTULO 2: La presentación del diablo.
POV’s Jaejoong
Mi nombre es Park Jaejoong, y yo llevaba la vida de un muchacho común hasta que a mi hermano mayor, hijo del primer matrimonio de mi padre, se le ocurrió venir desde Virginia para vivir con mis padres y conmigo.
Aún recuerdo cuando lo volví a ver. Parecía que las cosas seguirían su curso normal una vez más hasta que lo vi junto a mis padres, sonriendo de esa maliciosa pero encantadora y muy seductora manera. ¡Vamos, pero ¿qué estoy diciendo?! En fin… La cosa es que él siempre fingía ser amable conmigo y yo por el contrario sí mostraba mi verdadera personalidad frente a quien fuera, es por eso que mis padres siempre me estaban reprendiendo porque según ellos, era un irrespetuoso y grosero con mi hermano mayor.
Todavía estoy viendo la foto, tu inocente sonrisa brillando
Nunca pensé que llegaría este día, así que trajimos el mismo té
La terraza no a cambiando en nada, todavía está llena de dulces recuerdos
Tú eres la que me hace llorar
Al día siguiente después de haber llegado, mi madre y el mismo Yoochun me pidieron que lo llamara “hyung”, justo como un “dongsaeng” normal. ¡Vaya que era descarado ese Yoochun! Me hacía vivir un infierno con su sola presencia y pretendía que yo fuera por la vida sonriéndole y llamándole “hyung” como un tonto hermanito pequeño.
Pasaron dos días y Yoochun había tenido que presentar exámenes en la preparatoria, por lo que su primer día “oficial” en la escuela no fue sino hasta el cuarto día después de que llegara a nuestra casa en Corea, yo estaba nervioso, sin dejar de preguntarme cómo sería la vida con Yoochun como compañero de clases ¡Dios! ¡¿Por qué me pasaban esas cosas a mí?! Yo no dejaba de renegar y maldecir mi existencia una y otra vez, pero los problemas y el caos estaban a punto de empezar y yo me quejaba por adelantado sin saber lo que me esperaba.
Mi padre siempre estuvo orgulloso de Yoochun, a los 15 años acabó el penúltimo grado en la preparatoria y luego decidió viajar a Virginia para vivir por sí mismo en Estados Unidos y estudiar música, la razón por la cual mi padre lo dejó ir sin muchos problemas, fue porque viviría con su abuela materna, además Yoochun siempre ha sido muy inteligente, aprendió a hablar inglés fluidamente a los 14 años y tiene la habilidad para los negocios, por eso también estudió administración de empresas en Virginia, sé que suena demasiado para un chico de 15 años pero supongo que se ganó las cosas con su esfuerzo, debo reconocer que mi hermano es muy bueno para conseguir lo que se propone. Pero eso no le quita lo mujeriego, pretencioso y machista. Sí, Yoochun siempre tenía una novia distinta, mientras vivió en Virginia, cada vez que venía a visitarnos ya fuera por las navidades o los cumpleaños de mis padres, venía con una chica diferente y sin miramiento ni moderación algunos las besaba como si el mundo se fuese a acabar después, aún sabiendo que yo los miraba, incluso he llegado a pensar que sólo lo hacía para hacerme sentir celos de él y sus chicas.
Como fuera, ese día sería su primer día en la escuela, sería el día en el que sería presentado frente a mis compañeros como el chico nuevo y, si Dios no se apiadaba de mí, todos en la clase sabrían que ese rebelde de cabello revuelto pero a la vez elegante, era mi hermano mayor.
Con pasos nerviosos y llenos de indecisión, bajé las escaleras, sabiendo que –haciendo honor a su puntualidad–, mi hermano ya estaba abajo, cosa que confirmé cuando noté la puerta de su habitación, la cual quedaba a unos pasos de la mía en el pasillo de la planta alta de la casa, estaba abierta.
Miré de reojo la habitación de mi hermano, la cama estaba tendida, la ropa estaba organizada, todo parecía estar meticulosamente ordenado muy al estilo de Park Yoochun, ese tonto jamás cambió su estilo para hacer las cosas, todo lo que hacía parecía tener su propio sello personal.
Por favor llámame una vez más, sonríe una vez más
Si podemos vernos aquí de nuevo, te tomare de las manos, te lo prometo
Si, lo hare
Cuando llegué al final de las escaleras, lo contemplé con el uniforme puesto, no quise pensar en ello, pero ¡Se veía tan malditamente guapo! Jamás pensé que el uniforme de mi preparatoria fuera tan bonito, al menos a él se le veía con mucho estilo. Aquel bléiser azul oscuro cuyos primeros botones dejó desabrochados –supongo que para no ahogarse con la corbata– la camisa blanca que se dejaba ver en los puños y el cuello del bléiser, y esos rectos y elegantes pantalones que destacaban su estilizada figura.
–Buenos días, hermanito –me dijo con esa hermosa, quiero decir, con esa sonrisa que sólo él sabía poner – Te estaba esperando, ¿cómo me veo? –Se giró lentamente, dejándome ver mejor su traje – ¿Se me ve bien? ¿No es demasiado?
–Es un uniforme normal –contesté intentado ocultar mis verdaderos pensamientos, pasé de largo junto a él, directamente al comedor –tengo hambre…
Mi madre apareció con los platos faltantes en la mesa, me senté y mi padre llegó junto a mí, sentándose en la silla del lado derecho.
–Buenos días –saludó nuestro padre, a lo cual hice una reverencia, Yoochun caminó lentamente hacia el comedor y se sentó en la tercera silla, justo la que estaba a mi izquierda, ¿Cuál era su empeño en estar cerca de mí? –Yoochun –habló mi padre sacándome de mis cavilaciones – ¿Listo para tu primer día en la preparatoria?
–Muy listo, padre –contestó Yoochun, fue entonces cuando mi madre se sentó también en la mesa –no puedo esperar a que empiecen las clases.
–Esa es la actitud –declaró mi madre con una sonrisa –sé que lo harás bien, Chunnie.
Chunnie, Chunnie… ¡ODIABA QUE MI MADRE LO LLAMARA ASÍ! Lo que más odiaba era que yo mismo había sido quien le dio semejante apodo a mi hermano; cuando éramos niños pasábamos todo el tiempo juntos y practicábamos toda clase de juegos, corríamos, saltábamos, hacíamos travesuras… todo lo hacíamos juntos. Él me llamaba Jae-Boo y yo le decía Chunnie, a veces me detenía a pensar en qué momento habíamos cambiado tanto, en qué momento nos habíamos perdido hasta convertirnos en lo que éramos ahora.
Dejando de lado todas aquellas cosas, el punto de todo esto es que terminamos de desayunar, nos cepillamos los dientes –en baños separados– y salimos de casa juntos.
–Yoochun –dijo mi madre cuando nos estaba despidiendo –eres el mayor, por favor cuida bien de nuestro Jae.
–Me sé cuidar solo –declaré con seriedad mientras avanzaba varios pasos –no es como si no pudiese andar sólo, no exageres, madre.
–Suerte en tu primer día, hijo –le dijo mi padre a Yoochun –cuídense, chicos.
Sacudí la mano y me di la vuelta, Yoochun se apresuró hasta llegar a mí y ambos emprendimos camino a la escuela.
–Espérame, Jae.
–¿De verdad quieres hacer esto? –Cuestioné, caminando sin devolverle la mirada.
–¿Te refieres a venir aquí y terminar la prepa a los 19 años? –Contestó con otra pregunta, a lo que no respondí, y él supuso que a eso me refería –quiero terminar la preparatoria, antes no hubo tiempo.
–No es que no hubiese habido tiempo –declaré –tú mismo tomaste la decisión de ir a Virginia y estudiar allá, incluso cuando nadie te estaba presionando para hacerlo, incluso cuando pudiste hacerlo después, simplemente lo hiciste porque fue la decisión que tomaste.
–Creo que tienes razón –afirmó bajando la mirada. –Yo mismo lo elegí…
Pero no puedo escuchar tu voz, no puedo llamar tu nombre
Si nos encontramos en nuestros sueños, te abrazaré con fuerza.
Pero no puedo verte, así que no puedo decir te quiero
Ninguno de los dos dijo nada durante el resto del trayecto y mi corazón latió apresurado cuando el prefecto Wang se acercó a nosotros.
–Hermanos Park –nos dijo con una pequeña sonrisa, yo rogaba porque nadie nos viera ni lo escuchara decir que Yoochun éramos hermanos –caballero Yoochun, por favor acompáñeme un momento, necesitamos su huella digital y su firma para dar por legalizada su matrícula en la institución.
Yoochun hizo una reverencia y se fue con el hombre de canos cabellos hacia su oficina.
Solté un suspiro de… ¿Alivio? Como fuera, aún no sabía lo que vendría luego, no, me estoy apresurando demasiado a los hechos.
Ingresé al salón de clases y Hyunjoong se apresuró hasta mí.
–¿Sucede algo? –Me miró con preocupación –estás más pálido que de costumbre.
–¿Qué le pasa al zombi? –Changmin llegó hasta nosotros cruzándose de brazos.
–Ya te he dicho que no lo trates así, Changmin hyung –detrás de él salió Junsu, el chico más bajito de nuestro grupo de amigos –no es su culpa ser tan pálido, ojeroso y delgado.
–No ayudas mucho –hablé al fin –pero estoy bien, no pasa nada.
–Has estado actuando muy raro desde hace un par de días –Afirmó Kyuhyun cruzándose de brazos ¿a qué horas llegó hasta nosotros? – ¿Qué te pasa? –me dio una palmadita en el hombro. –Pareces nervioso, inquieto…
–Ya les dije que no me pasa nada. –Fruncí el ceño y les lancé una mirada reprobatoria –déjenme en paz.
Estaba enamorado, en un amor triste, doloroso y desgarrador
Todo lo que puedo hacer ahora es llorar
Amor desgarrador
JiYong y Myungsoo me saludaron con una sonrisa, ellos y Junsu me respetaban un poco porque yo era su hyung; los tres habían saltado un curso y tenían 15 años. Al primero le decíamos GD porque Ji suena como la letra “G” en inglés y porque “Yong” significa Dragón en coreano, la D era de Dragón… a Myungsoo lo llamábamos L porque… ashh… ya ni me acuerdo, el caso es que era más corto. Como fuera… Heechul y HongKi llegaron hasta nosotros riendo como locos, y antes de que cualquiera de nosotros pudiera preguntarles de qué se reían, las exclamaciones eufóricas de las chicas y los rápidos movimientos de los chicos, nos hicieron prestar atención a lo que vendría a continuación.
Suspiré, por aquella puerta de madera ingresaron los chicos de “INFINITE”, los ‘reyes’ de la clase, aunque para mí eran más bien los gánsteres del colegio.
Permítanme explicarles la magnitud de todo esto: “INFINITE” era una pandilla liderada por Jung Yunho, el chico más popular de la preparatoria y líder del club de baile, su mano derecha era Choi Seunghyun, un chico muy alto y fornido al que llamaban TOP, y quien también era el capitán del equipo de fútbol. Siguiendo con el reino del terror, estaban Taecyeon: capitán del equipo de baloncesto y el mejor jugador del equipo por su estatura y lo bien que maneja el balón, Yesung: presidente del concejo estudiantil, Siwon: presidente del club de astronomía y representante de la clase; Lee Joon, uno de los chicos más fuertes de la prepa, –el otro más fuerte era Taecyeon–, ellos mandaban en el gimnasio porque eran los líderes del comité de recreación y deportes; No hay que olvidarse de ese chico bajito llamado Kim Jonghyun, era bajito pero nadie le ganaba cuando se trataba de pelear, era todo un gánster que conocía bien la calle, él era el presidente del club de Taekwondo. Tanto Taecyeon como Joon y Yesung estaban también en el club de Taekwondo y los cuatro chicos –incluyendo a Jonghyun– representaban la preparatoria “Taeyang” a nivel nacional.
Esa era la Monarquía de nuestra preparatoria; esos 7 chicos mandaban en la escuela y sus notas jamás bajaban del puntaje mínimo para aprobar cada materia y seguir realizando sus actividades extracurriculares, porque los otros chicos siempre terminaban haciendo sus trabajos en su lugar, todos los respetaban y ¿por qué no? Les temían. Las chicas se morían por ellos, los chicos los respetaban, supongo que era la vida soñada de un chico de preparatoria. Y a pesar de que jamás cumplían con trabajos ni tareas por sí mismos y eran unos completos vagos y también tramposos, ningún profesor se daba por enterado, ya que desde su posición en el concejo estudiantil, Yesung siempre los encubría.
Todos les abrieron paso en cuanto los 7 muchachos se pararon frente a ellos, como haciéndoles calle de honor, mis compañeros observaban lo que pasaría a continuación, siempre sucedía algo cada vez que esos gánsteres ingresaban al salón.
Una chica se acercó hasta Lee Joon sosteniendo una pequeña caja con lo que parecía ser un postre.
–Buenos días, Joon Oppa –saludó tímidamente la chica en cuanto le extendía la caja a Lee –que tengas un buen día.
–Gracias –Joon sonrió coquetamente, y cuando recibió el pastel, tocó disimuladamente las manos de la muchachita que por poco de desmayaba –eres muy amable, Soohee…
La chica estaba sonrojada y regresó con otras dos chicas.
–Sabe mi nombre… –Alcancé a escuchar de sus labios.
–No está mal, ¡eh! –Jonghyun codeó a Joon con una sonrisa socarrona – ¿Te la llevarás a la cama?
–No lo creo –Joon abrió la caja con el pastel –se necesita más que esto para irse a la cama con el gran Lee Joon.
Sí, además de gánsteres eran unos patanes mujeriegos.
Todos tomamos asiento cuando ingresó la señorita Kwon.
–Buenos días, muchachos –saludó esa joven y hermosa maestra de rojizos cabellos a lo que todos le contestamos con una sonrisa –por favor abran sus libros de Inglés en la página 344 de la lección 5.
Mi maestra, la señorita BoA Kwon era la mujer más hermosa que vi jamás, su sonrisa iluminaba la más oscura habitación y sus palabras para con nosotros siempre estaban llenas de optimismo, y aunque yo la consideraba completamente hermosa, jamás me sentí verdaderamente atraído por ella, a decir verdad, nunca me sentí atraído por ninguna mujer.
Pero mis cavilaciones respecto a la señorita Kwon se quedaron en el aire cuando el prefecto de ‘Taeyang’ ingresó a nuestra aula, y las manos me sudaron frío cuando detrás de él apareció mi hermano.
El prefecto le dijo unas palabras a BoA en voz baja, ella asintió con la cabeza y después de una señal que hizo el prefecto, Yoochun caminó hasta ella con una sonrisa y el señor Wang desapareció tras la puerta.
–Muchachos –dijo BoA –les presento a su nuevo compañero de clases, viene de Virginia-E.E.U.U, por favor sean amables con él, ingresa dos meses después de haber comenzado las clases, así que les pido que por favor lo ayuden a adelantarse para que quede a la par con todos ustedes. –Miró a Yoochun junto a ella – ¿Cuál es tu nombre? –Increpó Boa mirando a mi hermano con una sonrisa.
–Soy Park Yoochun –contestó él mirándola de manera seductora. –Siempre es un placer conocer maestras tan hermosas como usted, señorita Kwon.
–Muy bien, Yoochun –mi maestra estaba sonrojada por la galantería de mi hermano –bienvenido a nuestra clase, por favor toma asiento… –Buscó con la mirada un asiento libre y halló uno justo en la parte posterior derecha –allí –señaló con su delgado y delicado dedo.
Yoochun sonrió de nuevo y sin más, tomó asiento en el lugar que la maestra le había indicado, justo enfrente de mi buen amigo Myungsoo, quien le dedicó una mirada de desdén mezclado con inconformismo. Al parecer no le había agradado mi hermano.
Durante toda la clase, Yoochun no hacía más que coquetearle a la señorita Boa, hablando en su segundo idioma y mostrando sus habilidades para el inglés y de paso para la música, el conocimiento de países extranjeros y por supuesto; la galantería.
Para poder olvidar mi soledad, podía ser con cualquier persona
Pero siempre busqué tu sombra, y me sentí más solo
Un día, a la vuelta de la esquina, que estés delante de mí
Ese es el milagro del que sueño
La clase terminó y BoA salió de allí más que sonrojada, ahora todos miraban con curiosidad al recién llegado, al primer hijo de mi padre, a la rara mezcla de rebeldía y rectitud: mi hermano Park Yoochun.
Lo único bueno de todo esto era que cuando lo presentaron en la clase, nadie mencionó que fuera mi hermano, ¿la razón por la cual quería con todas mis fuerzas mantenerlo en secreto? Simple: No quería meterme en problemas, no quería que los demás pensaran que yo era como él, toda la vida me han comparado con mi hermano y se sorprenden al conocer la relación que nos une; ciertamente somos completamente opuestos.
Pero Contuve la respiración cuando Jung Yunho habló:
–¡Hey, Park Yoochun! –Exclamó Jung haciendo que mi hermano lo mirara, y Yunho se sentó en una de las mesas, como todo el rebelde que era –eres bueno en inglés, me has impresionado.
–Gracias, pero no es la gran cosa, no después de hablar el mismo idioma cuatro años seguidos –contestó Yoochun imitando su posición, sólo que él se desparramó en la que ahora era su silla, y todos empezaron a rodearlos para saber de qué iba tan misteriosa conversación, yo me limité a observar a unos cuantos metros sin decir palabra, quería pasar desapercibido, justo como siempre lo hice – ¿Cuál es tu nombre?
–Soy Jung Yunho –extendió su mano derecha y Yoochun la estrechó –presidente del club de baile.
–Es un gusto conocerte, Yunho –mi hermano apartó su mano sin dejar de verlo –yo sólo soy Park Yoochun, y como te imaginarás, no soy presidente de nada aquí.
Mis compañeros rieron ante la broma de mi hermano y él se limitó a sonreír con socarronería.
–Tengo 18 años, ¿Qué edad tienes tú? –Increpó Yunho mirándole con curiosidad.
–Tengo 19 años –contestó Yoochun con simpleza mientras encendía un cigarrillo, ¡era tan descarado y sinvergüenza! Fumando en el salón de clases, ¡vaya gánster el que tengo por hermano!
–¿19 años? –Hizo un gesto como de asombro levantando las cejas – ¿Dices que viviste en Virginia, no?
–Así es, viví en Virginia durante cuatro años –se encogió de hombros con tranquilidad mientras que los otros chicos lo miraban con asombro, como si fuera la gran cosa haber vivido en el extranjero… –quise regresar para acabar el bachillerato, la escuela siempre es divertida.
Se notaba que se divertía con aquella que era su presentación: la presentación del diablo.
–¿Qué hiciste en Virginia? –Increpó Yunho con evidente interés.
–Estudié música en la universidad.
Contestó Yoochun, obviando el hecho de que había logrado ingresar a la universidad a los 15 años y antes de terminar la escuela, dijeron que un chico superdotado como él no necesitaba estudios básicos medios de bachillerato, hasta ese momento, yo creía que sólo había decidido terminar la preparatoria allí para molestarme, y reitero: ARRUINAR MI VIDA.
–¡Música, eh! –Exclamó Jung Yunho con una sonrisita de lado –no sabía que eras un músico –también encendió un cigarrillo y eventualmente su pandilla lo siguió, ¡Vaya mierda! Nuestro salón de clases se convertía en un área para fumadores –tienes más pinta de vago y fiestero que de músico profesional.
–¿Y quién dice que los músicos profesionales no son vagos? –Soltó Yoochun dándole una nueva calada a su cigarrillo con ese aire rebelde, haciendo que los otros chicos rieran sonoramente ¡¿De qué demonios se reían esos tontos?! –digamos que simplemente quería un poco más de libertad –continuó mi hermano –vivir solo en una cuidad extranjera siempre da paso al libertinaje y la locura.
–Eres de los nuestros –declaró Yunho, y sus chicos sonrieron, intercambiando miradas de aprobación y sonrisitas de medio lado –deberías venir a una de nuestras fiestas, no sé si son al estilo de Virginia, pero son buenas. –Sonrió con una seductora y pícara expresión –al menos eso creo yo…
Nadie salía de su trance, ¿Jung Yunho invitando a un chico nuevo a sus fiestas? Más aún ¿Jung Yunho hablándole a un chico nuevo? A medida que la conversación avanzaba todos prestábamos atención cada vez más interesados y las cosas se ponían cada vez más extrañas.
–Nuestras fiestas son las mejores –declaró Lee Joon.
–No encontrarás nada mejor en ninguna otra preparatoria –Jonghyun le dio una calada a su cigarro –no hay nada mejor, eso es seguro…
–Todo lo que se desee se tiene –Taecyeon sonrió –así vivimos nosotros…
–En nuestra clase el rango de edad siempre fue de 15 a 18 años –dijo súbitamente Seunghyun, fumando su cigarrillo –tal parece que has elevado nuestra edad promedio.
–¿Eso es bueno o malo? –Increpó Yoochun dándole una nueva calada a su cigarrillo.
–Uno de los nuestros siempre es bienvenido sin importar si se convierte en nuestro hyung –contestó Siwon con una sonrisita socarrona – ¿Estoy equivocado, Yunho?
–Por supuesto que no –el mencionado sonrió –uno de los nuestros siempre es bienvenido.
–Vaya –Yoochun subió las cejas y sonrió –Gracias, me alegra saber eso, por otro lado… ¿de quiénes se supone que soy uno?
Los chicos de INFINITE sonrieron, intercambiando miradas de complicidad, estaba claro que Yoochun no sabía con quienes estaba hablando.
–Somos los miembros INFINITE –declaró Yunho –nos hacemos llamar así porque mientras seamos jóvenes podremos alcanzar el Infinito, y porque todo lo que nos proponemos lo logramos, jamás nos rendiremos y seguiremos siempre juntos, por eso somos “INFINITE”. Todos en nuestro grupo pertenecen a un club o equipo y generalmente son los líderes, capitanes o presidentes, como verás… –Sonrió con autosuficiencia –aquí mandamos nosotros.
–Buen nombre –Yoochun se encogió de hombros –es interesante la explicación que me has dado, Jung Yunho.
–¿Te interesaría unirte a nuestro grupo? Dicen que el verdadero número del infinito es el ocho.
Todos estábamos asombrados, sí, me incluyo, porque Jung Yunho jamás invitó a nadie a formar parte de su pandilla, mucho menos de forma tan directa y repentina.
–¿Me estás invitando a hacer parte de tu grupo? –Increpó Yoochun con un deje de asombro –me siento muy alagado, chicos. –Sonrió –la cosa es que no soy presidente ni capitán de ningún club o equipo.
–Eso se arregla –intervino Yesung con una seria expresión facial, dándole una calada a su grupo –nos hace falta un presidente del club de música –ladeó la cabeza y lo miró con curiosidad – ¿Crees poder hacerlo?
–Desde luego –mi hermano sonrió con esa confianza y seguridad que siempre lo caracterizó.
–Entonces estás dentro –declaró Yunho –eres oficialmente el octavo integrante de “INFINITE”.
Mis compañeros –Exceptuando, claro, a mis amigos– comenzaron a aplaudir impresionados, no cabía duda de que mi hermano había entrado a la prepa a lo grande, sí, venía a joder mi vida a lo grande.
Si puede ser por casualidad, o por necesidad
Si nos podemos encontrar en este camino
Te quiero tomar de las manos y llevarte conmigo
Sí, lo haré
–Tengo hambre –habló Changmin sacándome de mis cavilaciones –vamos a comer, ya es hora del receso.
Mis amigos y yo salimos del salón y nos dirigimos a la cafetería.
Ya sentados en la gran mesa en la que cabíamos todos y comiendo, Ji Yong fue el primero en hablar:
–Me pregunto de qué va ese chico nuevo, es bastante extraño, ¿no lo creen?
A lo lejos observamos a Yoochun, caminando junto a los chicos de INFINITE mientras que todos reían, seguramente el payaso de mi hermano les había dicho alguna sandez y esos mensos reían de ello. Todos tomaron asiento alrededor de una de las mesas similares a la cual nos encontramos sentados nosotros.
–Se ve que es bastante engreído –declaró Myungsoo –desde el principio supe que tenía porte de ser uno de los de Jung Yunho y su pandilla: un completo imbécil.
–No se equivocan en eso, muchachos –declaré mirando a mi hermano de lejos –es un completo imbécil, un engreído y egoísta, pretencioso…
–¿Lo conoces? –Heechul, a mi lado, me miró con interés.
–No –negué al instante, ¡pero qué cosas decía! Si seguía así me descubrirían –sólo que parece ser esa clase de persona.
–Es cierto –Heechul se encogió de hombros –está visto que así es.
–Quizás sólo necesite tiempo para adaptarse mejor –intervino HongKi, a lo que todos lo miramos con reprobación y debió haber captado los rayos de nuestras miradas fulminantes, porque se encogió de hombros y se acomodó mejor en su asiento, mirándonos con temor, justo como si fuésemos una pandilla de lobos dispuestos a comerlo –yo sólo decía…
–Mejor no digas nada a la próxima –Kyuhyun le dio un mordisco a su sándwich –se ve que es un completo idiota.
–¿Creen que se convertirá en el próximo TOP de INFINITE? –Cuestionó Junsu, haciendo que un escalofrío me recorriera.
–A este paso –Mientras Hyunjoong hablaba, todos volvimos a mirar a mi hermano a lo lejos –creo que será el próximo Yunho de INFINITE.
–¡Wow! –Exclamó Myungsoo – ¿eso crees, hyung?
–Uno nunca sabe a qué atenerse con esos gánsteres…
–Vaya mierda –musité pensando en voz alta, cosa que ni siquiera noté –bonita la hora que se ocurrió llegar a arruinarme la vida.
–¿Dijiste algo, hyung? –Increpó JiYong, sentado a mi lado.
–No –reaccioné –nada…
Me quedé mirando a Yoochun a lo lejos y me caí de la silla cuando él también me miró desde su lugar.
Quiero apoyarme en tu hombro, quiero fijar mis ojos en ti
Si te puedo ver en mis sueños, te besaré
–¡¿Qué demonios te sucede?! –Me gritó Heechul, poniéndose de pie mientras sacudía sus ropas – ¡me hiciste regar el jugo en la ropa!
–¿Estás bien, hyung? –JiYong y Junsu me extendieron las manos y me ayudaron a ponerme de pie – ¿Qué pasa?
–Nada… –Balbuceé –no es nada.
–Ten –Hyunjoong me dio una bebida energética –bebe esto.
Tomé entre mis manos el vaso y bebí todo el contenido de un sólo trago.
–Bebe despacio –me reprendió Changmin –puedes ahogarte.
–Sinceramente… –Heechul me fulminó con la mirada – ¡¿Qué demonios te está pasando, Park Jaejoong?!
–No pensé que fueras tan divertido –Exclamaba Taecyeon abrazando a mi hermano, y todos vimos a INFINITE pasar junto a nosotros –definitivamente eres uno de los nuestros, Park Yoochun.
–No lo había pensado… –Soltó HongKi con esa expresión tonta que siempre lo caracterizó –pero el chico nuevo también se apellida Park, justo como tú, Jaejoong hyung.
–¡Cállate! –Se me pusieron los pelos de punta, nadie podía descubrirlo –no digas tonterías, Lee HongKi –le arrebaté de las manos el jugo que Kyuhyun estaba a punto de beber.
–¡Oye! –Me reclamó Kyu – ¡eso me lo iba a tomar yo! ¡Eres un desconsiderado, Park Jaejoong!
–¡Dejen de llamarme con mi nombre completo! –Exclamé.
–Estás actuando como un loco, Park –me dijo Changmin hyung –si sigues así, tendremos que llevarte a la enfermería.
–¿Qué no le vendría mejor irse a un manicomio? –Increpó Heechul hyung, haciendo que mi repentino enojo creciera.
–¡Qué curioso! –Exclamó súbitamente Kyuhyun hyung –siempre actúas normal, nunca te enfermas, y el día que llega un chico nuevo, galante, extranjero y con el mismo apellido que tú, enloqueces.
No te olvidaré, no puedo cambiarlo
Estaba enamorado, en un amor triste, doloroso y desgarrador
Mis amigos rieron ante el comentario del pelirrojo, y yo intenté calmarme tanto como pude, definitivamente me descubrirían si seguía actuando tan extraño.
Cuando al fin logré acompasar mi respiración, me senté de nuevo y miré a mis amigos, quienes me miraban con curiosidad.
–Lo lamento, chicos –hablé lentamente –no me he sentido precisamente bien estos últimos dos días –respiré profundo, sintiendo cómo finas gotas de sudor corrían por mis mejillas –estoy bien, lamento involucrarlos en esto.
–No pasa nada –dijo Hyunjoong hyung –para eso somos tus amigos.
–Sí –dijo Heechul más calmado –no hay nada de qué preocuparse, te entendemos.
–Gracias –sonreí. –Siempre es bueno tener amigos como ustedes, chicos.
Ellos asintieron con la cabeza, como trasmitiéndome sus buenos sentimientos, sabía que estaban preocupados por mí.
El receso acabó y yo intenté tanto como pude, ignorar que mi hermano estaba también en el salón de clases, pero le dedicaba miradas furtivas, y mi corazón saltaba como loco al descubrir que él también me miraba y me guiñaba el ojo como… ¿seduciéndome? No lo sé… pero como fuera, él me estaba crispando los nervios y no había nada que yo pudiera hacer.
–¿Hyung, Estás bien? –Me preguntó Junsu, sacudiendo lentamente mi brazo. –Te ves inquieto.
–Sí, estoy bien –le sonreí –no te preocupes.
¿Qué haces ahora? ¿Eres feliz?
Todavía estas dentro de mi corazón
Todavía estas en mi corazón, mi corazón
Las clases acabaron por fin, y mientras caminábamos juntos fuera de la escuela con dirección al mismo camino que tomábamos siempre, dejando a cada uno de su casa, Changmin comenzó a hablar:
–Debemos realizar el experimento de Química.
–Cierto –Junsu asintió con la cabeza –es para mañana.
–¿Dónde lo haremos? –Increpó Kyuhyun. –Debe ser un lugar con espacio suficiente.
–¿Qué tal la casa de Hyunjoong hyung? –Hablé repentinamente.
–Lo lamento –sacudió la cabeza –están remodelando mi casa y hay polvo y herramientas por todas partes, sería imposible realizarlo allí.
–¿Y la casa de Kyuhyun hyung? –Increpé nuevamente.
–¿Estás loco? –El mencionado frunció el ceño –la última vez que practicamos un experimento en mi casa por poco quemamos el recibidor.
–¿Entonces dónde podría ser? –Soltó Junsu.
–Fuimos a La casa de Jaejoong hyung la última vez, nadie nos molesta y su sótano es espacioso, además su madre siempre nos da deliciosas galletas –declaró JiYong y los nervios se me crisparon una vez más en cuanto pronunció mi nombre, si iban a mi casa descubrirían que mi hermano era Yoochun – ¿Podemos ir a tu casa, hyung? –me miró con una adorable expresión que intenté ignorar tanto como pude.
–No lo creo, GD –contesté intentando encubrir el temblor de mi cuerpo –tenemos visitas y mis padres no admitirán el ruido.
Mis amigos me miraron contrariados.
–¿No admitirán el ruido? –Repitió Heechul, mirándome con el ceño fruncido – vamos, Park, ¿de qué va tanto misterio?
–No es misterio –contesté intentando parecer firme –simplemente no podemos ir a mi casa esta tarde, ¿contentos?
Se encogieron de hombros, y todos continuamos nuestro camino, pasamos por la casa de Kyuhyun, pero cuando le pregunté por qué no entraba a su casa, nos dijo que Changmin lo había invitado a su casa para jugar video-juegos.
–¡Starcraft en X-box 360! –Exclamó Kyuhyun y Changmin chocaron las manos – ¡Sí!
Me encogí de hombros y todos continuamos nuestro camino. Unas manzanas más allá, me detuve frente a una casa de puertas blancas.
–Llegamos a tu casa, HongKi.
El rubio movió de un lado a otro una mano.
–JiYong y yo almorzaremos juntos, y luego realizaremos el trabajo de Literatura.
–Cierto –habló Hyunjoong –lo había olvidado –me miró –Jae, eres mi pareja, ¿podemos hacer el trabajo en tu casa?
–¡No!
–Es para dentro de dos semanas, aún queda tiempo –me dijo – ¿Acaso las visitas se quedarán a vivir en tu casa?
–No… no es eso…
Comencé a avanzar y todos me siguieron sin dejar de mirarme como un bicho raro.
–Lo lamento –saqué un pañuelo y me sequé el sudor de la frente –no puedo confirmar que puedas visitar mi casa, hyung –miré a los demás –eso va para todos, chicos.
No sabía hasta cuándo tendría que alejar a mis amigos de mi casa, pero realmente no quería que se enteraran de que Yoochun y yo éramos hermanos.
Mis amigos comenzaron a hablar en parejas: Myungsoo y Junsu hablaban sobre fútbol, bueno, en realidad Junsu era quien más hablaba; JiYong y Hyunjoong seguían discutiendo sobre la existencia de los aliens, al mayor de los dos nadie le sacaba de la cabeza que existían. Kyuhyun y Changmin hablaban de lo último en video-juegos. Y Heechul y HongKi hablaban como locos respecto a la nueva comedia que presentaban en la cadena SBS.
–¿Te pasa algo, Jaejoong?
La voz de Heechul me sacó de mis pensamientos.
–¿Eh? –Lo miré y forcé una sonrisa que era nerviosa –no, nada, hyung.
Quiero tomarte de las manos y decirte “Te quiero”
Todo lo que puedo hacer ahora es llorar
Amor desgarrador
La siguiente casa en nuestra ruta era la mía.
–Falta poco para llegar a mi casa –dije de súbito –me despido aquí –me detuve –adiós, chicos.
–¿Qué te pasa? –Hyunjoong frunció el ceño –siempre te acompañamos a tu casa, es nuestra ruta de costumbre.
–No hay necesidad de acompañarme hoy.
–¿De qué hablas? –Habló ahora Kyuhyun –siempre hemos tomado esta ruta, si no pasamos por aquí ¿por dónde pretendes que nos vayamos?
Yo no sabía qué hacer, si seguíamos por esa zona, muy probablemente veríamos a Yoochun, y si mis amigos lo veían entrar a mi casa sería mi fin. Así que opté por hacer que se alejaran de mi casa lo más rápido posible.
–Olvídenlo –seguí caminando, intentando fingir naturalidad –sigamos.
–Hace calor –dijo Hyunjoong haciendo que yo lo mirara –Jae, deberías darnos algo de jugo en cuanto lleguemos a tu casa.
–¡No podemos! –Me apresuré a responder.
Los chicos me miraron con el ceño fruncido.
–Hyung –habló Myungsoo –sabes que te respeto y todo, pero sinceramente estás actuando como un loco.
–Lo… lo lamento –respondí intentando calmarme y no balbucear –pero no podemos entrar a mi casa, ya se los dije.
Caminamos unos cuantos pasos, y justo cuando pensé que este día no podía ponerse peor, todos vimos cuando el auto convertible azul de Jung Yunho y otros tres autos que ya sabíamos que manejaban los chicos de INFINITE, se detuvieron frente a mi casa.
–¿Qué no son los autos de…?
Pero las palabras de HongKi se quedaron en el aire cuando Yoochun bajó del auto de Yunho.
–Aquí vivo yo, chicos. –Declaró mi hermano mirando a los chicos (que alcanzamos a ver que eran Yunho y TOP) en el auto a través de la ventana de este.
–Wow –TOP, sentado en el asiento del copiloto, sonrió –es una casa hermosa.
–Gracias por traerme –Yoochun sonrió –nos vemos mañana.
Mi cara estaba pálida, podía sentirlo, mi frente se adornaba de sudor, las piernas me temblaban y sentía que caería en cualquier momento.
Los cuatro autos avanzaron, y después de marcar el código de seguridad en el pequeño tablero de la entrada, el portón negro se abrió y Yoochun ingresó a nuestra casa.
–El chico nuevo ha entrado a tu casa –soltó Kyuhyun con los labios entreabiertos –conoce el código de seguridad…
Cuando al fin volví en mí, contemplé a mis amigos, quienes me miraban intrigados: HongKi, Junsu, JiYong, y el mismo Kyuhyun estaban casi tan pálidos como yo, mientras que Hyunjoong, Changmin, Myungsoo y Heechul me miraban con el ceño fruncido, como intentando remotamente adivinar lo que sucedía.
–¿No que no lo conocías? –Soltó Changmin mirándome acusadoramente.
–¿Puedes decirnos qué demonios está pasando? –Heechul cruzó los brazos sobre su pecho –dinos toda la verdad ahora mismo, Park Jaejoong.
Como lo que empezaba a hacerse costumbre, solté un suspiro. Nada hubiese podido prepararme para lo que sucedería con mi vida después de eso, NADA.
Quiero que te quedes en mi corazón
Necesito tu amor, lo que trae lágrimas a mis ojos
TVXQ –Still.